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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN

201/2015.
QUEJOSO: **********.

PONENTE: MINISTRA OLGA SÁNCHEZ CORDERO DE


GARCÍA VILLEGAS.
SECRETARIO: IGNACIO VALDÉS BARREIRO.
COLABORADORA: ADDA ROSA HOYOS BRITO.

Vo. Bo.

México, Distrito Federal. La Primera Sala de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación, en la sesión correspondiente
al día veintiuno de octubre de dos mil quince, emite la
siguiente:

SENTENCIA

Mediante la que se resuelven los autos relativos al amparo


directo en revisión 201/2015, promovido por **********por su
propio derecho, en contra de la sentencia dictada el seis de
noviembre de dos mil catorce, por el Tercer Tribunal
Colegiado en Materia Penal del Segundo Circuito, en el juicio
de amparo directo **********.

I. ANTECEDENTES

1. De autos se advierte que el día veintiuno de agosto de dos


mil diez, aproximadamente a las veintitrés horas, el ofendido
**********, de dieciséis años de edad, se encontraba afuera de
su domicilio, cerca de la carretera, ubicado en el barrio de
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Santa Cruz, en el pueblo de Santa Nichi, municipio de San


Felipe del Progreso, Estado de México, en compañía de sus
menores primos y su hermano **********. Instantes después,
llegó una camioneta color rojo, de la cual descendieron
********** –quejoso y recurrente–, ********** y **********, de
apellidos ********** y **********.

2. Al lugar también llegó **********, alias “**********”, quien


después de discutir con **********, éste último golpeó a
**********, por lo que **********, **********, **********y **********
empezaron a golpear a ********** y a sus acompañantes,
quienes se hacían para atrás, evitando la agresión.

3. Posteriormente, ********** regresó a la camioneta y, de su


interior, bajó una barra metálica con la que golpeó en la
cabeza a **********, ocasionándole alteraciones tisulares por
un hematoma subdural agudo, secundario a un traumatismo
craneoencefálico, mismas que de acuerdo a su naturaleza se
clasifican de mortales.

4. Los hechos anteriores dieron lugar a la correspondiente


averiguación previa, que derivó en la causa penal **********,
resuelta por el Juez Penal de Primera Instancia del Distrito
Judicial de Ixtlahuaca, Estado de México, el nueve de enero
de dos mil catorce, y modificada por la Primera Sala
Colegiada Penal de Toluca del Tribunal Superior de Justicia
del Estado de México, el nueve de abril de dos mil catorce en
el toca penal **********.

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5. En segunda instancia se consideró a ********** como


penalmente responsable del delito de homicidio calificado,
previsto y sancionado por los artículos 241, párrafo primero,
242, fracción II y 245, fracción II, del Código Penal vigente en
el lugar y época de los hechos, imponiéndole una pena
consistente en cuarenta y un años, diez meses y quince días
de prisión, y multa de cincuenta y dos mil, setecientos
veintiséis pesos con noventa y seis centavos.

II. TRÁMITE

6. Demanda de amparo. Por escrito presentado el veintidós de


mayo de dos mil catorce ante la autoridad responsable,
********** promovió juicio de amparo directo, señalando como
autoridad responsable a la Primera Sala Colegiada Penal de
Toluca del Tribunal Superior de Justicia del Estado de
México; como terceros interesados a ********** y **********; y
como acto reclamado la sentencia de nueve de abril de dos
mil catorce, dictada en el toca penal **********.

7. Por acuerdo de veintitrés de junio de dos mil catorce, la


Magistrada Presidenta del Tercer Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Segundo Circuito admitió la aludida
demanda, la cual se resolvió en sesión de seis de noviembre
del mismo año, en el sentido de negar el amparo solicitado.

8. Interposición del recurso de revisión. Inconforme con la


resolución anterior, el quejoso **********, mediante escrito
presentado el cinco de diciembre de dos mil catorce ante la

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Oficialía de Partes del Tercer Tribunal Colegiado en Materia


Penal del Segundo Circuito, interpuso recurso de revisión. En
atención a ello, en acuerdo de ocho de diciembre de dos mil
catorce, se ordenó la remisión de los autos a esta Suprema
Corte de Justicia de la Nación.

9. Trámite del recurso ante la Suprema Corte de Justicia de


la Nación. El Presidente de esta Suprema Corte de Justicia
de la Nación, mediante un acuerdo dictado el diecinueve de
enero de dos mil quince, ordenó la admisión del recurso y
que éste se radicara en la Primera Sala, atendiendo a la
materia del asunto; asimismo, que se turnara al Señor
Ministro José Ramón Cossío Díaz, en términos del artículo
81, párrafo primero, y 86, párrafo primero, del Reglamento
Interior de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

10. El trece de febrero siguiente, el Presidente de la Primera Sala


ordenó el avocamiento del recurso de revisión para ser
resuelto en esta sede. Asimismo, ordenó que en su
oportunidad se remitiera el asunto al ministro ponente para
que elaborara el proyecto de resolución correspondiente.

11. En sesión de seis de mayo de dos mil quince de esta Primera


Sala, se acordó por mayoría de tres votos, devolver los autos
a la Presidencia de esta Primera Sala para el returno del
asunto a uno de los Ministros para la elaboración de un
nuevo proyecto.

12. Por acuerdo de siete de mayo de dos mil quince, el


Presidente de esta Primera Sala ordenó el returno de los

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autos a la Ponencia de la Ministra Olga Sánchez Cordero de


García Villegas para la elaboración del proyecto
correspondiente.

III. COMPETENCIA

13. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación es competente para conocer del presente recurso de
revisión, en términos de lo dispuesto por los artículos 107,
fracción IX, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos; 81, fracción II y 96, de la Ley de Amparo, así
como el 21, fracción III, inciso a), de la Ley Orgánica del
Poder Judicial de la Federación; y conforme a lo previsto en
los Puntos Primero, Segundo, fracción III y Tercero, del
Acuerdo General Plenario 5/2013, publicado en el Diario
Oficial de la Federación el veintiuno de mayo de dos mil
trece.

14. Lo anterior, porque el recurso fue interpuesto contra una


sentencia pronunciada en un juicio de amparo directo,
promovido en contra de una sentencia de primera instancia,
dictada en un juicio penal, en contra de ese acto reclamado
se plantearon conceptos de violación relativos a que la
autoridad responsable violó sus derechos contenidos en los
artículos 1°, 14, 16, 17 y 20 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos; así como los numerales 7, puntos
del 1, 2, 3 ,4 5 y 6 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos; y 9, puntos 1, 2 3, 4 y 5 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Además, se

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estima innecesaria la intervención del Tribunal Pleno, debido


a que la materia sobre la que versa el amparo es de
naturaleza penal, la cual es de la especialidad de esta
Primera Sala.

IV. OPORTUNIDAD

15. La sentencia recurrida, emitida por el Tercer Tribunal


Colegiado en Materia Penal del Segundo Circuito, el seis de
noviembre de dos mil catorce, fue notificada por medio de
lista el catorce de noviembre de dos mil catorce1.

16. Posteriormente, el cuatro de diciembre de dos mil catorce, el


Tribunal Colegiado de Circuito del conocimiento, notificó
personalmente al quejoso por medio de su autorizado 2 al
momento de entregarle copias certificadas.

17. De acuerdo a lo anterior, debe tomarse para inicio del


cómputo del plazo para interponer recurso de revisión, la
fecha de la notificación personal, es decir, el día cuatro de
diciembre de dos mil catorce, pues es a partir de ésta que
tiene pleno conocimiento de la sentencia recurrida en cuanto
a su contenido.

18. Así, el plazo legal establecido en el artículo 86, de la Ley de


Amparo, para la interposición del recurso de revisión
transcurrió del lunes ocho de diciembre de dos mil catorce al
siete de enero de dos mil quince; de dicho plazo deben

1
Foja 342 del cuaderno de amparo **********.
2
Ibidem 356

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descontarse los días seis, siete, trece, catorce, así como del
dieciséis al treinta y uno de diciembre de dos mil catorce, el
uno, tres y cuatro de enero de dos mil quince, por haber sido
inhábiles, de conformidad con los artículos 19, de la Ley de
Amparo y 163 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación; por lo que si la parte quejosa, ahora recurrente,
presentó su escrito de expresión de agravios el cinco de
diciembre de dos mil catorce ante el Tribunal Colegiado de
Circuito del conocimiento, el recurso de revisión que ahora se
analiza, es oportuno, toda vez que su presentación se realizó
dentro del plazo legal establecido para tal efecto.

V. PROCEDENCIA

19. Análisis de los requisitos de procedencia. Por ser una


cuestión de orden público y estudio preferente, previo al
análisis de fondo deben estudiarse los requisitos de
procedencia.

20. En ese orden de ideas, debe partirse de que el Recurso de


Revisión en el Juicio de Amparo Directo, se encuentra
regulado en los artículos 107, fracción IX 3, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos; 81, fracción II 4 y
3
“Artículo 107. Las controversias de que habla el artículo 103 de esta Constitución, con
excepción de aquellas en materia electoral, se sujetarán a los procedimientos que determine
la ley reglamentaria, de acuerdo con las bases siguientes:
IX. En materia de amparo directo procede el recurso de revisión en contra de las sentencias
que resuelvan sobre la constitucionalidad de normas generales, establezcan la interpretación
directa de un precepto de esta Constitución u omitan decidir sobre tales cuestiones cuando
hubieren sido planteadas, siempre que fijen un criterio de importancia y trascendencia,
según lo disponga la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en cumplimiento de los
acuerdos generales del Pleno. La materia del recurso se limitará a la decisión de las
cuestiones propiamente constitucionales, sin poder comprender otras;”
4
“Artículo 81. Procede el recurso de revisión:
II. En amparo directo, en contra de las sentencias que resuelvan sobre la constitucionalidad
de normas generales que establezcan la interpretación directa de un precepto de la

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965 de la Ley de Amparo, y 21, fracción III, inciso a)6, de la


Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación; así como
en el Punto Primero del Acuerdo 9/2015, emitido por el
Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
el ocho de junio de dos mil quince, que establece lo siguiente:

“PRIMERO. El recurso de revisión contra las


sentencias que en materia de amparo directo
pronuncien los Tribunales Colegiados de Circuito es
procedente, en términos de lo previsto en los
artículos 107, fracción IX, constitucional, y 81,
fracción II, de la Ley de Amparo, si se reúnen los
supuestos siguientes:

a) Si en ellas se decide sobre la constitucionalidad o


inconstitucionalidad de una norma general, o se
establece la interpretación directa de un precepto
constitucional o de los derechos humanos establecidos
en los tratados internacionales de los que el Estado
Mexicano sea parte, o bien si en dichas sentencias se
omite el estudio de las cuestiones antes mencionadas,
cuando se hubieren planteado en la demanda de
amparo, y
b) Si el problema de constitucionalidad referido en el
inciso anterior entraña la fijación de un criterio de
importancia y trascendencia.”

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos o de los derechos humanos


establecidos en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, u
omitan decidir sobre tales cuestiones cuando hubieren sido planteadas, siempre que fijen un
criterio de importancia y trascendencia, según lo disponga la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, en cumplimiento de acuerdos generales del pleno.”
5
“Artículo 96. Cuando se trate de revisión de sentencias pronunciadas en materia de amparo
directo por tribunales colegiados de circuito, la Suprema Corte de Justicia de la Nación
resolverá únicamente sobre la constitucionalidad de la norma general impugnada, o sobre la
interpretación directa de un precepto de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos o de los derechos humanos establecidos en los tratados internacionales de los
que el Estado Mexicano sea parte.”
6
“Artículo 21.- Corresponde conocer a las Salas: --- III.- Del recurso de revisión contra
sentencias que en amparo directo pronuncien los tribunales colegiados de circuito: a)
Cuando habiéndose impugnado la constitucionalidad de un reglamento federal expedido por
el Presidente de la República, o de reglamentos expedidos por el gobernador de un Estado o
por el Jefe del Distrito Federal, o en los conceptos de violación se haya planteado la
interpretación directa de un precepto de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos en estas materias, se haya decidido o se omita decidir sobre la misma
inconstitucionalidad o interpretación constitucional.”

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21. De la lectura de los preceptos mencionados, se desprende


que las resoluciones en juicios de amparo directo que emitan
los Tribunales Colegiados de Circuito, no admiten ningún
recurso.

22. Sin embargo, se establecen excepciones, a saber:

a) Cuando subsista en el recurso de revisión el problema de


constitucionalidad de leyes.

b) Cuando en la sentencia impugnada se establezca la


interpretación directa de un precepto de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos.

c) Cuando el Tribunal Colegiado de Circuito, omita


pronunciarse en cualquiera de las materias precisadas en los
anteriores incisos, no obstante que en los conceptos de
violación se haya planteado la inconstitucionalidad de una ley
o la interpretación directa de un precepto de la Constitución.

23. En ese orden de ideas, para estar en aptitud de pronunciarse


esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación en torno a la procedencia, es necesario analizar el
contenido de los conceptos de violación, de las
consideraciones del Tribunal Colegiado de Circuito del
conocimiento, así como de los agravios, a efecto de confirmar
la existencia de planteamientos de constitucionalidad, propios
de la instancia de que se trata.

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VI. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS

24. Conceptos de violación. En los conceptos de violación que


hizo valer la parte quejosa en su demanda de amparo,
argumentó esencialmente lo siguiente:

Primer concepto de violación.

 Que la Sala responsable no contestó los agravios planteados


en su totalidad, así como no valoró correctamente las pruebas.

 Que la sala responsable no realizó un pronunciamiento


respecto a las circunstancias que rodeaban el hecho, ya que
no consideró la pelea que hubo, que las personas estaban
conviviendo sanamente, entre otras circunstancias.

Segundo concepto de violación.

 Que la sala responsable no respetó los derechos


fundamentales, ni sus derechos humanos, vulnerando el
principio de valoración de pruebas, el principio de presunción
de inocencia y el principio de mayor beneficio al reo.

 Que en juicio de amparo indirecto promovido por el quejoso, el


Juez de Distrito del conocimiento determinó que no hubo
acuerdo previo ni rudimentario entre los sentenciados para
privar de la vida a la víctima, pues ello fue consecuencia de la
pelea iniciada por **********.

 Que la Sala responsable no consideró que el quejoso llegó al


lugar de los hechos con la finalidad de convivir, por lo que no
se actualiza la figura jurídica del dolo, ya que no existió la
intención de privar de la vida al occiso.

 Que la Sala responsable no valoró correctamente las pruebas


testimoniales, el dictamen en mecánica de lesiones, así como
lo manifestado por la trabajadora social respecto de que fue
informado por los familiares del occiso, que éste había

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incurrido en una riña, por lo que incurrió en una valoración


subjetiva de como en realidad ocurrieron los hechos.

 Que la Sala responsable lo condenó sin haber analizado


correctamente el caso por un tipo penal que la misma estimó
acreditado pero sólo reiteró las consideraciones de primera
instancia.

 Asimismo, que la Sala responsable no debió otorgarle valor


probatorio a las segundas declaraciones de ********** y
**********, en virtud de que pasa por alto el principio de
inmediatez procesal, toda vez que los deposados vertidos con
posterioridad están encaminados a formular una imputación de
unos hechos que no les constan, por lo que dichas
declaraciones deben considerarse viciadas por carecer de los
elementos de espontaneidad y libertad, con lo que se violan las
reglas de la valoración de la prueba.

 Que con las declaraciones de los testigos **********, **********,


********** y ********** se acreditaba que el día de los hechos
ocurrió una pelea, por lo que debía concluirse que se produjo
una contienda de obra y un intercambio de agresiones con
intención de producirse un daño mutuo, con lo que se
configuraba la riña.

 De igual manera, menciona que no se surte la calificativa de


ventaja en el delito de homicidio, en virtud de que el quejoso y
su acompañantes acudieron al lugar de los hechos con la
intención de convivir, y no para privar de la vida a la víctima,
así como que el homicidio se dio en la modalidad de riña, ya
que fue el resultado de la contienda que se produjo en medio
de la excitación y arrebatamiento recíproco de uno y otro
grupo, con el ánimo de agredirse, ofender o agraviarse entre sí
pero no con el de lesionar o matar en específico; por lo que
debe ser excluida dicha agravante por no poder coexistir con la
riña.

 De acuerdo con lo expuesto, el quejoso aduce que la sentencia


es contraria a los artículos 14 y 16 de la Constitución General
de la República.

25. Consideraciones del Tribunal Colegiado de Circuito. El


Tercer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Segundo

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Circuito, negó el amparo y protección de la Justicia Federal


en el amparo directo **********, con base en las siguientes
consideraciones:

 El Tribunal Colegiado de Circuito consideró que los


conceptos de violación son infundados unos, inoperantes
otros y fundados pero inoperantes los restantes conceptos
de violación.

 Primeramente, el Tribunal Colegiado de Circuito del


conocimiento determinó que si los hechos delictivos que se
le atribuyen al quejoso **********, sucedieron el veintiuno de
agosto de dos mil diez, en el municipio de San Felipe del
Progreso, el cual pertenece al Distrito Judicial de Ixtlahuaca,
Estado de México de conformidad con el artículo 11,
fracción V, de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado
de México, era inconcuso que el estudio de este asunto
debía verificarse conforme a la redacción anterior a la
reforma constitucional de dieciocho de junio de dos mil
ocho, debido a que el nuevo sistema de justicia penal entró
en vigor en Ixtlahuaca, Estado de México, el uno de octubre
de dos mil diez.

 Así, en lo referente al concepto de violación en el que el


quejoso adujo transgresión al artículo 1°, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, el Tribunal
Colegiado de Circuito precisó que era infundado, porque
acorde a las constancias que la responsable adjuntó al
informe justificado, se apreció que el solicitante del amparo
gozó de los derechos humanos y prerrogativas que le otorga
la Constitución; además, no se aprecia acto de
discriminación alguno, emitido en su contra, tendente a
anular o menoscabar sus derechos.

 Siguiendo con lo anterior, consideró que la violación a los


derechos humanos establecidos en dicho numeral
constitucional, sólo puede entenderse, en relación directa
con las libertades que la propia Constitución Federal
consagra y advertirse de un estudio conjunto de dicho
ordinal con la correlativa libertad que se arguye violada, por
lo que es factible advertir que no se violentó el numeral en
comento de la Constitución General de la República.

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 Asimismo, sostuvo que de la modalización deóntica del


numeral antes citado, tiene como paradigma básico la
obligación por parte de las autoridades de armonizar las
disposiciones constitucionales con el derecho internacional
de los derechos humanos, a efecto de que se respeten,
protejan, garanticen y satisfagan estos últimos; por ello,
además de que a los tratados internacionales que
contengan disposiciones inherentes a derechos humanos se
les otorga rango constitucional, se establece el uso de la
interpretación conforme y del principio “pro persona”, esto
quiere decir que, el operador jurídico se encuentra obligado
no sólo a armonizar las normas de derechos humanos,
independientemente de su origen constitucional o
internacional, con el resto del contenido de la Constitución
General de la República y con los Tratados de Derechos
Humanos, sino que también, el sentido de tal armonización
debe ser tal que privilegie aquél que otorgue un mayor
beneficio a las personas, esto es, que maximice dentro de
los márgenes posibles a favor de la libertad, lo que
constituye la esencia del principio “pro persona”.

 De igual manera precisó que en caso de la existencia de un


conflicto normativo, no sólo debe prevalecer la norma
Constitucional o Internacional -sobre derechos humanos-,
sino que la interpretación que se haga de aquellas deberá
realizarse de conformidad a las disposiciones sobre
derechos humanos, y como resultado, derivar en la
interpretación y aplicación más favorable a la persona -
principio pro persona-; en sentido complementario, en caso
de que una norma limite o restrinja el ejercicio de
determinado derecho humano, deberá interpretarse y
aplicarse la norma que en menor grado minimice el goce del
derecho humano en restricción.

 De acuerdo con lo anterior, sostuvo que el principio “pro


persona” tiene como fin primordial, que el operador jurídico
opte por la interpretación y aplicación de la norma que
conduzca a la optimización de una mejor y más amplia
protección de los derechos fundamentales, descartando así
las que restrinjan o limiten su ejercicio, por ende, dicha
optimización conlleva de ser necesario y posible, a ampliar o
extender el sentido y alcance del derecho humano en
análisis.

 Sobre este mismo punto señaló que la aplicación del


principio “pro persona” reviste dos variantes: 1) La

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preferencia interpretativa: que opta por la interpretación que


más optimice un derecho humano; y 2) La preferencia de
normas: aplicada para escoger la ley más favorable a la
persona, con independencia de su jerarquía normativa.

 Respecto del principio de interpretación de la norma más


favorable a la persona humana, el Tribunal Colegiado de
Circuito del conocimiento indicó que el artículo 29, de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, ha sido
utilizado para fijar criterios de interpretación encaminados a
la aplicación de la norma más favorable a la tutela de los
derechos humanos -principio pro persona-; así como que en
ese sentido se pronunció esta Primera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, al resolver la contradicción
de tesis 259/2011, al sostener que la obligación de los
tribunales es aplicar aquella norma que mejor proteja o
menos restrinja los derechos humanos, sin importar que se
trate de una norma nacional o internacional, pues lo que
debe favorecerse siempre es la protección a la persona.

 Así, el Tribunal Colegiado de Circuito del conocimiento,


precisó que este Alto Tribunal, estableció que la jurisdicción
nacional se ve complementada con la jurisdicción
internacional y que, incluso, esta última puede actuar de
manera subsidiaria cuando la jurisdicción nacional sea
insuficiente en la resolución de un conflicto o cuando no se
tenga un recurso interno de solución.

 De acuerdo a lo anterior, el Tribunal Colegiado de Circuito


consideró que ello es lo que se entiende como control de
convencionalidad, el cual se define como la interpretación
de derechos y libertades acorde a tratados internacionales.

 Asimismo, el Tribunal Colegiado de Circuito mencionó la


metodología hermenéutica que se debe llevar a cabo en el
control de convencionalidad ex oficio.

 Por otra parte, consideró que también resultaban infundados


los argumentos del quejoso, en tanto afirma que se viola en
su perjuicio el artículo 14, Constitucional, en virtud de que
de las constancias que integran la causa penal ********** y
el toca de apelación **********, no advirtió en perjuicio del
quejoso, aplicación retroactiva de la ley ni inobservancia a
las formalidades esenciales del procedimiento referidas en
los párrafos primero y segundo, del artículo 14, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

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 Lo anterior porque señaló que este Alto Tribunal ha


determinado que fueron colmados, pues por cuanto hace a
la notificación de inicio del procedimiento y consecuencias,
se advierte que en audiencia celebrada el quince de junio de
dos mil once, estuvo asistido del defensor de oficio, en la
cual se negó a declarar, donde se le informó que el agente
del Ministerio Público ejerció acción penal en su contra, al
considerarlo penalmente responsable en la comisión del
delito de homicidio calificado, así como de las personas que
deponían en su contra.

 Siguiendo con lo anterior, estimó que se le enteró al quejoso


sobre los derechos que como inculpado establece a su favor
el apartado “A”, del artículo 20, de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos (en su texto anterior a la
reforma de dieciocho de junio de dos mil ocho), que
enmarcan las consecuencias derivadas del procedimiento
iniciado en su contra, dentro de ellos, reservarse el derecho
a declarar y designar defensor, o en su caso, que se le
asignara uno de oficio, por lo cual designó a este último,
quien lo asistió en diversas diligencias celebradas durante el
proceso y en otras por un defensor particular, por lo que
siempre estuvo legalmente asistido por un licenciado en
derecho.

 Respecto de la oportunidad de ofrecer y desahogar pruebas


en que fincara su defensa, el Tribunal Colegiado de Circuito
consideró que se respetó tal prerrogativa, en la etapa de
instrucción, se admitieron y desahogaron conforme a
derecho las pruebas ofertadas, así como tuvo la oportunidad
de alegar previa vista que se le dio con las conclusiones
acusatorias que formuló en su contra el agente del
Ministerio Público adscrito al juzgado, incluso, el
sentenciado **********, por conducto de su defensor
particular, formuló las de inculpabilidad.

 Asimismo, el Tribunal Colegiado de Circuito señaló que el


nueve de enero de dos mil catorce, se dictó la resolución
que dirimió en primera instancia el proceso penal incoado en
su contra, en que se consideró al quejoso, penalmente
responsable en la comisión del delito de homicidio
calificado, por el que se le siguió proceso. Además, se le
respetó su potestad de impugnar dicha resolución ya que en
su contra interpuso recurso de apelación, del cual conoció la
Primera Sala Colegiada Penal de Toluca del Tribunal

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Superior de Justicia del Estado de México, en el toca


**********, quien el nueve de abril de dos mil catorce,
modificó la de primera instancia.

 De igual forma, el Tribunal Colegiado de Circuito en


atención al derecho de exacta aplicación de la ley prevista
en el párrafo tercero, de dicho numeral constitucional,
consideró que es infundado el concepto de violación, porque
en la sentencia reclamada no hubo una aplicación por
analogía ni por mayoría de razón y menos aún por conducta
no prevista en una ley, pues los hechos que se atribuyen al
quejoso, encuadran en la hipótesis prevista en los artículos
241 y 242, fracción II, del Código Penal para el Estado de
México, vigente al momento de ocurrido el evento delictivo.

 Por otra parte, señaló que era infundado el concepto de


violación en el que el quejoso hizo valer de manera genérica
la violación en su perjuicio del artículo 16, Constitucional,
con motivo de la emisión de la resolución reclamada; en
virtud de que advirtió que no se vulneró en perjuicio del
quejoso dicho numeral, porque la autoridad responsable
respetó los derechos humanos de legalidad, certeza jurídica
y exacta aplicación de la ley penal, en virtud de que citó las
normas legales que consideró aplicables al caso, tanto de
naturaleza sustantiva como adjetiva (fundamentación);
además, vertió los argumentos jurídicos por los que
igualmente estimó que la conducta desplegada por el sujeto
activo, encuadra en las hipótesis normativa que en abstracto
describe la ley penal, haciendo la valoración respectiva de
cada uno de los medios de prueba que invocó en su
resolución conforme a las reglas establecidas en los
artículos 254 y 255, del Código de Procedimientos Penales
en el Estado de México, abrogado.

 En lo que respecta al argumento del quejoso referente a la


violación a los artículos 7, puntos 1, 2, 3, 4, 5 y 6, de la
Convención Americana de Derechos Humanos y 9, puntos
1, 2, 3, 4 y 5, del Pacto internacional de Derechos Civiles y
Políticos, porque nadie puede ser sometido a una detención
arbitraria, dado que las violaciones cometidas contra un
derecho humano, como es la libertad personal, constituye
privación de protección superior, jurídica y axiológicamente;
el Tribunal Colegiado de Circuito consideró que dichos
conceptos de violación son infundados.

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 Lo anterior porque señaló el Tribunal Colegiado de Circuito


del conocimiento que la Constitución General de la
República reconoce los derechos humanos, a fin de
mantener las condiciones mínimas indispensables para
asegurar el desarrollo de la vida de la persona en libertad,
conforme a su inherente dignidad.

 Así, la libertad personal comprende la posibilidad y el


ejercicio positivo de todas las acciones dirigidas a
desarrollar las aptitudes y elecciones individuales que no
pugnen con los derechos de los demás, ni entrañen abuso
de los propios.

 Siguiendo con lo anterior, determinó que la libertad personal


es un derecho humano que ha vivido un proceso evolutivo
de reconocimiento y protección en la Constitución Política
de los Estados Unidos, conforme además al Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, así como a la
Convención Americana sobre Derechos Humanos. Este
desarrollo obedeció a la constante histórica de abusos en el
ejercicio del poder; frente a ello, las normas constitucionales
y convencionales han excluido la posibilidad de que se
atente de manera arbitraria contra la libertad de las
personas.

 Siguiendo con lo anterior, indicó que la libertad personal


converge en materia penal con los diversos principios
fundamentales de legalidad y seguridad, conforme a los
artículos 14, párrafo segundo, y 16, primer párrafo, de la
Constitución Federal, así como que en este contexto
constitucional, el derecho humano de libertad personal, es
reconocido como de primer rango y sólo puede ser limitado
bajo determinados supuestos de excepcionalidad, en
armonía con la Constitución Federal y los instrumentos
internacionales en la materia, de manera que se
salvaguarde su reconocimiento y protección de la manera
más amplia, precisamente, bajo el establecido eje rector del
primer precepto constitucional -principio pro persona-.

 Por su parte, precisó que de acuerdo con el artículo 9, del


Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, todo
individuo tiene derecho a la libertad y a la seguridad
personales, nadie podrá ser sometido a detención o
privación de la libertad arbitrarias y sólo podrá ser privado
de ésta, por las causas fijadas por la ley y con arreglo al
procedimiento establecido en ella.

17
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

 Asimismo, destacó que el Comité de Derechos Humanos de


la Organización de las Naciones Unidas, ha precisado que
el término arbitrario no es sinónimo de ilegal, sino que
denota un término más amplio, pues aunque parece
adecuado estimar que una detención ilegal es casi siempre
arbitraria, una detención o privación de la libertad hecha de
acuerdo con la ley puede ser arbitraria. Por tanto, una
detención será ilegal cuando se efectúe con motivos o
procedimientos distintos a los prescritos en la ley, y
conforme a una ley cuya finalidad fundamental sea
incompatible con el respeto del individuo, a la libertad y a la
seguridad.

 Sobre este mismo punto, sostuvo que del artículo 7, de la


Convención Americana sobre Derechos Humanos, se
advierte esencialmente que se establece como derecho de
las personas, la prohibición de ser privado de su libertad
física, salvo por las causas y en las condiciones fijadas de
antemano por las Constituciones Políticas de los Estados
parte o por las leyes dictadas conforme a ellas y la de ser
sometido a detención o encarcelamiento arbitrario.

 De acuerdo con lo antes expuesto, determinó que de


conformidad con el texto constitucional y los instrumentos
internacionales ratificados por México, antes mencionados,
la privación de la libertad personal sólo puede efectuarse
bajo las propias delimitaciones excepcionales conforme al
propio marco constitucional, es decir, a partir del estricto
cumplimiento de determinados requisitos y garantías. En
caso contrario, se estará ante una detención o privación
ilegal de la libertad que se encuentra prohibida tanto a nivel
nacional como internacional.

 Por otra parte, en lo que respecta al concepto de violación


en el que el quejoso adujo que fue detenido arbitrariamente,
el Tribunal Colegiado de Circuito consideró que el quejoso
fue afectado en su libertad personal, a consecuencia de la
orden de aprehensión librada en su contra, por el Juez
Penal de Primera Instancia del Distrito Judicial de
Ixtlahuaca, Estado de México, por ende, la detención del
quejoso de mérito, no contiene violación alguna a los
derechos humanos ni constitucionales, al estar prevista en
el artículo 16, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos; de ahí que entonces, la detención que
se hizo de su persona, se verificó en forma legal.

18
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

 En lo que respecta al concepto de violación referente a que


la Sala responsable, no dio contestación a la totalidad de los
agravios que formuló en el recurso de apelación; el Tribunal
Colegiado de Circuito consideró que era infundado, en virtud
de que la Primera Sala Colegida Penal de Toluca, del
Tribunal Superior de Justicia del Estado de México, dio
respuesta a los agravios que formuló el quejoso, en el
recurso de apelación que interpuso, así como el Tribunal
Colegiado de Circuito del conocimiento precisó que la
respuesta era correcta.

 Por lo que atañe a la violación del artículo 17, de la


Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que
alegó el quejoso, el Tribunal Colegiado de Circuito sostuvo
que es infundado, en razón de que no se observa que se
efectuara justicia de propia mano o que se ejerciera
violencia para reclamar algún derecho, además, es claro
que el Juzgado Penal de Primera Instancia del Distrito
Judicial de Ixtlahuaca, Estado de México, donde se instruyó
la causa **********, al quejoso, así como la Primera Sala
Colegiada Penal de Toluca del Tribunal Superior de Justicia
del Estado de México, al resolver el recurso de apelación
interpuesto por el ahora quejoso, constituyen tribunales
expeditos para impartir justicia y ésta se aplicó en el término
que fija la propia ley fundamental, habiéndose emitido la
sentencia que aquí se reclama, oportuna, completa, e
imparcialmente, aspecto este último que no se trasgredió
con el hecho de valorar los medios de prueba, de manera
contraria a los intereses del sentenciado, pero bajo las
directrices legales correspondientes, pues de considerarse
así, cualquier autoridad que actuara en esos términos se
tacharía de parcial, en contravención a los ordenamientos
procedimentales que rigen su actuación.

 Asimismo, determinó que no existe indicio alguno de que al


quejoso se le coaccionara a pagar costa alguna por el
servicio proporcionado en esos tribunales, quienes sí
cumplieron con su obligación de administrar justicia.

 En lo que respecta a la violación del ordinal 20,


Constitucional, el Tribunal Colegiado de Circuito estimó que
era infundada, dado que de las constancias de autos se
advierte que la autoridad responsable cumplió a cabalidad
con los derechos que consagra dicho numeral a favor de
todo inculpado y a los que tuvo derecho, puesto que no fue

19
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

obligado a declarar, tan es así, que se reservó hacerlo,


menos aún se observa que haya sido incomunicado,
intimidado o torturado, apreciándose que en todas sus
intervenciones estuvo asistido en algunas de ellas por el
defensor de oficio y en otras, por el defensor particular, que
él mismo designó, también se le hizo saber oportunamente,
antes de declarar en vía de preparatoria, el nombre de quien
deponía en su contra, la naturaleza y la causa de su
acusación, de lo que se infiere que tuvo conocimiento del
hecho imputado, a su vez, se hizo de su conocimiento el
derecho que le asistía para que de solicitarlo, pudiera ser
careado con los testigos de cargo y ofrecer testigos, al igual
que fue juzgado en audiencia pública por una autoridad
judicial perteneciente a la jurisdicción en la que se cometió
el ilícito, al tiempo que de manera alguna se advierte que no
le hayan sido facilitados todos los datos que solicitó para su
defensa y constaran en el proceso; por otro lado, la Sala
responsable, valoró en forma correcta las pruebas con que
contó para la emisión del acto reclamado, por cuanto hace a
la acreditación del delito de homicidio calificado, así como la
responsabilidad penal del sentenciado en la comisión del
mismo, como más adelante se demostrará.

 En otra tesitura, el Tribunal Colegiado de Circuito sostuvo


que de los numerales 16 y 19, de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, (anterior a las reformas de
dieciocho de junio de dos mil ocho), se desprende que el
análisis del cuerpo del delito es exclusivo de las
resoluciones correspondientes a las órdenes de
aprehensión y comparecencia, así como en las de plazo
constitucional, ya que el estudio mediante el cual se
comprueba el cuerpo del delito debe ser distinto de aquel
que el juez realiza cuando emite la sentencia definitiva. Ello,
porque esto último únicamente tiene carácter presuntivo,
pues no comprende el análisis que supone la acreditación
de la comisión de un delito.

 Siguiendo con lo anterior, indicó que la demostración de los


elementos del tipo penal sólo debe realizarse en la
sentencia definitiva, al comprender la aplicación de un
estándar probatorio más estricto, en virtud de que la
determinación de la existencia de un delito implica
corroborar que existió una conducta (acción y omisión),
típica, antijurídica y culpable.

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

 De acuerdo a lo antes expuesto, estimó que si bien la Sala


de apelación en la resolución que constituye el acto
reclamado modificó la sentencia de primera instancia, en la
que analizó el cuerpo del delito de homicidio calificado, ello
no causaba perjuicio a la parte quejosa, al grado de
otorgarle el amparo para el efecto de que la autoridad funde
y motive el acto, si de la lectura del acto reclamado, aparece
que la responsable estudió el conjunto de elementos
objetivos y normativos del tipo penal.

 No obstante lo anterior, consideró que no se aprecia


alteración sustancial de hechos o infracciones a las
disposiciones que norman el ejercicio del arbitrio judicial, o
bien, a las reglas de la lógica, tan es así, que la estricta
valoración del material probatorio que obra en el sumario,
legalmente permitió a la Sala responsable, en términos de
los artículos 121, 124 y 128, del código adjetivo de
referencia, la demostración de los elementos constitutivos
del delito de homicidio calificado.

 Así, el Tribunal Colegiado de Circuito del conocimiento


consideró que las diversas pruebas en que se sustentó la
sentencia reclamada, para tener por justificados los
elementos del delito en comento, fueron valoradas
correctamente por la responsable, al advertir del mismo
modo en que lo hizo el Juez de primera instancia, que se
desahogaron bajo las formalidades legales que establece
para cada una de ellas el Código de Procedimientos
Penales para el Estado de México, abrogado, lo que le
permitió arribar válidamente a la conclusión sobre el hecho
cierto y circunstanciado que tuvo por demostrado.

 Asimismo, precisó que era correcta la determinación de la


Sala responsable para acreditar los elementos del delito
considerando las siguientes probanzas: 1)Traslado del
personal de actuaciones, inspección ministerial del cadáver;
2) El acta médica de veintidós de agosto de dos mil diez, 3)
El dictamen de necropsia de veintidós de agosto de dos mil
diez, 4) El dictamen pericial en materia de criminalística de
campo y fotografía forense, de veintidós de agosto de dos
mil diez; 5) El dictamen pericial en materia de mecánica de
lesiones de tres de diciembre de dos mil doce; 6) El
dictamen en materia de criminalística de campo de siete de
marzo de dos mil once; 7) Informe pericial en materia de
criminalística de campo, de siete de octubre de dos mil diez;
8) Dictamen pericial en materia de toxicología, de

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

veinticuatro de agosto de dos mil diez; 9) Inspección


practicada por el agente del Ministerio Público, en el lugar
de los hechos localizado; 10) Inspección practicada por el
representante social en el lugar de los hechos, 11) Dictamen
pericial en materia de fotografía forense; 12) Declaraciones
ministeriales de los atestes de identidad ********** y
**********de apellidos **********, de veintidós de agosto de
dos mil diez, quienes en esencia reconocieron el cadáver
del occiso; 13) Declaraciones de **********, **********,
**********, **********, el menor testigo ********** asistido por su
madre, el menor testigo **********, asistido por su madre, así
como los careos respectivos.

 De acuerdo con lo anterior, el Tribunal Colegiado de Circuito


estimó que se acredita la conducta delictiva, al quedar
acreditado, que el sujeto activo realizó movimientos
corpóreos para privar de la vida al menor occiso, ya que lo
lesionó con una varilla o barreta metálica por el golpe que le
propinó en la cabeza, lo que provocó un hematoma subdural
agudo secundario a un traumatismo craneoencefálico, el
cual se clasificó de mortal.

 Por otra parte, el Tribunal Colegiado de Circuito del


conocimiento determinó que era correcta la precisión de la
autoridad responsable, al tener por actualizada la calificativa
de ventaja, pues de acuerdo a la forma en que se perpetró
el ilícito, el quejoso no corrió algún riesgo de ser muerto o
lesionado por el ofendido.

 Sobre este mismo punto, estimó que era adecuado el


señalamiento de la responsable en el sentido de que para
que se configure la calificativa de ventaja, en la época en
que ocurrieron los hechos, es indispensable que se colmen
dos elementos: uno de tipo material, en donde el o los
agresores se encuentran provistos de armas u objetos
lesivos o alguna circunstancia que denote superioridad, en
tanto que el pasivo se encuentra inerme; y el segundo, de
carácter subjetivo, entendiéndose como la plena conciencia
que debe tener él o los activos acerca de su superioridad
sobre la víctima, que resulta determinante para consumar la
agresión, la nula o escasa posibilidad de que ésta sea
repelida y el o los agresores resulten muertos o lesionados
por el agredido.

 Así, sostuvo que la víctima no contaba con instrumento


alguno con el cual pudiera ocasionar al activo lesiones de

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

igual magnitud como la provocada en su persona, pues se


encontraba desarmado, por lo que era correcta la
determinación de la Sala para estimar la ventaja que tenía el
activo sobre el pasivo, al emplear una barreta o varilla
metálica, en ese sentido es que sostuvo que la calificativa,
queda plenamente justificada, lo cual se demuestra con las
declaraciones de **********, ********** y ********** de apellidos
**********; **********; los menores ********** y **********; así
como ********** (padre), quienes observaron cuando el
quejoso traía una barreta con la cual le pegó en la cabeza el
menor occiso, lo que de acuerdo con el dictamen de
necropsia, el pasivo falleció a consecuencia del conjunto de
alteraciones tisulares, ocasionada por hematoma subdural
agudo, secundario a un traumatismo craneoencefálico, la
que de acuerdo con su naturaleza, la clasificó de mortal.

 Aunado a lo anterior, el Tribunal Colegiado de Circuito indicó


que con el uso de la barreta por parte del activo, el occiso
no tuvo oportunidad de defenderse, pues no existe medio de
prueba alguno que lo corrobore, por el contrario, los citados
atestes mencionan que el pasivo al sentir la agresión, se
hacía para atrás tratando de esquivarlo; aunado a que los
testigos también refieren que el justiciable regresó a su
camioneta para agarrar la barreta o varilla metálica que traía
en la misma, para después dirigirse con el ofendido y
golpearlo en la cabeza, con lo cual se establece que tuvo
conocimiento de la superioridad por el instrumento que traía,
pues éste lo colocó en un plano de superioridad e
invulnerabilidad con relación al pasivo.

 Por otra parte, el Tribunal Colegiado de Circuito sostuvo que


no compartía también la acreditación de la calificativa de
ventaja, que adujo la responsable, respecto a la
superioridad numérica, por el hecho de que tres de las cinco
personas que acompañaban al ofendido, por su condición
física no contaban con la capacidad o la fuerza necesaria
para compararse con un adulto, puesto que dos tenían
catorce años y uno no se pudo establecer su identidad
completa, tampoco su edad, pues solo se dijo que era un
niño, en tanto que el quejoso llegó acompañado de **********
y ********** de apellidos ********** y del entonces menor
**********; puesto que tal argumento, en primer término este
Tribunal Colegiado lo considera subjetivo, al no existir medio
de convicción que lo corrobore; y por otro lado, precisó que
la tesis que menciona en la sentencia reclamada, de rubro:
“HOMICIDIO O LESIONES CALIFICADOS CON VENTAJA.

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

LA SUPERIORIDAD POR EL NÚMERO DE LOS QUE


ACOMPAÑAN A LOS ACTIVOS SE INTEGRA AUN
CUANDO LOS QUE SE ENCUENTREN CON EL PASIVO
SEAN MÁS, SI ÉSTOS SON MENORES DE EDAD
(LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE PUEBLA)”, de su
contenido se aprecia, que hace mención a que los pasivos
estaban acompañados de niños, siendo que en la especie,
sólo está demostrado la existencia de un niño que
acompañaba al difunto, pues los menores ********** y
********** tenían catorce años.

 Así, el Tribunal Colegiado de Circuito estimó que de las


probanzas antes reseñadas, adminiculadas de una manera
lógica y natural por la Alzada, resultan idóneas y suficientes
para tener por comprobados los elementos del delito de
homicidio calificado, con lo cual se vulneró el bien jurídico
que la norma penal tutela, consistente en la vida de las
personas.

 Por otra parte, precisó que quedaba demostrada la


responsabilidad penal del quejoso, en la comisión del delito
de homicidio calificado; determinación que obtuvo del
resultado de la adminiculación lógica, natural y
jurídicamente razonada de las pruebas desahogadas en la
causa de origen, para cuyos efectos se remitió a los mismos
medios de convicción considerados y valorados al analizar
los elementos del delito citado.

 Sobre este mismo punto, indicó que era correcta la


intervención en calidad de autor material del ahora quejoso,
en la comisión del delito que le es imputado, misma que no
vulnera derechos humanos, pues del análisis lógico y
conjunto de los diversos medios probatorios que se
desahogaron en el procedimiento, ponen de relieve que en
el delito de homicidio calificado, el quejoso, al momento de
la comisión, se condujo como autor material, puesto que fue
el sujeto que realizó la conducta ilícita que trajo como
consecuencia el deceso del menor por el golpe en la cabeza
que recibió con una varilla o barreta metálica, lo que
ocasionó que perdiera la vida a consecuencia de un
hematoma subdural agudo, secundario a un traumatismo
craneoencefálico, la cual por su naturaleza se clasificó de
mortal.

 Asimismo, estimó que es correcto que la Sala responsable


considerara que la conducta del quejoso, fue de carácter

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

dolosa, al acreditarse con los diversos medios de prueba,


que fue la persona que conociendo los elementos
descriptivos del tipo penal, con la intención consciente y
voluntaria de causar lesiones graves al pasivo, queriendo el
resultado lesivo que fue la privación de la vida del menor, de
lo que se actualiza el elemento subjetivo de dolo. Sin que
obste a lo anterior, la narrativa con la cual el quejoso
pretendió demostrar que el día de los hechos, junto con sus
acompañantes fueron agredidos por los integrantes de la
banda ********** y que ellos sólo se cubrieron de los golpes
que recibieron, en virtud de que carece de espontaneidad,
toda vez que fue vertida en base al interrogatorio que le
formuló el defensor, lo que hace presumir reflexión e
incluso aleccionamiento; y que aun cuando tal versión, la
sostuvo en el proceso e incluso en los careos que desahogó
con **********, ********** y ********** (hermano) de apellidos
**********, **********, ********** y **********, lo cierto es, que al
no aportar probanza alguna que justifique su versión,
prevalecen las imputaciones existentes en su contra por los
citados testigos de cargo.

 Lo anterior porque la negativa del justiciable, no quedó


acreditada con medio de convicción alguno, no obstante que
aportó a su favor la documental pública consistente en el
recibo único **********, de veintidós de agosto de dos mil
diez, expedido por el Instituto de Salud del Estado de
México, Hospital de San Felipe del Progreso, Estado de
México, referente al servicio de consulta de urgencias;
probanza no resulta suficiente para desvirtuar las
imputaciones existentes en su contra, pues la citada
documental pública, únicamente demuestra que el quejoso,
se presentó a consulta al servicio de urgencias en el
Hospital de San Felipe del Progreso, Estado de México, el
veintidós de agosto de dos mil diez, y que por la misma
pagó la suma de ciento diez pesos, sin que se mencione el
estado físico, así como las lesiones que hubiere presentado
en esa data. Lo mismo acontece, respecto a la certificación
del Secretario del Juzgado del Proceso, que realizó en
audiencia de dieciséis de junio de dos mil once, respecto a
una cicatriz blanquizca que presentó el quejoso, haya tenido
como origen la lesión supuestamente producida el día de los
hechos, tampoco el que se la haya ocasionado el ofendido o
sus acompañantes.

 Por otra parte, consideró que el quejoso pretendió justificar


su negativa, con lo declarado por **********, **********,

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

********** y **********, mismas declaraciones que el Tribunal


Colegiado de Circuito consideró correcta que la Sala
responsable no les otorgara eficacia probatoria para los
fines pretendidos por el quejoso, al no haber sido
presenciales de los hechos, puesto que como las mismas
testigos lo mencionan, vieron al quejoso, después de que
ocurrieron éstos, por ende, se convierten en testigos de
oídas, aunado, a que sus deposados no desvanecen las
imputaciones vertidas por los testigos de cargo en contra del
justiciable, porque desde una perspectiva lógica la aparición
posterior de versiones contrarias a los declarantes de cargo
lleva implícita también la afirmación de los deponentes en el
sentido de que los testigos que imputan el hecho mienten o
no dicen la verdad, lo que a su vez implicaría admitir la
pretensión dañada de perjudicar deliberadamente al
inculpado, por tanto, quien pretende controvertir las
imputaciones de cargo, debe no sólo limitarse a sostener
una versión impuesta, sino además justificar la posible
animadversión o el motivo por el cual los testigos de cargo
habrían de señalar a una persona distinta del verdadero
culpable o autor del hecho imputado, empero, si en la
especie sólo se allegaron testimonios de descargo, que
contradicen la imputación, sin aportar dato alguno del por
qué los imputadores pudieran mentir o tener razones para
inculpar equivocada o indebidamente al justiciable, es claro
que de la confronta de ambos tipos de narrativas deben
prevalecer aquellos que provienen de los testigos de cargo,
sobre todo cuando las versiones de éstos están
corroborados con el resto del material probatorio, como
acontece en el caso; máxime que los deposados de
**********, **********, ********** y **********, fueron vertidos
después de un año de ocurridos los hechos, aunado a que
no están corroborados con otros elementos de convicción,
de lo que se presume que fueron previamente aleccionados
para exculpar al sentenciado.

 Por lo antes expuesto, el Tribunal Colegiado de Circuito,


estimó que las aseveraciones de los citados testigos de
descargo, resultan insuficientes para corroborar la narrativa
del quejoso, así como para desvirtuar el material probatorio
que obra en su contra, motivo por el cual, la autoridad
responsable luego del análisis de las pruebas existentes en
la causa penal, de su valoración lógica y jurídica,
correctamente tuvo por demostrado que fue el aquí quejoso,
quien perpetró el ilícito en estudio, de forma dolosa, toda
vez que el quejoso, actuó con pleno conocimiento de los

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

elementos del delito; de ahí que resulte infundado el motivo


de disenso relativo a que no se actualiza la figura del dolo,
al no existir la intención de privar de la vida al ahora occiso.

 Por otra parte, el Tribunal Colegiado de Circuito determinó


que en el caso se hubiese actualizado alguna causa de
exclusión del delito ni de inimputabilidad.

 Por otra parte, el Tribunal Colegiado de Circuito


consideró que a pesar de que el sentenciado adujo ser
indígena **********; no era dable otorgarle tal carácter a
dicha persona, pues dicha circunstancia no está
demostrada plenamente en el sumario y ello no vulnera
derechos humanos en perjuicio del justiciable.

 Siguiendo con lo anterior, el Tribunal Colegiado de Circuito,


sostuvo que cuando un procesado aduce ser indígena el
órgano jurisdiccional del conocimiento debe indagar si tiene
dicha calidad o no y si en consecuencia, cuenta con el
derecho a gozar de las prerrogativas que a favor de éstos
consagra el artículo 2°, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos.

 Así, precisó que no obstante, la aludida demostración debe


efectuarse a partir de diversos elementos, a fin de
establecer si el sujeto, conforme a sus parámetros
culturales, comprende el contenido y alcance de las normas
que le son aplicables y así, estar en aptitud de determinar si
se le otorgan o no de los derechos que como indígena le
corresponderían.

 Sobre este punto, el Tribunal Colegiado citó la


jurisprudencia 1a./J. 59/2013 emitida por esta Primera Sala
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, así como las
consideraciones que dieron origen a la misma concluyendo
que la apreciación de si existe o no existe una
autoadscripción indígena en un caso concreto, debe
descansar en una consideración completa del caso, basada
en constancias y actuaciones y debe realizarse con una
actitud orientada a favorecer la eficacia de los derechos de
las personas, sobre todo en casos penales y en aquellos
que, “prima facie”, parecen involucrar a grupos
estructuralmente desaventajados; pues es evidente que el
más Alto Tribunal del país, ha establecido que para
otorgarle a una persona la calidad de indígena, se requiere

27
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

que existan constancias y actuaciones que así lo


comprueben.

 Así, sostuvo que si bien de autos se observa que el


justiciable al declarar en preparatoria, adujo pertenecer
a una etnia indígena, específicamente a la **********; sin
embargo, señaló que para determinar que el quejoso
tiene la calidad de indígena, no se debe considerar
únicamente dicha manifestación, pues si bien es cierto
que el accionante del amparo la efectuó, también lo es,
que esa circunstancia no es determinante para
establecer que cuenta con el carácter de indígena,
porque lo que se debe de considerar, como lo ha
sostenido la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es
si en el caso concreto, existen constancias o
actuaciones que así lo demuestren.

 Conforme a lo expuesto, indicó que en la especie no se


aprecia que obre constancia o actuación alguna, que
permita efectuar una apreciación de si existe o no la
autoadscripción indígena que adujo el quejoso, entonces no
es dable estimar que tenga tal calidad; además, de que se
aprecia que entiende perfectamente el español, pues al
declarar en preparatoria adujo, que hablaba poco el dialecto
**********.

 Por otra parte, en lo referente a que el quejoso adujo que de


un correcto análisis de los testigos de los hechos, se
concluye que ********** (padre), no presenció los hechos
delictivos, tampoco intervino en los mismos, como lo adujo
la Sala, ya que los testigos **********, **********, ********** y
**********, coinciden en señalar que no estuvo porque no lo
vieron, ni se percataron cuando supuestamente cubrió a su
hijo para que no lo siguieran agrediendo; el Tribunal
Colegiado de Circuito consideró que era infundado.

 Lo anterior porque ********** (padre), no fue testigo


presencial de los hechos, pues como lo mencionan los
citados atestes, llegó al lugar después de que fue lesionado
el hoy occiso; sin embargo, lo inoperante del argumento
deriva en que la responsabilidad penal del quejoso, en la
comisión del delito de homicidio calificado que se le
atribuye, se acredita con las imputaciones de los atestes
**********, **********, **********, ********** (hermano), así
como los menores ********** y **********, contra el justiciable.

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

 En otra tesitura, el Tribunal Colegiado de Circuito consideró


que los conceptos de violación que en forma reiterada
aduce el quejoso relativos a que en la especie se acredita la
atenuante de la riña en el delito de homicidio, devienen
infundados.

 Lo anterior porque el Tribunal Colegiado de Circuito precisó


que la circunstancia modificativa de riña debe entenderse
como la contienda de obra y no de palabra, entre dos o más
personas; sin embargo, no obstante que el quejoso
pretendió a manera defensista hacer parecer que el evento
delictivo fue con motivo de una riña, ello no quedó
acreditado, además que al actualizarse la calificativa de
ventaja en el homicidio de que se trata, tal circunstancia es
incompatible con aquella figura jurídica.

 Así, el Tribunal Colegiado de Circuito sostuvo que en la


especie, del contenido de los medios de convicción que
obran en la causa penal, se llega al convencimiento que de
lo expuesto por **********, ********** y el menor **********, se
demuestra que el quejoso y sus acompañantes, llegaron al
lugar de los hechos, para verse con su sobrino **********,
con quien inicialmente platicaron y después se inició la
pelea.

 Asimismo, estimó que estaba demostrado en autos, que el


pleito lo iniciaron **********, con ********** alias **********,
puesto que el primero de ellos, después de que llegó al
lugar de los hechos junto con ********** y **********, de
apellidos **********, así como **********, se dirigió atrás de la
camioneta para hablar por celular, cuando pasó **********,
quien estaba ebrio, junto a él, y lo insultó, por tal motivo, se
pelearon lo que se corrobora con los testimonios de
**********, **********, **********, **********, ********** y **********
de apellidos **********.

 Siguiendo con lo anterior, determinó que si bien los atestes


de **********, **********, ********** (hermano), **********,
********** y **********, declararon que cuando el quejoso,
********** y ********** todos de apellidos ********** con
**********, golpeaban al menor occiso, así como a **********,
a ********** y a los gemelos, y que éstos se hacían para
atrás para evitar que les pegaran, a pesar de que según lo
refieren los testigos, fueron lesionados; también resulta, que
de las pruebas que obran en la causa penal, aparece que en
la ampliación de declaración de **********, al dar respuesta a

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

las preguntas diecisiete, dieciocho y diecinueve, dijo:


“DIECISIETE.- Que diga si se percató si en algún momento,
alguno de los procesados hablara con su hermana **********,
que refiere en su declaración (…) Sí cuando **********,
**********, **********, **********, ya se habían ido regresaron
como media hora después y ya andaban buscando a mi
hermano que los iban a matar, y ********** fue la que habló
con **********. DIECIOCHO.- Si se percató de que estaban
hablando ********** Y ********** (…) Sí porque estaba yo ahí
con ellos, nada más decían que le diéramos tantito alcohol
para limpiar a su hermano la sangre de la cara, y me refiero
a **********. DIECINUEVE.- Que diga si se dio cuenta de qué
parte de la cara le iban a limpiar a ********** (…) No me
acuerdo si era la derecha o la izquierda y es que él estaba
sentado en la camioneta puede ser que sea (mostrando con
la palma de su mano izquierda entre la ceja y pómulo y
parte inferior del pómulo)”.

 De igual manera, estimó que en el careo constitucional que


desahogó ********** con **********, refirió que respecto a la
sangre que limpió ella no estaba en el lugar, sino ********** y
**********; y que en ningún momento le proporcionó alcohol
por lo que no pudo haber limpiado la sangre; así como que,
al desahogar ********** careo procesal con **********, indicó
que tampoco se percató que ********** le limpiara la sangre a
**********, porque ya no estaba en el lugar.

 De lo anterior, el Tribunal colegiado de Circuito concluyó


que con el deposado de la testigo de cargo **********, se
demuestra que el hoy quejoso el día de los hechos, tenía
sangre en la cara, sin que recordara si era del lado derecho
o izquierdo, “mostrando con la palma de su mano izquierda
entre la ceja y pómulo y parte inferior del pómulo”; de lo que
resulta, que el quejoso fue lesionado durante el pleito, en el
cual pudo darse la contienda de obra, entre diversas
personas.

 No obstante lo anterior, el Tribunal Colegiado de Circuito


consideró que era acertada la precisión de la Sala
responsable, en el sentido de que cesó la contienda inicial,
desde el momento en que el quejoso, interrumpe el evento y
se dirige a su camioneta de donde sacó una varilla metálica
o barreta y regresa al lugar donde se encontraba el
ofendido, con la cual le pegó en la cabeza, provocándole la
lesión que posteriormente ocasionó su deceso, es decir, ese
lapso fue el que aprovechó el quejoso para proveerse de un

30
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

objeto peligroso, con el cual lesionó al pasivo en la cabeza,


por lo que tal lesión no puede ser considerada que fue
inferida, bajo la modalidad atenuante de riña, al haber
cesado la reyerta inicial y al dirigirse el justiciable por la
varilla metálica o barreta, es evidente que con ello se colocó
en una situación de ventaja respecto de su oponente; de ahí
que resulten inaplicables las tesis de rubro “RIÑA
ELEMENTOS”; “RIÑA”; “RIÑA EXISTENCIA DE LA”; y,
“HOMICIDIO EN RIÑA. ANÁLISIS PARA DETERMINAR
QUE LA PRIVACIÓN DE LA VIDA OCURRIÓ DENTRO DE
UNA CONTIENDA DE OBRA”; que menciona el quejoso en
el libelo de amparo.

 De acuerdo con lo anterior, el Tribunal Colegiado de Circuito


determinó que desde el momento en que el quejoso se
dirigió por la barreta a la camioneta cesó la riña, pues bien
pudo haber adoptado el quejoso otra conducta diversa,
como alejarse del lugar; sin embargo, lejos de tomar esa
actitud, sacó de la camioneta el objeto con el que
nuevamente se dirigió al occiso y lo golpeó, ocasionando de
esta manera la lesión que a la postre provocó el deceso.

 Por otra parte, el Tribunal Colegiado de Circuito, precisó que


es infundado el concepto de violación en el que aduce el
quejoso que se actualiza a su favor el principio de
presunción de inocencia, pues contrario a ello, de las
probanzas de cargo mencionadas en párrafos precedentes,
en específico las imputaciones de **********, **********,
********** (hermano), **********, ********** y **********, contra
**********, desvirtúan la hipótesis de inocencia alegada por el
disconforme, pues éste debió probar lo contrario y no
simplemente negar los hechos.

 En otra tesitura, el Tribunal Colegiado de Circuito suplió la


deficiencia de la queja en lo que respecta a la
individualización judicial de la pena, por considerar que
resultan violatorios de Derechos Humanos, en virtud de que
1) la Sala responsable recalificó la conducta del delito que
se le atribuye al quejoso, pues no puede atender
nuevamente a aquellas circunstancias o elementos del delito
en general, que formen parte de la descripción típica y
particular, al haber sido ya tomados en cuenta por el
legislador, al efectuar la individualización legal, al fijar el
marco punitivo entre el mínimo y el máximo de las
sanciones a imponer; 2) en cuanto a las circunstancias de
tiempo, lugar, modo u ocasión del hecho realizado, factor

31
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

con el cual se graduó la culpabilidad al quejoso, la


responsable dijo que sus elementos ya fueron motivo de
análisis en el apartado correspondiente, 3) la responsable
tampoco realizó un verdadero ejercicio de confrontación,
entre los factores favorables y desfavorables del
sentenciado, para establecer motivadamente, cuáles debían
prevalecer y así fijar el grado de culpabilidad que revela el
quejoso. Sin embargo, el Tribunal Colegiado de Circuito
estimó que la inoperancia de los argumentos anteriormente
expuestos, deriva de la circunstancia de que la Sala
responsable, ubicó a **********, en un grado levemente
superior al mínimo, lo cual no le irroga perjuicio, puesto que
el grado de culpabilidad en que fue ubicado, es realmente
bajo, pues es levemente superior al mínimo, y la autoridad
no está obligada a imponer la pena mínima.

 Por otra parte, precisó que era correcto que Sala


responsable modificara la decisión del natural, en cuanto a
la aplicación al caso concreto de las penas, a razón de
cuarenta a setenta años de prisión y de setecientos a cinco
mil días multa, por lo que se le impuso al quejoso una pena
privativa de libertad correspondiente a cuarenta y un años,
diez meses, quince días de prisión, una sanción pecuniaria
consistente en novecientos sesenta y ocho días multa, que
a razón del salario mínimo vigente en la época de los
hechos, (Área geográfica “C”, municipio de San Felipe del
Progreso, Estado de México, en el año dos mil diez),
corresponde a **********, lo cual arroja la cantidad de
**********.

 En otra tesitura, determinó que no irroga agravio alguno la


determinación de la Sala responsable en el sentido de que
en caso de insolvencia económica probada del quejoso, la
multa que le fue impuesta se le sustituiría por novecientas
sesenta y ocho jornadas de trabajo a favor de la comunidad;
y para el caso de incapacidad física demostrada, se le
sustituirían por igual número de días de confinamiento.

 Asimismo, señaló que era correcta la determinación de la


Sala responsable, al no condenar al quejoso al pago de la
reparación del daño material y moral, dado que en audiencia
de tres de julio de dos mil trece, ********** y **********, padres
del occiso, se dieron por pagados de dicho concepto.

 De igual forma, indicó que tampoco causa agravio al


inconforme, la circunstancia que la Sala confirmara la

32
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

condena a la amonestación del sentenciado, dado que ello


constituye una consecuencia jurídica de la sentencia
condenatoria, al ser una medida tendente a prevenir su
reincidencia, por lo que se considera acertada dicha
actuación.

26. Agravios expresados en el recurso de revisión. En el


escrito mediante el cual la parte quejosa interpuso el presente
recurso de revisión en amparo directo, en su único agravio,
en esencia, argumentó lo siguiente:

 Que la sentencia de amparo directo viola los derechos


humanos establecidos en los artículos 14, 16, 19 y 20
constitucionales, en virtud de que el Tribunal Colegiado del
conocimiento consideró que en la causa penal se
acreditaron los elementos del cuerpo del delito de homicidio
calificado, en la que conformó el auto de término
constitucional decretado por el juez, no obstante que los
datos de prueba que arroja la averiguación previa y la causa
natural no se acreditaron plenamente cada uno de los
elementos del cuerpo del delito, contraviniendo las
formalidades esenciales del procedimiento penal, violando
los principios de valoración de pruebas, dejándose de
atender el principio de exacta aplicación de la ley penal,
careciendo la sentencia de una debida legal motivación y
fundamentación.

 Que los elementos de prueba ofertados por la


representación social en la etapa de averiguación previa y
en la causa penal no son suficientes para acreditar la
existencia del delito de homicidio calificado; que de las
constancias no existe elemento alguno que relacione al
quejoso con el delito; así como los medios de prueba
invocados por la responsable carecen de indicios o datos de
prueba suficientes para acreditar los elementos del cuerpo
del delito.

 Que con los medios de convicción existentes relacionados


entre sí, se prueba que el quejoso no privó de la vida en
forma dolosa al occiso, ya que de autos se desprende que
fue a través de una riña.

33
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

 Que la sentencia emitida por el Tribunal Colegiado de


Circuito no se encuentra debidamente fundada y motivada,
en virtud de que es incongruente e impreciso haber
considerado suficientes las declaraciones aisladas para
acreditar el elemento del cuerpo del delito, contraviniendo
las reglas de valoración de las pruebas en el proceso penal
relacionadas con los requisitos de fondo de la sentencia; así
como que sólo existe un indicio como imputación en contra
del quejoso, por lo que no era dable la integración de la
prueba circunstancial.

 Que no se considera que el acusado no está obligado a


probar la licitud de su conducta cuando se le imputa la
comisión de un delito, en tanto no tiene la carga de probar
su inocencia, sino que incumbe al Ministerio Público
acreditar la existencia de los elementos constitutivos del
delito y la culpabilidad del inculpado de acuerdo con los
principios de presunción de inocencia e indubio pro reo.

 Que el Tribunal Colegiado de Circuito omite la declaración


del quejoso tanto en averiguación previa como en el
Juzgado en la que negó haber participado en los hechos
motivo del delito que se le atribuye, sin que exista prueba en
contrario, por lo que no puede sostenerse con validez que
haya intervenido en dichas conductas.

VII. ESTUDIO DE LOS AGRAVIOS.

27. Los argumentos formulados por el recurrente en su único


agravio resultan inoperantes por las razones que se
expondrán a continuación.

28. Como puede advertirse de la síntesis de los agravios


previamente establecidos, si bien es cierto que el recurrente
se duele de que se violaron diversos derechos humanos
contenidos en los artículos 14, 16, 19 y 20 de la Constitución

34
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

Política de los Estados Unidos Mexicanos, también lo es que


estos argumentos únicamente están encaminados a
demostrar cuestiones de mera legalidad, y no cuestiones de
constitucionalidad.

29. Ello es así, pues dichos argumentos contenidos en el escrito


de expresión de agravios, se refieren a la acreditación del
cuerpo del delito, a la valoración de pruebas, así como a la
fundamentación y motivación que hizo el Tribunal Colegiado
de Circuito del conocimiento.

30. Por lo que resultan inoperantes los agravios, pues como se


dijo los argumentos contenidos en los agravios implican
planteamientos sobre legalidad, ajenas a la materia del
recurso de revisión de amparo directo, ya que no se combate
la determinación del Tribunal Colegiado de Circuito en cuanto
a la interpretación constitucional de una norma legal o bien la
interpretación directa de la Constitución General de la
República.

31. Sirve de apoyo a lo anterior la jurisprudencia P./J. 46/95 7 del


Pleno de este Alto Tribunal, cuyo rubro y texto son los
siguientes:

“REVISIÓN EN AMPARO DIRECTO, RECURSO


DE. SON INOPERANTES LOS AGRAVIOS
AJENOS A LA CUESTIÓN CONSTITUCIONAL
PLANTEADA. De conformidad con el artículo 83,
fracción V, segundo párrafo, de la Ley de Amparo, la
7
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo II, Diciembre de
1995, página 174.

35
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

materia del recurso de revisión contra resoluciones


que pronuncien los Tribunales Colegiados de
Circuito, en materia de amparo directo, se limitará,
exclusivamente, a la decisión de las cuestiones
propiamente constitucionales, sin poder comprender
otras. En consecuencia, todo agravio ajeno a las
cuestiones constitucionales examinadas en la
resolución recurrida resulta inoperante.”

32. No obstante la consideración anterior, en el caso esta


Primera Sala de la Suprema Corte de la Nación, advierte que
opera en favor del quejoso la suplencia de la deficiencia de la
queja, de conformidad con lo previsto en el artículo 79,
fracción III, inciso a), de la Ley de Amparo, en virtud de que
esta Primera Sala advierte que el Tribunal Colegiado de
Circuito del conocimiento realizó la interpretación directa del
artículo 2° de la Constitución General de la República, por lo
que procede determinar si dicha interpretación fue correcta o
no, en el sentido de si se ajusta o no al parámetro establecido
por este Alto Tribunal.

33. En primer lugar conviene señalar que el artículo 2° de la


Constitución General de la República establece:

“Artículo 2°. La Nación Mexicana es única e indivisible.

La Nación tiene una composición pluricultural


sustentada originalmente en sus pueblos indígenas
que son aquellos que descienden de poblaciones que
habitaban en el territorio actual del país al iniciarse la
colonización y que conservan sus propias instituciones

36
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de


ellas.

La conciencia de su identidad indígena deberá ser


criterio fundamental para determinar a quiénes se
aplican las disposiciones sobre pueblos indígenas.

Son comunidades integrantes de un pueblo indígena,


aquellas que formen una unidad social, económica y
cultural, asentadas en un territorio y que reconocen
autoridades propias de acuerdo con sus usos y
costumbres.

El derecho de los pueblos indígenas a la libre


determinación se ejercerá en un marco constitucional
de autonomía que asegure la unidad nacional. El
reconocimiento de los pueblos y comunidades
indígenas se hará en las constituciones y leyes de las
entidades federativas, las que deberán tomar en
cuenta, además de los principios generales
establecidos en los párrafos anteriores de este
artículo, criterios etnolingüísticos y de asentamiento
físico.

A. Esta Constitución reconoce y garantiza el derecho


de los pueblos y las comunidades indígenas a la libre
determinación y, en consecuencia, a la autonomía
para:

I. Decidir sus formas internas de convivencia y


organización social, económica, política y cultural.

II. Aplicar sus propios sistemas normativos en la


regulación y solución de sus conflictos internos,
sujetándose a los principios generales de esta
Constitución, respetando las garantías individuales, los
derechos humanos y, de manera relevante, la dignidad
e integridad de las mujeres. La ley establecerá los
casos y procedimientos de validación por los jueces o
tribunales correspondientes.

III. Elegir de acuerdo con sus normas, procedimientos


y prácticas tradicionales, a las autoridades o
representantes para el ejercicio de sus formas propias
de gobierno interno, garantizando la participación de
las mujeres en condiciones de equidad frente a los

37
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

varones, en un marco que respete el pacto federal y la


soberanía de los estados.

IV. Preservar y enriquecer sus lenguas, conocimientos


y todos los elementos que constituyan su cultura e
identidad.

V. Conservar y mejorar el hábitat y preservar la


integridad de sus tierras en los términos establecidos
en esta Constitución.

VI. Acceder, con respeto a las formas y modalidades


de propiedad y tenencia de la tierra establecidas en
esta Constitución y a las leyes de la materia, así como
a los derechos adquiridos por terceros o por
integrantes de la comunidad, al uso y disfrute
preferente de los recursos naturales de los lugares que
habitan y ocupan las comunidades, salvo aquellos que
corresponden a las áreas estratégicas, en términos de
esta Constitución. Para estos efectos las comunidades
podrán asociarse en términos de ley.

VII. Elegir, en los municipios con población indígena,


representantes ante los ayuntamientos.

Las constituciones y leyes de las entidades federativas


reconocerán y regularán estos derechos en los
municipios, con el propósito de fortalecer la
participación y representación política de conformidad
con sus tradiciones y normas internas.

VIII. Acceder plenamente a la jurisdicción del Estado.


Para garantizar ese derecho, en todos los juicios y
procedimientos en que sean parte, individual o
colectivamente, se deberán tomar en cuenta sus
costumbres y especificidades culturales respetando los
preceptos de esta Constitución. Los indígenas tienen
en todo tiempo el derecho a ser asistidos por
intérpretes y defensores que tengan conocimiento de
su lengua y cultura.

Las constituciones y leyes de las entidades federativas


establecerán las características de libre determinación
y autonomía que mejor expresen las situaciones y
aspiraciones de los pueblos indígenas en cada
entidad, así como las normas para el reconocimiento

38
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

de las comunidades indígenas como entidades de


interés público.

B. La Federación, los Estados y los Municipios, para


promover la igualdad de oportunidades de los
indígenas y eliminar cualquier práctica discriminatoria,
establecerán las instituciones y determinarán las
políticas necesarias para garantizar la vigencia de los
derechos de los indígenas y el desarrollo integral de
sus pueblos y comunidades, las cuales deberán ser
diseñadas y operadas conjuntamente con ellos.

Para abatir las carencias y rezagos que afectan a los


pueblos y comunidades indígenas, dichas autoridades,
tienen la obligación de:

I. Impulsar el desarrollo regional de las zonas


indígenas con el propósito de fortalecer las economías
locales y mejorar las condiciones de vida de sus
pueblos, mediante acciones coordinadas entre los tres
órdenes de gobierno, con la participación de las
comunidades. Las autoridades municipales
determinarán equitativamente las asignaciones
presupuestales que las comunidades administrarán
directamente para fines específicos.

II. Garantizar e incrementar los niveles de escolaridad,


favoreciendo la educación bilingüe e intercultural, la
alfabetización, la conclusión de la educación básica, la
capacitación productiva y la educación media superior
y superior. Establecer un sistema de becas para los
estudiantes indígenas en todos los niveles. Definir y
desarrollar programas educativos de contenido
regional que reconozcan la herencia cultural de sus
pueblos, de acuerdo con las leyes de la materia y en
consulta con las comunidades indígenas. Impulsar el
respeto y conocimiento de las diversas culturas
existentes en la nación.

III. Asegurar el acceso efectivo a los servicios de salud


mediante la ampliación de la cobertura del sistema
nacional, aprovechando debidamente la medicina
tradicional, así como apoyar la nutrición de los
indígenas mediante programas de alimentación, en
especial para la población infantil.

39
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

IV. Mejorar las condiciones de las comunidades


indígenas y de sus espacios para la convivencia y
recreación, mediante acciones que faciliten el acceso
al financiamiento público y privado para la
construcción y mejoramiento de vivienda, así como
ampliar la cobertura de los servicios sociales básicos.

V. Propiciar la incorporación de las mujeres indígenas


al desarrollo, mediante el apoyo a los proyectos
productivos, la protección de su salud, el otorgamiento
de estímulos para favorecer su educación y su
participación en la toma de decisiones relacionadas
con la vida comunitaria.

VI. Extender la red de comunicaciones que permita la


integración de las comunidades, mediante la
construcción y ampliación de vías de comunicación y
telecomunicación. Establecer condiciones para que los
pueblos y las comunidades indígenas puedan adquirir,
operar y administrar medios de comunicación, en los
términos que las leyes de la materia determinen.

VII. Apoyar las actividades productivas y el desarrollo


sustentable de las comunidades indígenas mediante
acciones que permitan alcanzar la suficiencia de sus
ingresos económicos, la aplicación de estímulos para
las inversiones públicas y privadas que propicien la
creación de empleos, la incorporación de tecnologías
para incrementar su propia capacidad productiva, así
como para asegurar el acceso equitativo a los
sistemas de abasto y comercialización.

VIII. Establecer políticas sociales para proteger a los


migrantes de los pueblos indígenas, tanto en el
territorio nacional como en el extranjero, mediante
acciones para garantizar los derechos laborales de los
jornaleros agrícolas; mejorar las condiciones de salud
de las mujeres; apoyar con programas especiales de
educación y nutrición a niños y jóvenes de familias
migrantes; velar por el respeto de sus derechos
humanos y promover la difusión de sus culturas.

IX. Consultar a los pueblos indígenas en la elaboración


del Plan Nacional de Desarrollo y de los estatales y
municipales y, en su caso, incorporar las
recomendaciones y propuestas que realicen.

40
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

Para garantizar el cumplimiento de las obligaciones


señaladas en este apartado, la Cámara de Diputados
del Congreso de la Unión, las legislaturas de las
entidades federativas y los ayuntamientos, en el
ámbito de sus respectivas competencias, establecerán
las partidas específicas destinadas al cumplimiento de
estas obligaciones en los presupuestos de egresos
que aprueben, así como las formas y procedimientos
para que las comunidades participen en el ejercicio y
vigilancia de las mismas.

Sin perjuicio de los derechos aquí establecidos a favor


de los indígenas, sus comunidades y pueblos, toda
comunidad equiparable a aquéllos tendrá en lo
conducente los mismos derechos tal y como lo
establezca la ley”.

34. De lo anterior se desprende que la Constitución General de la


República define a nuestro país como una nación que “tiene
una composición pluricultural sustentada originalmente en
sus pueblos indígenas”. De este reconocimiento de
diversidad cultural se desprenden una serie de derechos para
los pueblos, comunidades y personas indígenas de México
que pueden dividirse en dos rubros.

a) El primero está compuesto por normas nacionales e


internacionales que desarrollan el derecho a la libre
determinación que tienen los pueblos y comunidades
indígenas en atención a su continuidad histórica y
existencia previa a la conformación del Estado
mexicano.8 De este derecho derivan otros, como el
8
La Primera Sala ha desarrollado el derecho a la libre determinación de los pueblos y
comunidades indígenas en las siguientes tesis aisladas:
“LIBRE DETERMINACIÓN Y AUTONOMÍA DE LOS PUEBLOS Y COMUNIDADES
INDÍGENAS. INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 2º, APARTADO A, FRACCIONES III Y
VII, DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS”, Tesis
1a. CXII/2010 visible en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,
Tomo XXXII, noviembre de 2010, página 1214. Controversia Constitucional
70/2009.**********. 2 de junio de 2010. Cinco Votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz.

41
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

derecho al autogobierno, el derecho a elegir sus


autoridades y a aplicar sus propios sistemas normativos,
el derecho a la tierra, al territorio y a sus recursos
naturales, y el derecho a la consulta y al consentimiento
libre, previo e informado. El objetivo de este cúmulo de
derechos diferenciados es garantizar una igualdad que
permita a toda persona indígena proteger y hacer uso
de su propia identidad, y hacerlo, además, de manera
colectiva, dejando atrás el modelo de asimilación que
imperaba en los albores del derecho internacional. 9

b) El segundo se constituye por normas que a nivel


nacional e internacional establecen medidas de
pertinencia cultural para el mejor acceso a ciertos
derechos civiles, políticos, sociales y culturales de los
que goza toda la población, que en el caso de las
personas indígenas implican adecuaciones a los
programas educativos y servicios de salud, facilitación
en el acceso a financiamiento público y privado para la
construcción y mejoramiento de vivienda, la extensión
de la red de comunicaciones que permita la integración
de las comunidades, entre otros. Esta protección
reforzada toma en cuenta el rezago y marginación
histórica que han sufrido los pueblos y comunidades
indígenas y establece obligaciones de hacer para el

Secretarios: Laura Patricia Rojas Zamudio y Raúl Manuel Mejía Garza; y “DERECHO A LA
LIBRE DETERMINACIÓN DE LOS PUEBLOS Y COMUNIDADES INDÍGENAS. SU LÍMITE
CONSTITUCIONAL”, Tesis XVI/2010 visible en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, Tomo XXXI, febrero de 2010, página 114. Amparo directo 3/2009.
Alejandro Paredes Reyes y otros. 21 de octubre de 2009. Cinco votos. Ponente: Olga
Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Ana Carolina Cienfuegos Posada.
9
Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, adoptado por el Estado
Mexicano el 5 de septiembre de 1990.

42
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

Estado con el objetivo de hacer efectivo el derecho


humano a la igualdad jurídica en su dimensión
sustantiva o de hecho. Criterio que ya sido recogido en
la tesis aislada 1a. XLI/2014, emitida por esta Primera
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de
rubro: “DERECHO HUMANO A LA IGUALDAD
JURÍDICA. RECONOCIMIENTO DE SU DIMENSIÓN
SUSTANTIVA O DE HECHO EN EL ORDENAMIENTO
JURÍDICO MEXICANO”.10

35. Así, dichos rubros tienen en común el derecho a la igualdad y


su vertiente de no discriminación, mismos que debe tener en
cuenta el juzgador al dotar de contenido al artículo 2º de la
Constitución Federal. Como esta Primera Sala tuvo
oportunidad de señalar al resolver los amparos directos en

10
Visible en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, Libro 3,
febrero de 2014, Tomo I, página 647, cuyo texto es: “El derecho humano a la igualdad
jurídica ha sido tradicionalmente interpretado y configurado en el ordenamiento jurídico
mexicano a partir de dos principios: el de igualdad ante la ley y el de igualdad en la ley (los
cuales se han identificado como igualdad en sentido formal o de derecho). El primer principio
obliga, por un lado, a que las normas jurídicas sean aplicadas de modo uniforme a todas las
personas que se encuentren en una misma situación y, a su vez, a que los órganos
materialmente jurisdiccionales no puedan modificar arbitrariamente sus decisiones en casos
que compartan la misma litis, salvo cuando consideren que deben apartarse de sus
precedentes, momento en el que deberán ofrecer una fundamentación y motivación
razonable y suficiente. Por lo que hace al segundo principio, éste opera frente a la autoridad
materialmente legislativa y tiene como objetivo el control del contenido de la norma jurídica a
fin de evitar diferenciaciones legislativas sin justificación constitucional o violatorias del
principio de proporcionalidad en sentido amplio. No obstante lo anterior, debe destacarse
que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos no es ciega a las
desigualdades sociales, por lo que contiene diversas protecciones jurídicas a favor de
grupos sujetos a vulnerabilidad, a través, por ejemplo, de manifestaciones específicas del
principio de igualdad, tales como la igualdad entre el varón y la mujer (artículo 4o., párrafo
primero) y la salvaguarda de la pluriculturalidad de los pueblos indígenas de manera
equitativa (artículo 2o. apartado B). Así, la igualdad jurídica en nuestro ordenamiento
constitucional protege tanto a personas como a grupos. De ahí que se considere que el
derecho humano a la igualdad jurídica no sólo tiene una faceta o dimensión formal o de
derecho, sino también una de carácter sustantivo o de hecho, la cual tiene como objetivo
remover y/o disminuir los obstáculos sociales, políticos, culturales, económicos o de
cualquier otra índole que impiden a ciertas personas o grupos sociales gozar o ejercer de
manera real y efectiva sus derechos humanos en condiciones de paridad con otro conjunto
de personas o grupo social.” Amparo directo en revisión 1464/2013. **********. 13 de
noviembre de 2013. Cinco votos. Ponente: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Secretario: Miguel
Antonio Núñez Valadez.

43
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

revisión 28/2007,11 1851/200712 y 1624/2008,13 la amplitud y


la intensidad del lenguaje normativo empleado por dicho
precepto, y como confirma una lectura del proceso de
discusión parlamentaria que condujo a su aprobación,
demuestran que el poder constituyente permanente quiso al
sancionar en agosto de dos mil uno la reforma que incorporó
estas previsiones a la Constitución Federal ofrecer una
respuesta normativa a aspectos que son verdaderamente
determinantes de nuestra historia y de nuestra identidad
como sociedad, y que están en el núcleo de muchos de los
vectores de desventaja e injusticia que aquejan a
determinados grupos sociales en el país.

36. Ahora bien, para los efectos de resolver el presente asunto,


se estima innecesario exponer exhaustivamente el sentido y
el alcance de una cantidad tan amplia de previsiones
normativas —que incluyen tanto derechos de titularidad
individual como colectiva—14, sino que el caso en cuestión se

11
Resuelto en sesión de 27 de junio de 2007, bajo la ponencia del Ministro José de Jesús
Gudiño Pelayo.
12
Resuelto en sesión de 5 de diciembre de 2007, bajo la ponencia del Ministro José de
Jesús Gudiño Pelayo.
13
Resuelto en sesión de 5 de noviembre de 2008, bajo la ponencia del Ministro José Ramón
Cossío Díaz.
14
Esta Primera Sala reconoce que las previsiones del artículo 2° de la constitución son muy
variadas, pues involucran tanto derechos de titularidad individual, derechos de titularidad
colectiva, derechos reconocidos a los individuos en función de su pertenencia a un grupo
pero que pueden ser individualmente ejercidos, derechos de ejercicio exclusivamente
colectivo, etcétera. La complejidad de la definición de lo indígena se hace patente en que
una persona puede muy bien ser “indígena” para los efectos de algunas de estas previsiones
y no serlo a los efectos de otras. Es decir, la delimitación del ámbito personal de aplicación
de las distintas previsiones incluidas en el artículo 2° puede ser distinta. Por ejemplo, los
criterios para considerar “indígena” a una persona para el efecto de protegerlo contra la
discriminación pueden ser distintos que los utilizados para delimitar a los pueblos y
comunidades indígenas que fungirán como unidades de autogobierno. Sin embargo, el
presente asunto atañe a la fracción VIII del Apartado A del artículo 2° de la Constitución
Federal, mismo que involucra un derecho individual, no colectivo. Por ende, queda fuera de
la problemática relativa a la delimitación de las competencias constitucionales de los pueblos
indígenas como sujetos colectivos.

44
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

basa en la previsión contenida en la fracción VIII, Apartado A,


del precepto constitucional:
“[…]
VIII. Acceder plenamente a la jurisdicción del Estado.
Para garantizar este derecho, en todos los juicios y
procedimientos en que sean parte, individual o
colectivamente, se deberán tomar en cuenta sus
costumbres y especificidades culturales respetando
los preceptos de esta Constitución. Los indígenas
tienen en todo tiempo el derecho a ser asistidos por
intérpretes y defensores que tengan conocimiento de
su lengua y cultura.”

37. De la exposición de motivos publicada en el Diario Oficial de


la Federación el catorce de agosto de dos mil uno, se
advierte que la reforma que introdujo dicha previsión tiene la
finalidad de garantizar a los pueblos indígenas el acceso
pleno a las instancias de defensa jurídica, así como la
protección de derechos compatibles con sus usos y
costumbres y, en general, con su especificidad cultural. El
objetivo general era poner fin a la discriminación y
marginación sufridas tradicionalmente por la población
indígena también en el ámbito jurisdiccional, las cuales
pueden resultar verdaderamente graves cuando se acude al
mismo en defensa de los derechos fundamentales, así como
hacer real y eficaz la superación de las diferencias impuestas
por el propio ordenamiento jurídico estatal.

38. En ese orden de ideas, se concluye que dicha fracción del


Apartado A, del artículo 2º de la Constitución General de la
República, se creó para doble función: por una parte,
garantizar una igualdad que permita a toda persona indígena

45
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

proteger y hacer uso de su propia identidad al momento de


acceder a la jurisdicción del Estado, de forma tal que sean
tomadas en cuenta sus especificidades culturales cuando les
sea aplicada la legislación nacional y, por la otra, asegurar su
defensa adecuada de manera que las personas indígenas
puedan comprender y hacerse comprender en los
procedimientos legales, facilitándoles intérpretes, defensores
y otros medios eficaces.

39. Respecto a la segunda función mencionada, la Constitución


General de la República es clara en establecer que las
personas indígenas tienen derecho a gozar de la
colaboración de una persona que de algún modo opere como
puente entre ellos y las autoridades estatales, y ello no
solamente por sus conocimientos lingüísticos, sino por su
familiaridad tanto con la cultura y el derecho indígena como
con la cultura y el derecho estatal. La racionalidad que hay
detrás de esta previsión es el reconocimiento de que, en
términos fácticos, las personas pertenecientes a grupos
etnolingüísticos minoritarios e indígenas se encuentran en
desventaja ante los sistemas de justicia que se desenvuelven
en un idioma y marco cultural que originariamente no es el
suyo, aunque la dinámica de la vida y el proceso de
aculturación los haya llevado a asimilar algunas de esas
manifestaciones culturales o incluso el idioma mismo.15

15
Véase Raquel Yrigoyen Fajardo, “Fundamentos jurídicos para una justicia multilingüe en
Guatemala”. En José Emilio Rolando Ordoñez Cifuentes, (coordinador), El derecho a la
lengua de los pueblos indígenas, Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM, Serie
Doctrina Jurídica, No. 59, México, 2003, p. 80.

46
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

40. De conformidad a lo expuesto anteriormente, se debe


determinar si fue correcta la interpretación constitucional
realizada por el Tribunal Colegiado de Circuito del
conocimiento en el sentido de que no bastaba con que el
quejoso haya manifestado que era indígena **********, en
virtud de que dicha circunstancia no estaba demostrada en el
sumario y que ello no vulneraba derechos humanos.

41. Sobre este punto, el Tribunal Colegiado de Circuito del


conocimiento refirió lo siguiente:

“… Por otra parte, es de hacer notar que si bien el


sentenciado **********, en diligencia de declaración
preparatoria de quince de junio de dos mil once,
manifestó: “(…) Llamarse correctamente **********, ser
originario de **********, **********, **********, y vecino del
mismo lugar, con domicilio bien conocido, de
nacionalidad **********, ser de ********** de edad, fecha de
nacimiento **********, estado civil **********, sin apodo, con
señas particulares **********, de instrucción escolar de
**********, de ocupación **********, **********, con utilidad
económica de **********, **********, ocasionalmente afecto
**********, ocasionalmente afecto **********, NO afecto
**********, sin ingresos anteriores a prisión, que el día de
los hechos se encontraba en estado normal pero había
consumido **********, pertenecer al grupo indígena
**********, habla poco el dialecto ********** (…)”(reverso de
la foja 125, tomo I, de la causa penal); es decir, el
sentenciado adujo ser indígena; sin embargo, este
Tribunal Colegiado de Circuito considera que no es
dable otorgarle tal carácter a dicha persona, pues
dicha circunstancia no está demostrada plenamente
en el sumario y ello no vulnera derechos humanos en
perjuicio del justiciable. En efecto, cuando un
procesado aduce ser indígena el órgano jurisdiccional del
conocimiento debe indagar si tiene dicha calidad o no y si
en consecuencia, cuenta con el derecho a gozar de las
prerrogativas que a favor de éstos consagra el artículo 2,
de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos. No obstante, la aludida demostración debe
efectuarse a partir de diversos elementos, a fin de

47
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

establecer si el sujeto, conforme a sus parámetros


culturales, comprende el contenido y alcance de las
normas que le son aplicables y así, estar en aptitud de
determinar si se le otorgan o no de los derechos que
como indígena le corresponderían. Por el tema que trata,
aplica en la parte que interesa, la Jurisprudencia 1a./J.
59/2013 (10a.), de la Primera Sala de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, visible en la página 287, Tomo I,
Diciembre de 2013, Libro 1, del Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Décima Época, de rubro y texto
siguientes: “PERSONAS INDÍGENAS. SU PROTECCIÓN
ESPECIAL A CARGO DEL ESTADO SURGE A PARTIR
DE LA AUTOADSCRIPCIÓN DEL SUJETO A UNA
COMUNIDAD INDÍGENA O DE LA EVALUACIÓN
OFICIOSA DE LA AUTORIDAD MINISTERIAL O
JUDICIAL ANTE LA SOSPECHA FUNDADA DE QUE
EL INCULPADO PERTENECE A AQUÉLLA. La Primera
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la
tesis de rubro: ‘PERSONA INDÍGENA. PARA QUE SEA
EFICAZ LA ‘AUTOADSCRIPCIÓN’ DE UN SUJETO A
UNA COMUNIDAD INDÍGENA, DEBE REALIZARSE
DURANTE LA AVERIGUACIÓN PREVIA O LA
PREINSTRUCCIÓN DE LA CAUSA.", determinó que el
criterio de la autoadscripción es determinante para
establecer si una persona tiene o no la calidad de
indígena. Por tanto, resulta lógico y jurídico que el deber
de su protección especial a cargo del Estado, igualmente
sea exigible a partir de dicha manifestación de voluntad
(autoadscripción). Luego, si el inculpado se reserva dicha
información, la autoridad estatal de que se trate, en
principio, no estará en posibilidad de conocer tal
circunstancia personal y activar en su favor las
prerrogativas diseñadas específicamente para dicho
sector; sin embargo, tal regla no es absoluta, pues
cuando exista sospecha fundada en el órgano ministerial,
o bien en el juzgador, de que una persona pertenece a
una comunidad indígena, sin que aquélla lo haya
manifestado expresamente (como podría acontecer
derivado de una evidente incomprensión total o parcial de
las indicaciones otorgadas por la autoridad, o bien,
derivado de las constancias e informes que obren en el
proceso), de oficio, dichas autoridades ordenarán una
evaluación sustantiva de la cuestión, adoptando una
postura activa pro-derechos, a fin de determinar si la
persona sujeta a una investigación o proceso penal tiene
o no la calidad de indígena y, por tanto, si debe gozar de

48
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

los derechos que a su favor consagra el artículo 2o. de la


Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Ello, a partir de la ponderación de diversos elementos,
entre los que se pueden citar, ejemplificativamente, los
siguientes: 1) constancias de la autoridad comunitaria; 2)
prueba pericial antropológica; 3) testimonios; 4) criterios
etnolingüísticos; y/o, 5) cualquier otro medio que permita
acreditar la pertenencia, el arraigo, la identidad y/o
asentamiento físico a la comunidad indígena. Lo anterior,
a fin de establecer si el sujeto, conforme a sus
parámetros culturales, comprende el contenido y alcance
de las normas que le son aplicables, y así estar en aptitud
de determinar si se otorgan o se prescinde de los
derechos que como indígena le corresponderían’. Al
efecto, es de destacar que la Primera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, en la ejecutoria del criterio
jurisprudencial que antecede, en lo que aquí interesa,
sostuvo lo siguiente: “(...) Sin embargo, como esta
Primera Sala tuvo oportunidad de puntualizar, al resolver
los precedentes citados al inicio del presente
considerando, son notables las dificultades que enfrenta
una Corte de Justicia al tratar de determinar quiénes son
"personas indígenas" o bien, integrantes de los "pueblos
y comunidades indígenas". Estos conceptos,
esencialmente de sustrato originalmente antropológico y
sociológico, deben adquirir un significado jurídico, cuya
concreción viene dificultada por la intensa carga emotiva -
tradicionalmente negativa- que gravita sobre ellos. Al
respecto, es importante destacar que la precitada reforma
fundamental se basa en la redacción del Convenio 169
de la Organización Internacional del Trabajo, según el
cual: ‘... la conciencia de su identidad indígena o tribal
deberá considerarse un criterio fundamental para
determinar los grupos a los que se aplican las
disposiciones del presente convenio’. Por ende, este Alto
Tribunal ha precisado que el imperativo de tomar la
autoconciencia o la autoadscripción como criterio
determinante para establecer cuándo una persona es
indígena, no deviene ilegal o arbitrario, mucho menos
ambigua o imprecisa, ya que cuando se señala que: "la
conciencia de su identidad indígena deberá ser criterio
fundamental para determinar a quiénes se aplican las
disposiciones sobre pueblos indígenas", dicha previsión
normativa encuentra sustento en el propio artículo 2o. de
la Constitución Federal, de acuerdo a los siguientes
términos y consideraciones: (…). Por tanto, se considera

49
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

que, en ausencia de previsiones específicas que regulen


el modo en que debe manifestarse esta conciencia, será
indígena y, por ende, sujeto de los derechos contenidos
en la Constitución Federal, aquella persona que se
autoadscriba y autoreconozca como indígena, que asuma
como propios los rasgos sociales y las pautas culturales
que caracterizan a los miembros de los pueblos
indígenas. La apreciación de si existe o no existe una
autoadscripción indígena en un caso concreto debe
descansar en una consideración completa del caso,
basada en constancias y actuaciones, amén de que debe
realizarse con una actitud orientada a favorecer la
eficacia de los derechos de las personas, sobre todo en
casos penales y en aquellos que prima facie parecen
involucrar a grupos estructuralmente desventajados. En
consecuencia, la definición de lo ‘indígena’ no
corresponde al Estado, sino a los propios indígenas. Bajo
esta premisa, el Estado y en particular, los órganos
encargados de la persecución de los delitos y de la
impartición de justicia, deben guiarse, por lo que la
población indígena decide. Lo anterior se explica, dada la
complejidad de que sea el propio estudioso o aplicador
del derecho quien determine quién es indígena o no,
basado en una labor meramente intelectual, con
exclusión de las consideraciones, sentimientos o
percepciones de la persona que detente dicha calidad
específica (…)’. La Constitución Federal se refiere a la
conciencia de la identidad indígena, sin exigir
expresamente que exista un tipo determinado de
declaración o comunicación externa de la misma; por
ende, la apreciación de si existe o no una autoadscripción
indígena en un caso concreto, debe descansar en una
consideración completa (no parcial), basada además en
constancias y actuaciones (no en la opinión personal del
juzgador o del fiscal), y debe realizarse además siempre
con una actitud orientada a favorecer la eficacia de los
derechos de las personas, sobre todo en casos penales y
en aquellos que prima facie parecen involucrar a grupos
estructuralmente desaventajados. En estos casos, la
actitud del Juez/fiscal debe ser la más favorable para los
derechos fundamentales del procesado (…). Sin
embargo, tal regla no puede ser absoluta, pues cuando
exista sospecha fundada en el órgano ministerial o bien
en el juzgador de que una persona pertenece a una
comunidad indígena (como podría acontecer derivado de
una evidente incomprensión total o parcial de las

50
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

indicaciones otorgadas por la autoridad o bien, derivado


de las constancias e informes que obren en el proceso),
el representante social o bien el juzgador, de oficio,
deberán ordenar una evaluación sustantiva de la
cuestión, adoptando una postura activa pro-derechos, a
fin de determinar si la persona sujeta a una investigación
o proceso penal tiene o no la calidad de indígena y, por
tanto, si debe gozar de los derechos que a su favor
consagra el artículo 2o. de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos. Lo anterior, a partir de la
ponderación de diversos elementos, entre los que
podríamos citar de manera ejemplificativa los siguientes:
1. Constancias de la autoridad comunitaria; 2. Una
prueba pericial antropológica; 3. Testimonios; 4. Criterios
etnolinguísticos; y/o, 5. Cualquier otro medio que permita
acreditar la pertenencia, arraigo, identidad y/o
asentamiento físico a la comunidad indígena. Además, en
todos los casos deberá hacerse un estudio sobre el grado
de influencia de los valores occidentales hegemónicos de
la persona, observando su nivel de conciencia étnica para
establecer si conforme a sus parámetros culturales
comprende el contenido y alcance de las normas que le
son aplicables, ello para estar en aptitud de determinar si
se suprimen o se otorgan los derechos que como
indígena le corresponderían (...)”. De lo anterior, se sigue
que es criterio de la Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, que la apreciación de si existe o no
existe una autoadscripción indígena en un caso concreto,
debe descansar en una consideración completa del caso,
basada en constancias y actuaciones y debe realizarse
con una actitud orientada a favorecer la eficacia de los
derechos de las personas, sobre todo en casos penales y
en aquellos que, “prima facie”, parecen involucrar a
grupos estructuralmente desaventajados; pues es
evidente que el más Alto Tribunal del país, ha establecido
que para otorgarle a una persona la calidad de indígena,
se requiere que existan constancias y actuaciones que
así lo comprueben. Luego, si de autos se observa que
el justiciable al declarar en preparatoria, adujo
pertenecer a una etnia indígena, específicamente a la
**********; sin embargo, este Tribunal Colegiado de
Circuito considera que para determinar que el
quejoso tiene la calidad de indígena, no se debe
considerar únicamente dicha manifestación, pues si
bien es cierto que el accionante del amparo la
efectuó, también lo es, que esa circunstancia no es

51
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

determinante para establecer que cuenta con el


carácter de indígena, porque lo que se debe de
considerar, como lo ha sostenido la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, si en el caso concreto,
existen constancias o actuaciones que así lo
demuestren. Por ende, si en la especie no se aprecia
que obre constancia o actuación alguna, que permita
efectuar una apreciación de si existe o no existe una
autoadscripción indígena del quejoso, entonces no es
dable estimar que tenga tal calidad; además, de que
se aprecia que entiende perfectamente el español,
pues al declarar en preparatoria adujo, que hablaba
poco el dialecto **********…”

42. De lo transcrito anteriormente se advierte que el Tribunal


Colegiado de Circuito consideró que

 Que a pesar de que el sentenciado adujo ser indígena


**********; no era dable otorgarle tal carácter a dicha
persona, pues dicha circunstancia no está demostrada
plenamente en el sumario y ello no vulnera derechos
humanos en perjuicio del justiciable.

 Que cuando un procesado aduce ser indígena el órgano


jurisdiccional del conocimiento debe indagar si tiene dicha
calidad o no y si en consecuencia, cuenta con el derecho a
gozar de las prerrogativas que a favor de éstos consagra el
artículo 2, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos.

 Que dicha demostración debe efectuarse a partir de


diversos elementos, a fin de establecer si el sujeto,
conforme a sus parámetros culturales, comprende el
contenido y alcance de las normas que le son aplicables y
así, estar en aptitud de determinar si se le otorgan o no de
los derechos que como indígena le corresponderían.

 Que si bien de autos se observa que el justiciable al declarar


en preparatoria, adujo pertenecer a una etnia indígena,
específicamente a la **********; sin embargo, señaló que
para determinar que el quejoso tiene la calidad de indígena,
no se debe considerar únicamente dicha manifestación,
pues si bien es cierto que el accionante del amparo la
efectuó, también lo es, que esa circunstancia no es

52
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

determinante para establecer que cuenta con el carácter de


indígena, porque lo que se debe de considerar, como lo ha
sostenido la Suprema Corte de Justicia de la Nación, si en el
caso concreto, existen constancias o actuaciones que así lo
demuestren.

 Conforme a lo expuesto, indicó que en la especie no se


aprecia que obre constancia o actuación alguna, que
permita efectuar una apreciación de si existe o no existe una
autoadscripción indígena del quejoso, entonces no es dable
estimar que tenga tal calidad; además, de que se aprecia
que entiende perfectamente el español, pues al declarar en
preparatoria adujo, que hablaba poco el dialecto **********.

43. Considerando lo anterior, si bien es cierto que el Tribunal


Colegiado de Circuito sobre este punto, citó la jurisprudencia
emitida por esta Primera Sala de rubro “PERSONAS
INDÍGENAS. SU PROTECCIÓN ESPECIAL A CARGO DEL
ESTADO SURGE A PARTIR DE LA AUTOADSCRIPCIÓN
DEL SUJETO A UNA COMUNIDAD INDÍGENA O DE LA
EVALUACIÓN OFICIOSA DE LA AUTORIDAD
MINISTERIAL O JUDICIAL ANTE LA SOSPECHA
FUNDADA DE QUE EL INCULPADO PERSTENECE A
AQUELLA”, así como que citó algunas de las
consideraciones que dieron origen a esta jurisprudencia;
también lo es que dicha interpretación directa del artículo 2°
de la Constitución General de la República que realizó el
Tribunal Colegiado de Circuito es incorrecta en atención a
que los criterios de autoadscripción y arbitrio judicial
consistente en apreciar el juzgador en su calidad de rector del
proceso la calidad del sujeto como integrante de una
comunidad indígena se ven mezcladas en sus
consideraciones.

53
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

44. Al respecto, cabe señalar a pesar de las notables dificultades


que enfrenta una corte de justicia al tratar de determinar
quiénes son “personas indígenas” o bien “integrantes de los
pueblos y comunidades indígenas”, 16 este Alto Tribunal ha
sido contundente al precisar que es la autoconciencia o la
autoadscripción el criterio determinante para establecer esta
pertenencia, siguiendo la literalidad del propio artículo 2° de
la Constitución Federal cuando establece que:

“La Nación tiene una composición pluricultural


sustentada originalmente en sus pueblos indígenas
que son aquellos que descienden de poblaciones
que habitaban en el territorio actual del país al
iniciarse la colonización y que conservan sus
propias instituciones sociales, económicas,
culturales y políticas, o parte de ellas.

La conciencia de su identidad indígena deberá


ser criterio fundamental para determinar a
quiénes se aplican las disposiciones sobre
pueblos indígenas.

Son comunidades integrantes de un pueblo


indígena, aquellas que formen una unidad social,
económica y cultural, asentadas en un territorio y
que reconocen autoridades propias de acuerdo
con sus usos y costumbres.”

45. Como puede observarse, el texto constitucional reconoce en


primer lugar la importancia de la articulación (total o parcial)
en torno a instituciones sociales, económicas, culturales y
políticas (en el caso de los pueblos indígenas), así como de
la identificación de algún tipo de unidad social, económica y
cultural en torno a un territorio y a ciertos usos y costumbres

16
La Primera Sala tuvo la oportunidad de subrayar esta complejidad al resolver los amparos
directos en revisión 28/2007 ********** y ***********.

54
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

(en el caso de las comunidades indígenas). Esta opción es


congruente con los criterios utilizados en el ámbito
internacional a la hora de concretar qué identifica a una
comunidad indígena frente al resto de la sociedad y recoge
casi textualmente la redacción del Convenio 169 de la
Organización Internacional del Trabajo, según el cual “la
conciencia de su identidad indígena o tribal deberá
considerarse un criterio fundamental para determinar los
grupos a los que se aplican las disposiciones del presente
convenio”.17

46. En consecuencia, la definición de lo indígena no corresponde


al Estado, sino a los propios indígenas. 18 Reconocerse como
tal es una expresión de identidad y pertenencia, que no
necesariamente coincide con una enumeración cerrada de
características necesarias y suficientes que determinen con
toda exactitud cuándo una persona puede estimarse
“indígena”.

47. Ahora bien, la autoadscripción puede definirse como el acto


voluntario de personas o comunidades que, teniendo un
vínculo cultural, histórico, político, lingüístico o de otro tipo,
deciden identificarse como miembros de un pueblo indígena
reconocido por el Estado nacional. 19 Se trata de una
manifestación de identidad, de una expresión de pertenencia
cultural en el más amplio sentido de la palabra. Por lo tanto,

17
Adoptado por el Estado Mexicano el 5 de septiembre de 1990.
18
Amparo directo en revisión 28/2007.
19
“Protocolo de Actuación para quienes imparten justicia en casos que involucren derechos
de personas, comunidades y pueblos indígenas”, Suprema Corte de Justicia de la Nación,
2013, p. 29.

55
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

no depende de la anuencia del Estado o de alguna ventana


procesal para su reconocimiento. En otras palabras, el
Estado no puede obligar ni impedir que una persona se auto-
identifique como indígena.

48. Si bien el sustrato de esta autoidentificación es


primordialmente antropológico y sociológico, lo cierto es que
también tiene uno jurídico, tendente a identificar a los
destinatarios de las prerrogativas establecidas en la
Constitución General de la República en favor de los grupos
sociales indígenas. Esta Primera Sala ha sostenido en
diversos precedentes20 que la Constitución Federal se refiere
a la conciencia de la identidad indígena, sin exigir
expresamente que exista un tipo determinado de declaración
o comunicación externa de la misma. Por ende, la
apreciación de si existe o no autoadscripción indígena en un
caso concreto, debe descansar en una consideración
completa (no parcial), basada además en constancias y
actuaciones (no en la opinión personal del juzgador o del
fiscal), y debe realizarse además siempre con una actitud
orientada a favorecer la eficacia de los derechos de las
personas, sobre todo en casos penales y en aquellos que
prima facie parecen involucrar a grupos estructuralmente
desaventajados. En estos casos, la actitud del juez/fiscal
debe ser la más favorable para los derechos humanos de los
que intervienen en el proceso.

20
Véase el amparo directo en revisión 1624/2008, los amparos directos 36/2012, 47/2011,
50/2012, 54/2011 y el amparo en revisión 450/2012.

56
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

49. Por ello, la Primera Sala ha establecido que, si bien la


autoadscripción será el criterio para determinar si una
persona es indígena y, por tanto, el elemento óptimo para
poder determinar dicha calidad, la misma surge a partir de la
propia manifestación del sujeto en dicho sentido, con lo cual,
surge también la obligación del Estado de procurarle las
garantías a las que tiene derecho; esto es, si el sujeto se
reserva dicha información, el Estado en principio,
potencialmente no estará en posibilidad de conocer tal
circunstancia.

50. En este orden de ideas, si la persona no manifiesta ante la


autoridad correspondiente —en el caso de administración de
justicia— que pertenece a un grupo indígena, no es factible
que el Estado active toda la serie de prerrogativas
específicamente diseñadas para ello, ni que tampoco se
allegue de los usos y costumbres indígenas para resolver la
situación que se le presenta. Sin embargo, la Primera Sala
también ha reconocido que dicha regla no puede ser
absoluta, pues cuando exista sospecha fundada en el
juzgador de que una persona pertenece a una comunidad
indígena (como podría acontecer derivado de una evidente
incomprensión total o parcial de las indicaciones otorgadas
por la autoridad o bien, derivado de las constancias e
informes que obren en el proceso), entonces la autoridad
jurisdiccional deberá de oficio ordenar una evaluación
sustantiva de la cuestión, adoptando una postura activa pro-
derechos, a fin de determinar si la persona que participa en el
procedimiento legal tiene o no la calidad de indígena y, por

57
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

tanto, si debe gozar de los derechos que a su favor consagra


el artículo 2° de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos.

51. Se invoca al respecto la tesis jurisprudencial 59/2013 (10a.),


sustentada por esta Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, de rubro: “PERSONAS INDÍGENAS.
SU PROTECCIÓN ESPECIAL A CARGO DEL ESTADO
SURGE A PARTIR DE LA AUTOADSCRIPCIÓN DEL
SUJETO A UNA COMUNIDAD INDÍGENA O DE LA
EVALUACIÓN OFICIOSA DE LA AUTORIDAD
MINISTERIAL O JUDICIAL ANTE LA SOSPECHA
FUNDADA DE QUE EL INCULPADO PERTENECE A
AQUÉLLA”.21

52. Ahora bien, el Tribunal Colegiado de Circuito del


conocimiento sostuvo que a pesar que el recurrente adujo ser
21
Visible en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, Libro 1,
diciembre de 2013, tomo I, página 287, cuyo texto es: “La Primera Sala de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, en la tesis de rubro: "PERSONA INDÍGENA. PARA QUE SEA
EFICAZ LA 'AUTOADSCRIPCIÓN' DE UN SUJETO A UNA COMUNIDAD INDÍGENA, DEBE
REALIZARSE DURANTE LA AVERIGUACIÓN PREVIA O LA PREINSTRUCCIÓN DE LA
CAUSA.", determinó que el criterio de la autoadscripción es determinante para establecer si
una persona tiene o no la calidad de indígena. Por tanto, resulta lógico y jurídico que el
deber de su protección especial a cargo del Estado, igualmente sea exigible a partir de dicha
manifestación de voluntad (autoadscripción). Luego, si el inculpado se reserva dicha
información, la autoridad estatal de que se trate, en principio, no estará en posibilidad de
conocer tal circunstancia personal y activar en su favor las prerrogativas diseñadas
específicamente para dicho sector; sin embargo, tal regla no es absoluta, pues cuando exista
sospecha fundada en el órgano ministerial, o bien en el juzgador, de que una persona
pertenece a una comunidad indígena, sin que aquélla lo haya manifestado expresamente
(como podría acontecer derivado de una evidente incomprensión total o parcial de las
indicaciones otorgadas por la autoridad, o bien, derivado de las constancias e informes que
obren en el proceso), de oficio, dichas autoridades ordenarán una evaluación sustantiva de
la cuestión, adoptando una postura activa pro-derechos, a fin de determinar si la persona
sujeta a una investigación o proceso penal tiene o no la calidad de indígena y, por tanto, si
debe gozar de los derechos que a su favor consagra el artículo 2o. de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos. Ello, a partir de la ponderación de diversos
elementos, entre los que se pueden citar, ejemplificativamente, los siguientes: 1) constancias
de la autoridad comunitaria; 2) prueba pericial antropológica; 3) testimonios; 4) criterios
etnolingüísticos; y/o, 5) cualquier otro medio que permita acreditar la pertenencia, el arraigo,
la identidad y/o asentamiento físico a la comunidad indígena. Lo anterior, a fin de establecer
si el sujeto, conforme a sus parámetros culturales, comprende el contenido y alcance de las
normas que le son aplicables, y así estar en aptitud de determinar si se otorgan o se
prescinde de los derechos que como indígena le corresponderían.”

58
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

indígena **********, esto no era determinante para que se


considerara como tal en virtud de que no existían constancias
o actuaciones que lo demostraran, así como que el recurrente
hablaba el idioma español.

53. Esto como se mencionó anteriormente es incorrecto, pues


basta con que el sujeto se autoadscribiera como indígena
para que se le reconociera dicho carácter y se le otorgaran
los derechos establecidos en el artículo 2° de la Constitución
General de la República; por lo que el Tribunal Colegiado de
Circuito al no considerar dicha situación ubicó al quejoso en
una situación jurídica de desventaja para sus intereses dentro
del proceso.

54. De esta manera, como se señaló, el sentido de incorporar a


la Constitución General de la República previsiones
específicas acerca de la posición jurídica de las personas
indígenas reside en otorgarles un reconocimiento especial
con el objeto de posibilitar el ejercicio real de sus derechos y
la expresión de su identidad individual y colectiva, que
finalmente contribuya a la superación de la desigualdad de
oportunidades que pueda afectarles. Lejos de constituir una
carga, el derecho de autoidentificación o autoadscripción es
la garantía de que el reconocimiento de las prerrogativas
contenidas en el artículo 2° de la Constitución Federal para
un individuo en lo particular no será facultativo para el
Estado, sino una verdadera obligación estatal quedando por
lo tanto, en el caso de invocarse por la persona tal
autoidentificación o autoadscripción, indisponible para el
juzgador en cuanto a determinar tal cuestión, es decir, se

59
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

encuentra fuera de su posibilidad de ejercicio de su arbitrio


determinar si se demuestra su pertenencia o no a un grupo o
comunidad indígena.

55. No obstante lo anterior, el Tribunal Colegiado de Circuito


supone que la autoadscripción se debe comprobar, lo que en
lugar de estar orientado por el principio de igualdad, pareciera
imponer el peso de la prueba sobre los miembros de los
grupos sociales que se pretendió proteger mediante la
reforma constitucional. Esta interpretación es incorrecta, pues
soslaya la obligación del juzgador de realizar una valoración
sustantiva cuando existan indicios que permitan inferir la
calidad específica de indígena de una de las partes en un
procedimiento, lo que pone en riesgo la garantía de los
derechos previstos en la fracción VIII, Apartado A, de la
Constitución Federal en casos distintos a la auto-
identificación.

56. Así, la "autoconciencia" o la "autoadscripción" realizada por el


propio sujeto, debe ser el criterio determinante para
establecer cuándo una persona es indígena, es decir, será
persona indígena quien se autoadscriba y reconozca a sí
mismo como tal, lo cual implica asumir como propios los
rasgos sociales y las pautas culturales que caracterizan a los
miembros de las comunidades indígenas.

57. Resulta aplicable la jurisprudencia emitida por esta Primera


Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de rubro y
texto siguientes:

60
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

“PERSONA INDÍGENA. PARA QUE SEA EFICAZ LA


"AUTOADSCRIPCIÓN" DE UN SUJETO A UNA
COMUNIDAD INDÍGENA, DEBE REALIZARSE
DURANTE LA AVERIGUACIÓN PREVIA O LA
PREINSTRUCCIÓN DE LA CAUSA. Los conceptos de
"persona indígena" o "pueblo indígena" empleados por
la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, si bien tienen un significado de sustrato
esencialmente antropológico y sociológico, lo cierto es
que también poseen uno jurídico tendente a identificar
a los destinatarios de las prerrogativas que la Ley
Fundamental establece en favor de dicho sector. Por
ende, este alto tribunal determina que la
"autoconciencia" o la "autoadscripción" realizada por el
propio sujeto, debe ser el criterio determinante para
establecer cuándo una persona es indígena. De esta
forma, será persona indígena quien se autoadscriba y
reconozca a sí mismo como tal, lo cual implica asumir
como propios los rasgos sociales y las pautas
culturales que caracterizan a los miembros de las
comunidades indígenas. Circunstancia que no deviene
ilegal ni arbitraria, mucho menos ambigua o imprecisa,
al ser congruente con el artículo 2o., párrafo tercero,
constitucional, el cual establece: "La conciencia de su
identidad indígena deberá ser criterio fundamental
para determinar a quiénes se aplican las disposiciones
sobre pueblos indígenas."; además es acorde con los
criterios utilizados en el ámbito internacional, como es
la Declaración de las Naciones Unidas sobre los

61
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

Derechos de los Pueblos Indígenas, y en el Convenio


169 de la Organización Internacional del Trabajo. Sin
embargo, a fin de evitar excesos, fraudes a la ley e
inseguridad jurídica contra la víctima u ofendido, para
que sea eficaz la autoadscripción de un sujeto a una
comunidad indígena, ésta debe realizarse en las
primeras etapas del proceso penal, esto es, ya sea
ante el Ministerio Público en el procedimiento de
averiguación previa, o bien, durante la fase de
preinstrucción de la causa (referido a aquellos
sistemas procesales en donde aún no se haya
establecido la vigencia del modelo acusatorio). De ahí
que, en caso de que dicha calidad específica de
indígena hubiese sido manifestada durante las fases
procesales de instrucción, primera o segunda
instancias, e incluso ante el tribunal colegiado de
circuito que conozca del eventual amparo directo
interpuesto contra el fallo definitivo, dicha
manifestación no tendrá la fuerza suficiente para
ordenar la reposición del procedimiento penal
respectivo.”22

58. Por otra parte, en lo referente a la manifestación del Tribunal


Colegiado de Circuito en el sentido de que además de que no
estaba comprobado en constancias que el recurrente es
indígena, éste hablaba español, por lo que no se acredita que
sea indígena **********; se aprecia que dicha determinación
es incorrecta.
22
Tesis: 1a./J. 58/2013 (10a.) Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación,
Décima Época, Libro 1, Diciembre de 2013, Tomo I, Página: 278

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59. De acuerdo con lo anterior, debe tenerse en cuenta que las


identidades individuales y colectivas no son perpetuas e
inamovibles, y nuestras comunidades indígenas tienen
distintos grados de asimilación respecto de la cultura
mayoritaria. Ante la diversidad existente, aceptar la condición
monolingüe como factor relevante para la autoadscripción
resulta equívoco.

60. En efecto, a juicio de esta Primera Sala, es claro que adoptar


el criterio según el cual sólo las personas monolingües en
una lengua indígena son legítimas destinatarias de las
previsiones del artículo 2° y, en particular, de la que prevé el
derecho a acceder plenamente a la jurisdicción del Estado,
contar con una defensa que conozca su lengua y cultura, y
que sean tomadas en cuenta sus especificidades culturales
por los jueces, es una manera de burlar o de condenar a la
ineficacia y a la casi total irrelevancia las garantías
contenidas en dichas previsiones.

61. Además del hecho de que el segmento de población indígena


monolingüe es muy reducido hoy en día,23 el propio artículo
constitucional garantiza el más amplio reconocimiento a la
cultura indígena y prevé derechos y obligaciones tomando en
consideración la condición bilingüe y la aspiración
intercultural.24 Por ende, pretender definir lo “indígena” a partir
23
De acuerdo con las cifras del Censo de Población y Vivienda 2010 del Instituto de
Estadística y Geografía (INEGI), en el país hay 6, 695, 228 hablantes de lenguas indígenas.
Únicamente 980, 894 personas de este segmento de la población es monolingüe. Un dato
relevante es que al ser cuestionados sobre su pertenencia étnica, 15.7 millones de personas
se consideran indígenas, a pesar de que 9.1 millones de ellas no hablan lengua indígena.
24
En efecto, el artículo 2° de la Constitución Federal destaca entre sus disposiciones que
para abatir las carencias y rezagos que afectan a los pueblos y comunidades indígenas, las

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

del criterio de la competencia monolingüe (en lengua


indígena) sería incompatible con la gama de derechos
humanos previstos en la Constitución para dicho grupo, como
el derecho a recibir una educación adecuada, o el derecho a
gozar de lo esencial para incorporarse igualitariamente al
sistema productivo, por citar sólo algunos casos de tensión
patente. A nivel individual, ello implicaría condenar a las
personas indígenas a la desventaja que justamente se
pretende erradicar. Resulta aplicable la jurisprudencia 1a./J.
114/2013, sustentada por esta Primera Sala, de rubro:
“PERSONAS INDÍGENAS BILINGÜES O MULTILINGÜES.
ÁMBITO SUBJETIVO DE APLICACIÓN DEL ARTÍCULO
2o., APARTADO A, FRACCIÓN VIII, DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS.”25

autoridades tendrán la obligación de “garantizar e incrementar los niveles de escolaridad,


favoreciendo la educación bilingüe e intercultural, la alfabetización, la conclusión de la
educación básica, la capacitación productiva y la educación media superior y superior”.
25
Visible en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, Libro 1,
diciembre de 2013, Tomo I, página 280, de texto: “Ya esta Primera Sala de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, en la tesis aislada 1a. CCVIII/2009, publicada en la página 293 del
Tomo XXX, diciembre de 2009, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, ha
dicho que es incorrecto afirmar que la citada previsión constitucional que obliga a tener en
cuenta las costumbres y especificidades culturales de las personas indígenas en los juicios y
procedimientos en que sean parte, sólo resulta aplicable para quienes hablan una lengua
indígena y además no entienden ni hablan español. Al respecto, se reitera que, por el
contrario, la persona indígena, cuyos derechos tutela la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, es paradigmáticamente la persona multilingüe, que tiene derecho a
obtener del Estado, tanto el apoyo necesario para poder vivir plenamente en su lengua
materna como el necesario para acceder a una comunidad política más amplia mediante el
conocimiento de la referida lengua. Así, definir lo "indígena" a partir del criterio de la
competencia monolingüe en lengua indígena sería incompatible con la garantía de derechos
constitucionales como la de recibir una educación adecuada o de gozar de lo esencial para
incorporarse igualitariamente al sistema productivo. Tan incompatibles con la Constitución
Federal son las políticas asimilacionistas tradicionales, que perseguían la desaparición de
las lenguas indígenas, desconocían el derecho de las personas a transmitirlas y usarlas
privada y públicamente, y convertían la condición de hablante de lengua indígena en un
locus permanente de discriminación y subordinación, como lo sería ahora una política que
condicionara el mantenimiento de la autodefinición como persona indígena al hecho de no
conocer el español. A nivel individual, ello implicaría condenar a las personas indígenas a la
desventaja que la totalidad de las previsiones del artículo 2o. constitucional está destinada
centralmente a erradicar, mientras que, a nivel colectivo, dejaría sin ámbito de aplicación
todas las disposiciones que se refieren a comunidades y pueblos indígenas (que no son
monolingües) y convertiría a dicho precepto en un ejercicio expresivo, sin potencial jurídico
transformativo real.”

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

62. Por el contrario, esta Primera Sala reitera su criterio en el


sentido de que la persona indígena por cuyos derechos la
Constitución Federal se preocupa es paradigmáticamente la
persona multilingüe: aquella que tiene derecho a obtener del
Estado, tanto el apoyo necesario para vivir plenamente su
lengua materna, como el necesario para acceder a una
comunidad más amplia mediante el conocimiento del
español.

63. En ese orden de ideas, no corresponde al Estado definir lo


que son o no son las personas, por ello el lenguaje que esta
Primera Sala ha utilizado en los precedentes indicados sea
“eficacia” o “fuerza suficiente” de la autoadscripción, mas no
su reconocimiento o aprobación.

64. Por otra parte, de la mencionada fracción VIII, del Apartado A


del artículo 2° de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos se desprende que el derecho de los
indígenas a acceder plenamente a la jurisdicción del Estado
incluye que en todo tipo de juicio o procedimiento en el que
sean parte, individual o colectivamente, se deben tomar en
cuenta sus costumbres y especificidades culturales, así como
que en todo tiempo sean asistidos por intérpretes y
defensores que tengan conocimiento de su lengua y cultura.
Este estándar normativo no distingue materia (civil, mercantil,
laboral, penal, agraria, etc.) ni momento procesal (primera o
segunda instancias, juicio de amparo, etc.) en los juicios y
procedimientos aludidos. Además, se encuentra inserto en un

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

sistema de protección especial previsto también a nivel


internacional, específicamente, en el Convenio 169 de la
Organización Internacional del Trabajo, el cual establece en
su artículo 12 que los Estados que lo hayan ratificado:

“[…] Deberán tomar las medidas necesarias para


garantizar que los miembros de dichos pueblos
puedan comprender y hacerse comprender en
procedimientos legales, facilitándoles, si fuera
necesario, intérpretes u otros medios eficaces”.

65. De acuerdo con este instrumento internacional, el Estado


debe garantizar que los miembros de los pueblos y
comunidades indígenas puedan “comprender y hacerse
comprender” en procedimientos legales, sin tampoco hacer
distinciones sobre materia o momento procesal para el
ejercicio del derecho de acceso a la jurisdicción.

66. En ese orden de ideas, el artículo 1º de la Constitución


General de la República exige que las normas que prevén
derechos humanos deben interpretarse de conformidad con
el propio texto constitucional y con los tratados
internacionales, de forma tal que se favorezca de la manera
más amplia a las personas. Así, el principio pro persona ha
sido definido por esta Primera Sala como un criterio
hermenéutico que informa todo el Derecho Internacional de
los Derechos Humanos, en virtud del cual debe acudirse a la
norma más amplia, o a la interpretación más extensiva
cuando se trata de reconocer derechos protegidos, e
inversamente, a la norma o a la interpretación más restringida

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

cuando se trata de establecer restricciones permanentes al


ejercicio de los derechos o de su suspensión extraordinaria.

67. En el caso de la prerrogativa establecida en la fracción VIII,


Apartado A, del artículo 2º de la Constitución Federal
anteriormente mencionada, el principio pro persona exige que
su interpretación sea la que represente una mayor protección
para la persona, esto es, que el derecho a ser asistido por
intérpretes y defensores que conozcan su lengua y cultura
pueda ser ejercido en todo tiempo, sin que se encuentre
restringido a algún momento procesal determinado. Cualquier
otra interpretación sería inconsistente no sólo con la letra del
precepto sino también con este criterio hermenéutico
establecido de manera imperiosa en la propia Constitución,
que es el principio pro persona. Al respecto, resultan
aplicables las tesis 1a. XXVI/2012 y 1a./J. 107/2012, emitidas
por esta Primera Sala, de rubros: “PRINCIPIO PRO
PERSONAE. EL CONTENIDO Y ALCANCE DE LOS
DERECHOS HUMANOS DEBEN ANALIZARSE A PARTIR
DE AQUÉL”26 y “PRINCIPIO PRO PERSONA. CRITERIO DE
26
Tesis publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época,
Libro V, febrero de 2012, Tomo 1, página 659, cuyo texto es: “El segundo párrafo del artículo
1o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, exige que las normas
relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con la propia Constitución
y con los tratados internacionales de los que México es parte, de forma que favorezca
ampliamente a las personas, lo que se traduce en la obligación de analizar el contenido y
alcance de tales derechos a partir del principio pro personae que es un criterio hermenéutico
que informa todo el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, en virtud del cual debe
acudirse a la norma más amplia, o a la interpretación más extensiva cuando se trata de
reconocer derechos protegidos, e inversamente, a la norma o a la interpretación más
restringida cuando se trata de establecer restricciones permanentes al ejercicio de los
derechos o de su suspensión extraordinaria, es decir, dicho principio permite, por un lado,
definir la plataforma de interpretación de los derechos humanos y, por otro, otorga un sentido
protector a favor de la persona humana, pues ante la existencia de varias posibilidades de
solución a un mismo problema, obliga a optar por la que protege en términos más amplios.
Esto implica acudir a la norma jurídica que consagre el derecho más extenso y, por el
contrario, al precepto legal más restrictivo si se trata de conocer las limitaciones legítimas
que pueden establecerse a su ejercicio. Por tanto, la aplicación del principio pro personae en
el análisis de los derechos humanos es un componente esencial que debe utilizarse
imperiosamente en el establecimiento e interpretación de normas relacionadas con la

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

SELECCIÓN DE LA NORMA DE DERECHO


FUNDAMENTAL APLICABLE”27, respectivamente.

68. De igual manera, se sostiene que toda persona sujeta a un


proceso penal quien se ha autoadscrito indígena, deben
procurársele los derechos que le otorga el artículo 2º de la
Constitución General de la República. Por ende, no hay razón
alguna para, en principio, no otorgar a toda persona que se
autodeclare indígena, la protección especial que le reconoce
tanto la Constitución General de la República como los
Tratados Internacionales, pues dicha pertenencia es la que le
concede la identidad cultural que genera una diferencia
valorativa a favor de los indígenas por su especial
vulnerabilidad.

69. No obstante lo anterior, y a fin de evitar excesos, fraudes a la


ley e inseguridad jurídica para la víctima u ofendido, esta
protección de la persona, a efecto de lograr su adecuada protección y el desarrollo de la
jurisprudencia emitida en la materia, de manera que represente el estándar mínimo a partir
del cual deben entenderse las obligaciones estatales en este rubro.” Amparo directo en
revisión 2424/2011. **********. 18 de enero de 2012. Cinco votos. Ponente: José Ramón
Cossío Díaz. Secretaria: Teresita del Niño Jesús Lúcia Segovia.
27
Jurisprudencia publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima
Época, Libro XIII, octubre de 2012, Tomo 2, página 799, cuyo texto es: “De conformidad con
el texto vigente del artículo 1o. constitucional, modificado por el decreto de reforma
constitucional publicado en el Diario Oficial de la Federación el 10 de junio de 2011, en
materia de derechos fundamentales, el ordenamiento jurídico mexicano tiene dos fuentes
primigenias: a) los derechos fundamentales reconocidos en la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos; y, b) todos aquellos derechos humanos establecidos en tratados
internacionales de los que el Estado mexicano sea parte. Consecuentemente, las normas
provenientes de ambas fuentes, son normas supremas del ordenamiento jurídico mexicano.
Esto implica que los valores, principios y derechos que ellas materializan deben permear en
todo el orden jurídico, obligando a todas las autoridades a su aplicación y, en aquellos casos
en que sea procedente, a su interpretación. Ahora bien, en el supuesto de que un mismo
derecho fundamental esté reconocido en las dos fuentes supremas del ordenamiento
jurídico, a saber, la Constitución y los tratados internacionales, la elección de la norma que
será aplicable -en materia de derechos humanos-, atenderá a criterios que favorezcan al
individuo o lo que se ha denominado principio pro persona, de conformidad con lo dispuesto
en el segundo párrafo del artículo 1o. constitucional. Según dicho criterio interpretativo, en
caso de que exista una diferencia entre el alcance o la protección reconocida en las normas
de estas distintas fuentes, deberá prevalecer aquella que represente una mayor protección
para la persona o que implique una menor restricción. En esta lógica, el catálogo de
derechos fundamentales no se encuentra limitado a lo prescrito en el texto constitucional,
sino que también incluye a todos aquellos derechos que figuran en los tratados
internacionales ratificados por el Estado mexicano.”

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

Primera Sala ha determinado que dicha autoadscripción del


sujeto activo a una comunidad indígena, a fin de ser eficaz y
activar en su favor la serie de prerrogativas fundamentales,
deberá de realizarse en las primeras etapas del proceso
penal, esto es, ya sea ante el Ministerio Público durante el
procedimiento de averiguación previa o bien, durante la fase
de preinstrucción de la causa, referido a aquellos sistemas
procesales en donde aún no se haya establecido la vigencia
del modelo acusatorio constitucionalmente previsto. Por
tanto, en caso de que dicha calidad específica de indígena
sea manifestada durante las fases procesales de instrucción,
primera o segunda instancia o incluso, ante el Tribunal
Colegiado de Circuito que conozca del eventual amparo
directo promovido contra el fallo definitivo, dicha
manifestación no detentará la fuerza suficiente a fin de
ordenar la reposición del procedimiento penal respectivo.

70. Entonces, si la citada prerrogativa constitucional está


encaminada a asegurar que las autoridades encargadas de
aplicarla lo hagan de manera pronta, completa, gratuita e
imparcial, es claro que las autoridades que se encuentran
obligadas a la observancia de la totalidad de los derechos
que la integran, son todas aquellas que realizan actos
materialmente jurisdiccionales, es decir, la que en su ámbito
de competencia tienen la atribución necesaria para dirimir un
conflicto suscitado entre diversos sujetos de derecho,
independientemente de que se trate de órganos judiciales, o
bien, sólo materialmente jurisdiccionales.

69
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

71. En el caso de la población indígena, es indudable que en los


últimos años el marco constitucional también reconoce sus
derechos así como su diferencia cultural en el espacio de la
justicia; los cambios legales y la reforma del Estado en estos
temas, han generado, sin duda, transformaciones en las
dinámicas del campo jurídico y en las maneras de pensar el
derecho indígena y la diversidad, en lo cual, ha incidido
también el nuevo contexto internacional de defensa y
promoción de los derechos indígenas.

72. En ese orden de ideas, ante la manifestación del recurrente


de pertenecer al grupo indígena **********, lo mínimo
constitucionalmente exigible para la autoridad jurisdiccional
es que se pronuncie sobre dicho tópico, con una actitud
orientada a favorecer la eficacia de los derechos de las
personas.

73. En efecto, en el caso de la población indígena, la referencia


expresa contenida en el artículo 2, apartado “A”, fracción VIII,
de la Constitución Federal, establece a su favor el referido
derecho humano de “Acceso Pleno a la Jurisdicción del
Estado”. Para garantizar ese derecho, en todos los juicios y
procedimientos en que sean parte, individual o
colectivamente, la Constitución General de la República
establece que se deberán tomar en cuenta sus costumbres y
especificidades culturales, pero además, que los indígenas
tienen en todo tiempo el derecho a ser asistidos por
intérpretes y defensores que tengan conocimiento de su
lengua y cultura.

70
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

74. En este sentido, esta Suprema Corte de Justicia de la Nación


ha determinado que dicho derecho consistente en que la
persona indígena sea asistida por “intérpretes y defensores
que tengan conocimiento de su lengua y cultura”, no debe
interpretarse en su sentido literal copulativo, pues el derecho
a la defensa adecuada a favor de aquélla no implica que
ambas figuras – defensor e intérprete – necesariamente
deban conocer la lengua y cultura de la persona a quien
representan, pues el único obligado a ello directamente es el
intérprete; circunstancia con la cual se logra erradicar el
problema lingüístico que padecen estas personas sujetas a
proceso penal, atendiendo a que cuentan con el derecho a
expresarse en su lengua materna y no en la obligación de
hablar otra que les es ajena. Esto con base en la
jurisprudencia 1ª/J. 60/2013 (10ª) 28, de esta Primera Sala de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de rubro
“PERSONAS INDÍGENAS. INTERPRETACIÓN DEL
DERECHO FUNDAMENTAL DE SER ASISTIDOS POR
INTÉRPRETES Y DEFENSORES QUE TENGAN
CONOCIMIENTO DE SU LENGUA Y CULTURA.”29
28
Publicada en la Décima Época de la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro
1, Diciembre de 2013, Tomo I página 283.
29
Cuando personas indígenas están vinculadas en un proceso del orden penal, el estándar
para analizar si existió acceso pleno a la jurisdicción del Estado no es igual al que aplica en
cualquier proceso judicial, pues sus especificidades culturales obligan a todas la autoridades
a implementar y conducir procesos sensibles a tales particularidades. En ese sentido, el
artículo 2º, apartado A, fracción VIII, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, consagra a favor de aquéllas el derecho a que en todos los juicios y
procedimientos en que sean parte, individual o colectivamente, se tomen en cuenta sus
costumbres y especificidades culturales. Además, establece que: “… tienen en todo tiempo
el derecho a ser asistidos por intérpretes y defensores que tengan conocimiento de su
lengua y cultura”, lo cual constituye un mecanismo óptico para una defensa adecuada y, por
tanto, el pleno acceso a la justicia a favor de este sector históricamente vulnerable, así como
la mejor manera de reducir la distancia cultural que de facto opera entre una persona
indígena y las reglas de un sistema judicial inspirado en códigos que no comparten
determinadas minorías culturales. Ahora bien, la citada porción normativa que prevé el
derecho fundamental a que la persona indígena sea asistida por “intérpretes y defensores
que tengan conocimiento de su lengua y cultura”, no debe interpretarse en su sentido literal
copulativo, ya que el derecho a la defensa adecuada en favor de aquélla no implica que

71
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

75. En ese orden de ideas, se estima que existió una violación al


referido artículo 2°, apartado A, fracción VIII, de la
Constitución General de la República, así como el derecho a
una defensa adecuada desde el momento procesal que el
recurrente manifestó pertenecer al grupo indígena **********, y
no se le hicieron saber de los derechos inherentes con los
que cuenta, así como no se le designo un intérprete con
conocimiento de su lengua y cultura, aunado al defensor con
el que contaba con la finalidad de coadyuvar a que el
recurrente estuviera en posibilidad de realmente comprender
y hacerse comprender durante el juicio, de transmitir lo que
pensaba, su versión sobre los hechos, su entendimiento
sobre la prohibición, etcétera.

VIII. EFECTOS.

76. Por las razones expuestas con anterioridad, a fin de restituir


al quejoso en el goce de sus derechos constitucionales
vulnerados, en términos del artículo 80 de la Ley de Amparo,
esta Sala determina revocar la sentencia recurrida, y reponer
el procedimiento desde el momento procesal en el que el

ambas figuras – defensor e intérprete – necesariamente deban conocer la lengua y cultura


de la persona a quien representan, pues el único obligado a dello directamente es el
intérprete; circunstancia con la cual se logra erradicar el problema lingüístico que padecen
estas personas sujetas a proceso penal, atendiendo a que cuentan con el derecho a
expresarse en su lengua materna y no en la obligación de hablar otra que les es ajena. Por
lo que toca a la figura del defensor – de oficio o privado – éste no necesariamente deberá
contar con conocimiento de la lengua y cultura del indígena, al no ser indispensable tal
cualidad en su persona, dado que el inculpado podrá ser escuchado y se hará sabedor de
sus derechos a través del intérprete; máxime cuando la designación de defensor efectuada
por la persona indígena, en términos del artículo 20, apartado A, fracción IX, constitucional,
implica un derecho fundamental.”

72
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

recurrente manifestó ser indígena **********, es decir, desde la


diligencia de declaración preparatoria de quince de junio de
dos mil once30 para que le sea nombrado intérprete que tenga
conocimiento de su lengua y cultura, aunado al defensor con
el que contaba el recurrente para que coadyuve con este
último en la defensa del quejoso.

77. No obsta lo anterior, que el razonamiento del Tribunal


Colegiado de Circuito se haya apoyado en un precedente de
esta Primera Sala, específicamente, en la jurisprudencia de
rubro “PERSONAS INDÍGENAS. SU PROTECCIÓN
ESPECIAL A CARGO DEL ESTADO SURGE A PARTIR DE
LA AUTOADSCRIPCIÓN DEL SUJETO A UNA
COMUNIDAD INDÍGENA O DE LA EVALUACIÓN
OFICIOSA DE LA AUTORIDAD MINISTERIAL O JUDICIAL
ANTE LA SOSPECHA FUNDADA DE QUE EL INCULPADO
PERTENECE A AQUÉLLA.”, así como el juicio de amparo
directo 54/2011, pues al hacerlo incurrió en errores como se
mencionó en líneas anteriores.

78. Similares consideraciones se sostuvieron por esta Primera


Sala al resolver el Amparo Directo en Revisión 2434/2013 y
4034/2013.

IX. DECISIÓN

En virtud de que la interpretación del artículo 2° de la


Constitución General de la República que da sustento a la
sentencia recurrida es inexacta, se revoca la sentencia
30
Foja 392 de la sentencia de amparo directo.

73
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

recurrida y se ordena reponer el procedimiento para los fines


precisados anteriormente.

En consecuencia, esta Primera Sala de la Suprema Corte de


Justicia de la Nación;

RESUELVE:

PRIMERO. Se revoca la sentencia recurrida.

SEGUNDO. La justicia de la Unión ampara y protege a


********** en contra de la autoridad y acto reclamado
precisados en esta ejecutoria, para los efectos precisados en
la misma.

Notifíquese; con testimonio de esta resolución,


remítanse los autos al Tribunal de su origen y, en su
oportunidad, archívese el toca como asunto concluido.

Así, lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de


Justicia de la Nación, por mayoría de tres votos de los
Señores Ministros: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Jorge
Mario Pardo Rebolledo, Olga Sánchez Cordero de García
Villegas (Ponente), en contra del emitido por el Ministro
Presidente Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Ausente Señor
Ministro José Ramón Cossío Díaz.

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 201/2015

Firman el Ministro Presidente de la Primera Sala y la


Ministra Ponente con el Secretario de Acuerdos, que autoriza
y da fe.

PRESIDENTE DE LA PRIMERA SALA:

MINISTRO ALFREDO GUTIÉRREZ ORTIZ MENA.


PONENTE:

MINISTRA OLGA SÁNCHEZ CORDERO DE GARCÍA


VILLEGAS.

SECRETARIO DE ACUERDOS:

LIC. JUAN JOSÉ RUIZ CARREÓN.


En términos de lo previsto en los artículos 3°, fracción II, 13, 14 y 18 de la Ley
Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental en esta versión
publica se suprime la información considerada legalmente como reservada o confidencial
que encuadra en estos supuestos normativos.

75

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