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Salud Pública ‐ ICS ‐ UNAJ
TEMA 8
Sistemas Locales de Salud.
Descentralización.
Regionalización
Link y código QR para ingresar al Aula de Salud Pública)
https://campus.unaj.edu.ar/course/view.php?id=5590§ion=11#tabs‐tree‐start
¿Cómo vamos a trabajar con este tema?
Les pedimos que desarrollen durante la semana las siguientes tareas:
● Realizar una lectura y comprensión del texto
● Ver los videos
● Resolver los ejercicios propuestos
● Completar la autoevaluación para comprobar la comprensión del tema y registrar dudas para consultar
en clase presencial.
● Trabajar grupalmente con la consigna propuesta, la que tendrán que presentar en la clase, participando
activamente de la discusión con compañeres y docentes a través de aportes y preguntas sobre el tema.
Comencemos:
Para el desarrollo profesional en el ámbito de salud es indispensable conocer cómo está organizado el sistema
de salud en Argentina. En el presente texto nos abocaremos a los sistemas locales de salud, la descentralización
y la regionalización, analizando como se delimitan roles, incumbencias y responsabilidades técnico‐
administrativas a nivel local, provincial, municipal y regional, para la atención socio sanitaria de la población.
El desafío consiste en vincular el contenido teórico con los espacios y ámbitos conocidos de sus propios
municipios, ya sea por recorridos y experiencias personales o de allegados, con el objetivo de poner en práctica
los contenidos aprendidos y focalizar en las intervenciones que realizarán como futuros profesionales.
En el desarrollo del texto encontrarán ejercicios prácticos individuales y grupales que invitan al debate.
Reflexionaremos juntxs y sobre los mismos en el espacio presencial aúlico. El intercambio propiciará
aprendizajes significativos. Dado que haremos síntesis de la acción y reflexión constante que implica compartir
la lectura, los ejercicios, las dudas y las consultas.
El rol de la APS en el Sistema de Salud
La Atención Primaria de la Salud, concebida como estrategia que atraviesa a todo el Sistema de Salud, ha
sido afectada por diversos factores que condicionaron su implementación, desde los inicios de esta estrategia
a nivel internacional, en 1978, hasta la actualidad. En este período histórico se sucedieron profundos cambios
políticos y sociales, que arrojaron como saldo un mundo caracterizado por enormes diferencias entre los
niveles de vida y el desarrollo de las distintas sociedades y, por lo tanto, también en el desarrollo y
características de sus sistemas de salud.
La Declaración de Alma Ata expresa que “la atención primaria forma parte integrante tanto del sistema
nacional de salud, del que constituye la función central y el núcleo principal, como del desarrollo social y
económico global de la comunidad”. Asimismo, plantea que la APS “es a la vez un reflejo y una consecuencia
de las condiciones económicas y de las características socioculturales y políticas del país y de sus
comunidades” (OMS, 1978)
Pero además de las diferencias entre los distintos sistemas nacionales, existen profundos contrastes en el
seno mismo de cada sistema nacional, por lo que no se puede hablar de implementación de la estrategia
de la APS en abstracto, sin hacer referencia a las características regionales y locales de cada país, a los
servicios y actores sociales involucrados en este proceso.
Esta situación fue abordada por la Organización Panamericana de la Salud en el documento Desarrollo y
fortalecimiento de los sistemas locales de salud (OPS/OMS, 1989), donde se analiza la problemática local de
los sistemas de salud y su influencia en la implementación de la estrategia de la Atención Primaria de la
Salud. Allí se plantean las limitaciones técnico‐ administrativas ocasionadas por el centralismo imperante
en ese momento histórico, impidiendo “un adecuado desarrollo de los niveles locales de salud en su
responsabilidad para resolver los problemas de salud de la población”. También se destaca la
descentralización y la atención de salud a nivel local, como los ejes articuladores de la reorientación y
reorganización del sector, orientadas a fortalecer el desarrollo local.
La descentralización en salud
La OPS (1989) ha definido a la descentralización en salud como un “proceso político que implica un cambio
en el uso y distribución del poder… Como tal, requiere de una decisión política firme para transferir
recursos financieros, humanos, tecnológicos y otros”. También aclara que este proceso no debe llevar a “la
atomización del sistema de salud, por el contrario, reforzará el todo al permitir que sus partes componente
operen de manera más eficaz y con complementariedad”. Por último, destaca que la descentralización
permite identificar y responder más adecuadamente a las necesidades locales, así como promover el
involucramiento y la participación de la comunidad.
El término "descentralización" hace referencia a la transferencia de responsabilidades, competencias y
capacidades desde unidades superiores a organismos de gobierno de menor dimensión territorial, por
ejemplo, del nivel n acional al provincial o de éste al municipal. (Jordana, 2002) La descentralización y
centralización pueden considerarse como polos opuestos en una escala, y esto surge claramente al analizar
su evolución en el tiempo.
En la Argentina el proceso de descentralización comienza a implementarse después de 1955 por la
dictadura militar que gobernaba en ese momento, como un intento de desguazar el Estado centralista del
peronismo, expresado en salud en la gestión de Ramón Carillo. La descentralización en este período y en
los sucesivos se caracterizó por una drástica transferencia de responsabilidades a las provincias, sin que ésta
fuera acompañada por transferencia de recursos y por el fortalecimiento de la capacidad de gestión de estos.
Hasta la década de 1950, tal como ocurría muchos países, el sistema de salud argentino tenía un fuerte
componente de centralismo. En la década siguiente, 1960, comienzan a desarrollarse procesos de
descentralización dentro del marco de políticas de ajuste, que lejos de tener como principal objetivo el
aumento de la capacidad de gestión de los servicios locales, tuvieron como meta principal la disminución
del gasto de los gobiernos centrales, trasladando su responsabilidad a los gobiernos locales sin
transferencia de recursos ni fortalecimiento de su capacidad de gestión.
En 1974 la Ley de Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) apareció como un intento de redefinición del
rol del Estado en salud. El SNIS estaba enmarcado dentro de una concepción del Estado
preponderantemente centralista, con un fuerte rol del Estado Nacional; sin embargo, establecía instancias
de descentralización en las provincias y en los municipios, a través de la creación de las áreas programáticas,
en las cuales se implementaban además instancias de participación a través de los Consejos Provinciales y
de Áreas Programáticas) (Ierace, 2013). El SNIS llegó a implementarse en cuatro provincias (Chaco, Formosa,
San Luis y La Rioja) ,s siendo suprimido por la dictadura cívico‐militar que derogó las leyes 20.748 de Sistema
Nacional Integrado de Salud, y 20.749 de Carrera Sanitaria Nacional, mediante Ley 21.902 de 1978.
La política sanitaria implementada por la dictadura a partir de 1976 profundizó la descentralización,
debilitándose claramente el protagonismo del Estado Nacional, que fue transfiriendo sus establecimientos
hospitalarios a las provincias y municipios, sin el traspaso de los recursos necesarios. A su vez, la pérdida de
la capacidad orientadora y fiscalizadora del Estado permitió el desarrollo de un mercado de servicios de
salud, consolidándose un modelo prestador de servicios sumamente tecnologizado, con un fuerte desarrollo
del sector privado (Katz, 1988).
Este proceso se profundiza en la década de 1990, cuando comienza una “ola de descentralización” de los
servicios de salud, como parte de las reformas promovidas por instituciones y organismos internacionales
como el FMI, el Banco Mundial, los bancos regionales multilaterales, la Organización para la Cooperación y
Desarrollo Económico (OCDE), y otras instituciones supranacionales que han impulsado políticas
neoliberales (Ugalde, 2008). La participación del Estado en la producción de servicios y bienes de consumo fue
siempre considerada un sacrilegio por los neoliberales, ya que desde su perspectiva el nuevo rol del Estado
se limitaba a regular al sector privado para controlar posibles abusos.
En este sentido, en nuestro país el avance del neoliberalismo durante los años 90, llevó a concluir el
proceso de descentralización del sistema público iniciado por los gobiernos dictatoriales, introduciendo
modalidades de gestión propias del sector privado (arancelamiento, tercerización) que repercutieron
negativamente sobre la capacidad y funcionalidad del mismo que, sumado a una profunda desregulación
del Sistema de Obras Sociales, redundó en el fortalecimiento del subsector privado.
El proceso de descentralización en el sistema de salud al dejar a cada provincia librada a su disponibilidad
de recursos y a su capacidad de gestión, sumado a la disminución del rol del Estado nacional como rector y
equilibrador de las desigualdades, nos ha legado como resultado un sistema más fragmentado y con
mayores inequidades.
Sin embargo, la descentralización debiera convertirse en una oportunidad para acercar los niveles de
decisión a los ciudadanos, lo cual sucede en general en el espacio local, pero para que ello suceda debe
darse un verdadero proceso de transferencia de recursos y capacidades des de los niveles superiores a los
locales, produciendo además un proceso de transformación del rol de los niveles centrales que no deben
abandonar sus roles de rectoría, normatización y garantía de equidad.
Los Sistemas Locales de Salud. (SILOS)
Los procesos de desarrollo que prevalecieron en los países de América Latina y el Caribe durante varias
décadas, caracterizados por profundos cambios en la estructura social, política y económica, llevaron a
situaciones de crisis que se vieron agravadas durante los años 80, lo que llevó a denominar a esta década
como “la década perdida”. La inestabilidad política, debido a las intermitencias de los gobiernos
democráticos interrumpidos por golpes militares, y el deterioro de las economías nacionales con el
consecuente empobrecimiento de la población, entre otros factores; llevaron al debate sobre la necesidad
de renovar las estrategias de desarrollo, y activar nuevos modos de estimular el crecimiento económico
respondiendo al mismo tiempo a las necesidades sociales, incluyendo las demandas en el área de salud.
El objetivo de los SILOS es dotar de mayor equidad, eficacia y eficiencia a los servicios d e salud, lo que
implica un profundo cambio en todo el sistema de salud, basado en los siguientes ejes:
Participación social: Se refiere a los procesos sociales a través de los cuales los grupos, organizaciones,
instituciones y otros sectores de distintos niveles, dentro de una zona geográfica determinada,
intervienen en la identificación de los problemas de salud, desarrollando diferentes acciones orientadas
a la resolución de los mismos. Incluye la participación de la comunidad, pero no se limita a ésta, sino que
también involucra a otros actores sociales.
Intersectorialidad: el desarrollo de políticas de salud a nivel intersectorial son una estratégica básica de
la APS que encuentran en el nivel local un ámbito adecuado para su aplicación, involucrando a distintos
actores institucionales y comunitarios en el abordaje de los problemas de salud de la población. Para
lograrlo se han implementado dispositivos específicos, como las mesas locales de salud o los consejos
locales, entre otras iniciativas que se encuadran dentro de las estrategias de programación local
participativa y el trabajo en red
Descentralización: Para que los SILOS logren un completo desarrollo se requiere transferir competencias
y poderes a otros niveles de la estructura de los sistemas nacionales de salud. La transferencia de la
responsabilidad de definir, instrumentar, desarrollar y vigilar la aplicación de las políticas a los sistemas
locales de salud no puede concebirse de forma distinta a lo establecido en el sistema jurídico,
administrativo y legal del país.
Capacitación: la educación permanente del personal de salud es central para asumir las tareas y
responsabilidades que requiere el desarrollo de los SILOS. Asimismo, la dinámica de participación social
implica la capacitación de la comunidad y de otros actores sociales (como instituciones educativas,
recreativas y deportivas, organizaciones sociales, religiosas, etc) para interactuar y trabajar de manera
colaborativa en función de abordar los problemas de la población. Los valores y costumbres de la
comunidad constituyen un aspecto fundamental para el diseño e implementación de las políticas de salud;
por lo que es de suma importancia la formación de agentes de salud para integrarse a los equipos locales.
Investigación: la investigación de servicios de salud debe acompañar todo el proceso de desarrollo de los
SILOS, dada la necesidad de profundizar en el diseño de modelos innovadores de prestación de salud. Es
importante que la investigación se realice en coordinación con los efectores de salud, la comunidad y los
usuarios, facilitando que los resultados sirvan para realizar acciones que mejoren la situación de salud de
la población.
Reorganización del sector salud: la reorganización del sector implica, por un lado, el refuerzo de la
capacidad administrativa, en términos del desarrollo de la capacidad de administración y gerenciamiento
del sistema de salud, para lograr la meta de cobertura universal que permita brindar salud para todos con
equidad y eficiencia. Por otra parte, es necesaria la readecuación de los mecanismos de financiación, de
manera tal que la distribución de los recursos sea coherente con los procesos de descentralización y
fortalecimiento de los sistemas locales de salud.
Integración de programas y servicios: El desarrollo de un nuevo modelo de atención exige cambios en los
procedimientos técnicos de la prestación de servicios, el uso de las tecnologías disponibles, la integración
de conocimientos y la utilización adecuada de los recursos, promoviendo además la participación social
en salud. La programación local y la evaluación de los servicios se basa en el análisis de la situación de
salud (ASIS), de manera de identificar necesidades y condiciones de riesgo, y orientar la definición de
prioridades, la organización y utilización de los recursos. Para ejecutar acciones locales de manera integral
se debe conservar el enfoque global, evitando el agrupamiento por patologías o programas aislados. La
red de servicios en su conjunto asume la responsabilidad de brindar atención integral a toda la población;
eso significa que el hospital como parte integrante del SILOS se complementa con otros servicios de la red,
incrementando la cantidad y calidad de las prestaciones. Por otra parte, también se integran los programas
de prevención y control, con el objetivo de brindar respuestas adecuadas a los problemas de salud de la
comunidad, atendiendo las necesidades de los grupos más vulnerables, y reorganizando los recursos hacia
las prioridades locales.
Los SILOS pueden considerarse como una parte del sistema social, que incluyen el conjunto de elementos o
componentes relacionados directa o indirectamente con la salud de la población, y que favorecen la
equidad en salud.
Equidad significa que cada uno recibe lo que necesita. La
igualdad, en cambio, implica recibir el mismo trato sin
considerar las diferencias.
Igualdad es tener los mismos derechos ante la ley; el
derecho humano a la igualdad siempre va aparejado a la no
discriminación.
“Un sistema local de salud comprende la articulación de todos los recursos existentes en una zona, para
su mejor utilización, adecuación a la realidad local y, sobre todo, para el establecimiento de una relación
de mutua responsabilidad con la población adscrita”.
Los países miembros de la OPS aprobaron en la 33 reunión del Consejo Directivo del 30 d e septiembre de
1988 la Resolución XV, destinada a orientar a los países de las Américas en el desarrollo de los Sistemas
Locales de Salud SILOS, para los cuales se definieron las siguientes características:
• Un sistema de atención de salud a nivel local constituye una propuesta de división del trabajo dentro de
los sistemas nacionales de salud, con criterio geográfico poblacional en áreas urbanas o rurales;
• La propuesta geográfica poblacional está influenciada por las necesidades de la población, definidas en
términos de daños y riesgos;
• La responsabilidad del nivel local es la de atención a los individuos, familias, grupos sociales, las
comunidades y el ambiente, coordinando los recursos disponibles tanto del sector salud (público, de la
seguridad social y privado), como los extra‐sectoriales, facilitando así la participación social;
• A nivel local, se dan las posibilidades de integrar los recursos de salud, incluyendo los hospitales, centros
y puestos de salud, en una red de servicios interrelacionados con niveles de atención acordes a las
necesidades de salud de la población;
• La atención de salud a nivel local es parte fundamental del sistema nacional de salud, al cual vigoriza y
confiere nueva direccionalidad. Por lo tanto, la atención a nivel local debe verse como una unidad básica
organizativa de una entidad global plenamente articulada al sistema nacional de salud;
• La participación de la comunidad, mediante el establecimiento de una relación de responsabilidades
recíprocas, es de fundamental importancia para el desarrollo del nivel local;
• El tamaño de la infraestructura y la población a cargo del nivel local de atención de salud v aría de acuerdo a
la realidad de cada país, siendo conveniente una capacidad resolutiva de por lo menos un segundo nivel
de complejidad, combinada con una adecuada eficiencia en el uso de los recursos;
• A nivel local es donde se vuelve más concreta la posibilidad de articular el desarrollo de programas que
buscan atender las necesidades de la población con la estructura y el funcionamiento de la capacidad
instalada existente;
• Además de la capacidad tecnológica que le otorgue un adecuado poder de resolución a los problemas de
salud de su área, a nivel local se deberá contar con una adecuada capacidad técnico‐administrativa en las
áreas de planificación, administración, información, epidemiología y un conjunto mínimo de recursos
humanos adecuadamente capacitados.
Actividad Individual:
Antes de continuar con el texto, te proponemos que reflexiones sobre lo leído hasta ahora, para que puedas
definir con tus propias palabras que son los sistemas locales de salud SILOS, y pensar algunos ejemplos
relacionados con nuestra realidad local y provincial.
Luego, te invitamos a ver el siguiente fragmento de una entrevista a Pedro Castellanos realizada en el año
2011, donde repasa algunos conceptos centrales referidos a APS, sistema de salud y niveles de atención1
https://drive.google.com/file/d/1zMdUtkoDGTPc_grXw1wXP3563GUtfA52/view?usp=sharing
Red de Servicios de Salud. Niveles de Atención.
La red de servicios de salud está conformada por efectores con distinto grado de complejidad, organizados
por niveles de atención:
Primer Nivel: Los Centros de Salud (CAPS) realizan acciones tendientes a preservar y conservar la salud de la
población en términos de promoción y protección específica, como diagnóstico precoz y tratamiento
oportuno de padecimientos que se presentan con frecuencia, y cuya resolución es factible mediante una
combinación de recursos de baja complejidad, tecnología apropiada y medicamentos esenciales. Alrededor
del 80% de los problemas de salud de la población pueden resolverse en este nivel.
Los Centros de Resolución Intermedia CRI funcionan como centro de referencia de otros centros de salud
en una zona geográfica definida, brindando apoyo a la estrategia de APS a nivel local, fortaleciendo y
mejorando el acceso a los servicios de salud. Los CRI brindan atención de las especialidades más frecuentes,
servicios de diagnóstico y en algunos casos atención de Emergencias.
Segundo Nivel: El Hospital Local realiza actividades dirigidas a la restauración de la salud, atendiendo daños
menos frecuentes y de mediana complejidad. Proporciona servicios a usuarios derivados del primer nivel de
atención, y aquellos que se presentan espontáneamente con urgencias médico ‐ quirúrgicas. Un 15% de
problemas de salud que requieren mayor tecnología y especialización tienen resolución en el segundo nivel de
atención.
Tercer nivel: los Hospitales que pertenecen al nivel Regional realizan actividades de restauración y
rehabilitación de la salud a usuarios que presentan padecimientos de alta complejidad; así como el
diagnóstico y tratamiento de usuarios que han sido referidos por otros niveles de atención. Llega aquí el 5%
de los problemas de salud que exigen la mayor complejidad tecnológica y científica.
1
Se puede ver la entrevista completa en https://youtu.be/AEdc4Tgg1Qk
La gestión de la atención en la Red de Servicios implica la articulación entre los distintos niveles de
complejidad, mediante el Sistema de Referencia y Contrarreferencia. Este sistema tiene la función facilitar la
vinculación entre los diferentes niveles de complejidad sanitarios con responsabilidad en el cuidado de la salud
de las personas, con el propósito de brindar atención médica oportuna, integral y de calidad.
El Sistema de Referencia y Contrarreferencia es el conjunto de actividades administrativas y asistenciales,
que definen la referencia del usuario de un establecimiento de salud de menor a otro de mayor capacidad
resolutiva (nivel de complejidad), y la contrarreferencia de este a su establecimiento de origen, con el objeto
de asegurar la continuidad de atención y cuidado de su salud de manera integral:
Referencia (sinónimo de derivación): Es la solicitud de evaluación diagnóstica y/o tratamiento de un
paciente derivado de un establecimiento de salud de menor capacidad resolutiva a otro de mayor
capacidad, con la finalidad de asegurar la continuidad de la prestación de servicio.
Contrarreferencia: Es la respuesta del especialista, dirigida al profesional del establecimiento o Servicio
de Salud de origen del paciente, respecto de la interconsulta solicitada. Es aquel procedimiento, mediante
el cual se retorna al paciente al establecimiento de origen y/o al que pudiese asegurar la continuidad del
caso, luego de haberse atendido satisfactoriamente el requerimiento. Este procedimiento debe incluir la
respuesta del especialista respecto de la interconsulta solicitada. La Contrarreferencia incorpora dos
momentos:
1. La respuesta inicial o Retorno: Cuando el paciente recibe su primera atención (consulta nueva), donde
se informa al establecimiento de origen que el paciente fue atendido, se confirma o descarta la
hipótesis o duda diagnóstica y el plan de tratamiento.
2. El momento de alta del paciente del establecimiento de mayor complejidad, donde se informa al
establecimiento referente que el paciente está dado de alta de la patología por la cual fue derivado o
que fue estabilizado y requiere continuidad de la atención con un plan terapéutico definido.
Actividad Individual
Te invitamos a repasar lo leído hasta el momento, respondiendo las siguientes consignas:
¿Qué niveles de atención identifica en su localidad de residencia? Enuncia un ejemplo de cada nivel
Describí un ejemplo sobre el funcionamiento del sistema de referencia (R) y contra referencia (CR)
Regionalización en Salud
La regionalización es un proceso de organización de la red de servicios de salud a nivel territorial, mediante
la descentralización de áreas geográficas determinadas, así como la concentración de las acciones de salud
bajo una conducción unificada y un programa común, con el fin de mejorar la accesibilidad y la cobertura
de la población, propiciando la participación de los trabajadores de salud y la comunidad.
Regionalizar significa dividir el espacio territorial de los países o provincias extensas en áreas geográficas
menores, y a partir de allí lograr la reorganización y coordinación de todos los esfuerzos comunitarios y del
Estado para la mejor utilización de los recursos para la salud. Por medio de este proceso se decide la
división político‐administrativa a implementar y se e stablecen las nuevas fronteras internas para facilitar el
ejercicio del poder. Además, la regionalización adopta una administración pública descentralizada de los
servicios de salud, sin que existan barreras geográficas, culturales, legales económicas u o rganizacionales,
que contempla aspectos como la ubicación de los servicios de salud en el territorio, la distancia entre los
servicios de salud y los grupos poblacionales, así como a las vías y medios de comunicación (Alvarez Perez,
2008)
Para que el proceso de Regionalización resulte exitoso, deben implementarse ineludiblemente las
siguientes acciones:
definir formal y normativamente las responsabilidades de cada dependencia y nivel
adecuar la oferta con la demanda/necesidades de la población
establecer una puerta de entrada al sistema regionalizado
establecer un sistema de referencia de pacientes
definir mecanismos de circulación de la información en el sistema
definir mecanismos de participación de los trabajadores de la salud y de la comunidad.
Es a partir de mediados de la década de los 80 cuando la mayoría de los países latinoamericanos,
acompañando a los procesos globales de restauración de la democracia, definen la necesidad de apoyar
estos procesos políticos de democratización con una organización descentralizada de la gestión en salud. Sin
embargo, en América Latina y el Caribe las experiencias de regionalización en general, no llegaron a ser
realmente procesos totales de descentralización, ya que en la mayoría de los casos no existió la decisión
política ni el ámbito social que posibilitara la debida transferencia de recursos y de responsabilidad de la
administración. Por el contrario, la regionalización ha sido en la mayoría de los casos un proceso de
desconcentración de los Ministerios de Salud nacionales o provinciales.
En Argentina una de las experiencias de regionalización más antiguas es la de la provincia de Buenos Aires,
la que, con procesos de flujos y reflujos de acuerdo a las definiciones de cada período de gobierno, ha
persistido hasta la actualidad, alcanzando algunos logros en el proceso de descentralización de algunas
acciones y programas sanitarios.
La Regionalización en la Provincia de Buenos Aires. La Región Sanitaria VI
La Provincia de Buenos Aires tiene un Sistema de Salud Regionalizado desde la década de los 60. La primera
Ley Provincial de Regionalización Sanitaria fue la N° 6.647, sancionada en 1961, durante el gobierno de
Oscar Alende, la que fue reglamentada a través del Decreto 2587, promulgado el 31/5/1962. Por otra
parte, la Ley 7016 de 1965 se sancionó durante el gobierno de Anselmo Marini en la provincia de Buenos
Aires, derogando a la ley a nterior, y con distintos decretos reglamentarios aún está en vigencia.
En la actualidad, la Provincia de Buenos Aires está dividida en 12 regiones sanitarias2, tal como se
muestra en el siguiente mapa:
2
Pueden ver el mapa completo de las regiones sanitarias de la Provincia de Buenos Aires en
https://www.ms.gba.gov.ar/sitios/media/files/2021/10/hospitales‐pciales‐y‐nac.pdf
En el Conurbano Bonaerense funcionan cuatro regiones sanitarias: RS V zona norte, RS VI zona sur, RS
VII zona oeste y RS XII La Matanza (la última región en agregarse, y la única que abarca solo un municipio);
las cuales, junto a la RXI con cabecera en La Plata, conforman las regiones sanitarias del AMBA Area
Metropolitana de Buenos Aires.
La Región Sanitaria VI es una estructura técnico‐administrativa que depende del Ministerio de Salud, y
actúa localmente en el Conurbano Sur de la Provincia de Buenos Aires. Esta región es una de las más
populosas y extensas de toda la provincia, albergando a una población de 3.747.486 habitantes según
censo de 2010, con realidades y entornos sociales muy diferentes. La RSVI está integrada por dos municipios
del primer cordón del conurbano bonaerense que limitan con Capital Federal, Avellaneda y Lanús, y siete
municipios del segundo cordón del conurbano: Almirante Brown, Berazategui, Esteban Echeverría,
Ezeiza, Florencio Varela, Lomas de Zamora y Quilmes.
Región Sanitaria VI ‐ Red de Servicios
La red de servicios de la RSVI está integrada por efectores de salud con diferente capacidad de cobertura y
nivel de complejidad, pertenecientes a diversas dependencias:
Hospitales Interzonales. Dependencia Provincial:
El hospital interzonal cuenta con un perfil de equipamiento y de Recursos Humanos que le permite cumplir
con las acciones de atención de la salud de máxima complejidad. Su área de influencia trasciende el territorio
del municipio en el que está asentado, estando disponible para la población de varios distritos.
En la Región VI existen cuatro hospitales de este nivel: Fiorito y Perón en Avellaneda, Evita en Lanús y
Gandulfo en Lomas de Zamora.
Hospitales Zonales. Dependencia Provincial:
El hospital zona posee un perfil de equipamiento y de recursos humanos que le permite cubrir las f unciones
de Pediatría ‐ Obstetricia ‐ Ginecología – Clínica Médica ‐ Clínica Quirúrgica, además de las especialidades
que de ellas derivan. Su área de influencia en general abarca preponderantemente un municipio, aunque
puede extenderse a otros.
En la Región VI existen en este nivel los siguientes hospitales: Meléndez y Oñativia e n Almirante Brown, Evita
Pueblo en Berazategui, Eurnekian en Ezeiza, Narciso López en Lanús, Isidoro Iriarte en Quilmes, Mi Pueblo en
Florencio Varela, Hospital de Wilde en Avellaneda
Hospitales Subzonales y Locales:
El hospital subzonal o local cuenta con un perfil de equipamiento básico para cubrir con eficacia las funciones
de Pediatría ‐ Obstetricia – Ginecología ‐ Clínica Médica ‐ Clínica Quirúrgica.
En la Región VI están incluidos en este nivel el Hospital Melo de Lanús y el Hospital Alende de Lomas de
Zamora.
Hospitales Especializados. Dependencia Provincial
Estos hospitales también se denominan monovalentes, es decir, que se dedican solo a una especialidad, a
diferencia de los otros hospitales que son de atención general o polivalente, incluyendo distintas
especialidades.
En la Región VI existen cuatro hospitales con estas características: Ana Goitía (Avellaneda) de atención
Materno‐Infantil, Hospital Esteves (Temperley) de Salud Mental, Oncológico (Lanús), Hospital Jorge
(Almirante Brown) de Rehabilitación.
Hospitales Municipales:
Los hospitales de dependencia municipal ubicados en la Región VI son el Oller de San Francisco Solano, hospital
de atención Materno‐Infantil (Quilmes), y el Santamarina de Esteban Echeverría, hospital general o polivalente
que cuenta con las especialidades básicas.
Unidades de Pronta Atención. (UPA). Provinciales:
Atienden emergencias. Ubicadas en Lomas de Zamora, Lanús, Avellaneda, Almirante Brown, Berazategui,
Florencio Varela y Quilmes.
Régimen Mixto. Dependencia Nacional y Provincial:
Hospital El Cruce Néstor Kirchner. Alta Complejidad en Red. Este hospital es de gestión mixta, y está dentro de
los servicios denominados SAMIC Servicios de Atención Médica Integral para la Comunidad, construidos por
el gobierno nacional.
SIES (Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias) Dependencia Provincial:
El SIES no sólo se ocupa de la derivación interhospitalaria de pacientes internados en los hospitales d
e la red,
sino que realiza toda la gestión de estudios programados para los pacientes internados, así como los traslados
de pacientes críticos en Unidades de Terapia y/o en vía aérea, y es el responsable operativo en eventos con
víctimas múltiples y/o catástrofes.
Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS). Dependencia Municipal:
Los Centros de Salud del primer nivel de atención están distribuidos en los nueve municipios. Son
aproximadamente 365 CAPS, todos de gestión municipal.
Región Sanitaria VI Funciones del nivel regional
Planificación
El ámbito establecido para este fin es el Consejo Regional, que está constituido por los Secretarios de Salud
y los Directores de Hospitales.
Coordinación e integración de Programas
Está compuesto por la coordinación de los programas Materno Infantil, PROBAS (asma infantil), PROEPI
(epilepsia), PRODIABA (diabetes), PROGEMA (cáncer génito‐mamario), Prevención de VIH‐SIDA,
Inmunizaciones, Vigilancia Epidemiológica, Patologías Crónicas.
Coordinación de la Red de Atención
Está a cargo del SIES VI, en los aspectos relacionados con las Emergencias y las derivaciones por patologías
que requieren internación. Existen además coordinaciones específicas para las redes de Atención Perinatal,
Neuroquirúrgica y de Salud Mental.
Capacitación de RRHH
Enfermería: A través del Programa Eva Perón, para la formación de enfermerxs terciarias, quienes una vez
graduadxs se incorporan a los hospitales de la Región.
Residencias: Abarcan distintas disciplinas de salud, médicas y de otras profesiones.
CEBAS: Es el ciclo especializado en Bachiller de Adultos Orientado en Salud.
Otras Funciones de la Región
Coordinación del acceso a Estudios de Alta Complejidad, Radioterapia , Medicamentos y Oxigenoterapia
crónica domiciliaría.
Trabajo Grupal
Para finalizar, les proponemos que lean el siguiente fragmento de un caso real, con el objetivo de identificar
los conceptos trabajados en el texto: SILOS, regionalización, descentralización, niveles de atención, referencia
y contra‐referencia, red de servicios, entre otros. El desafío es que reflexionen en relación al recorrido
realizado por el paciente y puedan vincular el texto con los temas vistos anteriormente.
a. Desarrollo del Caso:
Marina concurrió a las 7 de la mañana al CAPS en busca de atención para David, su pareja, que desde la
madrugada se hallaba con un cuadro de mareos y desorientación. Sabían que debían llegar de madrugada
para conseguir turno, porque solo se distribuyen 20 turnos para el médico clínico que atiendía ese mismo día.
El CAPS tiene como área programática 3 barrios, y los turnos nunca alcanzan.
A las 8.00 hs., mientras esperaban en la fila, la administrativa informó que ya se habían cubierto todos los
turnos disponibles. Como el malestar de David se agudizaba, solicitaron el pedido de una ambulancia, y que
mientras tanto lo evalúe la enfermera. En el CAPS se negaron a hacer el llamado, mencionando que no
contaban con línea telefónica ni señal para celular.
Frente a esta respuesta, Marina y David decidieron tomar el colectivo al hospital local, ya que no contaban con
movilidad propia. Allí pidieron asistencia en la guardia general. Luego de ingresar y dar sus datos, presentó
una convulsión mientras esperaba a ser llamado. Los médicos lo atendieron y diagnosticaron un cuadro
neuroquirúrgico complejo, por lo que se indicó la internación en un hospital de alta complejidad. Como David
contaba con trabajo registrado, los médicos plantearon a Marina la necesidad de derivarlo a una clínica
privada, para lo cual le indicaron que se comunique con su obra social y pida ella la derivación. Pasada una
hora y sin novedades del traslado, se derivó al paciente a un centro asistencial público gestionado desde el
hospital local.
b. Consignas
Señalen los niveles de atención por los que transitó David. ¿Qué rol tendría cada uno de ellos si el sistema
funcionara de forma adecuada?
¿Pensando en un sistema de salud regionalizado, como consideran que se gestionó el traslado de David?
¿Qué pudo ser diferente?
Identifiquen cuales son los elementos del Sistema Local de Salud (SILOS) que se presentan en este caso
Bibliografía:
Álvarez Pérez, A.G; Rodríguez Salva, A; Fariña, A et al. (2008) La regionalización de los servicios de salud
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