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El documento resume brevemente la evolución del derecho primitivo desde las primeras comunidades humanas hasta las primeras leyes escritas. Explica que las primeras comunidades requerían reglas básicas para la convivencia pacífica y el surgimiento de la propiedad privada. Luego describe cómo algunos líderes como Hammurabi y Ur-Nammu comenzaron a codificar leyes de forma escrita, marcando el inicio del derecho formal. Finalmente, señala que las primeras evidencias de legislación escrita datan de las leyes de Sumeria,
El documento resume brevemente la evolución del derecho primitivo desde las primeras comunidades humanas hasta las primeras leyes escritas. Explica que las primeras comunidades requerían reglas básicas para la convivencia pacífica y el surgimiento de la propiedad privada. Luego describe cómo algunos líderes como Hammurabi y Ur-Nammu comenzaron a codificar leyes de forma escrita, marcando el inicio del derecho formal. Finalmente, señala que las primeras evidencias de legislación escrita datan de las leyes de Sumeria,
El documento resume brevemente la evolución del derecho primitivo desde las primeras comunidades humanas hasta las primeras leyes escritas. Explica que las primeras comunidades requerían reglas básicas para la convivencia pacífica y el surgimiento de la propiedad privada. Luego describe cómo algunos líderes como Hammurabi y Ur-Nammu comenzaron a codificar leyes de forma escrita, marcando el inicio del derecho formal. Finalmente, señala que las primeras evidencias de legislación escrita datan de las leyes de Sumeria,
CONSIDERACIONES PRELIMINARES SOBRE EL DERECHO PRIMITIVO O
ARCAICO El hombre llegó silenciosamente al mundo, dice Teilhard de Chardin, refriéndose metafóricamente a lo muy poco que hoy sabemos de aquel pese a los avances tecnológicos en el final del siglo XX. El comienzo real de la existencia humana es todavía un escenario desordenado lleno de misterios y enigmas. Lo que sí resulta obvio es que toda comunidad humana, por más reducida o embrionaria que haya sido, requería para sobrevivir de la existencia de ciertas reglas obligatorias y mandatarias que hicieran viable la convivencia pacífica de los miembros de cada unidad societaria. El hombre siempre tuvo el deseo de convivir con los demás, por lo que se hacía necesario un ordenamiento que los ligara. Estas reglas mandatarias tenían en los tiempos remotos que coincidir con las primeras pisadas del hombre en la tierra, una causa o fuente que las originaron: la manifestación arbitraria del miembro más fuerte del grupo o de quien representaba a las mutuas concesiones que se hacían entre sí los miembros de la comunidad en beneficio de todos ellos (206). No puede afirmarse que las normas del Código de Hammurabi o las leyes de los hititas fueron promulgadas sólo para el estrato de los hombres pobres y para los esclavos. Estas reglas sirvieron. En el periodo paleolítico, el hombre sustenta su vida sin un lugar fijo en el que reside y subsiste por la caza y la pesca. Para ejercitar esta actividad se constituyen en hordas con la característica de ser trashumantes y promiscuas. El tránsito del hombre del paleolítico hacia el neolítico marca el surgimiento de la aldea y el reto de vencer a las inclemencias de la naturaleza del medio ambiente. Ya el hombre no se contenta con matar animales para saciar el hambre sino que procede a domesticarlos. Fija su lugar de residencia en un lugar determinado estrechando los lazos familiares por vínculos sanguíneos. Rechaza la promiscuidad sexual. El padre no abandona a la mujer después del acto sexual o de nacida la prole. Consolida así la familia. Aparece una noción más elucubrada del derecho de propiedad: lo mío es mío y lo tuyo no es mío. Así, quienes pescaban en un río con una caña, tenían conciencia de que este mueble era de propiedad común, era de todos los que la trabajaban. El producto de la pesca era común en beneficio de los pescadores. Y, en otro aspecto, la regla mandatoria se convierte en costumbre, o el uso reiterado de una práctica determinada por lo que era un precedente o antecedente para regular un determinado comportamiento con la autoridad y con el designio de ser impuesto "desde arriba" aunque no existiera el consenso general de todos. El hombre asume así la postura de que la costumbre y la norma reguladora provienen del grupo gentilicio y se respeta por el grupo, para hacer viable su existencia. Anteriormente, esta delegación de facultades había recaído en la autoridad del paterfamilias, en la jurisdicción limitada del consejo de una comunidad o de la fuerza de un caudillo que impuso su autoridad. Esta aceptación del hombre en regular su conducta bajo normas previamente establecidas en aras de intereses generales reposa en la complejidad de la vida en el largo itinerario para conseguir la supervivencia humana (207). Después de mucho tiempo la costumbre cambia y se eleva a la categoría de ley. Así, algunos jerarcas se convierten en legisladores: Gudia rey usurpador de Babilonia (3100 a.C.), el monarca Manistusu de la dinastía sargónica de Akkad (2275 a.C.) en cuyo reinado se hizo un gran obelisco de diorita en donde está grabado el título de propiedad de terrenos adquiridos por el rey en las cercanías de la capital; Ur-Nammu de Ur, antigua ciudad de Caldea, posiblemente situada en la confluencia de los ríos Cha-el-hai y Eufrates (2 080 a.C.), las figuras legendarias de Moisés y Hammurabi entre otros formuladores de textos jurídicos que han pasado a la posteridad. El influjo de estos cuerpos legales no se extingue con la muerte del jerarca que la modela o la impone y se irradia en el tiempo y en el espacio geográfico. 39.1 Hay más facilidad académica en rastrear el origen de los abogados que de la propia ley. El auténtico desarrollo de la práctica legal aparece con la presentación formal de las evidencias exteriorizadas en una forma escrita que describe cómo debe ser la conducta del hombre en relación con los demás. El aborigen estaba primigeniamente investido de poderes divinos que les habían sido asignados. La norma mandataria no tiene ya un ámbito meramente tribal impregnado en el comportamiento voluntario de sus miembros en acatar la autoridad del jefe. Por esta razón no es posible hurgar en la esencia del derecho chino bajo la dinastía de los Shang en la que no existen fuentes escritas que originen un conocimiento pleno y total de vivencias jurídicas. En cuanto a los egipcios, no encontramos códigos o recopilaciones pese a que los escritores griegos afirmaron que existían leyes escritas en la civilización del Nilo. En una óptica opuesta, recién puede rastrearse el initio de la legislación antigua, aunque sea parcial, en el Oriente Medio con las leyes de Sumer (3 500 a 2 000 a.C.), Babilonia (2 000 a 1000 a.C.) y Asiria (1000 a 500 a.C.).