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ATENCIÓN COMUNITARIA EN SALUD MENTAL Y ATENCIÓN INTEGRADA

ATENCIÓN
COMUNITARIA EN
SALUD MENTAL Y
ATENCIÓN INTEGRADA

Marcelino López Álvarez


Psiquiatra y sociólogo
Director de programas, evaluación e investigación
Fundación Pública Andaluza para la Integración Social de Personas con Enfer-
medad Mental. FAISEM

Sumario

1. Presentación.

2. Las bases de la atención comunitaria en salud mental.

3. La atención comunitaria a personas con trastornos mentales graves.

4. Algunas referencias a la situación en España y en concreto en Andalucía.

5. Bibliografía.

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FUNDACIÓN CASER

Palabras CLAVE

Atención comunitaria en salud mental, Personas con Trastornos Mentales Graves, Atención integrada.

Resumen

La atención integrada representa una alternativa a las dificultades de los sistemas sanitarios públicos
ante las necesidades de un número creciente de personas afectadas por patologías crónicas gene-
radoras de discapacidad. Centrada originalmente en la atención a personas mayores, hay cada vez
más evidencias de su utilidad en otros sectores como el infantil o el de otras patologías generadoras
de dependencia.
Paralelamente los sistemas de atención comunitaria en salud mental vienen moviéndose en idéntica
dirección, pero su tradicional dificultad de comunicación con la atención sanitaria y social general,
distorsionada por el papel de las instituciones asilares y del estigma social asociado a ellas, ha impe-
dido un enriquecimiento recíproco de ambas corrientes.
El artículo presenta las bases teóricas y técnicas de la atención comunitaria en salud mental, especial-
mente en referencia a personas con Trastornos Mentales Graves, tanto en sus formulaciones genera-
les como en lo relativo a nuestro país y más en concreto a Andalucía. Tratando de mostrar sus coin-
cidencias con la atención integrada y el interés recíproco de impulsar su colaboración e intercambio.

Keywords

Community mental health care, People with Severe Mental Disorders, integrated care.

Abstract

Integrated care is an alternative to the difficulties of public health systems faced with the needs of
a growing number of people affected by chronic diseases generating disability. Originally focussed
on care for the elderly, there is growing evidence of its usefulness in other sectors such as children or
other pathologies generating dependency.
Community mental health care systems are at the same moving in the same direction, but their
traditional difficulty of communicating with general health and social care, distorted by the role of
nursing homes and the social stigma attached to them, have prevented a mutual enrichment of both
schools of thought.
The article presents the theoretical and technical foundations of community mental health care,
especially in reference to people with Severe Mental Disorders, both in general concepts and in
relation to our country and more specifically to Andalusia. Trying to show how they coincide with
integrated care and the mutual interest in promoting collaboration and exchange.

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1. Presentación. ción, la necesidad de generar culturas comunes


y de articular los sistemas de información para
Aunque desde enfoques tradicionales de la permitir una atención realmente integrada, es-
Salud Pública (Marset y Sáez, 1998), se ha ve- tán en el núcleo de este “nuevo” enfoque, más
nido insistiendo, desde hace ya muchas déca- allá de la diversidad de soluciones organizati-
das, en la necesidad de cambiar la orientación vas concretas que podemos encontrar en dis-
de los servicios sanitarios para hacer frente a tintos programas y presentaciones doctrinales
las “nuevas“ realidades demográficas y epi- (Armitage y ots., 2009; Cooper,2011; Goodwin,
demiológicas, el desarrollo de dichos sistemas 2014).
ha seguido habitualmente direcciones contra-
rias a este empeño (Navarro,1998). Direcciones Soluciones que, por otra parte, no siempre
marcadas por lógicas ajenas a las necesidades exigen una completa integración organizativa
de atención de la población y condicionadas, y que se alejan también de la generación de
al contrario, por intereses políticos a corto pla- nuevos espacios de “aparcamiento” y margina-
zo y por distintas presiones, entre otras de las ción social, basados en meras consideraciones
industrias farmacéuticas y de tecnologías sani- de ahorro económico.
tarias.
Curiosamente, desde hace incluso más tiem-
Más recientemente se han venido articulan- po, la necesidad de enfoques similares viene
do iniciativas teóricas y técnicas que, en torno estando presente en un campo históricamen-
al concepto o “paradigma” de la atención inte- te alejado de las corrientes generales de los
grada (Herrera, 2014; Nuño 2011; Shaw y ots., sistemas sanitarios y sociales, como es el de la
2011) y desde el campo inicial de la atención atención en salud mental (Schöttle y ots., 2013
a las personas mayores (Beland y Holander, y 2014). De hecho, a pesar de este “alejamien-
2011), están planteando la necesidad y factibi- to”, vinculado a la peculiar historia de las ins-
lidad de un nuevo enfoque de la atención a las tituciones asilares psiquiátricas, las necesida-
patologías hoy por hoy prevalentes en los paí- des internas de este campo en interacción con
ses de nuestro entorno. Patologías que suelen importantes movimientos críticos internos y
tener un carácter crónico, afectar a distintos externos al mismo (López y ots., 2006), han lle-
órganos y sistemas, enlazar con dimensiones vado a un número creciente de profesionales
no solo clínicas sino funcionales ligadas al con- a posiciones confluyentes con las de los intere-
cepto de discapacidad y cuya atención exige, sados en la atención integrada, como tratare-
por tanto, articular intervenciones a distintos mos de mostrar a continuación. Posiciones, re-
niveles y especialidades del Sistema Sanitario lacionadas mayoritariamente con la atención a
y de otros sectores de servicios, especialmente personas con lo que denominamos Trastornos
del de los Servicios Sociales. Mentales Graves, que, trabajosamente y no
sin contradicciones y dificultades importantes,
Principios como la necesidad de integración han ido plasmándose en distintos programas y
vertical y horizontal de la atención, más allá de sistemas de atención.
las tradicionales “derivaciones”, el de centrarse
en la persona como objeto y sujeto de la aten-

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Finalmente, aunque en España La Ley Gene- siempre claro que la atención integral a las per-
ral de Sanidad utiliza como referencia la aten- sonas debería ser el núcleo de cualquier nuevo
ción comunitaria, la situación habitual en la sistema de atención. Así, las críticas al Hospi-
mayoría de las Comunidades Autónomas dista tal Psiquiátrico (López y ots., 2006; Saraceno,
mucho de adecuarse a sus principios básicos y 2014) resaltaron siempre la importancia de una
la integración de la atención a personas con atención integral a las personas, lejos de la re-
este tipo de problemas, enfocada aquí como clusión injusta e iatrogénica pero sin renunciar
“coordinación sociosanitaria” (Herrera, 2012) a un enfoque global de sus necesidades y a la
y condicionada recientemente por el nuevo continuidad de la atención. Pero también, en
Sistema para la Autonomía y la Atención a la la búsqueda de un nada fácil equilibrio, inten-
Dependencia, plantea más problemas que so- tando huir de soluciones que siguiesen repro-
luciones efectivas (López, 2012 b). Si bien en duciendo la lógica de las instituciones totales
algunos territorios, como intentaré mostrar en y su pretensión de dar respuesta en un único
el caso de Andalucía, se está avanzando con di- espacio, “físico o funcional”, al conjunto de ne-
ficultades pero también con logros apreciables cesidades que estas personas presentan.
en dirección a una mejor integración real de la
atención. Hay muchas definiciones de la atención co-
munitaria en salud mental y bastantes sistemas
2. Las bases de la atención comunita- concretos que han intentado hacerla operativa
ria en salud mental. (Thornicroft y Szmukler, 2001). Pero en todos
los casos, pese a sus matices diferenciales y
Tradicionalmente la atención a personas con concreciones estructurales y funcionales, se tie-
problemas de salud mental ha estado condicio- nen en cuenta principios confluyentes con los
nada por el estigma social, en un círculo vicioso centrales de la atención integrada, en sí misma
de difícil salida que afecta fundamentalmente también diversa.
a las personas con Trastornos Mentales Graves
pero se extiende en diversos grados al conjun- Para nosotros (López y Laviana, 2007) la
to del campo de la enfermedad mental y de su atención comunitaria en salud mental debe ser
atención. La imagen tradicional de “la locura” vista, al igual que la atención integrada (Herre-
y su reclusión, supuestamente protectora de la ra, 2014), como un auténtico paradigma tec-
sociedad, en instituciones asilares dieron lugar nológico caracterizado básicamente por dos
durante mucho tiempo al aislamiento de este cosas: una nueva consideración de las personas
sector de las corrientes habituales de la aten- que padecen Trastornos Mentales Graves y una
ción sanitaria y social, al entender que todas nueva manera de organizar servicios para la
las necesidades de la población asilada debían atención de sus múltiples necesidades.
ser atendidas dentro de los muros de la insti-
tución. Con respecto a la primera, utilizamos a me-
nudo una imagen, quizás simplista pero suges-
Quizás por eso los planteamientos alterna- tiva, para caracterizar la evolución de la con-
tivos a la reclusión manicomial, articulados en sideración social de este grupo de personas,
modelos de atención comunitaria, tuvieron minoritario aunque central en este campo,

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la que lleva desde el término “locura” al de y todo ello bajo el efecto de barreras sociales
“enfermedad” y de este al de “ciudadanía”. muy importantes, claramente ligadas al estig-
Planteamos así que las personas con este tipo ma y a la discriminación (López y ots., 2008).
de trastornos no deben ser vistas como locos
o locas que habría que encerrar, pero tampo- Para hacer frente a esas dificultades, que blo-
co como enfermos o enfermas susceptibles de quean el camino hacia la inclusión social y la
atención sanitaria, sino que, yendo bastante ciudadanía más allá de las limitaciones propias
más allá, tenemos que considerarlas como ciu- de la enfermedad y la discapacidad condiciona-
dadanos y ciudadanas, sujetos de derechos y da por ella, hacen falta servicios e intervencio-
obligaciones y con dificultades múltiples para nes, centradas en las personas concretas y con
ejercerlos. Dificultades que derivan de padecer los rasgos que presenta de manera resumida la
enfermedades, con síntomas clínicos definidos, Tabla 1, como características básicas de lo que
pero también limitaciones funcionales diversas solemos entender por Atención Comunitaria.
que englobamos bajo el término discapacidad

Tabla 1. Características básicas de la atención comunitaria en salud mental.

Planteamientos de Salud PÚblica


Atención al conjunto de problemas de salud mental.
En territorios y población definidas.
Con criterios epidemiológicos y de planificación (estableciendo prioridades de atención).

Enfoque rehabilitador (como filosofía)


Orientación hacia la autonomía y el funcionalidad social y no solo a los síntomas.
Integralidad, incluyendo Prevención, Tratamiento, Rehabilitación e Integración social.

Redes de servicios
Sanitarios y no sanitarios (sociales, educativos, de empleo…).
Accesibles y adaptables a las necesidades individuales.
Predominantemente extrahospitalarios.

Trabajo en equipo y participación


Dentro de la red sanitaria.
Entre las redes sanitarias y las no sanitarias.
Entre administraciones, profesionales, usuarios y usuarias, familiares y grupos sociales.

Fuente: López y Laviana, 2007.

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Las transformaciones derivadas de este tipo claramente por el cierre de los Hospitales
de enfoque han sido diversas, porque diversas Psiquiátricos y la construcción de un sistema
son las situaciones y contextos nacionales en alternativo.
que se han desarrollado, pero en todas ellas el
énfasis en una atención intersectorial centrada Modelos de servicios, claramente en rup-
en la persona ha sido común, con posiciones tura con los tradicionales, que han permitido
claramente integradas en algunos ejemplos además identificar mejor las necesidades de
que cabe destacar dentro de su diversidad: las personas, situadas ahora en el contexto co-
munitario y no ocultas y supuestamente pro-
a) El de los equipos de Tratamiento Asertivo tegidas por los muros de la institución. Aquí
Comunitario, establecidos monográficamen- también, como señalaba Thomas Kuhn (1971)
te o articulados con las redes ordinarias de en su análisis del desarrollo de las revoluciones
servicios, desde el trabajo pionero de Leo- científicas, la adopción de un nuevo paradigma
nard Stein y Mary Ann Test en los años 70 cambia no solo el enfoque de los problemas
como alternativa al cierre del hospital psi- sino también la naturaleza misma de estos, al
quiátrico de Madison en Wisconsin (USA). permitir identificarlos en un nuevo contexto,
Equipos multiprofesionales centrados en la poniendo de relieve aspectos ocultos por el en-
atención personalizada, intensiva, continua- foque anterior.
da y comunitaria de las personas con mayo-
res dificultades (Rosen y ots., 2007). Un protagonismo importante en la difusión
de estas políticas ha venido siendo asumido
b) El de los Servicios de Salud Mental de la por la Organización Mundial de la Salud, espe-
Región italiana de Friuli-Venezia-Julia, más cialmente en los últimos decenios, con formu-
conocida por la ciudad de Trieste, desde cuyo laciones claras en defensa de nuevas políticas
Hospital Psiquiátrico se desarrolla un modelo en salud mental y del desarrollo de nuevos sis-
alternativo, vinculado a la figura histórica de temas de atención, comunitarios y con mayo-
Franco Basaglia y el movimiento Psiquiatría res niveles de integración (López, 2012 a; OMS,
Democrática, con una red descentralizada 2001 a, 2001 b y 2008). Recomendaciones acep-
de Centros de Salud Mental, abiertos las 24 tadas formalmente por los distintos estados
horas y que se encargan de la atención en la miembros y concretamente por los europeos,
comunidad en la práctica totalidad de los as- pero no siempre plasmados en efectivas mo-
pectos importantes de personas que en otro dificaciones de la estructura y funcionamiento
caso hubieran terminado recluidas de por de sus respectivos sistemas de atención, ni si-
vida (Mezzina, 2014). quiera en el caso de la Unión Europea (Knapp
y ots., 2007).
c) Los procedimientos más variables, centra-
dos en articular servicios sanitarios y sociales Pero también hay que tener en cuenta a este
diversos, como los del Reino Unido y los paí- respecto el creciente papel desempeñado por
ses Nórdicos, más parecidos a las opciones to- los movimientos asociativos de familiares y so-
madas en España en aquellas Comunidades bre todo de usuarios y usuarias de los servicios
Autónomas que, como la andaluza, optaron de salud mental, es decir de las personas más

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directamente afectadas por este tipo de pro- también aquí, encaja claramente el tema de las
blemas. decisiones compartidas, componente esencial
de los enfoque de atención integrada (Drake y
De hecho, es precisamente la emergencia y ots., 2010; Laviana, 2012).
progresiva consolidación de estos movimien-
tos, con presencia activa creciente en el pa- 3. La atención comunitaria a personas
norama de la atención en salud mental espe- con trastornos mentales graves.
cialmente también aquí en lo que respecta a
personas con trastornos mentales graves, la Como hemos señalado anteriormente, el
que está en el origen de un concepto impor- grupo de personas que padece lo que en tér-
tante formulado en los últimos decenios, como minos técnicos llamamos Trastornos Mentales
es el que refleja el término “recuperación” (La- Graves sigue siendo central a la atención en sa-
viana, 2012; López, 2010). lud mental, pese a su carácter minoritario den-
tro del abanico de problemas que se incluyen
Aunque también aquí hay muchas defini- en la denominación genérica “enfermedades
ciones del mismo (Emsley y ots., 2011; Leamy o trastornos mentales” (López y Laviana, 2007;
y ots., 2011), con matices de interés dentro de Ruggieri y ots., 2000).
la abundante literatura al respecto, podemos
entender su significado a partir de la formula- De hecho son estas personas, especialmen-
ción propuesta por la profesora canadiense de te las diagnosticadas de esquizofrenia y otros
enfermería en salud mental, Helen Provencher, trastornos similares, las que han constituido
que define la recuperación como “la supera- históricamente el núcleo sobre cuya “aten-
ción o trascendencia de los síntomas, las limi- ción” se han articulado en la práctica los sis-
taciones funcionales y las desventajas sociales temas tradicionales de salud mental, así como
derivadas de la enfermedad mental para per- el referente último de las negativas imágenes
mitir la emergencia de un nuevo sentido de la sociales sobre la enfermedad mental, aspectos
existencia, el desempeño de roles sociales sig- claramente interrelacionados (López y ots.,
nificativos y un mejor sentido de bienestar y 2008). Por eso y por la gravedad de sus pro-
calidad de vida” (Provencher, 2007). blemas, pero también por sus posibilidades de
recuperación personal y social, este grupo de
Considerada así marca los objetivos de la personas sigue siendo un desafío para la aten-
atención en este sector, poniendo el acento ción comunitaria.
en los aspectos subjetivos de las personas con-
cretas y redefiniendo el papel de los profesio- Sus características definitorias, que asocian
nales y de los sistemas de atención, desde la habitualmente (Ruggieri y ots., 2000) diagnós-
prescripción jerárquica, bienintencionada pero ticos clínicos, discapacidad y duración, pueden
paternalista de las intervenciones, a su puesta verse en la Tabla 2, a partir de la definición que
al servicio de las personas, apoyando sus itine- se da en Andalucía en el Proceso Asistencial In-
rarios propios y estableciendo relaciones hori- tegrado Trastorno Mental Grave (Consejería de
zontales y cooperativas (Laviana, 2012; Roberts Salud, 2006), protocolo de atención común al
y Boardman, 2013). Nueva relación en la que, que luego aludiremos.

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Tabla 2. Definición de persona con Trastorno Mental Grave en Andalucía.

Persona que:

• Presenta sintomatología psicótica o prepsicótica que:


Genera problemas de captación y comprensión de la realidad.
Distorsiona la relación con los otros.
Supone o puede suponer riesgo para su vida.
Repercute negativamente en distintas áreas de su funcionamiento personal.

• Necesita un abordaje complejo, combinando:


Atención sanitaria con intervenciones biológicas, psicosociales y de rehabilitación.
Atención intersectorial (social, laboral, educativa, judicial).
Intervenciones sobre el medio social y familiar.

• Presenta una evolución prolongada con necesidades de continuidad y coordinación, inter-


na y externa, de la atención.

Grupos diagnósticos incluidos:

Esquizofrenia y otros trastornos relacionados.


Trastornos afectivos de carácter psicótico (Trastornos bipolares y Depresiones psicóticas).
Trastornos de personalidad esquizoide, paranoide y límite.

Fuente: Consejería de Salud, 2006.

Si en el conjunto de la atención en salud Así, desde un modelo comunitario, la aten-


mental se plantean problemas de integración ción a este grupo de personas exige habitual-
(básicamente entre los niveles asistenciales mente poner en juego una gran diversidad de
de la Atención primaria y la especializada en estructuras, equipos profesionales e interven-
Salud Mental, aunque también entre distin- ciones, que tratan de cubrir el conjunto de ne-
tos dispositivos de la red especializada), en el cesidades que afectan a muchas de ellas y que
caso de las personas con Trastornos Mentales suponen dificultades para su recuperación, in-
Graves la necesidad de un abordaje integral e clusión social y ciudadanía real (López y Lavia-
integrado es imprescindible, desde el enfoque na, 2007). Necesidades de atención, variables
anteriormente definido de la atención comuni- individualmente en un momento dado y a lo
taria (López y Laviana, 2007). largo del tiempo, que intenta resumir la Tabla 3.

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Tabla 3. Necesidades a cubrir para la recuperación y ciudadanía de personas con TMG.

Atención sanitaria
Atención a la salud general.
Cuidados prolongados para prevenir y tratar recaídas y evitar deterioros.
Entrenamiento en el manejo de la enfermedad y sus consecuencias.
Entrenamiento en habilidades personales y sociales.

Provisión de recursos de apoyo social


Apoyo en la organización de la vida cotidiana.
Apoyo en la vivienda propia o en alojamientos específicos.
Actividad ocupacional y de ocio.
Educación básica y compensatoria.
Apoyo a la consecución y/o mantenimiento del empleo.
Impulso a la relaciones sociales.

Protección y control judicial en ámbitos civil y penal

Apoyos inespecíficos del entorno inmediato


Familia.
Redes sociales informales.

Eliminación de dificultades debidas al estigma social

Lo que implica a su vez la disponibilidad y (Dixon y ots., 2010; Motjabai y ots., 2009; Shean
aplicación de un amplio conjunto de interven- 2013; Warner, 2003)
ciones, no solo con la persona concreta afecta-
da por el trastorno, sino también con su familia Y también, en la mayoría de los casos, un
y su medio inmediato, además de con distintos sistema de atención comunitaria facilita ese
sectores sociales implicados en el estigma y la tipo de intervenciones, desde una estructura
discriminación. Intervenciones que tienen en la reticular de servicios, que incluyen un abani-
inmensa mayoría de los casos, razonable “evi- co tan dispar como el presentado en la Tabla
dencia” que justifica su desarrollo (Menear y 4. Pluralidad de dispositivos que trata de dar
Briand, 2014), aunque la distancia entre la re- respuestas diferenciadas a la diversidad sincró-
comendación de su uso que deriva de ese apo- nica y diacrónica de necesidades que pueden
yo empírico y su provisión efectiva sigue sien- presentar las distintas personas incluidas en el
do, en la mayoría de los casos, bastante grande grupo (Motjabai y ots., 2009).

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Tabla 4. Dispositivos y programas implicados en la atención comunitaria a personas con tras-


tornos mentales graves.

Sanitarios:
• Atención Primaria.
• Atención especializada general.
• Servicios de atención a drogodependencias.
• Centros/Equipos de Salud Mental Comunitaria.
• Unidades de Hospitalización.
Unidades de corta estancia en Hospitales Generales.
Unidades/Equipos de hospitalización alternativa.
Unidades de Media-larga estancia.
Hospitales de día.
Programas de Hospitalización parcial.
• Unidades de rehabilitación.
Centros de día/Unidades de rehabilitación.
• Unidades de atención a infancia y adolescencia.
• Dispositivos y programas específicos.
Programas de gestión de casos.
Equipos de Tratamiento Asertivo Comunitario.
Equipos de intervención precoz.

No sanitarios:
• Acceso a servicios de carácter general.
Servicios sociales comunitarios.
Servicios educativos.
Servicios de empleo.
Servicios culturales.
Pensiones y otras subvenciones para personas con
dificultades económicas.
• Servicios específicos de apoyo social.
Red de alojamientos y programas residenciales.
Rehabilitación vocacional y programas de empleo.
Programas y dispositivos ocupacionales.
Programas de recuperación educativa.
Actividades de ocio y empleo del tiempo libre.
Actividad asociativa.
Apoyo en la gestión económica.
Mecanismos para la tutela.
• Servicios de atención en el sistema penitenciario.

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Como puede verse, se trata de una organi- el sistema sanitario como en el social. Y, en
zación compleja, a la que solemos referirnos el caso del sanitario, no solo en salud men-
(López y Laviana, 2007) con la metáfora de la tal, dada la elevada presencia de patologías
“red” (o “red de redes”), imagen sugestiva que crónicas como resultado de la negativa inte-
pone de manifiesto la necesidad de “nodos” racción entre hábitos de vida poco saluda-
(dispositivos y equipos) y “cuerdas” (conexio- bles y efectos secundarios de la medicación
nes y canales de comunicación), pero también en muchas de estas personas (Motjabai y ots.,
de “agujeros”, por los que se cuelan las perso- 2009).
nas si no hay mecanismos eficaces para garan-
tizar la integración funcional del conjunto en 4. Enfoque centrado en la persona concreta,
su interacción con cada persona concreta que cuya recuperación es el objetivo común que
necesita atención. permite articular las intervenciones.

De ahí la importancia de los enfoques de la 5. Articulación de la información de los dis-


atención integrada en este concreto sector de tintos sectores y espacios funcionales.
la atención sanitaria y social, si se quiere cum-
plir realmente con los principios de la atención Los sistemas de atención desarrollados en
comunitaria y con sus objetivos de recupera- distintos países, con los ejemplos de modelos
ción, en la atención a personas concretas afec- que hemos referido anteriormente, tratan de
tadas por Trastornos Mentales Graves (Green, cubrir esas necesidades en contextos muy di-
2008; Schöttle y ots., 2013 y 2014) ferentes, lo que explica la variabilidad que en-
contramos en los mismos.
De hecho, la diversidad de problemas que
estas personas plantean y los objetivos de re- Así, en USA la carencia o debilidad habitual
cuperación que deben guiar nuestros intentos de redes públicas sanitarias y sociales está en
de ayuda son imposibles sin tener en cuenta al- la base de modelos realmente integrados de
gunos aspectos clave de la atención integrada: atención a aspectos parciales muy concretos,
como son los mencionados Equipos de Trata-
1. Integración horizontal dentro del sistema miento Asertivo o, en otro nivel, los de Apoyo
sanitario, entre diversas unidades y equipos al Empleo, que combinan en un mismo equipo
especializados en salud mental (Unidades co- el conjunto de profesionales, sanitarios y no
munitarias, Unidades de hospitalización de sanitarios en nuestros contextos, que permiten
corta y de media y larga estancia, Hospitales cubrir las necesidades de personas con dificul-
de día, Unidades de rehabilitación…). tades de acceso a los servicios (especialmente
las que se encuentran “sin hogar”, como puede
2. Integración también horizontal entre ser- verse en Coldwell y Bender, 2007) o que buscan
vicios sanitarios, sociales, educativos, labora- empleo (López, 2010), respectivamente. Moda-
les, judiciales, penitenciarios… lidades integradas que permiten evaluaciones
rigurosas y figuran como tales en los inventa-
3. Integración vertical entre los niveles de rios habituales de intervenciones “basadas en
atención primaria y especializada, tanto en la evidencia” (Menear y Briand, 2014).

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O en Italia, donde el específico proceso de • La planificación conjunta de programas y


Reforma Psiquiátrica puesto en marcha en los servicios.
años 70 y oficializado con la Ley 180 que signi-
ficó el fin del sistema manicomial, ha generado • El desarrollo conjunto de Protocolos perso-
en algunos lugares como la mencionada ciudad nalizados de atención.
de Trieste, una red formalmente sanitaria pero
que integra el conjunto de intervenciones sa- • El establecimiento de espacios de coordina-
nitarias y no sanitarias bajo la dependencia de ción a diversos niveles.
los servicios de salud mental (Mezzina, 2014). El
limitado tamaño poblacional y la riqueza rela- • Y la creación de figuras de apoyo para ga-
tiva de recursos que concentraba su viejo Hospi- rantizar la continuidad de cuidados.
tal Psiquiátrico (antaño referente también para
un área de la actual Eslovenia), son factores que Sin excluir el establecimiento de equipos in-
explican también la peculiaridad del modelo, di- tegrados para determinados aspectos o grupos
fícilmente “exportable” en cuanto tal. de personas de especiales dificultades.

Modelos de difícil aplicación en nuestros con- Así, por ejemplo, el énfasis en itinerarios in-
textos, más allá de las críticas que quepa hacer tegrados de atención, programas individuales
a una suerte de reconstrucción de un modelo y equipos de tratamiento asertivo dentro de la
de “institución total” ahora en la comunidad compleja red de servicios de salud mental del
y desprovista de las connotaciones negativas Servicio Nacional de Salud británico (Burns,
del asilo, pero igualmente totalizadora en sus 2004). Y también, como veremos a continua-
pretensiones de cubrir todas las necesidades de ción, algunas de las iniciativas que se vienen
las personas con trastornos mentales desde un tomando en nuestra experiencia de Andalucía
único lugar, a diferencia de lo que hacemos el (FAISEM, 2012).
resto de las personas (López y ots., 2006).
En conjunto se trata de cubrir el conjunto de
Por ello, en la mayoría de los países que in- necesidades que trataba de resumir la Tabla 4,
tentan desarrollar modelos de atención comu- en contextos culturales y de servicios públicos
nitaria en salud mental las opciones pasan más muy diversificados, respetando esa diversidad
por mejorar la atención, articulando interven- sin recurrir a estructuras potencialmente insti-
ciones sobre personas concretas desde los dis- tucionalizadoras y reforzadoras del estigma.
tintos espacios y equipos que en nuestras so-
ciedades complejas se ocupan de ayudarnos a
cubrir nuestras no menos complejas necesida-
des. Modelos basados en la cooperación sobre
la base de:

• La generación de culturas comunes, orien-


tadas a la recuperación y la ciudadanía y no
al cuidado paliativo.

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4. Algunas referencias a la situación padecer Trastornos Mentales Graves, cambió


en España y en concreto en Andalucía. sustancialmente esa situación, debido a dificul-
tades y trabas de todo tipo. Así, aunque por
En nuestro país, a pesar de que la Ley general una parte sus principios “formales” (promo-
de Sanidad estableció en su día, en su Artículo ción de la autonomía personal y apoyo para la
20 y siguiendo en general las recomendaciones inclusión social) encajarían perfectamente en
de la Comisión Ministerial para la Reforma Psi- la atención comunitaria, en la práctica estable-
quiátrica, que los servicios de salud mental del ce recursos sociales centrados en las situaciones
Sistema Nacional de Salud se basarían en los de dependencia, sin criterios claros que eviten
principios de la atención comunitaria, la situa- el institucionalismo y la segregación (reales en
ción real de los 17 Servicios de Salud de las co- la práctica habitual de no pocas Comunidades
rrespondientes Comunidades Autónomas está Autónomas) y organizando una vía de acceso a
lejos de atenerse a esa solemne declaración los mismos al margen de los servicios sanitarios
(Perez, 2006). (López, 2012 b).

En efecto, no solo la gran mayoría de las Co- Dentro de que la variedad es aquí la norma,
munidades conservan restos importantes del y aunque en distintos territorios se han venido
sistema tradicional, con Hospitales Psiquiátri- desarrollando iniciativas de interés (en muchas
cos omnipresentes a pesar de ocasionales cam- ocasiones frenadas por las políticas actuales de
bios de nombre y remodelaciones arquitectó- gestión de la “crisis”), merece la pena, sin em-
nicas y funcionales de variable calado (López bargo, referirse a la situación de Andalucía. No
y ots., 2006), sino que el funcionamiento de solo por tratarse de la experiencia que mejor
la mayoría de sus sistemas públicos está lejos conozco, dada mi participación personal en el
de la integración de la atención sanitaria y no proceso a lo largo de los último 30 años, sino
sanitaria orientada a la recuperación, la inclu- porque, sin desmerecer los esfuerzos realiza-
sión social y la ciudadanía de las personas con dos en otras Comunidades Autónomas, sí creo
Trastornos Mentales Graves. Manifiestan por que se trata de un proceso que avanza en di-
el contrario graves carencias de recursos, en rección a la atención integrada. Así, aunque no
relación con los estándares habituales en paí- se puede decir que estos problemas se hayan
ses de nuestro entorno y, sobre todo, déficits solucionado, sí creo que se han enfocado razo-
funcionales claros en distintos aspectos de su nablemente a lo largo de estos años, avanzan-
atención, especialmente acentuados en los do al menos en algunas soluciones parciales e
sectores no sanitarios y en lo que respecta a la identificando claramente algunas líneas estra-
integración funcional de sus respectivas inter- tégicas del trabajo a realizar en el futuro.
venciones.
Andalucía (FAISEM, 2012) inició un proceso
A este respecto tampoco la aprobación de la de reforma psiquiátrica en 1984, articulando el
ley para el Fomento de la Autonomía Personal cierre progresivo (1985-1999) de sus 8 hospita-
y la Atención a Personas en Situación de De- les psiquiátricos públicos con la construcción de
pendencia, que incorporó “a regañadientes” a un sistema de servicios especializados de salud
las personas con discapacidades derivadas de mental, resultado de un doble proceso:

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FUNDACIÓN CASER

a) La integración de todos los recursos sanita- menos hasta la llegada de la “crisis”) e intro-
rios públicos dentro del Servicio Andaluz de duciendo elementos de mejora en su funciona-
Salud, organizándolos con arreglo a un mo- miento real.
delo comunitario, diversificado en recursos
del tipo de los indicados anteriormente en la Como resultado del proceso el nuevo sistema
Tabla 4, articulado con la Atención Primaria y en sí no supone un modelo integrado perfec-
con equipos multiprofesionales. tamente funcionante, pero presenta algunas
características de interés que van en dirección
b) La creación de una Fundación pública a esa necesaria integración real:
intersectorial (FAISEM) para la gestión de
programas específicos de apoyo social (alo- a) La implicación de distintos sectores de la
jamiento, empleo, soporte diurno, tutelas, Administración autonómica en la atención a
etc.), articulados con los estrictamente sa- personas con Trastornos Mentales Graves. Así
nitarios. Programas desarrollados por tanto la Fundación Pública Andaluza para la Inte-
por equipos profesionales no sanitarios. gración Social de Personas con Enfermedad
Mental (FAISEM), cuyos recursos complemen-
Tras una fase inicial de definición del mode- tan los específicamente sanitarios, depende
lo, superación del tradicional y construcción de de las Consejerías más directamente implica-
la red inicial de nuevos dispositivos, el desarro- das en dicha atención (ver Tabla 5) y se fi-
llo posterior ha ido ampliando su dotación (al nancia mayoritariamente desde ellas.

Tabla 5. Consejerías que constituyen el Patronato de FAISEM.

b) El desarrollo global del sistema se rige por c) La atención concreta a personas con Tras-
Planes Integrales de Salud Mental, en cuya tornos Mentales Graves se realiza a través de
elaboración participan tanto los servicios sa- un protocolo común, el denominado Proceso
nitarios como FAISEM, junto a los movimien- Asistencial Integrado Trastorno Mental Gra-
tos asociativos de familiares (FEAFES Andalu- ve (Consejería de Salud, 2006), que:
cía) y de Usuarios y Usuarias (Federación en
Primera Persona). • Se basa en valores comunes (recuperación,
inclusión social y ciudadanía).

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ATENCIÓN COMUNITARIA EN SALUD MENTAL Y ATENCIÓN INTEGRADA

• Establece un Plan Individual de Tratamien- e) El modelo de servicios incluye, aunque su


to, común al conjunto de los servicios sani- desarrollo se ha interrumpido con las restric-
tarios y no sanitarios, que incluye la progra- ciones presupuestarias de estos años, equi-
mación individualizada de cada uno de los pos específicos para la atención, con modelos
dispositivos y programas que deben interve- de Tratamiento Asertivo Comunitario, de las
nir en cada caso. personas con mayores dificultades, especial-
• Avanza aunque sea “tímidamente” hacia mente las que carecen de domicilio o no ac-
la toma de decisiones compartidas, incluyen- ceden voluntariamente a los servicios.
do la negociación con la persona atendida
en su plan de tratamiento. Aunque sea a partir de este breve resumen,
• Establece un espacio de coordinación cen- hay que decir que queda no poco trabajo por
trado en las personas que es la Comisión de hacer para hacer efectiva una atención inte-
Trastorno Mental Grave de cada Unidad de grada, centrada en la persona y capaz de ga-
Gestión Clínica de Salud Mental. Espacio en rantizar una adecuada y compartida atención
el que participan profesionales de FAISEM y a las necesidades de quienes se ven afectados
en el que se aprueban, evalúan y revisan los por este tipo de problemas. Desde la gene-
Planes Individuales de Tratamiento. ración de una auténtica cultura común a la
• Y establece una referencia profesional aplicación de los protocolos de actuación de
clara (Facultativo del Equipo Comunitario manera coordinada y efectiva, pasando por la
local) para cada persona atendida, así como mejora de carencias concretas en determina-
una persona encargada de tareas de “ges- dos servicios y equipos o la todavía no resuel-
tión del caso”. ta integración de los programas de atención a
drogodependencias.
d) El acceso a los recursos de FAISEM, espe-
cialmente en los casos en que están bajo la Por no hablar de las dificultades que siguen
cobertura del Sistema para la Autonomía y existiendo en la interacción entre niveles asis-
la Atención a la Dependencia, se acuerda en tenciales “primarios” y “especializados”, tanto
una estructura de coordinación provincial, en el sistema sanitario como en el de los servi-
que incluye los responsables de las Unida- cios sociales, y evidentemente entre uno y otro
des de Gestión Clínica de Salud Mental, los sistema (además del educativo y el judicial pe-
de FAISEM y los de la Agencia de Servicios nitenciario), problemas centrales no resueltos sa-
Sociales y Dependencia (López 2012; López tisfactoriamente no solo en este sector concreto.
y Laviana, 2012). Acuerdo que es requisito
imprescindible para la elaboración del Plan Y también de la necesidad de compartir la in-
Individual de Atención, corrigiendo así al formación necesaria para la actuación, sin vio-
menos parcialmente uno de los ya menciona- lar los derechos de las personas ni pretender
dos problemas de la aplicación de la llama- acceder por principio a datos de nula utilidad.
da “Ley de Dependencia” a las personas con
Trastornos Mentales Graves. Como conclusión final, cabe decir que el sector
de la atención en salud mental y especialmen-
te en relación con las personas con trastornos

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FUNDACIÓN CASER

mentales graves, necesita claramente avanzar • Gobernar el conjunto del sistema, de natu-
en dirección a la atención integrada si quiere raleza multisectorial en una sociedad como
hacer efectivo su objetivo de favorecer la re- la nuestra, desde la planificación a la inter-
cuperación personal y la inclusión social y ciu- vención cotidiana de los diversos servicios y
dadanía plena de dichas personas, más allá de equipos multiprofesionales, mediante espa-
las dificultades propias de sus enfermedades o cios reglados de coordinación que integren
trastornos. el conjunto de dispositivos y equipos impli-
cados, en sus respectivos niveles básicos y
En nuestro país, pese a que se ha avanzado especializados. Para lo que es importante,
de manera desigual en distintos territorios, lógicamente, una adecuada y coincidente
queda mucho por hacer para moverse adecua- distribución territorial de los mismos.
damente en esa dirección. Para ello, en línea
con lo que se viene haciendo en Andalucía y en • Establecer, como eje de las intervenciones,
otros lugares, sería preciso: protocolos comunes que determinen itinera-
rios individuales (Green, 2008; Consejería de
• Superar definitivamente los elementos Salud, 2007), consensuados con las personas
“heredados” del antiguo sistema, sustituyen- directamente afectadas, itinerarios que de-
do los Hospitales Psiquiátricos y sus “deriva- ben fijar las múltiples intervenciones necesa-
dos” modernos por redes de servicios comu- rias en cada caso a lo largo del proceso de
nitarios, tal y como prometía la aún vigente recuperación de cada persona. Y que deben
Ley General de Sanidad. Condición necesaria, para ello establecer a su vez figuras claras,
aunque no suficiente, para avanzar en la di- como referentes personales de cada usuario
rección señalada (López y ots., 2006; OMS, y usuaria, como apoyos a la continuidad de
2001; Saraceno, 2014). En concreto, en lo que cuidados.
respecta al sistema sanitario, sería necesario
contar con una estructura diversificada, ple- • Modificar el procedimiento habitual de la
namente integrada en el sistema sanitario Ley de Promoción de la Autonomía Perso-
general y más homogénea territorialmente nal y Atención a personas en situación de
que en la actualidad. Dependencia para adaptarla a las necesida-
des de las personas con Trastornos Mentales
• Establecer estructuras específicas que per- Graves. En concreto se debería, entre otras
mitan el desarrollo de servicios de apoyo cosas, establecer la coordinación entre los
social en áreas clave como el alojamiento, Servicios Sociales Comunitarios, los de Aten-
el empleo, el soporte en la vida cotidiana, ción Primaria y los de Salud Mental desde el
la educación compensatoria, etc. (FAISEM, inicio mismo (en realidad deberían estar in-
2012; López 2010; López y Laviana; 2007 y teractuando desde antes) del proceso de co-
2012). Estructuras que pueden ser diversas bertura del Sistema para la Autonomía y la
en cuanto a sus mecanismos de gestión, pero Atención a la Dependencia.
deben asegurar una cobertura mínima, una
financiación pública intersectorial y unos es- • Facilitar el acceso a la información nece-
tándares de calidad comunes. saria para atender a cada persona concreta,

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ATENCIÓN COMUNITARIA EN SALUD MENTAL Y ATENCIÓN INTEGRADA

articulando los sistemas de información de Interacción crítica, porque la crítica es un


cada sector. componente básico del avance científico y tec-
nológico y porque la multitud de aspectos in-
• Y establecer equipos específicos que permi- tervinientes con concreciones locales tan diver-
tan la atención de grupos con especiales di- sas, obliga a buscar caminos propios dentro del
ficultades o necesidades concretas, como son marco común de la atención integrada. Pero
los referidos a personas sin hogar, con escasa interacción necesaria porque, por esa misma
adherencia o en situaciones de primeros epi- complejidad, necesitamos aprender recíproca-
sodios. Equipos que cuentan con suficiente mente, identificando las mejores vías para lo
apoyo empírico sobre su efectividad (Burns, que en definitiva nos mueve, que es mejorar
2004; Coldwel y Bender, 2007; Rosen y ots., la situación de tantas personas, conciudadanos
2007), pero cuya articulación con la red gene- y conciudadanas nuestras, cuyas necesidades y
ral admite también formulas diversas. posibilidades de mejoría desbordan claramen-
te las posibilidades de los sistemas tradiciona-
Sin olvidar, y este es probablemente uno de les de atención sanitaria y social.
los aspectos más difíciles y en el que se sitúan
las mayores carencias en nuestro país y en mu- 5. Bibliografía.
chos otros lugares, la necesidad de desarrollar
una cultura común, basada en el paradigma Armitage G. D., Suter E., Oelke N. D., Adair
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aprendizaje de otros sectores. Ese debería ser
un aspecto central en el futuro, aprovechando Burns T. Community Mental health teams: a
la integración formal de la atención en salud guide to current practices. Oxford, Oxford Uni-
mental en los marcos institucionales de los sis- versity Press, 2004.
temas sanitarios y sociales públicos. Así, la in-
teracción entre quienes trabajamos en salud Coldwell C.M., Bender W.S. The effectiveness
mental y quienes lo hacen en otros sectores en of assertive community treatment for home-
busca de una atención realmente integrada a less populations with severe mental illness: a
las necesidades concretas de personas concre- meta-analysis. American Journal of Psychiatry,
tas, tratando de establecer sistemas complejos 2007, 164:393-399.
al servicio de las mismas y no a la inversa, es
un aspecto clave en la evolución de todos y de Consejería de Salud. Proceso asistencial inte-
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