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La mera venta del pleno dominio de una finca rústica a diversos compradores
en proindiviso no constituye una parcelación ilegal.
En el artículo 42.1º de la Ley Hipotecaria sólo tienen cabida las acciones reales
o aquellas personales que puedan determinar una mutación jurídico real. No
está incluida en su ámbito la acción subrogatoria del artículo 1111 del Código
Civil en el pago de una deuda procedente de una venta a plazos.
Para inmatricular una finca o participación proindiviso al amparo del art. 205
son necesarias 2 transmisiones sucesivas, con un año de diferencia entre ellas,
sobre la misma finca o participación proindiviso; no son títulos sucesivos 2
transmisiones sobre participaciones diferentes.
La última jurisprudencia acepta que las partes puedan pactar la renuncia del
comprador a la moderación judicial de la cláusula penal (artículo 1154 CC)
cuando se produce el incumplimiento concretamente previsto en el contrato y
salvo que sea aplicable la legislación de consumidores y usuarios. Pero en este
caso se confirma la calificación en el sentido de que es necesaria la
consignación de las cantidades percibidas por el vendedor por no pactarse dicha
renuncia en los términos exigidos por dicha jurisprudencia y la propia DG.
RESOLUCIONES MERCANTIL
El notario ante ello extiende una diligencia en la que, tras decir que ha usado
los estatutos tipo estandarizados (Real Decreto 421/2015, de 29 de mayo),
sustituye “órganos colegiados” por “órganos sociales”.
Pese a ello recurre. Alega que se reproducen los estatutos tipo y que al parecer
lo que solicita el registrador es sustituir el plural de órganos colegiados, por el
singular de órgano colegiado, ya que el único existente es la Junta General.
Añade que tal defecto no puede “justificar una nota de calificación como la que
es objeto de este recurso…”, pues se dificulta la ágil constitución de la sociedad
en contra de lo pretendido por el legislador.
1º.- “De conformidad con la legislación civil aplicable, corresponde a los socios
titulares o, en su caso, a sus causahabientes, el ejercicio de los derechos
sociales. Se establece la posibilidad de que cada socio pueda designar un
representante para el ejercicio de los derechos sociales constante la comunidad
hereditaria, si así lo establecen los respectivos títulos sucesorios”.
Los estatutos lo que hacen es utilizar la posibilidad que les ofrece el segundo
párrafo del artículo 188.5 del Reglamento del Registro Mercantil.
No creemos además que el art. 188.5 del RRM de cobertura a esa disposición
estatutaria pues lo que este permite es que los estatutos puedan establecer “la
designación de un representante para el ejercicio de los derechos sociales
constante la comunidad hereditaria si así fue establecido en el título sucesorio”,
lo que es muy distinto a que se pueda establecer que cada socio/partícipe
designe su representante. El artículo habla de un único representante. (JAGV).
PDF (BOE-A-2021-7411 – 8 págs. – 251 KB)Otros formatos
— no consta quien o quienes son las personas, apoderados del Banco, que
expiden la certificación en representación del mismo ni tampoco se puede
comprobar la firma electrónica, al venir extendida en papel. Artículos 5, 6 y 58
del Reglamento del Registro Mercantil. Exige también que el notario legitime las
firmas electrónicas según el artículo 262 del Reglamento Notarial. Artículo 261.
— en este sentido «la función ejecutiva (la función de gestión ordinaria que se
desarrolla individualmente mediante la delegación orgánica o en su caso
contractual de facultades ejecutivas) no es una función inherente al cargo de
“consejero” como tal», sino que tiene un carácter adicional «que nace de la
relación jurídica que surge del nombramiento por el consejo de un consejero
como consejero delegado, director general, gerente u otro»;
— pese a ello añade que “la reserva estatutaria para consejeros delegados o
ejecutivos ha de ser interpretada de un modo menos rígido y sin las
exigencias de precisión tan rigurosas que en alguna ocasión se había
establecido en sentencias de varias de las salas de este Tribunal Supremo y por
la propia DGRN”;
—lo que el TS estimó no válida fue una cláusula en la que junto a la gratuidad
de los administradores se decía que, de existir consejo, este podía acordar la
retribución a sus consejeros ejecutivos “sin acuerdo de la junta ni necesidad de
previsión estatutaria alguna…”.
— por ello se admite que “aun cuando los distintos conceptos retributivos de los
consejeros ejecutivos deban constar necesariamente en los estatutos sociales,
podrán éstos remitirse al contrato que se celebre entre el consejero ejecutivo y
la sociedad para que se detalle si se remunerará al mismo por todos o sólo por
algunos de los conceptos retributivos fijados en los estatutos”.
— las “funciones extrañas al cargo –es decir, las que nada tienen que ver con la
gestión y dirección de la empresa– tampoco es necesario que consten en
estatutos, sino simplemente en los contratos que correspondan (contrato de
arrendamiento de servicios, contrato laboral común, etc.;
Según la tesis del recurrente “la expresión «en todo caso», empleada en el
artículo 343.2 de la Ley de Sociedades de Capital, solamente alcanzaría a las
operaciones acordeón en que la ampliación encadenada a la reducción lo fuera
mediante aportación dineraria, única modalidad en que se reconoce tal
derecho”.
Ahora bien frente a estas notas generales el Tribunal Supremo, como hemos
señalado, “admite excepcionalmente la validez de la junta general convocada
por órgano de administración con cargo caducado”, pues su nulidad
“introduciría una perturbación en la situación jurídica de la sociedad”. Por ello
reconoce “a quienes de hecho administran con el cargo caducado facultades
para convocar junta dirigida a regularizar los órganos de la sociedad, en
solución similar a la prevista”, hoy día por el artículo 171 de la LSC.
Por todo ello debe entenderse que caducado el nombramiento del órgano de
administración, “de acuerdo con la Sentencia del Tribunal Supremo
anteriormente expuesta y con el objetivo de evitar la acefalia de la sociedad,
que el órgano de administración funciona de hecho, con facultades para
convocar junta con la exclusiva finalidad de nombrar a los miembros del órgano
de administración”.
Aparte de ello considera, en cuanto al otro punto del orden del día de la
convocatoria relativo a la aprobación de las cuentas anuales, que se trata de un
punto del orden del día no facultativo sino obligatorio para la
sociedad(cfr. art. 164 LSC), y en consecuencia “la validez de la convocatoria
admitida para la renovación de los administradores, se puede extender a la
aprobación de las cuentas anuales, de modo semejante a como hizo la
Resolución de este Centro Directivo de 22 de octubre de 2020, admitiendo que
en una convocatoria hecha por un único administrador mancomunado,
conforme al artículo 171 de la de la Ley de Sociedades de Capital, se admitiera
el punto del orden del día relativo al cambio del órgano de administración, por
constar claramente en el anuncio de convocatoria, circunstancia que concurre
en el caso examinado”.