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simpatía y empatía, son dos habilidades distintas.

La simpatía se
centra en la amabilidad, en encontrar algo positivo del problema que
nos explica la otra persona, busca la aprobación, se escucha para
responder.

La simpatía tiende a frivolizar, no conecta con la persona, no


reconoce sus emociones y (aunque lo pretenda) no le está sirviendo de
ayuda. A veces, el simpático intenta ayudar haciendo ver que lo que
sucede ‘no es para tanto’, quitándole importancia, añadiendo gracia a las
expresiones.
Aunque la simpatía es necesaria en la vida, el humor es imprescindible
y a través de ella es cómo podemos establecer relaciones con los
demás, la necesidad de tener conexiones más duraderas y auténticas o
en situaciones en que la persona está descubriendo sus emociones, la
simpatía deja de ser una herramienta útil siendo necesario un paso más
allá.
Ya no se trata de buscar lo positivo de la situación, no se necesita “caer
bien o gustar” sino que se necesita ver el mundo como la otra persona,
para compartir y comprender sus sentimientos, necesidades,
preocupaciones y estado emocional.
Vamos a verlo con un ejemplo:
Dos compañeros de estudios “He suspendido matemáticas, el examen que
llevaba preparando en la academia durante todo el trimestre”
Un compañero, que es simpático le dice frases como: “Al menos, has
aprobado lengua que ha suspendido un montón de personas”, “No te
preocupes, seguro que en la recuperación lo pone más sencillo como pasa todos
los años”
 Otro compañero, al contarle su mismo problema, reacciona de forma
empática y le dice: “Lo siento, después del esfuerzo de tiempo y dinero de la
academia. Si necesitas mis apuntes o cualquier cosa, ya sabes, aquí me
tienes”.  Y después de decir esto, el amigo se limita a escuchar cómo le
influye a su amigo este suspenso.
Sólo eso. No intenta solucionarle el problema, ni dar consejos ni
contarle que le paso a él o que él sí que tienen que estar preocupado
que ha suspendido dos. Sólo comprensión emocional empática.

 ¿qué es la empatía?
La empatía es una competencia clave de la inteligencia emocional que
se pone de manifiesto a la hora de comunicarnos y relacionarnos con
los demás.  También se utiliza la expresión “ponerse en los zapatos del
otro”.
 “Las tres cuartas partes de las miserias y malos entendidos en el mundo
terminarían si las personas se pusieran en los zapatos de sus adversarios y
entendieran su punto de vista”.
Mahatma Gandhi                
Para poder comprender los sentimientos de los otros, y conectar con
ellos, es necesario comenzar por aprender a comprenderse a uno mismo,
reconociendo cuáles son las propias necesidades y deseos, qué cosas,
personas o situaciones causan determinados sentimientos, qué
pensamientos provocan tales emociones, cómo afectan y qué
consecuencias provocan.
De esta forma, la empatía está compuesta por numerosas habilidades
como la interpretación de las expresiones no verbales de los
sentimientos, la imaginación acerca de lo que estaría sintiendo uno
mismo si estuviera en esa situación, y el reconocimiento de que no
todas las personas sienten lo mismo en situaciones semejantes.
Además, para poder adoptar una postura empática en las relaciones, es
necesario evitar prejuicios, creencias y valores que puedan impedir entender
el punto de vista del otro desde su perspectiva. Las personas que poseen
esta destreza destacan por su capacidad para escuchar (activamente) a
los demás y por ser «observadores» de las señales no verbales y de los
estados afectivos de quienes les rodean.
Esta habilidad de la empatía se debe a las conocidas como neuronas
espejo, las cuales se caracterizan por activarse cuando la persona
percibe una determinada acción en el otro, conllevando la realización
de una acción semejante. Así, por ellas se explica tanto la imitación
como la empatía, y son por ejemplo las responsables de que se transmitan
los bostezos, o de que al ver a alguien en apuros casi se pueda sentir su miedo.
Se suelen reconocer dos formas de empatía:
 Empatía afectiva  o emocional: capacidad de responder con un
sentimiento a los estados mentales de otro. Es decir, se da cuando
una persona expresa un sentimiento, y otra puede
experimentarlo también sólo por verla, aunque no le afecte la
situación de forma directa.
Un ejemplo sería cuando alguien ve a un amigo llorando porque ha fallecido
un familiar, y la tristeza se le contagia llegando incluso a llorar también.
 Empatía cognitiva: capacidad de comprender el punto de vista o
estado mental del otro a partir de los signos que emite, lo que
piensa o lo que siente. Es decir, cuando alguien comprende con
facilidad lo que le ocurre al otro y como se siente, aunque él no lo
esté sintiendo.
Un ejemplo sería cuando un amigo cuenta a otro que ha discutido con su
pareja y se encuentra muy enfadado, y el otro, aunque no se siente así, puede
comprender lo que siente.

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