Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ii. Interpretación
i. Inmisiones Inmateriales
v. Legitimados
vi. Prescripción
v. Conclusión
I. Introducción
El Código Civil trata lo concerniente a los limites al dominio en el capítulo cuarto, desde
el Art. 1970. Hablamos de reglas que tienden a fijar los limites en los cuales tienen que
ejercerse las facultades del titular del dominio con el objeto de que la organización cumpla
sus objetivos personales, económicos y sociales. En un "Estado de Derecho" es
inconcebible un derecho "absoluto". Desde antaño la corte federal ha señalado que ni el
derecho de usar y disponer de la propiedad ni ningún otro derecho reconocido por la
constitución tiene carácter absoluto. Por cierto, esas leyes reglamentarias no pueden
alterar los principios , garantías y derechos , cuando por razones de necesidad se sanciona
una norma que no priva a los particulares de los beneficios patrimoniales legítimamente
reconocidos, ni les niega su propiedad, y solo limita temporalmente la percepción de tales
beneficios o restringe el uso que pueda hacerse de esa propiedad, no lesiona el derecho
de propiedad. Este tipo de decisiones , especialmente las dictadas con motivo de graves
crisis económicas , no han venido sino a remarcar la idea de que el dominio no está exento
de límites. Por ello y sin dejar de ser un derecho real absoluto, cabe remarcar que se
encuentra condicionado por una gran cantidad de normas, no solo del código sino también
de otros ordenamientos, incluso locales, que ponen un coto a las facultades de su
titular.Las limitaciones al dominio pueden imponerse teniendo en cuenta un fin o interés
público o privado, las primeras se fundan exclusivamente en razones de interés público,
en las segundas predomina el interés privado, pero también se halla presente el interés
público.
El presente trabajo tiene por finalidad introducir al lector , en los limites del dominio que
establece nuestro Código Civil y Comercial. Como así también 2 limites que considero
relevantes a desarrollar. Primero los limites por razones de vecindad y en segundo
termino los limites al dominio en el medio ambiente y su protección constitucional.
II. Interpretación
Limites al dominio
Nuestra Constitución establece que todos los derechos, aun esos que el iusnaturalismo ha
señalado como ínsitos en nuestra naturaleza humana, permanecen condicionados a las
leyes que reglamenten su ejercicio (Art. 14). En crítica de Bielsa, el Código Civil ordena
tales limitaciones en razón de un inicio de "equidad" y "reciprocidad" en el goce del
derecho de propiedad de parte de los propietarios vecinos, para que éstos se conduzcan
como "buenos vecinos" y se establezca entre ellos una "entente cordial". La primera parte
del artículo en análisis dice: "Las limitaciones impuestas al dominio privado únicamente
en el interés público permanecen regidas por el derecho administrativo", en ventaja de
eso se entiende que las preguntas asociadas a las limitaciones administrativas son de
jurisdicción administrativa. En tal sentido nuestro mayor Tribunal de Justicia ha resuelto
que: "...Por aplicación de lo dispuesto en el art. 2611, los daños provocados por la gestión
en la ejecución de trabajos a la propiedad especial, sin que haya integración al dominio
público de ni una parte de ella, son limitaciones impuestas al dominio privado solamente
en interés público y son regidas por el derecho administrativo, debiendo, por
consiguiente, las ocupaciones de compensación a que ellas logren ofrecer sitio, deducirse
frente a la autoridad administrativa que con sus hechos o de sus agentes los haya
provocado o pretenda causarlos". "En impacto, la autoridad administrativa al hacer
positiva la restricción, definida por un interés público, hace un acto de poder, exterioriza
una manifestación de voluntad, no como persona jurídica, sino como poder público y no
tienen la posibilidad de los particulares interponer recursos de carácter judicial a fin de
impedir que se ejecute dicha elección administrativa. Las posiciones de la autoridad en
temas de limitaciones administrativas, son rápido ejecutables, o como mencionan ciertos
autores 'operativas'. Ahora bien, en la conjetura de producirse perjuicios o males con la
restricción, en comienzo no proviene la compensación jurídicamente, por cuanto como
ya se dijo, aquélla no es sino condición legal". "Ya se ha manifestado que las restricciones
al derecho de propiedad tienen la posibilidad de fundarse en motivos de interés público o
privado y que por prescripción del art. 2611 del Código Civil las primeras se rigen por el
derecho administrativo. Se ha expuesto, además, que el término de 'restricciones' es
genérico, y comprende a las 'limitaciones', a las 'servidumbres' y a la 'expropiación'. De
esta forma, puesto que, las limitaciones que solamente miran el interés público, son las
que se llaman 'limitaciones administrativas'. Referente a su naturaleza jurídica es correcto
advertir, que mucho las limitaciones civiles como las administrativas, tienen que ser
consideradas como condiciones tradicionales del ejercicio del derecho de propiedad, sin
embargo existe entre éstas una diferencia importante. En las limitaciones administrativas
(públicas) el especial o dueño está ubicado ante la gestión pública, y no ante otros
particulares o propietarios como pasa en las limitaciones civiles (privadas). El
beneficiario en las primeras es la sociedad representada por la respectiva gestión pública,
en las segundas es el especial o particulares. De esto se desprende que en las limitaciones
administrativas el beneficiario es 'indeterminado', en lo que en las limitaciones civiles
(privadas) es o puede constantemente ser 'definido'.
Por otro lado son inconfundibles las limitaciones administrativas o públicas y las demás
2 clases de restricciones públicas: las servidumbres y la expropiación. Estas últimas
sujetan al dueño a un sacrificio especial del que resulta un crecimiento además especial
del interés público. En las limitaciones públicas o administrativas la carga impuesta al
especial es general, en razón de un común interés público; las limitaciones públicas o
privadas, según Mayer, son "debilitaciones inherentes a la propiedad impuesta de una
forma general". Las limitaciones públicas imponen obligaciones de 'no hacer' o de 'dejar
hacer', por otro lado las limitaciones privadas , consisten en no facere in alieno . Las
limitaciones públicas son ilimitadas en número y clase. Las limitaciones públicas, como
las privadas, no proporcionan sitio en inicio a compensación. En impacto, siendo las
limitaciones condiciones del ejercicio del derecho de propiedad, es lógico que ellas, en
comienzo, no den sitio a un derecho de compensación por los perjuicios que logren
generar, puesto que aquel mal no es jurídico".
En la nota al Art. 2506 del Código derogado, Vélez expresa que "según mencionaron los
sabios viejos, aunque el ser humano tenga poder de hacer en lo suyo lo cual quisiese,
débelo hacer de forma que no realice mal ni atropelle a otro". Resulta fundamental además
lo dicho por Demolombe, "Una vez que establecemos que el dominio es único (y
absoluto), es con la reserva que no existe con este carácter, sino en los parámetros y bajo
las condiciones determinadas por la ley, por una importancia importante a la sociedad: el
predominio, para el más grande bien de todos y de cada uno, del interés general y
colectivo, sobre el interés personal". Maneras de las limitaciones Las Maneras que tienen
la posibilidad de tener las limitaciones administrativas, tienen la posibilidad de perturbar
indefinidamente, sin embargo puede presentarse que el ejercicio del poder de policía es
el que origina el más grande número de limitaciones. Varias de aquellas limitaciones
derivadas del poder de policía, son las siguientes:
5) Aplicación subsidiaria.
Nuestro Código Civil y Comercial el código establece limites a las facultada del dueño
con el objeto de facilitar la convivencia entre vecinos. Estos titulares de Derecho Reales
deben usar el inmueble de manera regular, respetando la utilización ajena y esperando
que se respete la propia. Trata más de un problema de vecinos que de titulares de derechos
reales, se busca el ,más racional y económico disfrute posible.
Las relaciones de vecindad constituyen una categoría dentro de las restricciones y límites
al dominio en la que se trata de sistematizar una cantidad de normas dispersas en nuestro
ordenamiento jurídico.
El factor social es la convivencia; los derechos de uso y disfrute que poseen las personas
implicadas en las riñas vecinales, componen el jurídico, y los factores científicos y
tecnológicos, comprenden los avances de la ciencia y en los procedimientos industriales,
que, sobre todo en un tema de inmisiones, influyen considerablemente.
El acento se pone en el ejercicio del derecho de propiedad, más que sobre su titularidad.
Esta circunstancia es relevante respecto de las relaciones de vecindad, porque, si cuenta
la utilización de las cosas, es claro que los derechos reales que confieren el uso y disfrute,
pueden quedar afectados por las relaciones de vecindad, ampliamente entendidas.
Inmisiones Inmateriales
La doctrina recepta que no solo involucra a los daños producidos a las personas o cosas
en su dimensión de vecinos sino también a los daños al medio ambiente.
Los vecinos deben soportar molestias , siempre y en cuanto sean razonables, en su caso
el juez esta facultado para adoptar medidas cautelares, cese y su caso indemnizaciones.
Recepta el Art 1973 que las molestias que ocasionan el humo, calor, olores , luminosidad,
ruidos, vibraciones o inmisiones similares por el ejercicio de actividades en inmuebles
vecinos, no deben exceder la normal tolerancia teniendo en cuenta las condiciones del
lugar y aunque medie autorización administrativa para aquellas.
Según las circunstancias del caso los jueces pueden disponer la remoción de la causa de
la molestia o su cesación y la indemnización de los daños, para disponer el cese de la
inmisiones , el juez debe ponderar especialmente el respeto debido al uso regular de la
propiedad , la prioridad en el uso , el interés general y las exigencias de la producción
Kiper en su manual establece que, esas inmisiones inmateriales deben ser soportadas
hasta el punto de lo que es normal para la generalidad considerando ello objetivamente,
teniendo en cuenta un lugar determinado, un momento histórico determinado. Debe
prescindirse de la condiciones subjetivas especial de la persona que se queja ( Maniático
que no soporta el minino ruido) Esa normal tolerancia es en realidad una formula
abstracta , porque el juez quien diría cuál es esa normal tolerancia, en cada caso
concreto que se le presente, los peritajes técnicos serán determinante.
En estos casos la cuestión debería ser resuelta en pago de una suma de dinero, por razones
practicas , tendiéndose en cuenta la disminución del valor venal derivada únicamente de
las inmisiones, la reparación puede consistir en la adopción de recaudos técnicos en el
inmueble que sufre las inmisiones y a todo esto puede sumarse la reparación del daño
moral.
La legitimación:
Dispone el Art 1932 que el poseedor y el tenedor tienen derecho a exigir el espeto de los
límites impuestos en el capítulo 4, Título 3 de este libro. Dicha norma se extiende al
poseedor y al tenedor , la posibilidad de exigir que se respeten los límites al dominio
impuestos sobre inmisiones. Si los poseedores y tendedores están obligados por los
límites al dominio, consecuentemente también estarán habilitados a ejercer los derechos
derivados de tales normas. Los titulares de derechos reales pueden intentar contra quien
excede la normal tolerancia la acción confesoria, de naturaleza real. Los poseedores
ilegítimos y los tenedores , no cuentan con la acción real pero si con una de naturaleza
diferente ( Personal o Posesoria) para exigir que los limites se respeten, ya sea reclamando
por cese de molestias y por resarcimiento de daños y perjuicios que se agregan reclamos
administrativos , pero sólo los primeros pueden recurrir a la acción confesoria.
Kiper nos habla del particular supuesto de la locación, en cual el Art 1932 legitima
también al tenedor pata la acción judicial tendiente a obtener el cese de las reparaciones
de las inmisiones. Se trata de una solución valiosa , pues lo contrario implicaría que quien
sufre la inmisión excesiva y no sea propietario , depende de la voluntad del dueño para
instar el cese. Resultaría un fin no querido por el legislador que quienes tengan derecho a
usar y gozar de la cosa en su provecho por estar ligados mediante un vínculo contractual
con el propietario pierdan toda posibilidad de obtener el cese de la molestia intolerable.
Tanto el simple tenedor como el poseedor legítimo e ilegítimo , están habilitados para
reclamar por vía paralela contra el causante de la molestia, la indemnización de los daños
que exijan como propios.
Si el locatario es uno de los legitimados activos para iniciar las acciones derivadas del Art
1973, no hay que perder de vista que tal carácter, en caso de sufrir inmisiones , también
podría resolver el contrato por verse imposibilitado de gozar pacíficamente del inmueble,
si pierde aptitud para el uso y goce convenido. Debe habilitarse el reclamo directo del
locador al vecino exigiéndole no sólo la indemnización sino ademas el cese de la
molestias , pues solo de este modo podría intentar resguardarse de ser demandado por su
inquilino cuando éste no pueda utilizar el inmueble para el destino que se le otorgo.
Legitimación pasiva
La acción se tiene contra el que ejerce la actividad molesta , sea o no titular de un derecho
real. El Art 1933 antes citado es claro en el sentido de imponer deberes, entre los que se
encuentran los limites al dominio , tanto al poseedor como al tenedor.
Como señala Nelson G. A Cossari, si el titular de derecho de dominio debe acatar las
restricciones , más aún lo deberán hacer los que ostenten derechos reales de menor
contenido o derechos personales a la ocupación de la cosa. ( Kiper Pagina 362)
Prescripción
El plazo de prescripción de la acción varía en función de cuál sea la que se intente. La
acción posesoria prescribe al año. Las acciones personales a los cinco años.
Mientras que la acción confesoria es imprescriptible. En todos los casos , cualquiera sea
la acción, el reclamo indemnizatorio prescribe a los tres años. Contados desde que el
damnificado conoció o puedo conocer el daño sufrido. Esto es así aun cuando se reclame
el resarcimiento dentro de una acción confesonaria.
Hechos: En este caso un vecino colindante demanda a la empresa TRV S.R.L. por la
producción de ruidos molestos que exceden de la normal tolerancia, ruidos de
maquinarias, golpes y vibraciones en las paredes, todo ello afectando el descanso de los
vecinos y la salud de uno de los actores en particular la cual resulta ser una persona mayor
de edad, a la que éstos ruidos le generan dolores de cabeza intensos. Además de ello se
exige el rubro indemnizatorio por daño moral.
Otro de los testigos del actor fue otro vecino, quien se refirió al horario coincidiendo con
el testigo de la demandada, además coincide en el relato con el primer testimonio en
cuanto a los ruidos y vibraciones que se producen, comparando a éstos con el ruido de las
maquinarias para hacer pozos en los pavimentos.
Como testigo de la demandada se presentó un ex empleado quién no negó los ruidos, pero
se refirió a ellos como normales, dijo también que el actor se ha ido a quejar a la empresa
pero no así otros vecinos. Otra de las cuestiones que expresó fue el horario que trabajaban,
de 7 de la mañana a 16hs.
Por otro lado, se presentó un informe del Centro de Investigaciones Acústicas y Lumino
técnicas, de la Facultad de Arquitectura de la UNC, el cual valora que los ruidos no
exceden de los determinados por la normativa de las Ordenanzas Municipales, pero sin
embargo por la ubicación de los inmuebles los ruidos se detectan sobre todo en los
dormitorios de las viviendas.
Este tribunal rechaza las pretensiones de la parte actora y ella ejerce su derecho de
apelación.
Además de ello, sobre el informe de la UNC dijo que, si bien no excedía de lo dispuesto
por las Ordenanzas Municipales, ello no era definitorio para rechazar de plano la
demanda, ya que es difícil la determinación de los límites, más allá de lo que ellas digan,
hay que considerar las circunstancias personales (edad avanzada de la co-actora), las
demás circunstancias del caso según se advierte en el Cód. Civ art. 2618, y también las
condiciones del lugar (referido a los dormitorios de los inmuebles).
En cuanto a las vías preventivas tendentes a evitar el daño ambiental, sin perjuicio de la
responsabilidad que en ese ámbito le incumbe al estado, se puede invocar también el Art
1973, tal como la hacia el código de velez en su Art 2618, sirviendo de punto de partida
para la construcción de la moderna regulación de los intereses difusos. En presencia de
una instalación industrial que procese elementos cuyos derechos , efluentes o efluvios
puedan ser contaminantes al medio ambiente, ante el sólo peligro de que ello produzco ,
cualquier vecino, que se halle expuesto a sufrir perjuicio, puede ejercer la acción
denunciando hechos al juez.
Sumario: En la ciudad de Mendoza, a los veintisiete días del mes de Febrero de dos mil
quince se reúnen en la Sala de Acuerdos de la Excma. Cámara Segunda de Apelaciones
en lo Civil, Comercial, Minas, de Paz y Tributario, los Sres. Jueces titulares de la misma
Dres. Gladys Delia Marsala, Silvina Del Carmen Furlotti y María Teresa Carabajal
Molina y traen a deliberación para resolver en definitiva la causa N° 1.009.008/50319
caratulada “MOSCETTA, FANNY ARGENTINA C/ LUIS JOSE BUSTOS P/
ORDINARIO” originaria del Segundo Juzgado en lo Civil, Comercial y de Minas de la
Tercera Circunscripción Judicial, venidos a esta instancia en virtud del recurso de
apelación interpuesto a fs. 123 por la parte actora contra la sentencia de fecha 7/08/13,
obrante a fs. 113/117 la que decidió rechazar la demanda interpuesta, impuso costas y
reguló honorarios a los profesionales intervinientes.
Primera instancia
Los hechos alegados fueron: que sufría muchos inconvenientes por la construcción de un
fogón que se apoyaba sobre su inmueble y un árbol acompañado de arbustos que, no
respetaban el límite de tres metros establecido por la norma civil.
Agravios:
Pretensión principal y sus argumentos: erradicación del árbol y los arbustos que se
encontraban más cerca de lo permitido por el código civil, y del fogón apoyado sobre el
su muro que le ocasionaba molestias. Argumentó su pretensión que la ley amparaba dicha
petición dadas las circunstancias fácticas.
Por otro lado, también argumentó que cuando la actora adquirió el inmueble colindante
existía implantado en lo que ahora era su propiedad, totalmente desarrollado, un árbol de
la flor nacional, ceibo, aclarando que cuando la actora comenzó a ser vecina ya se
encontraba el árbol de ceibo, con lo cual reconocía y aceptaba pacíficamente su
radicación, es decir que reconocía una servidumbre continua y aparente.
Agrego que, en el año 1989, cuando adquirió la propiedad, aceptó talar el ceibo a fin de
no tener discordias con la vecina.
Opuso la prescripción de la acción entablada en función de lo establecido por el art. 3962
del C.C.
Por último, en cuanto al fogón, negó su existencia como asimismo de cualquier otro
elemento similar. Por ello, expuso que no se podía destruir lo que no existía.
En cuanto a las costas, también hubo modificación y pasaron a ser por el orden causado.
¿Cómo se podría argumentar la solución del caso a partir de la vigencia del nuevo
CCCN y la admisión de la nueva categoría de derechos de incidencia colectiva?
Frente a la vigencia del Código Civil y Comercial de la nación la regla que encierra a este
caso se encuentra en el libro cuarto, titulo 3, capitulo 4, articulo 1982. A diferencia de la
regulación al momento de la sentencia del fallo analizado (código civil velezano), esta
norma es de tipo abierta y deja un criterio mas amplio de interpretación estableciendo que
“el dueño de un inmueble no puede tener árboles, arbustos u otras plantas que causan
molestias que exceden de la normal tolerancia”; frete a su predecesora que otorgaba con
precisión la distancia admitida para colocar un árbol. De haber estado vigente el articulo
actual, el juzgado debería haberse pronunciado sobre la cuestión de qué se considera por
“molestias que no excedan la norma tolerancia”. De todas maneras, debemos destacar que
esta regla es subsidiaria a lo que disponga el derecho administrativo de las distintas
localidades de nuestro país. Esto se especifica claramente en el primer párrafo del artículo
1970. Es decir, que frente al silencio de la normativa administrativa provincial o
municipal se deberá aplicar el artículo 1982.
Por otro lado atendiendo a la evolución que ha tenido el derecho privado a lo largo de los
años, desde la sanción de los códigos decimonónicos en nuestro país hasta nuestro sistema
actual, teniendo en cuenta grandes reformas como la de nuestra carta magna en el año
1994 o más recientemente con la reforma del código civil y unificación con el de comercio
vigente a partir del año 2015; podemos decir que frente a un caso que versa sobre los
limites al dominio, siempre tratado como un conflicto entre particulares, nuevos derechos
reconocidos entran en juego y obligan a modificar las pautas interpretativas a tener en
cuenta por los operadores jurídicos. Tales nuevos derechos reconocidos se encuadran en
la categoría de “derechos de incidencia colectiva” y son por ejemplo los que se relacionan
con el medio ambiente o el “patrimonio cultural”. Encontramos reglada esta categoría en
el CCCN en el articulo 14 donde se los reconoce y, en la ultima parte sostiene que: “La
ley no ampara el ejercicio abusivo de los derechos individuales cuando pueda afectar al
ambiente y a los derechos de incidencia colectiva en general”. Por último, debemos
mencionar los artículos 1 y 2 del CCCN. El primero se refiere a las fuentes y aplicación
para la resolución de los casos que rige el código, dentro de las cuales para este trabajo
en particular cabe mencionar la constitución nacional y los tratados de derechos humanos.
El segundo articulo se refiere a la interpretación de la ley, que debe ser “teniendo en
cuenta sus palabras sus finalidades, las leyes análogas, las disposiciones que surgen de
los tratados sobre derechos humanos, los principios y los valores jurídicos, de modo
coherente con todo el ordenamiento” (art. 2 CCCN).
A diferencia de los limites impuestos por razones de vecindad , aquellos impuestos por el
interés público no gozan de reciprocidad.
Biografiara
Kiper , Claudio M.,Tratado de Derehos Reales, Rubinzal- Culzoni, Santa Fe. Código
civil y comercial de la nación ley 26.994. Paginas 325, 326, 327,328,329,330,
331,332,333,334,335,336,337,338,339. Protección Ambiente 361
Fallos
Textos complementarios