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1.5. EL ESTUDIO
Estudiar es un intento sistemático de comprender, asimilar, fijar y recordar
los contenidos objeto del aprendizaje, valiéndose de las técnicas adecuadas.
Exige una actitud de la mente y de la voluntad, ambas tienen que tener la
decisión de aprender.
1.5.1. La atención
Podemos definir la atención como la actitud consciente para percibir de forma
clara los estímulos que nos llegan del exterior. La atención se puede
manifestar en dos formas:
ATENCIÓN
ESPONTÁNEA VOLUNTARIA
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A. Atención espontánea: originada al quedarnos sorprendidos ante un
hecho determinado.
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Si cansa una actividad sustituirla por otra, nunca por tiempos inferiores a
30 minutos.
EXTERNAS
Es el medio ambiente.
CONDICIONES
DE
ESTUDIO
INTERNAS Son biopsicológicas.
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h. Por otro lado, también es necesario el conocimiento y dominio adecuado
de uso de computadora y el uso de internet para poder acceder a la
bibliotecas virtuales, plataformas virtuales e informaciones electrónicas.
- La motivación
Son esas palancas que mueven nuestra voluntad. Despiertan el interés,
ayudan a centrar la atención, estimulan el deseo de aprender, conducen
al esfuerzo.
Debes tener presente que los motivos no surgen por sí mismos, sino que
hay que adquirirlos y cultivarlos.
. tipos de motivación:
Extrínseca o incentivación: los motivos proporcionan alguna clase
de beneficio material. Se basa en satisfacer necesidades externas del
estudiante. Para ello, otras personas (padres y profesores) le ofrecen
incentivos, premios. Por ejemplo: dinero, una moto, un viaje, salir el
fin de semana, etc. Los estímulos vienen desde fuera del estudiante.
El móvil es externo al propio sujeto y viene a resultar que la actividad
de estudiar se convierte en un medio para conseguir otros fines.
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Intrínseca, trascendente o automotivación: los motivos
proporcionan una satisfacción personal. Los motivos se asientan sobre
la responsabilidad de nuestro deber como personas libres, y se orientan
hacia el logro de nuestra propia mejora y la de los demás. Se basa en
satisfacer necesidades internas del estudiante. Es realizada por el
propio estudiante, él se motiva a sí mismo. Como el móvil nace en el
propio individuo la actividad, en este caso de estudiar, gusta por sí
misma.
Aunque los dos tipos de motivación suelen ir unidos, siempre prima
alguno de ellos.
Ten cuidado porque un exceso de motivación, según Hernández, puede
convertirse en un problema, pero sólo si genera un exceso de ansiedad,
que puede estar provocado por un sentimiento de amenaza, de cierto
miedo a lo que pueda ocurrir.
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exámenes presentan un alto grado de nerviosismo que puede llegar
a la angustia. Cualquier síntoma de este tipo hay que solucionarlo
desde el principio para evitar problemas que van aumentando. Hay
diversas técnicas de relajación que si se toman en serio pueden
ayudar.
la concentración.
B. Ejercicios de relajación
Para alcanzarla sigue los siguientes pasos:
Evita cualquier prenda de ropa que pueda oprimirte: cinturón, cuellos,
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Túmbate sobre una superficie rígida, pero que no sea ni muy dura ni muy
inmóvil.
Pasa revista a todos los músculos de tu cuerpo concentrando
sucesivamente tu atención en cada uno y alejando la tensión que pueda
haber acumulada en alguno de ellos.
La mente: que hasta ahora ha estado dirigiendo su atención a los
miembros del cuerpo, una vez que éstos se hallan en calma, debe
relajarse ella misma sumergiéndose en la imaginación, visualizando
escenas agradables, placenteras... (por ejemplo, la contemplación de una
hermosa puesta de sol desde una verde colina; tumbado sobre la limpia
arena de una playa recibiendo la brisa del mar y el murmullo de las olas;
etc.).
C. Ejercicios de respiración
El cansancio y la fatiga en el estudio provienen muchas veces de una mala
ventilación. Para mejorar puedes realizar el siguiente ejercicio de
respiración:
Túmbate de espaldas con la nuca apoyada en el suelo, las rodillas
flexionadas y los brazos extendidos a lo largo del cuerpo. Cierra los ojos,
entreabre la mandíbula y relaja la lengua y los labios. Concéntrate sólo en
tu respiración durante tres o cuatro minutos.
Inspira por la nariz lenta y profundamente contando hasta cinco. Contén la
respiración tan sólo un segundo, y espira despacio por la nariz contando de
nuevo hasta cinco.
D. Dormir bien
El estudiante debe aprovechar las horas del día sin tener que quitar horas al
sueño. Tu trabajo intelectual (clases o estudio) no puede ser eficaz si antes no
satisfaces la necesidad de descanso.
Normalmente, ocho horas pueden ser las adecuadas para un estudiante.
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Practica previamente los ejercicios de relajación básica que te hemos
apuntado.
Para favorecer la relajación antes de acostarse es bueno un baño de agua
tibia pero no es aconsejable permanecer más de diez minutos dentro del
agua.
Un vaso de leche caliente antes de acostarse también favorece el sueño.
Dos horas antes de acostarte debes ir abandonando tu actividad normal para
dar paso a un reposo gradual. La lectura relajada y una música serena son
buenos preludios para un dulce sueño.
No dejes nada para consultar con la almohada. Al concluir la jornada, se
acabaron los problemas.
Adopta por costumbre una hora fija para acostarte y otra fija para
levantarte.
REFERENCIA BIBLIOGRAFICA: