Características del ministerio cristiano

Colosenses 1:23-29
Introducción
En esta mañana, continuamos nuestra serie de predicación en el libro
de colosenses y Pablo viene hablando sobre la supremacía y
suficiencia de Cristo en todas las cosas. En la creación Él es el creador,
en la iglesia Él es la cabeza, en los muertos Él es el que venció la
muerte, en la salvación de los hombres Él es el que realizó la obra
reconciliadora.
Pero Pablo interrumpe su hilo de pensamiento para tomarse un
tiempo y presentar su ministerio. Probablemente pablo pensó que no
debía comenzar a enseñar y dar órdenes a personas que no conocía
personalmente.
Así que, él simplemente está diciendo, lo que le voy a enseñar en
esta carta no son mis opiniones, yo he sido hecho un ministro de
Cristo y, por lo tanto, mi doctrina no es mía es de Cristo a quien sirvo.
Al Pablo presentar las características de su ministerio, el Espíritu
Santo nos proporcionó un modelo para todo tipo de servicio
cristiano. Y eso es lo que veremos en esta mañana: características de
un ministerio cristiano.
Veamos la primera característica del servicio cristiano:
I- El origen del ministerio
Colosenses 1:23-25 …evangelio que habéis oído, el cual se predica en
toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho
ministro. 25: de la cual (la iglesia) fui hecho ministro, según la
administración de Dios que me fue dada para con vosotros…
Todas esas expresiones nos dejan entender que Pablo no se
autodenominó un ministro, fue Dios que lo puso en el ministerio.
Lo mismo se puede decir para el ministerio pastoral y no solo para el
ministerio pastoral, sino también para todos los ministerios que se
desarrollan en el cuerpo de Cristo.

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 ¿Qué es un ministro?
Esa palabra “ministro” viene de la palabra griega “diácono” que
significa: “sirviente”. Literalmente significa: “aquel que sirve a la
mensa”. De manera que Pablo dice que Dios lo puso como sirviente
de Su iglesia.
Y todo esto, “Según la administración de Dios…” esa palabra
administración es “mayordomía”. En otras palabras, es como si Dios
tuviera un gran negocio en el que nos proporciona una mayordomía
en cierta área para que ocupemos nuestros dones espirituales. En el
caso del Pablo fue en el ministerio de apostolado a los gentiles.
Ahora ¿a quienes Dios le da un carguito de administración en Su
iglesia? A todo creyente.
El origen de nuestros dones espirituales es la salvación. Por lo tanto,
en cada llamado eficaz a la salvación, hay también un llamado al
desempeñar alguna función de servicio en el cuerpo de Cristo.
1 Pedro 4:10 Cada uno según el don que ha recibido, (note que
no dice: si alguno recibió un don) minístrelo a los otros, como
buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.
Casa creyente recibe al menos un don espiritual para ministrarlo a la
iglesia, ¿Qué es la iglesia? ¿un edificio? No, son los creyentes. De
manera que, aunque ahora no nos podemos congregar eso no debe
impedirnos edificar la iglesia con nuestros dones.
El problema de nosotros es que tan pronto escuchamos la palabra
“ministerio” pensamos en un pastor, un misionero, un maestro de
escuela dominical, un diacono, en un director de alabanza...
O sea que, limitamos el servicio de los dones espirituales a solo
momento en que nos congregamos como iglesia, si por un lado eso
es cierto, por otro lado, también es bíblico que los dones espirituales
son para ministrarlo a todos los creyentes dentro y fuera de cuatro
paredes.

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 ¿Sabe usted cuál es su don? ¿Qué estás haciendo con tu don
espiritual?
Pasemos a considerar la segunda característica del servicio cristiano:
II- El precio del ministerio
Colosenses 1:24 Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y
cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su
cuerpo, que es la iglesia;
Lo que Pablo dice al principio parece ser raro, porque ¿Dónde estaba
Pablo en el monto en que escribía esta carta? En la cárcel. Entonces
como es que puede decir “ahora me gozo en lo que padezco”.
Entender esto nos ayudará a comprender lo que Pablo quiso decir
cuando dijo: “cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de
Cristo”.
En su Ministerio Pablo tuvo que pasar por sufrimiento innumerable.
2Corintios 11:23-27 ¿Son ministros de Cristo? (Como si
estuviera loco hablo.) Yo más; en trabajos más abundante; en
azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte
muchas veces. 24De los judíos cinco veces he recibido cuarenta
azotes menos uno. 25Tres veces he sido azotado con varas; una
vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y
un día he estado como náufrago en alta mar; 26en caminos
muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros
de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la
ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros
entre falsos hermanos; 27en trabajo y fatiga, en muchos
desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en
desnudez;
Pero, Pablo no es una especie de masoquista religioso al decir que se
goza en todo eso, más bien, Pablo se gozaba en padecer por la iglesia
porque al hacerlo se identificaba con Cristo: “y cumplo en mi carne
lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la
iglesia”.

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 Al odiar a los creyentes el mundo odia directamente a Cristo. Pablo
sabia esto de primera mano. Él recordaba Las Palabras de Cristo
cuando le dijo: “Pablo, Pablo, ¿Por qué me persigue?” (Hch. 9:4).
Pablo se gozaba no del sufrimiento en sí, sino del resultado del
sufrimiento.
Filipenses 1:12-14 Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas
que me han sucedido, han redundado más bien para el
progreso del evangelio, 13de tal manera que mis prisiones se
han hecho patentes en Cristo en todo el pretorio, y a todos los
demás. 14Y la mayoría de los hermanos, cobrando ánimo en el
Señor con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la
palabra sin temor.
El ministerio cristiano es un servicio que muchas veces involucra
sufrimiento. No es como dicen los falsos predicadores de solo salud y
prosperidad.
2 Timoteo 3:12 Y también todos los que quieren vivir
piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución;
Juan 16:33 En el mundo tendréis aflicción…
Lucas 23:31 Porque si en el árbol verde hacen estas cosas, ¿en
el seco, ¿qué no se hará?
Hermano ¿está usted dispuesto a pagar el precio que sea necesario
para proclamar el evangelio de Jesucristo? Si vamos a servir y usar
nuestros dones espirituales para la gloria de Dios, debemos estar
dispuesto a sufrir.
Notemos la tercera característica del servicio cristiano:
III- El encargo del ministerio
Colosenses 1:25 …para que anuncie cumplidamente la palabra de
Dios,
Y Pablo se tomó esto es serio. Les dijo a los ancianos en Éfeso:
Hechos 20:24 “Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa
mi vida para mí mismo, con tal que acabé mi carrera con gozo, y el

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 ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del
evangelio de la gracia de Dios”.
El ministerio de Pablo consistía primordialmente en anunciar la
palabra de Dios (Hch. 20:27 “porque no he rehuido anunciaros todo
el consejo de Dios”). 2Timoteo 4:7 “He peleado la buena batalla, he
acabado la carrera, he guardado la fe”.
Toda iglesia local debe estar enfocada primordialmente en la fiel
predicación de la Palabra de Dios.
A Pablo se le encargó el proclamar v. 26“el misterio que había
estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido
manifestado a sus santos”.
El término “misterio” se refiere a una verdad oculta, por lo general,
en el AT, pero ahora revelado en el NT. Pablo dice que el misterio,
(v.27) “es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria”.
En el AT un creyente podía estar seguro de que Dios estaba CON él,
pero en el Nuevo Pacto, el creyente puede decir que Cristo estás EN
él. Cristo vive en nosotros (Ro. 8:9). Somo templo del Espíritu Santo
(1Co. 6:18).
Hermanos, es extraordinariamente maravillo que Cristo ahora vive en
nosotros. De tal manera que podemos decir con el apóstol Pablo:
Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no
vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne,
lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí
mismo por mí.
El hecho de que Cristo more en nosotros es la fuente de su
esperanza de gloria y es el corazón del ministerio del evangelio. El
evangelio no solo promete paz, bendiciones y gozo en esta vida,
también promete vida eterna en la gloria y la garantía es Cristo
habitando en nosotros.
Amigo que me escucha ¿habita Cristo en ti?
Veamos la cuarta característica del servicio cristiano:

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 IV- La meta del ministerio
Colosenses 1:28 a quien (a Cristo) anunciamos, amonestando a todo
hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de
presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre;
La meta del creyente es ser como Cristo. La tarea del ministerio es
precisamente llevar a los hombres esta menta. ¿Cómo lo hacemos?
Predicado a Cristo que es la esencia de todo el consejo de Dios.
Entonces no es solo predicar el evangelio para que las personas sean
salvas, también hay que discipular, amonestar y enseñar en toda la
sabiduría de Dios. V28“a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a
todo hombre;”
El secreto de la vida cristiana es Cristo. La manera en la que cresemos
espiritualmente es mediante ver a Cristo como en un espejo:
2Corintios 3:18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara
descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos
transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como
por el Espíritu del Señor.

Esa es la razón por la que tenemos que predicar fielmente la Palabra,

para mostrar a Cristo y que el Espíritu Santo haga Su obra en
nosotros.
¿Hermanos, tu don o dones deben estar enfocado en llevar a las
gentes a ser como Cristo?

Vemos la quinta característica del servicio cristiano:

V- El poder del ministerio
Colosenses 1:29 para lo cual también trabajo, luchando según la
potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí.
Nada de lo que Pablo logró, ninguna de las ciudades que alcanzó con
el evangelio la hubiera podido alanzar en su propia fuerza. Pablo
aprendió a despender de la gracia de Dios.
2Corintios 12:9 Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi
poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana

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 me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre
mí el poder de Cristo.
Pablo no militaba según la carne. Él trabajaba en el poder y la
capacidad que da Cristo.
Si vamos a tener éxito en usar nuestros dones espirituales para el fiel
servicio a los creyentes, necesitaremos despender del poder de Dios.
Porque separado de Cristo nada podemos hacer (Jn. 15:5).
En Conclusión
Romanos 12:6-8 De manera que, teniendo diferentes dones,
según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese
conforme a la medida de la fe; 7o si de servicio, en servir; o el
que enseña, en la enseñanza; 8el que exhorta, en la
exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con
solicitud; el que hace misericordia, con alegría.
1 Pedro 4:11 Si alguno habla, hable conforme a las palabras de
Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios
da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien
pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos.
Amén.

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