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BY DANIEL 63 COMMENTS
Hazle huecos profundos con un cuchillo al pernil para que le entre bien el jugo.
Cada 2 horas lo volteas y lo bañas con una cuchara. Tápalo y déjalo toda la
noche marinando.
Al día siguiente, luego de darle otro baño más en los jugos, lo vas a poner a
hornear tapado en una bandeja con papel aluminio a 170 grados centígrados.
El tiempo de cocción va a depender del peso del pernil: por cada kilogramo, 1
hora al horno. En mi caso el pernil estuvo en el horno casi 6 horas.
Una vez que haya pasado el tiempo estimado de cocción debes revisar que la
carne se haya puesto suave y se pueda despegar fácilmente del hueso, este es
el mejor indicativo de que ya está listo. Revisa que se haya dorado y si es
necesario, hornéalo un rato sin papel aluminio.
Al sacarlo del horno, pícalo en lonjas y resérvalo.
Dichos líquidos y pedacitos de pernil de la bandeja los vas a despegar con una
paleta, lo pasas todo por un colador a una olla a fuego alto, le agregas vino
blanco, un par de cucharadas de salsa inglesa y azúcar si te provoca.
Cuando empiece a hervir, le agregas media taza de agua con maicena (fécula
de maíz) para que espese. Revuelves por un par de minutos y apagas el fuego.
Pd: de más está decirte que con la carne que te sobre, puedes hacer al día
siguiente unas arepas o sándwiches de pernil con tomate y mayonesa.