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Un marco de gestión del desempeño bien diseñado vincula los objetivos estratégicos de
la organización con sus indicadores clave de desempeño en todos los niveles de la
organización. Esto requiere un diseño deliberado y ajustes frecuentes a medida que
evoluciona la estrategia y cambia el negocio. Sin embargo, las métricas de rendimiento
adecuadas no generan ningún impacto por sí solas. El impacto solo ocurre cuando
alguien actúa sobre la información transmitida por los indicadores de desempeño, es
decir, alguien necesita hacer algo diferente mañana de lo que hizo hoy.
El siguiente proceso de tres pasos propone una manera simple de delinear los
elementos críticos de una estructura de gobierno del desempeño.
Robert Simon diferenció en un articulo publicado en 1995 (“Levers of Control: how managers
use innovative control systems to drive strategic renewal’, Harvard Business School Press, Boston, MA,
página 157) cuatro tipos de sistemas de planeamiento y control que los gerentes usan para
comunicar y controlar eficazmente la ejecución de la estrategia:
Los objetivos de desempeño denotan un nivel deseado de logro contra el que pueden
medirse los resultados reales. Las medidas de desempeño y los sistemas de control
pueden usarse para supervisar riesgos de funcionamiento, riesgos de deterioro de
activos, y riesgos competitivos. El riesgo estratégico es un evento inesperado o conjunto
de condiciones que reducen significativamente la habilidad de los gerentes de llevar a
cabo la estrategia comercial declarada. El riesgo operativo resulta de las consecuencias
de problemas en las operaciones, fabricación, o capacidad de procesamiento. El riesgo
de deterioro de activos ocurre cuando el recurso pierde su capacidad de generar los
flujos del dinero en efectivo. El deterioro financiero es el resultado de un declive en el
valor de mercado de los activos incluidos en el balance mantenido para la reventa o
como garantía colateral. El riesgo competitivo surge de los cambios en el ambiente
competitivo que podría dañar la habilidad del negocio de crear valor con éxito y
diferenciar sus productos o servicios.
Los controles interactivos son las herramientas que los gerentes usan para influir en
la experimentación y búsqueda de oportunidades que producen estrategias emergentes.
Estos sistemas conciben la estrategia como modelos de acción.
Los sistemas de creencia inspiran tanto las estrategias declaradas como emergentes.
La visión de dirección expresada en la misión y credos motiva a los participantes de la
organización para buscar y crear oportunidades de lograr la misión global de la empresa.
Estos sistemas conciben la estrategia como una perspectiva.
Los sistemas de límite aseguran que las estrategias ejecutadas están dentro del
dominio aceptable de actividad. Los sistemas de límites controlan la estrategia como una
posición, asegurando que las actividades del negocio ocurren dentro de mercados
definidos y a niveles aceptables de riesgo.
Para corregir sus defectos, algunos se han centrado en mejorar las mediciones
financieras, mientras otros las han desechado completamente, pensando que lo
importante es mejorar las operaciones (esas mejoras se verán reflejadas posteriormente
en los resultados financieros).
Pero la realidad indica que los ejecutivos no dependen exclusivamente de las mediciones
financieras u operativas, ya que ninguna por si sola puede proveer una visión completa
de toda la empresa. Lo que necesitan es una presentación balanceada, que muestre las
mediciones financieras y operativas a la vez.
Los autores Kaplan y Norton (“The Balanced Scorecard; Translating Strategy into Action” Boston.
Harvard Business School Press, 1996 (Traducción disponible: Cuadro de Mando Integral, Madrid, Ediciones
Gestión 2000) desarrollaron un sistema de medición y de gestión donde enfocan el proceso
de los negocios sobre la base de un Cuadro de Mando (Balanced Scorecard) que no es
otra cosa que un sistema de medición y gestión para clarificar, comunicar e implementar
estrategias empresariales. En el medio ambiente actual de manejo de información las
organizaciones de producción y servicios
- Perspectiva financiera ¿Cómo nos ven los accionistas?: estas mediciones indican
si la formulación y ejecución de la estrategia están contribuyendo a mejorar las
ganancias. Incluyen las tradicionales medidas de rentabilidad, crecimiento y valor,
como así también la velocidad del crecimiento de las ventas y la generación de cash-
flow o liquidez. Aunque muchos critican su validez, son fundamentales: sin
rentabilidad, no hay empresa. Normalmente, las mejoras en las otras tres
perspectivas deberían redundar en mejoras financieras, pero no necesariamente
siempre sea así; de allí la importancia de estas mediciones, que pudieran reflejar un
problema en la estrategia o su implantación.
- Perspectiva interna ¿En qué debemos sobresalir?: los gerentes deben enfocarse en
aquellas operaciones internas críticas que le permitan satisfacer las necesidades de
sus clientes. Estos procesos permiten a la unidad de negocio:
. Entregar las propuestas de valor que atraerán y retendrán a los clientes de los
segmentos de mercados seleccionados, y
Las mediciones que se tomarán en cuenta deben ser aquellas de gran impacto sobre
la satisfacción de los clientes, tales como calidad, habilidades de los empleados,
tecnologías necesarias para mantener el liderazgo, etc. Para obtener estas
mediciones, se deben medir las acciones y decisiones al nivel más bajo (donde ocurre
la mayor parte de la acción), por lo que los sistemas de información juegan un rol de
gran importancia.
Para la medición de la perspectiva vinculada con los procesos internos los ejecutivos de
la empresa identifican los procesos críticos en lo que la organización debe ser excelente:
El proceso de innovación. La creación íntegra de nuevos productos y servicios para
satisfacer las necesidades emergentes de clientes actuales o futuros.
El proceso de operaciones. La entrega de los productos y servicios existentes a los
clientes existentes en forma eficiente, confiable y responsable.
El proceso del servicio de post venta. Satisfacer al cliente después de la venta con
una rápida atención en función del interés de éste, también incluye servicio y apoyo
técnico.
La vinculación de los indicadores del CMI para formar una sola estrategia
La experiencia dice que un CMI es algo más que una colección de indicadores críticos o
factores clave del éxito. Las múltiples medidas que se encuentran en un CMI deben
formar una serie de objetivos y medidas vinculadas, que son a la vez consistentes y
mutuamente reforzante.
Por ejemplo, los rendimientos sobre el capital empleado (ROE) puede ser una medida
del CMI en la perspectiva financiera. El inductor de esa medida podría ser las ventas
repetidas y ampliadas a los clientes existentes, el resultado de un alto grado de fidelidad
de esos clientes. Pero ¿cómo se conseguirá esa fidelidad requerida? Un análisis de las
preferencias de los clientes puede poner de relieve que la entrega puntual de pedidos
(EPP) es altamente valorada por ellos. Así pues, tanto la fidelidad del cliente, como la
EPP se incorporan a la perspectiva del cliente del CMI.
¿Y de que forma pueden las organizaciones mejorar la calidad y reducir los ciclos
temporales de sus procesos internos? Entrenando y mejorando las habilidades de sus
empleados de operaciones, un objetivo que podría ser una medida para la perspectiva
de crecimiento y formación.
Ahora ya podemos ver como toda una cadena de causa y efecto puede establecerse
como un vector vertical a través de las cuatro perspectivas del CMI
-Al combinar las distintas perspectivas, ayuda al gerente a entender muchas interrelaciones,
lo que le permite a trascender las barreras
funcionales tradicionales, mejorando la toma de decisiones y la resolución de problemas.
Así como es importante la correcta definición de las propuestas de valor de los indicadores del
CMI, no menos relevante es el diseño de la estrategia de implantación en la empresa. Al tratarse
de un sistema de mediciones integrado, alineado con la estrategia de la compañía, es de
esperar ciertas reacciones adversas tales como rechazo, negación, descreimiento,
desconocimiento, falta de interés, etc. Recordemos que estamos tratando de introducir en la
cultura de la empresa, un sistema que también se va a utilizar como herramienta de medición
de la performance de los distintos miembros de las unidades de negocio, empresas, etc.
A continuación se enumeran una serie de pasos sugeridos por los autores, para afrontar con
éxito la implantación de un sistema de CMI:
3- Identificación/lanzamiento
a. Eliminar las inversiones no estratégicas: identificar los programas que no
contribuyen a la estrategia.
b. Lanzar programas de cambio corporativo: se identifica la necesidad de de
programas de cambios en negocios cruzados.
6- Comunicación:
a. A toda la empresa
b. Se establecen los objetivos de actuación individual