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JACQUES LECOQ

VIDA PERSONAL

Lecoq llegó al teatro gracias al deporte. A los 17 años en un club de gimnasia descubrió
la geometría del movimiento. Creía que el movimiento del cuerpo en el espacio es de
orden puramente abstracto.
Conoció a Jean-Marie Conty, quien era responsable de la educación física de Francia. Se
interesaba por las relaciones de entre el deporte y el teatro. Jean- Marie estuvo en el origen
de “La educación por el juego gramático”, una escuela basada en métodos no
convencionales, en donde Lecoq posteriormente enseñaría expresión corporal.
Sus primeras clases de teatro fueron en la asociación Trabajo y Cultura junto a Claude
Martin haciendo “Improvisaciones mimadas”. Y con Jean Séry con quien bailaba
improvisando el Himno al sol o la Danza del fuego. Con Gabriel Cousin quien también
era deportista, utilizaban como primer lenguaje los gestos del deporte. Para Lecoq el
deporte, movimiento y teatro estaban asociados.
Lecoq y varios amigos entre ellos Luigi Ciccione, Gabriel Cousin y Jean Séry formaron
Les Compagnons de la Saint-Jean. Realizaron espectáculos multitudinarios, como la
primera peregrinación de los scouts de Francia, a Puy-en-Velay, o el regreso de los
prisioneros en donde cantaban, bailaban y mimaban canciones de Charles Trenet.
Jean Dasté invitó a Lecoq a incorporarse a la compañía Comédiens de Grenoble. Ahí fue
su debut en la actividad teatral profesional. Se hizo cargo del entrenamiento de la
compañía. Entrenando a personajes de teatro y la prolongación natural del estudio de los
gestos deportivos.
Jean Dasté lo hizo descubrir la actuación con máscara y el Nô japonés.
En el Éxodo, una figuración mimada y con mascaras creada por Marie-Hélène y Jean
Dasté, todos los actores iban cubiertos con una máscara llamada “noble”, la que hoy
llamamos máscara “neutra”.
Lecoq comenzó a actuar en Grenoble retomando el proceso de Jacques Copeau, donde
descubrió el espíritu de los Copiaux, que es la voluntad de dirigirse a un público popular
con un teatro simple y directo.
En 1947, comenzó a enseñar en la EPJD, después de marchó a Coblenza en Alemania
donde fue animador dramático en el marco de los Encuentros Franco-Alemanes de la
Juventud. Durante meses dio sus primeras conferencias-exhibiciones en las escuelas
primarias de Renania, utilizando la máscara “noble” para hacer descubrir a profesores y
alumnos el movimiento y la expresión dramática, él proponía un movimiento-test de
relajación que consistía en levantar un brazo y luego dejarlo caer…

LA AVENTURA ITALIANA
En 1948, Lecoq viajó a Italia quedándose 8 años, empezó a trabajar en el teatro de la
Universidad de Padua, con la posibilidad de unir enseñanza y creación. Allí descubrió la
comedia del arte. En el taller del escultor Amleto Sartori, Lecoq comenzó a moldear las
primeras máscaras de cartón, utilizando la técnica de Dasté hasta que el propio Sartori le
propuso hacerlas él mismo. Siendo el primero en recuperar la fabricación de las máscaras
de cuero de la comedia del arte, una técnica que casi había desaparecido.
Carlo Ludovici, el Arlequín, le enseñó las actitudes del personaje, que él mismo había
aprendido de un viejo arlequín. A partir de esos movimientos puso a punto una gimnasia
del Arlequín que a su vez, Lecoq pudo transmitir.
Lecoq se unió al Piccolo Teatro de Millán, para crear la Escuela del Piccolo junto a
Giorgio Strehler y Paolo Grassi. Buscaban que fuera la escuela de los teatros, no sólo de
un teatro ya que creían que era ambigua y el director de escena quiere formar a los
alumnos a su imagen. El Piccolo no tenía pequeños papeles que ofrecer a los alumnos, ya
que actores muy buenos los interpretaban desde hacía una decena de años. El escultor
Sartori comenzó a crear máscaras de cuero para el Piccolo Teatro.
Lecoq dirigió los movimientos del coro de Electra de Sófocles en el Piccolo, descubriendo
“La tragedia griega y el coro”. Prosiguió dirigiendo coros (ion, Hécuba, Los siete contra
Tebas, Heracles). En aquella época los coros eran interpretados por bailarines y bailarinas
en un estilo expresionista. Lecoq tuvo que inventar nuevos gestos para renovar los
movimientos del coro antiguo, cuya forma se había estereotipado.
En 1956, Lecoq volvió a Paris, con sus dos descubrimientos en Italia (la comedia Italiana
y la tragedia griega y su coro) Sartori le rgaló todas lasmáscaras de cuero lo que le
permitió darlas a conocer en Francia y luego en el mundo. Decidió abrir una escuela nueva
siendo su primera experiencia la introducción de la actuación con máscaras en “La familia
Arlequín”.
Tiempo después entró a programas juveniles de la televisión francesa. Fue también el
autor de una serie de 26 películas cómicas mudas titulada “Menuda pandilla”.
La Escuela crecía rápidamente y decidió consagrarse totalmente en la pedagogía, ya que
siempre le había gustado enseñar. Lecoq decía: ¡Es enseñando como he descubierto como
el cuerpo sabe cosas que la cabeza no sabe todavía!.

UNA ESCUELA EN MOVIMIENTO


La Escuela comenzó con la enseñanza de la máscara neutra y la expresión corporal, la
comedia del arte, el coro y la tragedia griega, la pantomima blanca, la figuración mimada,
las máscaras expresivas, la música y cómo base técnica, la acrobacia dramática y el mimo
de acción. Posteriormente añadió el trabajo sobre la improvisación hablada y la escritura.
En 1962, aparecieron por primera vez los clowns. Esta exploración provocó la apertura
de un vasto territorio dramático.
A instancia de Jacques Bosson, arquitecto y profesor, Lecoq se convirtió en profesor de
la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de Paris. Así comenzó su investigación
sobre espacios construidos y sobre la adaptación de la pedagogía del movimiento a la
formación de los arquitectos. Esta experiencia aportó mucho en su pedagogía del teatro,
especialmente en lo que concierne al espacio de la actuación.

ENCONTRAR SU SITIO
De 1972 a 1976 comenzó con nuevos territorios dramáticos que dieron lugar a nuevas
creaciones como el melodrama y los bufones, las historietas mimadas y los narradores-
mimos. La pantomima de las imágenes reemplazaba a la de las palabras. El melodrama
revelaba los grandes sentimientos ocultos. Los bufonos se adueñaban de todas las
parodias. Los narradores descubrían nuevos lenguajes de los gestos.
En 1976, En La Escuela se humanizó el coro trágico, al igual que el melodrama iba a
humanizar al héroe situándolo en situaciones cotidianas. La comedia del arte libera a la
comedia humana. Los clowns perdieron su nariz roja en los espectáculos, pero la
conservaron la pedagogía. Lo cómico se extendió a lo burlesco y al absurdo con el
renacimiento del cabaret. Con los bufones surgieron otros territorios como el misterio, lo
fantástico y lo grotesco. Despues vinieron las fusiones: el melodrama y el coro (el
melocoro), los clowns los grotescos, las historietas mimadas y el drama, los bufones y el
misterio, el melomimo…

ESQUEMAS PEDAGOGICOS DE LA ESCUELA:

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