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Corte de Apelaciones de Concepción, 24/05/2010, 98-10

Tipo: Recurso de apelación Resultado: Acogido- Revoca

Doctrina:
1.- Corresponde revocar la sentencia en el punto en que no hace lugar a declarar bien
familiar los bienes muebles que guarnecen el bien raíz - en el caso, la demandante si bien
no los singulariza, sus testigos se refieren a ellos en forma genérica, a una mesa y seis
sillas, una cama de dos plazas y una cómoda- y en su lugar se declara que se hace lugar a
dicha petición, toda vez que de una armónica interpretación de los artículos 141 , 512 y
1121 del Código Civil se puede colegir que los bienes muebles de una casa o los que
guarnecen la residencia familiar, son aquellos que la visten y se encuentran en ella con
excepción de los que tienen un carácter personal o profesional, que no es el caso de los que
se reclaman.
2.- Como la ley no define lo que debe entenderse por muebles que guarnecen la residencia
de la familia, aplicando la regla de hermenéutica legal del artículo 20 del Código Civil, es
dable sostener que guarnecer, de acuerdo al sentido natural y obvio de las palabras, permite
asignar este carácter a los bienes muebles que alhajan el hogar, es decir el amoblado de la
residencia familiar, sin consideraciones de otro orden, esto es, sin atender quien es su
propietario, ni a su valor, sea este económico, sea histórico o sólo afectivo.

Texto completo de Sentencia

Concepción, 24 de mayo de 2010.-

VISTO:
Se eliminan la letra g) del motivo 8 y los párrafos finales de los fundamentos 10 y 11 de la
sentencia en alzada, se la reproduce en lo demás y se tiene en su lugar y también presente:

1.- Que, el artículo 141 del Código Civil dispone que "El inmueble de propiedad de
cualquiera de los cónyuges que sirva de residencia principal a la familia, y los muebles que
la guarnecen, podrán ser declarados bienes familiares."
Con esta institución se persigue asegurar a la familia un hogar físico estable donde sus
integrantes puedan desarrollar su vida con normalidad, aún después de disuelto el
matrimonio. (R. Ramos, Derecho de Familia Tomo I, pág. 332, 5 edición)

2.- Que, la sentencia de primera instancia accede a declarar bien familiar el inmueble de
propiedad del marido, que sirve de residencia a la mujer y a los hijos, pero rechaza la
misma declaración respecto de los muebles que lo guarnecen, porque "no se rindió prueba
que permitiera una identificación fehaciente, ni de quien es su propietario". Efectivamente
la demandante no los singulariza y sus testigos se refieren a ellos en forma genérica, por vía
de ejemplo, una mesa y seis sillas, una cama de dos plazas y una cómoda, etc.

3.- Que, como la ley no define lo que debe entenderse por muebles que guarnecen la
residencia de la familia, aplicando la regla de hermenéutica legal del artículo 20 del Código
Civil, es dable sostener que guarnecer, de acuerdo al sentido natural y obvio de las palabras,
significa- según la definición del diccionario de la Real Academia - colgar, vestir, adornar y
también dotar, proveer y equipar. De lo anterior se infiere que el citado artículo 141 permite
asignar este carácter a los bienes muebles que alhajan el hogar, es decir el amoblado de la
residencia familiar, sin consideraciones de otro orden, esto es, sin atender quien es el
propietario de ellos ni a su valor, sea este económico, sea histórico o sólo afectivo.
(sentencia C. Suprema, Rol 1245-2007, 31 mayo 2007, considerando quinto)

4.- Que, desde otra perspectiva y considerando que el Código del Ramo, en sus artículos
574 y 1121 se refiere a los muebles de una casa, es decir, a los que componen su ajuar ,
bien puede estarse a su contenido para determinar el sentido y alcance de la expresión que
se examina. La primera regla previene que: Cuando por ley o el hombre se usa la expresión
bienes muebles sin otra calificación, se comprenderán en ella todo lo que se entiende por
cosas muebles, según el artículo 567 del Código Civil.
En los muebles de una casa no se comprenderá el dinero, los documentos y papeles, las
colecciones científicas o artísticas, los libros o sus estantes, las medallas, las armas, los
instrumentos de artes y oficios, las joyas, las ropas de vestir, los carruajes o caballerías o
sus arreos, los granos, caldos, mercaderías, ni en general otras cosas que las que forman el
ajuar de una casa.
Por su parte el artículo 1121 del mismo cuerpo legal dispone: Si se lega una cosa con sus
muebles o con todo lo que se encuentra en ella, no se entenderán comprendidas en el legado
las cosas enumeradas en el inciso segundo del artículo 574, sino sólo las que forman el
ajuar de la casa y se encuentran en ella. (Mismo fallo, considerando sexto)

5.- Que de las reglas transcritas se colige que los bienes muebles de una casa o los que
guarnecen la residencia familiar, son aquellos que la visten y se encuentran en ella con
excepción de los que tienen un carácter personal o profesional, que no es el caso de los que
se reclaman.
La misma idea se repite en el artículo 1942 del Código Civil, al prevenir que podrá el
arrendador, para seguridad de este pago (precio o renta) y de las indemnizaciones a que
tenga derecho, retener todos los frutos existentes de la cosa arrendada, y todos los objetos
con que el arrendatario haya amoblado, guarnecido o previsto.
Es evidente que la institución materia de estos autos, se orienta a no privar a la familia de
su vivienda y amoblado, esto es, mantener, en la medida de lo posible la estabilidad del
ambiente familiar. (Sentencia antes citada, considerando séptimo)

6.- Que, por otra parte la doctrina, en general, entiende que los bienes muebles que
guarnecen el hogar son los señalados en el artículo 574 del Código Civil, que forman el
ajuar de una casa. Existe controversia sobre la necesidad de inventariar los bienes que
quedan afectados por la declaración de bien familiar, algunos autores opinan que deben
individualizarse tanto en la solicitud como en la sentencia o bien acompañar en la solicitud
el inventario. El profesor Ramos señala que el hecho que la ley no haya establecido la
obligación de inventariar resulta sugestivo y hace pensar que el Código tomó la expresión
"muebles que guarnecen el hogar" como una universalidad de hecho. Por lo demás, agrega,
esta interpretación es la que más favorece al cónyuge no propietario y a la familia, que es a
quienes se pretendió proteger con el establecimiento de los bienes familiares. (Obra citada,
págs.336 y sig.)
7.- Que, por último, apreciando conforme a las reglas de la sana crítica la prueba rendida
por la actora, especialmente la testimonial, no contradicha por prueba en contrario, y
teniendo en consideración la circunstancia de que la parte demandada se allanó a la
demanda, puede darse por establecido que los bienes que guarnecen el hogar son de
propiedad del marido y por ello se accederá a declararlos bienes familiares.

8.- Que, la constitución del derecho de usufructo a que alude el artículo 147 del Código
Civil tiene una naturaleza alimenticia, como lo demuestra el hecho de que el tribunal para
su constitución debe considerar las fuerzas patrimoniales de los cónyuges, y lo confirma el
que los acreedores del cónyuge beneficiado no los puedan embargar. Opina el autor Ramos
que el cónyuge afectado, invocando el artículo 332 del Código Civil, podrá solicitar el cese
de los gravámenes en cualquier tiempo que el cambio de las condiciones económicas de los
cónyuges no justifiquen su mantención y que la acción que persigue la constitución del
usufructo debe tramitarse en juicio sumario.

9.- Que, es un hecho de la causa que se reguló una pensión de alimentos a favor de la actora
y sus hijos, acordada por las partes en julio de 2009, y que la petición de constitución del
usufructo persigue un aumento de la referida pensión que no puede intentarse por esta vía y
por esa razón no puede accederse a la demanda en los términos planteados. De este modo,
carece de trascendencia la prueba aportada sobre el punto. Por estas consideraciones, citas
legales, se revoca la sentencia de seis de enero de dos mil diez, en su decisión B) que no
hace lugar a declarar bien familiar los bienes muebles que se guarnecen en el inmueble
antes singularizado, y en su lugar se declara que se hace lugar a dicha petición.

Se confirma en lo demás apelado el citado fallo.


Regístrese y devuélvase.
Redacción de la Ministra María Leonor Sanhueza Ojeda.
Rol N°98-2010
Sra. Herrera
Sra. Sanhueza
Sr. Tapia

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