BRICOLAJE - CONSTRUCCIÓN - DECORACIÓN - JARDINERÍA

Renovar
la cocina

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©Leroy Merlin, S.A., 2004
En esta ficha aparecen distintas fórmulas para renovar la cocina: desde
reformas estructurales que sirven para ampliar el espacio disponible, a
reformas funcionales que mejoran las condiciones de trabajo en ella,
y también ideas que simplemente ayudan a darle otro aire a esa
cocina que se ha quedado un poco anticuada.

Antes de empezar
1
la reforma

Podemos dar un aspecto distinto a la

cocina de muy distintas maneras,
teniendo siempre en cuenta el estado
actual que presente y lo que se
pretende mejorar en ella.

1 Decidir un presupuesto realista, proporcional al valor de la vivienda

y a la propia capacidad de inversión.
2 Preguntarse por la posibilidad de
cambiar la cocina de lugar o decidir
qué habitación de la casa es la más
idónea, si se va a realizar una
reforma general de toda la casa.
3 Determinar si uno tiene los
suficientes conocimientos y medios
para afrontar la reforma por sí
mismo. O bien será necesario
contratar los servicios de personal
cualificado: arquitecto, diseñador e
instaladores autorizados (sin olvidar
la obligatoriedad de solicitar las
licencias pertinentes en caso de obra mayor). Estos profesionales
son los que deben aconsejar sobre posibles soluciones que
impliquen cambios estructurales, como cambiar de lugar una
puerta, añadir una ventana o reubicar las instalaciones de gas,
electricidad, etc.
4 Hacer una lista de las cosas que más le gustan a uno de su cocina,
las que le disgustan, las prioridades y las necesidades detectadas en
el funcionamiento habitual. Es decir, es el momento de decidir si se
desea crear una zona para comer, instalar un lavavajillas, sacar la
lavadora al tendedero, etc.

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5 Definir el estilo en función de los gustos personales: rústico, clásico
o moderno.
6 Decidir el diseño de forma intuitiva y luego aplicar los
fundamentos ergonómicos al llamado triángulo de trabajo (ver
ficha "Diseño de cocinas"). En este momento será de gran utilidad
visitar las exposiciones de cocinas de Leroy Merlín y consultar los
catálogos para elegir el modelo de mueble que mejor se ajuste a las
preferencias personales. También es una buena ocasión para
consultar al vendedor de tienda acerca de las características de los
distintos materiales y acabados, y sobre la disposición más idónea
de la cocina. Tampoco hay que olvidar estudiar las cocinas de los
amigos y preguntar el resultado que les han dado.
7 Confeccionar una lista de accesorios y determinar el lugar donde
van a ser instalados.

2 Distintos tipos de reforma

En definitiva, a la hora de renovar la cocina, podemos efectuar tres
tipos distintos de reformas:
- Reformas estructurales.
- Reformas funcionales.
- Reformas en la decoración.

REFORMAS ESTRUCTURALES

Por elementos estructurales entendemos los pilares, tabiques, techo,

puertas y ventanas, tomas de gas, electricidad y agua. En definitiva,
todos aquellos elementos de construcción que hacen que una
habitación de la casa pueda albergar una cocina, o más exactamente,
que en ella se puedan realizar el conjunto de trabajos propios de la
cocina.
Ampliar el espacio
Cuando se realiza una reforma estructural, alguno de los elementos
mencionados anteriormente se ven afectados de tal manera que se
añaden, se eliminan o cambian su forma.

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 ANTES DESPUÉS

En las figuras se muestra el antes y el después de la reforma de una

cocina que gana el espacio de un pequeño cuarto de baño contiguo.

La reforma estructural más habitual en la cocina consiste en tirar un

tabique para ganar espacio de una habitación o una terraza
adyacentes.
Si se ha ampliado el número de metros cuadrados disponibles, habrá
que decidir la distribución del espacio resultante de forma racional,
con el objetivo de trabajar con la mayor comodidad en la nueva
cocina.

Si la cocina es ahora larga y estrecha se puede elegir una distribución

en línea; si es reducida pero cuadrada, los muebles deben repartirse
de forma paralela. Si la superficie es mayor, es posible elegir entre
distribuciones en L o en U. Lo importante es que los vértices del
triángulo de trabajo (zona de almacenamiento, zona de lavado y zona
de cocción) estén cercanos pero no contiguos (aproximadamente 120
cm). Si la distribución elegida es en isla o península, los recorridos
serán más incómodos pero se gana en el plano decorativo (ver ficha
“Diseño de cocinas”).
Cuando la novedad que se incorpora en la cocina es una zona para
comer, es importante recordar que la mesa debe estar lo más alejada
posible de la zona de cocción.

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Instalaciones
Si la reforma de la cocina implica mover las instalaciones de agua, gas
o electricidad, debe ser planificada al detalle, pues lo más problable es
que afecten a la distribución y localización de la placa de cocción (gas
o electricidad, fregadero (agua) y frigorífico (electricidad). Es decir, los
vértices del triángulo de trabajo.

La reforma de la instalación de gas la ha

de realizar siempre personal técnico
cualificado y autorizado. Ésta es, sin
duda, la instalación más delicada, ya que
cualquier defecto puede tener
consecuencias peligrosas.
Se deben prever, como mínimo, 5 tomas
de corriente con derivación a tierra y
cable de 6 mm2 de sección para los
grandes electrodomésticos (lavavajillas,
lavadora, frigorífico, horno y placa de
cocción) y otros cinco enchufes vistos para
la campana extractora, el microondas y
2
los pequeños electrodomésticos (4 mm ),
todos ellos con circuitos y cableado
adecuados (ver ficha "Montar cuadros eléctricos"). No se debe instalar
ningún enchufe o interruptor cerca de la zona de lavado.
La iluminación también forma parte de la instalación eléctrica, pero
tiene un carácter más funcional (ver reformas funcionales en esta
misma ficha).

Revestimientos
Un capítulo importante son los
revestimientos, tanto de las
paredes como del suelo de la
cocina, pues han de soportar
humedad, humos e impactos así
como el desgaste del trabajo
diario. Por tanto, a la hora de
cambiar los suelos, es necesario
elegir materiales resistentes y
no porosos. Normalmente los
suelos cerámicos son los que mejor resultado dan en la cocina. Las
paredes pueden estar alicatadas con baldosas cerámicas o bien
pintadas o empapeladas con pintura y papel que aguanten las
condiciones especiales de cada cocina. Otra posibilidad es alicatar las
paredes hasta media altura y pintar o empapelar hasta el techo.

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 REFORMAS FUNCIONALES

Son aquellas que mejoran las condiciones de trabajo y funcionamiento

en la cocina desde un punto de vista práctico y ergonómico.
Además de que los vértices del triángulo de trabajo estén bien
ubicados para ahorrar recorridos innecesarios, se pueden revisar otros
muchos aspectos que hacen que la cocina sea un lugar agradable y
cómodo para estar y trabajar.

Optimizar el espacio de almacenamiento

Siempre que sea posible:
- Sacar de la cocina la lavadora y la secadora habilitando una estancia
como centro de lavado.
- Elegir un frigorífico de gran capacidad sin congelador o un
congelador pequeño. El gran congelador se puede ubicar en otro
lugar de la casa.
- Estudiar el número de armarios que realmente van
a ser necesarios. Como promedio se necesitan 5
metros lineales entre muebles altos, muebles bajos y
vitrinas para una casa en la que convivan 4 personas.
Si la cocina es muy pequeña, los muebles altos de
gran capacidad resultan muy útiles. Si no es
necesario, los muebles de tamaño estándar roban
menos espacio y tienen menos peso visual.
- Equipar los muebles con accesorios que optimicen al máximo su
capacidad de almacenamiento a la vez que
ordenen su contenido y
faciliten el acceso a los
objetos situados más al
fondo. Existe una gran
variedad de accesorios
contenedores para extraer
los objetos con sólo abrir las puertas del
mueble.
- Utilizar barras para colgar utensilios y otros accesorios auxiliares,
como soportes para rollos, escurreplatos, tablas de cortar, cuberteros,
especieros, etc.

Mejorar la ergonomía
- Colocar el lavavajillas junto al fregadero.
- Colocar el horno eléctrico cerca de la zona de preparación de
alimentos en una columna a la altura de los ojos, para que así se
pueda vigilar el horneado e introducir y sacar los alimentos con
facilidad.

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- A cada lado de la placa y junto al frigorífico
deben quedar, como mínimo, 50 cm de
encimera para poder apoyar los alimentos y
utensilios.
- Colocar muebles con cajones y caceroleros
cerca de la placa de cocción para guardar las
sartenes, cacerolas y utensilios que se empleen
para cocinar los alimentos.
- Conviene disponer de espacio libre de
encimera a ambos lados del fregadero para
apoyar los platos y evitar las posibles
salpicaduras de agua sobre la placa de cocción.
- Los tiradores deben ser cómodos y adaptados a la forma de la mano,
colocados de forma horizontal para los cajones y en vertical para los
armarios.
- Los puntos de luz deben planificarse para iluminar correctamente las
zonas de trabajo con luz blanca y orientada. Para el resto de la
estancia, se puede utilizar una luz ambiental general desde el techo.

REFORMAS EN LA DECORACIÓN

En ocasiones, aun teniendo ya la cocina

bien distribuida y optimizadas todas sus
funciones, se desea cambiar su aspecto,
modernizarla o actualizarla.
Con sólo cambiar las puertas de los
armarios, el color de las paredes o la cortina
de la ventana, se pueden conseguir efectos
sorprendentes.

Incorporar una cenefa

autoadhesiva

Jugar con el color de paredes y suelos

- Las paredes de cocinas grandes y
soleadas pueden decorarse con cualquier
gama de colores. Por el contrario, a las
cocinas pequeñas y oscuras les favorecen
los tonos claros y los colores etéreos que
den sensación de amplitud.
- Las zonas de la pared más expuestas al
calor, las salpicaduras y la humedad, se
pueden proteger con azulejos o con
planchas de acero inoxidable a modo de
antepecho que contraste con el resto de
la pared pintada con pintura.

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Añadir un zócalo de baldosas
nuevas sobre las antiguas, entre los
muebles altos y bajos, y disimular
el desnivel con una moldura
- La utilización de zócalos o frisos
oscuros da mayor amplitud y hace que
las paredes parezcan más altas.
- Las encimeras pueden contrastar con
los muebles dando una nota de color
horizontal.
- Los suelos de un único color dan
sensación de amplitud, mientras que
los suelos con diseños complejos
reducen visualmente los espacios
grandes.

Diferenciar zonas utilizando el color y la iluminación

Existen bastantes fórmulas para separar la zona de comer del resto de
la cocina:
- Con un color distinto de las baldosas o una cenefa que delimite las
zonas en el suelo.
- Revistiendo la zona con un friso de
madera o de PVC, colgando cuadros en las
paredes, baldas u otros objetos que no
estén presentes en la cocina.
- Utilizando un color distinto de pintura en
la pared o disponiendo los motivos del
papel pintado de una forma diferente al
resto de la cocina.
- Introduciendo más colores o potenciando
los ya existentes en la tapicería, la vajilla y
otros complementos de la mesa.
- Situando una lámpara sobre la mesa, con lo que la zona de comer
resultará más cálida y acogedora que el resto de la cocina donde están
realmente las zonas de trabajo.

Cambiar el aspecto de los muebles

- Cambiando las puertas de los muebles

y los frentes de los cajones se consigue
un aspecto totalmente distinto de la
cocina. A la hora de hacerlo es
importante tener en cuenta el color del
resto de los elementos. También se
puede contemplar la posibilidad de
combinar puertas con distintos colores.

ANTES

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- La apariencia de la cocina también
cambia considerablemente sustituyendo
algunos muebles altos por baldas y
vitrinas. Así, descansa la vista y se percibe
como una zona menos "pesada".
Además, se muestra el interior de los
armarios y ello permite la localización de
objetos sin tener que abrir las puertas.
En definitiva, se pierde el carácter
hermético de la cocina clásica. Esa
DESPUÉS
necesidad de esconderlo todo.

Introducir toques de estilo

Ya sea una cocina rústica, clásica o moderna, decorar la cocina
marcando un estilo y personalizando su decoración ayuda también a
que el trabajo que se realiza en ella sea mucho más agradable.

- Los elementos que mejor contribuyen a definir el estilo decorativo

de la cocina son la grifería, el fregadero y la campana extractora. A
estos se le añaden otros detalles decorativos como cuadros, relojes de
pared, jarrones, centros de mesa, balanzas, especieros, fruteros, jarras,
carritos, etc., que, elegidos en el mismo estilo, lo acentúan y
potencian.

- También existe la posibilidad de combinar estilos. Por ejemplo, una

balanza antigua puede incorporarse en una cocina moderna.
- Si lo que se pretende es dar un aspecto moderno a una cocina clásica,
se pueden eliminar la cornisa y el portaluz y sustituir el zócalo bajo los
armarios inferiores por patas metálicas vistas.

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Cambiar la decoración de la ventana
- La ventana es un elemento que también marca estilo en la cocina.
Así, se pueden utilizar desde estores o venecianas para cocinas clásicas
y modernas, hasta barras de latón o forja con cortinas y visillos
tradicionales para las cocinas clásicas o rústicas.
- A la hora de elegir la cortina, conviene jugar con los colores y
texturas de cada material presente en la cocina.

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