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Proyecto De Vida

Propuesta De Solución A Problemáticas Del Entorno

Presentado Por:
Nini Bibiana Chaparro Pérez Id:000818869
María Isabel Rodríguez Suarez Id:
Grupo: 8

Presentado A
July Andrea Lara Wagner
Nrc:9906

Zipaquirá, Cundinamarca
Noviembre, 28 De 2021
Acoso laboral

Existen múltiples formas de acoso laboral, como burlas; difundir falsos rumores; amenazas; exclusión;
desprecios; asignar a la víctima a tareas humillantes, absurdas, demasiado exigentes para su capacidad o
en tiempos incumplibles; obligar a la víctima a no hacer nada; intentar aislarla del resto de compañeros;
hacer informes negativos sin notificarle a la víctima ni darle la oportunidad de defenderse; no pasarle
llamadas ni darle recados; minimizar sus esfuerzos, logros, aciertos y méritos; exagerar sus fallos y
errores; controlar de manera muy estricta su horario y funciones; negarle los permisos, etc.

¿Exigir el cumplimiento laboral puede ser considerado como acoso?

Controlar y supervisar la realización de las tareas de sus subordinados y exigir el cumplimiento de sus
obligaciones laborales es una facultad del empleador en ejercicio de su poder subordinante. En
consecuencia, no puede ser calificado como acoso laboral, salvo que se haga en forma agresiva,
utilizando palabras, gestos o acciones que humillen al trabajador.

Existiría acoso laboral de parte de un jefe a su subalterno cuando éste, con su conducta, provoque
descrédito a la honra del trabajador, atente contra su dignidad o cuando el trato sea discriminatorio o
desigual.

¿Qué otras conductas no son constitutivas de acoso laboral?

Si bien no existe una norma general que defina en qué casos específicos una determinada conducta
puede o no constituir acoso laboral, podemos decir que para que un comportamiento sea considerado
como tal es necesario que tenga una permanencia y reiteración en el tiempo; la intención de hacer daño
físico o psicológico; que se someta a la víctima a aislamiento, humillación o estigmatización; o que ésta
sea ‘marcada’. Aquellas conductas que no cumplan con las características mencionadas, podrían no ser
consideradas como acoso laboral.

A manera de ejemplo, podemos indicar algunas situaciones que no constituyen este acoso: el rechazo
social generalizado por el cual una persona es ignorada pero no perseguida, el estrés generado por
trabajar bajo presión o en ambientes muy competitivos, mantener conflictos personales con
compañeros de trabajo, tener un jefe con personalidad complicada (autoritario, exigente,
perfeccionista), situaciones conflictivas laborales por diferencia de intereses entre las partes, conflictos
interpersonales puntuales entre dos individuos de igual jerarquía, conflictos laborales en los que esté
afectado un grupo de trabajadores, un simple enfrentamiento con el jefe o con el empleador sobre un
asunto laboral, la antipatía recíproca entre un jefe y un trabajador, las exigencias propias de la tarea, el
control y supervisión de funciones, entre otros.

Bibliografía: https://www.asuntoslegales.com.co/consultorio/no-todo-lo-que-alega-el-trabajador-es-
acoso-laboral-2602375
¿ Cual es la problemática?

El acoso laboral es una gran problemática que actualmente va en crecimiento a nivel mundial, pero la
misma no es algo nuevo ni de unos pocos años para acá, es una situación antigua y quizás viene desde la
historia de la humanidad, aunque solo hasta los años 80 se estableció el término como tal tras el estudio
de diferentes comportamientos tanto en animales como en seres humanos.

Esta problemática puede traer consecuencias individuales, sociales y

organizacionales.

En cuanto al entorno social y familiar, se comienzan a presentar tensiones y

conflictos, retraimiento de la víctima hacia sus familiares, abandono de sus vínculos

sociales (amigos o pareja), estigmatización social, aislamiento social, inadaptación social,

entre otras consecuencias.

En el ámbito Organizacional, las principales consecuencias son la disminución de

productividad, compromiso y motivación, ausentismo por enfermedad, insatisfacción en

el trabajo, mayor rotación del personal, ganas de dejar su puesto de trabajo, costos de

producción más elevados y reducción forzada de la jornada laboral.

Además, el mobbing también puede tener consecuencias legales y económicas por

parte del victimario; si es comprobada la situación, despido de la empresa, proceso

psicológico para los dos y afectación en la hoja de vida para un nuevo empleo.

Las consecuencias del acoso laboral, aparte de dificultar el rendimiento laboral

pueden ser muy graves ya que el objetivo del acosador es derrumbar psicológicamente a

su víctima.

Por consiguiente, el acoso laboral conlleva a un daño psíquico. Provoca a quien

lo padece un trastorno funcional de su existencia debido a la alteración del rendimiento,

al vincular todas las implicaciones que genera las agresiones.

Bibliografía: file:///C:/Users/bibia/Downloads/326991-Texto%20del%20art_culo-122118-2-10-
20210415%20(1).pdf
¿A que tipo de población afecta?
El acoso laboral es una forma de violencia de tipo psicológico y discriminatorio hacia una
determinada persona (trabajador y/o trabajadora) por parte de sus superiores o de compañeros
en el lugar de trabajo, que afecta por igual a hombres y mujeres de todas las edades y puede
llegar a causar el hundimiento psicológico y la exclusión del mercado laboral a quien lo padece.

¿Cuál es el impacto del acoso laboral o mobbing?


Recientes investigaciones revelan que los objetivos de los perpetradores del
acoso laboral o mobbing son generalmente cualquiera que sea "diferente" de la
norma organizacional. Por lo general, las víctimas son competentes, educadas,
resilientes, abiertas, son personas que desafían el statu quo y, en ocasiones, más
empáticas o atractivas.

Las víctimas del acoso laboral o mobbing suelen ser mujeres, de entre 32 y 55
años, aunque también pueden convertirse en objetivo de esta clase de
acosadores los empleados parte de un grupo minoritario o de una etnia diferente
a la mayoritaria. Una encuesta realizada en 2017 muestra que “el 70% de los
autores de este tipo de conductas abusivas son hombres, mientras que el 66% de
todas las víctimas de acoso laboral o mobbing son mujeres”.

Según datos del Workplace Bullying Institute:

El 61% de los acosadores son jefes, el 33% de los perpetradores con compañeros
con el mismo rango que sus objetivos y el 6% de los perpetradores eran
subordinados que intimidaban a individuos con un rango más alto.
En el 7% de los casos, la intimidación fue generada por una combinación de
bullies que operaban en diferentes niveles de la organización: jefes, compañeros y
subordinados.
En el 63% de los incidentes, el acosador opera solo.
Los perpetradores masculinos prefieren atacar a las mujeres (65%), pero muchos
atacan a otros hombres (35%); Por el contrario, el 33% de las mujeres acosadoras
se dirigen a otras mujeres.
La ansiedad es el síntoma psicológico más común del acoso laboral, reportado en
un 80% de los casos. Los ataques de pánico afectan al 52%.
La mitad (49%) de las víctimas informaron haber sido diagnosticados con
depresión clínica. La pérdida de concentración, los cambios de humor, la tristeza y
el insomnio generalizados fueron más comunes (entre el 77% y el 50% de los
casos).
Existen otras enfermedades que pueden ser exacerbadas por esta clase de estrés:
migrañas (48%), trastorno del intestino irritable (37%), síndrome de fatiga crónica
(33%) y disfunción sexual (27%).
Para detener el acoso laboral, el 65% de las víctimas terminan perdiendo su
trabajo.
Debido a que la conducta abusiva es una forma de violencia en el lugar de trabajo,
la víctima probablemente haya sufrido mucho antes de decidirse a solicitar una
investigación por parte de la gerencia. Por lo tanto, si no se propician los cambios
en el entorno laboral para restaurar la seguridad psicológica del denunciante
después de una investigación, la percepción de incredulidad de la víctima de la
violencia psicológica puede no tardar en aparecer.

Al contrario de lo que algunos podrían pensar, ante el acoso laboral o mobbing,


no hacer nada no solo no es un acto de neutralidad, sino que constituye un acto
de complicidad con el agresor.

Al permitir el acoso con impunidad, la institución se pone del lado de los


perpetradores y les brinda protección contra la responsabilidad que buscan las
víctimas. Desafortunadamente, en el 26% de los casos de acoso laboral o
mobbing, las empresas no toman cartas en el asunto y optan por mantenerse
“neutrales”.
Comprendo, déjenme explicarles un poco más lo que está pasando. Lo que están viviendo ustedes dentro de la empresa se
llama acoso laboral o mobbing, son acciones continuas de violencia psicológica injustificada (insultos, humillaciones,
menosprecios, aislamiento, difusión de rumores, etc.), y a veces incluso física o sexual, que superiores, compañeros de trabajo o
la propia empresa ejercen sobre la víctima, estas son conductas conscientes y premeditadas para degradar el clima laboral de la
¿QUÉ ES ACOSO
víctima de modo que sienta miedo al ir a trabajar y que acabe por abandonar su puesto de trabajo.
LABORAL? Toda conducta persistente y demostrable, encaminada a infundir miedo, intimidación, terror
y angustia, a causar perjuicio laboral, generar desmotivación en el trabajo, o inducir

¿CUAL ES LA PROBLEMÁTICA?

Esta problemática puede traer consecuencias individuales, sociales y organizacionales:

En cuanto al entorno social y familiar, se comienzan a presentar tensiones y conflictos, retraimiento de


la víctima hacia sus familiares, abandono de sus vínculos sociales (amigos o pareja), estigmatización
social, aislamiento social, inadaptación social, entre otras consecuencias.

En el ámbito Organizacional, las principales consecuencias son la disminución de productividad,


compromiso y motivación, ausentismo por enfermedad, insatisfacción en el trabajo, mayor rotación del
personal, ganas de dejar su puesto de trabajo, costos de producción más elevados y reducción forzada
de la jornada laboral.

Además, el acoso laboral también puede tener consecuencias legales y económicas por parte del
victimario; si es comprobada la situación, despido de la empresa, proceso psicológico para los dos y
afectación en la hoja de vida para un nuevo empleo.

Las consecuencias del acoso laboral, aparte de dificultar el rendimiento laboral pueden ser muy graves
ya que el objetivo del acosador es derrumbar psicológicamente a su víctima. Por consiguiente, el acoso
laboral conlleva a un daño psíquico. Provoca a quien lo padece un trastorno funcional de su existencia
debido a la alteración del rendimiento, al vincular todas las implicaciones que genera las a
https://fup.edu.co/wp-content/uploads/2016/03/acoso-laboral-ley-1010-2006-camara-comercio-
medellin.pdf

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