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Proceso administrativo

El proceso administrativo es un conjunto de etapas (planificación, organización,


dirección y control) cuya finalidad es conseguir los objetivos de una empresa u
organización de la forma más eficiente posible.

En palabras aún más sencillas, el proceso administrativo se compone de una serie


de etapas que nos ayudarán a conseguir los objetivos propuestos. El proceso
administrativo es continuo. No se trata de realizar cada una de las etapas y todo
termina ahí. Cuando termina un ciclo, se pasa al siguiente. Normalmente se utiliza
para el objetivo general de la empresa, objetivos particulares o incluso para
proyectos menores.

Henri Fayol, fue el creador del proceso administrativo. De él emanan las 4 etapas
de las que se que compone el proceso administrativo:

Planificar.

Organizar.

Dirigir.

Controlar.

Para Fayol, estas cuatro etapas eran imprescindibles para la buena gestión
gerencial. Todo equipo directivo debe dominarlas y tenerlas en cuenta de cara a
cualquier proyecto. Con todo, Fayol nunca fue extremista en sus ideas y se puede
leer en su obra como dejaba espacio para la flexibilidad y la adaptación. Así, los
seguidores de la teoría clásica de la administración han ido completando,
mejorando y adaptando el proceso administrativo a los diferentes tipos de
empresas que han ido naciendo durante las últimas décadas.

Origen del proceso administrativo

El origen del proceso administrativo se lo debemos a Henry Fayol. Hacia el año


1916, tras 50 años como gerente de una empresa minera, Fayol publicó su libro
«Administration Industrielle et Générale». En español sería algo parecido a
«Administración Industrial y General».
En dicho libro desarrolló, basándose en su experiencia, toda su teoría. Fayol,
destacaba en su obra los distintos niveles de gerencia, las funciones
administrativas y una lista de principios para administrar correctamente.

No obstante, cabe mencionar, que lo más reconocido de todo su trabajo, son sus
principios. En concreto 14 principios para la correcta administración.

Características del proceso administrativo

Un proceso administrativo posee multitud de características y peculiaridades en


función de la empresa que lo desarrolle, hacemos mención a las más comunes:

Consta de cuatro etapas relacionadas entre sí.

Debe de plasmar todos los objetivos que se persiguen alcanzar con él.

Deben ser informados del mismo todos aquellos trabajadores que vayan a formar
parte del proceso.

El objetivo que tiene es la creación de una hoja de ruta para optimizar al máximo
cada una de las acciones que incluye el proceso administrativo.

Puede ser utilizado por cualquier empresa, independientemente de las


características de la misma.

Se realiza con un horizonte temporal previamente estipulado. De esta forma,


ofrece cierta flexibilidad para poder ser adaptado a las circunstancias.

Etapas del proceso administrativo

En la definición, hemos dicho que el proceso administrativo está formado por una
serie de etapas: planificación, organización, dirección y control. En este apartado
las desarrollaremos y las explicaremos. Claro que, en primer lugar, conviene saber
cómo se separan estas dos fases:

Fase mecánica: La fase mecánica está compuesta por la planificación y la


organización. Podríamos decir que es una parte estática del proceso.

Fase dinámica: La fase dinámica, por su parte, está compuesta por la dirección y
el control. En este sentido, la palabra dinámica hace referencia al movimiento.

Es decir, una vez hemos planificado y organizado, toca ejecutar y ponerse manos
a la obra.

Proceso Administrativo (fase Mecanica Y Fase Dinamica)


En cualquier caso, más importante que distinguir entre mecánico y dinámico, es
conocer las distintas etapas que lo componen:

Planificación: Trata de programar las tareas a realizar y solver las cuestiones


pertinentes que más tarde se ejecutarán.

Organización: La idea es ver quién se encargará de cada tarea, en qué orden y


que estructura tendrá el proyecto en su ejecución.

Dirección: La dirección no sólo se encarga de mandar, también se encarga de


ayudar, respaldar e intervenir ante cualquier conflicto que se presente en la
consecución de objetivos.

Control: El control se basa en el seguimiento de métricas confiables que permitan


supervisar que se conseguirán los objetivos más grandes.

Importancia del proceso administrativo

El proceso administrativo desempeña un papel fundamental en la gerencia de una


compañía. Supone la hoja de ruta a seguir durante un determinado periodo, para
poder alcanzar los objetivos establecidos por la dirección.

De esta manera, seguir todas las etapas marcadas dentro del proceso
administrativo, permitirá a la organización incrementar su grado de eficiencia a la
hora de lograr las metas propuestas. Este proceso supondrá una reducción en el
número de recursos consumidos. Por este motivo, se podrán destinar aquellos
recursos ahorrados a otras acciones que resulten beneficiosas para la compañía.

Entre las ventajas que podemos destacar del proceso administrativo destacamos
las siguientes:

Permite a la empresa disponer en todo momento de una planificación futura.

Las acciones a llevar a cabo en cada uno de los posibles escenarios se


encontrarán estipuladas.

Establece de forma clara los objetivos que tiene una determinada empresa en el
corto, medio y/ó largo plazo.

Se optimizan al máximo los recursos

Evita gastos superfluos que no se encontrasen contemplados previamente.

Puede suponer un incremento de la productividad ya que mejora la coordinación


entre miembros del equipo.
Por último, hay que destacar que un proceso administrativo perfectamente
diseñado evitará que aparezcan sucesos que rompan los esquemas de los
directivos. En consecuencia, se reducirá el número de medidas improvisadas que
pueden derivar en decisiones perjudiciales para el funcionamiento de la empresa.

Ejemplo de proceso administrativo

Por ejemplo, supongamos que somos montañeros. Nuestro objetivo es alcanzar la


cima de las cinco montañas más altas del mundo. El objetivo está claro, pero
necesitamos un proceso para alcanzar nuestros objetivos de la forma más segura
posible. Es decir, sin poner en riesgo nuestra salud.

Necesitaremos por tanto un proceso para conseguir nuestro objetivo final: alcanzar
las cinco cimas. Aunque cada pico es diferente, a su vez, seguiremos una serie de
etapas para alcanzar cada cima (objetivos intermedios). A esta serie de etapas,
que son comunes en la consecución de objetivos, lo llamamos proceso
administrativo.

En este sentido, toda empresa u organización que pretenda conseguir unas


metas, debe aplicar un proceso administrativo. Sin el proceso administrativo, es
muy complicado conseguir los objetivos propuestos. Casi imposible. ¿Os
imagináis subiendo al Everest sin tener nada planeado, sin haber entrenado y todo
fuera de control?¿No verdad? En el ámbito empresarial ocurre lo mismo.

¿Qué es el proceso administrativo?

El proceso administrativo es un conjunto de funciones administrativas dentro de


una organización u empresa que buscan aprovechar al máximo los recursos
existentes de forma correcta, rápida y eficaz.

El proceso administrativo se compone de cuatro etapas elementales: planeación,


organización, ejecución y control. A través de ellas, los miembros de una empresa
buscan alcanzar las metas u objetivos propuestos.

etapas del proceso administrativo

Origen del proceso administrativo

El proceso administrativo fue detallado por Henry Fayol, ingeniero francés, que
describió sus fases y características en su obra: “Administración industrial y
general” (1916).
Fayol se basó en su experiencia dentro de la compañía de hierro y carbón
francesa, Compagnie Commentry Fourchambault et Decazeville (allí ocupó
puestos técnicos y luego gerenciales desde 1888 a 1918); y en sus estudios en el
campo de la administración. Para Fayol, el factor humano es la pieza fundamental
en el funcionamiento de las empresas y el cumplimiento de metas y objetivos.

En “Administración industrial y general” estableció las seis funciones de toda


empresa industrial (técnicas, administrativas, contables, comerciales, financieras,
de seguridad) y definió a las funciones administrativas como las encargadas de
coordinar y sincronizar a las otras cinco funciones. Dentro de las funciones
administrativas desarrolló las cuatro etapas para un proceso administrativo
eficiente y correcto.

Además, describió catorce principios para aplicar dentro de las empresas:


jerarquía de mando, orden, disciplina, equidad, división del trabajo, justa
remuneración, trabajo en equipo, iniciativa, estabilidad del personal, unidad de
dirección, centralización, subordinación del interés particular al general, autoridad
y responsabilidad y unidad de mando.

Su obra funciona como base de muchas organizaciones y empresas y se centra


en tres aspectos fundamentales: la aplicación del proceso administrativo, los
principios técnicos y la división del trabajo.

Importancia del proceso administrativo

Proceso administrativo

Cada uno de los miembros de la organización debe conocer su rol dentro del
proceso.

El proceso administrativo funciona como una guía simple y rigurosa mediante la


cual una empresa u organización intenta lograr los objetivos propuestos de la
forma más eficiente.

La aplicación de este proceso administrativo permite aprovechar la mano de obra


y los recursos técnicos y materiales que posee una empresa. El proceso
administrativo permite controlar de manera organizada los recursos y disponerlos
de manera eficiente.

Este proceso puede ser aplicado en cualquier tipo de empresa y cada uno de los
miembros de la organización debe conocer su rol dentro del proceso. La
planificación y organización de los procesos administrativos suele ser el deber de
los puestos jerárquicos cuyas funciones son menos técnicas y más
administrativas.

Características del proceso administrativo

Es utilizado en empresas y organizaciones para la correcta administración y


utilización de los recursos.

Sirve para organizar procedimientos y cumplir metas y objetivos.

Debe estar alineado a los objetivos de la empresa y se busca que pueda ser
aplicado de manera efectiva y simple.

Sus fases están interrelacionadas y se pueden dividir en: mecánica (compuesta


por la planificación y la organización) y dinámica (compuesta por la dirección y el
control).

El ciclo de sus fases se repite por cada objetivo propuesto. Son etapas cíclicas y
repetitivas.

Debe ser conocido por todos los miembros de la empresa.

Puede ser aplicado en cualquier tipo o tamaño de empresa.

Debe ser regulado por la cúpula administrativa de la organización.

Fases del proceso administrativo

1. PLANEACIÓN

La planeación es la primera etapa que debe ejercer el cuerpo administrativo de


una empresa. Aquí es donde serán previstos los objetivos y metas que deberá
cumplir la empresa y los métodos a llevar a cabo.

La relación entre el personal trabajador y el personal administrativo debe ser


complementaria para el funcionamiento correcto de la empresa y el cumplimiento
de sus objetivos.

En la planeación, se debe desarrollar un plan que contenga las diferentes


actividades futuras que se van a realizar y dicho plan deberá implementarse en el
plazo dispuesto.

Actividades de la planeación
Predefinir los objetivos y metas que quieran lograrse durante un tiempo
determinado.

Pronosticar.

Establecer una estrategia con sus correspondientes métodos y técnicas a llevar a


cabo.

Accionar frente a problemas futuros.

2. ORGANIZACIÓN

Luego de la planeación de los objetivos y actividades futuras a realizar para lograr


las metas propuestas, el siguiente paso es distribuir cada actividad entre los
diferentes grupos de trabajo que componen una empresa.

Esto va a depender de las aptitudes físicas e intelectuales de cada trabajador y de


los recursos que posee la empresa. La finalidad de la organización es asignar un
objetivo a cada área de la empresa para que pueda ser cumplido con el mínimo de
gastos y con un grado de satisfacción máximo en cada empleado.

Actividades de la organización

Hacer una selección detallada de los trabajadores indicados para el puesto


indicado.

Subdividir cada tarea en unidades operativas.

Seleccionar una autoridad administrativa para cada sector.

Proporcionar materiales y recursos útiles a cada sector.

3. EJECUCIÓN

Para la ejecución es necesaria la figura de un gerente capaz de dirigir, tomar


decisiones, instruir y ayudar a los diferentes sectores laborales. En la ejecución se
busca dar el primer paso en las actividades designadas a los grupos de trabajo
para que sigan realizando esas actividades de manera periódica y eficaz.

Cada grupo trabajador está regido por normas y medidas que mejoran su
funcionamiento.

Actividades de la ejecución
Ofrecer un carácter motivador al personal.

Recompensar a cada empleado con el sueldo correspondiente.

Estar atento a las necesidades de cada trabajador.

Mantener una comunicación estable entre todos los sectores.

4. CONTROL

La función de control tiene el papel de garantizar que la empresa esté encaminada


hacia el rumbo del éxito. Si bien cada función puede ser realizada al pie de la letra,
eso no garantizará que la entidad se incline hacia un camino económico positivo.

El control es una tarea administrativa que debe ser ejercida con profesionalidad y
de forma transparente. El control de las actividades que se desarrollan en una
empresa sirve para analizar sus puntos altos y los puntos bajos.

Luego de obtener los resultados correspondientes, se podrán analizar las


diferentes modificaciones que tendrán que llevarse a cabo para corregir aquellos
puntos bajos.

Actividades de control

Comparar los resultados obtenidos con los planes previamente hechos.

Evaluar y analizar los resultados obtenidos.

Iniciar las acciones de corrección correspondientes.

¿Que son los Presupuestos Procesales?

Los Presupuestos Procesales son requisitos previos que necesariamente han de


darse para constituirse una relación jurídica.

¿Que son los Presupuestos Procesales?

Clasificacion

Los Presupuestos Procesales son requisitos previos que necesariamente han de


darse para constituirse una relación jurídica (Von BULOW, Oscar, Teoría de las
excepciones y lo presupuestos, 1868). Estos requisitos son : (CPC, 336, incisos 1,
2, 4 ; CPP, 127) (Estos requisitos se toman por lo contrario a los artículos. Me
explico: no puede ser requisito la incompetencia, sino la competencia. No puede
ser requisito la incapacidad, sino la capacidad para entrar en juicio: ser mayor de
21 años, no puede ser requisito una demanda obscura, sino una demanda
precisa)

Los presupuestos procesales son.

La competencia.

La capacidad.

La demanda o querella precisa.

El juez de oficio puede rechazar si no se cumple con estos requisitos.

CONCEPTO Y DEFINICIÓN

Los presupuestos procesales son requisitos necesarios exigidos por ley para que
pueda ser válido un proceso.

Calamandrei, Piero: "Los presupuestos procesales son condiciones que deben


existir a fin de que pueda tenerse un pronunciamiento favorable o desfavorable
sobre la demanda". Si no hay condiciones, el juez no podrá emitir sentencia. Aún
si emitiera y no hay cumplimiento de las condiciones se tiene el recurso de
casación que verá estos aspectos técnicos, pero no los aspectos de fondo.

Escobar Fornosi, Iván: " Los presupuestos procesales son requisitos


indispensables para que el juez pueda emitir sentencia sobre el fondo del asunto".

NATURALEZA

Los presupuestos procesales son requisitos que deben ser observados antes de
que surja la relación procesal, los presupuestos materiales son requisitos
necesarios después de la traba procesal (que se tiene luego del traslado de la
demanda) y son el interés, la posibilidad jurídica, la legitimación en la causa.

En este sentido podemos encontrar en la práctica sentencias dictadas en procesos


válidos, pero donde no se presentan estos presupuestos, sean materiales o
procesales. Así p.ej., una sentencia que puede decir que el actor carece de
legitimación sobre mejor derecho de propiedad, donde ni siquiera es arrendatario,
menos poseedor. Empero existe una sentencia válida pero sin tocar el fondo del
problema. Cuando otra persona tenga legitimación recién se dictara sentencia,
también válida, pero sobre cuestión de fondo : el derecho de propiedad o el
derecho de posesión.
Con respecto a la naturaleza de los presupuestos procesales los códigos ni
siquiera la enumeran, En Brasil existe el Despacho Saneador, el cual emite un
decreto antes de la traba procesal pronunciándose si están los presupuestos
procesales o no. La función de este despacho es evitar futuros procesos de
nulidad. En Austria se utiliza una audiencia preliminar para tratar los presupuestos
procesales, en el derecho anglosajón esta la pretrial, audiencia previa ante juez.

El proyecto de código de procedimiento penal ya toma estas instituciones. En el


actual solo tenemos los autos interlocutorios que se dictan para resolver los
excepciones dilatorias y perentorias (en materia civil) y para resolver las
cuestiones prejudiciales y las cuestiones previas (en materia penal).

CLASIFICACION

Bescovi, E.:

Presupuestos procesales Subjetivos. Se refieren a los sujetos procesales (actor,


demandado y juez) y su capacidad (ser mayor de 21 años, no ser interdicto) como
también la competencia del juez.

Presupuestos procesales Objetivos. Están relacionados al proceso mismo. Son los


requisitos de forma, p. ej., de la demanda.

Couture, E.

Presupuestos procesales de la acción. "…la capacidad de las partes y la


investidura del juez son condiciones mínimas de procedibilidad. Los incapaces no
son hábiles para accionar … Los no jueces no tienen jurisdicción ; los que acuden
ante ellos no lograrán nunca hacer nada que llegue a adquirir categoría de acto
jurisdiccional.". Los presupuestos procesales de la acción son "…aquellos cuya
ausencia obsta al andamiento de una acción y al nacimiento de un proceso" [1] .

Presupuestos procesales de la pretensión." La pretensión procesal es… la


autoatribución de un derecho y la petición de que sea tutelado. Los presupuestos
procesales de esa pretensión" no consiste en la efectividad de ese derecho sino
en poder ejercerlo. Si una derecho caduca aún se tiene ese derecho lo que ya no
existe es el poder ejercerlo.

Presupuestos de validez del proceso. Un emplazamiento válido es un presupuesto


procesal. Si se hace contra lo que establece el emplazamiento del demandado,
provoca invalidez formal de los actos subsiguientes.
Presupuestos de la sentencia. Son la correcta invocación del derecho y la
presencia de la prueba.

Presupuestos de forma. Son los requisitos de la demanda.

Presupuestos especiales. Son objetos materiales que se debe presentar p.ej., en


demanda de divorcio se debe presentar el Certificado de Matrimonio.

procedimiento administrativo ordinario

Sublema de procedimiento administrativo, procedimiento

1. Adm. Procedimiento administrativo legalmente destinado a sustanciar asuntos


que no tienen asignado un procedimiento especial para su tramitación y que
cuenta para ello con todos los trámites necesarios. En este sentido es antónimo de
procedimiento especial.

Muñoz Machado, Santiago: Diccionario de derecho administrativo, vol. 2, Madrid,


Iustel, 2005, voz «procedimiento administrativo», especialmente apartado 4, págs.
1982-1984.

2. Adm. Procedimiento especial sancionador destinado a sustanciar cuantas


infracciones no estén reservadas al procedimiento sancionador abreviado.

López Menudo, Francisco: «Principios del procedimiento sancionador» , en


Documentación Administrativa, n.º 280-281, 2008 (ejemplar dedicado a la potestad
sancionadora de las administraciones públicas).

3. Adm. Procedimiento utilizado impropiamente como sinónimo de procedimiento


administrativo común.

4. Adm. Procedimiento utilizado impropiamente como sinónimo de procedimiento


administrativo general en sus diversas acepciones.

5. Adm. Procedimiento utilizado como antónimo de procedimiento simple, sencillo


o extraordinario, en contextos en que se alude a la complejidad que entraña un
procedimiento administrativo.

6. Adm. Procedimiento utilizado como antónimo de abreviado o urgente, en


contextos en que se alude al tiempo de tramitación de un procedimiento
administrativo.

¿Qué es el procedimiento administrativo ordinario?


Conjunto de trámites que debe seguir la Administración Pública para dictar un acto
administrativo.

Procedimiento administrativo Ordinario

Es el procedimiento base por excelencia, el más garantista del debido proceso con
la oportunidad obligada de audiencia y defensa del administrado, regulado en los
numerales 308 y siguientes de la Ley General de la Administración Pública y es
obligatorio su uso cuando el acto final pueda causar afectación o variación de la
situación jurídica del administrado, ya sea porque se le supriman derechos o se le
impongan obligaciones, es decir, se le cause perjuicio. También debe ser utilizado
el procedimiento ordinario cuando exista contradicción entre las partes.

También son ordinarios los procedimientos sancionatorios conducentes de


suspender o despedir a un servidor así como los que lleven a una eventual
declaratoria de una nulidad absoluta, evidente y manifiesta (al tenor de lo
dispuesto en el numeral 173, inciso 3) de la LGAP).

En el Voto 2010-10172 de la Sala Constitucional se manifestó que para imponer


suspensión o despido debe seguirse el procedimiento ordinario.

Es a este procedimiento ordinario, en el campo sancionatorio y disciplinario, que


nos dedicaremos en este curso virtual.

¿Qué es y en qué consiste el procedimiento contencioso-administrativo ordinario?

El procedimiento contencioso-administrativo ordinario es aquél por cuya virtud, se


tramita el recurso contencioso-administrativo interpuesto para impugnar, en vía
judicial:

(i) Las disposiciones de carácter general o los actos que sean dictados en
aplicación de las mismas.

(ii) Los actos -expresos o presuntos-, dictados por la Administración Pública, que
pongan fin a la vía administrativa, ya sean definitivos o de trámite, si estos últimos
deciden, directa o indirectamente, sobre el fondo del asunto, determinan la
imposibilidad de continuar el procedimiento, dan lugar a indefensión u originan un
perjuicio irreparable a derechos o intereses legítimos.
(iii) La inactividad de la Administración Pública o la vía de hecho en que incurra.

Sin embargo, quedan excluidos de los recursos contenciosos-administrativos, los


actos que sean reproducción de otros anteriores, definitivos y firmes, así como,
confirmatorios, de actos consentidos por no haber sido recurridos en tiempo y
forma.

II. Regulación

El procedimiento contencioso-administrativo ordinario encuentra su regulación en


el Título IV de la Ley 29/1998, de 13 de julio, reguladora de la Jurisdicción
Contencioso-Administrativa (en adelante, la LJCA).

III. Postulación del procedimiento contencioso-administrativo ordinario

De conformidad con los artículos 23 y 24 de la LJCA, para que un particular pueda


impugnar un acto administrativo en vía judicial, deberá:

(i) De un lado, estar asistido por un Abogado y si así lo desea, representado por
un Procurador, en el supuesto de que el recurso contencioso-administrativo se
sustancie en un órgano unipersonal.

(ii) De otro lado, si las actuaciones las realiza ante un órgano de carácter
colegiado, deberá, en todo caso, acudir representado y asistido por un Procurador
y un Abogado.

Si se aprecia un defecto en la postulación, se deberá conceder un plazo de diez


días para su subsanación, de acuerdo con lo establecido en el artículo 45.3 de la
LJCA. No obstante, en el caso de que transcurra dicho término, sin que se haya
presentado la acreditación de la representación o asistencia, el Juez o Tribunal
podrá decretar el archivo de las actuaciones.
IV. Inicio del procedimiento contencioso-administrativo ordinario

El procedimiento contencioso-administrativo ordinario se inicia mediante el escrito


de interposición, el cual se caracteriza por ser muy sucinto.

Mediante el mismo, el actor deberá especificar y acreditar lo siguiente:

(i) La documentación que pruebe su representación.

(ii) La documentación que acredite la legitimación activa del recurrente para la


interposición del recurso contencioso-administrativo, cuando la ostente como
consecuencia de una herencia u otro título.

(iii) La copia del acto, disposición, actuación o inactividad que pretende impugnar.

(iv) Aquella documentación pertinente que acredite el cumplimiento de los


requisitos legales para las personas jurídicas, cuando quieran emprender acciones
legales.

In fine, se deberá solicitar que se tenga por interpuesto el recurso contencioso-


administrativo.

El plazo de interposición del recurso contencioso-administrativo, será de dos


meses desde el día siguiente al de la publicación o notificación del acto que se
pretende impugnar, o en que éste deba entenderse desestimado por silencio
administrativo negativo.

Es significativo recordar que, para las resoluciones desestimatorias de la


Administración Pública por silencio administrativo negativo, el Tribunal
Constitucional, en su Sentencia de 10 de abril de 2014, declaró que no existe
plazo para poder recurrirlas ulteriormente en vía judicial, en los términos que
siguen:

“La Administración no puede verse beneficiada por el incumplimiento de su


obligación de resolver expresamente en plazo solicitudes de los ciudadanos, deber
éste que entronca con la cláusula del Estado de Derecho (art. 1.1 CE), así como
con los valores que proclaman los arts. 24.1, 103.1 y 106.1 CE» (SSTC 86/1998,
de 21 de abril, FJ 5; 71/2001, de 26 de marzo, FJ 4; 188/2003, de 27 de octubre,
FJ 6).

[…]

En suma, con arreglo a la nueva ordenación del silencio administrativo introducida


por la Ley 4/1999 ya no tienen encaje en el concepto legal de “acto presunto” los
supuestos en los que el ordenamiento jurídico determina el efecto desestimatorio
de la solicitud formulada, pues en tales supuestos el ordenamiento excluye
expresamente la constitución ipso iure de un acto administrativo de contenido
denegatorio.”

Si bien, en el caso de que el recurso contencioso-administrativo se interpusiera


contra una actuación en vía de hecho, el plazo para la interposición del recurso
será de diez días en caso de concurrir requerimiento previo de cesación. Si no lo
hubiere, será de veinte días desde el día en que se inició dicha actuación por parte
de la Administración Pública.

V. Formulario de demanda contencioso – administrativa en un procedimiento


ordinario

A continuación, facilitamos a efectos meramente ilustrativos un formulario o


modelo de una demanda contencioso administrativa en un procedimiento
ordinario. Esta vez, a modo de ejemplo, la hemos dirigido al Juzgado de lo
Contencioso-administrativo que por turno corresponda:
DESCARGA GRATIS EL MODELO AQUÍ

VI. Tramitación del procedimiento contencioso-administrativo ordinario

Una vez admitido a trámite el recurso contencioso-administrativo por el Letrado de


la Administración de Justicia, este requerirá a la Administración que dictó la
resolución expresa o que debió dictarla, solicitándole que remita el expediente
administrativo en un plazo máximo de veinte días. Igualmente, emplazará a
terceros interesados en el procedimiento, los cuales podrán personarse en el
mismo, en un plazo de nueve días.

Recibido el expediente administrativo, se remitirá al actor para que en el plazo de


veinte días formalice su demanda. En virtud del artículo 128.1 de la LJCA, en el
caso de que no se presentare en el plazo establecido, se tendrá por perdido el
trámite, y el Letrado de la Administración de Justicia declarará de oficio mediante
auto la caducidad del recurso. No obstante, la demanda se admitirá en caso de
que se presentare dentro del día en que fuera notificada el referido auto.

Presentada la demanda, el Letrado de la Administración de Justicia dará traslado


de la misma a la parte demandada, con entrega del expediente administrativo,
para que formule contestación en el plazo de veinte días.

Con respecto al expediente administrativo, las partes podrán solicitar que el mismo
se complete, cuando consideren: que este se encuentra incompleto o con páginas
tachadas o ilegibles. Esta solicitud deberá realizarse dentro del plazo que le hayan
conferido para formalizar demanda o su contestación, en cuyo caso, se
suspenderá hasta que se vuelva a remitir el expediente administrativo o éste haya
sido completado.

Igualmente, la parte demandada, podrá, dentro de los primeros cinco días de su


plazo de contestación a la demanda, presentar alegaciones previas, en las que
pondrán poner de manifiesto la inadmisibilidad del recurso contencioso-
administrativo, por ejemplo, porque existiera litispendencia, o la incompetencia del
órgano jurisdiccional. En el supuesto de se hayan presentado, el Secretario judicial
las trasladará al actor para que subsane el defecto, si procediese en un término de
diez días.
VII. La prueba

Se solicitará por medio de otrosí en los escritos de la demanda y contestación, los


medios de prueba, expresándose ordenadamente, los hechos sobre los que haya
de versar la misma. Se practicará en el plazo de treinta días.

VIII. Vista y conclusiones en el procedimiento contencioso-administrativo ordinario

Salvo disposición expresa de la ley, las partes son quienes solicitarán: (i) que se
celebre vista, (ii) que se presenten conclusiones o, (iii) que se declare el pleito
concluso y visto para sentencia, sin más trámites.

Esta petición, deberá incorporarse por medio de otrosí en la demanda, en la


contestación de ella, o mediante escrito presentado en el plazo de cinco días
desde que se notificó el cierre del periodo de prueba.

En el caso de que se acuerde la celebración de trámite de conclusiones, las partes


deberán presentar un resumen de los hechos alegados, de las pruebas
practicadas y de los fundamentos jurídicos en apoyo de sus pretensiones, sin que
se puedan plantear cuestiones nuevas.

IX. La sentencia y otros medios de terminación del procedimiento contencioso-


administrativo ordinario

De conformidad con los artículos 67 a 77 de la LJCA, el procedimiento


contencioso-administrativo ordinario, podrá finalizar por alguna de las siguientes
formas:

(i) Por desistimiento del demandante, precisando para ello que las otras partes
den su conformidad.

(ii) Por allanamiento de la parte demandada.


(iii) Por satisfacción extraprocesal.

(iv) Por transacción acordada entre las partes.

(v) Porque se haya dictado sentencia.

Con respecto a la sentencia, deberá dictarse en el plazo de diez días desde que el
pleito se declare concluso, y su fallo podrá acordar la inadmisibilidad del recurso o
en su caso, la estimación o desestimación del mismo, acordando a su vez, la
condena en costas que corresponda.

En el supuesto de que se declare la inadmisibilidad del recurso contencioso-


administrativo, lo hará por alguno de los siguientes motivos que se encuentran
estipulados en el artículo 69 de la LJCA:

Cuando el Juzgado o Tribunal Contencioso-administrativo carezca de jurisdicción.

Cuando el recurso contencioso-administrativo se hubiera interpuesto por persona


incapaz o no debidamente representada o legitimada.

Cuando el recurso contencioso-administrativo se hubiera interpuesto frente a una


actuación administrativa no susceptible de impugnación.

Cuando existiera cosa juzgada o litispendencia.

Cuando el escrito de interposición de recurso contencioso-administrativo se


hubiera presentado de manera extemporánea.

X. ¿Qué son las medidas cautelares y cómo inciden en el procedimiento


contencioso-administrativo ordinario?

Las medidas cautelares se adoptan para suspender la ejecución del acto


impugnado, evitando perder la finalidad legítima del recurso, así como perjuicios
de imposible o muy difícil reparación. En definitiva, aseguran la efectividad de la
sentencia.
Se pueden solicitar en cualquier estado del procedimiento contencioso-
administrativo ordinario, cuando versen sobre la impugnación de un acto
administrativo. Sin embargo, si lo que se impugna, es una disposición de carácter
general, deberán requerirse el escrito de interposición o de demanda.

Para más información sobre las medidas cautelares, véanse nuestro artículo sobre
ello https://administrativando.es/las-medidas-cautelares-en-el-contencioso-
administrativo/

XI. La impugnación de las resoluciones judiciales mediante el recurso de apelación


o de casación

A) Recurso de apelación.

Las resoluciones judiciales dictadas por los Juzgados de lo Contencioso-


Administrativo y los Juzgados Centrales de lo Contencioso-Administrativo que
pueden ser impugnadas mediante el recurso de apelación, son:

En primer lugar, los autos cuando fueran dictados en primera instancia y se


encuentran en alguno de los supuestos dispuestos en el artículo 80 de la LJCA,
tales como, por ejemplo, los que declaren la inadmisión del recurso contencioso-
administrativo.

En segundo lugar, las sentencias, cuando el procedimiento contencioso-


administrativo ordinario, no ostente una cuantía superior a 30.000 euros y no
versen sobre una materia electoral comprendida en el artículo 8.º 4 de la LJCA.

B) Recurso de casación.

Las resoluciones judiciales dictadas por la Sala de lo Contencioso-Administrativo


de la Audiencia Nacional y por las Salas de lo Contencioso-Administrativo de los
Tribunales Superiores de Justicia, que pueden ser impugnadas mediante el
recurso de casación ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal
Supremo, son:
En primer lugar, los autos que: (i) declaren la inadmisión del recurso contencioso-
administrativo o imposibiliten su continuación, (ii) los que pongan fin a la pieza de
suspensión o medidas cautelares, (iii) los recaídos en ejecución de sentencia
cuando no decidan directa, ni indirectamente sobre la cuestión en que versan o
contradigan su fallo y (iv) los dictados en aplicación de los artículos 110 y 111 de
la LJCA.

En segundo lugar, las sentencias, salvo que: 1. Sean de cuestiones de personal al


servicio de las Administraciones Públicas, cuando afecten al nacimiento o la
extensión de la relación de servicio de funcionarios de carrera; 2. La cuantía no
exceda de 600.000 euros, excepto que se trate del procedimiento especial para la
defensa de los derechos; 3. Sean dictadas para la protección del derecho
fundamental de reunión regulado en el artículo 122 de la LJCA; 4. Sean dictadas
en materia electoral.

En cualquier caso, si las providencias y los autos no fueran susceptibles de


impugnación, mediante el recurso de apelación o el recurso de casación, podrán
recurrirse a través del recurso de reposición en el plazo de cinco días a contar
desde el siguiente en que fueron notificados.

TEMA 1. EL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO COMÚN. SUS FASES

1. La Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las

Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común

La actuación de las Administraciones públicas deberá encauzarse a través

de un procedimiento administrativo, el cual viene a servir de garantía de los

derechos de los ciudadanos y por otro lado el del propio interés público. De este

modo, la existencia de un procedimiento administrativo como medio o cauce a

través del cual se canaliza la expresión de la voluntad de la Administración viene

a hacer efectivo, la eficacia administrativa y permite a los ciudadanos conocer y

prever cual va a ser el procedimiento que van a seguir sus solicitudes hasta llegar
a la Resolución.

El procedimiento administrativo es un requisito esencial de validez de los

actos administrativos, ya que aquellos que fueran dictados prescindiendo total y

absolutamente del procedimiento legalmente establecido serán nulos de pleno

derecho y, carecer de los requisitos formales indispensables para alcanzar su fin

o de lugar a indefensión de los interesados, es causa de anulabilidad (artículos 62

y 63 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre).

La Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las

Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común recoge la

concepción constitucional de distribución de competencias y regula el

procedimiento administrativo común, de aplicación general a todas las

Administraciones Públicas y fija las garantías mínimas de los ciudadanos respecto

de la actividad administrativa. Esta regulación no agota las competencias

estatales o autonómicas de establecer procedimientos específicos para cada

materia, que deberán respetar, en todo caso, estas garantías. La Constitución

establece la competencia de las Comunidades Autónomas para establecer las

especialidades derivadas de su organización propia pero además, como ha

señalado la jurisprudencia constitucional, no se puede disociar la norma

sustantiva de la norma de procedimiento, por lo que también ha de ser posible

que las Comunidades Autónomas dicten las normas de procedimiento necesarias

para la aplicación de su derecho sustantivo, pues lo reservado al Estado no es

todo procedimiento sino sólo aquél que deba ser común y haya sido establecido

como tal. La regulación de los procedimientos propios de las Comunidades

Autónomas habrá de respetar siempre las reglas del procedimiento que, por ser
competencia exclusiva del Estado, integra el concepto de procedimiento

administrativo común.

Pues bien, las disposiciones generales sobre los Procedimientos

Administrativos vienen reguladas en el Título VI de la Ley 30/1992, de 26 de

noviembre, de los artículos 68 al 101.

2. Las fases del procedimiento administrativo

La estructura del procedimiento administrativo es la siguiente:

• Iniciación

• Ordenación

• Instrucción

• Finalización

• Ejecución

• Fase de iniciación del procedimiento:

El procedimiento administrativo puede iniciarse:

1. De oficio

2. A instancia de persona interesada

1. De oficio (Art. 69 de la Ley 30/1992): Para la iniciación de oficio se

requiere un acuerdo adoptado por el órgano competente, bien sea:

─ Por iniciativa propia

─ Como consecuencia de una orden superior

─ A petición razonada de otros órganos

─ Por denuncia

Un ejemplo típico de iniciación de oficio son los procedimientos


sancionadores o el disciplinario.

Antes de acordarse el inicio, la Ley prevé la posibilidad de un período de

información previa con el fin de conocer las circunstancias del caso concreto y

la conveniencia o no de iniciar el procedimiento (art. 69.2), se trata de un acto

discrecional de la Administración y por tanto deberá ser motivado, al igual que

debe ser motivado el inicio del expediente administrativo correspondiente, es

decir; debe contar con una relación de hechos y fundamentos de derecho que

justifique el porqué de la apertura del expediente o en su caso del periodo de

información previa.

Respecto al inicio por previa denuncia hay que hacer las siguientes

precisiones:

─ El denunciante no se constituye como parte interesada en el

procedimiento y no está legitimado para impugnar la Resolución, es un

mero testigo cualificado.

─ La denuncia por si sola no inicia el procedimiento sino requiere que el

órgano competente acuerde su incoación.

El cómputo del plazo a los efectos del cumplimiento de la obligación de

resolver que regula el artículo 42 de la Ley 30/1992, será desde la fecha del

acuerdo de iniciación.

2. Por solicitud de los interesados (art. 70): También puede ponerse en

marcha el procedimiento administrativo a petición de persona interesada. En base

al principio antiformalista que inspira la tramitación de los procedimientos, se

admite cualquier solicitud o instancia en la que el ciudadano presente una

determinada solicitud, aunque el art. 70, exige que esa solicitud tenga un
contenido mínimo, que es el siguiente:

─ Nombre y apellidos del interesado y, en su caso de la persona que lo

represente, así como el lugar a efectos de notificación

─ La solicitud y razones que la motivan

─ Lugar y fecha

─ Firma del solicitante

─ Órgano al que se dirige

Estos requisitos tienen carácter de básico y las distintas normas

sectoriales, es decir otras Leyes o Reglamentos, pueden, para procedimientos

concretos fijar nuevos requisitos que deben tener las solicitudes (ej.

Subvenciones, responsabilidad patrimonial, interposición de recursos...).

La Ley permite que las Administraciones Públicas emitan modelos

normalizados de solicitudes que se pondrán a disposición de los ciudadanos.

A diferencia del inicio de oficio, el cómputo del plazo se iniciará desde que

la solicitud haya tenido entrada en el registro del órgano competente para su

tramitación (Ej. Registro General de la Consejería de Educación, Universidades y

Sostenibilidad).

Una vez presentada la solicitud por los interesados el ciudadano puede

exigir que se le emita un recibo que acredite la fecha de la presentación de la

solicitud, admitiéndose una copia en la que figure la fecha de presentación

anotada por la oficina.

Cuando la solicitud de los interesados no cumpla con los requisitos del

artículo 70 o de los previstos en la norma aplicable, la Administración deberá

requerir al interesado para que en un plazo de 10 días (posible ampliar 5 días

más) subsane la deficiencia advirtiendo que en caso de que así no se hiciera se


le tendrá por desistido de su petición. De este modo ante un defecto de una

solicitud no podrá archivarse automáticamente la solicitud sino que primero se le

requiere y en caso de incumplimiento deberá resolverse expresamente y notificar

el desistimiento.

Distinto de la subsanación de la solicitud es la mejora de la misma, en

cuyo caso sí cuenta con los requisitos mínimos aunque se ofrece la posibilidad de

mejorarla, en este caso la no atención de la mejora por el interesado no basta

para considerarla como desistido.

El lugar de presentación de los escritos y solicitudes, en aplicación del

artículo 38 de la Ley podrá ser:

─ En los registros de los órganos administrativos a que vayan dirigidos.

─ En los registros de cualquier órgano administrativo, que pertenezca a la

Administración General del Estado, Administración Autonómica, o

Entidad Local en el caso de que haya suscrito el Convenio de

“ventanilla única”.

─ En las oficinas de correos.

─ En las oficinas diplomáticas o consulares de España en el extranjero.

Como efectos del inicio de los procedimientos administrativos

destacamos:

─ El inicio del cómputo del

plazo para resolver y

notificar.

─ La obligación de la

Administración para resolver.


─ El orden de tramitación de los expedientes: orden riguroso de

tramitación salvo orden motivada en contra.

─ Interrupción de los plazos de prescripción.

─ Impulso de oficio.

─ Posible adopción de medidas cautelares.

─ Posibilidad de acumulación con otros expedientes que guarden

identidad sustancial o íntima conexión.

La ordenación del procedimiento:

Realmente la ordenación más que un fase del procedimiento

administrativo es un conjunto de normas o criterios que ordenan las

actividades procedimentales y que viene regulado en los artículos 74 al 77

de la Ley 30/1992.

A) Impulso oficial: El procedimiento sometido al criterio de celeridad se

impulsará de oficio en todos sus trámites. Esto implica que una vez iniciado

el procedimiento administrativo serán los órganos administrativos los que

realicen las actuaciones para continuar y tramitar el procedimiento, sin que

sea necesario que los interesados estén requiriendo al órgano

correspondiente la ejecución del trámite siguiente. En caso de

incumplimiento, la Ley prevé la posibilidad de exigir responsabilidad

disciplinaria al funcionario o autoridad encargado de su tramitación.

B) Impulsión simultánea: La Administración podrá acordar en un solo

acto todos los trámites que por su naturaleza, sean susceptibles de

impulso simultáneo y no sea obligado su cumplimiento de modo sucesivo.

C) Cumplimiento de trámites por el interesado: Cuando en cualquier


momento la Administración considere que alguno de los actos de los

interesados no contiene los requisitos necesarios, la Administración deberá

ponerlo en su conocimiento, dando un plazo de 10 días para

cumplimentarlo, en el caso de incumplimiento se le tendrá por decaído en

su derecho al trámite correspondiente (art. 76).

D) Despacho de los procedimientos según su riguroso orden de

incoación: Se refiere a aquellos asuntos de naturaleza homogénea, salvo

que el titular de la unidad administrativa de orden motivada en contrario, de

la que quede constancia.

La finalidad es evitar que se anticipen unos expedientes y se

retrasen otros ya que la Administración deberá servir con objetividad los

intereses generales (art. 103.1 de la Constitución Española). En caso de

incumplimiento se podrá exigir responsabilidad disciplinaria.

E) Cuestiones incidentales: Salvo la recusación (art. 29 de la Ley

30/1992), el resto de cuestiones incidentales que se susciten en el

procedimiento no suspenderán la tramitación del mismo, ya que las

mismas se tramitan por separado.

• Fase de instrucción del Procedimiento:

Se trata de una fase intermedia entre la iniciación y la finalización del

procedimiento que tiene como finalidad instruir al órgano que va a

resolver sobre las cuestiones de fondo. El artículo 78 de la Ley lo define

como “los actos necesarios para la determinación, conocimiento y

comprobación de los datos en virtud de los cuales deba pronunciarse la

resolución”.
Siguiendo la estructura de la Ley 30/1992, podemos distinguir dentro de

la instrucción del procedimiento:

A) Alegaciones (art. 79):

Este trámite viene a dar cumplimiento al principio de que todo

interesado en el procedimiento debe ser oído y se trata de un trámite

esencial. De este modo, los interesados podrán, en cualquier momento

anterior al trámite de audiencia aducir alegaciones o aportar documentos

o elementos de juicio, los cuales deberán ser tenidos en cuenta por el

órgano competente al redactar la correspondiente propuesta de resolución.

También podrán advertirse por los ciudadanos los defectos

procedimentales, especialmente:

─ Los que supongan paralización

─ Infracción de los plazos

─ Omisión de trámites que pueden ser subsanados antes de la

resolución definitiva del asunto

En el caso de que existan razones para ello, podrá dar lugar a

responsabilidad disciplinaria.

B) Prueba (art. 80 y 81):

*objeto: sobre hechos relevantes para la decisión del procedimiento.

*carga y proposición: en base al principio de oficialidad, la Administración

estará obligada a la apertura de un periodo probatorio cuando no tenga por

cierto los hechos alegados por los interesados o la naturaleza del

procedimiento lo exija. Sin perjuicio, de que el propio interesado pueda

proponerlas, en cuyo caso, el instructor sólo podrá rechazarlas cuando

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sean manifiestamente improcedentes o innecesarias, mediante

resolución motivada.

*medios: cualquier medio de prueba admisible en Derecho. Los medios

probatorios admisibles en la Ley de Enjuiciamiento Civil son

trasladables al procedimiento administrativo: interrogatorio de las partes o

de testigos, documentos públicos o privados, dictamen de peritos o el

reconocimiento judicial.

*práctica: Deberán respetarse las siguientes reglas:

─ Comunicación a los interesados con antelación suficiente a su inicio

─ Comunicación del lugar, fecha y hora de la práctica, con la

advertencia de que podrán nombrar técnicos para que les asistan

─ Posibilidad de exigir anticipo de gastos si se trata de pruebas a

petición de interesados que no deba soportar la Administración.

*Valoración: A falta de regulación expresa en la Ley la jurisprudencia se ha

decantado por las reglas de la sana crítica, así como el criterio de la

valoración conjunta que haga el instructor.

La sana crítica es el método de apreciación de la prueba, donde el juez

o el funcionario tramitador la valorará de acuerdo a la lógica, las máximas

de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados El

principio exige que el juez o funcionario motive y argumente sus

decisiones.

C) Informes (art. 82 y 83):

Se trata de una declaración de juicio, técnico o jurídico, emitido por

órgano distinto al que le corresponde iniciar, instruir o decidir el

procedimiento y que sirve para aportar nuevos datos al expediente o


comprobar los existentes.

*solicitud: Como regla general es facultativa (esto es, no obligatoria)

siendo preceptivo (obligatorio) cuando lo exija una disposición legal

expresamente.

La solicitud de informe deberá precisar: el precepto que lo exija o la

necesidad de su emisión, en caso de ser facultativa, los extremos acerca

de los cuales se solicita el informe, así como el plazo para su emisión.

*plazo: la regla general es de 10 días, salvo que otra disposición o el

cumplimiento del resto de los plazos exija o permita otro mayor o menor.

De no emitirse el informe en plazo se continuará con la tramitación de las

actuaciones salvo que se trate de informes preceptivos determinantes para

la resolución del procedimiento, en cuyo caso se podrá suspender el

procedimiento, en los términos del art. 42.5.c) de la Ley.

Trámite de Audiencia (art. 84):

Se trata de una forma de participación de los interesados en la

instrucción del procedimiento y es expresión de la garantía del derecho de

defensa de los interesados.

Se pondrá de manifiesto el expediente administrativo, con carácter

previo a la redacción de la propuesta de resolución, para que en el

plazo no inferior a 10 días ni superior a 15 los interesados puedan alegar lo

que a su derecho convenga y presentar los documentos o justificaciones

que estimen oportunos.

Los supuestos en los que se excepciona el trámite de audiencia

son los siguientes:


─ Cuando los propios interesados antes del vencimiento del plazo

expresen su decisión de no efectuar alegaciones ni presentar otros

documentos.

─ Cuando no figuren en el procedimiento ni sean tenidos en cuenta en

la resolución otros hechos ni alegaciones que las aducidas por los

interesados.

D) Información Pública (art. 86):

Le corresponderá acordar el periodo de información pública al

órgano a quién le corresponda la resolución del expediente, mediante el

anuncio en los boletines oficiales en el que deberá figurar el lugar para su

exhibición y la determinación del plazo para efectuar alegaciones, que en

ningún caso podrá ser inferior a 20 días.

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• Fase de terminación del procedimiento:

Podemos distinguir formas de terminación normal o anormal del

procedimiento:

1. Terminación Normal (art. 89)

Mediante la Resolución, la Administración pone fin al procedimiento y

decide sobre todas las cuestiones planteadas por los interesados a lo largo del

expediente y aquellas otras derivadas del mismo. Supone por tanto, hacer

efectivo el deber de resolver de la Administración, que en ningún caso puede

abstenerse de resolver so pretexto de silencio, oscuridad o insuficiencia de

preceptos legales. En caso de ausencia de Resolución expresa trascurrido el

plazo máximo para resolver y notificar, opera la institución del silencio

administrativo, que se estudiará en la sesión correspondiente.


Como requisitos de la Resolución tenemos los siguientes:

─ Congruencia

─ En los procedimientos iniciados a solicitud de interesados, no se

podrá agravar su situación inicial

─ Adecuación al ordenamiento jurídico

─ Pie de recurso.

¿Y si la Administración no resuelve nada? (es decir, da la callada por

respuesta). Cuando un procedimiento concluye y la Administración no resuelve

sobre el mismo, pasado un tiempo, se dice que aplica el “silencio

administrativo”. Para evitar que dicho silencio pueda ser lesivo para los

derechos de los ciudadanos, la Ley 30/1992, señala sobre cómo debe

interpretarse dicho silencio y cómo debe actuarse si se produce.

En estos casos, se dice que el procedimiento ha concluido con una

“resolución tácita”, es decir, que se ha resuelto, interpretando su silencio como

concediendo o denegando lo que el interesado pidió en su solicitud. Esto es lo

que se llama “acto presunto”.

En los procedimientos iniciados a solicitud del interesado, sin perjuicio de

la resolución que la Administración debe dictar aunque sea fuera de plazo, el

vencimiento del plazo máximo sin haberse notificado resolución expresa legitima

al interesado o interesados que hubieran deducido la solicitud para entenderla

estimada por silencio administrativo (principio general de silencio positivo),

excepto en los supuestos en los que una norma con rango de Ley por razones

imperiosas de interés general o una norma de Derecho comunitario establezcan

lo contrario.

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Como excepción, el silencio tendrá efecto desestimatorio en los

procedimientos relativos al ejercicio del derecho de petición, a que se refiere el

artículo 29 de la Constitución, aquellos cuya estimación tuviera como

consecuencia que se transfirieran al solicitante o a terceros facultades relativas al

dominio público o al servicio público (por ejemplo, por pedir un permiso de uso

sobre una instalación deportiva de un colegio o solicitar la autorización de

apertura de un colegio privado), así como los procedimientos de impugnación de

actos y disposiciones (recursos de alzada y de reposición). No obstante, cuando

el recurso de alzada se haya interpuesto contra la desestimación por silencio

administrativo de una solicitud por el transcurso del plazo, se entenderá estimado

el mismo si, llegado el plazo de resolución, el órgano administrativo competente

no dictase resolución expresa sobre el mismo.

2. Terminación anormal

A) Desistimiento y Renuncia (art. 90y 91):

Supone la terminación del procedimiento por decisión unilateral de los

interesados, al expresar su voluntad de desistir a su solicitud o renunciar a

sus derechos, cuando no esté expresamente prohibido por el ordenamiento

jurídico. Por tanto, entre las dos figuras la diferencia es que en el

desistimiento se abandona el procedimiento concreto (dejando los

derechos intactos), y con la renuncia se hace dejación expresa de un

derecho, sin que se pueda ya éste ejercitar en el futuro.

Como requisitos podemos enumerar los siguientes:

─ Declaración expresa y clara de su voluntad de desistir o

renunciar
─ Sea concreta

─ Que no se trate de renuncia de derechos irrenunciable

─ Que sea antes de la terminación normal del procedimiento

─ Que se manifieste por cualquier medio que permita su

constancia.

─ Que se dirija al órgano manifiestamente competente

B) La Caducidad (art. 92):

Se trata de una forma de terminación anormal del procedimiento por causa

imputable a los interesados, debido a la inactividad de los mismos a lo

largo del tiempo.

* En los procedimientos iniciados a solicitud del interesado, cuando se

produzca su paralización por causa imputable al mismo, la Administración

le advertirá que trascurrido 3 meses, se producirá la caducidad del mismo.

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Trascurridos los 3 meses sin que el administrado actúe, la Administración

acordará el archivo de las actuaciones, notificándoselo al interesado.

La caducidad se producirá por la inactividad en la cumplimentación

de aquellos trámites que sean indispensables para dictar resolución.

* Respecto a los procedimientos iniciados de oficio, el art. 44 prevé que

en aquellos procedimientos en los que la Administración ejercite

potestades sancionadoras o en general, susceptibles de producir efectos

desfavorables o de gravamen, se producirá ante la falta de resolución

expresa, la caducidad con el archivo de las actuaciones.

C) Imposibilidad material:

La imposibilidad material de continuar el procedimiento es otra de


las formas de terminación anormal, exigiendo que la resolución que se

dicte expresamente sobre tal imposibilidad se halle debidamente motivada.

D) Terminación convencional (art. 88):

Supone la terminación del procedimiento, a través de la celebración

de pactos o acuerdos entre la Administración y los interesados.

Límites:

─ Que el pacto o acuerdo no sea contrario al ordenamiento jurídico

─ Que se trate de materias susceptibles de transacción

─ Que tenga por objeto la satisfacción de un interés general

─ Autorización expresa del Consejo de Ministros cuando se trate de

materias competencia de este órgano

─ Que no alteren el régimen de responsabilidades

Contenido mínimo:

─ Identificación de las partes intervinientes

─ Ámbito personal, territorial y funcional

─ Plazo de vigencia

─ Destinatarios

Ejecución del acto: La ejecución exige que el órgano que ordene un acto

de ejecución material de resoluciones estará obligado a notificar al

particular interesado la resolución que autorice la actuación administrativa.

El particular interesado puede hacer valer la ejecución del acto. Ahora bien,

las Administraciones Públicas, a través de sus órganos competentes en

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cada caso, podrán proceder, previo apercibimiento, a la ejecución forzosa

de los actos administrativos, salvo en los supuestos en que se suspenda la


ejecución de acuerdo con la ley, o cuando la ley exijan la intervención de

los Tribunales.

Si no se procede a ejecutar el acto voluntariamente, la ejecución forzosa

por las Administraciones Públicas se efectuará, respetando siempre el

principio de proporcionalidad, por los siguientes medios:

A) Apremio sobre el patrimonio: Es el procedimiento de cobro de la

Administración de las cantidades líquidas adeudadas a la misma y que no

han sido abonadas voluntariamente. Se trata de una situación que se

aplica especialmente, aunque no exclusivamente, en materia tributaria

(cobros de tasas e impuestos). Requiere que se expida el certificado de

descubierto, el embargo de los bienes del deudor y la subasta pública de

los mismos.

B) Ejecución subsidiaria: Es la realización por la Administración, o a

través de personas que se determinen por la misma, de actos que imponen

obligaciones de hacer y que no sean personalísimos, ante el

incumplimiento del sujeto obligado. Este procedimiento, concretamente se

prevé para el restablecimiento de la legalidad urbanística, con la ejecución

de una obra por parte de la Administración o de empresa contratada. Los

costes resultan a cargo del obligado, pudiendo seguirse para ello el

apremio sobre el patrimonio.

C) Multa coercitiva: Que es la imposición de multas reiteradas en lapsos

de tiempo para obligar a cumplir lo ordenado. Esta imposición de multas

esta reservada a los actos personalísimos en que no quepa la compulsión

directa, o no sea conveniente o cuya ejecución el obligado pudiera

encargar a un tercero. Las multas son compatibles con las sanciones


administrativas.

D) Compulsión sobre las personas: Es en los casos en los que se obliga

a la realización física de un acto. Dado que roza los derechos

constitucionales, la Ley impone que se respeten los mismos y que la

compulsión esté autorizada por Ley. La obligación ha de ser personalísima

de hacer o no hacer (Ej. Desalojo policial de ocupantes de un recinto

público).Si fueran varios los medios de ejecución admisibles se elegirá el

menos restrictivo de la libertad individual. Si fuese necesario entrar en el

domicilio del afectado, las Administraciones Públicas deberán obtener el

consentimiento del mismo o, en su defecto, la oportuna autorización

judicial

¿Qué son los recursos administrativos?

Recursos Administrativos es la denominación que la ley da a los procedimientos


de impugnación de los Actos Administrativos, a fin de que los Administrados
defiendan sus derechos o intereses jurídicos ante la administración, generadora
de los Actos Impugnados.

Los recursos administrativos surgen como un remedio a la legal actuación de la


administración. Son medios legales que el ordenamiento jurídico pone a
disposición de los particulares para lograr, a través de la impugnación, que la
Administración rectifique su proceder. Son la garantía del particular para una
efectiva protección de su situación jurídica.

Son denominados recursos, porque se trabaja con un acto preexistente, es decir,


con una materia procedimental ya decidida, que en este caso, es un acto
administrativo de efectos particulares, nunca general (artículo 85).

En cuanto a la naturaleza de los recursos administrativos, la tesis predominante


considera los recursos administrativos como un derecho del interesado, que forma
parte de la garantía constitucional a la defensa. Este es el criterio acogido por el
Tribunal Supremo de Justicia, en sentencias de la Corte Federal del 05.08.55 y del
24.11.53. Otra tesis considera los recursos como medios procedimentales de
defensa de los derechos de los individuos ante las autoridades públicas, criterio
éste mayoritariamente aceptado, ya que el procedimiento en sí no puede ser
calificado como un derecho, sino como un medio que permita al particular
revelarse ante la conducta ilegítima de la Administración.

El recurso administrativo es un acto por el que un sujeto legitimado para ello pide
a la Administración que revise, revoque o reforme una resolución administrativa, o
excepcionalmente un trámite, dentro de unos determinados lazos y siguiendo unas
formalidades establecidas y pertinentes al caso.

Es necesario distinguir el recurso de la petición. En el primero se parte de la


existencia previa de un acto o resolución administrativa, que es lo que se pretende
que se reforme o revoque, mientras que la petición tiene como finalidad última la
realización por parte de la Administración de un acto nuevo.

Los recursos administrativos se interponen y resuelven ante la misma


Administración, por lo que esta se convierte así en juez y parte de los mismos. De
ahí que la garantía que se pretende asegurar ofreciendo mediante la interposición
de recursos una posibilidad de reacción contra las resoluciones administrativas se
vea limitada por el hecho de ser la propia Administración la que ha de resolver el
litigio planteado y que deriva de un acto suyo. Y de ahí que en muchas ocasiones,
tras la resolución administrativa, haya que acudir a otras instancias (la vía judicial)
para la última consideración y sentencia sobre el asunto en cuestión.

Se podrán interponer contra las disposiciones administrativas dos tipos de


recursos: el ordinario, que puede ser considerado como el sustituto del antiguo
recurso de alzada, y el extraordinario o de revisión. Sus características las
examinaremos más adelante.

Por el contrario, no cabrá la interposición de recurso contra las disposiciones


administrativas de carácter general. En este sentido la Ley a que hacemos
referencia ha introducido una modificación sustancial con la situación anterior, no
permitiendo proceder a la impugnación de forma directa de una disposición de
carácter general. No obstante, sí cabe la posibilidad de una impugnación indirecta
mediante la impugnación de un acto administrativo de aplicación de una
disposición general, pudiéndose interponer el recurso ante el órgano
administrativo del que emanó la disposición general de cuya aplicación deriva el
acto recurrido y no sólo ante el órgano del que emanó el acto.

Las leyes podrán sustituir el recurso ordinario por otros procedimientos de


impugnación o reclamación, incluidos los de conciliación, mediación y arbitraje.
Ello se hará en supuestos o ámbitos sectoriales determinados y cuando la
especificidad de la materia así lo justifique y ante órganos colegiados o comisiones
específicas no sometidas a instrucciones jerárquicas. No obstante, deberán
sujetarse a los principios, garantías y plazos que la Ley sobre Procedimiento
Administrativo establece.

Fin de la vía administrativa

Para saber qué tipo de recurso procede interponer ante una resolución
administrativa habrá de tenerse conocimiento de cuándo se produce el fin de la vía
administrativa. En este sentido, ponen fin a la vía administrativa:

– Las resoluciones que recaigan en los Recursos Ordinarios interpuestos.

– Las resoluciones que recaigan en los procedimientos especiales que sustituyan


al recurso ordinario, que se han indicado anteriormente (procedimientos de
impugnación o reclamación, incluidos los de conciliación, mediación y arbitraje).

– Las resoluciones que sean dictadas por órganos que carezcan de superior
jerárquico, salvo que se establezca lo contrario por Ley.

– Otras resoluciones administrativas que por ley o reglamentariamente se haya


establecido que ponen fin a la vía administrativa.
La disposición adicional novena de la Ley a que nos estamos refiriendo establece
las resoluciones que ponen fin a la vía administrativa en lo concerniente a la
Administración General del Estado, que son:

– Las del Consejo de Ministros y sus Comisiones Delegadas.

– Las de los Ministros dentro de sus competencias departamentales.

– Las de los Subsecretarios y Directores Generales en materia de personal.

Tipos de Recursos Administrativos

Como se dijera en el capítulo anterior, los recursos administrativos forman parte


de los procedimientos de segundo grado. Dentro de estos procedimientos pueden
destacarse, de acuerdo a la Ley que rige la materia, tres tipologías distintas, a
saber:

Recursos Ordinarios:

Son aquellos que revisten un carácter genérico, ya que pueden plantearse en


todos los casos, salvo en aquellos que exista disposición legal en contrario.

a) Objeto: El recurso ordinario es el que se interpone por las personas interesadas


contra las resoluciones que no pongan fin a la vía administrativa o contra los actos
de trámite que determinen la imposibilidad de continuar un procedimiento o
produzcan indefensión. Dicho recurso se interpone ante el órgano superior
jerárquico del que dictó las resoluciones o actos impugnados en el. A estos
efectos, los tribunales y órganos de selección del personal al servicio de las
Administraciones Públicas se considerarán dependientes de la Autoridad que haya
nombrado al presidente de los mismos.

b) Plazo: El plazo para la interposición del recurso ordinario será de un mes.


Transcurrido dicho plazo sin haberse interpuesto el recurso, la resolución será
firme a todos los efectos, sin perjuicio, en su caso, de que proceda la interposición
de recurso extraordinario de revisión

c) Motivos: El recurso ordinario podrá fundarse en cualquiera de los motivos de


nulidad o anulabilidad de los actos de las Administraciones Públicas.

Los actos de las Administraciones Públicas son nulos de pleno derecho en los
casos siguientes:
a) Los que lesionen el contenido esencial de los derechos y libertades
susceptibles de amparo constitucional.

b) Los dictados por órgano manifiestamente incompetente por razón de materia o


del territorio.

c) Los que tengan un contenido imposible.

d) Los que sean constitutivos de infracción penal o se dicten como consecuencia


de ésta.

e) Los dictados prescindiendo total y absolutamente del procedimiento legalmente


establecido o de las normas que contienen las reglas esenciales para la formación
de la voluntad de los órganos colegiados.

f) Los actos expresos o presuntos contrarios al ordenamiento jurídico por los que
se adquieren facultades o derechos cuando se carezca de los requisitos
esenciales para su adquisición.

g) Cualquier otro que se establezca expresamente en una disposición legal.

También serán nulos de pleno derecho las disposiciones administrativas que


vulneren la Constitución, las leyes u otras disposiciones administrativas de rango
superior, las que regulen materias reservadas a la Ley, y las que establezcan la
retroactividad de disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de
derechos individuales.

Por otro lado, son anulables los actos de la Administración que incurran en
cualquier infracción del ordenamiento jurídico, incluso la desviación de poder. El
defecto de forma sólo determinará la anulabilidad cuando el acto carezca de los
requisitos formales indispensables para alcanzar su fin o dé lugar a la indefensión
de las personas interesadas. Por último, la realización de actuaciones
administrativas fuera del tiempo establecido para ellas sólo implicará la
anulabilidad del acto cuando así lo imponga la naturaleza del término o plazo.

Los vicios y defectos que hagan anulable el acto no podrán ser alegados por los
causantes de los mismos.
Interposición: El recurso podrá interponerse ante el órgano que dictó el acto que
se impugna o ante el órgano competente para resolverlo. Si el recurso se hubiera
presentado ante el órgano que dictó el acto impugnado, este deberá remitirlo al
competente en el plazo de diez días, con su informe y con una copia completa
ordenada de su expediente. En este sentido, la persona titular del órgano que
dictó el acto recurrido será responsable directa de cumplimentar lo anteriormente
indicado.

Resolución Presunta: Transcurridos tres meses desde la interposición del recurso


ordinario sin que recaiga resolución, se podrá entender desestimado y quedará
expedita a vía procedente.

Se exceptúa el caso de recursos interpuestos contra la desestimación presunta de


una solicitud por transcurso del plazo, en el que se entiende que queda estimado
si la Administración no resuelve en el plazo oportuno.

Dentro de los recursos ordinarios se distinguen a su vez: el recurso de


reconsideración y el recurso jerárquico.

El recurso de reconsideración se le suele calificar como un recurso horizontal, en


el sentido de que el mismo es ejercido en contra de la actuación emanada del
órgano que dictó el acto originario. El mismo debe ser decidido en un lapso de 15
días hábiles. Ahora bien, cuando quien debe decidir el recurso de reconsideración
es la máxima autoridad, éste cuenta con un lapso mayor, el cual es de 90 días
continuos.

Debe destacarse que en contra del acto que decide el recurso de reconsideración,
no es posible volver ha ejercer este tipo de recurso.

El recurso jerárquico es denominado, a diferencia del anterior, como un recurso


vertical, ya que el mismo se intenta ante la superior jerarquía dentro de la
organización. En el caso de los Municipios, ante el Alcalde o en los casos de la
Administración Pública Nacional, ante el Ministro respectivo.

El lapso para decidir el recurso es de 90 días continuos, contados a partir de la


interposición del mismo.

Es de hacer notar que las decisiones que resuelvan el recurso jerárquico, agotan
la vía administrativa, es decir, que al ser dictadas por la máxima autoridad del ente
administrativo de que se trate, dicha decisión, abre el camino al ejercicio de los
recursos jurisdiccionales judiciales.
Recursos Especiales:

Estos recursos sólo proceden en aquellos casos expresamente previstos en la


norma, la cual especifica el recurso admisible.

En nuestra legislación se considera como recurso especial, el denominado recurso


jerárquico impropio, el cual se ejerce ante las máximas autoridades de los entes
descentralizados de la Administración Pública. Por ejemplo, en caso de una
decisión emanada de un Instituto Autónomo Municipal, el recurso debe plantearse
ante el Directorio o Junta Directiva del mismo y luego de su decisión, conocería
eventualmente el máximo órgano del organismo de adscripción que sería el
Alcalde. Este recurso se funda en el principio de jerarquía administrativa, según el
cual, los entes que ejercen la tutela de los órganos que componen la
Administración Descentralizada, tienen competencia para revisar no sólo la
legitimidad, sino la oportunidad o conveniencia de sus actos.

Recursos Extraordinarios: A diferencia de los anteriores, los recursos


extraordinarios operan «aún cuando el acto ha quedado firme», es decir, aún fuera
de los lapsos que la ley prevé para su impugnación.

Dentro de estos recursos encontramos el denominado recurso de revisión, el cual,


como se dijo anteriormente, supone un acto firme y, por lo tanto, la decisión que
eventualmente se dicte afectará la autoridad de cosa juzgada administrativa. Este
recurso procede frente a cualquier acto que haya quedado firme, no
necesariamente ante aquellos que causen estado.

El lapso para su ejercicio es de tres meses y varía según el motivo de


impugnación de que se trate. En efecto, cuando los motivos de la impugnación
sean documentos o testimonios declarados falsos por sentencia judicial
definitivamente firme, que hubieren influido de manera decisiva en la resolución
del asunto, o cuando la decisión hubiere sido adoptada por cohecho, fraude,
violencia o soborno, y ello hubiere quedado establecido en sentencia judicial
definitivamente firme, el lapso de impugnación será dentro de los tres (3) meses
siguientes a la fecha de la sentencia. Ahora bien, si el motivo hubiere sido la
aparición de pruebas esenciales para la resolución del asunto, no disponibles para
la época de la tramitación del expediente, este lapso comenzará a computarse a
partir del momento en que se haya tenido noticia de la existencia de las pruebas.
Por lo que se refiere al lapso para decidir, éste es dentro de los treinta días
siguientes a la fecha de presentación del recurso. (Artículos 85 al 99 de la Ley
Orgánica de Procedimientos Administrativos).
Es de hacer notar que, una vez interpuesto cualquiera de los antedichos recursos,
el interesado no podrá acudir ante la jurisdicción contencioso-administrativa hasta
tanto se produzca la decisión o se venza el plazo que tenga la administración para
decidir, ello con la finalidad de evitar decisiones contradictorias.

a) Objeto: El recurso extraordinario de revisión es el que se interpone por las


personas interesadas contra los actos que agoten la vía administrativa o contra los
que no se haya interpuesto recurso administrativo en plazo.

b) Motivos: El recurso extraordinario de revisión podrá interponerse cuando


concurra alguna de las circunstancias siguientes:

1ª. Que al dictar los actos recurridos se hubiera incurrido en error de hecho, que
resulte de los propios documentos incorporados al expediente.

2ª. Que aparezcan o se aporten documentos de valor esencial para la resolución


del asunto que, aunque sean posteriores, evidencien el error de la resolución
recurrida.

3ª. Que en la resolución hayan influido esencialmente documentos o testimonios


declarados falsos por sentencia judicial firme, anterior o posterior a aquella
resolución.

4ª. Que la resolución se hubiese dictado como consecuencia de prevaricación,


cohecho, violencia, maquinación fraudulenta u otra conducta punible y se haya
declarado así en sentencia judicial firme.

c) Plazo: El recurso extraordinario de revisión se interpondrá cuando se trate de la


causa primera indicada en el apartado anterior, dentro del plazo de cuatro años
siguientes a la fecha de la notificación de la resolución impugnada. En los demás
casos, el plazo será de tres meses a contar desde el conocimiento de los
documentos o desde que la sentencia judicial quedó firme.

d) Interposición: El recurso extraordinario de revisión podrá interponerse ante el


órgano que dictó el acto que se impugna o ante el órgano competente para
resolverlo. Si el recurso se hubiera presentado ante el órgano que dictó el acto
impugnado, este deberá remitirlo al competente en el plazo de diez días, con su
informe y con una copia completa ordenada de su expediente. En este sentido, la
persona titular del órgano que dictó el acto recurrido será responsable directa de
cumplimentar lo anteriormente indicado.
El órgano al que corresponde conocer del recurso extraordinario de revisión debe
pronunciarse, no sólo sobre la procedencia del recurso, sino también sobre el
fondo de la cuestión resuelta por el acto recurrido.

e) Resolución Presunta: Transcurrido el plazo de tres meses desde la interposición


del recurso extraordinario de revisión sin que recaiga resolución, se entenderá
desestimado, quedando expedita la vía jurisdiccional contencioso-administrativa.

¿Qué son los recursos administrativos?

Los recursos administrativos son, por lo tanto, una vía de reclamo que está a
disposición de todos los ciudadanos: utilizando los recursos administrativos, estos
pueden impugnar aquellas decisiones de la Administración que consideren que les
afectan negativamente, sin necesidad de escalar el asunto al sistema judicial.

Desde el artículo 112 hasta el 126 de la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del


Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas, se
establece la regulación en materia de recursos administrativos comunes (en
contraposición a otros, que se denominan especiales).

¿Qué actos ponen fin a la vía administrativa?

El artículo 114 de la mencionada Ley dispone los supuestos en los que no es


posible continuar con un procedimiento administrativo, y se ha de acudir a los
tribunales de justicia:

Resoluciones de los recursos de alzada

Resoluciones de procedimientos según el artículo 112.2

Resoluciones de órganos administrativos que carezcan de superior jerárquico

Pactos o acuerdos considerados finalizadores del procedimiento

Resoluciones administrativas de procedimientos de responsabilidad patrimonial

Resoluciones de procedimientos sancionadores


Otras resoluciones de órganos administrativos amparadas por otras leyes o
reglamentos

Tipos de recursos administrativos

Existen fundamentalmente tres tipos de recursos administrativos en España: el


recurso de alzada, el recurso potestativo de reposición y el recurso extraordinario
de revisión.

El recurso de alzada

Según el artículo 112 de la mencionada ley, un recurso de alzada se interpone


contra actos y resoluciones que, aunque no pongan fin a la vía administrativa,
decidan sobre el fondo del asunto, hagan imposible continuar el procedimiento, o
provoquen una situación de indefensión o perjuicio irreparable.

El recurso de alzada se interpondrá ante el órgano que haya dictado tal acto o
resolución, pero si no ha existido contestación al recurso en el plazo estipulado
(situación de silencio administrativo), se considerará desestimado y no cabrían
más recursos.

En cuanto al plazo de interposición, será de un mes desde la notificación cuando


estemos ante un caso de acto expreso, de tres meses en casos no expresos, o en
cualquier momento en actos presuntos a partir de la fecha en la que el silencio
administrativo quede expreso.

Haz clic aquí para saber más sobre el recurso de alzada.

El recurso de reposición
Según el artículo 123 de la mencionada ley, un recurso de reposición se interpone
contra actos y resoluciones que pongan fin a la vía administrativa:

Resoluciones de recursos de alzada, conciliación, impugnación, mediación,


reclamación y arbitraje.

Resoluciones de órganos administrativos que carezcan de superior jerárquico.

Pactos o acuerdos considerados finalizadores del procedimiento

Resoluciones administrativas de procedimientos de responsabilidad patrimonial

Resoluciones de procedimientos sancionadores

Al igual que sucede con los recursos de alzada, se presentan ante el órgano que
haya dictado el auto o la resolución objeto del recurso; los plazos de interposición
de los recursos de reposición son también de un mes para actos expresos y tres
meses para actos no expresos, mientras que la Administración dispone de un
plazo máximo de un mes para su resolución (iniciándose, desde ese momento, el
silencio administrativo).

La resolución de un recurso de reposición supone el fin del procedimiento


administrativo, por lo que para continuar con sucesivas impugnaciones se deberá
acudir a la vía contencioso-administrativa.

El recurso de revisión

El artículo 125 de la ley establece el recurso de revisión como una última instancia
de impugnación, tanto de recursos de alzada como de reposición, y ante los
siguientes hechos:

Actos firmes en vía administrativa

Situaciones de errores documentales, cohecho, prevaricación o testimonios falsos

Aparición de documentación relevante para el desenlace del procedimiento,


aunque ya se encontrase cerrado
La presentación tendrá que realizarse también frente al mismo órgano que haya
dictado la resolución objeto del recurso; sobre los plazos, son 4 años por causa de
error documental o 3 meses en el resto de los supuestos.

Por su parte, la Administración dispone de 3 meses para responder a un recurso


de revisión: después de ese plazo, ya solo queda recurrir a la vía contencioso-
administrativa.

Las distintas clases de recursos administrativos constituyen la primera vía para


impugnar resoluciones desfavorables o injustas a la Administración: prueba STEL
Order para tener en orden todos los aspectos de tu empresa en el mismo
programa de gestión.

Recurso de revocación Notificado el acto de adjudicación, los oferentes que


entiendan se ha lesionado su derecho o afectado su interés legítimo podrán
impugnar el acto administrativo mediante la interposición del recurso de
revocación, ante la misma autoridad que los haya cumplido, dentro del
término de 10 días corridosa contar del día siguiente de su notificación
personal, si correspondiere, o de su publicación en el "Diario Oficial".

Recurso jerárquico Cuando el acto administrativo haya sido cumplido por


una autoridad sometida a jerarquías, podrá ser impugnado, además, con el
recurso jerárquico, el que deberá interponerse conjuntamente y en forma
subsidiaria al recurso de revocación.

Recurso de anulación Cuando el acto administrativo provenga de una


autoridad que según su estatuto jurídico esté sometida a tutela
administrativa, podrá ser impugnado por las mismas causas de nulidad
previstas en el artículo 309 de la Constitución, mediante recurso de
anulación para ante el Poder Ejecutivo, el que deberá interponerse
conjuntamente y en forma subsidiaria al recurso de revocación. Están
sujetos a ese régimen los Servicios Descentralizados creados por ley de
conformidad con los artículos 185 y 186 de la Constitución.
El recurso de anulación sólo procede por razones de legalidad, en cambio
los recursos de revocación y jerárquico proceden por razones de legalidad y
mérito.

Recursos de reposición y apelación Cuando el acto emane de un órgano de


los Gobiernos Departamentales, se podrá impugnar con los recursos de
reposición y apelación en la forma que determine la ley.

El plazo para recurrir se computará a partir del día siguiente a la notificación


o publicación. El interesado remitirá copia, del escrito o impugnación
presentada, al Tribunal de Cuentas, disponiendo de un plazo de cuarenta y
ocho horas a tales efectos.

Los recursos administrativos tendrán efecto suspensivo, salvo que la


Administración actuante por resolución fundada declare que dicha
suspensión afecta inaplazables necesidades del servicio o le causa graves
perjuicios.

Resuelto el recurso, se apreciarán las responsabilidades de los funcionarios


actuantes y del propio recurrente. Si se comprobara que el recurrente
hubiere actuado con mala fe, manifiesta falta de fundamento o malicia
temeraria, previa vista, podrán aplicarse sanciones de suspensión o
eliminación del Registro Único de Proveedores del Estado y del Registro del
organismo, sin perjuicio de las acciones judiciales que pudieran
corresponder por reparación del daño causado a la Administración.

Recurso de reconsideración

es el que se presenta ante el mismo órgano que dictó un acto, para que lo
revoque, sustituya o modifique por contrario imperio.6

Precisamente por dirigirse el recurso a la misma autoridad que dictó el acto

impugnado, la cual normalmente habrá de ratificar su postura, cabe dudar de

que pueda funcionar realmente como medio de impugnación o de defensa del


particular. Para algunos autores “reconsiderar” es no sólo “reexaminar,” sino

específicamente “reexaminar atentamente,” por el origen etimológico de la


palabra.7

Sin embargo, el uso vulgar del vocablo lo aproxima más a un ruego de que

el funcionario “reexamine con benevolencia;” en suma, un recurso graciable.8

Es

que en rigor hay un consejo medieval español que parecería estar inscripto en

piedra en nuestras mentes y que cumplimos como mandato ancestral. Antes de

dictar el acto, pensarlo; luego de dictarlo, mantenerlo. Bien se entiende, mantenla

contra viento y marea

Cuál es el recurso de reconsideración?

Es una vía de derecho que tienen los contribuyentes y responsables ante


Impuestos Internos para manifestar su desacuerdo contra los actos administrativos
dictados por esta institución, con el objetivo de que se realice una revisión de la
actuación administrativa.

¿Qué es un recurso jerárquico?

¿Qué es el Recurso Jerárquico? Es la impugnación que se presenta en contra de


la Resolución que resuelve el Recurso de Alzada, dictada por la Autoridad
Regional de Impugnación Tributaria (ARIT).

24

1.2. Recurso Jerárquico

El Recurso Jerárquico se encuentra regulado en la Sección Tercera,

del Capítulo 11, del Titulo IV de la Ley Orgánica de Procesamientos

Administrativos, en sus artículos 95 y 96 que transcribiremos textualmente:


"Articulo 95: El recurso jerárquico procederá cuando

el órgano inferior decida no modificar el acto de que

es autor en la forma solicitada en el recurso de

reconsideración. El interesado podrá, dentro de los

quince (J 5) días siguientes a la decisión a la cual se

refiere el párrafo anterior interponer el recurso jerárquico directamente para ante el


Ministro".

"Articulo 96: El recurso jerárquico podrá ser intentado contra la decisión de los
órganos subalternos de

los Institutos Autónomos por ante los órganos superiores de ellos. Contra las
decisiones de dichos órganos superiores, operará recurso jerárquico para ante

el respectivo Ministro de Adscripción, salvo disposición en contrario de la Ley".

1.2.1. Definición

El recurso jerárquico, es aquel que se intenta contra un acto administrativo de un


funcionario inferior, a los efectos de que el superior jerárquico lo revise. Se trata
pues de una apelación administrativa contra el

acto ante el superior jerárquico13.

José Araujo Juárezl4, lo define como un recurso vertical ordinario,

mediante el cual el interesado lesionado por un acto administrativo

solicita del órgano superior la modificación o anulación del mismo.

Ese acto recurrible es un acto administrativo que decide no anular o

modificar un acto anterior, una vez solicitada su reconsideración.

Los Recursos Administrativos y su procedimiento

en la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos

225

Este tipo de Recurso, tiene por finalidad hacer intervenir al superior

jerárquico de aquel que dictó el acto administrativo y que no reconsideró


su decisión.

Respecto al recurso jerárquico, la Corte Primera de lo Contencioso

Administrativo, en sentencia de fecha 2 de noviembre de 1983 señaló:

" Por otra parte, dentro del mismo orden de ideas, una

de las potestades de la Administración Pública, es la

de revisar los actos de los funcionarios inferiores por

parte de los máximos órganos superiores, facultad que

ejercen cuando los interesados interponen el recurso

jerárquico, o cuando revocan o anulan de oficio un

acto ilegal de un subalterno; cuestión esta que después de la promulgación de la


Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, se consagra de manera general
en sus artículos 82,83, 90 Y 95" JJ

lo 2.2. Objeto del Recurso

El objeto es un acto administrativo que decide no modificar el acto

anterior, cuando se ha solicitado la reconsideración del mismo, es decir, el objeto


real es la negativa del funcionario a reconsiderar su propio acto.

Recurso de Revisión

El recurso de revisión, o recurso extraordinario de revisión administrativo, consiste


en recurrir los actos firmes en vía administrativa, cuando concurra elementos o
documentos nuevos o alguna de las circunstancias previstas en Ley del
Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas. (Ley
39/2015, de 1 de octubre), para poder interponer el recurso de revisión.

¿Qué es el recurso de revisión?

Es el medio legal con el que cuentan las personas para manifestar su


inconformidad ante la respuesta o falta de ella, por parte de los sujetos obligados a
las solicitudes de acceso a la información pública y de datos personales.
¿Cómo se presenta o interpone el recurso de revisión?

Cuando la solicitud se presentó en la Plataforma Nacional de Transparencia,


puedes interponer tu recurso de revisión mediante el botón de “QUEJA”.

Cuando la solicitud no fue presentada en la Plataforma Nacional de


Transparencia, puedes presentar tu recurso de revisión de manera escrita o por
medios electrónicos, ante esta Comisión o ante la Unidad de Transparencia del
sujeto obligado a la que le presentaste la solicitud de información o solicitud
ARCOP.

Dentro de los 15 días hábiles siguientes a partir de la notificación de su respuesta


o del vencimiento del plazo para su notificación. (Para mayor información consulta
el artículo 167 de la LTAIPNL)

¿Qué es un recurso contencioso administrativo?

Cuando hablamos de un recurso contencioso administrativo, nos referimos a un


procedimiento jurídico que se usa en contra de una disposición de carácter
general o bien una acción concreta realizada por una entidad pública de cualquier
nivel. Es decir, que los recursos contenciosos administrativos se emplean para
oponerse a una acción o decisión de un organismo oficial, ya sea una entidad a
nivel estatal, autonómico o local.

Dicho de otra manera, un recurso contencioso administrativo tiene la finalidad de


finalizar la vía administrativa de un conflicto con los órganos de la Administración
Pública tanto por sus acciones como por su inactividad o silencio administrativo en
los casos en los que se produzca.

Además, puede utilizarse contra la inactividad de la Administración Pública ante un


requerimiento realizado por un interesado y contra actuaciones materiales que
vayan en contra de las leyes o que constituyan una vía de hecho.
Eso sí, este procedimiento no es exclusivo para las personas físicas o jurídicas
ajenas a la Administración, sino que la una entidad pública también podrá hacer
uso de los recursos contencioso administrativos frente a otros organismos de
carácter público. Por ejemplo, una Administración de nivel local contra una
provincial o nacional si consideran que una de sus acciones esté siendo en
perjuicio del interés general.

3 Tipos de recursos contenciosos administrativos

Recurso contencioso administrativo ordinario

Es el más habitual de todos, y por lo tanto será el que se explicará en mayor


profundidad a lo largo de este artículo.

Recurso contencioso administrativo abreviado

Existen varias circunstancias que permiten utilizar el recurso abreviado para


aligerar el proceso jurídico, eliminando la vista oral del proceso contencioso
administrativo.

A este recurso contencioso administrativo podemos recurrir en caso de que el


hecho reclamado no supere los 13 000 €, si no se admite un proceso de asilo
político o en el caso de tratarse de una resolución de extranjería con la que no se
esté conforme.

De la misma manera, un funcionario público podrá recurrir a este procedimiento


por razón de personal siempre y cuando no tenga relación con el inicio o el fin de
su relación laboral con los órganos públicos para los que se encuentre empleado.

Recurso contencioso administrativo para la protección de derechos


fundamentales

La última de las opciones disponibles. Se recurre a este tipo de recurso cuando se


desea reclamar la protección judicial de cualquier libertad o derecho que se
considere que está siendo vulnerado. En el artículo 53.2 de la Constitución
Española se encuentran listada las libertades y derechos que dan la opción de
este recurso.

Tan solo en el último de los 3 tipos que hemos visto, el plazo máximo de
interposición es de 10 días, que comienzan a contarse desde el mismo instante en
el que se recibe la notificación del recurso.

¿Cuáles son los recursos contra los actos administrativos?

Resultado de imagen para recursos contra los actos administrativos

Los recursos que proceden contra un acto administrativo son: Reposición. La


finalidad de este recurso es poner en consideración del mismo funcionario que
profirió el acto los argumentos necesarios para que lo modifique, lo revoque, lo
aclare o lo adicione.

Recursos contra los actos administrativos.

Los recursos que proceden contra un acto administrativo son:

Reposición. La finalidad de este recurso es poner en consideración del mismo


funcionario que profirió el acto los argumentos necesarios para que lo modifique,
lo revoque, lo aclare o lo adicione.

Apelación. este recurso es considerado como obligatorio en el sentido de que, si


es procedente, para agotar la vía gubernativa se debe interponer. En este caso se
pone en manos del superior inmediato de quien expidió el acto la reconsideración
del mismo.

Recurso de queja. Procede cuando se rechaza el recurso de apelación. Este


recurso se interpone directamente ante el inmediato superior de quien profirió la
decisión.

Respecto a los recursos que deben interponerse en contra de los actos


administrativos para agotar la vía gubernativa como anteriormente se le
denominaba, o para cumplir con el requisito previo a demandar, cuando se
pretenda la nulidad de un acto administrativo particular, el Consejo de Estado,
Sala de lo Contencioso Administrativo Sección Primera en sentencia de Julio 6 de
2001 expediente 6352 se refirió de la siguiente manera:

«Naturaleza de la reposición y la apelación. El primero es un recurso optativo pues


el obligatorio de interponer es el de apelación. El carácter potestativo de dicho
recurso pone en evidencia que el acto que lo decide cuando es confirmatorio tiene
un carácter eminentemente accesorio frente al acto que es objeto del mismo, esto
es, frente al principal. El acto administrativo principal como el que decide el
recurso de apelación son los presupuestos básicos para que la vía gubernativa se
entienda agotada en debida forma, amen de que la notificación del último es la
que tiene incidencia para el cómputo del término de caducidad, para el ejercicio
oportuno de la acción.»

El código de procedimiento administrativo y de lo contencioso administrativo


establece la obligatoriedad del recurso de apelación, por ende, cuando en contra
de un acto administrativo proceda dicho recurso para acudir en demanda de
nulidad del acto particular es indispensable haberlo interpuesto.

Requisitos de procedibilidad en la nulidad y restablecimiento del


derecho.Requisitos que se deben cumplir para que sea procedente la acción de
nulidad y restablecimiento del derecho.

En cambio, los recursos de reposición y queja son eminentemente facultativos, de


conformidad con lo señalado en la parte final del artículo 76 del CPACA (ley 1437
de 2011), de manera que no son un requisito de procedibilidad para la acción de
nulidad y restablecimiento del derecho.

¿Qué es el silencio administrativo?

El silencio administrativo es un mecanismo que protege a los ciudadanos frente a


los incumplimientos de la Administración Pública en la resolución de sus
procedimientos administrativos. Se produce cuando la Administración no contesta
a alguno de los actos administrativos que se le hayan interpuesto.
El silencio administrativo es el acto presunto por el cual ante una ausencia de
resolución expresa se considera estimada la petición, en cuyo caso el silencio es
positivo, o desestimada, en el caso negativo.

Silencio administrativo

El silencio administrativo es un mecanismo que protege a los ciudadanos frente a


los incumplimientos de la Administración Pública en sus procedimientos.

Se trata de una forma de terminar un procedimiento administrativo sin que haya un


acto expreso de pronunciación. Se entenderá que se ha terminado el proceso
cuando vence un plazo determinado sin que se haya indicado si se estima o
desestima lo que pretende el interesado.

Hay que recordar que la Administración Pública debe resolver expresamente los
procedimientos en un plazo que fija la Ley para cada caso.

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