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TAREA 6. CAPÍTULO. XII. EL PUEBLO Y SU LEY.

BENEMÉRITA UNIVERSIDAD
AUTÓNOMA DE PUEBLA.

MATERIA: HISTORIA DE LAS IDEAS


POLÍTICAS.

TAREA 6. CAPÍTULO. XII. EL


PUEBLO Y SU LEY.

ALUMNO: TLATOANI ALBÁN LÓPEZ


ALTAMIRANO.

PROFESOR: ENRIQUE CASTAÑEDA


TENORIO.

FECHA LÍMITE: 24/10/2021 A


LAS 23:59 HRS
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TAREA 6. CAPÍTULO. XII. EL PUEBLO Y SU LEY.

CAPÍTULO XII. EL PUEBLO Y SU LEY.

Durante la edad media no hubo mucha actividad filosófica y teórica, pues en ella se dio el
rompimiento de la antigua estructura Imperial de Roma a manos de los germánicos, lo que provoco
que estos aún no eran capaces de captar los restos del saber antiguo que tenían a su disposición,
sin embargo, esto no sería impedimento para que surgieran ideas novedosas acerca de gobierno y
derecho. Aquellas nuevas ideas jurídicas concebían al derecho como algo perteneciente al pueblo
o a la tribu, como un atributo de grupo o propiedad común que lo mantuviera unido, se componía
por costumbres perpetuadas oralmente que mantenía la paz y evitaba que se quebrantase, al dejar
atrás el nomadismo se ligó al territorio para una mejor administración.

El derecho también era concebido como algo permanente e inmutable que se extendía por todo el
planeta y la costumbre, que tenía sus raíces en los usos sociales no estaba separada en ningún
sentido del derecho natural pues el hecho de que un estado de cosas haya existido durante un
tiempo crea la presunción de que es justo y legítimo, denotando la idea de que costumbre crea
derecho. Hacia el siglo IX hay tantas afirmaciones acerca de que las leyes deben consultarse con los
hombres principales o que la decisión la ha tomado todo el pueblo, creando una ley assisa.

En cuanto a gobierno, aún se tenía una idea muy vaga sin ningún aparato definido de representación
y no fue hasta la aparición de los parlamentos en el siglo XII y XIII; no había nada nada incongruente
en la idea de que una localidad, un grupo o todo un pueblo pudiera tomar decisiones como
presentar sus agravios, ser llamado a cuentas por su negligencia y dar su aprobación a políticas que
habían de requerir para su puesta en práctica. Modernamente se tiene la convicción de que todo
eso lo hacen unos representantes elegidos por el pueblo, sin embargo, la convención no responde
a los hechos. Los reyes medievales no sólo heredaban y eran elegidos, sino que también gobernaban
por gracia divina y por voluntad de dios, permitiendo así que se heredase el poder combinando tres
clases de títulos al poder regir: el rey heredaba su trono, el elegido por su pueblo y gobernaba, y por
gracia de Dios; en la modernidad un gobernante puede ser elegido puede ser elegido o heredar su
cargo, casi imposible que ocurran en simultáneo.

Durante la primera parte de la Edad Media, había ideas que carecían del cuerpo institucional
encarnado en un aparato constitucional y las instituciones feudales el Medioevo, una organización
casi anárquica tenía como punto central a la tierra como forma única de riqueza en dónde los
barones serían vasallos por las tierras que le fueron dadas por servicios específicos y así hasta llegar
a los siervos de quienes su trabajo se basa todo el sistema. La relación entre señor vasallo era
distinta de la que existe entre soberano y súbdito, porque tendía a oscurecer la distinción entre
derechos privados y deberes públicos. El feudalismo abarcó tres grandes instrumentos de poder
político como lo eran el ejército, los tribunales de justicia y los ingresos. La corte feudal era un
consejo del señor y sus vasallos para la resolución de las diferencias surgidas entre ellos en relación
con las instituciones, donde el señor como el vasallo tenían el mismo remedio en caso de que
creyeran que su derecho había sido lesionado y este era que podían apelar a la decisión de los demás
miembros de la corte. La corte feudal da a todo vasallo un juicio ante sus partes, con arreglo a la ley
de la tierra y a los acuerdos o cartas específicos del problema y la decisión del tribunal podía ser
llevada a la práctica por el poder conjunto de sus miembros y hasta en casos extraordinarios contra
el mismo monarca.

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TAREA 6. CAPÍTULO. XII. EL PUEBLO Y SU LEY.

REFERENCIAS

o Sabine, George H. “Historia de la Teoría Política”. Fondo de Cultura Económica. 2010. P. 170-
187.

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