PROTOCOLO DE ABORDAJE DE VICTIMAS Y AUTORES DE

DELITOS SEXUALES POR PARTE DEL PERSONAL DE

ENFERMERÍA DE LOS SERVICIOS DE EMERGENCIA.

CASO: CENTROS DE SALUD DEL INSTITUTO VENEZOLANO DE

LOS SEGUROS SOCIALES DEL DISTRITO CAPITAL

CAPITULO I

EL PROBLEMA

Planteamiento del Problema

Una de las formas de violencia de mayor impacto social es la sexual, por las
daños físicos y emocionales que lleva asociados, afectando la dignidad y
seguridad emocional de las víctimas. En este sentido la violencia sexual es amplia
y, en líneas generales, consiste en actos u omisiones que van desde negar las
necesidades sexo-afectivas, hasta imponer actividades sexuales no deseadas o la
violación. La violencia sexual en muchos sociedades patriarcales ha sido tolerada
no solo por sus instituciones, sino por sus ciudadanos considerando como
normales algunas manifestaciones de violencia sexual de menor grado.

Esta puede manifestarse por medio de una mirada o comentario malicioso,

un manoseo y, en los casos más graves, con relaciones sexuales forzadas. La
violación, el hostigamiento, el abuso sexual, la privación de la libertad con fines
sexuales y la prostitución forzada son ejemplos de violencia sexual, y cada uno de
ellos es penado, aunque la tipificación varía de un código penal a otro. Según
Juarez y Tagle (2014)

Hablamos de delitos sexuales cuando nos ubicamos en el discurso

jurídico, cuya referencia es la norma como pacto social y cultural.
Para abordar las causas de la violencia sexual hay que definirla
analizando a los sujetos involucrados, los vínculos que se
establecen y los ámbitos en los que ocurren (espacio social,
territorial, familiar). Podría establecerse en primer término la
desinformación en materia de sexualidad como uno de los
 principales factores asociados a los comportamientos sexuales
delictivos, siendo sus complementos: la drogadicción, la crisis de
valores, la desintegración familiar y el hacinamiento. En todo caso,
estos fenómenos secundan los hechos y son reforzados con la
dominación patriarcal. (p. 18)
Atendiendo a lo anteriormente expuesto por los autores, debido a la
influencia patriarcal, la prevalencia de quienes ejercen la violencia sexual es en
hombres contra las mujeres y menores de edad, sin importar el sexo. Por ser
considerados un grupo vulnerable, mujeres, niños y niñas son altamente
propensos a ataques sexuales, pues se ven sujetos a opresiones específicas
propias de la interacción social, reforzada en un contexto machista de
discriminación.

Ambas actores sociales se caracterizan porque los sujetos sometidos se

relacionan con los opresores desde la inferioridad, en la dependencia
socioeconómica y bajo su dominio. La violencia sexual también esta presente en
personas con algún tipo de minusvalía, bien sea física, intelectual, económica o
afectiva. Los enfermos, los adultos mayores y las personas con discapacidad son
víctimas idóneas de quienes están a su cargo, quienes por ese hecho y por su
plenitud adquieren poder sobre ellos.

Es así, que siendo los delitos sexuales de los que causa mayor impacto
social han merecido que sean tratados de forma especial en las normativas
jurídicas del mundo inclusive por la Organización de Naciones Unidas y
Organización Mundial de la Salud. Las cifras de violencia sexual y la situación de
esta en el marco de la realidad social de diversos países, muestran sólo una parte
de la altísima vulneración a los derechos humanos de niños, niñas, adolescentes,
mujeres y hombres que son víctimas cotidianas de las violencias sexuales en el
marco de relaciones familiares, sociales, comerciales, de delincuencia común y en
el marco de conflictos armados.

Sólo un pequeño porcentaje de las víctimas acceden a los servicios de

salud buscando atención médica específica por causa de la violencia sexual. El
abuso sexual, el asalto sexual y la explotación sexual comercial de niños, niñas y
adolescentes son los tipos más frecuentes de la violencia sexual. Cada tipo de
violencia genera consecuencias físicas, emocionales y sociales diferentes y cada
persona y grupo familiar la experimentan de forma distinta.

Por ello, dar respuesta a las necesidades especiales de las víctimas de

violencia requiere conocimiento, preparación y una adecuada disposición personal
para minimizar las posibles victimizaciones secundarias surgidas de los procesos
de intervención. El abordaje integral a una víctima de violencia sexual necesita de
un trabajo basado en la corresponsabilidad institucional, no solo de los órganos de
justicia, sino también del sistema de salud, en el que los sectores de salud.

Actuando de una manera articulada y no victimizante se debe garantizar

desde el sector salud que la persona víctima de violencia sexual reciba una
atención de calidad que le ayude a restaurar su autonomía y dignidad y que le
ayude en su recuperación física y emocional; y desde los otros sectores a que
cuente con las garantías de protección y no repetición del hecho violento y de
acceso a justicia para que el delito no quede impune.

Para ello, diversos países de América latina han diseñado protocolos de

abordaje para este tipo de víctimas por parte del personal forense, esto con la
finalidad de no causar más daño del ya recibido por la victima por parte del
agresor, tanto física como emocionalmente. Tal es el caso de Colombia donde el
Servicio Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, diseño la “Guía para el
Abordaje Forense Integral en la Investigación de La Violencia Sexual” (2018), en
donde se establecieron, no solo las definiciones de los distintos delitos sexuales
tipificado por el código penal colombiano, sino también la forma en que deben
abordarse tanto víctimas como victimarios de este tipo de delitos.

En nuestro país este tipo de delito ha ido aumentando progresivamente en

los últimos años y con mayor incidencia en menores de edad. En este sentido la
sociedad venezolana no escapa a un problema de marcado impacto en los países
de Latinoamérica, donde la violencia de género y las ofensas sexuales son una de
las modalidades delictivas con mayor presencia en la región.
 En este mismo orden de ideas el Fondo de Población de las Naciones
Unidas (2008), considera la violencia sexual:

…como un evento de interés en salud pública por su impacto sobre

el individuo, su familia y la sociedad. En atención al sufrimiento y el
daño que genera, la violencia sexual requiere de máxima atención.
Los altos costos personales y sociales, entre ellos la disminución
de la productividad de las personas y el nexo indisoluble de este
fenómeno con otros eventos de interés en salud pública
establecidos en la norma nacional y territorial vigente y en las
políticas distritales relacionadas con el VIH/Sida, las ITS, el
embarazo en adolescentes, la mortalidad materna y perinatal, la
mortalidad infantil, la desnutrición y los suicidios, son también
objeto de máxima atención. (p. 13).
Es así, que los delitos sexuales representan un peligro no solo para
las víctimas, sino para el gripo social en general, pues este suele traer
consecuencias para el grupo familiar tanto de las víctimas como de los
autores. Los delitos sexuales no solo impacta en la salud física de la
víctima, sino también en la salud mental pues las victimas pueden
padecer de trastornos debido al estrés postraumático que pueden derivas
en suicidios y en conductas delictivas.

Según estudios realizados por las Naciones Unidas las víctimas de

experiencias sexuales traumáticas inciden en la práctica de sexo sin
protección con múltiples compañeros, prostitución y embarazo en la
adolescencia. Asimismo, la experiencia de violencia sexual temprana
hace más vulnerable a los menores, adolescentes y mujeres a otras
formas de violencia en la vida adulta.

Los delitos sexuales en muchas ocasiones, suelen ser detectados

por el personal médico cuando las víctimas son atendidos en las salas de
emergencia del sistema de salud tanto público como privado; ya que
estas acuden a dichos servicios cuando estos delitos han sido cometidos
de forma violenta. Igualmente cuando las víctimas son menores el abuso
sexual es detectados por las actitudes de los niños en clases siendo
remitidos en algunos casos a los servicios de salud.
 En el caso de los autores estos pocas veces acuden a servicios de
salud por la comisión del hecho delictivo, pero se presentan casos cuando
la acción policial es temprana o de la comunidad que toma la justicia por
sus propias manos y estos ofensores sexuales son objeto de heridas y
son remitidos a los servicios de salud. En ambos casos quienes reciben
de primera mano a estos pacientes es el personal de enfermería de los
centros asistenciales y luego es que el personal especializado de la
medicatura forense llega a los centros de salud.

En este sentido la Ley Orgánica del Servicio De Policía de

Investigación, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y
Criminalísticas y el Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses
(2012), establece en su artículo 26 la corresponsabilidad ciudadana, no
solo en el sentido de comparecer ante los órganos de justicia como
testigos o entrevistados, sino en el caso de los profesionales de la salud
de identificar y notificar la comisión de hechos delictivos.

Ahora bien, el personal de enfermería que labora en los servicios

de enfermería de los centros de salud son los que realizan la valoración
inicial de los pacientes que ingresan, y si uno de estos es víctima o
victimario de algún delitos estos deben tener la capacidad para, no solo
garantizar la salud del mismo sino también para preservar cualquier
evidencia física que pueda servir para esclarecer dicho hecho delitctivo.

En este mismo orden de ideas, el Manual Único de Cadena de

Custodia de Evidencias Físicas (2017) del Ministerio Publico establece
los procedimientos para la obtención tecnica de evidencias físicas y define
dicho procedimiento como:

…el trabajo de campo, mediante el abordaje de sitios,

cadáveres, personas o vehículos que pueden estar
asociados a la presunta perpetración de un delito, que se
debe ejecutar de forma planificada y metódica por parte de
los criminalistas y demás forenses, para garantizar la
 identificación y documentación de las evidencias y el entorno
del cual se obtienen. (p. 22)
De esta manera, queda establecido que la obtención de evidencias
físicas es responsabilidad exclusiva de criminalistas o peritos forenses
debidamente certificados por el órgano rector en materia de investigación
penal. Ahora bien, en la realidad social actual de nuestro país es evidente
la carencia de personal técnico especializado en todas las áreas de la
administración pública, por lo que es imposible tener criminalistas o
peritos forenses que estén adscritos a los servicios de emergencia para
atender a las víctimas o victimarios de hechos delictivos.

Por consiguiente, para el presente trabajo de investigación se

formulan las siguientes interrogantes:

 ¿Cómo abordan los profesionales de la enfermería a víctimas y

autores de delitos sexuales en los servicios de emergencia de los
centros de salud?
 ¿Qué conocimientos poseen los profesionales de la enfermería en
los servicios de emergencia de los centros de salud sobre la
obtención y preservación de evidencias físicas?
 ¿Cómo influye la forma en que se abordan a víctimas y victimarios
de delitos sexuales por parte del personal de enfermería en los
servicios de emergencias, en el esclarecimiento del hecho delictivo.

Objetivos de la investigación

Objetivo General

Proponer un protocolo de abordaje de víctimas y autores de delitos sexuales

dirigido al personal de enfermería de los servicios de emergencias en los centros
de salud del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales del Distrito Capital.
 Objetivos Específicos

 Describir la forma en que el personal de enfermería adscrito a los servicios

de emergencias de los centros de salud del Instituto Venezolano de los
Seguros Sociales del Distrito Capital abordan a víctimas y victimarios de
delitos sexuales.
 Analizar el impacto que tiene el abordaje por parte del personal de
enfermería de los servicios de emergencia de los centros de salud del
Instituto Venezolano de los Seguros Sociales del Distrito Capital, a víctimas
y victimarios en la investigación penal de los delitos sexuales.
 Elaborar un protocolo de abordaje de víctimas y autores de delitos sexuales
dirigido al personal de enfermería de los servicios de emergencias en los
centros de salud del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales del
Distrito Capital.

Justificación de la Investigación

La investigación busca contribuir con la administración de justicia, en el

sentido de garantizar que las evidencias físicas que puedan estar presentes en las
víctimas y victimarios de delitos sexuales, no sean contaminadas en su
manipulación mientras son atendidos en los servicios de emergencias;
contribuyendo así con el esclarecimiento de los hechos y el establecimientos de
las responsabilidades penales a que tuvieran lugar. Debe señalarse que, si bien es
cierto que la prioridad de los servicios de emergencia de los centros de salud es
garantizar la vida del paciente, también es responsabilidad de los profesionales de
la salud contribuir con el sistema de justicia penal.
Asimismo la realidad social actual del país exige acciones inmediatas y
pertinentes para la formulación de políticas públicas eficientes que garanticen la
consecución de los objetivos y metas planteadas por los órganos de justicia, entre
estos garantizar el acceso a la justicia de las víctimas y a los victimarios garantizar
un proceso penal respetando el debido proceso. De igual modo, la investigación
permitirá describir la forma en que los profesionales de la enfermería abordan en
los servicios de emergencia a las víctimas y victimarios de delitos sexuales.
El valor teórico de la investigación, se fundamenta en el desarrollo de
contenidos vinculados con los procedimientos técnico de obtención, recolección y
preservación de evidencias físicas en la investigación penal.
En cuanto a las implicaciones prácticas, el protocolo incluirá un conjunto de
conocimientos y competencias (aptitudes y valores) que fortalecerán el
desempeño del personal de enfermería adscrito a los centros de salud del Instituto
venezolano de los Seguros Sociales del Distrito Capital durante el cumplimiento de
sus funciones y responsabilidades.

Delimitación y Alcance de la Investigación

Delimitación de la Investigación

Esta investigación se llevara a cabo en los servicios de emergencias de los

centros de salud del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales del Distrito
Capital.

Alcance de la Investigación

La investigación presenta un diagnóstico sobre la forma en que los

profesionales de la enfermería de los servicios de emergencias de los centros de
salud del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales del Distrito Capital abordan
a víctimas y autores de delitos sexuales, para posteriormente presentar bajo la
modalidad de un proyecto factible, una propuesta de protocolo de abordaje de
víctimas y autores de delitos sexuales, enmarcado dentro de las leyes y
resoluciones vinculadas con la investigación penal.