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La administración del tiempo es una habilidad en la que se combinan diferentes
factores, y la ausencia de algunos de ellos la afecta.
El conocimiento de estos factores es importante para desarrollar esta habilidad. La
práctica continua de algunas de las acciones que aquí se sugieren, hace su aplicación
cada vez más fácil. El presente trabajo tiene dos objetivos. Primero: que reflexiones
acerca de cómo usar tu tiempo. Segundo: ayudarte a organizar tus actividades a
partir de tus propósitos personales.
Los propósitos, de acuerdo con el tiempo en que se pueden alcanzar, son a corto,
mediano y largo plazo.
De acuerdo con tu situación personal, revisa tus propósitos. Si es necesario, escribilos.
Realizar tus propósitos a corto plazo sienta las bases para que alcances lo que te has
fijado a mediano plazo, y éstos, a su vez te llevan a conseguir los propósitos a largo
plazo.
Aprender a ADMINISTRAR TU TIEMPO es indispensable para lograr tus propósitos.
Para lograr en el tiempo adecuado lo que nos hemos propuesto, nuestras acciones -lo
que hacemos- deben tener una DIRECCIÓN.
La dirección óptima de nuestras acciones depende de que sepamos planificar y
organizar.
La planificación y la organización de lo que hacemos, es decir, LA ADMINISTRACIÓN
DE NUESTRO TIEMPO, permite alcanzar nuestros propósitos por el camino más corto.
Por eso las opciones de organización y dirección son dos elementos básicos para
administrar nuestro tiempo.
Significa definir las actividades que tenemos que realizar para lograr lo que nos
hemos propuesto y prever o anticipar las consecuencias que nos ocasionaría el no
llevar a cabo estas actividades.
Ahora elegí un propósito a corto plazo y anota las actividades que es necesario cubrir.
Propósito:
Revisa cada una de las actividades y pensá cuáles serían las consecuencias de no
realizarlas. Ahora calculá cuánto tiempo te van llevar y establece un horario para
realizarlas.
De esta misma manera se pueden planificar las actividades a mediano y largo plazo.
Significa ORDENAR, establecer la secuencia y el tiempo en que deben realizarse las
actividades de acuerdo con nuestras posibilidades, circunstancias y experiencias.
- HABILIDAD PERSONAL
Las actividades que te resultan fáciles te toman menos tiempo.
Hay actividades que nos parecen poco atractivas, pero tenemos que cumplirlas. A
veces, cuando no queremos hacer algo pero lo tenemos que hacer, nos lleva más
tiempo del que pensamos. Cuando hacemos las cosas de mala gana podemos
complicarnos más.
Saber cómo estudiar nos facilita la realización de las actividades de estudio.
Además del grado de dificultad de la tarea, de la habilidad personal para realizarla,
del interés o la necesidad de cumplirla y del uso de las técnicas de estudio, es
necesario considerar también que cada actividad de estudio implica una etapa de
preparación, una de revisión y otra de evaluación; etapas a las cuales habrá que
asignarles un tiempo.
Etapa de preparación: Se inicia con la disposición de concentrar todos nuestros
sentidos en aprender lo que vamos a estudiar. (Por ejemplo: preparar el mate,
ordenar la mesa).
Etapa de revisión: En ella se repasa el material antecedente de lo que se va a estudiar.
Etapa de estudio. Durante esta etapa se lleva a cabo la ACTIVIDAD DE ESTUDIAR, y
ponemos en práctica las técnicas de estudio adecuadas al caso.
Ahora, confecciona un cuadro anotando: las materias que actualmente cursas y el
tiempo que consideres necesario dedicar por semana a tu estudio, para lograr tus
propósitos a corto plazo.
Debes considerar el grado de dificultad de cada una de las materias, tu habilidad
personal, tu interés o necesidad y tu dominio de las técnicas de estudio.
Analiza y valora si el tiempo que les asignaste a cada materia o tema guarda
equilibrio en relación al tiempo de que dispones y a tus propósitos a corto plazo.
Elabora un horario que combine tus actividades de estudio (las cuales anotaste de
manera general en el cuadro anterior) con todas tus otras actividades (dormir, comer,
ir al cine, ver a tus amigos(as), etcétera), a fin de que te permita realmente obtener el
máximo provecho de tu tiempo para lograr lo que deseas. Recuerda que el tiempo de
estudio incluye tiempo para revisar, preparar y evaluar..
Podes optimizar el uso de tu tiempo tanto para el estudio como para otras actividades,
si te organizas y preparas un horario semanal.
Alguna de las principales ventajas de trabajar con un horario realista son:
● Al estudiar cotidianamente, el aprendizaje es gradual, por lo que hay una
mayor retención de lo estudiado.
● Te reduce la tensión emocional, en tanto que estudias con menos presión.
● El tiempo de preparación para los exámenes se convierte en un repaso de
lo que se ha estudiado poco a poco, durante un periodo de tiempo.
● En la medida en que sos vos el que administra el tiempo a partir de tus
circunstancias personales, es más fácil que intentes lograr el propósito con
el cual te has comprometido.
Otras sugerencias
En base a tu experiencia, analiza las sugerencias que se te presentan a continuación...
Si las practicas con constancia, contribuirán a que obtengas mejores resultados del
tiempo invertido para estudiar.
● Inicia el estudio con las materias más difíciles o poco interesantes.
● Respeta el tiempo semanal asignado a cada una de las actividades que has
establecido para cumplir tus propósitos de estudio.
● Descansa de cinco a diez minutos por cada hora de estudio (tratar de no
mirar el celular en minutos de descanso, porque puede llevar a una
distracción mayor).
● Prepara las cosas que vas a necesitar al estudiar.
● A veces se presentan imprevistos. Es importante que busques tiempo para
cumplir las actividades que habías programado y que por alguna razón
dejaste de hacer.
● Prevé menor carga de tareas o trabajos al final del cuatrimestre.
● Revisa cada semana el horario que elaboraste y determina hasta qué
punto lo cumpliste.
No te olvides que administrar tu tiempo a partir de tus actividades de estudio te
facilita el camino del aprendizaje y te permite cumplir con tus compromisos. Te
ayuda a saber qué estudiar y cuándo hacerlo.
Una vez que adquieras la habilidad para administrar tu tiempo, en función de tus
propósitos y compromisos personales, podrás organizar tus actividades sin tener que
registrarlas en el papel.