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Integrantes:

Ortíz, Ofelia 8-787-984


Pascual, Janitzel 8-740-2459
Peralta, Anyelaine 8-982-192
Pitti, Ana 8-856-1618
Tapia, Alexei 8-931-1974

Grupo: 7

Profesora: Beatriz Pimentel

Título: La Teoría de la Anomia

Fecha de entrega: 30-06-2022


Introducción

La criminología es una ciencia cuyo nombre significa el estudio del crimen, es


una ciencia multidisciplinaria y surge con la finalidad de explicar la relación entre el
delincuente y el delito.
En este trabajo se abordará una de las teorías que buscan explicar el
fenómeno de la criminalidad: la teoría de la anomia. El término anomia surge por
primera vez en la obra de Durkheim “El suicidio” escrita en 1897.
Anomia significa la ausencia de normas, situaciones de cambios bruscos,
rápidos y radicales, los cuales generan inseguridad y desconfianza en las normas
que rigen a la sociedad.
Por lo que en este trabajo se abordará en que consiste la teoría de la anomia
según Durkheim y según Merton, así como los tipos normales de adaptación a la
sociedad que existen y como la teoría de la anomia busca explicar la criminalidad.
Teoría de la anomia

Esta propuesta intenta de explicar el crimen y el delito, la planteó primero: el


francés Emile Durkheim, después el norteamericano Robert K. Merton la amplio
más y luego fue criticada y ampliada por varios autores como Richard A. Cloward
y Lloyd E. Ohlin.
Esta teoría propone que el delito va más allá que los “factores biológicos y
psicológicos”, donde la conducta desviada y la criminalidad tienen su origen en las
estructuras sociales. Lo que significa que la sociedad global ejerce una gran
influencia en la conducta desviada, por la presión que ejerce entre la ruptura del
mundo cultural en contradicción con la organización institucional. Todos los
especialistas que estudian el crimen coinciden en que la Teoría de la Anomia es la
única propiamente sociológica, ya que la misma apela a explicaciones sociales
para demostrar que la conducta desviada está muy relacionada y a la vez
influenciada por la sociedad.
La teoría de la anomia se encuentra dentro de una de las grandes corrientes
sociológicas, conocida como el “Estructural-Funcionalismo”.

La teoría de la anomia según Emilio Durkheim

Para Emilio Durkheim la anomia se presenta como un debilitamiento de la


moralidad común, cuando la moral no limita a los individuos; o mejor dicho,
cuando las personas carecen de un concepto claro
de una conducta adecuada y aceptable de lo que es y
no es, ya que esta leve desviación lenta y progresiva
de la norma moral conduce a los comportamientos
desviados y por último a la conducta desviada y al
delito. También se sostiene que el trabajo aislado y
sin interés llevan a la anomia.
Es decir que la anomia ocurre cuando se da un
relajamiento de la norma moral en los individuos o
cuando la conciencia colectiva se debilita producto de una exagerada división del
trabajo social, desencadenada por las fluctuaciones económicas, ya sean las
mismas de auge o de depresión, lo cual produciría el fracaso o la falta de un
sistema de convicciones morales arraigadas colectivamente.
Según Durkheim la división del trabajo social no normal conlleva tres tipos de
consecuencias a la sociedad humana:

1. Las crisis industriales o comerciales, por las quiebras que son otras
rupturas parciales de la solidaridad orgánica producen efectos sociales, las cuales
se manifiestan como antagonismo del trabajo y del capital, esto debido a lo
obligado y forzado de la actividad productiva, lo cual conduce a luchas
desintegradoras dando pie a una mayor fatiga del sistema nervioso, con la
aglomeración y el trabajo mecánico, las cuales exigen una nueva organización.
2. La coacción en la división del trabajo: es otro tipo de manifestación mórbida
que se expresa en reglamentaciones que imponen disciplinas, impidiendo la
naturaleza normal del hombre, al romper la espontaneidad del trabajo según las
desigualdades sociales y naturales; esta situación se presenta incluso en los
“contratos” ya que no se tienen en los mismos la igualdad entre las partes, donde
es normal ver que una parte impone sus intereses a la otra.
3. La incoordinación de las funciones: esto impide la actividad de los
individuos, lo que produce un relajamiento, incoherencia y desorden, aunque
exista poder directivo, incidiendo sobre la solidaridad orgánica, la cual disminuye
sustancialmente y es incidida por la creciente especialización.

Cabe mencionar que, para Emilio Durkheim, la anomia puede indicar un factor
que lleva al cambio social y pone como ejemplo el caso de Sócrates, quien con su
actitud propuso una nueva moral. También hay que mencionar que los tratadistas
contemporáneos consideran a la anomia con los siguientes criterios:

• Incapacidad de la estructura social para proveer a ciertos individuos lo que le


será necesario para lograr las metas de la sociedad.
• Fracaso o la falta de un sistema de convicciones morales arraigadas
colectivamente.
• Ausencia de normas.
• Fracaso de un sistema de convicciones morales arraigadas colectivamente.
• Vacío social señalado por la ausencia de normas y valores sociales.

Además, Emilio Durkheim sostenía que el delito es algo “natural” en todas las
sociedades, ya que este no aparece sólo en la mayoría de las sociedades de una
determinada especie, sino que aparece en todas las sociedades de todos los
tipos. Lo cual se puede comprobar de forma fácil al estudiar la historia de todas las
sociedades. Si bien para Durkheim “el delito es un hecho social normal”, también
es patológico cuando la tasa de incidencia es alta, siendo el delito funcional a la
sociedad expresado en el rechazo al mismo, lo cual lleva a la reafirmación de la
pertenencia a la sociedad por sus miembros, reafirmando “cohesión social” a favor
de una “conciencia colectiva”.

En su obra “El suicidio” escrita en 1897, Durkheim expresa lo siguiente:

Comprueba lo que planteaba en la teoría de la anomia al comprobar que las


tasas de suicidio estadísticamente se incrementan tanto en los periodos de
depresión como en los periodos de prosperidad económica. Esto se atribuye a la
trascendencia, ya no de la efectiva regulación social de las interacciones
económicas de los diversos grupos, sino de cómo percibe el individuo sus
necesidades y el modo en que estas son satisfechas. Esto lleva a Durkheim a
pensar que el suicidio anómico no tiene su origen en la pobreza sino en una
situación de crisis o de desorganización colectiva. Cuando se limitan
adecuadamente las expectativas “cada uno esta entonces en armonía con su
condición y no desea más que lo que legítimamente pueda esperar”.
Durkheim para su estudio descrito en su obra, se ayuda de las estadísticas
disponibles, mayormente de ciudades europeas, definiendo bien los datos
utilizados entre diversos grupos sociales. El suicidio lo define como “todo caso de
muerte que resulte directa o indirectamente de un acto positivo o negativo,
ejecutado por la propia víctima, a sabiendas de que habría de producir ese
resultado”. De esta forma, determina también que el suicidio anómico es resultado
únicamente del poder regulador de la sociedad. El suicidio y sus motivaciones son
definidas por Durkheim como hechos sociales.
En el curso del diagnóstico emocional que elabora Durkheim de la sociedad
quedan claramente evidenciadas diversas molestias vinculadas a emociones
como la depresión y el desencanto (individualismo), del asombro y la ansiedad
(anomia social) y de la frustración y de la decepción (anomia económica), sin
necesidad de que esto expresamente vincule la sociedad en la modernidad como
una valoración negativa.
Bajo su estudio, diversos factores son responsables del aumento en las tasas
de las estadísticas de suicidio: desde una reclusión desmesurada o una excesiva
identificación con el grupo; un poder excesivo de las normas o una falta
pronunciada de reglas; un ritmo excesivamente cambiante o una estabilidad
prolongada. Ambos extremos (negativos y positivos) de la sociedad daban como
resultado el aumento en los casos de suicidios.

La teoría de la anomia según Robert K. Merton

La propuesta planteada por Emilio Durkheim es ampliada mediante el aporte


del Sociólogo Robert King Merton, en los Estados Unidos con su obra “Teoría y
Estructura Social”. El mismo abandona el presupuesto organicista positivista del
sociólogo francés, pero asume como marco teórico al Funcionalismo Sociológico
el cual estudia la realidad del crimen y el delito en su país.
Robert K. Merton sostiene que hay dos elementos contradictorios en la
sociedad norteamericana los cuales son:
Los objetivos culturalmente definidos y los medios
institucionalizados para alcanzarlos, los cuales llevan a
determinadas personas a producir el crimen y el delito.

Para Merton el “Sistema Social” y el “Sistema


Cultural” establecen orientaciones contradictorias a
algunos sujetos, produciendo conductas desviadas de
carácter anómicas, las cuales son expresión de
“causas sociales y culturales” expuestas por este
sociólogo de la siguiente manera:

• “My central hipothesis that aberrant behaviour may be regarded


sociologically as a sympton of dissociation between culturally described aspirations
and socially atructured avenues for realizing these aspirations”.
Lo anterior se puede traducir como: “Mi hipótesis central de que el
comportamiento aberrante puede considerarse sociológicamente como un síntoma
de disociación entre las aspiraciones culturalmente descritas y las vías
socialmente estructuradas para realizar estas aspiraciones”.

Esto significa que la cultura en una sociedad la cual establece metas y


objetivos a seguir por los miembros que la conforman y cuando estas tienen una
influencia muy grande sobre los individuos, que los impulsan al logro, pero al
mismo tiempo cuando las instituciones u organizaciones sociales formales no son
suficiente para que este gran número de personas logre estos objetivos, siguiendo
la legalidad establecida, se da la posibilidad en muchas personas para que se
expresen con conductas desviadas las cuales pueden llevarlos al delito y al
crimen. Como la obra fue escrita en los Estados Unidos de Norteamérica, los
datos tomados indican con mucha claridad, que las personas en esta sociedad
son impulsadas culturalmente a la búsqueda frenética del “éxito-meta”, mediante
la búsqueda individual de dinero en una carrera que despierta una
desproporcionada aspiración, que ante la imposibilidad de llegar a cumplir con
estas pretensiones, porque las instituciones económicas capitalistas no están
diseñadas, ni se han organizado para una masiva atención de triunfo, da como
resultado la quiebra de la moral individual y social, manifestándose
consecuentemente los estados de “egoísmo y de anomia”.
Esto se puede ver en muchos casos donde se busca el éxito monetario pero no
existen los recursos o las oportunidades de negocio no son las mejores, en estos
casos muchas personas se verían obligados a buscar otros medios para alcanzar
la realización de sus objetivos o simplemente para encajar en lo que la misma
sociedad exige de sus miembros “normales”.
Lo cual lleva a Merton a crear un cuadro muy esquemático de posibilidades de
la acción individual o los denominados “modos de adaptación” (los cuales se
mencionarán más adelante en este trabajo) para explicar las diversas alternativas
de comportamiento sobre la base de la utilización de la variable “metas culturales”
y “medios institucionalizados”, formando una famosa tipología de explicación,
totalmente sociológica, que deja a un segundo plano los aspectos psicológicos del
comportamiento humano.

Necesidad metodológica de una interpretación social de la criminalidad.

La sociología criminal moderna no se limita a resaltar la importancia del medio


o del entorno en la génesis de la criminalidad, sino que define y contempla al
hecho delictivo como un fenómeno social. De este modo, existen dos
perspectivas: en el lado europeo predomina la teoría de la anomia de DURKHEIM,
mientras que en el norteamericano cobra gran importancia la Escuela de Chicago,
que frente a la escuela europea es de un corte más pragmático y centrada en
problemas sociales.
Buena parte del éxito de los modelos sociológicos, según García Pablos de
Molina se basa en la utilidad práctica a efectos político-criminales, mostrando la
naturaleza social del problema criminal y la pluralidad de factores que operan en el
mismo.
De esta forma es necesaria un acercamiento sociológico a la criminalidad ya
que se puede comprobar que los crímenes existen en todos los tipos de sociedad
y no se limita a una especie determinada de sociedad.

Elementos de la estructura social importantes para la criminalidad.

Según Merton, las estructuras sociales ejercen una presión definida sobre
ciertas personas en la sociedad induciéndolas a una conducta de rebeldía antes
que de conformidad.
A diferencia de Durkheim, Merton no consideraba la naturaleza biológica del
ser humano como importante para explicar la desviación. Al explicar la anomia y la
conducta desviada, Merton no se enfocaba precisamente en el individuo, sino en
el orden social. Postulaba una dicotomía entre las metas culturales y los medios
institucionales para lograr esas metas, cualquier meta cultural muy apreciada en
una sociedad, era también muy probable que afectara los medios
institucionalizados. Por lo que un equilibrio eficiente entre estas dos fases suele
mantenerse, siempre y cuando los individuos obtengan satisfacciones al
conformarse tanto con las metas culturales como con los medios
institucionalizados.
Esta definición de Merton hace énfasis en el desequilibrio entre las metas
culturales y las normas institucionales en una sociedad. Concibe la anomia como
un derrumbe de la estructura cultural que acaece sobre todo cuando existe una
discrepancia aguda entre las normas, las metas culturales y las capacidades
sociales estructurales de los miembros del grupo de obrar en concordancia con las
mismas.
Esta relación entre anomia y estructura social puede detallarse como:

1-Exposición a la meta cultural y a las normas que regulan la conducta


orientada hacia la meta.
2-Aceptación de la meta o norma como mandatos morales y valores
internalizados.
3-Accesibilidad relativa de la meta: las posibilidades de vida en la estructura de
oportunidades.
4-El grado de discrepancia, entre la meta aceptada y su accesibilidad.
5-El grado de anomia
6-Las tasas de conducta desviada de los distintos tipos manifestada en la
topología de los modos de adaptación.

Las metas sociales.

Las metas sociales son los objetivos que la sociedad establece para que los
individuos alcancen una vida de éxito o de mucho dinero, las mismas no siempre
son fáciles de conseguir por lo que surge la pregunta de si las mismas ponen de
manifiesto la desigualdad entre los miembros de la sociedad.
Para Merton la anomia es una especie de quiebra de la estructura cultural, que
tiene lugar cuando hay una separación grave entre las normas y los objetivos de
una cultura, y las capacidades o el compromiso de los individuos por obrar de
acuerdo con aquéllos.
Además, sostiene que la probabilidad de caer en la anomia difiere entre los
individuos debido a la estructura social donde conviven, haciendo a unos más
propensos y con más posibilidades de caer en un estado de anomia, que según
Merton es característico de los estratos más bajos de la sociedad, donde las
posibilidades para acceder a los fines prescriptos por la cultura y la sociedad en
general son escasos.
De esta manera, las personas de menores recursos, sin poder encontrar los
medios (ya sea el trabajo, la empresa, entre otros) para los fines culturalmente
impuestos (cabe mencionar que esto en la sociedad norteamericana del siglo XX
en la que vivió Merton, se refería a hacer dinero), serían más propensas a, si
quieren cumplir con ese objetivo, a buscar soluciones alternativas (las cuales no
necesariamente eran legales) para llegar a la meta de éxito material.
No obstante, esta situación anómica es típica de la sociedad norteamericana y
afecta a todas sus instituciones, grupos e individuos. Todos son incitados desde el
hogar, frecuentemente en las iglesias protestantes, en la escuela, el trabajo, los
medios de comunicación, etc. a cumplir sin nada que lo impida el llamado “Sueño
Norteamericano”, la consigna ideológica y el mito de la igualdad y el éxito
económico para todos. Lo cual significaba en esos tiempos, que para alcanzar la
cima sólo sería cuestión de perseverar y trabajar duro; y el fracaso se debía
únicamente a la falta de esfuerzo o a los defectos del individuo.

Los medios institucionalizados.

Sin embargo, en la práctica social la realidad se presenta completamente


diferente. Las oportunidades (en este caso se puede mencionar el acceso a los
medios económicos, la educación, la ocupación, necesarios para lograr las metas
culturalmente prescriptas) no se hallan al alcance de todos, sino que se
distribuyen en función de la posición que cada uno tiene en la clase social.
Esto significa que se está en presencia de una sociedad contradictoria, injusta
y conflictiva, pues anida en ella, una evidente disociación o contradicción entre la
cultura (metas exigidas universalmente) y la estructura social (desigual
disponibilidad social de las oportunidades), quedando de esta manera descartada
toda concordancia entre mérito, esfuerzo y recompensa.
En pocas palabras los fines son los mismos para todos; los medios, sin
embargo, era para que cada uno velara por sí mismo como pudiera. Y es esta
dislocación la que puede llevar a la anomia.

No obstante, hay sociedades donde hay un cierto equilibro entre los objetivos y
la capacidad de la gente para llegar a ellos. Por ejemplo, en una sociedad de
esquimales en la que la meta socialmente impuesta sea, ser una persona pacífica
y ser buen pescador, no existen objetivos culturales que pueden conducir a un
estado de anomia, como sí es el caso cuando la meta social es el conseguir
dinero.
Esto quiere decir que la sociedad es un factor importante a la hora de
considerar por que motivos las personas se decantan por cometer delitos, esto al
verse en la necesidad de conseguir dinero o viéndolo de una forma más profunda,
por la necesidad de encajar en lo que la sociedad ve como correcto.

Los tipos normales de adaptación a la sociedad.

Según Merton existen cinco tipos de adaptaciones a una situación en que los
medios legítimos para alcanzar una meta son inalcanzables para ella:

1-Conformismo. El individuo comparte los medios y los fines socialmente


aceptados. Esto suele ser lo más abundante en la sociedad y se ve por la
costumbre y la falta de cuestionamientos a los procedimientos que se siguen. Al
decir que la conformidad es la forma de adaptación más abundante en la
sociedad, significa que mantiene la estabilidad y armonía que necesita el orden
social para operar y desarrollarse, lo que contrarresta la formación de conductas
divergentes.
2-Ritualismo: consiste en abandonar las metas del éxito y de la rápida
movilidad social hasta un punto en que podemos satisfacer nuestras aspiraciones.
La persona comparte los medios, pero no se motiva con los objetivos de éxito
económico y ascenso social.
3-Rebelión: donde se encuentran las posturas no conformistas con los fines
mayoritariamente aceptados, que proclaman que es posible vivir la vida con
arreglo a fines y valores no individualistas como los que propone el capitalismo
estadounidense. Merton dice ver allí el germen de conductas revolucionarias o
rebeldes.
4-La innovación: la persona comparte los fines, pero no recorre los mismos
caminos sacrifícales. Por ende, “corta camino” y en vez de medios lícitos utiliza
medios “eficaces”. Una parte de la conducta delictiva se manifiesta en base a este
tipo de respuestas a los problemas de ajuste.
5-Apatía: es el rechazo tanto a las metas culturales como de los medios
institucionales. El individuo se encuentra frustrado. No renuncia a la meta del
éxito, pero adopta mecanismos de escape, tales como el derrotismo, el quietismo
etc. Se da en los individuos alcohólicos, en los vagabundos, etc.

La anomia como explicación de la criminalidad

La teoría de la anomia intenta explicar el fenómeno de la criminalidad partiendo


de la discrepancia existente entre los fines culturales y los accesos que
determinados sujetos tienen a los medios legítimos. Para esto realiza una tipología
en la que establece posibles estereotipos de conducta: el tipo conforme,
innovador, retraído, rebelde.
A fin de explicar la criminalidad de cuello blanco el autor sostiene que se
trataba de una desviación innovadora,
“debido a que estos sujetos adhieren
decididamente al fin social dominante
en la sociedad estadounidense: el
éxito económico y lo intentan alcanzar
sin haber internalizado las normas
institucionales a través de las cuales
se determinan las modalidades y los medios para alcanzar los fines culturales”,
considera de igual forma que la clase de los hombres de negocios es un sector
social en el que se encuentra gran parte de la población ampliamente desviada
pero la misma es escasamente perseguida.
La teoría de la anomia señala que, para bajar los indicadores de criminalidad
debe tomarse en cuenta una doble posibilidad. O bien se incide desde el estado
en la estructura cultural para que las personas rebajen sus aspiraciones (y
aprendan a vivir con apego a otros códigos que no incluyan el sueño americano),
o bien se incide en la estructura social para que las personas aumenten sus
oportunidades. Los planes de “lucha contra la pobreza” y de “movilización de la
juventud”, llevadas a cabo por Kennedy y Jonson, están influidas por estas ideas,
que a su vez adoptan muchas tesituras de la Escuela de Chicago: tratan de
organizar políticamente el barrio como premisa para la prevención del delito, a la
vez que intentan mejorar las oportunidades educativas y de trabajo de los jóvenes.
De esta forma la teoría de la anomia al buscar una explicación sociológica de la
criminalidad también intenta disminuir las oportunidades de que surjan conductas
desviadas y de esta forma evitar que haya un auge de posibles delitos. Al tratar de
aumentar los medios por los que las personas puedan alcanzar las metas
sociales, también se puede intentar disminuir las tendencias de ciertas personas a
delinquir.
Conclusiones

 La Teoría de la anomia es una forma de explicar el fenómeno de la


criminalidad y que se basa en la tendencia de las personas de cumplir
las metas sociales impuestas por la sociedad y que la misma al no ser
capaz de ofrecerles medios legítimos para obtenerlos, propicia que las
personas busquen medios alternativos y los mismos no siempre son
legales.

 Hay que considerar que la teoría de la anomia es una teoría


propiamente sociológica por lo que no se toma en cuenta los demás
factores que pueden influir a una persona para que cometa un delito, ya
sea factores psicológicos, hereditarios o de cualquier otra índole.

 El aumento de oportunidades para que las personas consigan las metas


sociales es una buena forma para intentar disminuir los casos de
conductas desviadas, de esta forma también se puede intentar disminuir
varios delitos que se cometen por la necesidad de conseguir dinero o
aceptación social.
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