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Universidad Nacional Experimental

“Rómulo Gallegos”
Núcleo Maturín
Programa Nacional de Formación en Fisioterapia

Valoración y Diagnóstico en Fisioterapia I


Tema IV Marcha

febrero 2022

MARCHA NORMAL
Definición

– La marcha es el proceso por el cual el cuerpo se desplaza hacia adelante


mientras mantiene la postura estable. Durante el ciclo de la marcha, los
grupos musculares agonistas y antagonistas trabajan coordinadamente para
hacer avanzar las piernas.

– La contracción de la mayoría de los grupos musculares es excéntrica


(alargamiento con la contracción).

– La contracción del cuádriceps es concéntrica (acortamiento muscular)


durante la fase de apoyo medio.

– Alternativamente, algunos grupos musculares experimentan contracción


isométrica (la longitud del músculo permanece constante). Un ejemplo es el
de los abductores de la cadera durante la fase de apoyo medio.
Ciclo de la marcha

– El ciclo de la marcha es la secuencia completa de todas las funciones de


una extremidad al caminar, desde el contacto inicial hasta el siguiente
contacto inicial (el andar). Las fases del ciclo de la marcha suelen
expresarse como porcentaje, a contar desde el contacto inicial (0%) hasta la
fase final de la oscilación (100%).

– Al correr, en cambio, no hay apoyo bipodal; ambos pies están levantados


del suelo.

– El ciclo de la marcha se compone de dos períodos, apoyo y oscilación:

– Apoyo: período durante el cual el pie está en contacto con el suelo. A una
velocidad de la marcha normal, esta fase constituye aproximadamente el
60% del andar.

– Oscilación: período durante el cual el pie se separa del suelo y la pierna se


mueve hacia adelante. Supone el 40% del ciclo de la marcha.

– Los porcentajes correspondientes a estas dos fases de apoyo y oscilación


dependen de la velocidad.

– El ciclo de la marcha también puede describirse como andar y paso:

– Andar: Es la distancia entre dos contactos consecutivos con el suelo con el


mismo pie.

– Paso: Es la distancia entre el contacto inicial con el suelo de uno y otro pie
alternativamente.
– Para desarrollar la marcha hacen falta tres tareas. Durante el apoyo, la
pierna debe aceptar el peso del cuerpo y éste apoyarse en una sola pierna.
Durante la oscilación, la extremidad debe avanzarse.

– El ciclo de la marcha se divide en tres etapas, 8 fases en total:

– Aceptación del peso (período de apoyo): contacto, carga sobre la


extremidad.

– Apoyo unipodal (período de apoyo): apoyo medio, apoyo terminal,


preoscilación.

– Avance (período de oscilación): oscilación inicial, media, terminal.

Posiciones características de las articulaciones y actividad muscular en


cada fase de la marcha
Primer contacto:

– Comienza cuando el pie toca el suelo.

– En la marcha normal, el talón es la primera parte del pie que toca el suelo.

– La cadera se flexiona, la rodilla se extiende y el tobillo se lleva a la posición


neutra mediante flexión dorsal.

– Los músculos extensores de la cadera se contraen para estabilizarla, pues


la masa del cuerpo (centro de gravedad) se encuentra detrás de la
articulación de la cadera.

Respuesta a la carga:

– Marca el inicio del período de apoyo bipodal. En la marcha normal, el talón


es lo primero que toca el suelo y da lugar al primer balanceo o balanceo de
talón.
– Tras el contacto del talón con el suelo, esta fase continúa hasta que el otro
pie se eleva para iniciar la oscilación.

– El peso del cuerpo se transfiere a la pierna de apoyo.

– Durante la respuesta a la carga la rodilla se flexiona a 15°, y el tobillo


también experimenta flexión plantar para frenar las fuerzas descendentes.

– Los músculos flexores plantares del tobillo se activan y muestran


contracción excéntrica (alargamiento) para controlar el momento de flexión
plantar.

– Tras flexionarse la rodilla y transferido el peso del cuerpo a la pierna de


apoyo, el cuádriceps se activa para contrarrestar el momento de flexión y
estabilizar la rodilla.
Apoyo medio:

– Es el inicio del apoyo unipodal.

– Comienza cuando se eleva el otro pie y continúa hasta que el peso del
cuerpo se carga sobre el pie de apoyo.

– La pierna de apoyo avanza sobre el pie de soporte gracias a la flexión


dorsal del tobillo y la flexión de la cadera y la rodilla.

– Este patrón de movimiento del tobillo y cambio de peso se conoce como


segundo balanceo o balanceo de tobillo.

– Los extensores de la cadera y el cuádriceps muestran contracción


concéntrica (acortamiento) durante esta fase.

– A medida que la masa del cuerpo pasa delante de la articulación del tobillo,
los músculos de la pantorrilla se activan para estabilizar la tibia y el tobillo y
permitir que el talón se levante del suelo.

Apoyo terminal:

– Comienza cuando el tobillo de apoyo se eleva y dura hasta que el talón del
otro pie contacta con el suelo.

– El peso del cuerpo pasa más allá del pie de apoyo cuando la extensión de
la cadera lleva al pie a una posición más retrasada.

– El talón se separa del suelo y la rodilla comienza a flexionarse cuando el


impulso adelanta el cuerpo.

– Al final de esta fase de apoyo terminal, a medida que el cuerpo se traslada


hacia adelante sobre el antepié, los dedos se flexionan sobre las
articulaciones metatarsofalángicas (tercer balanceo o balanceo de antepié).

– Los músculos flexores de los dedos son los más activos en este momento.
Preoscilación:

– La preoscilación señala el segundo intervalo de apoyo bipodal en el ciclo


de la marcha.

– Esta fase comienza con el contacto inicial de la extremidad con el suelo


que se movió en la anterior fase y acaba con la separación de los dedos de
la extremidad que antes era la de apoyo.

– El primer contacto del segundo pie con el suelo hace que la rodilla de la
extremidad que queda atrás se flexione 35° y el tobillo 20°.

– El peso del cuerpo se transfiere a la otra pierna.

– El cuádriceps debe quedar inactivo en este momento para permitir que la


rodilla se flexione.

– Los músculos flexores de la cadera son los que aportan la potencia para
avanzar la extremidad y están activos en los primeros dos tercios de la fase
de oscilación.
– El movimiento hacia adelante de la pierna aporta la fuerza de inercia para la
flexión de la rodilla.

Oscilación inicial:

– La oscilación inicial señala el período de apoyo unipodal de la extremidad


opuesta.

– Esta fase da comienzo cuando d pie se separa del suelo y acaba cuando el
pie en movimiento se encuentra en situación opuesta al de apoyo.

– La pierna en oscilación avanza gracias a la contracción concéntrica de los


músculos flexores de la cadera.

– La rodilla se flexiona como respuesta a la inercia hacia adelante originada


por los flexores de la cadera.

– El tobillo muestra flexión dorsal parcial para asegurar la posición del suelo.

Oscilación media:

– Comienza cuando el pie en movimiento se opone al de apoyo y acaba


cuando la extremidad en desplazamiento está enfrente del cuerpo y la tibia
está vertical.

– El avance de la segunda pierna se debe al aumento de la flexión de la


cadera.

– La rodilla se extiende al impulso de la flexión de la cadera mientras el


tobillo sigue en flexión dorsal en la posición neutra.

– Los músculos flexores dorsales del tobillo se activan en los dos tercios
finales de esta fase para asegurar la libertad del pie cuando la rodilla
comienza la extensión.

Oscilación terminal:

– La oscilación terminal comienza cuando la tibia está vertical y acaba


cuando el pie toca el suelo.

– El avance del miembro se completa por la extensión de la rodilla.


– Los músculos isquiotibiales desaceleran el movimiento hacia adelante del
muslo al final de esta fase de oscilación.

– La cadera se mantiene en flexión.

– Los flexores dorsales del tobillo siguen activos para asegurar que el tobillo
sigue en flexión dorsal neutra.

Centro de gravedad

– El centro de masa o de gravedad está situado por delante de la segunda


vértebra del sacro, en el medio de ambas articulaciones de las caderas.

– El cuerpo gasta el mínimo de energía para moverse en línea recta.

– Durante la marcha, el centro de gravedad se desvía de la línea recta con


ligeros desplazamientos oscilantes verticales y laterales.

– El centro de gravedad se desplaza verticalmente de forma rítmica mientras


se mueve hacia adelante.

– El punto más alto se alcanza en la fase de apoyo medio y el más bajo


durante el apoyo bipodal.

– El desplazamiento vertical medio es de 5 cm y el lateral aproximadamente


otro tanto.

– La velocidad de desplazamiento del centro de gravedad disminuye en la


fase de apoyo medio cuando ha alcanzado el punto más alto.

– La velocidad de desplazamiento del centro de gravedad aumenta cuando


descarga la pierna de apoyo.

– El centro de gravedad se desplaza lateralmente con el movimiento hacia


adelante.

– Al cambiar el peso de una pierna a la otra, la pelvis bascula hacia el lado


donde se carga el peso.

– Los límites de desplazamiento lateral se alcanzan en la fase de apoyo


medio.
Análisis de la marcha

– Es un método clínicamente útil para evaluar la funcionalidad de las


extremidades inferiores mediante la observación visual o medidas
cuantitativas.

Análisis visual:

– El análisis visual comienza con un vistazo general, apreciando la simetría y


la uniformidad de los movimientos de las diversas partes del cuerpo.

– Deben observarse la cadencia (pasos por minuto), la amplitud de la base


de sustentación, la longitud de la zancada, el balanceo de los brazos, el
movimiento del tronco y la elevación del cuerpo. Estos son los fundamentos
para un test de evaluación clínica muy útil, el «test cronometrado de
levantarse y andar» (Timed Up and Go). Para ello, se hace que el paciente se
levante de la silla, camine 3 m y vuelva a sentarse. Se permite al paciente
que emplee cualquier ayuda que use habitualmente, incluyendo órtesis. Para
un paciente anciano el tiempo normal es de hasta 10 segundos. Tardanzas
mayores se correlacionan con el riesgo de caídas y de dependencia para las
actividades de la vida diaria.

– Dadas la rapidez y la complejidad del proceso de la marcha, la simple


observación visual no aporta al médico información cuantitativa suficiente
como para establecer el diagnóstico preciso.

– Grabar el test en video es útil para complementar la observación directa.


Mediciones instrumentales:

– La cinemática es el análisis del movimiento producido durante el ciclo de


la marcha.

– La cinética es el análisis de las fuerzas que dan lugar al movimiento.

– La polielectromiografía dinámica permite analizar la actividad de los


numerosos músculos que intervienen en la marcha.

– El andar puede evaluarse en una cinta rodante u otros dispositivos con


control de tiempo. Las características a analizar incluyen la velocidad, la
cadencia (pasos por minuto), los tiempos de apoyo y oscilación y los
intervalos de apoyo unipodal y bipodal.

Análisis cinemático:

– La grabación en video en dos planos es útil para registrar el movimiento.


– Se utilizan electrogoniómetros o tensiómetros para recoger por separado
los movimientos de cada articulación.

– Para el análisis del movimiento se usan múltiples cámaras que detectan


los marcadores colocados en el paciente. Con estos datos puede
reconstruirse tridimensionalmente el patrón de marcha del paciente.

Análisis cinético:

– Mediante las plataformas de fuerza se miden las fuerzas de reacción en el


suelo y los cambios del centro de presión mientras el paciente camina.

– Se utilizan métodos podobáricos para determinar la magnitud y


distribución de las fuerzas por debajo del pie.

– Las fuerzas de impulso y potencia de las articulaciones pueden calcularse


con los datos de fuerzas y movimiento.

Polielectromiografía dinámica:

– Permite medir y registra la actividad eléctrica en los múltiples grupos


musculares que trabajan durante la actividad funcional.
MARCHA PATOLÓGICA

Marcha antiálgica

– Se refiere a cualquier alteración de la marcha debida al dolor. El término


marcha antiálgica es inespecífico. Diferentes patologías pueden provocar
compensaciones durante la marcha similares.
Coxalgia:

– Al inclinar el tronco lateralmente hacia la extremidad dolorida durante el


apoyo se acerca el centro de gravedad a la articulación.

– Las fuerzas de compresión sobre la articulación disminuyen al necesitarse


menor contracción de los músculos abductores de la cadera.

Gonalgia:

– La rodilla se mantiene en ligera flexión durante todo el ciclo de la marcha,


especialmente si hay derrame.

– La flexión moderada reduce la tensión sobre la cápsula articular de la


rodilla.
– La compensación de la flexión de la rodilla provoca la marcha en equino
del lado afectado.

– El tiempo de carga de peso sobre la extremidad afectada se acorta.

Dolor de pie y tobillo:

– El paciente intenta limitar el peso cargado sobre la zona afectada.

– La longitud del paso se acorta.

– Desaparece el balanceo normal talón-antepié.

Dolor del antepié:

– El paciente tiene una marcha característica del pie plano.

– El paciente evita cargar peso sobre las cabezas de los metatarsianos.

Dolor del tobillo o del retropié.

– El paciente evita el golpe con el talón durante el contacto inicial.

– El paciente camina apoyándose en los dedos del pie afectado.

Contracturas articulares

Contractura en flexión de la cadera:

– La contractura se compensa por aumento de la Iordosis lumbar.

– Para mantener la estabilidad con el centro de gravedad sobre los pies se


precisa flexión compensadora de la rodilla.

– La postura encorvada característica es enérgicamente ineficiente y obliga


al paciente a pararse antes.

Contractura en flexión de la rodilla.


– La contractura en flexión de la rodilla causa una dismetría relativa de las
extremidades inferiores.

– Las compensaciones para contracturas de menos de 30° son más


pronunciadas con la marcha rápida, mientras que las de más de 30° se
aprecian a paso normal.

– La marcha típica es de punta en el lado afectado.

– Puede ser necesaria hiperflexión de la cadera y la rodilla del miembro


opuesto para levantar el pie (marcha equina), porque el miembro afectado es
relativamente demasiado largo.

– La contractura en flexión de la rodilla fija bilateral provoca marcha


encorvada.

– Este tipo de marcha es más frecuente en adolescentes con parálisis


cerebral y se cree debida en parte a la incompetencia del tríceps sural.

Contractura en flexión plantar del tobillo.

– Esta contractura provoca un movimiento de extensión de la rodilla en el


momento del contacto del antepié con el suelo.

– Durante la fase de oscilación, la flexión de cadera y rodilla del miembro


afectado aumenta al levantar el pie (marcha equina), pues la extremidad es
aparentemente más larga.

Inestabilidad articular

– La inestabilidad de la rodilla altera la marcha de diversos modos,


dependiendo de los ligamentos lesionados.

Genu recurvatum:

– La rodilla recurvada es consecuencia de la debilidad de los músculos


flexores plantares del tobillo y del cuádriceps.

– Durante la fase de apoyo, el paciente la compensa encorvando el tronco


para poner el centro de gravedad por delante de la rodilla.
– La consecuencia es el desgaste de las estructuras de la rodilla con el
tiempo.

– Las lesiones del ángulo posteroextemo de la rodilla (ligamento cruzado


posterior, ligamento lateral externo, cápsula articular posterior y tendón del
músculo poplíteo) provocan una posición de la rodilla en varo en la fase de
apoyo durante la marcha.

Marcha de evitación del cuádriceps:

– Este tipo de marcha se da en pacientes con lesiones del ligamento cruzado


anterior de la rodilla.

– Cuando está afectado el ligamento cruzado anterior, la tibia puede sufrir


subluxación anterior por la contracción del cuádriceps.

– Para intentar reducir la carga, durante la fase de apoyo del miembro


afectado el paso se acorta para evitar la flexión de la rodilla en la fase de
apoyo medio.

Inestabilidad del tobillo:

– La inestabilidad del tobillo dificulta el apoyo del peso del cuerpo durante el
contacto inicial.

– El tobillo inestable con frecuencia se curva, lo que resulta en marcha


antiálgica que reduce la fase de respuesta a la carga del lado afectado.

Paresia

Debilidad de los abductores de la cadera:

– Tiene como consecuencia la marcha llamada de Trendelenburg.

– Del mismo modo que en las compensaciones observadas en la artrosis de


la cadera, el paciente desplaza el centro de gravedad sobre el miembro
afectado, lo que hace que el cuerpo se incline hacia ese lado.

– Además, la pelvis bascula hacia el lado opuesto por la incapacidad de los


abductores de la cadera para mantener la posición de la articulación.
– Esta marcha puede corregirse con un bastón en el brazo contralateral para
evitar la caída hacia ese lado.

– El compromiso bilateral provoca la marcha de pato.

Debilidad de los flexores de la cadera:

– Limita el avance de la pierna en la fase de oscilación.

– Da como resultado el acortamiento del paso.

Debilidad moderada de los extensores de la cadera.

– Compensada por flexión del tronco hacia adelante.

– Esta postura facilita la contracción y mejora la eficiencia biomecánica de


los músculos extensores de la cadera.

– La debilidad severa de los extensores de la cadera hace necesario el uso


de dispositivos de apoyo de extremidades superiores para mantener la
postura erguida.

Debilidad del cuádriceps:

– Hace que el paciente esté más propenso a caídas en la fase de apoyo


inicial.

– El paciente trata de compensarla encorvándose para mantener el centro de


gravedad por delante de la articulación de la rodilla.

– Los gastrocnemios se contraen más vigorosamente para mantener la


rodilla en extensión.

– El paciente a veces se ayuda de la mano para extender la rodilla al inicio de


la fase de apoyo.
Debilidad de los flexores plantares del tobillo:

– Causa inestabilidad de la tibia y la rodilla cuando el centro de gravedad


está por delante de la rodilla.

– La actividad del cuádriceps aumenta para mantener la rodilla extendida.

– Esta compensación acorta el paso y predispone al paciente a síndromes


álgicos de sobreutilización de la rótula y el cuádriceps.

Debilidad combinada de cuádriceps y flexores plantares del tobillo.

– Obliga al paciente a hiperextender la rodilla para estabilizarla en la fase de


apoyo inicial.

– Con el tiempo, esta compensación acaba provocando la deformidad de


genu recurvatum.
Tipos de marcha patológica

Marcha atáxica

Marcha tambaleante

Marcha equina o en estepaje

Marcha espástica

Marcha hemiparética

Marcha paraparética

Marcha distónica y coreoatetósica

Marcha parkinsoniana y festinante

Marcha de Trendelemburg

Marcha apráxica

Marcha senil

Marcha antiálgica

Debilidad muscular y marcha

Trastornos complejos de la marcha

Marcha histérica y trastornos psicógenos de la marcha

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