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FACULTAD DE TEOLOGIA “SAN PABLO”

CRISIS IDENTITARIA Y MORAL EN EL HOMBRE


MODERNO

Breve acercamiento a los principales factores que dañan al


hombre y lo aleja de Dios

ESTUDIANTE: Isaac Eduardo Hans Rojas Romero


DOCENTE: Alexis Dario Paticu Yurucare
MATERIA: Teología Moral de la Persona

La Paz – Bolivia
Mayo 2022
Índice
Introducción.................................................................................................................................2
Problemática...............................................................................................................................2
Tesis.............................................................................................................................................2
Marco teórico..............................................................................................................................3
La crisis identitaria en el hombre moderno.........................................................................4
La crisis ético/moral en el hombre moderno.......................................................................6
Conclusión...................................................................................................................................7
Bibliografía..................................................................................................................................8

Introducción
El presente ensayo buscara de la manera más breve posible, de presentar las
principales falencias socioculturales que provocaron una herida en la naturaleza del
hombre, además de en su propia identidad. Iniciaremos con un acercamiento a como la
sociedad de manera inconsciente presenta un temor por la era posthumana y
considera que cuando esta se establezca supondrá el fin de la humanidad.

Después, abordaremos la crisis identitaria del hombre, la cual es consecuencia de su


distanciamiento de Dios – a causa del pecado – y su constante negativa a ver que solo
en Dios, podrán volver a estar completos. Por último, finalizaremos con la segunda
gran herida que provoca la aplicación práctica del posthumanismo en nuestra
cotianeidad: crisis moral con la excusa de mientras más amoral, más libre es el
hombre; y, como veremos más adelante, es una gran mentira que se disfraza de
verdad.

Problemática
En la actualidad la influencia de un sin número de nuevas ciencias y propuestas
tecnológicas que prometen una mejor calidad de vida, el hombre se encuentra entre
una pared y una espada invisibles que proponen dos caminos cuando solo existe uno.
La crisis a la que está sometido el hombre es una que se viene repitiendo a lo largo de
los siglos – ser inmortal o superar los límites humanos – por poner un ejemplo,
tenemos la llamada “Piedra Filosofal” la cual lograba extender el límite de la vida por
mucho tiempo. El gran problema – que usualmente no se menciona –, es que estas
historias no cuentan todo el panorama, pues si bien se obtiene grandes cosas de
manera inversamente proporcional se pierden grandes cosas.

Tesis
El transhumanismo como detonante de la actual crisis etica y deontológica del hombre
moderno, además de la pérdida de su dignidad y semejanza divina.
Marco teórico
Cuando hablamos de Transhumanismo saltan a nuestras mentes imágenes de la
ciencia ficción: Seres humanos que entraron en una convivencia (casi natural) con la
tecnología, de ahí tenemos el ejemplo de Kriptón – el planeta natal de Superman – o
Deathlok – un héroe de Marvel que es mitad maquina y mitad hombre –. Pero, ¿Por
qué mencionar personajes ficticios para ejemplificar el tema del transhumanismo? La
verdad, es que estos personajes “ficticios” son un reflejo de nuestra sociedad y cada
una de sus historias están inspiradas directa o indirectamente en nuestra realidad.

Pensemos en Kriptón, un mundo ficticio que es destruido – en un inicio no se sabía la


razón de su destrucción, pero en comics recientes ese dato se fue aclarando – y cuyos
habitantes recurrieron a medidas extremas para sobrevivir. En la última película de
Superman – en solitario –, se nos cuenta un poco mejor que provoco su destrucción:

Hace mucho, en una era de expansión nuestra civilización viajo hacia las
estrellas buscando nuevos lugares donde asentarse… Construimos puestos
(espaciales) en otros planetas, usando máquinas para adecuar ambientes para
nuestras necesidades. Durante cien mil años nuestra civilización floreció,
logrando maravillas. (Pero luego) un control de población artificial fue
establecido, los puestos de exploración artificial fueron abandonados, agotamos
nuestros recursos naturales. Como resultado, el núcleo del planeta se volvió
inestable… Esta es la cámara del Genesis, todos los kriptonianos fueron
concebidos en cámaras como esta, cada niño fue creado para cumplir un rol
predeterminado en la sociedad como trabajador, guerrero, líder y demás. Tu
madre y yo creímos que Kriptón perdió algo preciado con esto: el elemento de
opción, de oportunidad. ¿Qué tal que si un niño deseaba en convertirse en algo
más que lo que dictaba la sociedad para él? ¿Qué tal si un niño aspiraba a algo
mejor?1

Esta pequeña narración nos devela algo muy importante: la aplicación desmedida de la
tecnología en la realidad humana puede provocar la propia destrucción del hombre.
Pues al manipular al hombre se tergiversa el propósito ultimo que tiene el hombre y
este tiende a creerse como Dios y tomar en sus manos la libertad, además de otras
cuestiones. Como vemos en el caso ficticio de Kriptón, la sociedad empieza a decaer
cuando se altera el curso natural de la vida. Como bien mencionamos en un inicio,
estas historias encuentran su fundamento en conceptos o ideas que ya preocuparon a
otros en la realidad, tal es el caso del escritor británico Aldous Huxley, quien en 1932
escribió una novela distópica que retrataría de manera casi grafica un mundo en donde
el hombre acoplo a las maquinas en su diario vivir – todo con el propósito de mejor su
calidad de vida, pero en el proceso perdiendo lo más valioso: su libertad –.2

1
JERRY SIEGEL. «00:45:46 - 00:45:46», El Hombre de Acero, Dir. por Zack Snyder (2013;
Estados Unidos: DC Entertainment, 2013), DVD.
2
A. HUXLEY, Un Mundo Feliz, Venezuela.
Otra película, que logra retratar bien este concepto de la libertad e incluye una especie
de justificativo – invalido, claro – al porque es mejor que el hombre carezca de él, pero
además se añade un concepto más que nos servirá para el desarrollo de nuestro
trabajo. Es “El dador de recuerdos”, película que a lo largo de su trama propone una
sociedad “justa y feliz” pues se le ha arrebatado la libertad. Casi al final uno de los
personajes, justifica esto con la siguiente frase: “Cuando había libertad, elegían mal
siempre que lo hacían” 3. En el film, se suprime las emociones básicas (a partir de una
inyección intravenosa que lo propicia), se impone una sociedad en la que las personas
más viejas son “liberadas” para evitarles sufrimiento (eutanasia y/o suicidio asistido) y,
por último, el conocimiento del bien y del mal está condicionado a los dictámenes de
quienes tienen ese conocimiento.

Podríamos mencionar un sin número de películas y libros, pero las páginas no


alcanzarían. Solo cabe mencionar que en todas esta encontramos una constante: la
preocupación social ante el peligro que supone la manipulación del orden natural y la
incorporación seudonatural a la cotidianeidad humana. Estas, solo desencadenan
muerte y destrucción, además, el hombre sufre una ruptura en su brújula moral, puesto
que presupone que al romper los limites naturales de su propia existencia él se
encuentra en una posición superior que los demás (moralmente hablando).

La crisis identitaria en el hombre moderno


En De Principiis, Orígenes presenta lo que es como el punto de partida de la mística
cristiana y desde nuestro estudio, el modelo para entender el modelo identitario del
hombre:

El Sumo Bien, al cual tiende toda naturaleza racional, y que también es llamado
fin de todas las cosas, también de acuerdo con la definición de muchos
filósofos, consiste en llegar a ser, en la medida de lo posible, semejante a Dios.
Sin embargo, no creo que este concepto lo hayan descubierto los filósofos, sino
que lo han tomado de la Sagrada Escritura. En efecto, el primero en formularlo
fue Moisés, cuando descubrió la primera creación del hombre, y escribió: Dios
dijo: 'Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza', y agregó: 'Dios hizo
al hombre a su imagen, lo hizo a imagen de Dios, los hizo hombre y mujer, y los
bendijo' (Gn 1,26-27). Por el hecho de haber dicho: 'Y lo hizo a imagen de Dios',
y haber omitido la semejanza, indica que el hombre, desde la primera creación,
obtuvo la dignidad de imagen; dado que la perfección da semejanza, ésta le fue
reservada para el fin, en el sentido que él la debe conseguir, imitando a Dios
con la propia actividad; así, habiéndole sido concedido en un principio la
posibilidad de la perfección por medio de la dignidad de la imagen, puede al
final realizar la perfecta semejanza por medio de las obras.4

3
LOIS LOWRY. «01:23:10», El Dador de Recuerdos, Dir. por Phillip Noyce (2014; Estados
Unidos: Walden Media, 2014), DVD.
4
ORIGENES, De Principiis III, 333.
El texto nos detalla un hecho fundamental acerca de la identidad del hombre, que Dios
quiso hacer al hombre a su imagen y semejanza. “Hagamos a los seres humanos a
nuestra imagen, según nuestra semejanza…”5. Pero, algo que Orígenes observa, es
que en el versículo siguiente el relato parece olvidarse de la semejanza y solo
menciona la imagen: “Y creó Dios a los seres humanos a su imagen; a imagen de Dios
los creó…”6. La cuestión es que la imagen es un estado inicial o primero y la
semejanza es la meta. El propósito de Dios era que el hombre a partir de su
racionalidad y libertad pueda llegar a la semejanza perfecta con Dios. En realidad, en
el Edén, el hombre ya poseía esa semejanza, pero la pierde a causa del pecado. Mejor
dicho, esta se encuentra escondida o cautiva por el pecado, es tarea del hombre
realizar una serie de ejercicios ascéticos para alcanzar poco a poco primero la imagen
y posteriormente la semejanza (pero, ese es tema para otra oportunidad).

La cuestión es la siguiente: el hombre es consciente de ese vacío que ha dejado la


ausencia de la imagen y la perdida de la semejanza, por lo que cree en su limitada
humanidad es que es posible lograr esta semejanza con Dios por caminos no
espirituales.

Y, sin embargo, todo podría haber sido muy distinto. En el siglo XVII, en los
albores de la Ilustración, Adán era una especie de ideal prototranshumanista.
Según el filósofo y clérigo Joseph Glanvill, el primer hombre había sido
bendecido, entre otras cosas, con una vista sobrehumana: «No necesitaba
gafas. La agudeza de su óptica natural […] le mostraba gran parte de la
magnificencia y la bravura celestial sin ningún tubo de Galileo». El ocultista y
herbolario Simon Forman afirmaba que la fruta prohibida había introducido una
toxicidad letal en el cuerpo de nuestros primeros padres, causando una
degeneración que empeoraba con el paso de los siglos. Adán, escribió, «se
volvió monstruoso y perdió su primera forma y configuración divina y celestial y
se volvió terrenal, lleno de llagas y enfermedades para siempre». El boticario sir
Robert Talbor escribió que el alma y el cuerpo del hombre «se han desviado de
su primera perfección», y que «la memoria está sujeta a fallar, el juicio es
propenso a errar, y la voluntad a menudo es dada a rebelarse y convertirse en
esclava voluntaria de la pasión; por ello su cuerpo está sujeto a tantas
enfermedades».7

En este fragmento, el autor explica que el hombre ha comprendido mal el plan de Dios
para su vida y desea llegar a ese ideal prototranshumanista que se ha creado a partir
de la imagen de Adán – mentalmente –. Esto provoca una ruptura profunda en el
hombre quien, poco a poco va perdiendo la relación con Dios y termina creyéndose
dios (una herejía, claro).

5
Biblia: (Gn 1, 26a)
6
Biblia: (Gn 1, 27ab)
7
M. O’Connell, Como ser una máquina, México 2020, 135-136.
Al unificarse con las maquinas produce dos efectos significativos en su persona: la
pérdida de identidad – que ya mencionamos – y la fractura en la brújula moral que
direcciona su vida. La existencia del hombre entra en la paradoja de Teseo, pues
mientras más incorpora tecnología en su ser menos de él queda en la realidad y por
tanto crea una duda existencial ¿Quién soy? ¿Hombre o Maquina? ¿Hijo de Dios o Hijo
de Hombre?

La crisis ético/moral en el hombre moderno


Friedrich Nietzsche, a lo largo de sus obras hace referencia al superhombre, más
cuando nos habla de las tres metamorfosis por las que debe atravesar todo sujeto.
Principalmente, cuando habla de la metamorfosis del león frente al dragón, donde debe
abandonar todo aquello que le quitaba su “libertad” y lo “oprimía” bajo la máxima del
«Tú debes», de la cual el león debe “liberarse”8. Más adelante, el autor en otra de sus
obras, enfatizara que es la moral la que oprime al hombre:

Allí donde no existen costumbres no existe moralidad; y cuanto menos está


determinada la existencia por las costumbres, más pequeño es el círculo de la
moralidad. El hombre libre es inmoral, porque en todas las cosas quiere
depender de sí mismo y no de un uso establecido… ¿Cuál es el hombre más
moral? «Por una parte», el que cumple la ley más escrupulosamente; por lo
tanto, el que, como el brahmán, lleva consigo la conciencia de la ley; … «Por
otra parte», el que realiza también la ley en los casos más difíciles. El más
moral es el que sacrifica más frecuentemente a las costumbres; … Bajo el
dominio de la moralidad de las costumbres, toda especie de originalidad tenía
mala conciencia; el horizonte de los elegidos aparecía aún más sobrio de lo que
debía ser.9

Pero, ¿Por qué citar a Nietzsche al hablar de transhumanismo? Pues, porque este
autor, por encima de cualquier otro, profetizaba que el hombre podía trascender a una
escala superior solo cuando deje atrás los modelos morales preestablecidos. El
problema que el autor no consideraba es que pasaría si el hombre deja de lado la
moral de su vida. En la novela de Robert H. Benson: «El Señor del Mundo», una obra
citada en más de una oportunidad por el Cardenal Ratzinger (Papa emérito Benedicto
XVI) y el Papa Francisco. Se nos presenta una sociedad en donde la religión (en
cualquiera de sus principales facetas) ha desaparecido; es importante señalar el
aspecto de la religión, porque tanto Nietzsche como otros autores ateos argumentan
que si no existiera la religión el hombre seria feliz y libre. La novela de Benson nos
demuestra totalmente lo opuesto, pues el hombre por naturaleza necesita creer en algo
o alguien y si se le arrebata eso, él se pierde y toma dos opciones: busca algo en que
creer o él asume el papel de “dios” y que crean en él.

8
F. Nietzsche, Así habló Zaratustra, Argentina 2007, 30–32
9
F. Nietzsche, Aurora, España 2019, 34–37
El problema surge en el segundo caso, principalmente porque el hombre al creerse
dios piensa que puede manipular la creación como le venga en gana, provocando
graves daños en su realidad y en su persona. Un principio que debe tomarse en
cuenta, es que el hombre – gracias a la moral – es capaz de hacerse responsable por
los actos que comete, pero y si la tecnología suprime esta capacidad ¿Podría ser
catalogada como una mejora o un lenta autodestrucción?

Pensemos en la serie The Big Bang Theory, más específicamente en el capítulo 13 de


la temporada 2, donde el personaje de Sheldon Cooper “crea” el algoritmo para hacer
amigos10. El problema surge cuando – a pesar de la “supuesta eficiencia” de dicho
algoritmo – al ponerlo el practica se necesita de un agente externo (uno de sus amigos)
que le ayude a salir del bucle en que se había metido y como al final dicho algoritmo
resulta fallido pues – y cito – “quizás no es posible acercarse a esto con un ejercicio
puramente intelectual” 11. Existen aspectos de la realidad que no hay que
racionalizarlos, sino simplemente vivirlos.

Esta historia es importante por una simple razón, al igual que el personaje de Sheldon,
una maquina puede tener el «Algoritmo de la moralidad» en su procesador, pero cada
momento es especial y conlleva retos particulares, por lo que siempre existirá un
momento en el que la maquina no podrá procesar dicha información y necesitara de la
intervención de un tercero que actualice sus sistemas. Ahora bien, si el hombre se
fusiona con la máquina, en teoria él podría dotar de esa información que la maquina
carece, pero lo haría como copiloto y no como actor de su vida, por lo que entraría a
terrenos desconocidos y transgrediría varias enseñanzas morales de la Iglesia,
primordialmente el de la reproducción, pues al estar unido a una maquina este en
teoria es eterno y como es eterno considera que no necesita de placeres humanas
para ser feliz. Acá incurriría en atentados contra su humanidad mucho mayores, que a
la larga provocarían heridas muy difíciles de cicatrizar.

Conclusión
El uso de la tecnología no es malo, es mas es positivo para el mejoramiento de la
calidad de vida de muchas personas. Pensemos en la actual pandemia del COVID-19 y
comparémosla con la Peste Negra, ambas fueron catastróficas, pero la primera tuvo
algo de lo que careció la segunda, que son las vacunas que se sacaron en un tiempo
récord. Todo gracias a lo avanzada que esta la tecnología médica en la actualidad. El
problema surge cuando personas mal intencionadas toman algo bueno y lo pervierten,
provocando un daño a su realidad. El mejor ejemplo es la energía atómica, que en
malas manos provoco la destrucción de Hiroshima y Nagasaki durante la Segunda
Guerra Mundial.

10
CHUK LORRE. «00:11:50 – 00:14:10», The Big Bang Theory. El Algoritmo de la Amistad
02x13, Dir. por Mark Cendrowski (2008; Estados Unidos: Columbia Broadcasting System,
2009), DVD.
11
Ibid. «00:08:05»
La gran pregunta es: ¿Qué tan dispuestos estamos de dejar nuestra existencia en
manos de la tecnología o las IA (Inteligencia Artificial)? El cómo respondamos esa
pregunta determinara que clase de personas somos en el fondo. Responder de manera
afirmativa es fácil, pues no implica un riesgo y más bien denota cierto conformismo por
quien lo haga. El gran problema es responder de manera negativa, no porque sea
malo, sino porque la sociedad en general no está dispuesta a aceptar un no por
respuesta. Hoy, a causa de Hollywood y la literatura, es casi “normal” encontrar a los
jóvenes soñando con superpoderes o gadgets tecnológicos que faciliten su vida –
como si tener un celular y una computadora no lo hicieran ya, pues nuestros padres
hace 50 años hubieran dado lo que sea por tener esta información a un clic de
distancia – pero, el hombre que no se conforma absolutamente con nada, siempre está
buscando algo más que lo llene. Como mencionábamos con Orígenes,
inconscientemente busca la semejanza con Dios, la cual le dará esa
complementariedad que busca, pero mientras la busque por otros lados nunca la
encontrara y siempre se sentirá así de vacío.

Nada seria sí el hombre hiciera esta búsqueda desde su individualidad, pues en teoria
no afectaría a nadie, pero somos seres sociales y cada una de nuestras actitudes
tienen un efecto inmediato en quienes nos rodean, así que inevitablemente arrastrara a
otros al agujero que se ha creado. La clave, se encuentra en volver la mirada a Dios,
descubrir en él nuestra imagen y semejanza primera, para después como
consecuencia vivir «como Dios manda».

Bibliografía
Advertencia: Toda la documentación seguidamente mencionada ayudo a la construcción de este ensayo y
no necesariamente fueron citados de manera previa.

BRAIDOTTI, Rosi, Lo Posthumano, Gedisa, Barcelona 2013.


DE LUBAC, Henri, El drama del humanismo ateo, Encuentro, Madrid 2008.
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Consejo Episcopal Latinoamericano, Bogotá 1991.
HUXLEY, Aldous, Un Mundo Feliz, Lucemar, Venezuela
LORRE, Chuk, The Big Bang Theory. El Algoritmo de la Amistad 02x13, dirigido por
Mark Cendrowski (2008; Estados Unidos: Columbia Broadcasting System, 2009), DVD.
LOWRY, Lois, El Dador de Recuerdos, dirigido por Phillip Noyce (2014; Estados
Unidos: Walden Media, 2014), DVD.
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ORIGENES, Homilías sobre El Génesis, Ciudad Nueva, España 1999.
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Cuestiones en torno al ser humano, EUNSA, Navarra 2018.
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