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TEMA 21. HISTORIA DE LA DANZA CLÁSICA. ORÍGENES Y EVOLUCIÓN HISTÓRICA.

La danza es tan antigua como el hombre y éste siente la necesidad de expresar


sus sentimientos a través de ella.
La danza nació cuando los seres humanos vivían en las cavernas. Hombres y
mujeres cantaban y danzaban por placer, por temor, para pedir lluvias o
fertilidad, o bien en honor a sus dioses. Esa danza poco tiene que ver con la
que hoy conocemos, con nombre para los pasos y reglas para utilizarlos, que
trata de entretener y comunicarse con el espectador.

1 EL NACIMIENTO DEL BALLET

Los más antiguos precedentes del ballet fueron las diversas representaciones
que tenían lugar en las cortes italianas del Renacimiento.

En la época del Renacimiento la vida pasa a ser un espectáculo, en el cual las


fiestas toman gran importancia. Destacadas familias de nuevos ricos (los
Médicis de Florencia y los Sforza de Milán) daban festines con desfiles. Para las
cortes europeas era un descrédito no bailar bien.

Una aportación decisiva incorpora Italia al baile cortesano, al constituirse la


figura del “maestro de baile”, persona que iba al campo y traía las danzas a
la corte.
Es en Italia donde surge una nueva forma de espectáculo en los que Música,
Danza y Texto se unen para contar una historia. Se les llamó los Balletos. Estos
espectáculos, característicos de finales de la Edad Media y principios del
Renacimiento que se dan en Italia y más tarde en Francia, evolucionarán
desembocando en lo que se llamará el Ballet de Cour, llamado así por
originarse en las Cortes Reales (finales del S. XVI). Se producirá un intercambio
cultural entre los elementos franceses e italianos.

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El 15 de octubre de 1581 tuvo lugar la más famosa de las festividades, “Le
Ballet Comique de la Reine”, que celebraba una boda real. La coreografía
fue encargada a Baltasar de Beaujoyeux (violinista y bailarín italiano,
considerado el primer coreógrafo de la historia de la danza). A este ballet se lo
menciona como el más antiguo ballet propiamente dicho.

Esta forma de espectáculo se extendió rápidamente por toda Europa; eran los
espectáculos característicos de un movimiento cultural llamado Barroco
(finales del siglo XVI / 1os decenios del siglo XVIII).

Son los franceses los que introducen a la Ópera y a los 3 géneros teatrales
pasajes danzados:

- la Comedia-Ballet
- la Tragedia-Ballet
- la Tragicomedia-Ballet
- y la Opera-Ballet (sucesora del Ballet de Cour).

El reinado de Luis XIV se caracteriza por el impulso y gran florecimiento de la


cultura francesa. “El Rey Sol”, apelativo derivado de un papel que ejecutó en
el “Ballet de la Nuit” (1653), consiguió bajo su reinado que el ballet hiciera
grandes progresos y que alcanzara su apogeo creativo.

En 1661, Luis XIV fundó en París la 1ª institución dedicada a forma “bailarines


profesionales” “la Academia Real de Danza”, lo que permitió la
regularización de la danza y su impulso como arte.
En 1669 instituyó, también en París, “la Academia Real de Música”, con el
propósito de impulsar la creación de óperas a las que se les añadirían entradas
de ballet. En la actualidad es la “Opera de París”.

Para llevar a cabo estos proyectos, contó con colaboradores de excepción:

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Jean Baptiste LULLY (1632-1687): bailarín, músico, coreógrafo y compositor
italiano. Destacó por su contribución musical, siendo un compositor innovador,
melódico y dramático. Escribió un número considerable de Operas-Ballet y
puede considerársele como el fundador de la ópera francesa.

Pierre BEAUCHAMPS (1631-1705): destacó como bailarín y maestro. Su gran


mérito fue establecer los principios básicos de lo que hoy llamamos Danza
Académica. Codificó y estableció las posiciones básicas de la danza y estilizó los
pasos que tendrán los mismos nombres por los que los conocemos hoy.
También desarrolló el “trabajo en-dehors”.

Podemos afirmar que fue en 1661 cuando apareció la Danza Clásica Académica,
ya que los principios de Beauchamps y Lully serán las bases de la danza de
academia, que seguirán perfeccionándose hasta nuestros días.

EL SIGLO XVIII. EL SIGLO DE LAS LUCES. EL BALLET DE ACCIÓN.

Llegamos al siglo XVIII y en sus puertas nos encontramos con:

1 Un ballet mucho más sólido y definido. Ya se ha establecido la danza


académica, con técnica y gramática.
2 Baile profesional e independiente.
3 Se plantea como lo que es actualmente: conjunción de Música, Danza y
Escenografía al servicio de una asociación de ideas, de un argumento o
historia.
4 Nos encontramos ante la presencia no sólo del hombre, sino también
de la mujer.

En esta época los coreógrafos separaron el ballet del canto y las declamaciones
para dar un significado propio a los movimientos de danza.

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Esta “narración bailada” pasará a llamarse Ballet d´Action, que a diferencia
del Ballet d´entrées, buscaba una narración coherente tratando de expresar
todo el contenido a través del movimiento, obviando palabras y canciones.

Se crea otra figura, el compositor de música para ballet, destacando entre


otros Lully, Marais, Berin, Gervais, Lacoste, Colin de Blamont, Campra, Rameau.

Los 3 grandes precursores del Ballet d´action son:

o Franz HILVERDING
o Gaspero ANGIOLINI
o Jean-George NOVERRE (1727-1810): nació en París el 29 de
abril de 1727. Por ello la UNESCO en 1982 instauró ese día como
“El Día Internacional de la Danza”.
En 1759 escribe “Las Cartas sobre la Danza y el Ballet”, tratado
donde plasma todas sus ideas sobre el ballet.

Entre los ballets del pasado que han entrado en el repertorio de las grandes
compañías “LA FILLE MAL GARDÉE” es el más famoso y de los más
antiguos. Es un verdadero Ballet d´action con un argumento realista, lleno de
humor y vistosidad. Las músicas de la 1ª versión, fáciles, anónimas y
populares fueron organizadas por un operista, HEROLD, en 1828. Otra
contribución musical fue la de HERTEL en 1864, la cual utilizarían Marius Petipa
y Lev Ivanov en su versión de la Fille en 1885.

LA TRANSICIÓN AL ROMANTICISMO.

Las propuestas de Noverre invocan a una nueva sensibilidad que anuncia el


Romanticismo.
Los sucesores de Noverre advirtieron que bien podían ir juntas la expresividad y
la armonía plástica de los movimientos, es decir, lo Académico. Va a nacer así
el Ballet Clásico Romántico que llegará a nuestros días.

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2 EL BALLET ROMÁNTICO. ESTÉTICA, ESTILO Y PENSAMIENTO.

El Romanticismo es el primer gran movimiento cultural europeo que


corresponde plenamente al siglo XIX. Corresponde a una época de particular
importancia por su riqueza artística y por el alcance y permanencia de sus
logros.

El Romanticismo en el Ballet significó la aparición de una nueva estética que


se reflejó en el arte de las grandes figuras (bailarines, coreógrafos,
escenógrafos, músicos).
Hubo “una revolución estética”, en la que se idealizaba a la mujer y el
escenario se poblaba de hadas, sílfides, willis, hechiceros, ondinas..., y toda
suerte de seres fantásticos entre los cuales se libraban luchas y se dirimían
conflictos. Todo ello simbolizaba el eterno enfrentamiento del bien y del mal y
el poder de la fuerza eterna del amor.
En la época romántica la técnica iba a seguir perfeccionándose y se
compondrían ballets con temas más variados que en el siglo anterior. Los
ballets del siglo XIX mostrarían una marcada tendencia hacia lo fantástico y el
lado puramente sentimental. Por este motivo, los ballets románticos se
desarrollaban normalmente en 2 escenarios: un lugar real y un mundo
sobrenatural, lleno de espíritus o de magia.
El estilo adecuado a las nuevas necesidades expresivas debía crear la ilusión
de la ligereza, la inmaterialidad, el vuelo... y el desarrollo de la técnica en aquel
momento permitió plantearse estas exigencias. Proliferó el uso del trucaje y de
otros recursos mecánicos en la escena con lo que se intentaba dar veracidad y
hacer más creíbles los relatos, las historias y leyendas más imposibles.

En este clima fue una consecuencia natural que apareciera “el baile de
puntas”, sin duda el descubrimiento técnico-estilístico que caracteriza al
Romanticismo. Éstas llegarían a ser el instrumento más popular y característico
de este estilo y una de las conquistas técnicas más importantes de la Historia
de la Danza.

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Se ha discutido cual fue el momento exacto en que se usaron por primera
vez. Existen referencias de que la gran Marie CAMARGO ya experimentó un
calzado similar. Sin embargo, la referencia más exacta es la de la italiana
Amalia BRUGNOLI. El 31 de diciembre de 1823 danza en Viena “El Hada y el
Caballero” subida sobre las puntas. En esta actuación era espectadora María
TAGLIONI que asombradísima por la ejecución de la Brugnoli unos años más
tarde fue ella quien consagró el trabajo de puntas introduciéndolo en todos sus
roles.
Hay otro elemento innovador es la aparición del tutú romántico, creado por
Eugene LAMI para el ballet “La Sílphide”. Desde ese momento será el atuendo
femenino característico del ballet romántico que dio lugar a identificar una
categoría de ballets “los Ballets Blancos”. Estos tutús o faldas ligeras y
amplias a la altura de las rodillas, se acompañarán con cuerpos ajustados,
discretamente escotados, con mangas cortas muy finas y fruncidas.

Los grandes maestros del momento:


o Vicenzo GALEOTTI (1733-1816)
o Auguste Vestris (1760 – 1842)
o Jean-François COULON (1764-1836)
o Salvatore VIGANO (1769-1821)
o Carlo BLASIS (1797-1878)
o Jean CORALLI (1779-1854)
o Joseph MAZILIER (1797-1868)
o Augusto BOURNONVILLE (1805-1879)
o Jules PERROT (1810-1892)

ROMANTICISMO COREOGRÁFICO.

Habitualmente suele hacerse comenzar la Era Romántica del Ballet con la


clamorosa presentación de “La Sílphide” en 1832. Otras coreografías del

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Romanticismo de gran importancia fueron: “GISELLE” (1841), “ESMERALDA”
(1844), “PAS DE QUATRE” (1845).
3 EL TARDORROMANTICISMO. LA TRANSICIÓN Y EL BALLET ACADÉMICO.
ARTHUR SAINT-LEON, MARIUS PETIPA, LEV IVANOV.

En la 2ª mitad del Siglo XIX se produjo un hecho totalmente nuevo en la


historia del ballet. En toda Europa en general el ballet empezó a perder interés
artístico; el centro motor de la danza se desplazó hacia el Este; París perdió su
supremacía y la herencia de la escuela franco-italiana fue asumida por Rusia.
San Petersburgo, capital del imperio de los zares se convirtió también en capital
del ballet. Entramos en el periodo conocido como Tardorromanticismo.

Cuando el Romanticismo parecía haber desaparecido, la conciliación de la


música con la danza llegó a París de la mano de un compositor Leo DELIBES y
de Arthur Saint-Leon con la creación de “Coppelia” o “La Muchacha de los
ojos de esmalte” (1870).

En la última parte del S. XIX el movimiento romántico dio paso a lo que se


conoce como el periodo de los Ballet Clásicos o Académicos.

EL CÓDIGO DE LA DANZA CLÁSICA.

Dentro de la parábola que va de Carlo Blasis a Marius Petipa, pasando por


Arthur Saint-Leon (1821-1870), se termina de codificar el lenguaje de la danza
clásica con la técnica y la didáctica correspondientes.

Con todo, en el ballet clásico llega a su grado máximo la profesionalización


del bailarín y a un grado mínimo su grado de improvisación.

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EL BALLET IMPERIAL RUSO.

Ya a mediados del S. XIX, las compañías de ballet prosperaban tanto en Moscú


como en San Petersburgo. En Moscú las representaciones se hacían en el
Teatro Bolshoi y en San Petersburgo en el Teatro Marinsky que luego fue
declarado inseguro y trasladado al actual Kirov. Ya en aquella época, las dos
compañías rivalizaban entre sí.

Sin embargo, fue en San Petersburgo donde el ballet prosperó más, bajo la
dirección de Marius PETIPA (1818-1910) bailarín, coreógrafo y maestro de
ballet francés.

En 1862 conquistó su primer triunfo como coreógrafo con “La Fille du Pharaon”.
Las producciones que siguieron le dieron autoridad definitiva y absoluta.

En 1880 se produjo la llegada a San Petersburgo de estrellas italianas tales


como: Virginia ZUCCHI, Pierina LEGNANI (nombrada “prima ballerina” del
Teatro Marinsky apareciendo en el ballet “Cenicienta” de Petipa, donde se
harían por 1ª vez en Rusia los 32 fouettés) y Cartotta BRIANZA

Con mucha habilidad y buen gusto, el viejo maestro supo amalgamar la gracia y
la elegancia de la danza francesa con la fogosidad y el brío de la italiana. De
esta combinación, favorecida por los artistas eslavos, se engendró el Estilo
Ruso del que Diaghilev sería el primer propagador en Europa Occidental.

APORTACIONES MÁS IMPORTANTES DE PETIPA:

- Tras un minucioso estudio del libreto que debe servir de trama a


sus coreografías, Petipa lleva toda su atención al trabajo con los

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solistas, adaptando cada paso a sus posibilidades; escoge la
música con sumo cuidado y respeta escrupulosamente las
partituras, solo que precisando los instrumentos que él desea.
Petipa daba a los compositores instrucciones muy claras respecto
del tipo de música, y un plan completo y detallado del ballet al cual
debe ajustarse la música. Colaboraron maravillosamente con él
Tchaikovsky y Glazunov.

- El verdadero objetivo de los Ballets de Petipa era lograr una


exhibición vistosa. Impuso tanto la danza pura como el
virtuosismo de los protagonistas. En sus ballets actuaban grupos
numerosos de bailarines y cada ballet contaba con gran variedad
de danzas típicas o “Pas de caractére”: eslavas, húngaras,
italianas o españolas. También le gustaba contar con “danzas de
reserva” para incluirlas en cualquier ballet, aunque no tuvieran
relación directa con el argumento; él se ingeniaría para insertar
“invitados a una boda” o “visitantes a un castillo”.

- Sus tradicionales ballets se desarrollaban en 3, 4 o 5 actos, pero


jamás resultaron monótonos. Había en ellos desfiles del cuerpo de
baile, pas d´action. En el final del ballet incluía un espectacular
“Pas de Deux”: 1º un Adagio para ambos, con movimientos
sostenidos y líricos. Luego venían las 2 variaciones: 1º el bailarín y
luego la bailarina; y para terminar la “coda”, en la que ambos
volvían a aparecer juntos, pero con pasos rápidos y brillantes.

- El papel de mimo, fue perdiendo importancia en beneficio de la


danza. A pesar de ello, Petipa se valió de la Pantomima, que es la
combinación de gestos que ayudan a contar la historia. Estos
gestos estaban muy codificados, y si bien algunos resultaban
obvios, otros parecían arbitrarios. No pueden realizarse en
cualquier momento, sino que deben respetarse los compases

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musicales para ellos establecidos; tanto para comenzar a realizarlas
como para terminarlas.

En esta época, la dirección del Teatro Imperial suprimió el cargo de


compositor de música para ballet. Su último titular fue Ludwing MINKUS
quien compuso entre otros ballets “Don Quijote” (Minkus, 1869) y “La
Bayadere” (Minkus, 1877).

Con ello, Petipa buscó la ayuda de Tchaikovsky y de la colaboración de ambos


artistas se originaría una serie de obras maestras:

- “La Bella Durmiente” (1890)


- “Cascanueces” (1892)
- “El Lago de los Cisnes” (1895)

Las dos últimas con participación de Lev Ivanov.

Destacamos en estas obras 4 características importantes:

1 Una extrema perfección de la coreografía clásica.


2 La intervención decisiva del compositor.
3 El nacimiento de la escuela rusa.
4 El volver a dar importancia al bailarín.

En 1898 puso en escena en San Petersburgo su último ballet importante


“Raymonda”. Esta vez contó con una magnífica partitura de Alexander
Glazunov, considerado como el sucesor de Tchaikovsky en la creación de
espléndida música para ballet.

Mucho del éxito de Petipa se debió a su excelente relación con Ivan


VSEVOLOZHSKY director del Teatro Marinsky que constantemente le dio su

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apoyo incondicional. Cuando Vsevolozhsky fue reemplazado en 1901, la
situación cambió por completo. Después del estreno del “Espejo Mágico” Petipa
fue expulsado del Teatro e incluso se le prohibió que volviera a entrar nunca
más.

4 LA EVOLUCIÓN DEL BALLET EN EL SIGLO XX. PRINCIPALES


CREADORES: BALANCHINE, CRANKO, BEJART.

Nuevas tendencias asomaban en la música y en la estética general del Teatro.


Se imponían los pintores de vanguardia como Bakst, Benois. Las grandes
figuras de la danza americana, cada una en su estilo y técnica, ofrecieron una
solución de múltiples facetas a esta decadencia. Por su parte en Europa
también surgió una alternativa, reflejada en el expresionismo alemán. Pero
sería desde la Rusia Imperial, de la mano de los Ballets Rusos y su creador
Sergei Pavlovich Diaghilev, donde se produjera la verdadera revolución en la
danza, marcando una de las épocas más sensacionales de la historia de nuestro
arte.

NACIMIENTO Y EVOLUCIÓN DE LOS BALLETS RUSOS DE DIAGUILEV

Los “Ballets Russes”, compañía de ballet rusa creada por Sergei


DIAGHILEV (1872-1929), fueron llevados por este empresario desde los
teatros de la Rusia Imperial a París en 1909, donde estableció su sede.
El caso de Diaghilev es único, ya que, sin ser bailarín, ni compositor, ni
intérprete, influyó de forma decisiva en el ballet, la música y el arte de toda su
época. Era empresario y un gran coordinador. Creó la figura del diletante,
animador cultural que reúne y estimula a los creadores, y así consiguió
congregar entorno al hecho de la danza en sí misma, a los mejores exponentes
de la música, las artes plásticas y las letras de una época.

La historia del Ballet Ruso de Diaghilev puede dividirse en 3 periodos:

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 1er Periodo: De 1909 a 1914 fue excepcionalmente brillante. En las
primeras temporadas, el repertorio estaba compuesto por los ballets de
Fokine. En 1912 alentó a Nijinsky para que hiciera su primera
coreografía, y así surgió “Preludio a la siesta de un fauno” (1912),
música de Debussy.

 2º Periodo: En esta época, además del retorno de Fokine, Diaghilev


contrató en su última visita a Rusia a un joven bailarín moscovita
Leonide MASSINE. Pero los años 20 no siempre fueron felices para el
Ballet Ruso. Los problemas económicos cada vez eran mayores. Después
del desastre financiero a Diaghilev le urgía reconquistar el favor de
público a cualquier precio.

 3er Periodo: Pronto encontró Diaghilev un nuevo talento coreográfico


para su compañía, era Bronislava NIJINSKA. Bronia dejó la compañía
por la competencia que sentía en Sergei LIFAR. La figura dominante de
este periodo final es George BALANCHINE. En 1925 ocupó el puesto
de coreógrafo que dejó Nijinska en los Ballets Rusos. Los ballets de
Balanchine para Diaghilev llegaron en mal momento pues se había
reducido el público.

Tras la muerte de Diahilev todos los que habían formado parte de los Ballets
Rusos continuaron trabajando por todo el mundo.

LA DANZA MODERNA EN EL SIGLO XX

En este siglo asistimos al nacimiento de un nuevo estilo de danza, la Danza


Moderna, como una necesidad que tenía el bailarín de expresarse con todo su
cuerpo, sin reglas establecidas, teniendo que encontrar su propia técnica.

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La danza moderna nació de la mezcla de la danza moderna norteamericana, el
expresionismo alemán y de una corriente neoclásica presentada
fundamentalmente por Bejart.

PRECURSORES
La primera figura de renombre de la danza contemporánea, que revolucionó al
mundo de la danza tanto en su ideología como en su técnica fue Isadora
DUNCAN.
Otra figura que se convirtió en uno de los principales innovadores influyentes
en la danza moderna, fue Emile Jaques- DALCROZE, gran pedagogo suizo,
pianista y músico profesional.

CORRIENTE NEOCLÁSICA
Destacar el trabajo realizado por:

o Roland PETIT, bailarín, coreógrafo, profesor y director artístico


francés, que en 1948 fundó su propia compañía, Los Ballets de
París.

EXPRESIONISMO ALEMÁN
Las figuras más destacadas de este movimiento fueron:

o Rudolf Von LABAN.


o Mary WIGMAN.

LA DANZA AMERICANA
La danza contemporánea norteamericana fue la gran respuesta estética a la
herencia europea del ballet.

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Su núcleo lo constituye la pareja de Ruth Saint-DENIS y Ted SHAWN. En
1915 formaron una famosa escuela, la Denishawn, de la que surgirían los
protagonistas de la primera generación propiamente dicha de la danza
norteamericana: Doris HUMPHREY y Charles WEIDMAN, a cuyo grupo se unirá
el mexicano José LIMON; la americana Agnés de MILLE; y la más notoria de
todas; Martha GRAHAM.
No todos los impulsores de la danza moderna americana surgieron de esta
escuela. Es el caso de Lester HORTON.
La obra de la danza moderna americana no estaba ya sólo en manos de las
figuras citadas anteriormente, sino también de un numeroso grupo de
bailarines y coreógrafos. Es el caso de:
o Merce CUNNINGHAM
o Paul TAYLOR
o Alvin AILEY
o Glen TETLEY
o Jerome ROBBINS
o William FORSYTHE
o Alwin Theodore NIKOLAIS
o Robert JOFFREY

PRINCIPALES CREADORES DEL SIGLO XX

George BALANCHINE (1904-1984)

 1ª etapa: Ballets Rusos de Diaghilev


 2ª etapa: Estados Unidos

En 1933 llega a New York, y fundó un año más tarde “ The School of American
Ballet”, de la que iba a surgir una primera compañía llamada American Ballet.

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En 1946 Balanchine se embarca en otra aventura: el Ballet Society, que en
1948 se convierte en The New York City Ballet.
Se le considera como el maestro del “Ballet Abstracto”, ballet de ambiente, esto
es, sin argumento e inspirado únicamente en la música.
El denominador común de su obra es “la musicalidad” apoyándose en la
estructura rítmica, la melodía y el desarrollo armónico de la pieza.
Considerado como uno de los grandes coreógrafos del siglo XX, Balanchine
contribuye a la americanización del ballet.

John CRANKO (1927-1973)

Nacido en América del Sur.


Fogoso entusiasta compuso ballets de carácter divertido tanto cómicos, como
dramáticos y psicológicos.

Maurice BEJART (1927-2007)

En 1947 entra a formar parte del elenco de los Ballets de París bajo la dirección
de Roland Petit. Tras comprobar que nunca llegaría a ser un bailarín
importante, decidió dedicar su vida a la coreografía.
En 1949-50 viaja a Inglaterra y crea allí la compañía “Ballet Internacional”
donde participa en el montaje de los grandes clásicos.
En el 1950-51 viaja a Estocolmo y trabaja en la compañía Cullberg. En esta
etapa crea su 1ª gran obra “El Pájaro de Fuego”.
En 1953 crea en París, junto al crítico Jean Laurent, “Los Ballets
Románticos”, rebautizados en 1954 “Ballets de l´Etoile”.
En 1957 la vieja compañía del Ballet de la Estrella toma como nombre “Ballet
Teatro de París”.
En 1959, el director del Teatro Real de la Monnaie en Bruselas, Maurice
Huysman, le invitó para que creara una coreografía con bailarines del Ballet
Teatro de París y otras compañías, así nació “La Consagración de la Primavera”

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con música de Stravinsky. Fue tan grande el impacto que causó la obra, que
Huysman le pidió que se quedara y fundara una compañía. Nace así el Ballet
del Siglo XX, que se mostró como uno de los grupos de danza más
extraordinarios e innovadores.
En 1987 la compañía cambió su nombre por el de “Bejart Ballet Lausanne”.
El artista ha sabido llevar el ballet a los grandes espacios, desde estadios de
fútbol a palacios de deporte, fuera de los teatros tradicionales.
Una de sus últimas creaciones fue “Ballet for live” (originalmente llamado Le
Presbytére, ballet inspirado por Freddie Mercury y Jorge Donn, con músicas d
Queen y Mozart. El vesturario lo encargó a Versace, utilizando como color
predominante el blanco).
BIBLIOGRAFÍA

- “Historia de la danza desde sus orígenes”. Artemis Markessinis.


Prólogo de Rosella Hightower.
- “La Danza, su técnica y lesiones más frecuentes”. Luis F. Pintos,
Enrique Lommi, Cecilia Díaz.
- “El Ballet”. Blas Matamoro.
- “El Ballet”. Enciclopedia del arte coreográfico. Obra dirigida por
Mario Pasi con la colaboración de Alfio Agostini. Editorial Aguilar
1987.
- “Diccionario Biográfico de la danza”. Carmen Paris y Javier Bayo.
- “101 Argumentos de Grandes Ballets”. George Balanchine y Francis
Mason. Alianza Música.
- “Historia del Ballet”. Ferdinando Reina. Daimon.
- Colección “Grandes Ballets” de Orbis-Fabbri “Maurice Bejart”.
- Programa del Béjart Ballet Lausanne en el Gran Teatro del Liceu.
Temporada 2000-2001.

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