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Las estrategias de Atención Primaria que surgen de estos principios básicos tienen un
carácter dinámico, siendo las principales las siguientes:
- Extensión de la cobertura con servicios de salud y mejoramiento del ambiente.
- Organización y participación de la comunidad para su bienestar.
- Desarrollo de la articulación intersectorial.
- Desarrollo de la investigación y de tecnologías apropiadas.
- Disponibilidad de generación de productos y equipos críticos.
- Formación y utilización de recursos humanos.
- Financiamiento sectorial y cooperación internacional.
APS resalta dos conceptos fundamentales:
• El cuidado de la salud más que la mera atención de la enfermedad.
• La equidad en el acceso a los servicios de salud.
Distribuye la responsabilidad de ese cuidado entre todos los sectores que componen el
sistema de salud y el individuo mismo. Este último a través de su participación organizada
en la toma de decisiones y su educación para el autocuidado.
El control del embarazo debe enmarcarse dentro de estos conceptos contenidos en la
definición de Atención Primaria de la salud.
Las intervenciones que se realicen deberían ser consistentes con los lineamientos de las
estrategias de enfoque de riesgo, método de trabajo en la atención de la salud de las
personas y las comunidades basado en el concepto de riesgo. Este se define como la
probabilidad que tiene un individuo o un grupo de individuos de sufrir en el futuro un
daño a su salud (OPS 1986).
Este enfoque se basa en la observación de que no todas las personas tienen la misma
probabilidad de enfermar o morir y esta diferencia establece un gradiente de necesidades
de cuidado que va de un mínimo para los individuos de bajo riesgo de presentar un daño,
hasta un máximo necesario solo para aquellos con alta probabilidad de sufrir en el futuro
alteraciones de su salud.
El concepto de riesgo está indisolublemente vinculado a un daño específico (mortalidad
neonatal, perinatal, etc.) y en función de ese daño se analizarán cuales son los factores
que se le asocian.
Esto supone cuidados no igualitarios de la salud y requiere que los recursos para
proveerlos sean redistribuidos y usados con mayor equidad, de acuerdo a las necesidades
de los individuos o grupos y en función del principio de justicia distributiva, que exige dar
más a aquellos que tienen mayor necesidad.
El enfoque de riesgo permite:
- Establecer problemas de salud prioritarios en base a su magnitud, gravedad,
efectividad tecnológica para neutralizarlos, el costo del control y el mayor impacto
en la comunidad si se controlan preferentemente los problemas más críticos.
- Detectar los factores de riesgo, entendiendo como tales a las características o
atributos cuya presencia se asocia con un aumento de la probabilidad de padecer
el daño.
- Identificar a la población de riesgo.
- Planificar las acciones en base al análisis epidemiológico local, teniendo como ejes
los criterios de equidad, eficiencia y efectividad.
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PLAN ESTRATÉGICO
Unidad Ejecutora Provincial
La UEP se plantea como el cuerpo encargado de proveer de contenido y asistencia técnica
a los titulares de las carteras de salud de las provincias. Será el órgano consultor de cada
ministro provincial que, por sus rasgos e integrantes, conformará un equipo de trabajo
capaz de formular e implementar políticas de fondo, que revistan de la integralidad,
multidisciplinariedad y calidad necesarias. La conformación de la UEP (*), estaría integrada
por los siguientes referentes:
• Titular de Maternidad e Infancia
• Titular del Plan Nacer
• Titular de Salud Sexual y Procreación Responsable
• Titular de Adolescencia
• Titular de la Región Sanitaria
• Titular del Área Externa
• Titular del Hospital zonal
• Referente de la Obra Social Provincial
• Entre otros (**).
(*) A nivel nacional, los integrantes de la UEN (Unidad Ejecutora Nacional) serían similares, sólo que se
sumarian algunos roles que no se encuentran a nivel provincial.
(**)Y todos los actores que cada provincia crea conveniente incorporar a su unidad ejecutora
(organizaciones sociales, universidades, sociedades científicas, etc.).
Las misiones y funciones de cada UEP estarían a cargo de las respectivas carteras
provinciales, de manera que el trabajo y las acciones conjuntas puedan impactar desde un
lineamiento claro y unificado en cuanto a sus contenidos.
Las reuniones deberían ser periódicas, cuya evaluación y monitoreo serán presentados y
llevados a cabo en los encuentros CO.RE.SA y CO.FE.SA, lo cual posibilitará de correcciones
particulares y generales y una medición global y constante de resultados a corto, mediano
y largo plazo (evaluación de procesos).
La necesidad del sistema de salud público de contar con un registro unificado, funcional y
nacional se hace cada vez más evidente. Su necesidad se puede dividir en 2 grandes
aspectos: 1) la nominalización de la población que utiliza los servicios de salud y 2) la
producción, procesamiento y análisis de datos sobre la salud de la población que permitan
la toma de decisiones informadas para la gestión de los recursos en salud.
Nominalizar destinatarios y contar con equipos médicos que puedan desempeñarse con
población a cargo, es esencial para optimizar el funcionamiento del servicio social provisto
por el Estado, como así también la calidad, atención y seguimiento de cada uno de los
ciudadanos que acceden al servicio sanitario. Consensuar la Unificación de Historias
Clínicas Sanitarias es el primer paso.
Consecuentemente, en primer lugar, las autoridades de los Ministerios de Salud de Nación
y de las provincias, han comprometido sus esfuerzos en mejorar y re-significar la
herramienta de información SIP (Sistema Informático Perinatal), de manera tal que se
incremente y potencie su utilización actual. Esta realidad revela una sub-utilización de una
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herramienta y requiere modificación en las prácticas para asegurar una mayor agilidad en
la carga y el procesamiento de los datos del SIP.
La nueva propuesta SIP Gestión, utilizando y enriqueciéndose a través de la experiencia y
los servicios provistos por el CLAP (Centro Latinoamericano de Perinatología), consistirá en
consensuar entre los niveles nacionales y provinciales, las variables elegibles a fin de ser
monitoreadas, reportadas y analizadas de manera constante. Estas variables – cuyo listado
puede verse más abajo – permiten el diseño de un cuadro de mando integral para que
cada provincia, jurisdicción y maternidad pueda conocer sus datos en valores absolutos.
También les va a permitir conocer su posición relativa dentro de los valores mejores y
peores de la Provincia y de la Nación. Asimismo, permitirá una asignación correcta de
recursos y una respuesta ágil a cualquier desviación de los valores considerados
adecuados para cada una de las variables seleccionadas La elección de un número
determinado de variables, permitirá agilizar los tiempos de envío provincial y, posterior
devolución nacional, con el aporte detallado de un análisis de los datos a nivel intra e
inter-provincial, de manera de forjar un panorama nacional de los comportamientos y
tendencias en la materia.
La nueva propuesta SIP Gestión permitirá diseñar y conformar un modelo de monitoreo
comparativo nacional, que constará de:
• Envío de datos (de Provincia a Nación)
• Devolución trimestral de datos con respectivo análisis (de Nación a provincias)
• Evaluación, monitoreo y medición constante de las tendencias provinciales y la
media nacional
• Correcciones y propuestas de cambio (en caso de provincias que así lo ameriten)
Las variables a incluir con la nueva propuesta de SIP Gestión son las siguientes:
1. Edad Materna
2. Primer Control Prenatal según edad gestacional
3. Promedio de Control Prenatal (por jurisdicción)
4. Vacunación Antitetánica al parto
5. VDRL
6. Grupo y Rh
7. Tipo de Parto (describir la variable terminación)
8. Edad gestacional al parto
9. APGAR al minuto 1
10 APGAR al minuto 5
11. Peso del Recién Nacido
12. Recién nacido sano con alojamiento conjunto:
13. Condición del recién nacido al egreso del servicio
14. ROP
15. Displasia Broncopulmonar
16. Condición al egreso materno
17. Se realizó consejería en Salud Reproductiva
18. Infección Hospitalaria en Neonatología
USO DE FONDOS DEL PLAN NACER
El Plan Estratégico consta entre sus acciones de medidas que tienden al fortalecimiento
del primer nivel de atención, trabajando sobre los conceptos de prevención y promoción
de la salud, la búsqueda activa de la embarazada, el mejoramiento, periodicidad y
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constancia de los controles prenatales, optimizando los recursos humanos actuales y
sumando nuevos actores comunitarios al sistema, entre otras actividades.
En la actualidad, el direccionamiento provincial en el uso de los fondos del Plan Nacer es,
sin dudas, pasible de correcciones, sobre todo en lo que concierne al Nomenclador (el
apartado Comunidad), cuyas prácticas son esenciales a los fines estratégicos del plan, pero
cuyo porcentaje de financiamiento es menor al 10%, presentando grandes disparidades
entre provincias.
La voluntad y el compromiso de los ministros de salud provinciales y nacionales,
sustentado en la sub-optimización de tales gastos, se asentó en la evaluación y replanteo
de tal direccionamiento a fin de poder incrementar, según dicten las autoridades
provinciales, el porcentaje destinado actualmente a tales prácticas.
Sin dudas, un replanteo en la utilización de tales fondos será el disparador de nuevas
acciones que fortalecerán el primer nivel de atención, mejorando la accesibilidad,
cobertura y calidad de los servicios prestados en dicho nivel de atención sanitaria.
La participación integrada mejora, desde todo punto de vista, las condiciones en que se
llega a la maternidad, pudiendo cambiar el curso de las experiencias posteriores.
El trabajo interdisciplinario es un aprendizaje asistemático; implica estar permeable,
aprender del otro, estar dispuesto a transmitir los conocimientos profesionales sin
considerarlos centrales, estar dispuesto a exponerlos para que puedan ser moldeados por
otros puntos de vista, y adquiridos por distintas culturas para ser modificados de acuerdo
a sus necesidades, contribuyendo a un nuevo saber.
En consecuencia, el equipo interdisciplinario es aquel que, a partir de la concepción
integral del proceso de la maternidad, es capaz de actuar protegiendo la salud de la
embarazada desde el primer instante que puede establecer contacto con ella y su familia.
El cuadro siguiente, intenta expresar lo dicho:
- Protección de la Salud de la Embarazada
- Prevención Control Clínico
- Información y sostén afectivo. Eventual acción terapéutica.
- Preparación Integral para la Maternidad
- Pautas que disminuyan desconfianza, temores, confusión, miedo,
ansiedad.
Para llevar adelante esta tarea será necesario, en primer lugar, propiciar la constitución de
un equipo de trabajo considerando la posibilidad de los profesionales interesados en el
tema, dentro de la institución.
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Es conveniente que el equipo esté compuesto por un Médico Obstetra, Obstétrica,
Médico Pediatra/Neonatólogo, Psicólogo, Trabajadora Social, Terapista Físico o
Kinesiólogo, Nutricionista y Enfermera.
Este equipo conformará una estructura capaz de aportar los conocimientos y métodos
que aplicarán en forma conjunta, con idéntico entusiasmo y empeño.
Cada profesional, en su especificidad, realizará las acciones que estime necesarias para
disminuir las desviaciones y alteraciones que pueden producir sufrimiento o poner en
riesgo el proceso de gestación.
No obstante, es necesario delimitar, con fines prácticos, las funciones de cada uno de los
integrantes del equipo.
La siguiente propuesta podrá ser adaptada de acuerdo a las posibilidades, conocimientos
y experiencia de los profesionales en cada institución.
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Médico Pediatra/Neonatólogo: Su presencia es indispensable teniendo en cuenta que,
por su intermedio, el equipo orienta a los padres en temas de puericultura y estimulación
de la lactancia, lo que contribuye a desvanecer temores y prejuicios, a aumentar el nivel
de información, y a modificar la actitud de la madre hacia su futuro hijo. Luego del parto,
generalmente pasa a ser el guía –como lo fuera el obstetra al principio–. Por eso es
importante establecer un buen vínculo durante el embarazo, hecho que facilitará la
relación postnatal.
En esta etapa, evitará que se produzca la disolución del vínculo con el Equipo de Salud,
procurando disminuir en la mujer la sensación de abandono propia después del parto, y
estimulando de este modo la consulta puerperal. Es importante que continúe sintiéndose
apoyada y asegurada por un Equipo que tenga en cuenta a la madre, el niño y a su familia.
Psicólogo: Su papel consiste en el esclarecimiento acerca del compromiso emocional del
estado de gravidez, nacimiento, puerperio y atención del recién nacido. Coordinará
espacios de intercambio entre las embarazadas, a fin de promover los encuentros entre
pares y para facilitar la expresión y la comprensión de las vivencias.
Coordinará entrevistas individuales con las embarazadas cuando el equipo lo estime
necesario. Participará en las entrevistas de admisión cumpliendo un papel de observador,
con el propósito de registrar los datos que considere relevantes para ser considerados por
el equipo.
Trabajadora Social: Adaptará los contenidos del curso en los ámbitos individuales,
grupales y comunitarios a fin de difundir el método y lograr la mayor convocatoria posible
de mujeres interesadas en la preparación.
Asesorará y articulará con el equipo las estrategias para el trabajo en la comunidad,
integrándolo en la tarea comunitaria y aplicando las técnicas necesarias. De esta forma
operará como nexo articulador entre la comunidad, el equipo y los otros grupos de
profesionales con los que se intercambiarán experiencias que enriquezcan la tarea y
faciliten la divulgación del método.
Enfermera: Ayudará a acompañar, junto con el equipo, los cambios que afectan el normal
proceso del embarazo, parto, puerperio, así como la atención del recién nacido, sean
estos cambios biológicos, psicológicos o sociales.
Deberá contar con una formación adecuada, que le permita reconocer signos de alarma a
fin de comunicarlo al equipo de salud. Establecerá una comunicación efectiva con la
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embarazada y su familia para facilitar el acercamiento al equipo. Comprendiéndola y
orientándola adecuadamente podrá obtener colaboración y cambios de comportamiento
–si fueran necesarios–, que contribuyan al normal desarrollo del proceso perinatal.
Fomentará el desarrollo de un ambiente cálido y acogedor que será percibido por la
embarazada y la familia que ingresa al grupo de trabajo. Colaborará, junto al resto del
equipo, en la evaluación para la captación de gestantes inasistentes al control prenatal,
oportunidad ésta para proponer su ingreso al Curso de Preparación para la Maternidad.
Nutricionista: Es la integrante del equipo de salud que se ocupa de todos los aspectos
relacionados con el cuidado nutricional del binomio madre-hijo. Recomienda los cuidados
apropiados para sostener una alimentación completa y adecuada para esta situación
biológica, caracterizada por una alta vulnerabilidad desde este punto de vista. Planifica y
desarrolla, junto con las embarazadas y sus familias, actividades de educación alimentaria
nutricional (EAN) con el propósito de lograr conductas positivas y duraderas en relación
con la producción, selección, higiene y conservación, preparación y consumo de los
alimentos disponibles y culturalmente aceptados por la comunidad. Es importante
destacar que todos los integrantes del equipo interdisciplinario, en un accionar
mancomunado, deben fomentar el sostenimiento de la Lactancia Materna. También
asesoran sobre la correcta implementación del proceso de destete y la oportuna
alimentación complementaria del bebé, a partir del sexto mes de vida. Asimismo, pueden
realizar visitas domiciliarias de motivación y capacitación de la comunidad a fin de contar
con multiplicadores de la tarea educativa en la promoción y protección de la misma.
Redes de Atención
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Como se mencionó previamente, una de las más importantes dificultades de los
programas de seguimiento existentes en la actualidad es su inserción no formal e
institucional y generalmente en las grandes maternidades, hospitales generales de
referencia u hospitales pediátricos únicamente, desconectados entre sí y aún más con el
primer y segundo nivel de atención. Por lo tanto, es necesario comenzar a implementar
redes de seguimiento de recién nacidos de riesgo. Esta red, idealmente, debiera formar
parte de una red perinatal, si esta existiera.
Definición:
El trabajo en red es una estrategia vinculatoria de articulación e intercambio entre
instituciones y/o personas que deciden asociar voluntaria y concertadamente sus
esfuerzos, experiencias y conocimientos para el logro de fines comunes. La red es el
resultado de esa estrategia y algunas de sus características son adaptabilidad,
flexibilidad normativa, apertura, horizontalidad y la espontaneidad de las relaciones. La
idea del trabajo en red está concebida como un mecanismo de desarrollo y cambio
social que supone nuevas formas de relacionarse entre las diferentes partes del todo.
Esta modalidad constituye un cambio de paradigma en materia de organización,
superador del modelo piramidal y jerarquizado, que representó un eficiente esquema de
dominación desde el centro a la periferia con delegación parcial y controlada del poder
central a la región y a nivel local. Las dificultades del viejo modelo aparecen cuando se
desea vincular instituciones de distintos órdenes, diferentes dependencias, es decir,
sistemas pluralistas, interdisciplinarios y participativos. Igualmente surgen problemas
cuando la acción se dirige desde abajo hacia arriba, desde lo local a lo global.
La esencia del trabajo en red es la decisión voluntaria de dos o más instituciones o
personas de desarrollar una tarea común, en la búsqueda de objetivos compartidos y
explicitados. La intención última es la de mejorar el desempeño social de los sistemas de
salud. Generar los cambios que promuevan un mejor desempeño del sistema significa
modificar culturas institucionales fuertemente arraigadas.
Requisitos para el trabajo en red:
• Tener objetivos o finalidades comunes entre las partes.
• Mantener identidad entre las partes.
• Decidir la incorporación voluntaria, no coercitiva, pero posterior compromiso firme
de participación.
• Aceptar la articulación y el vínculo como un mecanismo potenciador para el logro
de los objetivos y el autodesarrollo.
• Comprometerse solidariamente en el trabajo y en los reforzamientos mutuos.
• Aceptar relaciones horizontales como modalidad diferencial y complementaria de
las modalidades jerarquizadas.
• Estar dispuesto a compartir y difundir información.
• Reconocer el valor de la interdisciplina para la interpretación y resolución de
problemas.
• Unirse en similitud y complementariedad, aceptando la diversidad.
• Valorar la participación y el rol dinámico de los miembros. Priorizar el
conocimiento personal de los miembros de la red.
• Reconocer las fortalezas, potencialidades, debilidades y carencias.
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ESTRUCTURA Y PROCESO
SECUENCIA OPERATIVA
1. Establecer fines
2. Identificación de miembros de la red iniciales y potenciales
3. Implementación de nodos coordinadores
4. Definir las principales líneas de acción
5. Formular programa de actividades
ACTIVIDADES
Estas podrán variar, de acuerdo a los fines propuestos, pero a modo de guía se señalan
algunas:
• Desarrollar el sistema de información y comunicación. Editar un boletín en forma
periódica.
• Realizar reuniones de los miembros de la red que podrán ser académicas,
administrativas y de coordinación entre nodos.
• Promover actividades de capacitación y asistencia técnica según necesidades de
los miembros y planificar actividades de capacitación continua.
• Evaluar los avances y resultados del trabajo en red y utilizar las conclusiones para
retroalimentar las decisiones y programación al futuro.
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Pueden dar respuesta, tanto ambulatoria como de internación, en su propia comunidad,
pero además deben articular las relaciones con el primer y tercer nivel de atención,
especialmente en lo que se refiere a la referencia y contrarreferencia de estos niños. Es
probable que puedan resolver algunos de los problemas especializados de los recién
nacidos de riesgo que no pueden resolverse en el primer nivel (Por ej: interconsulta con
neurólogo, cardiólogo, cirugías de baja complejidad), pero también requerirán conexión
con el tercer nivel para la resolución de los problemas más complejos (métodos de
diagnóstico especializados, cirugías complejas).
CUARTO NIVEL DE ATENCIÓN Los hospitales pediátricos provinciales o del país, aunque no
cuenten con sectores de internación neonatal, deberán integrar esta red de atención y dar
respuesta a los problemas más complejos en determinadas áreas como pueden ser la
cirugía cardiovascular o neurológica o en la interconsulta con algunos especialistas o en la
utilización de determinados métodos diagnósticos.
Acercamiento a la comunidad
La Guía de Preparación Integral para la Maternidad tiene una dimensión intramural,
(Centros de Salud, Posta Sanitaria, Hospital) y otra extramural (comunitaria), ambas
necesarias y complementarias.
En la dimensión intramural, además de las acciones anteriormente mencionadas para el
equipo adaptadas localmente, resulta indispensable la capacitación del recurso humano
dentro de la institución.
No nos referimos al equipo interdisciplinario dedicado a la PIM, sino a todo aquel personal
que se halla involucrado en la asistencia materno-infantil. De esta forma se potencian las
acciones en beneficio de las embarazadas, los recién nacidos y sus familias durante todo el
tiempo que permanezcan en el efector, ofreciendo un máximo de oportunidades para
proveer los servicios adecuada y oportunamente. Esta cooperación mejora la
accesibilidad, la captación, la cobertura y la calidad de las prestaciones.
En cuanto a las actividades extramuros, el trabajo dentro de un espacio social, cultural y
geográfico común hace posible compartir las acciones decididas por la misma comunidad
y para la comunidad.
Con esta estrategia adicional se hace posible que, a nivel local, se asuma la
responsabilidad de proporcionar las mejores condiciones de desarrollo para las familias y
sus integrantes.
Este trabajo facilita la captación de las embarazadas y permite mejorar las condiciones
que pueden afectar negativamente la parentalidad a través del diagnóstico oportuno de
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situaciones de riesgo, gracias a la visita domiciliaria mediante la cual se realiza
seguimiento, contención, evaluación de vivienda y de prácticas arraigadas, aporte de
conocimientos, etc.
La cooperación con organizaciones no gubernamentales (ONG), entidades intermedias e
institucionales del estado (agrupaciones barriales, religiosas, de género, de capacitación,
etc.) que comparten objetivos con la PIM fortalece la participación social y da lugar a la
formación de redes capaces de potenciar acciones y dar apoyo complementario de las
formas más variadas (desde la oferta de espacios de discusión hasta recursos materiales y
humanos).
La concientización que se logra a través de la difusión de los objetivos, contenidos y
acciones de la
PIM permite que la población tome conciencia de su importancia y plantee sus
necesidades. Debe orientarse tanto hacia los niveles de decisión (dirigentes políticos,
profesionales, líderes comunitarios y de opinión) como hacia la población general.
La propuesta aconsejada es el proceso de debate constante y la posterior implementación
de las acciones pertinentes, ya sea por demanda espontánea o por oferta del propio
equipo. En este aspecto tiene gran importancia el trabajo con los medios masivos de
comunicación, no sólo mediante la transmisión de mensajes de prevención, sino con la
oferta de espacios de discusión de los grupos comprometidos en el mejoramiento de la
salud integral.
Decirle a la población lo que debe hacer o valorar es diferente a ayudar a que lo descubra
por sí misma a través de la participación. Esta última opción posibilita el aprendizaje,
haciendo que el “saber” sobre la salud sea un patrimonio de todos. Asimismo, permite
detectar, capacitar y aprovechar a los líderes de la comunidad para la prevención y
promoción de la salud.
El Equipo de Salud, en este rol, debe ajustarse a las características culturales locales y
proponer soluciones nacidas de las propias necesidades de la comunidad, para insertarse
dentro de ella de manera eficaz y sostenible en el tiempo. Es necesario tener en cuenta
que “prevención “implica pensar en los factores que afectan la Salud de todos y esas
causas dependen principalmente de la realidad social.
Existen dos vocablos similares, prever y prevenir, que de ninguna manera son sinónimos.
Prever, significa saber con anticipación lo que va a suceder; mientras que prevenir quiere
decir prepararse con anticipación.
Por lo tanto, el Equipo de Salud que desee prevenir futuras patologías o desviaciones
mediante la capacitación de las embarazadas deberá prepararse, organizarse, a fin de
satisfacer las necesidades de la manera más racional, económica y efectiva posible.
Organizarse es, al mismo tiempo, determinar la situación, reconocer las oportunidades de
cambio, generar objetivos, tomar decisiones, verificar su cumplimiento y evaluar los
resultados.
Las herramientas básicas son:
1. Planificar - 2. Organizar - 3. Ejecutar - 4. Evaluar
Que responden a cuatro preguntas básicas en el mismo orden:
1. ¿Qué se quiere alcanzar o qué se va a hacer?
2. ¿Cómo se va a hacer?
3. ¿Cómo se está haciendo?
4. ¿Cómo se ha realizado?
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Por último, se deberá lograr que todos los miembros del Equipo participen de estas
acciones, lo que implica capacidad de coordinación, es decir, la posibilidad de lograr la
integración de los mismos en un proyecto común.
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10 Principios de la OMS en la actualidad Perinatal
En el año 2001 la Oficina Regional Europea de la OMS dio a conocer los 10 Principios del
cuidado Perinatal, que deben tenerse en cuenta a la hora de realizar la atención de un
embarazo y parto de bajo riesgo.
1. Ser no medicalizado, lo que significa que el cuidado fundamental debe ser provisto
utilizando un set mínimo de intervenciones y aplicando solo la tecnología necesaria.
2. Ser basado en el uso de tecnología apropiada, lo que se define como un conjunto de
acciones que incluyen métodos, procedimientos, tecnología, equipamiento y otras
herramientas, todas aplicadas a resolver un problema específico y tendiente a reducir el
uso de tecnología compleja o sofisticada, cuando procedimientos más simples pueden ser
suficientes o mejores.
3. Ser basado en las evidencias, lo que significa ser avalado por la mejor evidencia
científica disponible.
4. Ser regionalizado, basado en un sistema eficiente de referencia de centros de cuidado
primario a niveles de cuidado terciario.
5. Ser multidisciplinario, con la participación de profesionales de la salud como
obstétricas, obstetras, neonatólogos, enfermeras, educadores, trabajadores sociales, etc.
6. Ser integral, teniendo en cuenta las necesidades intelectuales, emocionales, sociales y
culturales de las mujeres, sus niños y familias, y no solamente el cuidado biológico.
7. Centrado en las familias, dirigido a las necesidades de la mujer, su hijo y su pareja.
8. Ser apropiado, teniendo en cuenta las diferentes pautas culturales.
9. Tener en cuenta la toma de decisión de las mujeres.
10. Respetar la privacidad, la dignidad y la confidencialidad de las mujeres.
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• Aplicar estrategias para disminuir las causas reducibles del bajo peso al nacer, la
prematurez, la restricción del crecimiento intrauterino, la preclampsia y las
infecciones, entre otras.
• Preparar a la embarazada física y psíquicamente para la maternidad, propiciando
el acompañamiento en esta instancia de la pareja o familiar que ella elija.
• Recomendar desde el embarazo la lactancia materna y preparar a la madre para la
lactancia exclusiva.
• Promover e incrementar la asistencia de puérperas a los controles de salud.
• Realizar asesoramiento en anticoncepción para la prevención de embarazos
inoportunos o inesperados, que pueden dar origen a abortos provocados
aumentando la morbi-mortalidad materna.
• Monitorear la calidad de atención a través del Sistema Informático Perinatal (SIP) o
Sistema Informático Perinatal Ambulatorio (SIPA).
• Realizar una auto evaluación de calidad.
PROTOCOLO DE SEGUIMIENTO
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Registros:
HISTORIA CLÍNICA PERINATAL BASE DEL CLAP (HCPB)
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Historia Clínica Perinatal de Frente
Contiene:
- Información básica sobre la evolución del embarazo y parto.
- Datos del nacimiento, crecimiento, desarrollo y cuidados del niño.
Facilita:
- La transmisión de la información considerada básica, desde el primer nivel de atención
en Centros de Salud o Consultorios Externos del Hospital y el nivel de referencia en donde
se atenderá el parto (hospital, clínica o sanatorio).
- El volcado de los datos de la LSMI a la HCPB, en el momento de la internación.
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- Permite además por medio del sistema de advertencia o alerta (casilleros sombreados),
evaluar factores de riesgo predeterminados en la consulta de control o en la admisión del
hospital de referencia.
La transcripción en la LSMI de los datos de hospitalización durante el embarazo y parto
facilitan la contrarreferencia de la madre y el recién nacido a su centro de salud,
contribuyendo a un mejor conocimiento y seguimiento por parte del equipo de salud
responsable del Primer Nivel de Atención.
La forma en que se concrete puede ser el típico fichero o cualquier otro instrumento tal
como una carpeta, con divisiones mensuales, sabaneros, o cualquier modalidad que el
equipo disponga y le resulte útil.
En caso de deserción al control del embarazo, el rescate se realizará a través de las redes
sociales como Co-Madres, Jefas de Hogar etc., debiendo establecerse una fuerte
articulación entre el profesional y estas representantes de la comunidad.
También podrán utilizarse otros mecanismos de rescate, adaptados a la realidad local y
consensuado con los diferentes actores intervinientes.
Desde su inicio, el Programa Materno-infantil, ha definido como eje fundamental de su
trabajo el desarrollo de sistemas de información orientados a colaborar con el equipo de
salud local, en las tareas de planificación, monitoreo y evaluación, que permitan una toma
de decisiones adecuada a los requerimientos programáticos.
El Sistema de Información Perinatal tiene dos instrumentos para el procesamiento de los
datos contenidos en las historias clínicas: Sistema Informático Perinatal (SIP) y Sistema
Informático Perinatal Ambulatorio (SIPA).
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Permite evaluar la calidad de los registros y de la atención perinatal. Brinda además
información sobre cobertura, consistencia, llenado, prevalencia de patologías y resultados
de la atención.
Se puede entonces: evaluar la asistencia, auditar la actividad de los servicios y tomar
decisiones para mejorar la situación en cada institución de salud. Permite realizar la
planificación local de salud con bases epidemiológicas.
La información recogida a través del SIP corresponde a las actividades realizadas por el
2do. nivel de atención y a las variables que se presentan en el evento perinatal,
perdiéndose información correspondiente al control de la evolución de la gestación que es
de importancia a la hora de evaluar dicho proceso.
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Estos protocolos son cargados en un software que procesa la información y permite
realizar el análisis de la misma posibilitando la visualización de los avances logrados en la
atención desde los servicios de salud del primer nivel.
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- Ruptura prematura de membranas.
- Placenta previa.
- Diabetes gestacional.
- Hepatopatías del embarazo ( colestasis, etc )
- Malformaciones fetales.
- Madre con factor Rh negativo con o sin sensibilización.
- Óbito fetal.
- Enfermedades infecciosas: TBC, Sífilis, HIV, Rubéola, Citomegalovirus, Parvovirus
B19,
Varicela, Herpes Genital, HPV, Hepatitis A, B y C, Chagas, Toxoplasmosis Aguda,
etc.
d) Patologías maternas previas al embarazo.
- Cardiopatías.
- Neuropatías.
- Nefropatías.
- Endocrinopatías.(Hipertiroidismo , Diabetes , etc.)
- Hemopatías.
- Hepatopatías
- Hipertensión arterial.
- Epilepsia.
- Enfermedades infecciosas.
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- Enfermedades autoinmunes.
- Ginecopatías (malformaciones congénitas del aparato genital, enfermedades
oncológicas, etc.)
Para estratificar a la población se utilizan herramientas como los Scores de Riesgo que
combinan la presencia de varios factores asociados al riesgo que se quiere medir,
otorgándoles una puntuación derivada de su fuerza de asociación con la patología que se
busca prevenir.
El empleo de "Scores de Riesgo" es una herramienta propuesta por la OPS-OMS como
alternativa válida para la detección de las embarazadas de riesgo.
Existen infinidad de Scores destinados a seleccionar población de riesgo general o
específico.
Un ejemplo de Score para riesgo específico es el de Bortman que apunta a la identificación
de factores asociados al Bajo Peso al Nacer, el cual representa uno de los problemas más
importantes de Salud Pública dado su gran impacto en la mortalidad neonatal. (Bortman
1998).
La importancia de la detección oportuna del futuro niño con bajo peso al nacer radica no
solo en la posibilidad de instrumentar las acciones de prevención y tratamiento de la
patología causal, sino también la posibilidad de realizar la derivación a tiempo de la mujer
embarazada al centro que cuente con la infraestructura neonatológica adecuada para su
mejor atención.
A continuación se presenta el modelo de score de riesgo para bajo peso al nacer,
desarrollado en la provincia de Neuquén y validado en la Provincia de Buenos Aires, con el
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objetivo de identificar el riesgo en base a información factible de obtener en cada consulta
del control prenatal
Los resultados del score admiten la siguiente clasificación o categorización del riesgo para
bajo peso al nacer:
0-1 puntos Bajo riesgo
2-6 puntos Mediano riesgo
7 ó más puntos Alto riesgo
Otras propuestas analizaron los factores de riesgo para cuatro desenlaces perinatales
adversos: bajo peso al nacer, parto pretérmino, muerte fetal y muerte neonatal (CLAP,
Sistema Informático Perinatal). Estos instrumentos se desarrollaron bajo estrictas pautas
metodológicas y se probaron en poblaciones determinadas por lo que es recomendable
validar sus resultados a nivel local.
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Score de riesgo del Sistema
Informático Perinatal (SIP)
Referencia y Contrarreferencia
El Sistema de Salud actual, en todas las provincias, está integrado por centros de salud y
hospitales de diferente complejidad.
Si bien los centros de salud reconocidos por la comunidad, constituyen el primer nivel de
atención y contribuyen a disminuir las barreras existentes, es necesario organizar el
segundo nivel de atención, el hospital local de referencia, para asistir a los pacientes
referidos para interconsulta, tratamiento especializado o urgencia.
A pesar de que se utiliza la estrategia de atención primaria de la salud y la implementación
de los sistemas locales, la organización de la referencia y contrarreferencia entre los
centros de salud y el hospital local no se logra eficazmente y es una de las asignaturas
pendientes de los sistemas de salud. Las redes se encuentran (aún en aquellas provincias
en las que las zonas sanitarias se hallan establecidas) desorganizadas.
El objetivo general consiste en organizar un sistema de referencia y contrarreferencia
inserto dentro del sistema de salud que dé una respuesta suficiente y oportuna a las
necesidades de atención de la población.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
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• Implementar redes de referencia-contrarreferencia para emergencias, internación
e interconsultas, con turnos programados
• Fortalecer la red de comunicación y transporte a fin de evitar el desplazamiento
innecesario de la comunidad
• Organizar redes de servicios intermedios para exámenes complementarios: tomas
descentralizadas de muestras de laboratorio, PAP y colposcopía, de Diagnóstico
por Imágenes (Ecografía y Radiología) con turnos programados en los efectores
correspondientes. Para ello se hace necesario generar acuerdos entre:
• Las instancias institucionales (nacionales, provinciales, municipales, regionales,
etc.) con decisión política
• Las instancias operativas (directores de hospitales, responsables de área
programática, jefes de servicios hospitalarios involucrados y responsables de
Centros de Salud, integrantes del sistema local, entre otros)
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son esenciales para conseguir una participación efectiva, al igual que el empoderamiento
individual y comunitario. Justamente aquí es donde debemos poner más esfuerzos en
generar, potenciar y fortalecer comportamientos, hábitos y estilos saludables, propiciando
y desarrollando oportunidades y espacios donde puedan sumarse los individuos y la
comunidad, siendo parte activa de la salud pública.
La Salud como hecho social es el producto de una circunstancia política, económica,
cultural y social, que se da en una población y en un determinado tiempo y lugar. No es
algo que pueda obtenerse sin la intervención activa del hombre, es un valor positivo, es
una actitud, una acción, es un intercambio dinámico con el medio, para resolver
favorablemente los conflictos que se le plantean. La enfermedad como fenómeno es más
compleja que la simple patología, y la práctica terapéutica no es un acontecimiento dual
médico – paciente, sino que se extiende al colectivo social.
En este marco, las acciones de educación permanente en salud son un componente
estratégico en APS, que promueve la construcción de conocimientos para la
transformación del modelo de atención a partir de la identificación de los nudos críticos,
que hacen obstáculo a la superación de la fragmentación en las prácticas en salud y de la
calidad y calidez del modelo de atención. Por esa razón, debemos realizar una
alfabetización sanitaria de la población. Informando, sensibilizando, motivando y
educando acerca de los factores de riesgo y de las posibilidades de mejorar la calidad de
vida.
La Participación Social ha sido reconocida como una de las actividades básicas de las
políticas de APS, junto con la auto-atención, el papel de la mujer, el uso de la medicina
tradicional y el saber popular, y sigue siendo parte sustantiva de las acciones dirigidas a
solucionar o por lo menos limitar, los principales problemas que afectan la salud de
nuestro pueblo. la defensa de sus derechos, así como también la sensibilización de la
sociedad en su conjunto sobre el derecho que tiene una mujer a decidir cuándo
embarazarse, disponibilidad de métodos anticonceptivos en forma gratuita y conocer los
riesgos de las complicaciones del aborto en condiciones no seguras.
Asimismo, deben desarrollarse estrategias orientadas a todas las mujeres para:
a) Implementar estrategias para evitar el embarazo no planificado
La política del Ministerio establece claramente la integralidad de los actores y las acciones
con objetivos específicos. En este sentido, las estrategias para evitar el embarazo no
planificado y la prevención de enfermedades de transmisión sexual (ETS) necesitan de la
articulación y coordinación del área obstétrica de la Dirección Nacional de Maternidad e
Infancia (DINAMI) con el Programa Nacional de Salud sexual y Procreación Responsable
(PSSyPR), el Programa Nacional de Salud Integral en la Adolescencia, la Dirección de Salud
Comunitaria, los educadores, etc., para llegar a los efectores de salud en todos los niveles
de atención, organismos comunitarios, escolares, entre otros.
Por ello, el asesoramiento y la información sobre métodos anticonceptivos deben ser
difundidos utilizando el lenguaje y respetando los valores culturales de las diferentes
poblaciones pero propendiendo al reconocimiento por parte del hombre, de la sociedad y
fundamentalmente de la mujer, de sus propios derechos.
El embarazo planificado y deseado disminuye la posibilidad de complicaciones graves
dado que fortalece la adhesión de la mujer al control y al cuidado durante el mismo,
facilitando el vínculo con su hijo. Por otra parte, la elección del momento del embarazo,
25
promueve un mayor y mejor cuidado del niño. b) Asesorar sobre riesgos y acciones
beneficiosas a realizar previas a la decisión de un nuevo embarazo
El Consultorio de Alta Conjunta define el cuidado preconcepcional como un conjunto de
intervenciones cuya meta es identificar y modificar riesgos biomédicos, de conducta y
sociales del embarazo a través de la prevención y la gestión. Cuando la mujer tiene la
primera visita prenatal puede ser demasiado tarde para prevenir algunos problemas de
salud de ella, del embarazo o del niño. Cada mujer en edad reproductiva que puede
embarazarse es candidata al cuidado preconcepcional aún si no está planeando concebir.
También los hombres deberían recibir información y asesoramiento aun cuando todavía
los componentes no están tan bien definidos en el hombre como en la mujer: La mayoría
de los componentes de cuidado preconcepcional pueden ser brindados en el 1º nivel de
atención Incluye:
La concientización pública sobre la importancia de las conductas beneficiosas y
perjudiciales en la salud concepcional usando información y herramientas que sean
apropiadas para los diferentes grupos de edad, niveles de alfabetismo y aspectos
culturales y de lenguaje.
Responsabilidad individual. Promover que cada mujer, hombre y pareja tengan un plan de
vida reproductiva basado en sus valores y recursos.
Visitas preventivas: Como parte de visitas de cuidado primario, proveer una evaluación de
riesgo, educación y consejería y promoción de la salud para todas las mujeres en edad
reproductiva
Chequeo pre-embarazo: Como un componente de cuidado de la maternidad
Cobertura de mujeres con riesgo aumentado (muerte infantil, muerte fetal, defectos al
nacimiento, bajo peso al nacer, PP, morbilidades severas, etc.): Garantizar el acceso de las
mujeres con mayor riesgo al cuidado preventivo preconcepcional e intergenésico
utilizando el período entre gestaciones para proveer intervenciones intensivas adicionales.
Identificación de riesgo e implementación de intervenciones oportunas, efectivas y de
mayor impacto potencial.
Visitas Prenatales
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Permite determinar los métodos necesarios para confirmar el diagnóstico de embarazo,
evaluar el estado general y nutricional, factores socio cultural y sanitario, descartar
patologías, determinar una primera calificación del riesgo y así poder definir el tipo de
cuidado requerido y el nivel apropiado de atención.
PRIMERA CONSULTA
COMPONENTE BÁSICO
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• Interconsultas complementarias
• Consultorio de cardiología, cuando corresponda.
• Consultorio de odontología.
• Servicio Social de las menores no emancipadas, indocumentadas, migrantes,
grupos de riesgo, etc.
Otras especificaciones:
• A la especialidad que corresponda de acuerdo a cada caso en particular si se
detecta patología.
• Tiempo mínimo estimado para la consulta de primera vez: 35 a 40 minutos.
Están dirigidas, a evaluar el impacto del embarazo en la salud materna y vigilar el normal
desarrollo y vitalidad fetales, tratando de detectar permanentemente la aparición de
factores de riesgo que pudieran complicar la normal evolución del embarazo. Se adoptará
la estrategia de turno programado, con fecha y horario definido, otorgado luego de cada
consulta.
• Permite tanto a los servicios de salud como a las familias organizar más
racionalmente sus tiempos y recursos.
• Mejora la accesibilidad a los servicios y estimula la transmisión del concepto que
expresa, que la atención de la salud es un derecho de la población y una obligación
del estado.
• Disminuye los tiempos de espera y las filas para obtenerlo, que pueden operar
como barreras administrativas a la accesibilidad y a la prevención de la salud
materno-infantil.
• Con respecto al asesoramiento sobre métodos anticonceptivos, se realizará en la
consulta a partir del 3° trimestre del embarazo.
Tiempo mínimo estimado para consultas siguientes o ulteriores: 20 minutos.
ULTIMAS CONSULTAS
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crecimiento fetal y parámetros tales como cantidad de líquido amniótico, madurez y
ubicación placentaria, confirmar modalidad de presentación, etc. Frecuencia de las
consultas. La derivación al 2° nivel sin trabajo de parto, en las embarazadas normales se
realizará a las 40 semanas, articulando con el hospital de referencia para que el contacto
con el efector se realice dentro de las 48 horas.
OBJETIVOS
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- Asegurar que el parto sea institucionalizado, realizado de manera segura y siguiendo las
pautas de Maternidad Centrada en la Familia, evitando el uso rutinario de prácticas y
procedimientos que no tengan fundamento científico y la utilización de fármacos
innecesarios.
- Permitir el acceso de la persona que la parturienta elija para que realice el apoyo físico y
emocional durante el trabajo de parto y parto, siempre que las condiciones lo permitan.
- Respetar el derecho a elegir la posición que le resulte más placentera para parir.
- Respetar su privacidad, confidencialidad y dignidad.
- Lograr que el progreso del parto y la condición materno-fetal se mantengan dentro de
límites fisiológicos.
- Fomentar la internación conjunta de la madre y el niño, a fin de fortalecer el vínculo
madre-hijo.
ADMISIÓN HOSPITALARIA
CONSULTA DE ADMISIÓN
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El inicio de Trabajo de Parto está precedido por una fase de duración variable (período de
preparto).
Es frecuente que la embarazada consulte en este período .Toda consulta debe ser
atendida buscando descartar factores de riesgo que compliquen el resultado perinatal.
Se informará al familiar o acompañante de la evaluación del proceso.
No siempre es posible hacer el diagnóstico de trabajo de parto en la primera consulta. Si
hay dudas diagnósticas se debe promover la deambulación durante 60' y evaluar el caso
nuevamente.
Evaluación materno-fetal
El orden de las acciones descritas a continuación queda sujeta a las prioridades que cada
caso imponga.
Evaluar los antecedentes obtenidos por la anamnesis, valorando el riesgo perinatal y
reevaluarlo en cada etapa del proceso.
Realizar el análisis de la Libreta Sanitaria, Carnet Perinatal o Historia Clínica Perinatal Base
para identificar factores de riesgo y evolución del embarazo.
Interrogatorio dirigido a:
- Diagnosticar edad gestacional
- Forma de inicio del trabajo de Parto.
- Horas transcurridas.
- Frecuencia y duración de las contracciones.
- Presencia o antecedente de pérdidas por genitales externos
(características de las mismas).
Examen clínico general
- Evaluar signos vitales: Tensión Arterial, Frecuencia Cardíaca materna,
Temperatura axilar y rectal.
- Evaluar estado psíquico: lucidez, nerviosismo, hiperemotividad, angustia, etc.
- Estado de hidratación.
- Presencia o no de edemas.
Examen obstétrico de admisión
- Palpación abdominal para determinar volumen uterino, número de fetos,
situación, presentación y posición fetal.
- Auscultación fetal, con Pinard o Monitor electrónico, con la determinación de los
patrones de contractilidad (tono, frecuencia, intensidad, duración).
- Tacto Vaginal: aséptico y completo evaluando:
- El canal de parto (canal blando y óseo).
- Dilatación cervical.
- Altura y variedad de posición.
- Valoración en la proporción feto pélvica.
- El estado de las membranas.
* Se debe hacer hincapié en el hecho de que ante una pérdida de sangre por genitales
externos de origen desconocido debe evitarse el tacto vaginal hasta descartar la
posibilidad de una placenta previa.
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* Constatar todos los datos obtenidos en la historia clínica además de la evolución del
trabajo de parto.
* Actualizar si fuera necesario la rutina de laboratorio.
* En aquellas embarazadas que consultan tardíamente al control prenatal o en trabajo de
parto y no presentan serología para HIV, se les ofrecerá realizar diagnóstico con test
rápido por laboratorio de guardia, permitiendo una intervención terapéutica inmediata.
Este test requiere confirmación ulterior por las pruebas habituales (Elisa, Western Blot).
* Confeccionar partograma (curvas de alerta para la dilatación cervical).
CONTROL PUERPERAL
Es importante que durante las últimas consultas del embarazo, las recomendaciones
incluyan conceptos relacionados con la importancia del control puerperal.
Sabemos que la baja prevalencia de control puerperal es expresión de un fenómeno
cultural y social más complejo que tiene que ver con la no priorización que las mujeres
hacen de su salud y su cuerpo. El equipo de salud puede y debe intervenir modificando
esta conducta, brindando información tendiente a la concientización acerca de la
importancia de la autovaloración y el autocuidado.
El sistema de atención de la salud es responsable de la eliminación de las barreras de
accesibilidad que dificultan a la población la utilización de los servicios de salud. Para ello
es necesaria la correcta articulación e integración del primer y segundo nivel de atención a
través de la Referencia y contrarreferencia.
La referencia y contrarreferencia como sistema formal e institucional, constituye un
mecanismo para mejorar la integración de los niveles de atención y garantizar la
accesibilidad y la continuidad de la misma, priorizando a aquellas embarazadas de riesgo y
asegurando una adecuada resolución a sus problemas de salud.
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- La puérpera de bajo riesgo será referenciada al Centro de origen y la de mayor
riesgo se la citará para su control en el Consultorio Externo de Maternidad o de
Puérperas del Hospital.
- En cualquier caso debe instrumentarse un mecanismo ágil de comunicación entre
los niveles de atención que permita monitorizar la continuidad del control de las
embarazadas y puérperas en el nivel de complejidad que garantice su atención
integral, haciendo especial hincapié en las que presentan factores de riesgo.
Fuente:
• Guía de procedimientos Para el Control del Embarazo Normal y la Atención
del Parto de Bajo Riesgo
¿Quienes intervienen?
La atención del niño sano si bien tiene su encuadre en la consulta de la familia, el niño y el
médico pediatra o generalista, interviene todo el equipo de salud: enfermera, agente
sanitario, asistente social, psicólogo, nutricionista, administrativo, personal de
maestranza, etc., con sus respectivas funciones, dando a la familia asesoramiento,
contención y educación para la salud.
Objetivos Fundamentales
• Establecer un vínculo adecuado entre el equipo de salud y la familia.
• Realizar el examen físico completo y observar los aspectos del desarrollo.
• Promover acciones saludables y prevenir enfermedades
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Existen varias opiniones respecto a la frecuencia de los controles, pero todas coinciden en
que se realicen durante los primeros 6 meses en forma mensual. Es importante valorar el
riesgo familiar y/o el riesgo biológico del niño, para promover la citación a controles más
frecuentes que los propuestos aquí. Tener en cuenta la accesibilidad de la familia para la
concurrencia al centro, la disponibilidad de turnos programados en relación a las horas de
atención profesional y diseñar una estrategia de organización del centro de acuerdo a los
recursos disponibles.
Otros miembros del equipos de salud capacitados, enfermeras y agentes sanitarios
pueden colaborar y participar en la consulta, midiendo, pesando y percentilando a los
niños, así como también realizar el control del esquema de vacunación para la edad,
promover conductas saludables, indagar factores ambientales en el hogar y colaborar con
las pautas en la crianza de los niños. Aspectos que debe incluir la consulta: Es importante
que cada una de las actividades del CAPS sea programada, con el fin de mejorar la
organización institucional y evitar largas horas de espera a la familia.
La consulta debe incluir los aspectos ambientales del hogar, los factores de riesgo
individual de cada niño y los aspectos particulares de la familia, según su historia, crisis y
fortalezas de cada grupo familiar en particular.
En todas las consultas de control siempre debe desnudarse al niño, pues esta es la única
forma de hacer un examen completo. Es necesario tener en cuenta la temperatura del
lugar, creando con los medios posibles un espacio físico agradable con el ambiente
climatizado según las distintas regiones y épocas del año.
En otro sentido es importante respetar el pudor del niño y realizar las distintas etapas del
examen teniendo en cuenta su privacidad y sus necesidades.
Es necesario llamar al niño por su nombre, atender sus temores y contarle lo que se va a
hacer, el niño necesita que le anticipen lo que le va a suceder durante su estadía por el
centro. Lo ayuda a organizarse, a calmar su ansiedad y a construir un vínculo de
confiabilidad con el equipo de salud.
Es muy importante tener conocimiento de las condiciones socio afectivas en la que se
encuentra la familia, si está atravesando una crisis el grupo conviviente o alguno de los
miembros necesita apoyo social , que puede ser brindado por algún integrante del equipo
de salud o alguien que integre un grupo de esa comunidad. Debe ser un espacio para que
los padres puedan despejar sus dudas o temores, para esto es necesario que el médico
haya establecido un buen vínculo con la familia, y tener presente en todo momento que el
niño es el protagonista de la consulta, que comprende perfectamente que hablan de él y
sería deseable que el profesional y la familia puedan evaluar cuándo es oportuno o no
hablar delante del niño.
El encuadre de la consulta requiere un vínculo adecuado entre la familia y el equipo de
salud, que permita establecer una relación de servicio comprometida, continente y
empática.
Con el fin de garantizar una comunicación efectiva durante la consulta se recomiendan las
siguientes acciones:
• El equipo de salud debe presentarse con su nombre y apellido a la familia
aclarando quién atenderá al niño y controlará su crecimiento y desarrollo.
• Debe explicitar claramente los horarios de atención del CAP y ofreceralternativas y
horarios para la atención de las urgencias.
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• Los padres siempre deben estar sentados, ya que el médico debe tener una amplia
visión de la dinámica gestual de la familia y de las expresiones conductuales del
niño, de sus sentimientos, las formas de vinculación con los padres, etc.
• Es indispensable escuchar las necesidades de los progenitores, saber preguntar con
un lenguaje sencillo y claro, así como también comprobar que las
recomendaciones han sido comprendidas y lograr acuerdos para el cuidado de los
niños
• Es muy importante favorecer la autoestima y la seguridad materna sobre todo en
madres muy jóvenes, en primerizas, si han tenido pérdidas fetales o infantiles,
hijos con malformaciones congénitas o están atravesando una crisis familiar.
• Destacar los aspectos positivos de la madre en la crianza del niño le otorga
seguridad y confianza en ella.
Escuchar a los padres: debe escucharse el relato de la madre referido a la evolución del
niño, los problemas detectados y los interrogantes que la familia tiene respecto de la
salud del niño.-Este es el momento indicado para hacer las preguntas con el fin de obtener
un diagnóstico tanto de los problemas de salud que refiere la madre, como los aspectos
de la dinámica familiar, dificultades y problemas de la madre en la crianza. Si el niño está
despierto se puede aprovechar ese período para observar su conducta, su desarrollo y el
vínculo del niño con la madre o la familia.
La evaluación comprende: el examen físico completo, las mediciones antropométricas, el
estado nutricional y el desarrollo.
Durante la evaluación se puede comentar a la madre los hallazgos normales y las
alteraciones, señalando la importancia de cada una de éstas, el pronóstico y las medidas
terapéuticas a implementar si correspondiera.
Indicaciones y Recomendaciones: es necesario volver a sentarse frente a la familia al final
de la consulta, para conversar con ella y realizar una síntesis de la salud del niño y
promover las acciones preventivas necesarias para cada etapa que va atravesando el niño
(aspectos del desarrollo, inmunizaciones, prevención de accidentes, lactancia materna u
otras). Y además, darle un espacio a los padres para que puedan despejar todas sus dudas.
Fuentes:
Boletín PROAPS – REMEDIAR VOLUMEN 3. Nº 19 - agosto / Septiembre 2005 - Plan Federal
de Salud
Control del Niño Sano Control en salud del niño durante el primer año de vida-Área de
Salud Integral del Niño. - Dres. Lucrecia Manfredi, Ana María Speranza, Alicia Giannini,
Nora Corso.
Dirección Nacional de Salud Materno-infantil - Ministerio de Salud y Ambiente de la
Nación. Módulo de Capacitación, Promoción y Mantenimiento de la Lactancia Materna.
Ministerio de Salud y Acción Social- 1998.
Guía de Seguimiento del Recién Nacido de Riesgo. Dirección Nacional de Salud Materno-
Infantil. Ministerio de Salud- 2003.
35
Guía para la Atención del Parto en Maternidades Centradas en la Familia. Dirección
Nacional de Salud Materno-Infantil. Ministerio de Salud y Ambiente. 2004.
Cuidando al Bebé, Guía para el Equipo de Salud y la Familia” Dirección Nacional de Salud
Materno-Infantil. Ministerio de Salud y Ambiente. 2005.
Guía para la Atención Integral del niño de 0-5 años- Módulo 1 Primer año de vida.
Ministerio de Salud. Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. Programa Materno-infantil-
2004.
Guía para la Supervisión de la Salud de Niños y Adolescentes. Sociedad Argentina de
Pediatría. 2002.
Guía de Alimentación para Niños Sanos de 0 a 2 años. Comité de Nutrición. Sociedad
Argentina de Pediatría- 2001.
Guía para la Evaluación del Desarrollo en el niño menor de seis años. Lejarraga-Krupitzky y
col.1996.
Guías Alimentarias para la población infantil- Dirección Nacional de Salud Materno-
Infantil. Ministerio de Salud y Ambiente. En prensa.
Plan Estratégico para la Reducción de la Mortalidad Materna y la Mortalidad Infantil 2009
– 2011
http://msal.gov.ar/htm/Site/promin/UCMISALUD/index.htm
Comunicación efectiva.
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Procesos de trabajo y producción
Técnicas y Normas
• Manual de procedimientos.
• Normas jurisdiccionales, nacionales e internacionales.
37
Morbi-mortalidad materna y mortalidad infantil en la Republica Argentina
El presente documento propone un instrumento de evaluación de la calidad de atención,
basado en eventos adversos (muertes materno-infantiles) que, implementado a nivel
provincial, municipal o institucional, posibilitará desarrollar capacidad crítica en el equipo
de salud para promover acciones correctivas, tendientes a mejorar la calidad de atención
con potencial efecto sobre la reducción de la mortalidad materno-infantil.
El propósito es modificar el riesgo de ocurrencia de los eventos adversos, conociendo y
actuando sobre los factores condicionantes, contribuyendo así a mejorar la calidad de la
atención. El objetivo es lograr una prestación de servicios seguros para la madre y el niño,
con adecuada asistencia del período preconcepcional, del embarazo, el parto, el puerperio
y la infancia, garantizando las condiciones asistenciales esenciales y la atención de
emergencia oportuna y calificada, con referencia a niveles de complejidad adecuados y
eliminación de las barreras que restrinjan la accesibilidad a los servicios. Antecedentes
La Cumbre Mundial en favor de la Infancia, realizada en Nueva York en 1990 –de la cual
nuestro país fue signatario– plasmó el “Compromiso Nacional en favor de la Madre y el
Niño” –lanzado en 1991–, en el cual se asumió el compromiso de reducir la Mortalidad
Materno-Infantil y de atenuar las importantes diferencias regionales y provinciales, fijando
metas a cumplir en el año 2000.
La Mortalidad Materna1 en la década de los ‘90 mostró fluctuaciones que no configuran
una tendencia. En el año 2000 la tasa fue de 35 %ooo, alcanzándose así la meta
comprometida en la citada Cumbre Mundial de la Infancia (que fue de 40%ooo), pero en
el año 2002 asciende a 43 %ooo. No obstante, el subregistro de causa es elevado y se
estima que cada año mueren en la Argentina alrededor de 500 mujeres, mientras que el
estado de salud de otras 15.000 queda afectado por causas relacionadas con el embarazo,
el parto y el puerperio.
La Mortalidad Infantil ha descendido, cumpliéndose la meta propuesta, al alcanzar un
índice inferior al 20 por mil. No obstante, esta tasa es elevada si se considera la situación
de otros países de la región con menor gasto en salud, pero con mejor organización
sanitaria (Cuba, Chile, Costa Rica). En Argentina se registran aproximadamente 12.000
defunciones infantiles por año. Otro antecedente relevante a considerar es que, en el año
1994, fueron incorporadas a nuestra Constitución Nacional (Art. 75º, Inc. 22), entre otras:
la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Convención sobre los Derechos del
Niño y la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la
Mujer. En ellas se consignan: el derecho a la vida, la sobrevivencia y la seguridad; los
derechos relacionados con la maternidad y la salud; el derecho a la no discriminación y al
respeto por la diferencia; y derechos a la información, a la educación para la protección de
la salud de la mujer durante el embarazo y el parto.
Se destaca también:
• La preocupación por el hecho de que, en situaciones de pobreza, la mujer tiene un
acceso mínimo a la alimentación, la salud, así como a la satisfacción de otras
necesidades; por lo que promueve la eliminación de toda distinción, exclusión o
restricción basada en el sexo, fomentando la igualdad de derechos de hombres y
mujeres.
38
• Que la infancia tiene derecho a cuidados y asistencia especiales, convencidos de
que la familia, como grupo fundamental de la sociedad y medio natural para el
crecimiento y el bienestar de todos sus miembros, y en particular de los niños,
debe recibir la protección y asistencia necesarias para poder asumir plenamente
sus responsabilidades dentro de la comunidad.
Entre los factores que condicionan el lento descenso de la mortalidad materna e infantil
en la Argentina se destacan problemas de: gestión, organización, administración de los
recursos, calidad de la atención y cobertura, coordinación entre instituciones del sector
salud con otros sectores. Las defunciones materno-infantiles son la expresión extrema de
la mala calidad de vida a la que se ven expuestos amplios sectores de la población, la que
afecta también a los sobrevivientes, deteriorando y limitando sus potencialidades de
desarrollo futuro y sus posibilidades de alcanzar un desarrollo pleno. Una alta proporción
de estas defunciones son evitables, correspondiendo a patologías para las cuales están
disponibles recursos y tecnologías capaces de revertir la situación.
Ambos indicadores expresan inequidad en términos de desarrollo socioeconómico de la
población y en ambos se observan inaceptables asimetrías entre provincias así como,
dentro de éstas, entre zonas con diferente nivel social, concentrándose la pobreza y la
mortalidad reducible en forma asociada.
La Mortalidad Materna ha sido un problema de salud tradicionalmente postergado y
subestimado en nuestro país. Diversos factores contribuyen a ello, por ejemplo: la no muy
elevada frecuencia de defunciones maternas en los servicios y el deficitario llenado de los
certificados de defunción, por la escasa o inexacta información respecto de la evolución
de la gestación, el parto o el puerperio.
Atendiendo a esta grave situación, en 1996, se creó la Comisión Nacional Asesora de
Vigilancia y Control de la Mortalidad Materna, en el seno del Ministerio de Salud, entre
cuyas funciones se destacaron:
• Proponer una metodología de vigilancia permanente de la mortalidad materna
utilizando la información disponible.
• Mejorar los sistemas de información.
• Recomendar metodologías de análisis.
• Identificar condicionantes o factores de riesgo asociados a la Mortalidad Materna.
• Elaborar estrategias para reducir la misma.
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El desarrollo de metodologías de análisis de las defunciones infantiles fue objeto de
múltiples investigaciones en América Latina.
UNICEF de Argentina entre 1995 y 1996, contribuyó a implementar, en varias provincias,
el producto de esas investigaciones con las respectivas adaptaciones y mejoras. Producto
de este trabajo es el documento “¿Por qué mueren los niños?” en el cual se avanza hacia
un análisis cualitativo de cada caso de muerte infantil. Esta metodología es un poderoso
instrumento para analizar problemas de calidad en el proceso de atención que producen
mortalidad reducible.
La mortalidad materna.
Las muertes de mujeres provocadas por problemas ocurridos durante el proceso
reproductivo tienen consecuencias profunda-mente negativas para las familias en las
cuales estos hechos ocurren y para la comunidad en general. Se trata de un hecho de
magnitud y trascendencia social muy importante a lo que debe sumarse que, para una
misma mujer, el riesgo de muerte materna es recurrente y se incrementa con cada
embarazo. En nuestro país casi la totalidad de las muertes maternas son evitables. Están
condicionadas por causas removibles (ver gráfico adjunto) con los conocimientos técnico-
científicos actuales en el marco de las coberturas institucionales del parto. Dado el
subregistro de causas –que según investigaciones se elevaría al 50 %–, el peso de estas
causas puede diferir notoriamente entre los grupos de muertes maternas certificadas
(descriptas en el gráfico anterior) y las no reconocidas como tales. Puede estimarse, por
ejemplo, que el peso de la muerte ligada al aborto es mucho mayor entre las defunciones
maternas “subregistradas”. La mortalidad materna y la mortalidad infantil son indicadores
de la situación socio-económica de la población del país, de la organización del sistema
sanitario, de la cobertura y de la calidad de los servicios.
El escaso descenso de la mortalidad materna en la Argentina obliga a revisar conductas y
procedimientos en los servicios de atención. Asimismo, pone en evidencia la existencia de
deficiencias en el proceso de atención de la embarazada (captación precoz, calidad,
cantidad e integralidad de los controles prenatales), la calidad de atención del parto, del
puerperio y el acceso a programas de salud sexual y reproductiva, vulnerando derechos
consagrados por la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación
contra la Mujer incorporada en nuestra Constitución Nacional.
Es reconocido que el embarazo no deseado pone en peligro la vida de la mujer o afecta su
bienestar ya sea porque la mujer tenga problemas de salud, le falte el apoyo o los recursos
necesarios para tener un embarazo saludable y criar un niño sano. Cuando las mujeres no
tienen acceso a la anticoncepción, frecuentemente recurren a la interrupción del
embarazo no buscado con procedimientos que suelen ocasionarle incapacidad o la
muerte. Este indicador (la Mortalidad Materna) evidencia también la falta de respuesta
ante diversas situaciones de emergencia asistencial tales como hemorragias, infecciones o
complicaciones de la hipertensión arterial donde resulta necesario asegurar que las
acciones preventivas y de tratamiento lleguen oportunamente.
La organización de los servicios asistenciales por niveles de atención y capacidad
resolutiva, la calidad y la accesibilidad a los mismos, son las claves para mejorar los
resultados materno perinatales.
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La morbilidad materna severa
Es un problema de salud que no ha sido suficientemente analizado. Se procura mejorar el
conocimiento de las secuelas graves acaecidas en las mujeres como consecuencia de la
atención recibida a lo largo de las distintas etapas del proceso reproductivo.
La cuantificación y el análisis adecuado de la morbilidad materna severa, junto con la
mortalidad materna, otorgará visibilidad a la verdadera magnitud de los déficits de calidad
de la atención del proceso reproductivo en nuestro país.
La mortalidad infantil
En nuestro país la tasa de mortalidad infantil de la última década muestra una tendencia
descendente siendo, este descenso, más acentuado en la mortalidad neonatal que en la
post-neonatal.
El mayor descenso de la Mortalidad Neonatal se ha debido, sobre todo en la década del
‘90, al descenso de la mortalidad de los neonatos de bajo peso (<2500 gramos) y muy bajo
peso (< 1500 gramos), ya que la frecuencia de nacimientos de bajo peso y muy bajo peso
permaneció estable ( 7% y 1% respectivamente).
Este mayor descenso de la mortalidad neonatal revela probablemente un sesgo
inadecuado de las actividades del sistema de salud con fuerte énfasis en las acciones
curativas de costo elevado en desmedro de las acciones preventivas o la atención
adecuada de patología que se resuelve con tecnología sencilla.
Las principales causas de mortalidad infantil son las perinatales, observándose, en este
grupo, un descenso sostenido durante la década de los ´90, lo que explica el descenso de
la Mortalidad Neonatal en el país comentado antes. Simultáneamente, no hay cambios en
la mortalidad por anomalías congénitas. En el siguiente cuadro se exponen las primeras
cinco causas de Mortalidad Infantil entre 1994 y 2000.
La distribución de las principales causas no es homogénea y como parte de la crisis
económico social y los problemas del sistema de salud, en los últimos años, se ha
producido la reaparición de la diarrea entre las cinco primeras causas de mortalidad post-
neonatal en algunas de las provincias más pobres del país.
Al analizar las tasas de mortalidad infantil en las diferentes provincias se observa una gran
diferencia entre las que tienen tasas más bajas (Capital Federal: 9,4 %0) y aquellas con
indica-dores más elevados, que triplican a las primeras (Corrientes 30,4 %0 o Jujuy 23,1
%0).
En otro sentido, diferentes investigaciones y publicaciones de la Dirección de Estadísticas
Vitales e Información de Salud, del Ministerio de Salud, han demostrado que el 65% de la
mortalidad infantil es reducible por acciones preventivas o curativas, de tecnología simple
o complejidad moderada. Esta efectividad puede alcanzarse si los recursos disponibles en
la actualidad son empleados oportunamente, lo cual con frecuencia no ocurre debido a
problemas en el proceso de atención.
La elevada frecuencia de causas reducibles también ha permanecido estable,
demostrando la deficiencia del Sector Salud para atender a la población infantil.
Una mejor organización y funcionamiento de los servicios de prevención y atención
infantil constituye un objetivo fundamental para reducir las defunciones infantiles.
La mortalidad perinatal
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De los dos componentes de este indicador (Mortalidad Fetal Tardía y Mortalidad Neonatal
Precoz), el neonatal precoz es el mejor registrado. La mortalidad fetal, a nivel nacional,
comenzó a publicarse en el Anuario de Estadísticas Vitales a partir del año 1994.
Se estima que los condicionantes de las de-funciones perinatales son comunes para
ambos componentes y están ligados a la atención del proceso reproductivo en general y la
atención del parto en particular. Este hecho sustenta la importancia de considerar a las
defunciones fetales tardías en este trabajo y también, el conocimiento de que la
potencialidad biológicade estos niños, cuyo peso al nacer es de 1000 gr o más, posibilitaría
una supervivencia normal si los condicionantes de su muerte –rever-sibles en un alto
porcentaje de casos– pudieran ser removidos.
En nuestro país, el análisis comparativo entre las tasas de Mortalidad Fetal Intermedia y
Tardía muestra valores notablemente superiores en esta última, lo que indica claramente
el incremento del riesgo de fallecer en las cercanías del nacimiento.
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Esta definición responde a que los procedimientos actuales para mantener la vida en
condiciones críticas cada día prolongan más el momento de la muerte. Esto también
se aplica a las muertes maternas, donde está aumentando la proporción de mujeres
que fallecen después de los 42 días de finalizado el embarazo.
Este es el indicador, sugerido por la OMS, que se utiliza a nivel internacional y también en
nuestro país (por el Programa Nacional de Esta-dísticas de Salud), para expresar la “Tasa
de Mortalidad Materna” (TMM). Ello obedece a la necesidad de dar continuidad a las
series estadísticas del país en adhesión a convenciones adoptadas internacionalmente, lo
cual posibilita comparaciones entre países y en el tiempo.
Entonces, lo que llamamos TMM, es en realidad la “razón” de mortalidad materna.
Este indicador representa el riesgo que conlleva cada embarazo, es decir el riesgo
obstétrico; es la expresión de la frecuencia con que ocurre la muerte materna en un
período de tiempo y espacio determinados.
El término “tasa”, así utilizado, no es técnicamente exacto pues, para expresar con mayor
exactitud la idea de riesgo, el denominador debería incluir a todas las mujeres sometidas
al riesgo estudiado, en este caso el número total de embarazadas y puérperas hasta los 42
días. Como la obtención de este dato es difícil o casi imposible para una población
determinada, se utiliza como aproximación el número de nacidos vivos. Por este motivo la
RMM sobredimensiona ligeramente el riesgo.
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Muertes obstétricas directas
ocurridas en un área y durante
un período determinado (*)
RMOD = ————---------—————-------------------——— x 100.000
Nacidos vivos (durante el mismo período)
Este indicador mide tanto el riesgo obstétrico como la frecuencia con la que las mujeres
están expuestas a ese riesgo. Se calcula como el número de muertes maternas en un
período dado por 100.000 mujeres en edad fértil (considerando como tal a las
comprendidas entre 10 y los 49 años de edad).
A efectos de expresar la verdadera dimensión del riesgo, la TMM (cuyo denominador es el
número de mujeres en edad fértil) lo minimiza, pues no todas las mujeres en edad fértil se
embarazan, y tampoco lo hacen todos los años. Por lo tanto, para poder comparar las
diferentes poblaciones deberíamos ajustar los denominadores de acuerdo a las tasas de
fecundidad.
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Es conveniente reiterar que el Programa Nacional de Estadísticas Vitales describe como
“Tasa” la RMM, tal lo consignado precedentemente.
Finalmente, para expresar este valor en una razón cuyo numerador sea la unidad,
calculamos su valor inverso y lo expresamos como “una defunción materna cada X
nacimientos”.
Por ejemplo, podemos calcular el RAMM en la Argentina en base a datos del año 2000: la
TMM Argentina para ese año fue de 35 por 100.000 y la TGF fue de 2,4 hijos por mujer. A
partir de estos indicadores calculamos:
RAMM = 1 – (1 – 0,00035) 2,4 = 0,00083979
Mortalidad neonatal: es la mortalidad infantil que ocurre en los primeros 28 días de vida
(0 al 27° día cumplido). Tiene, a su vez, dos componentes:
• Mortalidad Neonatal Precoz: son las muertes infantiles que ocurren en los
primeros 7 días (de 0 al 6° día cumplido).
• Mortalidad Neonatal Tardía: son las muertes infantiles que ocurren desde el 7º al
27º día cumplido de vida.
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Mortalidad posneonatal: es la mortalidad infantil que sucede entre el día 28º y los 364
días de vida cumplidos.
Tasa de mortalidad infantil (TMI): Es la frecuencia con que ocurre la muerte infantil en un
período de tiempo y un espacio determinado. Mide el riesgo de morir que tiene un nacido
vivo antes de cumplir un año de edad.
Número de muertes infantiles
en un área y en un año determinados
TMI = ——————-----------------------—————— x 1000
Número de nacidos vivos en esa área
y en ese mismo año
Esta tasa es considerada universalmente como uno de los mejores indicadores, no
solamente de salud infantil, sino también del nivel socioeconómico de una población.
Tasa de Mortalidad Neonatal Precoz
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La edad gestacional establece un “criterio de tiempo” que ha sido utilizado para clasificar
las muertes fetales en:
• Muerte fetal precoz: con menos de 20 semanas de gestación. Estas muertes fetales
son denominadas “abortos”.
• Muerte fetal intermedia: de 20 a 27 semanas de gestación.
• Muerte fetal tardía: con 28 o más semanas de gestación.
La mortalidad fetal puede a su vez clasificarse según los hallazgos macroscópicos del feto
fallecido, lo que permite inferir las probables causas de la muerte con fines
epidemiológicos y las posibles intervenciones para mejorar el proceso de atención
perinatal. Siguiendo criterios propuestos por Wigglesworth, los elementos macroscópicos
a constatar son:
• Existencia de malformaciones.
• Existencia de maceración: indica que la muerte aconteció antes del parto.
• Ausencia de maceración: indica que la muerte se produjo durante el parto (asfixia)
• Peso del feto fallecido: <1500 gramos ; 1500-2500 gramos, >2500 gramos
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categorías se incluyen las otras y, en consecuencia, se superponen (por ejemplo, “bajo”
incluye “muy bajo” y “extremadamente bajo”, mientras que “muy bajo” incluye
“extremadamente bajo”).
Bajo peso al nacer (BPN): incluye a los que pesan menos de 2500 g (hasta 2499 inclusive).
Muy bajo peso al nacer (MBPN): incluye a los que pesan menos de 1500 g (hasta 1499
inclusive).
Extremadamente bajo peso al nacer (EBPN): incluye a los que pesan menos de 1000 gr
(hasta 999 gr inclusive).
Edad gestacional: es la duración de la gestación. Se mide a partir del primer día del último
período menstrual normal. Se expresa en días o en semanas completas.
Pretérmino: menos de 37 semanas completas (menos de 259 días) de gestación. A
término: de 37 a 41 semanas completas (259 a 293 días) de gestación.
Postérmino: 42 semanas completas o más (294 días o más) de gestación.
Causas de defunción.
A efectos del adecuado registro de las causas de defunciones, tanto maternas como
infantiles, se tendrán en cuenta las definiciones consignadas por la CIE-10. A estos efectos,
en el Informe Estadístico de Defunción y en la Ficha de Vigilancia Epidemiológica, las
causas de muerte se registrarán según las siguientes especificaciones:
• Causas de defunción: son todas aquellas enfermedades, estados morbosos o
lesiones que causaron la muerte o que contribuyeron a ella y las circunstancias del
accidente o de la violencia que produjeron dichas lesiones. El propósito de esta
definición es asegurar que se registre toda la información pertinente y que el
certificador no seleccione algunas afecciones para registrarlas y rechace otras. Esta
definición no incluye síntomas ni modos de morir tales como paro cardíaco o
insuficiencia respiratoria, cuando son el resultado final de un proceso de
enfermedad
• Causa básica de defunción: esta es la causa que se utiliza para la tabulación de
estadísticas vitales. Puede ser definida como:
o La enfermedad o lesión que inició la cadena de acontecimientos patológicos que
condujeron directamente a la muerte.
o Las circunstancias del accidente o violencia que produjeron la lesión fatal.
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LA VIGILANCIA EPIDEMIOLÓGICA: ESTADO ACTUAL
DEL ANÁLISIS DE LA MORTALIDAD MATERNO-INFANTIL.
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Los usos de la Vigilancia en Salud Pública son múltiples. A manera de sistematización, el
cuadro siguiente identifica sus principales aplicaciones:
Todos los sistemas de vigilancia comparten atributos generales que determinan la calidad
del sistema que establecen las características indispensables del modelo. Por lo tanto, los
sistemas de vigilancia epidemiológica deben cumplir con ciertas características a fin de ser
útiles para la acción.
Estos atributos interactúan entre sí, logrando el equilibrio de acuerdo con las necesidades
del momento.
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• Establecer el mecanismo de difusión.
• Garantizar el análisis y la interpretación de la información a nivel local, jurisdiccional y
nacional para que los encargados de tomar decisiones puedan ver y comprender lo que
dicha información entraña.
• Evaluar periódicamente objetivos y métodos. Se deberá responder a preguntas
fundamentales como: ¿Generó el sistema las respuestas necesarias a los problemas?
¿Resultó oportuna la información?
• Promover la participación de las partes interesadas en la vigilancia: prácticamente todos
los sistemas de vigilancia incluyen redes de organizaciones e individuos, estos podrán
involucrar a la comunidad, servicios de atención, autoridades sanitarias locales,
ministerios de salud provinciales y nacional.
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