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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA


UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
PROGRAMA DE FORMACIÓN DE GRADO EN ESTUDIOS JURÍDICOS
EJE GEOPOLÍTICO RÍOS ORINOCO – APURE. EJE CACIQUE ARAMARE
ESTADO AMAZONAS

FUNDAMENTOS SOCIO ANTROPOLOGICO


DEL DERECHO PENAL.

Facilitador: Triunfador:
Prof. José Sarache Edward Gil
C.I. 13.254.548

Puerto Ayacucho, Enero 2021


INTRODUCCIÓN

La teoría del delito es un sistema de categorización por niveles, conformado por


el estudio de los presupuestos jurídico-penales de carácter general que deben
concurrir para establecer la existencia de un delito, es decir, permite resolver cuando
un hecho es calificable de delito.

Esta teoría, creación de la doctrina (pero basada en ciertos preceptos legales),


no se ocupa de los elementos o requisitos específicos de un delito en particular
(homicidio, robo, violación, etc.), sino de los elementos o condiciones básicas y
comunes a todos los delitos.

Históricamente, se puede hablar de dos corrientes o líneas: la teoría causalista


del delito y la teoría finalista del delito. Para la explicación causal del delito la acción
es un movimiento voluntario físico o mecánico, que produce un resultado el cual es
tomado por el tipo penal, sin tener en cuenta la finalidad de tal conducta. La teoría
finalista del delito entiende la conducta como un hacer voluntario final, en cuyo
análisis deben considerarse los aspectos referidos a la manifestación exterior de esa
finalidad.
1. Conceptualización de delito y Falta. Análisis y características

En el Derecho Penal se pueden establecer dos formas de  diferenciar los actos
delictivos, los delitos y faltas. Pero antes de empezar con la distinción debes tener
claro un concepto que aparecerá a lo largo del artículo, y se trata del bien jurídico
protegido Nimbus cloud. Éste es el bien, ya sea material o inmaterial, que el Derecho
se encarga de proteger, como pueden ser por ejemplo: la vida, la salud, la propiedad,
la libertad, la indemnidad sexual, etc.

Primero hablaremos de qué es una falta, al igual que los delitos se tratan de una
conducta típica (aparece tipificada en la ley), antijurídica (contraria a Derecho) y
culpable, pero en la legislación viene regulado como falta debido a su menor
gravedad, ya que sus consecuencias no son las mismas. Por lo tanto sus penas son
mucho menores que las de los delitos, ya que éstas nunca llegarán a ser penas de
cárcel sino simplemente pueden ser penas de trabajo en beneficio de la comunidad, de
multas o una simple localización permanente durante un corto periodo de tiempo.
Así que para ello tienen en el Código Penal su propio apartado, en el libro III, para
tipificar todas las faltas que hay y sus penas correspondientes.

Por otro lado, ¿qué es un delito?, se tratan de acciones u omisiones típicas,


antijurídicas y culpables que aparecen tipificadas en la ley como conductas más
graves, ya que a diferencia de las faltas en estos casos sí que se llega a causar un daño
material efectivo sobre el bien jurídico protegido. De ahí que sean considerados como
conductas más graves y que su castigo sea peor, normalmente castigados con la
privación de la libertad. Sólo algunos delitos tienen su falta correlativa, únicamente
en los casos en los que se atenta contra las personas, el patrimonio, los intereses
generales o el orden público. Ya para terminar hay una relación entre las faltas y los
delitos que sólo se da en determinadas conductas, y se trata de que si en el periodo de
un año un sujeto comete cuatro faltas que atentan contra el mismo bien jurídico esas
cuatro faltas pasan a ser consideradas como un solo delito, y por lo tanto será
condenado como tal.

2. El Delito como un producto social y como hecho típico, antijurídico,


culpable y punible

“El delito es un acto típicamente antijurídico, culpable es imputable a un


hombre y castigado con una pena, más ampliamente castigado con una sanción
penal”.

De este concepto jurídico del delito se derivan los elementos del delito:
Elementos del delito:

1. La acción o acto
2. La tipicidad
3. La Antijuricidad
4. La imputabilidad
5. La culpabilidad
6. La punibilidad
7. La penalidad

LA ACCION: Es el primer elemento del delito, es la acción u omisión en


sentido penal. Se entiende por acto, en sentido penal, la manifestación de voluntad
que, mediante acción u omisión, determina un cambio en el mundo exterior. En
sentido penal, el acto o acción, es una conducta exterior positiva (acción) o negativa
(omisión) humana y voluntaria. Una conducta voluntaria, lo que supone que la
persona o agente tiene la capacidad de dirigir libremente su propia conducta, la
posibilidad de optar entre hacer o no hace. La conducta debe provocar un cambio en
el mundo externo, esta mutación se denomina resultado, evento o efecto.
      Por lo tanto, la relación de causalidad es el vínculo que enlaza la conducta y
el  cambio en el mundo exterior (resultado). Antiguamente los penalistas no se
ocupaban de modo especial del vínculo de causalidad, aunque se referían a la
imputatio facti (causalidad) y a la imputatio iuris (culpabilidad y responsabilidad). La
relación de causalidad es una condición de la responsabilidad penal porque, si no
existe nexo causal entre una conducta y un resultado, no hay acto en sentido penal.

3. Acción, Culpabilidad, Dolo.

La Acción

El comportamiento humano es la base de la Teoría del delito. Si no hay acción


humana no hay delito. El fenómeno delictual tiene que estar acompañado por una
acción humana. El delito se basa en la actividad humana por acción u omisión. La
acción es conducta omisiva o activa voluntaria, que consiste en un movimiento de su
organismo destinado a producir cierto cambio, o la posibilidad, en el exterior del
mundo (Teoría de la causalidad). Es todo comportamiento humano que depende de la
voluntad. El delito es acto humano, cualquier mal que no tiene origen en la actividad
humana  no  puede reputarse  como delito. La posibilidad de cambio en la realidad se
da en los delitos frustrados como también en la tentativa. Si es involuntario (caso
fortuito) u ocurre en el fuero interno y no llega a manifestarse, la acción se excluye
del campo delictivo.

Sujeto de la acción: El sujeto de la acción es el ser humano, si no es un ser


humano, no puede ser considerar delito.

Ausencia de la acción: El obrar no dependiente de la voluntad del hombre, no


es "acción". Por tal razón no hay delito cuando median:
Fuerza irresistible: El peatón es impelido contra un escaparate y lo rompe. No
es autor. No hay acción voluntaria por parte de él.  ¿Quién es responsable de pagar el
escaparate? La persona que empujo.

Acto Reflejo: No es factible impedir movimientos reflejos que provienen del


automatismo del sistema nervioso. No hay acción voluntaria, sino por reflejo.

Estados de inconsciencia o Situaciones ajenas a lo patológico (sueño,


sonambulismo, hipnotismo): Para ser admitidos como excluyentes de la acción
requiere de un análisis  y estudios cuidadosos.

Impresión paralizante: No hay posibilidad de actuar oportunamente y


adecuadamente cuando el sujeto está paralizado, aunque sea momentáneamente, por
una intensa impresión física (deslumbramiento, por ejemplo) o psíquica  (como un
acontecimiento imprevisto, por ejemplo ver a la mujer de uno con otro en un estado
de adulterio), pues los mecanismos volitivos precisan de un tiempo para desplegar su
eficacia.

En la legítima defensa, también existe una ausencia de una fase que se llama
fase interna de la acción. En este caso las defensas no se lo piensan, no surge en el
pensamiento ese querer defenderse (fase interna), sino más bien, es la reacción del
instinto de supervivencia lo que hace actuar al sujeto. También existe ausencia de la
acción cuando lo que lleva a cometer el delito es una fuerza interior irresistible, por
ejemplo el hambre extrema. Se roba un pan para no morir de hambre. Este caso de
necesidad no existe en las sociedades industrializadas.

Fases de la acción: Existe una fase interna y otra fase llamada externa. En la
interna  la acción solo sucede en el pensamiento. Es en la fase externa  donde se
desarrolla la acción. Si no hay acción no hay delito, porque es una de las partes de la
estructura del delito.

Polémica del desarrollo de acción

La Inconsciencia es un estado reflejo, por ejemplo cuando el epiléptico mata, ya


existe acción humana. ¿Podrá considerársele homicida? No. Para probar que el acto
fue realizado por un epiléptico, se debería demostrar que el cuchillo entró por el
mismo orificio cuantas veces como cuchilladas se haya hecho, sin cambiar de lugar y
de ángulo de entrada. Es así como acuchillan los epilépticos. ¿Esta acción estará
guiada por la voluntad del epiléptico? No.

Acción y resultado:

Cuando hay acción externa siempre hay resultado, éste resultado es causal de
imputabilidad. La ley también  castiga la simple manifestación de la acción, por
ejemplo la tentativa. El resultado es el efecto externo que el Derecho Penal califica
para reprimir el delito y el ordenamiento jurídico tipifica para sancionarlo que
consiste en la modificación introducida por la conducta criminal en el mundo exterior
(robo, incendio) o en el peligro de que dicha alteración se produzca (abandono de
niños).

Pero ese efecto no se da en todos los delitos, no se da en los delitos formales


(llamados también, delitos de actividad, delitos sin resultado), en estos el delito se
perfecciona con la sola manifestación de la voluntad, p. ej. , no hay resultado
perceptible en el falso testimonio. Igualmente en los delitos frustrados y en la
tentativa no hay resultado. Por eso el resultado no siempre es un elemento esencial
para que un delito se perfeccione.
La Culpabilidad

La culpabilidad es la reprochabilidad de la conducta de una  persona imputable


y responsable, que pudiendo haberse conducido de una manera no lo hizo, por lo cual
el juez le declara merecedor de una pena. Es la situación en que se encuentra una
persona imputable y responsable.

Teorías acerca de la naturaleza de la culpabilidad.

Teoría  psicológica: esta teoría considera de la culpabilidad como un elemento


netamente Psicológico, que indica que para la existencia del delito, además acción de
los requisitos objetivos (hacino – tipicidad antijuridicidad).

Para que haya culpabilidad tiene que presentarse los siguientes presupuestos o
elementos de la culpabilidad:

Imputabilidad

Dolo o culpa estos elementos son también llamados: formas de culpabilidad) La


exigibilidad de una conducta adecuada a la prohibición o imperatividad de la norma.
Y por faltarle alguno de estos presupuestos, o por existir las llamadas, Causas de
Inculpabilidad el autor no actúa culpablemente, en consecuencia está exento de
responsabilidad criminal.

Imputabilidad

La imputabilidad es la capacidad psíquica de una persona de comprender la


antijuridicidad de su conducta y de no adecuar la misma a esa comprensión. La
Imputabilidad es el estado de incapacidad para conocer el deber ordenado por la
norma y la ineptitud de actuar, por cuenta propia, con arreglo a su mandato.

El Dolo y la Culpa

El Dolo: Es la producción de un resultado típicamente antijurídico, con


consciencia de que se quebranta el deber, con conocimiento de las circunstancias del
hecho y el curso esencial de la relación de causalidad existente entre la manifestación
humana y el cambio del mundo exterior, y con voluntad de realizar la acción y con
representación del resultado que se quiere.

Causas de inculpabilidad:

Son aquellos que incluyen  la culpabilidad, y por lo tanto el delito, y por


consecuencia la responsabilidad penal. Son las que impiden que se reproche a una
persona imputable, el acto típicamente  antijurídico que ha realizado.

Los Elementos del Dolo

• Elemento volitivo. Tiene que actuar la voluntad. El individuo tiene que querer
hacer,

• Elemento Intelectual. El sujeto debe saber lo que hace y esperar un resultado.


Para que exista dolo tiene que haber estos dos elementos del dolo.

La Culpa

Es la producción de un resultado típico y antijurídico, previsible y evitable, a


consecuencia de haber desatendido un deber de cuidado que le era exigible.
4. Tipicidad

Al hacer un estudio de los elementos que conforman el delito, es esencial


conocer y saber el concepto de tipicidad, en virtud de que sin éste, el delito no
existiría y por lo tanto no sería posible el encuadramiento del mismo en la norma, ni
saber que causas originaron que el sujeto actuara de forma antijurídica. Los hechos
cometidos por el hombre, para que se los pueda sancionar con una pena, deben estar
descritos en la ley penal. Esa descripción legal, desprovista de carácter valorativo,
constituye la tipicidad; de este modo, el tipo legal es la abstracción concreta que ha
trazado el legislador, descartando detalles innecesarios, para la definición del hecho
que se cataloga en la ley como delito.

La tipicidad es la adecuación, o encaje del acto humano voluntario ejecutado


por el sujeto a la figura descrita por la ley como delito. Si la adecuación no es
completa no hay delito. La tipicidad es la adecuación, el encaje, la subsunción del
acto humano voluntario al tipo penal. La ley consigna los tipos y conmina con penas
las conductas formuladas, por ser opuestas a los valores que el Estado está obligado a
tutelar, al reflexionar sobre los casos en los cuales existe certidumbre de dicha
Antijuricidad (por no operar causa de justificación alguna) advertimos que no
permanece a manera de mero indicio, sino absoluta contradicción al orden jurídico.

Por ende hemos llegado a la conclusión de que asiste razón al observar, como
toda conducta típica es siempre antijurídica (salvo la presencia de una justificante)
por ser en los tipos de donde el legislador establece las prohibiciones y mandatos
indispensables para asegurar la vida comunitaria. No debe confundirse el tipo con la
tipicidad. El tipo es la creación legislativa, la descripción que el Estado hace de una
conducta concreta con la descripción legal formulada en abstracto. Basta que el
legislador suprima de la Ley Penal un tipo, para que el delito quede excluido.
5. Antijuricidad (Causas de Justificación)

Se denomina antijuricidad a toda conducta típica que resulta contraria al orden


jurídico. Es decir, lo contrario a Derecho.

Existen dos tipos:

Antijuricidad formal: se afirma que una conducta es formalmente antijurídica,


cuando es meramente contraria al ordenamiento jurídico. Por tanto, la Antijuricidad
formal no es más que la oposición entre un hecho y la norma jurídica positiva.

Antijuricidad material: se dice que una acción es "materialmente antijurídica"


cuando, habiendo transgredido una norma positiva (condición que exige el principio
de legalidad), lesiona o pone en peligro un bien jurídico que el derecho quería
proteger.

6. El Iter Criminis

El hecho punible tiene todo un proceso o desarrollo conocido como Iter


Criminis, el cual tiene dos fases:

1. Fase Interna: Como sabemos el Derecho Penal sanciona conducta y no


pensamientos. Esta fase no se castiga ya que se encuentra dentro del pensamiento de
la persona. Aquí hallamos 3 momentos:

1.1. Ideación.- Consiste en imaginarse el delito. Ejm: A quiere matar a B.


1.2. Deliberación.- Es la elaboración y desarrollo del plan, apreciando los
detalles y forma en que se va a realizar. Ejem: A puede utilizar un arma de fuego y
sorprender durante la noche a B.

1.3. Decisión.- El sujeto decide poner en práctica el plan. Ejem: A decide matar
a B, con un arma de fuego y durante la noche.

2. Fase Externa: En esta fase se exterioriza la fase interna, o sea, los actos
planeados por la persona se realizan en el mundo exterior con el propósito de cometer
un delito. Esta fase se divide en:

2.1. Actos Preparatorios.- Son aquellos que se presentan con anterioridad a la


ejecución del delito y que están dirigidos a facilitarlo. En principio, los actos
preparatorios no son punibles, salvo cuando en forma independiente constituyen
delito. Ejem: A planea cometer un homicidio y para ello se agencia en el mercado
negro de un arma de fuego. El delito presente en ese instante es el de posesión ilegal
de arma de fuego.

2.2. Actos de Ejecución.- Estos aparecen con la exteriorización del


pensamiento humano mediante conductas que tienen una determinada finalidad. Los
actos de ejecución implican acciones u omisiones que están dirigidas a configurar el
tipo penal. Ejem: A apunta a la cabeza de B y dispara un arma de fuego. Si los
elementos del tipo se dan completamente, estamos ante la consumación del delito. En
el caso: B muere a causa del disparo. Se consumó el homicidio. Si los elementos del
tipo no se presentan completamente, el delito queda en tentativa. Supongamos que B
no muere, quedando gravemente herido. Habría tentativa de homicidio, pero se
configuraría el delito de lesiones.
Resumimos, entonces, a este nivel que la realización del delito se lleva a cabo
en un proceso general que consta de dos etapas claramente diferenciadas: una
primera, donde hallamos la ideación, deliberación y decisión criminal (etapa interna) ;
y otra, que se presenta cuando el agente pone en obra la decisión (etapa externa) :
proveyéndose de los medios o instrumentos elegidos, con miras a crear las
condiciones para lograr la obtención del fin [actos preparatorios], comienza la
utilización concreta de los medios elegidos en la realización del plan [actos de
ejecución], y puede llegar a completar en su totalidad la acción descrita en el tipo, con
todos sus efectos, est es, la obtención del fin típico planeado mediante los medios
utilizados por el autor [consumación], y con ello lograr el objetivo que se había
propuesto al cometer el delito, que se encuadra fuera de la acción típica
[agotamiento].

A todo este proceso se la llama Iter Criminis (camino del delito). De estas
etapas sólo entran en el ámbito de lo punible las de ejecución y consumación.

7. Formas de participación en los delitos.

Consiste en la intervención de varias personas en la ejecución de un mismo


delito y a los que se les atribuye distinta penalidad. Estas son: autor, coautor, autor
mediato, inductor, cooperador necesario y cómplice.

¿Qué formas de participación en el delito recoge nuestra legislación?

Así como existen figuras delictivas que suponen, por su propia naturaleza, una
pluralidad de sujetos activos, por ejemplo, la rebelión, la gran mayoría de los delitos
aparecen configurados como actos individuales, lo cual no impide que en su
ejecución puedan participar varias personas.
Las distintas formas de participación en la realización de la infracción criminal
deben concretarse y declara responsables criminalmente del delito a los autores o
participes principales y a los cómplices o participes secundarios, atribuyéndoles
distinta penalidad a unos y otros, sin incluir en el estudio de las diversas formas de
participación en el delito al encubridor, ya que el legislador ha optado por tipificar el
encubrimiento como una figura especial de delito autónomo.

¿Qué es la autoría?

Son autores quienes realizan el hecho por si solos, conjuntamente, o por medio
de otro del que se sirven como instrumento. También serán considerados autores los
que inducen directamente a otro u otros para ejecutarlo y los que cooperen a su
ejecución con un acto sin el cual no se habría efectuado.

El autor directo

Son autores los que realizan el hecho por sí solos" y será aquel sujeto que
ejecuta la acción expresada en el verbo típico, o lo que es lo mismo, el que realiza los
actos que deben producir el resultado previsto en el tipo penal, es decir, el que
matare, el que lesionare, el que se apoderare…etc.

El coautor

Bajo la expresión " conjuntamente" el texto señala aquellos supuestos donde


concurren más un autor directo en la ejecución del delito, ya bien sea porque todos
los participantes han realizado todos los hechos tipificados por la norma o porque se
crea una sociedad criminal escalada también denominada "Societas scaeleris" en la
que los partícipes reparten los papeles en de mayor o menor intensidad para la
comisión del delito, siendo en este caso necesario que los coautores o participes
principales, previa o simultáneamente a la comisión de la infracción penal hayan
concertado sus voluntades, para la realización del delito, repartiendo así los actos
principales del tipo penal que realizará cada uno para la persecución del fin propuesto
a través de un pacto expreso, tácito, previo, simultáneo o sobrevenido.

Es necesario, para considerar a un sujeto como coautor del delito, no solo la


existencia de acuerdo entre los copartícipes del hecho, sino que cada uno de ellos
realice actos de carácter principal, y que asimismo ostenten el dominio del hecho, que
implica tener las riendas del acto delictivo pudendo decidir que se ejecute o no. La
sociedad criminal produce la responsabilidad penal de todos los coparticipes o
coautores con idéntica penalidad, no solo respecto a los actos delictivos acordados y
ejecutados, sino también para aquellos casos donde haya desviación de alguno de los
coparticipes del plan inicial expresa o tácitamente admitido y ello implique un
aumento de responsabilidad penal.

El autor mediato

Es aquél que, dominando el hecho delictivo y poseyendo las demás


características de la autoría, no realiza por sí mismo el tipo delictivo, sino que se vale
de otra persona que, sin ser consciente de la real transcendencia penal de lo que hace,
le sirve como de instrumento. El autor mediato no realiza la acción descrita en el tipo
penal, pero es quien decide la infracción de la norma. En este caso, el instrumento
actúa sin conocimiento de lo ilícito, al igual que en los casos donde el instrumento es
inimputable (ejemplo: deficiente mental). A sensu contrario, cuando el instrumento
haya actuado por miedo insuperable, fuerza irresistible, o error invencible provocado
por el autor mediato no será culpable. De la autoría mediata deberán quedar excluidos
los delitos de propia mano, es decir, aquellos que no pueden ejecutarse por medio de
terceros (ejemplo: el delito de violación).
El inductor

Se considera autor, al que induce directamente a otro la resolución de cometer


el hecho antijurídico integrante del tipo delictivo. Será necesario que la inducción sea
directa y eficaz, es decir que se dirija a la comisión de un delito determinado, no
considerándose inducción los malos consejos; y que sea determinante de la acción,
por lo que no existe inducción cuando se trate de un simple consejo que refuerza la
resolución criminal que ya de antemano había tomado el ejecutor del delito, asimismo
se requiere para la existencia de la inducción que el inductor haya actuado con la
doble intención de provocar la decisión criminal y de que el crimen efectivamente se
ejecute y el inducido realice efectivamente el tipo delictivo al que ha sido incitado.

La doctrina ha exigido como requisitos para la concurrencia de la inducción que


ésta sea:

Anterior, puesto que ha de ser causal para la resolución del hecho.

Se exige que el inducido de comienzo a la ejecución del delito, consumándolo o


al menos entrando en la fase de la tentativa. (Sentencia del Tribunal Supremo
126/2000, de 22 de marzo).

Directa, es decir, ejercida sobre persona determinada y encaminada a la


comisión de un hecho delictivo.

Eficaz, es decir que tenga suficiente entidad para mover la voluntad del
inducido a cometer el delito.
Dolosa, siendo suficiente el dolo eventual,
Especial interés tiene el exceso del inducido, así por ejemplo quien induce a
alguien a matar a persona concreta, responde la muerte de esa persona, pero no de la
de otras. Por el contrario, el inductor seguirá respondiendo si el inducido mata por
error a otra persona, pues el error in persona es irrelevante en los delitos contra la
vida humana independiente.

El cooperador ejecutivo necesario

Será aquel sujeto que participa de manera consciente y dolosa en el delito


mediante la cooperación prestada en la ejecución del mismo, a través de una actividad
necesaria, indispensable para su perpetración, de tal forma que sin ella la infracción
criminal no se hubiera podido llevar acabo. El cooperador necesario no interviene
material y directamente, ni induce eficaz y concretamente en la ejecución del hecho,
en esto se diferencia del autor directo y del inductor.

La Jurisprudencia considera decisivo para determinar la existencia de


cooperación necesaria su eficacia, su necesidad y su trascendencia en el resultado
final de la acción y ha optado por admitir la cooperación necesaria por omisión, en
aquellos supuestos donde el sujeto, teniendo el deber de actuar para impedir un delito,
omite esa actuación de común acuerdo con los otros participes. Ej. El contable de una
entidad bancaria que descubre la defraudaciones realizadas por otro empleado y se
ponen de acuerdo para seguir haciendo lo mismo y repartirse las ganancias a cambio
del silencio del contable.

¿Qué es la complicidad?

Son aquellos que, sin ser autores, cooperan en la ejecución del hecho con actos
anteriores o simultáneos. La participación criminal del cómplice en la ejecución del
delito no debe confundirse con otras figuras participes en el hecho delictivo. Los
casos más habituales de confusión se encuentran en la figura del cooperador
necesario, el inductor o incluso con el encubridor, aun no formando este parte de las
formas de participación criminal, por su configuración en el Código Penal como
delito autónomo.

El cómplice realiza actos que no habrían sido absolutamente determinantes en


la ejecución del hecho, aunque si útiles, y el cooperador necesario realiza actos sin los
cuales no se hubiera podido cometer el delito, de tal manera que su participación o
contribución es necesaria e imprescindible para la ejecución del delito y no así en el
caso del cómplice cuya contribución no es esencial para la consecución de la
infracción penal.

Así, para determinar cuando la contribución prestada es necesaria o


imprescindible para la ejecución del hecho delictivo o no lo es, deberá estarse al caso
concreto, a tenor de la jurisprudencia constante, toda vez que la misma ha empleado
criterios de diversa índole para valorar en casos similares los actos del participe como
cooperador o como cómplice. En defecto de lo anterior, si no pudiera vislumbrarse la
necesariedad o no de los actos, deberá estarse a la menor o mayor entidad criminal de
la contribución para determinar la existencia de complicidad o cooperación necesaria
en la participación criminal.

La distinción entre el cómplice y el inductor se encuentra más claramente


definida toda vez que la complicidad exige una posición de subordinación respecto al
autor del delito y no así en el caso del inductor que se sitúa en un plano ascendente o
predominante respecto al inducido. No obstante, y para el hipotético caso de que el
anterior criterio no permita la diferenciación de ambas figuras, la inducción se
caracteriza por implicar una actividad psíquica en su mayor parte, sin que requiera
actos materiales de acompañamiento que no sean los necesarios para dar la orden. La
complicidad en cambio requiere actos físicos de observación, de espera, de vigilancia,
de conducción entre otros.

Respecto al encubridor la distinción es doble, toda vez que el encubridor ni es


autor ni cómplice del delito, limitándose al auxilio del delito con actos siempre
posteriores; el cómplice coopera en el acto criminal con actos anteriores o
simultáneos, radicando así en el momento de su intervención criminal, su principal
rasgo diferenciador.

8. La punibilidad

Por regla general, puede afirmarse que estamos ante un delito cuando se
constata la existencia de un comportamiento típico, antijurídico y culpable. No
obstante, en algunos casos excepcionales, y por razones de oportunidad o de política
criminal, aún es preciso comprobar la concurrencia o ausencia de algún factor
adicional para afirmar que dicho comportamiento es punible.

Tales factores pueden ser condiciones objetivas de punibilidad o procedibilidad,


causas personales de exclusión de la pena o excusas absolutorias; en tales casos,
aunque existe merecimiento de pena (juicio de antijuricidad y de culpabilidad), el
legislador ha considerado que no hay necesidad de pena.

Condiciones objetivas de punibilidad

Constituyen condiciones objetivas de punibilidad algunos hechos externos,


desvinculados de la acción típica, pero que por voluntad del legislador resultan
necesarios para que pueda aplicarse la pena, o bien una agravación de ésta. Así por
ejemplo, en el delito de falso testimonio contra reo, la pena a imponer al culpable
resulta agravada "si a consecuencia del testimonio hubiera recaído sentencia
condenatoria" (artículo 458.2 del Código Penal).

Condiciones objetivas de procedibilidad

Mientras que en ausencia de las condiciones objetivas de punibilidad no se


pune, en ausencia de las de procedibilidad no se procede contra el culpable, el hecho
sigue siendo un ilícito penal y de actualizarse el presupuesto procesal podrá
perseguirse aun produciéndose con posterioridad al delito. Constituye una condición
objetiva de procedibilidad, por ejemplo, la exigencia de denuncia de la persona
agraviada en los delitos semipúblicos.
CONCLUSIÓN

El delito en su aspecto objetivo configura un hecho, producto de la actuación del


humano como tal, voluntario, por lo tanto, humano en sentido propio. La expresión hecho en
un sentido restringido, sería el conjunto de elementos materiales y objetivos del
comportamiento humano, a todo lo que hace el sujeto en el mundo externo, prescindiendo de
la valoración de lo antijurídico y de lo culpable, y no en el sentido del conjunto de todos los
elementos que deben darse para que se aplique la pena. La expresión hecho porque ella se
ajusta a nuestro ordenamiento jurídico penal.

Cuando hablamos del hecho nos referimos por supuesto no a cualquier suceso o
comportamiento humano en su aspecto objetivo, sino especialmente al hecho típico, el
comportamiento humano corresponde a un tipo descrito en la norma penal entendiendo por
tipo precisamente la descripción legal de las características eternas y objetivas del hecho.

El delito, en sentido dogmático, es definido como una conducta, acción u omisión


típica (descrita por la ley), antijurídica (contraria a Derecho) y culpable a la que corresponde
una sanción denominada pena con condiciones objetivas de punibilidad. Supone una
conducta infraccionar del Derecho penal, es decir, una acción u omisión tipificada y penada
por la ley. En sentido legal, los códigos penales y la doctrina definen al "delito" como toda
aquella conducta (acción u omisión) contraria al ordenamiento jurídico del país donde se
produce.
BIBLIOGRAFÍA

ASAMBLEA NACIONAL. Constitución República Bolivariana De Venezuela,


Gaceta oficial Extraordinaria Nº 5.453, Caracas, Venezuela. (2000)

Bramont Arias, Luis A. y Bramont-Arias Torres Luis A. Esquema de la Parte


General. Tratado de Derecho Penal, Parte General. Roxin, Claus. Autoría y Dominio
del Hecho.

Jeschexk, Hans H. Tratado de Derecho Penal, parte general. Bustos Ramírez. Manual
de Derecho Penal, parte general.

…… “Temas de actualidad del Derecho Penal” llevado a cabo el día 10 de octubre de


2006 en el Salón Principal de la Universidad Privada San Juan Bautista – Sede
Chosica (Lima - Perú).

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