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CAPITULO 2

METODOS DE CAMPO

Especialmente a partir de la década de 1950. los antropólogos han investigado los estilos de vida
contem poráneos, incluidos los problem as urbanos y los contrastes sociales en Norteam érica. Aquí
vemos el encuentro entre ricos y pobres —turistas y gente sin hogar intercam bian una incóm oda
mirada en la linea de playa flanqueada de palm eras de Santa Bárbara. California.

ETNOGRAFIA: UNA ESTRATEGIA LA ENC UESTA


D ISTINTIV A DE LA ANTRO PO LO G IA
T EC N IC A S ETNOG RAFICAS R ecu a d ro : La evolución de la etnografía
Observación
Observación participante
Conversación, entrevistas y cuestionarios D IFERENCIAS ENTRE LA ENCUESTA
El m étodo genealógico Y LA ETNOGRAFIA
Informantes privilegiados
Historias de vida
Emic y etic INVESTIGACION ANTRO PO LO G ICA
Etnografía centrada en el estudio de problemas EN LAS S O C IE D A D E S C OM PLEJAS
concretos Antropología urbana
Investigación longitudinal Antropología en las sociedades complejas
20 ANTROPOLOGIA

La antropología se diferencia de otras disciplinas que m eta holista, los etnógrafos adoptan una estrategia
estudian a los seres hum anos porque es com parativa, de libre acción para la recolección de sus datos. Se
holística y global. Los antropólogos estudian la bio­ desplazan de un lugar a otro y de un sujeto a otro para
logía, el lenguaje y la cultura, el pasado y el presente, descubrir la totalidad y la interconexión de la vida
en sociedades antiguas y modernas. Este capítulo com ­ social.
para los m étodos de cam po de la antropología cul­ La etnografía, al am pliar nuestro conocim iento del
tural con los de otras discip lin as de las ciencias alcance de la diversidad humana, proporciona una base
sociales. para las generalizaciones sobre el com portam iento
La antropología com enzó a separarse de la socio­ hum ano y sobre la vida social. Los etnógrafos se sir­
logía al inicio del siglo xx. Los prim eros estudiosos ven de técnicas variadas para com poner un cuadro de
de la sociedad, com o el académ ico francés E m ile lo que, de otro m odo, serían estilos de vida ajenos.
Durkheím, están entre los fundadores tanto de la an­ Los antropólogos suelen em plear varias (raram ente
tropología com o de la sociología. Com parando la or­ todas ellas) de las técnicas que se explican a conti­
ganización de las sociedades sim ples y las com ple­ nuación.
jas, Durkheim estudió las religiones de los aborígenes
australianos (D urkheim , 1912/1961), asi como fenó­
menos de masas (com o las tasas de suicidio) en las TECNICAS ETNOGRAFICAS
naciones m odernas (D urkheim , 1897/1951). Con el
tiempo, la antropología se especializaría en las p ri­ Las técnicas de cam po características del etnógrafo
meras y la sociología en las últim as. son las siguientes:

1. Observación directa, de primera mano, del com ­


ETNOGRAFIA: UNA ESTRATEGIA portam iento cotidiano, incluyendo la observa­
DISTINTIVA DE LA ANTROPOLOGIA ción participante.
2. C onversaciones, unas veces más y otras veces
La antropología pasó a convertirse en un campo sepa­ m enos form ales, que van desde la charla que
rado en la m edida en que sus prim eros profesionales contribuye a m antener la relación y ponerse al
trabajaban en las reservas indias norteam ericanas o día de lo que pasa, hasta las entrevistas prolonga­
viajaban a tierras lejanas para estudiar pequeños gru­ das. que pueden ser estructuradas o sin estruc­
pos de forrajeros o de agricultores. Este tipo de estu­ turar.
dio personal y de prim era m ano de los asentam ientos 3. Entrevista con cuestionario para asegurase de
locales se denom ina etnografía. T radicionalm ente, el disponer de inform ación com pleta y com para­
proceso de convertirse en antropólogo cultural ha re­ ble de todos los aspectos de interés del estudio.
querido una experiencia de trabajo de campo en otra 4. El m étodo genealógico.
sociedad. Los prim eros etnógrafos vivieron en socie­ 5. Trabajo detallado con inform antes clave sobre
dades de pequeña escala y relativam ente aisladas, con aspectos determ inados de la vida com unitaria.
tecnología y econom ías denom inadas simples. 6. Entrevistas en profundidad, conducentes con
Así, la etnografía se fue configurando como una frecuencia a la recolección de historias de vida
estrategia de investigación en sociedades con una de determ inadas personas.
mayor uniformidad cultural y una menor diferenciación 7. Estrategias de investigación em ic (perspecti­
social de la que norm alm ente encontram os en los gran­ va del actor) centradas sobre las creencias y
des y m odernos países industriales. En estos asenta­ percepciones locales (nativas), y enfoques etic
m ientos no industriales, los etnógrafos tenían que (perspectiva del observador) que den priori­
enfrentarse a un m enor núm ero de formas de encul- dad a las percepciones y conclusiones del et­
turación para com prender la vida social. Los etnó­ nógrafo.
grafos han intentado tradicionalm ente la com prensión 8. Investigación centrada sobre tem as o proble­
global de cualquier cultura ajena (o, siendo más rea­ mas concretos de muy diversos tipos.
listas, lo más globalm ente posible, dadas las lim ita­ 9. Investigación longitudinal, el estudio continuado
ciones de tiem po y de percepción). Para alcanzar esta y a largo plazo de un área o un lugar.
METODOS DE CAMPO 21

Observación Uno de los procedim ientos característicos de la


etnografía es la observación participante, lo que sig­
Los etnógrafos tienen que prestar atención a cientos nifica que tom amos parte en la vida de la com unidad
de detalles de la vida cotidiana, a eventos estaciona­ al tiem po que la estudiam os. En tanto que seres hu­
les y a sucesos inusuales. Tienen que observar el com ­ manos, viviendo entre otros, no podem os ser obser­
portam iento individual y colectivo en situaciones di­ vadores totalm ente im parciales y distanciados. Ade­
versas y registrar lo que ven tal como lo ven. Las más, tam bién tenem os que tom ar parte en muchos de
cosas nunca vuelven a resultar tan extrañas como los hechos y procesos que estamos observando y tra­
durante los prim eros dias y sem anas del trabajo de tando de com prender. Por ejem plo, durante los cator­
campo. Con el tiempo, el etnógrafo acaba por acos­ ce meses que viví en M adagascar en 1966-1967, en
tum brase y acepta com o norm ales patrones cultura­ muchas ocasiones observé y participé directam ente
les que inicialm ente le eran ajenos. en la vida de los betsileo. Ayudé en la época de cose­
M uchos etnógrafos anotan sus im presiones en un cha, uniéndom e a otras personas que se subían enci­
diario personal, que m antienen por separado de las ma de los montones — a fin de aplastar y com pac­
notas de cam po más formales. Más tarde, este regis­ tar— apilando gavillas de espigas de arroz. Un mes
tro de prim eras im presiones ayudará a señalar algu­ de septiem bre compré un sudario de seda para la ce­
nos de los aspectos más fundam entales de la diversi­ rem onia de re-enterram iento de un antepasado del
dad cultural. Estos incluyen olores peculiares, ruidos poblado. Entré en el sepulcro del poblado y observé a
que hace la gente, cómo se cubren la boca cuando la gente envolver de nuevo am orosam ente los huesos
comen y cóm o miran a otros. Estos patrones, que son y la carne en descom posición de sus antepasados.
tan básicos com o para parecer casi triviales, forman A com pañé a los cam pesinos betsileo a la ciudad y al
parte de lo que B ronislaw M alinow ski llamó «los mercado. O bservé sus tratos con los foráneos y, en
im ponderables de la vida nativa y del comportam iento ocasiones, ofrecí mi ayuda cuando surgieron proble­
típico» (M alinowski, 1922/1961, pág. 20). Estas carac­ mas.
terísticas de la cultura son tan fundam entales que loS En A rem bepe navegué por el A tlántico en senci­
nativos las dan por sabidas. Son dem asiado básicas, llos botes de vela con los pescadores brasileños. Hice
incluso para hablar de ellas, pero el ojo no acostum ­ viajes en un vehículo todoterreno a la capital llevan­
brado del antropólogo novato las percibe. A partir de do niños desnutridos, madres em barazadas y, en una
entonces se sum ergen en la fam iliaridad y se desva­ ocasión, a una joven adolescente poseída por un es­
necen hacia la periferia de la consciencia. Este es el píritu. T odas estas personas necesitaban consultar
motivo por el que las im presiones iniciales son valio­ especialistas fuera del pueblo. Bailé en las ocasiones
sas y deben ser registradas. En prim er lugar, y sobre festivas de Arembepe, bebí libaciones de horrible sabor,
todo, los etnógrafos deben ser precisos observando, que conm em oraban nuevos nacim ientos, y me con­
recogiendo e inform ando de lo que ven en el campo. vertí en padrino de una niña del pueblo. La m ayoría
de los antropólogos tienen experiencias de campo si­
milares. La común hum anidad del estudioso y de los
Observación participante estudiados, el etnógrafo y la com unidad investigada,
hace inevitable la observación participante.
Los etnógrafos no estudian anim ales en jau las de
laboratorio. Los experim entos que los psicólogos rea­
lizan con palom as, pollos, conejillos de indias y ratas Conversación, entrevistas
son muy diferentes del proceder etnográfico. Los an­ y cuestionarios
tropólogos no controlan sistem áticam ente las recom ­
pensas y castigos de los sujetos, ni su exposición a Participar en la vida local significa que los etnógra­
ciertos estím ulos. N uestros sujetos no son anim ales fos hablan constantem ente con la gente y les pregun­
sin habla sino seres hum anos. No forma parte del pro­ tan sobre lo que observan. A m edida que aum enta su
ceder etnográfico m anipularlos, controlar sus entor­ conocim iento de la lengua nativa, van entendiendo
nos o inducir experim entalm ente ciertos com porta­ más y mejor. S e dan varias etapas en el aprendizaje
mientos. de la misma. Primero la fase de nombrar, preguntan­
22 ANTROPOLOGIA

do nombre tras nombre de los objetos que nos ro­ pueblo y nos ayudó a establecer una relación. Los
dean. Luego somos capaces de hacer preguntas más arem bepeiros todavía hablan con cariño sobre cómo,
com plejas y de entender las respuestas. Com enzam os hace tres décadas, nos interesam os lo suficiente por
a entender conversaciones sencillas entre la gente y, ellos com o para visitar sus hogares y hacerles pre­
si nuestro dominio de la lengua llega lo suficiente­ guntas. Esto nos situaba en una posición m arcada­
m ente lejos, con el tiempo, llegamos a ser capaces de mente opuesta a la de otros foráneos que los arem be­
com prender las veloces discusiones públicas y las peiros habían conocido y que los habían considerado
conversaciones en grupo. La oratoria especial propia dem asiado pobres y atrasados com o para tom arles en
de los hechos políticos y de las ocasiones cerem onia­ serio.
les o rituales suele contener litu rg ias, conjuntar se­ Sin em bargo, com o en otras encuestas, nuestras
cuencias formales de palabras y acciones que pode­ entrevistas con cuestionario recogieron una inform a­
mos recoger para su posterior análisis con un experto ción cuantificable com parable. Esto nos proporcionó
local. una base para evaluar patrones y excepciones de la
Una técnica de recogida de datos que he utilizado vida del pueblo. N uestras visitas a las casas también
tanto en Arembepe como en M adagascar consiste en nos dieron la oportunidad de hacer entrevistas informa­
una encuesta que incluye una en trevista dirigida. les y en profundidad. N uestros cuestionarios incluían
En 1964, mis com pañeros de trabajo de cam po y yo un núcleo de preguntas que se hacían a todos por igual:
intentam os com pletar una entrevista con cuestiona­ No obstante, durante las entrevistas surgieron con fre­
rio en todos y cada uno de los 160 hogares de A rem ­ cuencia algunas cuestiones laterales interesantes.
bepe. Entram os en casi todas las casas (m enos del Luego, seguiríam os estos cabos sueltos en muchos
5 por 100 rehusó participar) para hacer una serie de sentidos de la vida comunitaria. Por ejemplo, una mujer,
preguntas de un formulario escrito. una com adrona, se convirtió en la «inform ante privi­
C omo resultado de ello, obtuvim os un censo y una legiada» a la que más tarde consultábam os cuando
información básica sobre el pueblo. Anotamos el nom ­ queríam os obtener inform ación detallada sobre naci­
bre. edad y sexo de cada miembro del grupo de resi­ mientos locales. O tra m ujer había hecho un novicia­
dencia. Recogimos datos sobre el tipo de fam ilia, el do en una casa de culto afro-brasileño (candoniblé)
partido político, la religión, trabajo actual y anterior, en la ciudad. T odavia iba allí con regularidad para
ingresos, gastos, dieta, posesiones y m uchos otros estudiar, bailar y ser poseída. Fue nuestra experta en
elem entos en nuestro form ulario de ocho páginas. candom blé.
A unque estábamos haciendo una encuesta, nues­ De este modo, nuestra entrevista con cuestionario
tro enfoque difería del diseño rutinario de encuesta nos proporcionó una estructura marco que nos orien­
utilizado por los sociólogos y otros científicos socia­ taba, pero no nos confinaba en nuestra investigación.
les que trabajan en los grandes y populosos países Ello perm itió que nuestra etnografía fuese tanto cuan­
industriales. Esa encuesta, de la que luego tratare­ titativa com o cualitativa. La parte cuantitativa era la
mos, implica un muestreo (la elección de un grupo de información básica obtenida, que luego analizam os
estudio pequeño y m anejable de entre una población estadísticam ente. La dim ensión cualitativa vino de
m ás amplia) y una recogida impersonal de datos. Por nuestras preguntas en profundidad, discusiones abier­
el contrario, nosotros intentam os hacer la entrevista tas, pausas para el cotilleo y trabajo con informantes
en todos los hogares de la com unidad que estábam os privilegiados.
estudiando (es decir, tener una muestra total). U tili­
zam os una guía más que un cuestionario. C on'la en­
trevista con cuestionario, el etnógrafo habla cara a El m étodo gen ealógico
cara con sus informantes, hace preguntas y anota las
respuestas. Los otros procedim ientos de cuestiona­ Otra técnica etnográfica es el método genealógico.
rio tienden a ser más indirectos e im personales; con Los primeros etnógrafos desarrollaron la anotación
frecuencia es el propio encuestado el que rellena el genealógica para tratar los principios de parentesco,
formulario. filiación y matrimonio, que son los ladrillos de la cons­
N uestra meta de obtener una m uestra total nos trucción social en las culturas no industriales. En la
perm itió contactar con casi todas las personas del N orteam érica contem poránea, la mayoría de los con­
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tactos fuera del hogar son con personas no em paren­ que los casam ientos estratégicos entre pueblos, tri­
tadas. Sin em bargo, la gente de las culturas no indus­ bus y clanes generan alianzas políticas.
triales pasa sus vidas casi exclusivam ente entre pa­
rientes. Los antropólogos tienen que recoger datos
genealógicos para reconstruir la historia y entender Informantes privilegiados
las relaciones actuales. En las sociedades sin un go­
bierno centralizado, estos vínculos resultan fundamen­ En todas las com unidades hay personas que por acci­
tales para la vida social y para la organización políti­ dente, experiencia, talento o preparación pueden pro­
ca. Los antropólogos clasifican estas sociedades como porcionar la inform ación más completa o útil sobre
basadas en el parentesco. Todos están em parenta­ aspectos particulares de la vida; se trata de los infor­
dos y pasan la m ayor parte de su tiempo entre sí, y las m antes privilegiados. En Ivato, el poblado betsileo
norm as de com portam iento propias de cada relación en el que pasé la m ayor parte de mi tiempo, un hom ­
de parentesco en particular son fundam entales en la bre llam ado Rakoto resultó un inform ante particular­
vida cotidiana. El m atrim onio es tam bién crucial en m ente bueno sobre la historia local. Sin em bargo,
la organización de las sociedades no industriales por- cuando le pedí que trabajara conmigo en la elabora­
ción de una genealogía de las cincuenta o sesenta
personas enterradas en el sepulcro del poblado, lla­
mó a su primo T uesdaysfather, quien sabía más sobre
este tema. Este había sobrevivido a una epidem ia de
gripe española que asoló M adagascar. jun to a casi el
resto del mundo, allá por 1919. Inmune a la enferm e­
dad, a Tuesdaysfather le correspondió la m acabra ta­
rea de enterrar a sus parientes a medida que morían.
De este modo, guardó el recuerdo de todos los ente­
rrados en el sepulcro local. El me ayudó con la g e­
nealogía, m ientras que Rakoto añadía detalles perso­
nales sobre los vecinos fallecidos.

Historias de vida

Tanto en las sociedades no industriales com o en la


nuestra, las personalidades individuales, los intereses
y las habilidades de sus m iem bros son muy variadas.
A lgunas personas m uestran m ás interés por el trabajo
del etnógrafo y resultan de más ayuda, más intere­
santes y de trato más agradable que otras. Los antropó­
logos, al igual que cuando están en su propio entorno,
tam bién tienen sus preferencias, gustos y rechazos
en el campo. Con frecuencia, cuando se encuentra a
alguien que nos parece inusualm ente interesante, se
recoge su historia de vida. Esta recogida de las expe­
riencias de toda una vida proporciona un retrato cultural
más íntim o y personal de lo que sería posible obtener
por otros m edios. Las historias de vida nos revelan
Todas las com unidades tienen inform antes privilegiados, cóm o perciben, reaccionan y contribuyen a cam bios
nativos que pueden proporcionar la mejor información
que afectan a sus vidas determ inadas personas con­
sobre áreas particulares de la vida local. Aquí, la
investigadora recoge datos sobre folclor de un informante cretas. Estos informes pueden ilustrar la diversidad
privilegiado. existente dentro de una com unidad, puesto que el en-
24 ANTROPOLO GIA

foque consiste en cóm o diferentes personas interpre­ com portam iento. Esto es tan verdad acerca de los
tan y se enfrentan a algunos problem as com unes. europeos o los norteam ericanos com o de otras gentes
de cualquier otra sociedad. Para describir e interpre­
tar la cultura, los etnógrafos deben reconocer los ses­
Emic y etic gos a que les som ete su propia cultura, tanto como
los de aquellos a quienes estudian.
Los antropólogos han hecho uso de dos enfoques para
el estudio de las culturas, em ic (perspectiva del ac­
tor) y etic (perspectiva del observador). Un enfoque Etnografía centrada en el estudio
em ic fom enta la visión de los nativos, cómo piensan de problem as concretos
ellos (o de un nativo en el caso de una historia de
vida). ¿Cómo perciben y categorizan el mundo? ¿Cuá­ Aunque los antropólogos están interesados en el con­
les son sus normas de comportamiento y de pensamien­ texto global del com portam iento humano, resulta im­
to? ¿Qué tiene sentido para ellos? ¿Cómo se im agi­ posible estudiarlo todo, y la investigación de campo
nan y explican las cosas? El antropólogo busca el suele dirigirse hacia cuestiones específicas. La ma­
«punto de vista nativo» y se apoya en los portadores yoría de los etnógrafos llegan al campo para investi­
de la cultura — los actores— para determ inar si algo gar un problem a concreto y recogen datos sobre va­
de lo que hacen, dicen o piensan es significativo. riables consideradas relevantes para su com prensión.
Sin em bargo, los nativos no son científicos. Pue­ Y las respuestas de los inform antes no son la única
den pensar que los espíritus causan enferm edades que fuente de datos. Tam bién se recoge información acerca
en realidad se deben a los gérm enes. Pueden creer a de factores com o la densidad de población, la calidad
los líderes políticos que les dicen que los m isiles son m edioam biental, el clim a, la geografía física, la dieta
un medio para mantener la paz. El enfoque etic (pers­ y el uso de la tierra. A veces, esto im plica tener que
pectiva del observador) cam bia el foco de la investi­ realizar los recuentos o las m ediciones uno mismo
gación de las categorías, expresiones e interpretacio­ — de la cantidad de lluvia, la tem peratura, los cam ­
nes nativas a las del antropólogo. Reconoce que los pos de cultivo, sus rendim ientos, cantidades en las
actores suelen estar dem asiado im plicados en lo que dietas, o distribución del tiem po (Bailey, 1990; Jonh-
hacen como para interpretar sus culturas de modo son, 1978). T am bién suele suponer la consulta de los
imparcial. El etnógrafo etic le otorga más peso a lo archivos o datos gubernam entales.
que él o ella (el observador) percibe y considera im­ La inform ación que interesa a los etnógrafos no se
portante. En tanto que científico, el antropólogo debe limita a lo que los inform antes digan o puedan decir­
intentar aportar un punto de vista objetivo y global al nos. Por más que esto sea significativo, no podemos
estudio de otras culturas. Por supuesto, el antropólo­ depender ni de la observación participante ni de las
go, como cualquier otro científico, es tam bién un ser entrevistas en profundidad. En un mundo cada vez
humano con sus filtros culturales que im piden la ob­ más interconectado, los inform antes locales carecen
jetividad com pleta. Como en otras ciencias, una pre­ de conocim ientos sobre m uchos factores (regionales,
paración adecuada puede reducir, aunque no elim i­ nacionales e internacionales) que afectan a sus vidas.
nar totalm ente, el sesgo del observador. No obstante, Pueden estar tan engañados com o nosotros mismos
los antropólogos son instruidos para com parar el com ­ por el ejercicio del poder desde los centros regiona­
portam iento entre sociedades diferentes. les, nacionales e internacionales.
En la práctica, la m ayoría de los antropólogos com ­
binan las estrategias emic y etic en su trabajo de campo.
Las afirm aciones, percepciones y opiniones nativas Investigación longitudinal
ayudan a los etnógrafos a entender cóm o funcionan
las culturas. Las creencias nativas son tam bién inte­ En la actualidad la geografía lim ita menos a los an­
resantes y valiosas por sí m.ismas y ensanchan la vi­ tropólogos de lo que lo hacía en el pasado, cuando
sión que el antropólogo tiene del m undo. Sin em bar­ podía costar meses llegar al lugar del trabajo de cam ­
go, con frecuencia los nativos no adm iten, o incluso po y las visitas posteriores eran raras. Los nuevos
no reconocen, ciertas causas y consecuencias de su sistem as de transporte perm iten a los antropólogos
METODOS DE CAMPO 25

am pliar el área de su investigación y regresar en re­ com o no. Los científicos sociales zam bios que han
petidas ocasiones. A hora, los inform es etn o g ráfi­ trabajado en el distrito aportan tam bién sus visiones
cos incluyen de modo rutinario datos de dos o más desde dentro acerca de los cambios que tienen lugar.
estancias en el campo. La i n v e s t i g a c i ó n l o n g i t u d i ­ M ientras se continúa la recogida de datos básicos
nal consiste en el estudio a largo plazo de una com u­ sobre com unidades e individuos, han surgido de for­
nidad, región, sociedad, cultura, o cualquier otra uni­ ma sucesiva diferentes cuestiones. Al principio, el
dad, basado generalm ente en repetidas visitas. Un estudio se centraba en el impacto de una gran presa
ejem plo de tal investigación es el estudio longitudi­ hidroeléctrica que inundaba gran parte de la llanura
nal de la interacción de las fuerzas sociales y econó­ del río Zam beze y obligaba a las gentes de G wem be
m icas en el distrito de Gvvembe, en Zambia. Este es­ a un realojam iento forzoso. Sin embargo, la presa tam ­
tudio, planificado en 1956 por Elizabeth Colson y bién fom entó la construcción de carreteras, así como
Thayer Scudder como un proyecto longitudinal, con­ otras actividades que pusieron a las gentes de G w em ­
tinúa con Colson, Scudder y sus asociados de diver­ be en más estrecho contacto con el resto de Zam bia
sas nacionalidades. El proyecto de investigación de (C olson, 1971; Scudder, 1972; Scuder y H abarad,
Gwem be es tanto longitudinal (m ultitem poral) como 1991).
m ultilocal (teniendo en consideración varias locali­ H acia finales de la década de 1960 la educación
dades), ya que ninguna localidad o poblado podía re­ se había convertido en una de las principales preocu­
presentar adecuadam ente la diversidad de Gwembe paciones en G wem be y jugaba un papel im portante
(Colson y Scudder, 1975; Scudder y Colson, 1980). en los cam bios que estaban teniendo lugar. De acuer­
Durante cuatro décadas se ha seguido de cerca el de­ do con ello, Scudder y Colson (1980) diseñaron una
sarrollo de cuatro poblaciones em plazadas en áreas investigación para analizar el papel de la educación
diferentes. Unos censos periódicos de las m ism as en la provisión de acceso a nuevas oportunidades y
(1956-1957, 1962-1963, 1965, 1972-1973, 1981-1982 en el increm ento de la diferenciación social dentro
y 1987-1988) proporcionan datos básicos sobre la del distrito y en el país. Al mismo tiempo, resultaba
población, la econom ía y otras variables elegidas para evidente que el consum o de alcohol era un problem a
seguir los cam bios en el parentesco y en el com porta­ creciente. Un tercer gran estudio analizó el papel de
miento religioso. Se ha seguido y entrevistado (cuando los cam bios en mercados, transportes y la exposición
ha sido posible) a la gente censada que ha emigrado a los valores urbanos en la transform ación de la pro­
para ver cóm o les ha ido com parativam ente con aque­ ducción dom éstica de bebidas y un cambio radical en
llos que se han quedado. La inform ación sobre emi­ los patrones del beber (Colson y Scudder, 1988).
gración laboral, visitas entre cam po y ciudad y otra
serie de vínculos m uestran hasta qué punto lo rural y
lo urbano pertenecen a un único sistema. LA ENCUESTA
Los ayudantes zam bios han llevado un registro de
los hechos locales y sobre alim entos com prados y A m edida que los antropólogos han ¡do trabajando
consum idos. De las notas de cam po es posible re­ cada vez más en sociedades de gran escala, han desa­
construir los precios de diferentes periodos. Los cam ­ rrollado formas innovadoras de aunar la etnografía y
bios en la preferencia de unos u otros productos están la encuesta (Fricke, 1986). Antes de tratar sobre tales
docum entados por las listas de compra proporciona­ com binaciones de métodos de campo, tengo que des­
das por los vecinos. Las notas de campo contienen cribir la encuesta y las principales diferencias entre
tam bién observaciones sobre el recurso a los tribuna­ ésta y la etnografía tal como se ha practicado tradicio­
les, la asistencia a reuniones locales y de distrito, a nalmente. Habiendo trabajado principalmente en países
servicios religiosos, funerales y cerem onias. populosos y grandes, los sociólogos, psicólogos so ­
Esta inform ación se com plem enta con entrevistas ciales, politólogos y econom istas han refinado el di­
a com erciantes y funcionarios, trabajadores cuali­ seño de la encuesta, lo que incluye el muestreo, la
ficados, líderes políticos y a extranjeros que trabajan recogida im personal de datos y el análisis estadísti­
para m isiones religiosas y organizaciones no guber­ co. La encuesta suele tom ar una muestra (un grupo
nam entales (ONG). Se han consultado tam bién fuen­ de estudio m anejable) de entre una población mucho
tes gubernam entales y de otro tipo, tanto publicadas más amplia. M edíante el estudio de una muestra re-
26 ANTROPOLOGIA

E! antropólogo polaco B ro n íslaw M a­ nas. La autoridad de los e tn ó g rafo s ficados que los nativos «leen» c o n s ­
linow ski (1884-1942), que pasó la m a­ p ro ced ía — tanto de su papel com o tantem ente y que los etnógrafos tienen
y o r parte de su vida p rofesional en In­ c ien tífico s com o de ser las voces del que descifrar. Según G eertz, los a n ­
glaterra, suele ser considerado el padre «nativo».o del «otro»— del hecho de tro p ó lo g o s pueden elegir cualquier as­
de la etnografía. C om o la m ayoría de su ex p erien cia personal. pecto de la cu ltu ra que les interese,
los antro p ó lo g o s de su tiem po, M a­ M alin o w sk i e sc rib ió e tn o g ra fía s h acerse con los detalles y elaborarlo
linow ski hizo etnografía de los sal­ funcionalistas, guiado por la asunción p ara in fo rm a r a sus lecto res sobre
vajes, en la creen cia de que la tarea de que todos los aspectos de la cultura los significados en aquella cultura. Las
del etnógrafo es estudiar y docum entar están vinculados (unos son funciones form as sim b ó lic a s p ú b licas p ortan
la diversidad cultural am enazada por de otros). Una etnografía funcionalista los significados, incluidos las palabras,
la o ccidentalización. Los p rim ero s in­ com ienza con cualq u ier aspecto de la los ritu ales y las costum bres. Según
form es etnográficos ( etnografías ), in­ cultura, com o una expedición n áu tica la visión interpretativa, el entendim ien­
clu id a la obra clásica de M alinow ski de las Islas T robriand. E ntonces, el to transcultural surge a través de « d iá­
Los Argonautas del Paclj'ico Occiden­ e tn ó g rafo sig u e los nexos en tre ese logos» entre los nativos, el an tro p ó lo ­
tal (1922/1961), eran sim ilares a los punto de entrada y otras áreas de la go y el lector, todos ellos parte de la
relato s an terio res de e x p lo rad o re s y cultura, com o la m agia, la religión, los co n v ersa ció n .
v iajeros que describ ían el d esc u b ri­ m itos, el parentesco y el com ercio. Las U na ten d en cia actual en la e sc ri­
m iento por parte del au to r de pueblos etnografías contem poráneas tienden a tura etnográfica es cuestionar los fines,
y lugares desco n o cid o s. Sin em b a r­ ser m enos inclusivas, cen trán d o se en m étodos y estilos tradicionales, inclui­
go, las intenciones cientijicas de las tem as p articulares, com o el p aren tes­ da la etn o g rafía de los salvajes y el
etnografías las sitúan ap arte de los li­ co o la religión. realism o etnográfico (M arcus y C ush-
bros de los exploradores y de los afi­ Según M alinow ski, una p rim era m an, 1982; C lifford, 1982. 1988). Mar-
cionados. tarea del etnógrafo es « captar el pun­ cus y F isch er argum entan que la a n ­
El estilo que dom inaba las etnogra­ to de vista del nativo, su relación con tropología ha alcanzado «un m om ento
fías « clásicas» era el realismo etno­ la vida, com prender su visión de su experim ental». La experim entación es
gráfico. La m eta del autor era presentar m undo» (1922/1961, pág. 25, c u rsi­ n ecesaria porque todos los pueblos y
un inform e preciso, o b jetivo y cien tí­ vas de M alinow ski). D esde la d écada cu ltu ras ya han sido « d escubiertos» y
fico de una form a de vida diferente, de 1970, la antropología interpreta­ ahora tienen que ser «redescubiertos...
escrito por alguien que tenía un co n o ­ tiva ha asum ido la tarea de d escrib ir e en circu n stan cias históricas cam b ian ­
cim iento de prim era m ano. Este co­ interpretar aquello que tiene sentido tes» (1986, pág. 24).
nocim iento provenia de una «aventura para los nativos. Los ¡nterpretativis- E stos antropólogos experim entales
etnográfica» que im plicaba la inm er­ tas com o C lifford G eertz (1973) ven reco n o cen que las etnografías son tra ­
sión en una lengua y una cu ltu ra a je­ las culturas com o textos, con sig n i­ bajos artístico s al m ism o tiem po que

presentativa y adecuadam ente seleccionada, los cien­ sonalm ente los propios investigadores. En ocasiones,
tíficos sociales pueden hacer inferencias precisas so­ tras una reunión inicial, se les pide a los encuestados
bre la población más amplia. que rellenen un cuestionario. En otros casos, los in­
En las sociedades de más pequeña escala, los et­ vestigadores envían por correo cuestionarios impresos
nógrafos llegan a conocer a la m ayoría de las perso­ a los miembros de una muestra elegida al azar o cuentan
nas, pero, dado el m ayor tam año y com plejidad de un con estudiantes graduados para entrevistarles o tele­
país, no puede evitarse que la encuesta sea más im ­ fonearles. (En una muestra a l e a t o r i a o al azar, todos
personal. Los investigadores que utilizan la encuesta los m iembros de la población tienen la m ism a proba­
llaman encuestados a las personas que estudian. (Los bilidad estadística de ser elegidos por inclusión. Una
etnógrafos trabajan con Inform antes.) Los encuesta- muestra al azar se elige mediante procedimientos alea­
dos son las personas que contestan a las preguntas de torios, como tablas de núm eros aleatorios, que pue­
una encuesta y a las que sólo a veces entrevistan p er­ den encontrarse en m uchos textos de estadística.)
M ETODOS DE C AM PO 27

científicos. Los textos etnográficos tal. El etnógrafo debe adoptar algunas dro idealizado la ponen los ocasiona­
son creaciones literarias en las que el de las convenciones de la novela, in­ les comentarios del autor sobre comer­
etnógrafo, como mediador, comunica cluida la narración en primera perso­ ciantes o misioneros, sugiriendo que
información de los «nativos» a los lec­ na, las conversaciones, los diálogos y en realidad los nativos eran ya parte
tores. Algunas etnografías experimen­ el humor. del sistema mundial.
tales recientes son «dialogísticas», pre­ Marcus y Fischer (1986) nos pre­ Ahora los antropólogos reconocen
sentando la información como un vienen de que el deseo de ser per­ que el presente etnográfico es más bien
diálogo entre el antropólogo y uno o sonales puede exagerarse hasta el punto una construcción romántica e irreal.
más informantes nativos (por ejemplo. del exhibicionismo. No obstante, las Las culturas han estado en contacto
Dwyer 1982). Estos trabajos atraen la etnografías experimentales, haciendo —y han estado cambiando— a lo lar­
atención sobre las formas en las que los uso de nuevas formas de mostrar lo go de la historia. La mayoría de las
etnógrafos, y por extensión sus lecto­ que significa ser samoano o brasi­ culturas nativas habían tenido, al me­
res, se comunican con otras culturas. leño, pueden transmitir al lector una nos. un gran encuentro con extranjeros
Los etnógrafos interpretan y me­ comprensión más rica y compleja de antes de que apareciera un antropólo­
dian entre culturas de dos maneras. la experiencia humana. El resultado go en su camino. Igualmente, la ma­
Durante el trabajo de campo tienen que puede ser que se convenza a los lec­ yoría de ellas ya había sido incorpo­
hacer la interpretación de las catego­ tores de que la cultura es más impor­ rada de algún modo en naciones-estado
rías nativas a las suyas, y, al escribir, tante de lo que, de otro modo, pudie­ o sistemas coloniales.
tienen que interpretar para sus lectores. ran pensar. Las etnografías clásicas descuida­
No obstante, algunas etnografías dia­ Los escritores etnográficos recien­ ban la historia, la política y el sistema
logísticas han sido criticadas por ser tes también han intentado corregir la mundial, pero las contemporáneas sue­
demasiado confesionales, dedicando deficiencia de atemporalidad román­ len reconocer que las culturas cambian
demasiado tiempo al antropólogo y tica que resulta obvia en los clásicos. constantemente y que un informe etno­
muy poco a los nativos y su cultura. La idea del presente etnográfico es­ gráfico hace referencia a un momento
La etnografía dialogística es un gé­ taba vinculada a la etnografía de los concreto. Una tendencia actual en la
nero dentro de una categoría expe­ salvajes —el periodo anterior a la etnografía consiste en prestar atención
rimental más amplia — la etnografía occidentalízación, cuando florecía a las formas en las que las ideas cul­
reflexiva. Aquí, el etnógrafo-escritor la «verdadera» cultura nativa. Esta no­ turales sirven a intereses políticos y
pone los sentimientos y reacciones ción da a las etnografías clásicas una económicos. Otra tendencia es des­
personales de su situación en el cam­ calidad de eternidad atemporal. Las cribir cómo ciertos «nativos» concre­
po directamente en el texto. En los culturas que se describen parecen tos participan er. procesos históricos,
informes reflexivos hay una estrate­ congeladas en el presente etnográfi­ políticos y económicos más amplios
gia prominente de escritura experimen­ co. La única nota chirriante en este cua­ (Shostak, 1981).

Cualquier persona criada en la Comunidad Euro­ caracteristicas (variables — atributos que varían en­
pea o en los Estados Unidos o Canadá ha oído alguna tre los miembros de una muestra o población) influ­
vez hablar del muestreo. Probablemente, el ejemplo yen en las decisiones políticas.
más familiar es el utilizado para predecir los resulta­ Debemos distinguir entre una variable indepen­
dos de las campañas políticas. Los medios de comu­ diente (produce un efecto sobre otra variable) y una
nicación de masas contratan agencias para que hagan variable dependiente (la variable afectada, que ha
estimaciones de resultados y éstas realizan sondeos a de ser predicha o explicada). La primera funciona
la salida de las mesas electorales para saber qué tipo por separado o conjuntamente afectando a la segun­
de personas votaron a qué candidatos (Cuadro 2.1). da. Por ejemplo, en la predicción del «riesgo de ata­
Durante el muestreo, los investigadores recogen in­ que cardíaco» (variable dependiente), las variables
formación sobre la edad, sexo, religión, ocupación, independientes incluyen sexo, edad, historial fami­
ingresos y preferencias políticas. Es sabido que estas liar, peso, presión sanguínea, colesterol, ejercicio y
28 ANTROPOLO GIA

ser fum ador. C ada una contribuye por separado al Las encuestas son indispensables en el estudio de países
riesgo de ataque cardiaco y unas tienen más im pacto grandes y populosos en los que tenem os que prestar
que otras. Sin em bargo, las variables independientes especial atención a la variación.
también actúan conjuntam ente. A lguien con m uchos Las sociedades más com plejas tienen roles especia­
«factores de riesgo» (en especial con los más signifi­ lizados que se basan en la edad, las profesiones, la
cativos) corre más peligro de sufrir un ataque cardía­ clase social y muchas otras variables, además del sexo.
co que alguien con pocos. El núm ero de las que influyen en la identidad y en el
En ciencias sociales, las variables independientes com portam iento sociales se increm enta con. y puede
nos ayudan a adivinar cóm o piensa, siente y se com ­ considerarse una m edida de, la com plejidad social.
porta la gente. El sexo, por ejem plo, es una variable Son m uchas más las variables que afectan a la identi­
dependiente útil en la predicción de afiliación a par­ dad, las experiencias y las actividades sociales en un
tidos políticos y emisión de voto. Son más las m uje­ país m oderno que en el caso de las pequeñas com uni­
res que los hombres que en los Estados Unidos se dades y los entornos locales en los que se desarrolló
definen com o dem ócratas, y tienden a votar candida­ la etnografía. En los Estados Unidos de hoy y en la
tos de ese partido más que los varones (Cuadro 2.1). Europa contem poránea se contarían por cientos los
factores que influyen en el com portam iento y las ac­
titudes sociales. Estas variables independientes inclu­
yen nuestra religión, la región del país donde crecimos;
Cuadro 2 .1 . Indicadores sociales y voto en
si procedem os de un pueblo, de un suburbio o del
las elecciones presidenciales norteam ericanas
de 1992. Estos datos fueron recogidos a la salida centro de una ciudad; y de las profesiones de nuestros
de las m esas electorales por Voíer Reseach padres, orígenes étnicos y nivel de ingresos.
and Surveys m ediante cuestionarios escritos rellenados
por 15 .4 9 0 votantes que salían de
3 00 m esas electorales en todo el país el día
de las elecciones de 1992. DIFERENCIAS ENTRE LA ENCUESTA
Y LA ETNOGRAFIA
P O R C E N T A J E DE V O T O S
Existen varias diferencias entre la investigación m e­
Global diante la encuesta y la etnografía:
por categoría social Clinton Bush Perot
(elegidos) 43 38 19 1. En las investigaciones con encuestas el objeto
de estudio suele ser una m uestra elegida (al
H om bres 41 38 21
azar o de otro m odo) por el investigador. N o r­
M ujeres 46 37 17
m alm ente, los etnógrafos estudian com unida­
B lancos 39 41 20
11 7
des funcionando y tom adas globalm ente.
N egros . 82
H ispanos 62 25 14 2. Los etnógrafos realizan trabajo de campo de
A siático s 29 55 16 prim era m ano, estableciendo una relación di­
C asad o s 40 40 20 recta con la gente que estudian. Se esfuerzan
No casad o s 49 33 18 por entablar relación, una buena y am istosa
18-29 años 44 .3 4 22 relación de trabajo basada en el contacto per­
60 añ o s y m ayores 50 38 12 sonal con los inform antes. Con frecuencia, los
P rotestantes blancos 33 46 21 investigadores que hacen uso de la encuesta
C atólicos 44 36 20 no tienen contacto personal con lo s encuesta-
Judíos 78 12 10 dos. Suelen contratar ayudantes para entrevis­
Sindicato d o m éstico 55 24 21
tar por teléfono o para pedir a los encuestados
Del Este 47 35 18
que rellenen un form ulario impreso.
Del M edio-O este 42 37 21
3. Los etnógrafos llegan a conocer a sus infor­
Del Sur 42 43 16
Del O este 44 34 22 mantes y suelen interesarse por todos los as­
pectos de sus vidas. A m enudo, las encuestas
F u en te: The N ew York Times, 5 de noviem bre de 1992, pág. B9. se centran en un reducido núm ero de variables.
M ETODOS DE C AM PO 29

tales com o las que influyen en el voto, más países com plejos. Mi estudio de Arem bepe, una co­
que en la totalidad de las vidas de la gente. m unidad rural en una región particular de un país u r­
4. N orm alm ente, quienes investigan con encues­ banizado, nunca podría encapsular a Brasil como un
tas suelen trabajar en países-m odernos, donde todo. Por coniguiente, yo veía mi estudio de campo
la m ayoría de la gente sabe leer y escribir, per­ en A rem bepe como parte de un programa de investi­
m itiéndose a los encuestados que rellenen sus gación más am plio y sólo era un etnógrafo entre m u­
propios cuestionarios. Es más probable que los chos, cada uno trabajando por separado en diferentes
etnógrafos estudien pueblos que no saben leer com unidades brasileñas. La com paración eventual de
y escribir. estos estudios ayudaría a revelar el grado de diversi­
5. Puesto que la encuesta está relacionada con gru­ dad de Brasil.
pos grandes y diversos y con muestras y proba­ Una form a de utilizar la etnografía en los países
bilidades, sus resultados tienen que ser anali­ m odernos es hacer una serie de estudios de com uni­
zados estadísticamente. Dado que las sociedades dad. Puede hacerse uso de estudios de cam po en di­
que han estudiado tradicionalm ente los antro­ versos lugares de diferentes regiones como un m ues­
pólogos son más pequeñas y menos diversas, treo de las diferentes economías, adaptaciones, grados
m uchos etnógrafos no cuentan con una buena de participación en el mundo moderno y tendencias
preparación estadística. históricas. Sin em bargo, ni siquiera un m illar de co­
m unidades rurales pueden constituir una m uestra vá­
lida de la diversidad nacional. También tenem os que
INVESTIGACION ANTROPOLOGICA tom ar en consideración la vida urbana y los contras­
EN LAS SOCIEDADES COMPLEJAS tes sociales ausentes en las pequeñas com unidades.
El grado de variación encontrado en cualquier país
Durante la Prim era Guerra Mundial. Malinowski pasó hace que la encuesta sea una técnica de investigación
varios años estudiando a les isleños de las Trobriand. obligatoria.
En su ya clásica m onografía etnográfica (un libro No obstante, puede utilizarse la etnografía para
basado en el trabajo de cam po etnográfico), Los A r­ com plem entar y afinar la investigación m ediante la
gonautas del Pacífico O ccidental, el autor describe encuesta. Los antropólogos pueden transferir las téc­
cómo «se instala» un etnógrafo en otra sociedad. Al nicas personales, directas, y basadas en la observa­
igual que la investigación de M alinowski en las T ro­ ción propias de la etnografía, a grupos y redes sociales
briand, mi trabajo de cam po en Arembepe se centra­ de cualquier lugar. Una combinación de investigación
ba en una única com unidad como objeto de estudio con encuestas y de etnografía puede proporcionar
intensivo. Pude llegar a conocer a todos y cada uno nuevas perspectivas sobre la vida en las sociedades
en A rem bepe porque su población era pequeña y su com plejas (sociedades grandes y populosas con e s­
sistem a social era sencillo. Sin embargo, al contrario tratificación social y gobiernos centralizados). Una
que las T robriand, A rem bepe no era una sociedad tri­ etnografía prelim inar puede ayudar tam bién a desa­
bal, sino parte de un país grande, populoso y diverso. rrollar preguntas relevantes y culturalm ente apropia­
Las islas Trobriand son lo suficientem ente pequeñas das para su inclusión en encuestas nacionales.
com o para que un etnógrafo visite cada poblado.
M alinow ski pudo muy bien haber hablado con todos
los trobriandeses, m ientras que yo nunca podía espe­ Antropología urbana
rar visitar todas las com unidades brasileñas ni encon­
trarm e con todos los brasileños. Una serie de estudios de pequeña com unidad en un
M alinow ski utilizó su lugar de trabajo de campo país revelan las variaciones en la vida rural y de los
como base para describir la sociedad trobriandesa como pueblos. Sin em bargo, hay muchas más cosas en la
un todo. Los antropólogos han sido criticados por vida de un país que las pequeñas comunidades. Una
generalizar sobre una cultura sobre la base de la in­ respuesta a este problem a ha sido la antropología
vestigación de una única comunidad, una práctica que urbana; el estudio antropológico de las ciudades. E s­
es m ucho más defendible para el caso de sociedades pecialm ente a partir de la década de 1950, los antro­
de pequeña escala y hom ogéneas que para el caso de pólogos han investigado sistem áticam ente problemas
30 ANTROPOLOGIA

y estilos de vida urbanos en los Estados Unidos, C a­ embargo, en las sociedades contem poráneas, com ple­
nadá y en otros lugares. Una ilustración común de la mentan cada vez m ás las técnicas tradicionales con
antropología urbana es la práctica de que los estu­ nuevos p rocedim ientos, m uchos de ellos tom ados
diantes hagan trabajo de cam po local como parte de prestados de la encuesta. Durante el estudio de la vida
un curso de antropología (asum iendo que la universi­ urbana, los antropólogos modernos recogen rutinaria­
dad está en un contexto urbano). m ente datos estadísticos. En cualquier sociedad com ­
En mis propios cursos en Ann Arbor, Michigan, pleja, m uchas variables independientes (indicadores
los estudiantes han hecho investigaciones sobre her­ sociales) influyen en el comportamiento y las opiniones.
mandades, equipos y organizaciones del cam pus uni­ Puesto que debem os ser capaces de detectar, m edir y
versitario, y sobre la población local sin hogar. Otros com parar la influencia de los indicadores sociales,
estudiantes han observado sistem áticam ente el com ­ muchos de los estudios antropológicos contem porá­
portamiento en lugares públicos com o las pistas d e­ neos cuentan con una base estadística. Incluso en el
portivas, los restaurantes, los bares, los estadios de trabajo de cam po rural, son cada vez más los antro­
fútbol, los mercados, los centros com erciales y las pólogos que tom an muestras, recogen datos cuantita­
clases. Otros proyectos de «antropología moderna» tivos y hacen uso de la estadística para interpretarlos
utilizan técnicas antropológicas para interpretar y (véase Bernard, 1988). La investigación cuantifica-
analizar los medios de com unicación de masas. Los ble puede perm itir una evaluación más precisa de di­
antropólogos han estado estudiando sus propias cul­ ferencias y sim ilitudes entre com unidades. El análi­
turas durante décadas, y en los Estados Unidos y Ca­ sis estadístico puede apoyar y redondear un informe
nadá la investigación antropológica está cobrando más etnográfico sobre la vida social local.
auge cada día. (El A péndice, «La cultura popular No obstante, en los m ejores estudios se mantiene
norteamericana», contiene diversos ejem plos.) Don­ el sello de la etnografía: los antropólogos entran en la
dequiera que haya com portam iento humano pautado, com unidad y llegan a conocer a la gente. Participan
hay molienda para el m olino antropológico. en las actividades, redes sociales y en las asociacio­
nes locales tanto en la ciudad com o en el campo.
Observan y experim entan las condiciones y proble­
Antropología en las sociedades mas sociales, así com o los efectos de las políticas y
complejas program as nacionales sobre la vida local. Creo que el
m étodo etnográfico y el énfasis en las relaciones per­
Los antropólogos pueden utilizar técnicas de campo sonales en la investigación social son valiosas apor­
como la observación participante y la recogida de datos taciones de la antropología al estudio de una socie­
de prim era mano en cualquier entorno social. Sin dad com pleja.

GLOSARIO
antropología urbana. El estu d io antropológico de las encu es ta. P rocedim iento de in v estig ac ió n cara c te rísti­
ciudades. co de los cien tífico s so ciales (excepto antropólogos). E s­
tudia la sociedad m ediante el m uestreo, el análisis esta ­
basadas en el parentesco. C a racterística de m uchas so­
dístico y la recogida im personal de datos.
ciedades no industriales. Las p ersonas pasan sus vidas casi
exclusivam ente con sus p arien tes; los principios de paren­ encu es tados . P eronas objeto de la investigación so c io ­
tesco. filiación y m atrim onio organizan la vida social. lógica: quienes responden a las p reguntas de los c u e stio ­
cuestionario. Form ulario (g en eralm en te im preso) u tili­ narios y otras encu estas sociales.
zado por los sociólogos para o b te n e r inform ación com pa­
entrevistas con cues tionario. H erram ienta etnográfica
rable de los encuestados. Suele enviarse por correo y lo
para estru ctu rar una entrevista form al. Se hace uso de un
rellenan los propios in v estig ados con m ás frecuencia que
form ulario (generalm ente impreso o m ulticopiado) que sirve
el propio investigador.
de guía en las entrev istas con grupos d om ésticos o indivi­
emic. La estrategia de in v estigación que se centra en las duos que luego van a ser sistem áticam ente com parados.
ex p licaciones y criterios de sig n ificació n del nativo. Se d iferen cia del cuestionario norm al en que el in v estig a­
METODOS DE CAMPO 31

dor tien e aquí un co n tacto p ersonal con los inform antes y liturg ias. C o n ju n tar secuencias form ales o palabras y
es ¿I m ism o q uien reg istra sus respuestas. a ccio n es; com ún en eventos políticos y eti rituales y ce re ­
m onias.
estudio de co m u n id a d . M étodo antropológico para e s­
tudiar las so c ied ad es co m p lejas. Se estudian etn o g ráfica­ m éto d o g en ea ló gico. P rocedim ientos por los que los
mente las pequeñas com unidades com o representativas (par­ etnógrafos descubren y registran los vínculos de parentesco,
cialm ente) de la cu ltu ra regional o de contrastes particulares filiación y m atrim onio utilizando diagram as y sím bolos.
en la vida nacional.
m uestra . Un grupo de estudio m ás pequeño elegido para
etic. L.a estra te g ia de in v estig ac ió n que enfatiza el pun­ re p re se n ta r a una población más am plia.
to de v ista del o b se rv a d o r m ás que las explicaciones, cate­
m uestra aleatoria (al azar). A quella en la que todos
gorías y criterio s d e sig n ificació n de los nativos.
los m iem b ro s de la población tienen las m ism as p ro b ab ili­
historia de vida. De un inform ante: proporciona un retrato d ad es estad ísticas de ser incluidos.
personal cultural de la ex isten cia del cam bio en una cultura.
so cied a des complejas. Países; sociedades grandes y po­
in for m a n tes. P erso n as o b je to de la inv estig ació n e t­ pulosas, con estratificación social y gobiernos centralizados.
nográfica; aq u ello s a q u ien es el etnógrafo llega a cono­
cer en su trab ajo de cam p o y que le enseñan acerca de su variables. Atributos (por ejemplo, sexo. edad, altura, peso)
cultura. que d ifieren de una persona o caso y el siguiente.

informan te privilegiado. P ersona experta en un asp ec­ v aria b le d ependiente . C ualquier variable a ex p licar o
to co n creto de la v id a n ativa. predecir.

investigación longitudinal. E studio a largo plazo de una v aria b les in dep en dientes . Factores (por ejem plo, sexo,
co m unidad, reg ió n , so cied ad , cu ltu ra u otra unidad, g en e­ edad, religión) que ayudan a predecir otro com portam iento:
ralm ente basado en v isijas repetidas. variab les dependientes (por ejem plo, votación, ocupación).

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