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—¡lo has asustado Tae!.

—¿Qué? El es un debilucho y me irrita, apenas está en la fase primera.

—pues por eso teníamos que decirle las cosas primero. Luego decirle suave como terminara.

—¿Ah? Estás jodiendo me. Tarde o temprano le ganará su locura, además el tiene que saber que
ya no es humano, y qué pronto comerá carne….

—¡Tae!—le refutó el castaño. Kim bufó cruzado de brazos. Jimin parpadeó abriendo sus ojos,
mirando la silueta borrosa de los dos chicos. SeokJin se le acercó mirándole preocupado.—¿Me
escuchas?.

Park jadeó tocando su cabeza adolorido, elevándose de la camilla. Los dos jóvenes se miraron
entre si, para luego ver al menor.

—¿D-donde estoy? Joder que dolor—se quejó tocando su frente.

—eso te pasa cuando te desmayas de la nada pff—fanfurró taehyung mirándole aburrido. Jimin
parpadeó, tomando la Aspirina que SeokJin le había ofrecido. Aún que no le necesitaba ya que por
su transfusión pronto tendría un cuerpo no humano.
—¿Ya te sientes mejor?—Jimin asintió tomando aire. Aún que reacciono mirando al peli-plata
enfrente mirándole impasible.

—¿Tu que haces aquí?—preguntó Incrédulo.—deberías está en Seúl.

Taehyung se recargo en la pared, mirándole más serio. SeokJin suspiró tomando al rubio,
ayudándole a ponerse de pie. Park le agradeció aún que aún seguía confuso y mareado.

—pues, cuando un nuevo marcado se comporta como una niñita llorona, nosotros tenemos que
intervenir—bufó con fastidia.

—Tae no digas eso. Escucha Jimin—el menor le miró perdido—este tatuaje, es una marca—se
apuntó.

Taehyung acarició sus cienes, acercándose al peli-negro y tomarlo brusco del brazo. SeokJin se
acercó preocupado—Tae suéltalo—pidió—su marcado te castigará—advirtió. Kim sonrió ladeado
lleno de altives..

—escucha, eres el primer imbécil que un Ounko te marca como su alfa— menor abrió enorme sus
ojos, sin comprender nada—en pocas palabras, eres la puta elegida de un monstruo. Aún que eso
es imposible, ningún marcado puede procrear Ounkos mitad humanos y demonios. Es imposible—
escupió sus palabras. SeokJin le alejó tomando al pequeño park quien estaba en shock y pálido.
—estas celoso por qué tú marcado no te dio su marca de alfa, si no de alimento—dijo el castaño.
Kim le gruñó haciendo sus ojos rojos intenso. El Kim mayor no se dejaría intimidar.

Jimin miraba un punto sin fijó. No sabía que decir, no podía hablar, no entendía nada, no podía
procesar ¿Ounko? Que mierda era eso ¿Mitad demonios? Que le sucedía a la sociedad ¿Tan
enferma estaba?.

—Jimin—los dos mayores se miraron perdiendo color. Jungkook se adentro confuso ante lo que
pasaba en la enfermería.—¿Sucede algo?—preguntó inocente. Los dos chicos se alejaron de park
como si este quemara. Jimin parpadeó mirando al moreno que parecía confuso ante la escena.

—Jeon, podrías llevarme a dirección?—pidió en un hilo de voz. El mayor asintió acercándose.


Taehyung y SeokJin se alejaron como si vieran al mismo Santanas, pero park no lo había notado ya
que seguía en trance. SeokJin sonrió nervioso y taehyung apretó sus manos sin elevar su mirada.
Los ojos de Jeon eran escarlata, mirándoles con un aura tan oscura que sentían temor en ese
instante.

—oh, los Kim. El maestro les estaba buscando. Podrían ir—dijo como si nada, dándoles una
sonrisa. Pero los menores podían ver detrás de Jeon el hombre alto de piel pálida, mirada tretica
ojos escarlata y su boca abierta gruñendo con sus Miles de colmillos afilados.

—claro, con permiso. Nos vemos luego Jimin—dijo el mayor de los Kim saliendo sin miedo ante la
mirada del ser detrás de Jeon. Sin embargo taehyung pasó conteniendo el terror en su cuerpo, la
bestia le había gruñido en el oído, que cuidase su vida. El sabía que no importaba su marca, el ser
que le había amenazado, era una rama más alta que su marcado.
—gracias—pronunció el menor, sintiendo que su conciencia regresaba. Jeon le sonrió guiándolo.

Caminaron en silencio unos segundos hasta qué Jeon suspiró aburrido, poniendo sus manos detrás
de su cuello. Jimin seguía con su vista en el piso, parecía que sus ojos no tenían color.

—¿Estás bien?—preguntó Jeon.—te ves muy pálido.

—e-eh, si…—dijo apenas el menor—solo llévame, le hablaré a mis padres que vengan por mi. Creo
que no me siento bien.

—¿Te hicieron algo los hermanos Kim?.

—hermanos?—preguntó elevándose su mirada por primera ves. Jeon asintió mirándole con una
suave sonrisa.

—son hermanos. Umh—se detuvo con el menor en el pasillo. Lo que Jimin notó que está ves los
estudiantes parecían ignóralos, como si no estuvieran en medio del pasillo platicando.—SeokJin,
es novio de mi amigo nam—sonrió mostrando sus dientes de conejo. Jimin parpadeó.

—¿Novio?.

—si….te molesta?—preguntó Jeon como un niño curioso. Jimin negó, el no criticaba la sexualidad
de las personas, por muy homofóbicos que fueran los coreanos; algunos no les importaba.
—no, no me molesta en realidad me parece genial que no teman ante las miradas—sincero. Jeon
asintió sin borrar sus sonrisa.

—bueno, entonces podremos ser amigos, aún que te confiese que me pareces muy lindo?—le
guiño un ojo, obteniendo un rostro avergonzado del menor.

—e-eh no supongo—masculló sin saber qué decir. Jeon río con suavidad, comenzando a caminar.
Jimin le siguió más tranquilo. Tomando una amena plática.

Taehyung respiró más calmado, entrando al aula la cual estaba sola, para estar en hora de clase. El
ambiente se puso frío, y el lugar escureció, su piel empezó a temblar, y sus manos temblaban
cómo su garganta, aún podía sentir el escalofrío recorrer su cuerpo. Ante el apareció un peli-
blanco, moviéndose alrededor de su cuerpo con sus intensos ojos, y mirada siniestra, su boca
estaba cerrada, pero al sonreír se podían apreciar los colmillos afilados del ser.

—te metiste con el?.


—y-yo—su voz no podía salir, pues el monstruo le había tomado del cuello, lamiendo le la mejilla.
Podía sentir el filo de los colmillos herir su mejilla, sacándole un jade de dolor.

—No puedes tocarlo, si lo haces yo no podré abogar por ti cuando seas devorado sin compasión,
no serán mis colmillos los que trituren tus huesos, serán otros y esos no te dejarán vivo.

—entiendo. No lo haré de nuevo—musito apretando sus dientes. El peli-blanco le hizo caer al piso
entre sus rodillas.

—tengo hambre, pero lastimosamente no estoy en este instante presente. A si que solo me
quedaré con tu sabor un momentos.

El menor apretó sus labios, aguantando un grito cuando la bestia hundió sus colmillos en su cuello.
La sangre empezaba a brotar, y Kim perdía el Aire. El monstruo le sostuvo soltando gruñidos
mientras arrancaba la piel. Kim soltó un grito desgarrador, cayendo al piso inconsciente con la
sangre cayendo de su hombro y su carne moviéndose en su cuello. La bestia mastico el trozo de
carne, lamiendo sus labios.

—eres injusto—el Ounko apartó su mirada de su víctima, apreciando a un moreno alto de cabellos
oscuros y lentes.

—¿Lo soy?—bufó el ser, quitando la sangre de su boca. El moreno miraba al chico tirado,
jadeando en el piso; la carne empezó a curar y la piel ya se había restaurado por completo.—¿Tu
crees que lo soy?—reiteró divertido.
—supongo que no entiendo tu manera dé procrear—dijo el de lentes—¿Pero por qué tenerlo si el
no puede encubar?—cuestiona al demonio el cual sonrió agachándose.

—por que? Ehh….bueno tal ves por qué su carne me encanta, no lo se—dijo un chico apareciendo.
La sombra oscura despareció—aun qué, tal ves sea estúpido lo que diré.

El moreno elevó una ceja.

—creo que me enamore de el, y por eso no puedo solo comérmelo y ya—encogió sus hombros,
acariciando los cabellos platas del menor.—¿Está mal eso?.

El hombre de lentes caminó hasta la puerta, dándole una última mirada al castaño.—ellos solo
sirven para mantener nuestra raza en pie. No somos humanos Hoseok. Si no te sirve debes
matarlo, y eliminar lo qué conlleva—dijo tosco saliendo del lugar. El castaño hizo un puchero.

—tal ves a si sea—suspiró—Tata?—el aludido respiró hondo, abriendo sus ojos al salir del
desmayó.—¿Te dolió mucho amor?.

Kim se elevó tocando su cuello, el cual estaba intacto. Hoseok le miraba sonriendo. Taehyung bufó
mirando mal a su marcador. —eres un imbécil—le fulminó con la mirada.
Jung hizo otro puchero, intentando ayudarlo pero el menor le apartó, tocando su mejilla
adolorido.—¿Me marcaste de nuevo?.

—por supuesto, cada ves qué me alimente, te marcare—sonrió cómo si nada. El menor le miró sin
expresión.

—no debiste, no soy nada que tú desees, además ya estoy arto, ahora hay otro marcado, y el si….
—apretó sus dientes, conteniendo sus lágrimas. Hoseok le miró confuso, pero luego sonrió
acercándose.

—mi amor—Kim le dio un solo golpe en la cabeza, con su rostro sonrojado.—ahí, eso dolió bebé—
sollozó el castaño, llorando dramático. El menor le ignoró girándose; pero su piel se erizo al recibir
un beso en la parte qué había sido devorada.

—Simplemente tu me obsesionas, creo que no necesito que tengas crías mías—Kim se sonrojó al
sentir la mano del mayor en su vientre.—es imposible que me enamore de mi alimento, pero tú
olor me vuelve loco y no puedo hacerte daño.

Taehyung se giró, tomando el rostro del castaño quien le sonrió. Cuando fue devorado por
primera ves por el Ounko, este había llorado cómo un niño y nunca entendió por qué, luego
cuando creyó que estaba enfermo, y que todo eran alucinaciones. Jung llegó a su vida,
presentándose como un apuesto chico de cabellos castaños y sonrisa hermosa.

Sin embargó Jung parecía un niño cuando le hablaba, se acercaba a el, y cuando menos lo espero
se enamoro del castaño sin saber que el mismo le causaba pesadillas, y lo hacía sentir un pedazo
de carne. Cuando el supo que su novio era el ser que le devoraba en sus pesadillas, no supo cómo
tomar las cosas, ni mucho menos cuando su hermano paso por la misma situación qué el. Nunca
dijo nada, ni su familia entendió su cambio radical, su tatuaje extraño y su manera de moverse.
Jung lo había marcado, pero no como el pensó, si no más como un alfa marcando a un beta, sin
sentido alguno.

Jung le contó todo, y el qué parecía sería un ser que le devoraría, le confesó que había estado
encantado con la primera ves que le vio, y ahora tenía más de dos años estando con el, sin poder
darle una cría, sin nada por qué valer.

—te amo—masculló uniendo su frente con el castaño, quien le sonrió dándole un beso suave.

—yo amo tu carne—ambos rieron. Taehyung le besó apretando lo en sus brazos, suspirando por
cada rose en sus lenguas. Hoseok podía ser demandante a la hora de probar sus fluidos, y en el
sexo era una bestia. No podía devorarlo siendo humano, solo en su forma Ounko, pero cada
mordida valía la pena para el. ¿Era un sádico de mierda? Si tal parecía que si.

Jimin acarició su cuello; había tenido esa pesadilla tan real donde el ser le mordía su cuello, o le
arrancaba la piel; era tan real, qué aún sentía el dolor en su piel, sin embargo desaparecía cuando
la pesadilla terminaba. Suspiró cansino saliendo del auto cuando su madre se estacionó en el
portón del colegio. La mayor le dio un beso en la frente y parecía más tranquila, aún que el no
tenía el valor de decirle qué aún seguía teniendo pesadillas.
Se despidió, entrando al lugar, siendo ignorado por los estudiantes, tal ves Jeon no mentía o eso
pensaba ya que nadie lo miraba raro, ni siquiera se inmutaban.

—¡Park!—se giro deteniéndose en la entrada. Sonrió acercándose. Jimin le sonrió pero luego sintió
una mirada Penetrante, y el dueño de esa mirada era de un peli-Negro, el cual movió sus lentes
mirándoles serio.

—hola Jin—sonrió a los dos chicos recién llegados.

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