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EL PROBLEMA DEL HOMBRE

Resumen: Italo Gastaldi. El hombre, un misterio

1.- La imagen del hombre.

a) Secularización.

El cambio producido en el Renacimiento del modo de relacionarse del hombre con la


naturaleza fue muy marcado. En esa época se produce el paso del hombre primitivo al hombre
secular, se modifica el modo de operar del hombre, modifica su concepción del mundo tras la
irrupción de las matemáticas en la física. Pasa de ser un sujeto que se admira, sorprende,
sometido a los avatares de la naturaleza y a intervenciones divinas, ese ser indefenso deja
paso, al hombre que somete, crea y modifica a la naturaleza. A este proceso se lo llama
SECULARIZACIÓN.

De una concepción de la naturaleza estática fatalista, se pasa a una concepción del mundo y de
la historia del hombre, como historia dinámica, dominada por la libertad del hombre. El
fatalismo cede ante la responsabilidad.

b) Características opuestas de las dos visiones.

Visión Primitivo Actual


Relación con la Cosmocéntrica Antropocéntrica
naturaleza El griego consideró (esquema Personalista (no cosista)
mental cosista) al hombre como
otro objeto entre los objetos (un
microcosmos)
Conocimiento Mítica Racional
Explicación simbólica-religiosa.
Empírico Mitos: dan paso a: Ciencia
Fruto de una simple experiencia. (saber racional)
Desconoce las leyes que rigen los Ritos: dan paso a: Técnica
fenómenos. (Galeno: sangrías, (poder sobre la naturaleza)
hierbas, etc.)

c) Consecuencias de este cambio.

Se produce una nueva escala de valores, el hombre deja de quedar mirando el cielo y afirma
los pies firmemente en la tierra y descubren una nueva escala de valores, llamados,
temporales, humanos, como la justicia, la solidaridad, la libertad, la igualdad, la dignidad de la
persona humana. Construcción de un mundo nuevo, de una humanidad futura y diversa.

• Practica un análisis más crítico sobre la situación del mundo.


• Utiliza un criterio de validez del estudio del pasado tanto en cuanto es efectivo para la
construcción de un mundo nuevo.
• Se exigen un compromiso de acción, planificación racional, crítica y eficaz del porvenir
a nivel científico-técnico y a nivel sociopolítico.
• También una contestación a las injusticias existentes en la sociedad actual.

d) Algunos aspectos negativos.


El progreso cultural en si mismo, es bueno, ahora, la intervención del hombre, lo hace
ambivalente. La civilización está construyendo “una gran promesa” pero también “una gran
amenaza”.

• Plano económico: la humanidad ha multiplicado enormemente los bienes que


responden a sus necesidades fundamentales. Pero el acaparamiento de bienes ha
engendrado una escandalosa desigualdad. El progreso es progreso para pocos a costa
de los demás. En algunos sectores el dinero, el poder, el tener, la eficacia, se han
convertido en valores supremos: “tanto tienes, tanto vales”. El hombre deja de ser el
fin de la cultura científico-técnica, para ser un simple medio productor y consumidor.
• Plano social: la relación humana entre sí se ha potenciado, pero también la esclavitud,
del hombre a la máquina. El progreso es progreso para pocos a costa de los demás. El
85 por ciento de la producción llega sólo un tercio de la población.
La película “Metrópolis” (1927) de Fritz Lang
(https://www.youtube.com/watch?v=8huGJO7po_A&t=5046s) ilustra muy bien
algunos aspectos de esta situación. *
El hombre ha dominado su entorno, pero no su egoísmo, la consecuencia es la guerra
y el hambre. La subcultura de la pobreza en las grandes ciudades consagra la
desigualdad.
• Plano religioso: fenómeno masivo de ateísmo, puede ser producto de la secularización
mal entendida, el Dios ha muerto, el hombre lo ha matado de Nietzsche, es muy
acertado, o también la injusticia o el sufrimiento de tantos inocentes a través de la
historia. Algunos creyentes desacralizan su imagen de Dios, otros permanecen víctimas
de un “religiosismo” que, en lugar de humanizarlos, lo vuelven fatalistas, y hace
alienante a la religión.

Cfr. Gastaldi, Italo Francisco (1986). El hombre, un misterio. Don Bosco. Argentina. Págs. 13-18

*El texto en cursiva es mío: sobre la película Metrópolis.

2.- Origen del problema del hombre.

Aristóteles: el hombre es un animal metafísico, un animal que se pregunta y se responde, un


ser en búsqueda.

a) Interrogantes sobre la esencia del hombre (lo que es) y sobre el significado de su
existencia (para que existe). La vida misma con sus situaciones adelanta y plantea
problemas.
• Pueden nacer del asombro y la admiración frente al universo o frente al hombre y sus
creaciones. Admiración por una actitud contemplativa, sofocada por la sociedad
industrial pero no apagada. Asombro por la fascinación de la amistad, del amor, de los
ojos inocentes de un niño. O la frase del poeta bíblico “¿Quién es el hombre para que
te acuerdes de él?”
• Pueden nacer de la frustración o del fracaso. Un accidente, una bancarrota económica,
la muerte de un ser querido, una enfermedad que frustra proyectos. También la
experiencia del vacío y la nada frente a una civilización industrializada, dominada por
la técnica y el funcionalismo. Vacío existencial que produce el hastío de la civilización,
el aburrimiento. La sociedad opulenta satisface necesidades, pero se despreocupa del
“sentido”, del “para qué”.
• La raíz última de esta frustración es no hallarle sentido a la propia existencia. De aquí
nace la necesidad de encontrarle a la vida un significado último. El hombre prevé lo
que ha de venir, por eso se preocupa por su futuro inmediato, esto lo diferencia del
resto de los animales, que viven prisioneros del presente. Al hombre le surge la
pregunta sobre el sentido de la vida y del mundo en que vive: ¿Cuál es mi finalidad?
¿Para qué estoy en este planeta? ¿Hacia donde marcha esta aventura de la
humanidad? La pregunta antropológica surge en la confrontación entre una vida
preciosa y sagrada que busca una libertad definitiva, un fundamento eterno de amor,
una razón válida para esperar… y esa frontera oscura de la muerte que parece
destruirlo todo.
Albert Camus: “Yo estoy dispuesto a perder la vida todas las veces que fuera
necesario. Pero ver desvanecerse, ver que desaparece el sentido de la vida, eso es
insoportable”.
Friedrich Nietzsche: “Quien tiene un porqué para vivir, encontrará siempre el cómo”.

La antropología filosófica es una tentativa de asumir la problemática descrita, esclarecer el


gran interrogante que el hombre se plantea a si mismo: “¿Qué significa ser hombre?; ¿qué
sentido tiene la existencia?”

Hablar del sentido es hablar del valor, de la finalidad de una cosa cualquiera; en este caso de la
existencia considerada globalmente. Desde que prima la razón, el hombre quiere no sólo ser y
obrar, sino además saber para qué es y obra, hacia donde se encamina, cuál es el desenlace de
su existencia.

b) Estos problemas se agudizaron por la visión antropocéntrica del hombre moderno.

Desde los tiempos de Copérnico el hombre ha hecho estallar esa casa de la naturaleza, los
límites espaciales y temporales de este con la ciencia y se sintió perdido en su inmensidad
cósmica, perdió su centro, su minúscula casa en el planeta, se descubrió como sujeto y
comenzó a interrogarse sobre el sentido de su existencia.

“Dios, Mundo y el Hombre” son los temas eternos del pensamiento humano. Pero cada época
pone el acento en la totalidad del ser de uno de estos tres vértices de la realidad. Hubo una
época cosmocéntrica, otra teocéntrica y ahora una antropocéntrica, ésta última surgió en
occidente en la modernidad; Kant dio un paso importante en esa dirección. El hombre se
convierte en “centro de perspectiva”, todo lo vemos a través del prisma del propio yo. Hasta
cuando planteamos el problema de Dios, lo hacemos para resolver el problema del hombre.

Este giro antropocéntrico nos lleva a plantearnos mas que nunca y buscar una solución a:
“¿Quién soy? ¿Cuál es mi origen? ¿Cuál es mi destino? ¿Estoy destinado a desaparecer del
todo? ¿Cuál es mi situación en el universo? ¿Qué vale mi vida?... en síntesis ¿Qué es el
hombre?

Cuando la “la ciencia-filosofía antigua” se transforma en “ciencia-filosofía moderna”, el


hombre toma conciencia que la naturaleza no está simplemente para ser contemplada, sino
para ser transformada mediante la ciencia y la técnica y se lanzó a su dominio.

La “revolución tecnológica” determina poco a poco en el hombre un espíritu tecnológico. Las


máquinas nos afectan las 24 horas del día, entran en nosotros y nos configuran. Nos infunden
una conciencia de poder y grata conciencia de autosuficiencia. No encierra en lo inmediato, en
el presente, no hace olvidar toda preocupación por el futuro.
Hasta que aparezca la niña Greta Thunberg que pega el grito a los dueños de nuestro
destino: “¿Cómo se atreven? Han robado mi infancia, mi niñez” discurso ante la ONU/
2019 https://www.youtube.com/watch?v=sHUHrBY0ayw

Cfr. Gastaldi, I. F. Ibid. Págs. 19-22

El texto en cursiva es mío: Greta Thunberg

3.- Diversos tipos de antropología.

Antropología sirve para designar cualquier doctrina sobre el hombre, su naturaleza, su


situación en el universo, etc. Durante un tiempo este término se utilizó para designar
especificaciones fisiomorfológicos en sus variaciones físicas, raciales y sexuales, es decir se
limitó al ámbito biológico. Luego paso a indicar el origen, historia y contenido de la cultura.
Pero, Kant especificó como: “Una doctrina del conocimiento del hombre, ordenada
sistemáticamente”. Fue ampliándose su alcance hasta incluir todo lo que responda a la
pregunta: “¿Qué es el hombre?”. Kant en su “introducción a la Lógica” afirma que estas
preguntas se reducen a tres: “¿Qué puedo saber?; ¿Qué debo saber?; ¿Qué puedo esperar?”
pero “todo se reduce a la antropología porque estas tres se reduce en ¿Qué es el hombre?”

Respuestas:

a) La respuesta científica-positiva: ciencias llamadas “positivas” cuyo modelo es la física.


Se mantienen en el campo de lo observable, de lo fenoménico (lo que aparece) de lo
empírico (lo experimentable). Describen el modo constante de obrar de las cosas
(fenómenos), los expresan en leyes y, si es posible, lo aprisionan en fórmulas
matemáticas. Comte decía que, la ciencia es “saber para prever, para poder”; conocer
las leyes de la naturaleza, para predecir, anticipar los fenómenos y así dominar la
naturaleza con la técnica. Hay otro grupo de ciencias, denominadas Ciencias humanas,
como la política, la sociología, la historia, etc.
El enfoque de las ciencias positivas y humanas pertenecen a la antropología física y a la
antropología cultural.
▪ Antropología física: estudia el hombre en cuanto animal, su origen y
evolución; pertenece a ella la somatología (soma=cuerpo); la paleontología
humana, restos fósiles más antiguos.
▪ Antropología cultural: el hombre y sus obras, Levi-Strauss: los
comportamientos humanos “las normas de conducta aprendidas, las ideas y
los valores adquiridos por el hombre, como miembro de un grupo social”. Le
pertenece la arqueología, la etnología y la etnografía, la lingüística, el folklore
y la historia cultural. La sicología, la sociología y la ecología son ciencias muy
vinculadas a la antropología cultural.
b) Respuesta filosófica: busca las explicaciones últimas de la realidad, explicaciones de
orden extra fenoménico, ultrasensible. Llegan a conclusiones autosuficientes, es decir,
que se mantienen así mismos, que no se fundan en postulados ulteriores. Todos los
sistemas filosóficos trataron de esclarecer la realidad total, estructurada en tres temas
fundamentales: DIOS, el HOMBRE y el MUNDO.
Al discurso filosófico corresponde la antropología filosófica, que, sin desconocer el
aporte científico sobre el ser humano, hace una segunda lectura, más profunda.
Las ciencias abordan al hombre como a un objeto en el universo (sin confundirlo con
las cosas), un objeto que se estudia desde fuera. La filosofía en cambio, lo estudia
como un sujeto personal, formulando una pregunta que cuestiona la existencia de este
que la formula.
Las ciencias estudian al hombre desde puntos de vista sectoriales: biológico,
fisiológico, sicológico (la conducta), político, económico, cultural, etc. La filosofía en
cambio lo estudia en su globalidad, su abertura hacia el futuro y su sentido último.
“Totalidad, futuro, fines”: el sentido de la vida humana, la antropología filosófica es
preámbulo para la ética y la política, para la “praxis” humana, individual y colectiva.

Cfr. Ibid. Págs. 23-25

4.- El método de la antropología filosófica.

El hombre es un sujeto, una persona, no una cosa entre las cosas es más bien para
quien son las cosas. Para conocerlo debemos mirarnos dentro de nosotros mismos y
descubrirnos como distintos del resto del mundo animal, vegetal y mineral.
Aquí seguimos tres métodos: la fenomenológica, la hermenéutica y la trascendental.

a) Fenomenológica: fase descriptiva, se recogen los datos relativos al ser del hombre.
“Un análisis de lo puramente vivido” (Brehier). Trata de captar el significado de las
cosas mismas, se despoja de teorizaciones previas. Levinas dice, “de aquella
experiencia olvidada se nutre el pensamiento abstracto”.
b) Hermenéutica: se trata de realizar una lectura interpretativa de la existencia
humana para captar el significado fundamental. Una autocomprensión derivada de
la experiencia común al realizarnos en el mundo. Tenemos una visión panorámica
de los contenidos aislados y los comprende a la luz de la totalidad. Paul Ricoeur,
dice, que la filosofía vive de lo “que se ha comprendido ya sin ser reflexionado”,
tratará de concienciar y explicitar esa autocomprensión que acompaña nuestras
experiencias. Esa interpretación esclarecedora es la hermenéutica.
c) Fase trascendental: aquí difiere totalmente de las ciencias positivas, lo podríamos
llamar, metafísica, ya que estudia al hombre a la luz del ser y de sus leyes.
Entiende que el fenómeno no puede interpretarse separadamente del ser,
sabiendo que es el ser mismo en su manifestarse (Heidegger), trata de buscar en la
profundidad de los fenómenos, para descubrir sus raíces últimas, las condiciones
que hacen posibles esos mismos fenómenos. Este método fue usado, por Platón,
Aristóteles, S. Agustín, Sto. Tomás de Aquino, M. Blondel y la mayoría de los
filósofos cristianos. Tiene un principio filosófico: el obrar sigue al ser, se obra
porque se es; la operatividad, deriva de la naturaleza del ser y la manifiesta, tiene
que haber proporción entre causa y efecto. Por este camino se trata de ir a la raíz
de todo lo específico, efecto y obra del hombre: lenguaje, conciencia moral, las
artes, el mito, la religión, los instrumentos, la ciencia, la socialidad, etc.

Cfr. Ibid. Págs. 25-27

Resumen realizado del libro El Hombre, un Misterio de Italo Gastaldi, por Prof. Luis Dario
Barrios, textos en cursiva con citas de videos son agregados por el autor del resumen.

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