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Recetas de rechupete

TIEMPO DE PREPARACIÓN: 80 MINUTOS 0,7 EURO/PERSONA PREPARACIÓN FÁCIL 6 PERSONAS

INGREDIENTES
400 gr de lentejas Pardinas extra
2 patatas
6 zanahorias
2 cebollas grandes
2 dientes de ajo
1 hoja de laurel
1 cucharada de pimentón de la Vera
Sal y pimienta (al gusto)
2 cucharadas de aceite de Oliva
1 puerro grande
Agua
1 pimiento verde
2 tomates grandes
1/2 pimiento rojo

Hola compañeiros da cociña, ayer os presenté unas lentejas caseras con chorizo (http://www.recetasderechupete.com
/receta‐de‐lentejas‐caseras‐con‐chorizo/939/) . Hoy la cosa va de unas lentejas sin nada de grasa o light como las llama
Jimena, aún así están muy ricas y me imagino que serán más sanas que las tradionales (aunque unas lentejas con
su buen chorizo, morcilla… no sé que decir). El tema es variar un poco y como las lentejas aceptan casi cualquier
vegetal u hortaliza, se prestan a hacer un guiso vegetal. Al igual que la anterior es una receta muy sencilla e incluso
lleva un poco menos de tiempo.

Esta receta surgió precisamente un día que teníamos ganas de unas buenas lentejas y no había nada de carne que
echarle a la cazuela, buscando en la nevera lo único que encontré fue cebolla, zanahorias y un pimiento. Incluso
alguna vez le añadí setas (que buenas!!). Luego intenté hacerlas sin aceite pero no quedan bien a la hora de pasar la
cebolla. Así que algo de aceite de oliva no le va nada mal y todos los ingredientes que incluyo en la receta.

La receta va dedicada a Melina, que lleva pidiéndomela desde del principio de esta aventura allá por el mes de Abril.
Melina, no sólo vas a tener la receta sino un tupper para el jueves, de regalillo de cumple.

Pues nada, os presento estas lentejas que casi se hacen solas. Espero que os gusten.

ANTES DE COCINAR:
Uno de los pasos importantes es la elección de las lentejas. Yo utilizo la más común: la lenteja pardina extra,
que se encuentran en cualquier mercado o supermecado. Lo mejor de esta clase de lentejas es que no
necesitan remojo previo a su cocción, aunque yo lo suelo hacer para ahorrar tiempo de cocción.

Echamos las lentejas en un bol con agua fría y las dejamos en remojo durante la noche, normalmente 12
horas. No es necesario echar sal a la hora del remojo. Si por cualquier razón no tuvieses tiempo las puedes
hacer directamente, siempre que sean pardinas y no te olvides de lavarlas para quitar impurezas.
Únicamente recuerda cocerlas durante 1/2 hora más.

Al día siguiente de ponerlas en remojo retiramos las lentejas que estén flotando en el agua, suelen ser no
aptas para preparar el guiso. Las escurrimos y apartamos hasta el momento de prepararlas.

PREPARACIÓN DE LAS LENTEJAS:


Estas lentejas a diferencia de la lentejas tradicionales no
tienen carne y sí muchos vegetales, introducimos más
pimiento y un puerro que le da un sabor muy rico.

Para ello picamos las cebollas, el ajo, el


puerro y los pimientos en trozos muy pequeños
para que se vayan deshaciendo en la cocción. Al
final de la cocción casi no notaremos textura de
ninguno de los ingredientes pero sí su sabor.

Pelamos las zanahorias, las patatas y los tomates.


Troceamos los tomates en 2 partes y las patatas
en pequeños trozos.

En una cazuela, echamos un chorrito de aceite, las cebollas,el puerro y los dientes de ajo. Sofreímos todo
durante 10 minutos para que se mezclen bien los sabores. Añadimos los pimientos, el puerro, los tomates y
la hoja de laurel. Sofreímos tambien durante 2‐3 minutos.

Añadimos una cucharada generosa de pimentón de la Vera y removemos con una cuchara de madera
rápidamente para que no se queme. Echamos las lentejas ya escurridas. Removemos otra vez para que se
junte todo bien. (3 minutillos)

Cubrimos con agua fría (importante, para que comienze a hervir lentamente) hasta que quede la cazuela
casi llena, recordad que tenemos que añadir más ingredientes. A mí me gustan con caldo, si las quieres más
espesas pon un poco menos de agua, luego siempre puedes rectificar con agua caliente (para no romper la
cocción).

Cuando lleve 1/2 hora cociendo le añadimos sal y pimienta al gusto y los trozos de patata.

Dejamos que se cocinen lentamente a temperatura media durante la siguiente media hora, removiendo de
vez en cuando con una cuchara de madera. La última media hora cocinamos las lentejas a fuego lento
probando de vez en cuando por si no necesitaran más cocción.

Así de fácil. Emplatar y a comer. También puedes añadirle un huevo duro picadito por encima para que sea
un plato más completo.

Y no olvideis comentar vuestra propia receta en los comentarios. Graciñas.


Recetas de rechupete

TIEMPO DE PREPARACIÓN: 3 HORAS 0,8 EURO/PERSONA 6 PERSONAS PREPARACIÓN MEDIA

INGREDIENTES
500 g de fabes de la Granja
250 g de Panceta curada
2 chorizos asturianos
2 morcillas asturianas
Agua
200 g de hueso de jamón
Sal (al gusto)
3 Hebras de azafrán

Compañeiros/a de la cocina, después de una semana de aupa en el trabajo llego al esperado fin de semana y me
voy a esmerar en la cocina preparando unas fabes asturianas como Dios manda, con siesta y todo. Este sábado voy
a estar de relax absoluto, lo que llamo una cura de sueño.

Las fabes asturianas son una de las recetas de cuchara que más gustan en España. Mi primer contacto con la
fabada asturiana fue en casa de mi amigo Pablo Acebo (Campo de traballo Muiños 98) en un San Mateo
(http://www.asturiasdefiesta.es/fiestas‐de‐san‐mateo‐en‐oviedo‐2009) , donde su padre nos preparó una de las mejores fabadas
que he probado nunca, cociendo lentamente toda la mañana. Y luego, como es obligatorio en San Mateo,
estuvimos toda la tarde saliendo de sidras. Claro que con semejante homenaje el alcohol apenas nos afectó (ya
sabeis el secreto de los asturianos).

La forma de cocinar este plato es simple, aunque no fácil. Varios factores pueden echar a perder la receta: no
desalar bien las carnes, cocer a fuego fuerte, que el agua empleada no reúna las condiciones necesarias… Pero os
comento que lo más importante son sus ingredientes, al igual que en la cocina gallega la asturiana tiene una
materia prima de excelente calidad que ayuda a que sea de las más apreciadas de España. Fabes hay muchas pero
como las asturianas ningunas. Es una receta sencilla en la que priman ingredientes de gran calidad y un tiempo de
cocción bastante lento. Una receta hecha con cariño.

ANTES DE COCINAR:

Uno de los pasos importantes es la elección de las fabes o fabas (en Galicia). Yo utilizo la más típica en la
fabada: las fabes ”de la Granja” que se encuentran en cualquier supermercado, son una variedad suave y
mantecosa apropiada para esta receta. Asturias cultiva esta variedad a lo largo y ancho de su territorio y se
caracterizan por tener un gran sabor y una suave textura tras su cocción, todo un tesoro gastronómico.
Extendemos las fabes sobre una superficie plana y desechamos aquellas que estén dañadas. Las lavamos
para quitar impurezas.

Las dejamos en un bol con agua fría en remojo durante la noche, normalmente 12 horas. No es necesario
echar sal a la hora del remojo. Al día siguiente las escurrimos y apartamos hasta el momento de prepararlas.

Ponemos a remojo, en agua templada, la panceta curada y el hueso de jamón desde la noche anterior a la
preparación de las fabes.

PREPARACIÓN DE LAS FABES:

Añadimos en una cazuela, a ser posible baja y ancha (si es de barro mejor), las fabes con el agua de remojo y
cubrimos con ese agua hasta que quede un par de dedos por encima de las mismas. Removemos otra vez
para que se junte todo bien y calentamos a fuego alto hasta que rompa a hervir.

Cuando empiece a hervir introducimos la panceta, los chorizos, el hueso de jamón y las morcillas
(previamente pinchadas para evitar que revienten). Procurad que las morcillas y los chorizos permanezcan
siempre en la parte superior pare evitar posibles roturas que nos estropearían la fabada.

Espumeamos durante unos minutos (retiramos la espuma que normalmente contiene impurezas y a la vez
desgrasamos un poco el caldo).

Cuando lleve 1/2 hora cociendo a fuego alto le añadimos las hebras de azafrán diluidas en un poco de caldo
caliente de la cazuela.

Bajamos la temperatura de cocción y añadimos sal al gusto, es importante probar el caldo ya que hemos
echado el hueso de jamón y pueden quedar saladas.

Dejamos que las fabes se cocinen lentamente a temperatura baja durante 2 horas removiendo de vez en
cuando con una cuchara de madera sin romperlas. Durante estas dos horas, añadimos agua fría en dos
ocasiones para “asustar” las fabes (rompe el hervor y ayuda a su perfecta cocción).

Probamos las fabes para ver si ya están tiernas y rectificamos de sal. Una vez probadas y tiernas apartamos
del fuego y dejamos reposar una hora aproximadamente.

A continuación retiramos los chorizos, la morcilla, la panceta y los huesos de jamón. Preparamos la carne,
cortando los embutidos en rodajas generosas. Troceamos la panceta y aprovechamos la carne del hueso.
Reservamos para la presentación.

Para emplatar lo mejor es un plato hondo con la fabada y la carne encima, así de fácil.

Recordad que la fabada está mejor de un día para otro y si encima conseguís hacerla en cazuela de barro, está de
morirse. Acabaréis todos con fartura como se suele decir en bable.

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