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Maria V
Melany
Cuando se empieza a idear el diseño de una futura cocina o de la reforma de una actual hay
varias cuestiones claras: el estilo, la forma de la estancia, las tonalidades… Sin embargo, hay
una que va a servir de guía en todo el proceso y que va a ser fundamental a la hora de
empezar los primeros esbozos, y esas son las medidas. En un espacio como la cocina, donde
la funcionalidad se vuelve más fundamental que en cualquier otra zona de la casa, sacar
partido a cada rincón se convierte en un objetivo. Pero, además, calcular y trabajar con las
medidas es básico a la hora de conseguir una estancia cómoda, ergonómica y que cubra las
necesidades de la familia. Por este motivo, hoy vamos a anotar cuáles son las medidas
estándares que suelen tener los muebles de cocina. En cualquier caso, a la hora de diseñar
una cocina, siempre se puede buscar la personalización del mobiliario, con la idea de adaptarlo
a la disposición de la estancia.
En cuanto a la profundidad, esta suele rondar los 60 cm- 70 cm. Aunque, en el caso de islas, y
normalmente en penínsulas, alcanza los 90 cm como mínimo. Para el ancho podemos hablar
de medidas más variadas, ya que esto sí que dependerá del número de muebles que
escojamos, el tipo (cajones, baldas, organizadores, esquineros…). Por ese motivo, podemos
estar hablando de muebles de 30 cm, 50 cm, 90 cm, 120 cm…
En cuanto a los muebles altos, la altura suele ser de unos 90 cm, aunque también podemos
instalar mobiliario de otras medidas, dependiendo de la altura de la cocina (por ejemplo,
muebles de 70 cm en cocinas de 2,15 m). En lo que respecta a la profundidad, suelen tener
menos fondo que los inferiores, ya que se busca la comodidad de las personas a la hora de
trabajar sobre la encimera, de forma que podamos incorporarnos sin riesgo de recibir golpes.
Por ese motivo, el fondo suele ser de unos 35 cm.
Para los muebles tipo columna, las medidas estándar para el ancho suelen ser 30 cm, 40 cm,
45 cm, 50 cm y 60 cm. En cuanto a la altura, si hablamos de columnas enteras, suelen tener en
torno a 2 m o 2,2 m (dependiendo de la altura de la cocina, sumándose el zócalo…)
● Teniendo en cuenta que la altura media de las personas suele ser de 1,60 cm a 1,80
cm, los muebles de la cocina suelen tener una altura total de unos 2,35 m máximo.
● Los muebles no se instalan directamente pegados a la pared, se suele dejar unos
centímetros de ventilación.
● Si tenemos muebles enfrentados, es muy importante dejar suficiente espacio para poder
movernos y para poder abrir por completo las puertas y cajones. De este modo, la
distancia mínima es de 130 cm.
● A la hora de instalar los muebles altos, tendremos en cuenta una altura a la que pueda
acceder la mayoría de las personas, por lo que hablamos en torno a los 140 cm desde
el suelo.
● La campana extractora suele estar a unos 70 cm de altura con respecto al mueble
inferior.
● En cuanto al horno, lo normal es instalarlo en columna o debajo de la vitrocerámica
pero, en cualquier caso, no debería estar a más de 75 cm de altura, ya que podría ser
incómodo su manejo para ciertas personas.
● En cuanto a los muebles de cajones, lo recomendado es que no incorporen más de
cinco.
Un aspecto de la cocina es el piso. Esto se debe a que los pisos descuidados pueden poner en
peligro la seguridad de toda la familia. Como pauta general, se debe elegir materiales para
pisos que sean más livianos y seguros. Los materiales ligeros ayudan a crear una cocina
amplia y luminosa. También podrá observar derrames y otros peligros en el piso. Después de
todo, la seguridad es primordial cuando se trata de cocinar.
También debe pensar en una buena ventilación mientras se diseña. En la cocina, la ventilación
permite el movimiento adecuado del aire. Es fundamental cuando el usuario cocina o prepara
alimentos, y es aún más importante cuando se trata de mantener su cocina con un olor fresco.
Para la ventilación de la cocina, es importante invertir en una campana extractora de alta
calidad con un potente extractor y si es posible una ventana.
También es fundamental analizar las características actuales de la habitación. En muchas
situaciones, las puertas, las vías de circulación y las ventanas ayudan a reducir las posibles
soluciones viables. Es importante que el lugar realmente funcione para su propósito principal,
que es cocinar. Como en qué partes de la cocina utilizará más para cocinar y con qué facilidad
podrá moverse entre ellas.
Comer saludable cada vez está teniendo más protagonismo en nuestras vidas y, por ende,
necesitamos modelos de cocinas cómodas, prácticas y funcionales para cocinar con
coherencia. Aquí, los diseñadores, interioristas y arquitectos lo saben, y están proyectando
cocinas modernas (hay interesantes propuestas) con una serie de técnicas en la distribución
modular. Ya no solo desprenden belleza o son acogedoras, entra en juego la utilidad en su
máxima expresión.
Para conocer los tipos de cocinas que nos brinda el mercado, tenemos que entender los
principios de cómo se distribuye una cocina funcional y para eso, los proyectistas utilizan el
«triángulo de trabajo» para formar la ubicación de las zonas de trabajo y la distancia entre ellas.
En la división de la cocina debe destacar tres zonas bien definidas; una para almacenamiento
de alimentos (despensa – frigorífico – congelador), otra de lavado (Comprende fregadero y
lavavajillas) y zona de cocción (El horno, placa, microondas). Así se crea una estructura
práctica para cocinar.
Para que el triángulo funcione de una forma óptima sobre la zona de labor, la suma de sus 3
lados no debe ser mayor de unos 8 metros, y, por separado, espacio recomendado es de 1,20
metros (espacio mínimo de trabajo es 90 cm), ni mayor de los 2,70 metros de distancia.
Tipos de cocina
1 – Cocinas en línea
La división del mobiliario en la distribución de una cocina lineal deberíamos mirar tres puntos:
Aquellas cocinas en línea recta que son abiertas al salón comedor no se deben utilizar
demasiados muebles altos (visualmente producimos una carga estética), estanterías cerradas y
los electrodomésticos integrados en una torre (horno y microondas) junto a la nevera.
La cocina de una hilera tiene ciertas ventajas y desventajas dentro de los modelos de tipos de
cocinas domésticas, que son:
Ventajas
Desventajas
Son aptas para espacios rectangulares y con un ancho, frente a frente, suficiente para poder
cocinar tranquilamente o estancias que tengan dos puertas opuestas.
Las zonas de trabajo en las cocinas en paralelo y su división puede ser casi perfecta, hay que
tener especial cuidado en la distancia existente entre las dos líneas de frente. Debe de tener un
mínimo de 1,20 para poder moverse con soltura ni mayor de los 2,70 m de distancia (que ya es
mucho).
Aquí las combinaciones en las particiones de las zonas pueden ser más variables y debemos
de considerar que:
■ El ideal en las distribuciones cocina en paralelo es: zona principal y frente, tarará zona
de cocción y lavado (mejor cerca de ventana o entrada de luz), y espaldas, zona de
almacenamiento (nevera cerca de puerta de entrada)
■ La opción es: una línea de frente, zona de cocción, y la segunda línea, ya
encontraríamos la zona de lavado y almacenamiento (se sitúan los elementos «fríos»
conjuntamente).
En la cocina de dos hileras podemos testar ciertas ventajas y desventajas que son:
Ventajas
■ Casan muy bien con los modelos de cocinas integrales permitiendo una ubicación casi
ideal.
■ Ideales para espacios estrechos mayores de 3 metros entre paredes.
■ Son aptas para ser abiertas al salón comedor en una de sus caras laterales.
■ En las cocinas de dos frentes pueden operar diferentes personas en la cocina sin
problemas
■ Su limpieza es fácil al no tener rincones ni recovecos.
■ Su instalación es relativamente barata y sencilla.
■ Podemos convertir un pasillo del hogar en una cocina versátil, cómoda y práctica.
Desventajas
El diseño en paralelo resulta una opción de las más adecuadas a la hora de distribuir una
cocina con coherencia y que sea muy funcional en el ámbito de los tipos de cocinas modernas.
3 – Cocinas en L
En los últimos años, la cocina en L se ha vuelto una tendencia muy común cuando se practican
reformas en viviendas donde se une el espacio del salón y comedor con la cocina.
Son aptas para estancias amplias donde podemos aprovechar al máximo las esquinas.
También permiten incluir una mesa de comedor o una isla de almacenaje central.
Las cocinas distribuidas en L son prácticas, pero en su división debemos de considerar que:
■ La suma de los tres lados (triángulo trabajo) debe oscilar entre 4 y 8 metros.
■ El frente más ancho y largo estarán las zonas de cocción y lavado, y el frente estrecho,
zona de almacenaje.
La cocina en esquinas o con un lateral abierto tiene ciertas ventajas y desventajas que son:
Ventajas
■ Visualmente son atractivas de ver. Se adapta muy bien a cualquier estilo decorativo de
casa.
■ Por su forma en L se puede jugar con la combinación del salón comedor y el espacio.
■ En estancias rectangulares que son casi cuadradas, es una opción recomendada.
■ Pueden cocinar diferentes personas sin problemas
■ Podemos tener una ménsula dónde añadir taburetes y mejorar la zona de
almacenamiento. Se aumenta la comodidad de cocinar al tener la extensión para poder
movernos.
■ Podemos añadir una mesa en la parte central.
■ Por sus características. es sencillo practicar reformas o cambiar electrodomésticos.
Desventajas
4 – Cocinas en U
Las cocinas modernas en U son las perfectas para cocinar ante una distribución ideal para el
cocinero.
Son muy aptas para espacios rectangulares y que tienen un único acceso, sea por puerta o sin
paramento vertical y abiertas al salón comedor.
Por su división (ocupa tres paredes) ya estamos hablando de huecos con un tamaño más
considerable donde la zona de almacenamiento es amplia al igual que las bancadas para
elaborar la comida.
Los ejemplos de cocinas distribuidas en U son grandes amigas del cocinero, pero en su
modulación debe de considerarse:
■ El triángulo de trabajo, la suma de los tres lados debe oscilar entre 4 y 8 metros. Más,
empieza a ser engorroso
■ La opción ideal en una cocina en forma de U o abierta es; frente, se coloca la opción de
fregadero o cocción, y en lateral, siempre almacenamiento.
La cocina en U, como todas las tipologías, tiene ventajas palpables y otras que no son tanto:
Ventajas
Desventajas
■ El precio de venta de este tipo de cocina es un poco elevado al tener más armarios y
ocupar más espacio.
■ Al tener esquinas ocupadas, la limpieza ya no es tan fácil y los armarios en esquina
pueden ser de difícil acceso.
■ Es una cocina que no es viable en espacios estrechos y pequeños. Necesitamos
habitaciones amplias para su colocación.
■ Hay que tener cuidado con los armarios altos para no crear un aspecto demasiado
cargado.
■ Sí el triángulo de trabajo es muy amplio, resultará menos funcional a la hora de cocinar.
■ Debemos de crear una planificación en la iluminación para poder trabajar con
coherencia.
Aunque la tipología de cocina con barra es más una extensión o ménsula que se añade a los
diferentes tipos de cocinas que hemos nombrado hasta ahora, cabe enumerar algunas
características peculiares.
Puntualizo que, cuando se añade una barra sobre una cocina en forma de U algunos
profesionales la designan como cocina en forma de G.
Pero ¿cuál es el objetivo o la función de incluir una barra? Aunque a priori es un gasto que no
parece necesario, si se dispone de espacio, es una opción modular muy útil.
Está ménsula debe de tener su propia iluminación y se recomienda que sea independiente a la
de la propia cocina (esta opción nos vendrá bien en ciertos momentos y ahorraremos luz).
6 – Cocinas en isla
Por excelencia, dentro del diseño de interiores, la cocina con isla ya no solo proporciona
belleza o mucho juego con otras piezas de mobiliario que son minimalistas, sino que también
es sinónimo de lujo
Por sus características, necesitamos espacios amplios. Es una opción versátil, que bien
planteada, incluso podremos cambiar la distribución modular si la isla tiene rueda (Solo
almacenamiento).
Primero, ¿Qué tipos de cocinas islas existen? Al ser un módulo, generalmente según sus
características y nuestras necesidades, existen tres tipos u opciones de piezas:
Cuando empezamos una obra nueva, la distribución de isla de cocina que podamos adquirir
para nuestra cocina nos dará igual, pero, si estamos tratando con una reforma de la vivienda,
aquellas islas que contengan el fregadero o la zona de cocción, no siempre serán posibles por
las instalaciones.
Definido el uso de nuestra isla toca hablar de dimensiones y aquí viene la pregunta… ¿Cuánto
debe medir mi cocina para que dentro me quepa una isla y que lo haga de manera totalmente
funcional?
Cuando hablamos de una cocina con isla que incluye una vitrocerámica y un lavabo aquí las
dimensiones empiezan a aumentar de tamaño, pero siempre debemos de respetar unos
mínimos coherentes y saber que:
7 – Cocinas en península
Aunque esta clase de cocinas se suele asociar erróneamente a la cocina isla, en realidad, uno
de sus laterales se apoya en un paramento vertical (pared).
Es decir, los elementos se sitúan perpendicularmente sobre una de las paredes produciendo un
ambiente que se abre hacia el centro.
Pueden contener o no los fuegos, el fregadero o la placa de cocción, así que a la hora de elegir
una opción tendrás que tener en cuenta el tamaño.
Esperamos que ya tengas una mejor visión general de las diferentes tipologías de cocinas
existentes en el mercado desde una perspectiva estándar. El jugar con los módulos y los
espacios es fantástico, pero siempre sin perder la utilidad y su función, poder disfrutar
cocinando.
Con el fin de permitir a las personas con movilidad reducida trabajar de forma independiente en
la cocina, algunos fabricantes de cocinas ofrecen diferentes tipos de cocinas accesibles o para
discapacitados. Estos pueden ser muy útiles y cómodos para los usuarios de sillas de ruedas,
las personas mayores con discapacidades físicas u otras personas con minusvalías.
El diseño de la cocina sin barreras tiene como objetivo que todos los aparatos, muebles y
capacidades de movimiento, sin que éstas necesiten ayuda alguna. Todos los elementos y
medidas deben ayudar a optimizar la ergonomía de la cocina para que coincida con las
necesidades de cada usuario y evitar así esfuerzos innecesarios y accidentes. La cocina es,de
por sí, una de las estancias más propensas a los accidentes en la casa, pero el estar en silla de
ruedas o sufrir otras discapacidades, hace que sea aún más necesario asumir medidas de
seguridad adicionales.
Cuando se trata de la cocina sin barreras, en primer plano se encuentran las necesidades
la “sin barreras”, una denominación que ha sustituido al término “adaptado para minusválidos”:
el objetivo es planificar una cocina sin barreras, garantizando un óptimo radio de acción
mediante una disposición especial de los muebles de cocina, incluso si se utiliza una silla de
La premisa más importante para diseñar una cocina adaptada para personas con movilidad
reducida es que pueda realizar el máximo de actividades de manera autónoma, sin necesidad
de pedir ayuda a los demás. Para ello debemos prever todos los movimientos y actividades que
se realizarán en el espacio disponible (teniendo en cuenta que a veces se harán desde una
silla de ruedas) por parte de todos los usuarios, tanto los discapacitados como los ayudantes o
los familiares. Estas actividades se han de desarrollar con los mínimos inconvenientes, por lo
que se recomienda que el diseño sea lo más sencillo posible.
Tamaños y distancias
Las distancias tienen una gran importancia en una cocina adaptada. Se han de determinar tres
zonas de trabajo principales: el fregadero, la encimera y la nevera. La distancia recomendada
entre estos tres elementos es de 3,60m a 6,60m y la distancia entre el fregadero y la encimera
de 1.20m a 2m. Nunca incluiremos obstáculos ni barreras entre los elementos que forman el
triángulo de trabajo. Otro aspecto a tener en cuenta es el poder regular la altura de las zonas
de trabajo según las necesidades de los usuarios y dejar espacio para las piernas. Siempre que
se disponga de espacio, se evitará la distribución lineal.
Tamaños y distancias
Las distancias tienen una gran importancia en una cocina adaptada. Se han de determinar tres
zonas de trabajo principales: el fregadero, la encimera y la nevera. La distancia recomendada
entre estos tres elementos es de 3,60m a 6,60m y la distancia entre el fregadero y la encimera
de 1.20m a 2m. Nunca incluiremos obstáculos ni barreras entre los elementos que forman el
triángulo de trabajo. Otro aspecto a tener en cuenta es el poder regular la altura de las zonas
de trabajo según las necesidades de los usuarios y dejar espacio para las piernas. Siempre que
se disponga de espacio, se evitará la distribución lineal.
Los utensilios como la vajilla, los cubiertos, las bolsas y otros materiales de uso diario se
guardan en armarios próximos al área de preparación de alimentos. Los platos y tazones que
se utilizan diariamente para preparar y servir la comida deben colocarse a una altura y distancia
de fácil acceso, preferiblemente en un escurreplatos. Cuando la comida ya está preparada para
ser cocinada, se vierte en ollas, sartenes o platos, para lo que deberíamos tener los utensilios
de cocina cerca de esta zona de preparación. Se debe prever un espacio libre para empujar o
dar vueltas a la comida desde el área de preparación.
En el área para cocinar se utilizan ollas, sartenes y platos con temperaturas altas que si se
retiran del fuego se ha de prever un espacio al lado de la encimera o placa para poder
depositar estos elementos sin peligro de quemar superficies o personas. El fregadero ha de
estar bien conectado con esta área para, si se tienen que llenar ollas con agua, poder
desplazarlas por la encimera sin necesidad de cargarlas o levantarlas. Deben guardar los
utensilios, los comestibles y las especias en armarios de pared con regulación de altura, en
unidades de almacenamiento móviles o en la superficie de trabajo cercana a la encimera. Hay
en el mercado algunas empresas especializadas en sistemas adaptados como Pressalit Care
con muchas soluciones prácticas para la cocina y el baño.
Los electrodomésticos han de estar lo más integrados posible con la cocina. Para los usuarios
que van en silla de ruedas es útil separar la cocina del horno, ya que proporciona espacio libre
para las piernas. Para la encimera o fogones, se recomiendan las cocinas eléctricas con pomos
para las personas con discapacidades visuales, el número de fogones depende de la
frecuencia con la que se prepara la comida en la cocina. Se debe aislar térmicamente la
superficie inferior de la encimera para evitar quemaduras en las piernas y rodillas. El horno
como máximo a la altura de los ojos, a una altura aproximada de entre 1200 mm y 1630 mm,
para que los usuarios puedan ver el interior del horno y facilita la manipulación de alimentos
calientes con comodidad para lo que debe haber superficies resistentes al calor cerca de la
encimera y el horno para colocar provisionalmente las cazuelas, bandejas y sartenes calientes.
El frigorífico o nevera ha de ser combinada con sistema de descongelación automática, las
estanterías y cajones deben ser transparentes para ver el interior, con puerta de apertura de
180º y separada del suelo 30cm. El lavavajillas se colocará cerca del fregadero y del desagüe,
a más de 30 cm del suelo, u optar por un modelo que se instale en la superficie de trabajo.