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LA CELULA EUCARIOTA

Para empezar, la tierra está compuesta por células eucariotas, son las células grandes y
complejas con un núcleo, estas surgieron solo una vez cada 4 mil millones de años, a
través de una endosimbiosis. Desde que las bacterias aparecieron en la historia de la vida,
apenas han cambiado en miles de años como su forma, tamaño, sin embargo, las
eucariotas aumentaron su complejidad rompiendo la barrera celular dando origen así a
todas las criaturas vivientes que vemos a nuestro alrededor, es decir, plantas, animales y
hongos.
De aquí inician los problemas de evolución de las bacterias eucariotas frente a las
procariotas, de donde surgen preguntas como: ¿por qué las procariotas han mantenido la
misma complejidad a lo largo de la historia de la vida mientras que las eucariotas se han
vuelto cada vez más complejas? ¿Pero cómo lo han hecho?, además, se merece subrayar
los códigos genéticos y orgánicos de los seres vivos. La diferencia que se marca en la
evolución de las celas procariotas y las células eucariotas, es que después del código
genético y los códigos de transducción de señales que dieron origen a las primeras células,
los procariotas no desarrollaron ningún otro código orgánico, mientras que los ancestros
de los eucariotas continuaron explorando el espacio de codificación y dieron origen a
códigos de empalme, código de histonas, códigos de citoesqueleto, código de tubulina,
códigos de compartimento y códigos de secuencia. Y, es importante resaltar la división de
los tres grupos principales de los seres vivos descubiertos por Woese y Fox (1977) que
denominaron arqueobacterias y eubacterias (tipos fundamentalmente diferentes de
bacterias en la vida), y un tercer grupo representando a los ancestros de las células
eucariotas a las que llamaron urcariotas, que luego fueron denominadas como Archaea,
Bacteria y Eucarya ; Archaea (lípidos isoprenoides), Bacteria (contiene fosfolípidos).

Por esto es necesario incidir en los reinos primarios, donde nace el árbol universal a partir
de ARN ribosómico, que en principio debía recuperarse de proteínas porque también
contienen información filogenética, que provino del descubrimiento de que las bacterias
intercambian regularmente material genético con el proceso de transferencia horizontal
de genes según Miller 1998; el patrón de un árbol se realiza cuando los genes se
transmiten prácticamente sin cambios de una generación a la siguiente, es decir, cuando
la descendencia es vertical. Desde un enfoque de filogenia celular se hace el
descubrimiento que las células eucariotas recibieron genes tanto de Archaea como de
Bacteria. Más precisamente, recibieron alrededor del 20 % de sus genes de Bacteria y
alrededor del 10 % de Archaea, mientras que el 70 % restante son exclusivamente se
encuentran en eucariotas y se conocen como genes de naturaleza eucariota.
Hay que destacar que ninguna de las hipótesis anteriores da solución ni respuesta a la
complejidad, no explican ni resuelven las preguntas surgidas anteriormente. De igual
forma hay que explicar los códigos mencionados anteriormente. Los códigos de
transducción de señales, que son las células encargadas de transformar las señales el
entorno denominada primeros mensajeros y en señales internas segundos mensajeros;
Estos mensajeros pertenecen a dos mundos independientes, pero solo cuatro familias
principales de segundos mensajeros (AMP cíclico, iones de calcio, diacilglicerol y trifosfato
de inositol). Los códigos de empalme, donde todos los genes se copian en moléculas de
ARN llamadas transcritos primarios, y todas las proteínas se elaboran a partir de plantillas
de moléculas de ARN que se denominan ARN mensajeros, pero en las eucariotas los
transcritos primarios primero se cortan en pedazos y luego algunos de ellos (llamados
intrones) se eliminan, y los pedazos restantes (llamados exones) se unen para formar un
ARN mensajero. Estas operaciones de corte y sellado se conocen colectivamente como
empalmes. El código de histonas, en los eucariotas la doble hélice de ADN posee muchos
segmentos de este filamento que están plegados alrededor de grupos de ocho histonas y
forman bloques, denominado nucleosomas, que le dan una apariencia de cuentas en un
hilo, esta llamada cromatina, es casi seis veces más gruesa que la doble hélice y se pliega
aún más en espirales de grupos de nucleosomas, llamados solenoides, que la organizan en
fibras de grosor creciente y finalmente en la fibra de 600 nm del cromosoma. Los códigos
del citoesqueleto, es esencial para los procesos eucarióticos típicos, como la fagocitosis, la
mitosis, la meiosis, el movimiento ameboide, el ensamblaje de orgánulos y la organización
tridimensional de la célula, es decir, para todas aquellas características que hacen que las
células eucarióticas sean tan radicalmente diferentes de las bacterias. El citoesqueleto
real, en realidad, es un sistema integrado de tres citoesqueletos diferentes hechos de
filamentos (microfilamentos, microtúbulos y filamentos intermedios), cada uno de los
cuales da una contribución específica a la forma tridimensional de la célula y a su
movilidad. El Código de Tubulina, la tubulina es el elemento principal de los microtúbulos
la mayoría de estos se encuentran en un estado de rápida renovación y alternan muy
rápidamente entre el crecimiento y la contracción. Sin embargo, dentro de la célula
también hay una población de microtúbulos que son relativamente estable en la rotación
se mide en horas y no en minutos. Los códigos de compartimento en los eucariotas la
membrana celular se produce mediante reemplazos de membrana que se realizan en el
interior de la célula en forma de vesículas que se desplazan hacia la superficie y se
incorporan a la membrana existente, mientras que otras vesículas se desprenden de la
membrana plasmática y se desplazan hacia el interior para ser recicladas. Entre estos tipos
de códigos existen dos diferentes, dos códigos biológicos, código fuente y código de canal.
A modo de conclusión, la evolución de la vida tuvo lugar exclusivamente en células
individuales durante unos 3.000 millones de años, pero finalmente algunos eucariotas
dieron origen a criaturas multicelulares, y nuevamente encontramos que los nuevos
niveles de complejidad se asociaron con nuevos códigos orgánicos, en particular con los
códigos que han sido descubierto en el desarrollo embrionario y en los sistemas nerviosos,
a partir de descubrimiento de nuevos códigos circuló sólo en pequeños círculos y no
modificó la visión tradicional de la biología. Como resultado, todavía tenemos un marco
teórico que contempla solo dos códigos en la naturaleza: el código genético que apareció
en el origen de la vida y los códigos de la cultura (código orgánico)que llegaron casi 4 mil
millones de años después. Eso equivale a decir que no ha habido otros códigos
intermedios y, por tanto, que los códigos son excepciones extraordinarias, no
componentes normales de la vida. Estos códigos orgánicos, en conclusión, son
componentes fundamentales de la vida que nos brindan una nueva comprensión de la
macroevolución, y su estudio está destinado a convertirse en una parte cada vez más
relevante de las ciencias de la vida.

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