I.

- ESTADIOS PREHISTORICOS DE CULTURA

La prehistoria de la humanidad se clasifica en tres principales épocas: salvajismo, barbarie y civilización,

y se subdividen en los estadios inferior, medio y superior.

1.- SALVAJISMO

I.- ESTADIO INFERIOR: Se creía que los hombres vivían parcialmente, en los árboles; con la finalidad de
sobrevivir y de donde provenía su principal fuente de alimentación y el principal progreso de esta época
fue la formación del lenguaje articulado.

II.-ESTADIO MEDIO: Surge el fuego y la invención de herramientas como la lanza, y por consiguiente se
da pesca la cual trae el proceso de movilización a lo largo de los ríos y costas, lo cual le permite extenderse
sobre gran parte de la tierra haciéndose independientes del clima y lugares. También surge la caza con
la invención de la maza, siendo un alimento ocasional.

III.-ESTADIO SUPERIOR: En esté estadio se desarrollan herramientas de caza y utensilios domésticos y la

caza se vuelve un alimento regular y el cazar una ocupación normal.

2.- LA BARBARIE

I.- ESTADIO INFERIOR: Se inicia con elaboración de la alfarería, pero el principal rasgo de ese estadio es
la domesticación y cría de animales y el cultivo de las plantas.

II.-ESTADIO MEDIO: Existen procesos diferenciados pues en el Este comienzan con la domesticación de
animales y mientras que, en el Oeste, con el cultivo de las hortalizas por medio del riego y con el empleo
de adobes y de la piedra se empieza la construcción.

III.-ESTADIO SUPERIOR: Se destaca por la aparición del mineral de hierro y su proceso de fundición para
la elaboración de diversos objetos, además se logra desarrollar la agricultura y la ganadería, por último,
en esté estadio se inventa la escritura alfabética y su empleo para la notación literario pasando ya a un
estadio de civilización

VI. LA GENS ROMANA Y EL ESTADO

La gens romana se constituyó de la siguiente manera:

1.- El derecho hereditario recíproco de los gentiles; los bienes quedaban siempre dentro de la gens, los
descendientes por línea femenina estaban excluidos de toda herencia

2. La posesión de un lugar de sepultura común.

3. Las solemnidades religiosas comunes.

4. La obligación de no casarse dentro de la gens. La mujer pierde sus derechos agnaticios al casarse, y sale
de su gens; y ni ella ni sus hijos pueden heredar debido a que la gens paterna perdería parte de su herencia.

5. La posesión de la tierra en común. Rómulo es quien hace el primer reparto de tierra entre los individuos.

6. La obligación de los miembros de la gens de prestarse mutuamente socorro y asistencia. el Estado romano
se atribuyó el derecho de protección contra las injurias.

7. El derecho de llevar el nombre de la gens. Los emperadores permitieron a los libertos tomar el nombre de
la gens de su antiguo amo, sin que les fuera otorgados los derechos de miembros de la misma.

8. El derecho a adoptar a extraños en la gens.

9. El derecho de elegir y deponer al jefe no se menciona en ninguna parte. En los primeros tiempos de roma
se ponía a elección o por aclamación todos los puestos comenzando por el rey. Ya que era un derecho de la
gens romana, excepto el paso al derecho paterno.

En el siglo VI, se concedió el gentis enuptio, y cuando se llevaba a cabo un matrimonio fuera de la gens la
mujer entra a la tribu de su marido y sale de la propia, tomando en cuenta que toda mujer casada pierde su
herencia para entrar en asociación con su marido. Para el matrimonio fuera de la gens se necesitaba,
jurídicamente, no sólo el consentimiento de la persona autorizada, sino además el de todos los miembros de
la gens.

Una segunda teoría nos dice: que toda mujer que se casaba con un hombre de otra gens pasa a ser adoptada
en la gens de su marido, pero no tiene ningún vínculo consanguíneo; hecho que la exime de toda prohibición
de volverse a casar dentro de la misma y heredar los bienes de esté cuando su marido muera. Para continuar
conservando estos bienes dentro de la gens la viuda estaba obligada a casarse con un gentil de su primer
marido.

La situación parece ser más sencilla y comprensible si dejamos de lado la idea de la endogamia de la gens
romana y la consideramos, como originariamente exógama.

Se puede decir que la gens romana, la curia (fatria) y la tribu forman el populus romanus, por tanto, nadie
podía pertenecer al pueblo romano sino era miembro de alguna de las mismas.

En la constitución gentilicia del populus romanos tenemos un senado como consejo griego que está
compuesto por los jefes (patres) de la gens. Estas familias se llamaban patricias y pretendían al derecho
exclusivo del Senado. Los comicios de las curias aprobaban o rechazaban todas las leyes. Por último, junto al
Senado y a la Asamblea del pueblo, estaba el rex, que es el jefe militar, gran sacerdote y presidente de ciertos
tribunales.

La población de la plebe, se acrecentó con la inmigración y con los habitantes de las regiones sometidas y al
no pertenecer al populus romanus no ejercían ningún tipo de función pública y tampoco formaban parte de
los comicios.

Por su constante aumento en número e instrucción militar y armamento, se convirtieron en una fuerza
amenazadora frente al antiguo populus, además era de ellos una parte de la riqueza comercial e industrial.

El detonante de la revolución que va a acabar con la antigua construcción gentilicia fueron las luchas entre la
plebe y el populus y así se tiene la constitución en tiempos del rex, quien crea una nueva asamblea
denominada comicia centuriata, el cual comprende a populus y plebe el criterio para pertenecer a esta es
prestar o no servicios militares, los derechos políticos que tenían la anterior asamblea para esta nueva con lo
cual curias y gens se ven rebajadas como el caso griego a la posición se simples asociaciones privadas y
religiosas.

Posteriormente el rex es expulsado y reemplazado por dos cónsules, lo cual impulsa aún más esta constitución
que se basó en la división territorial y en las diferencias de fortuna. empezando así el periodo denominado
República Romana, comienza entonces la lucha entre patricios y plebeyos por el acceso a empleos públicos y
por el reparto de tierras del Estado terminando por completo de la nobleza patricia en la nueva clase de los
grandes propietarios territoriales y de los hombres adinerados.