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Atención Primaria. J.L. Tizón.–La atención primaria a la salud mental: una concreción de la atención sanitaria
Vol. 26. Núm. 2. 30 de junio 2000 centrada en el consultante

ARTÍCULO ESPECIAL

La atención primaria a la salud mental:


una concreción de la atención sanitaria centrada
en el consultante
J.L. Tizón
Psiquiatra de Atención Primaria, psicólogo, psicoanalista. Director de la Unidad de Salud Mental de Sant Martí (Nord). Institut Català de
la Salut. Barcelona.

Palabras clave: Gestión clínica; Salud mental.

Sobre la necesidad de 4. Y habrán de poder compartir el tes psicológicos de la salud5. Intentará,


desarrollar el modelo de la trabajo con las redes «profanas» o red por tanto, que esa alianza amplíe las
«atención sanitaria centrada en social no profesionalizada: grupos vi- características típicas de la APS en es-
el consultante» en el ámbito de venciales naturales de la población, te ámbito. Que amplíe a los temas psi-
ONG, actividades recreativas y de- cológicos y psicosociales los objetivos
la «atención a la salud mental» portivas, etc. de una atención integral, integrada,
Llamamos atención primaria a la sa- continuada, permanente, activa, acce-
lud mental (APSM) a la aplicación Los motivos para esa necesidad de sible, basada en equipos interdiscipli-
del modelo médico de la «asistencia «trabajo compartido» en la atención a narios y biopsicosociales, comunitaria
centrada en el paciente»1,2 o «asis- la salud mental son también de dos y participativa, programada-evaluable
tencia sanitaria centrada en el con- tipos. En primer lugar, por la alta in- y con docencia e investigación en su
sultante»3-9 (ASCC) para el trabajo cidencia y prevalencia de trastornos propio nivel5,12,13,20,21.
interdisciplinario de atención a la sa- mentales en la población general: Desde el punto de vista psicosocial,
lud mental en la comunidad, apoyán- cerca del 30% en las poblaciones de ello significa que las características
dose en la atención primaria de sa- adultos14-16 y un 15-20% de los ni- de dicha asistencia serán las que se
lud (APS). Esa forma de atender ños17-19. A nivel preventivo, el ingen- señalan en la tabla 2. Habrá de tra-
(promocionar y tratar) los temas de te y siempre creciente número de tarse de una organización sanitaria
salud y salud (mental) poseerá, es- consultas realizadas en la APS (tabla que se proponga siempre acercar la
quemáticamente, una serie de carac- 1) hace pensar que resulta un lugar asistencia a la población, integrándo-
terísticas fundamentales que lleva- accesible para la realización de pe- la en equipos territorializados e indi-
mos difundiendo más de 20 años3-5: queñas actividades preventivas o vidualizados. Su perspectiva de asis-
asistenciales (en el campo de la sa- tencia será una perspectiva diacróni-
1. Una vinculación teórica con la lí- lud mental y la asistencia psiquiátri- ca: gran parte de las quejas y
nea de APS10-13. ca), siempre que no alteren de forma problemas no se solucionan en una
2. Una vinculación práctica y una importante el encuadre básico de di- consulta, con urgencia, sino a lo lar-
fuerte «religación» con los dispositi- chas consultas: un encuadre que ha go de una relación asistencial, en
vos concretos de APS: esa línea de de ser biopsicosocial, integral y no re- múltiples consultas a lo largo de las
trabajo implica que los problemas de ducidamente psicologista. semanas, los meses e incluso los
salud mental, así como la prevención De la línea de APS, la APSM recogerá años. Su modelo teórico, técnico y
en ese campo, han de ser un ámbito sus características fundamentales de práctico, por tanto, ha de ser biopsi-
compartido entre los equipos de intentar, mediante esa relación ESM- cosocial (y, más en concreto, el de la
atención primaria (EAP), de pedia- EAP, una asistencia que incluya tam- ASCC5,8,9,22). Por último, hablamos
tría y de medicina de familia, por un bién la atención y la asistencia a la sa- de atención primaria y no de «asis-
lado, y los equipos de salud mental lud (mental), es decir, a los componen- tencia primaria» porque ello implica
(ESM) comunitarios, por otro.
3. Ambos tipos de equipos, además,
deberán encontrarse suficientemen- TABLA 1. Actividad asistencial de la red de atención primaria en Catalunya
te interrelacionados con el resto de (1996)
las redes asistenciales profesionali-
Visitas de APS Número Frecuentación por habitante
zadas de su medio: servicios sociales, (edad de corte, 18 años)
servicios psicopedagógicos, servicios
de justicia, servicios de bienestar co- Pediatría (hasta los 14 años) 3.019.155 2,5
munitario... Medicina de familia 22.118.092 4,6
Domiciliarias (sin 061) 677.026 0,11
Totales (6 millones de habitantes) 25.814.373 4,30
(Aten Primaria 2000; 26: 111-119)

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Vol. 26. Núm. 2. 30 de junio 2000 centrada en el consultante

TABLA 2. Características de la atención primaria de salud (desde el punto lescencia, adultez y vejez. En defini-
de vista psicosocial) tiva, que también en el ámbito infan-
1. Acercar la asistencia a la población til (o en el geriátrico) es necesaria
una visión menos hospitalocéntrica,
2. Integrarla en equipos territorializados e individualizados
más comunitaria, más participativa
3. Perspectiva diacrónica y colaborativa, entre los equipos de
4. Modelo teórico, técnico y práctico biopsicosocial APS y los de salud mental.
5. Integrar prevención-promoción y asistencia (= «atención»)
Fuentes e historia
+ de una interpenetración
La APSM y su modelo teórico, la
6. No opuesta a los «sistemas profanos» o «no profesionalizados» (sino que mejore su ASCC, se han desarrollado histórica-
eficacia, efectividad y eficiencia) mente por la confluencia de tres lí-
7. Que evite hacer imprescindibles los «sistemas profesionalizados sanitarios» neas de trabajo asistencial: a) la psi-
8. Por lo tanto, especialmente atenta a la quiatría comunitaria y sus antece-
dentes y variantes; b) diversos tipos
Iatrogenia
de aplicaciones del psicoanálisis a la
Cronicidad iatrogénica = Heteronomizar asistencia pública, y c) la línea de
Cronicidad medicalizada atención primaria de salud11. Es de-
Por tanto, centrípeta respecto a la comunidad cir, que las bases de la APSM provie-
nen de dos ámbitos de conocimiento
(= núcleos vivenciales habituales)
y dos tipos de técnicas asistenciales:
a) la medicina, la asistencia sanita-
ria y la atención a la salud por un la-
el intento consciente, voluntaria- centrífugos) respecto a la comunidad, do, y b) los dominios de la psiquia-
mente organizado, de integrar pre- respecto a los núcleos vivenciales na- tría, la psicología clínica y el psicoa-
vención-promoción y asistencia: a eso turales de la misma. nálisis aplicado, por otro.
es a lo que se llama atención sanita- Tras decenios de trabajo en ese sen- Desde el punto de vista histórico, a
ria. tido, ha sido cuando algunos equipos, partir de la psiquiatría, la psicología
Desde nuestra perspectiva particu- ya no sólo de medicina de cabecera, clínica y el psicoanálisis han colabora-
lar3-5,23, la línea de APS y la APSM de familia y de salud mental de adul- do en el desarrollo de esta perspectiva
implican que su organización no debe tos, sino incluso de pediatría de APS diversas corrientes y movimientos: la
ser opuesta, sino colaborar con los y de salud mental infantojuvenil, he- psiquiatría comunitaria y el movi-
«sistemas profanos» o «no profesiona- mos comenzado a ver la necesidad de miento de las comunidades terapéuti-
lizados» de asistencia, mejorando su extender dicho modelo asistencial cas (al menos desde Maxwell Jones);
reconocida oportunidad y accesibili- también a la atención a la infancia; otras experiencias comunitarias, tan-
dad con elementos de seguridad, efi- es decir, a toda nuestra práctica co- to de orientación psicoanalítica (desde
cacia, efectividad... Ello significa que mún. También en el ámbito de la V. Schmidt en el Moscú posrevolucio-
hemos de proponernos como criterio atención a la salud mental infantoju- nario hasta nuestros días) como no
básico el evitar hacer imprescindibles venil, los que trabajamos en la APS o psicoanalítica (por ejemplo, el desa-
los «sistemas profesionalizados sani- en contacto directo con ella pronto rrollo de los Community Mental
tarios» (y, entre ellos, la propia APS). hemos podido sentir la imposibilidad Health Centers norteamericanos);
Por lo tanto, ha de ser una asistencia de hacer una atención poblacional, aplicaciones del psicoanálisis a la psi-
y una atención especialmente atenta integral, territorializada, equitativa, quiatría tales como las experiencias
a los fenómenos de la iatrogenia, la preventiva, etc., desde cada uno de francesas y suizas de la «psiquiatría
cronicidad iatrogénica y lo que hemos nuestras dos redes por separado. En de sector» (un primer intento de terri-
llamado la cronicidad medicaliza- efecto, si se persiste en ese funciona- torialización); las aplicaciones a la
da4,25. Esos fenómenos, crecientes en miento disociado, la red de salud asistencia pública del psicoanálisis
nuestros aparatos sanitarios contem- mental infantojuvenil tiende a que- británico (psicoterapia de niños, fami-
poráneos, agravan, tanto de modo di- dar marginada, dedicada al trata- lia, psicoterapias breves y focales,
recto como por la vía de la iatrogenia miento intensivo de pocos casos y grupos Balint...); las perspectivas gru-
estrictamente biológica, la dependen- muy graves. Por otro lado, los equi- pales e institucionales del psicoanáli-
cia de la población respecto de los sis- pos de pediatría de APS asisten día a sis (tales como las de Tosquelles, Men-
temas sanitarios. Agravan pues su día, casi impotentemente, al desarro- zies y Jacques, Bion, Foulkes...), etc.
heteronomía; y no hay que olvidar llo de psicopatología infantil y fami- Por otra parte, para que se haya lle-
que la capacidad de autonomía, in- liar en ese porcentaje de más del 15% gado a ese modelo, también han cola-
cluida la autonomía respecto a los de los niños sin que nadie les ayude borado decididamente muchos de los
aparatos sanitarios, es un criterio de a enfocar, atender o tratar dichos movimientos reformadores de la psi-
salud. La única forma de evitar con- problemas. De ahí que pensemos que quiatría: desde los modelos de aten-
vertirse en polo de atracción y de he- esa línea de APSM es una línea cola- ción a los pacientes psiquiátricos de
teronomía de la población en nuestra borativa perfectamente aplicable –y la medicina árabe clásica y los movi-
actual situación social consiste en diríamos que imprescindible– en el mientos liberadores de Pinel en
que nuestros modelos asistenciales y trabajo en atención primaria con to- Francia y el P. Joffre en España, has-
organizativos sean centrípetos (y no dos los grupos etarios: infancia, ado- ta las diversas corrientes de lo que se

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llamó «movimiento antipsiquiátrico» TABLA 3. Algunas dificultades de relación entre los equipos de atención
(británico, italiano, español...). En el primaria y los de salud mental
caso español, en los últimos decenios Problemas Provenientes del
esos movimientos reformadores die-
ron lugar a la lucha por la trasfor- En cuanto a objetivos y programas
mación de los manicomios, así como En cuanto a la organización Equipo de atención primaria
a actividades reformadoras de las re- En cuanto a actitudes y teorías Equipo de salud mental
des extrahospitalarias existentes du- En cuanto a formación Bidireccionales
rante el franquismo, tales como la
En cuanto a la pragmática de la organización
«neuropsiquiatría de zona»... A ese
movimiento profesional y social se le
ha llamado en nuestro país la «refor-
ma psiquiátrica». de esta perspectiva crítica fue la ne- ción26-28. No es este el lugar para de-
Todos esos movimientos, a menudo cesidad de crear el tipo de línea sani- sarrollar una descripción de dichas
contradictorios, abigarrados, no li- taria y dispositivos que se ha llama- dificultades (realizada en otros luga-
neales en su inserción de unos sobre do atención primaria de salud11. res5,28,29), por lo que nos limitaremos
los otros, tenían, sin embargo, al me- Anteriormente y en otros trabajos he- a recordar aquí que dichos problemas
nos una propuesta común, propuesta mos expuesto algunas ideas respecto son bidireccionales: los equipos de sa-
que se ha ido sedimentando en los úl- a la complementación entre la psi- lud mental tenemos problemas para
timos decenios y que podría concre- quiatría extrahospitalaria y comuni- entendernos con la APS (y con los pe-
tarse en un principio asistencial: pa- taria con la APS5,23,24. Aquí tendría- diatras de APS, desde luego) y los
ra la atención a los problemas de sa- mos que recordar también que en los equipos de APS, de pediatría o de
lud mental de la población, la orígenes de dicha organización y lí- adultos encuentran importantes pro-
intervención fuera de los hospitales nea sanitaria se encuentran impor- blemas para trabajar conjuntamente
(y de los hospitales psiguiátricos) es tantes movimientos médicos y sani- con los equipos de salud mental y psi-
imprescindible. Y más aún en el caso tarios: hay que recordar al menos el quiatría, tanto hospitalarios como ex-
de la psiquiatría y psicología clínica impulso de la «medicina social» y la trahospitalarios. La tipología general
infantil, añadiríamos. «pediatría social» centroeuropeas y de los problemas se esquematiza en
Pero al mismo tiempo, casi en los latinas de finales del XIX y principios la tabla 3.
mismos años, se desarrollaba un mo- del XX, pero también los movimientos
vimiento paralelo y convergente des- de la medicina psicosomática, antro- Concepto y principios de la
de la medicina de cabecera, los gene- pológica u holística impulsados tanto «atención primaria a la salud
ral practitioners y general physiciens por el psicoanálisis (Freud, Ferenczi,
británicos y norteamericanos y de al- Balint, Groddeck...) como por la fe-
mental» (APSM)
gunos pediatras de orientación social nomenología (Von Weissäcker,V. Frankl, Como alternativa a tales dificultades
o psicosocial. Ese movimiento y sus etc.). Otra presión para la comple- bidireccionales, hace 20 años que ve-
críticas coincidía con otro género de mentación procede de la tradición y nimos defendiendo la línea de la
críticas muy diferentes, provenientes sedimentos de determinadas organi- APSM, una actualización organizati-
en este caso de economistas, admi- zaciones sanitarias alternativas, ta- va de la psiquiatría comunitaria. En
nistradores de la salud, políticos y lí- les como las desarrolladas por el cuanto a modelo, se trata de una con-
deres alternativos... En particular, anarcosindicalismo español antes y creción de la ASCC para el caso de la
los años sesenta y setenta fueron durante la Revolución Española de atención a la salud (mental) y, por lo
una época de grandes invectivas ha- 1931-1937, la de los «médicos descal- tanto, para una atención integral a
cia los sistemas de salud, tal como zos» de la Revolución Cultural China, la salud de la población.
estaban organizados hasta entonces. algunos aspectos originales de la sa- La APSM sería, por tanto, una forma
En los países «desarrollados» se criti- nidad cubana o de otros países del de realizar la atención a la salud men-
caban los costos imparables de los Tercer Mundo, etc. tal y psiquiatría comunitarias apoyán-
mismos, su burocratización, su falta Pero a medida que la APS se iba apli- dose, sobre todo, en la colaboración con
de equitatividad, su ineficacia, inefi- cando y poniendo en marcha, inten- los equipos de APS. Y con un doble ob-
ciencia, inseguridad, inaccesibilidad, tando desarrollar en la práctica las jetivo: mejorar las capacidades de és-
su refuerzo de la heteronomía de los características postuladas en el mo- tos para la atención específica a los
consultantes más que de la autono- delo, comenzaron a surgir proble- problemas «de salud mental» y favore-
mía (componente básico de la salud), mas26,27. Uno de los problemas emer- cer un trasvase progresivo de técnicas,
etc. En los países «subdesarrollados» gentes consiste en que en dichos dis- conocimientos y habilidades entre am-
se criticaban las insuficiencias pre- positivos una parte importante de los bos tipos de equipos5,28.
supuestarias de los propios sistemas consultantes acude... por problemas En la tabla 4 se resumen una serie
de salud, su orientación y forma de de salud mental o por «quejas biológi- de principios generales para la
funcionamiento que implicaban el camente inexplicables»28-30. Eso ha APSM en la coyuntura actual. Este
aplastamiento de las culturas y me- llevado a la necesidad de contactos, modelo teórico y organizativo impli-
dicinas autóctonas, etc. Y encima, sin interconsultas e intentos de trabajo ca unas consecuencias asistenciales
que dichos sistemas en esos países colaborativo entre médicos de fami- directas en el ámbito de la salud
pudieran librarse de buena parte de lia-cabecera o pediatras, por un lado, mental. Por ejemplo, que hoy por hoy,
las críticas que eran válidas para los y el personal de salud mental, por ante la alta demanda de la población
sistemas de salud de los países «del otro. Y pronto aparecieron importan- en temas de salud mental infantoju-
primer mundo». La conclusión básica tes dificultades para esa colabora- venil y de adultos, resulta difícil

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TABLA 4. Principios para la atención primaria a la salud mental (APSM) en la mas de nuestras técnicas psicotera-
coyuntura actual péuticas (tales como las que hemos
Principios «generales» llamado entrevistas de contención,
entrevistas de elaboración de duelos,
Importancia de la perspectiva preventiva – programas preventivos, por ejemplo, terapia familiar breve y ayudas fami-
el del «Niño sano», los del PAPPS, etc.
liares breves, psicoterapias madre-hi-
Papel central de los dispositivos de «salud general» (EAP de Familia y Pediatría) jo, observación terapéutica del niño
Ayudar al EAP en la orientación «psicológicamente influida» de la praxis sanitaria junto con su madre, psicoterapias
Proporcionar recursos psicodiagnósticos directamente utilizables por el EAP breves o «de flash» etc.24,29). También
(grupos de reflexión, interconsulta...) implica la necesidad de poner en
Mejorar los recursos psicodiagnósticos y terapéuticos propios de la APSM marcha técnicas mixtas, interpara-
en la prevención secundaria y terciaria digmáticas, con elementos cognitivo-
Principios asistenciales: tipos de terapias conductuales y con elementos psico-
dinámicos31,32.
Difíciles las técnicas psicológicas «formalizadas»
Por otra parte, y más en salud infan-
Necesidad de nuevos dispositivos secundarios para realizarlas tojuvenil, es necesario plantearse el
Necesidad de nuevas estrategias asistenciales Reformas técnicas: entrevistas de uso de los psicofármacos no con un
para APSM contención, procesos de elaboración modelo clásico, biologista y parcial, a
de duelos, psicoterapias breves y menudo con repercusiones negativas
focales, técnicas de «flash», etc.
Técnicas mixtas: interparadigmáticas en el desarrollo psicomotriz y emo-
Psicofármacos, pero utilizados según cional de los niños y en la autonomía
el modelo BPS de niños y adultos, sino según el mo-
Perspectivas diagnósticas replanteadas Utilidad del diagnóstico psiquiátrico delo biopsicosocial (o el modelo de la
(pero es un solo elemento del diagnóstico ASCC): ello implica un uso bien dife-
pentaaxial) rente de los psicofármacos en la asis-
Atención integrada de niños y adultos tencia, tal como hemos intentado ex-
Trabajo parcialmente protocolizado poner en 1992, 1996 y 19975,24,28.
Importancia de nuevas técnicas grupales Máxime después de que los resulta-
dos de metaanálisis rigurosos e inde-
Integración de los dispositivos de SM con la APS
pendientes, tales como los de Hazell
Principios respecto a la promoción y prevención y colaboradores33 lleguen a afirma-
Reforzar lo ya existente ciones similares a la siguiente: «Los
Apoyo a los «sistemas y redes profanas» antidepresivos (tricíclicos) resultan
Apoyar al resto de los sistemas «profesionalizados»: equipos psicopedagógicos, centros
no ser más efectivos que el placebo
de acogida para madres e hijos de riesgo, de educación maternal, de orientación familiar, en el tratamiento de la depresión de
servicios sociales... niños y adolescentes.» Es un tema
Profesionalizando lo menos posible lo preventivo con graves repercusiones, sobre todo
ahora que se está proponiendo la ex-
Por tanto, dos tipos de trabajo preventivo por parte de los ESM
tensión masiva de los psicofármacos
Directo en general y de los nuevos antidepre-
De apoyo (+++) sivos en particular al «tratamiento»
Partiendo del «diagnóstico de salud mental de la zona» de diversos trastornos psico(pato)ló-
gicos de niños y adultos. ¡E incluso
en una supuesta «prevención de la
depresión»!
TABLA 5. El programa mínimo de colaboración equipo de atención primaria El desarrollo de la línea de APSM en-
(EAP)-equipo de salud mental (ESM) tre los EAP, por un lado, y los de sa-
lud mental, por otro, debería regirse
Interconsulta periódica EAP-ESM
por una serie de principios genera-
Formación básica en salud mental para los EAP les, entre los que destacaría hoy aquí
Participación en la elaboración del plan de salud del sector de referencia (EAP y ESM) los siguientes:
Colaboración en la elaboración de los programas de salud preventivos que se desarrollen
en atención primaria de salud 1. Integración de la prevención y la
Concretar un sistema de soporte documental para el intercambio de información clínica asistencia. La importancia de la
en las derivaciones e informes perspectiva preventiva y, por lo tan-
to, la participación conjunta en pro-
gramas preventivos tales como el del
«Niño sano»34, los de «Embarazo y
aplicar con todos los demandantes centros de día o de noche, unidades puerperio»24 o los desarrollados por
las técnicas psicológicas «formaliza- de crisis, etc). Correlativamente, re- alguna sociedad profesional para los
das» para las cuales nos prepararon sulta imprescindible, tanto en SM co- equipos de APS, tales como los pro-
a los integrantes de los equipos de mo en APS, poner en marcha nuevas gramas preventivos en salud mental
salud mental. Será necesario crear estrategias asistenciales para la desde la APS de la semFYC y el
nuevos dispositivos secundarios para APSM. Ello implica pensar, aplicar e PAPPS35,36,44,45 u otros programas
realizarlas (centros de psicoterapia, investigar toda una serie de refor- de diversos países37-43.

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2. Primacía de la APS en la aproxi- TABLA 6. El programa de formación continuada en salud mental de la atención
mación clínica. Deberán ser los dis- primaria de salud en Catalunya
positivos de «salud general», los dis- Pediatría de APS Medicina de familia Enfermería Trabajo social
positivos de medicina de familia y y comunitaria
pediatría de APS, los ejes fundamen-
1. Curso de entrevista clínica
tales y los encargados de la «globali-
zación» o «atención integral» de los 2. Curso básico de formación en salud mental para APS
pacientes y familias, aunque en los 3. Introducción 3. Introducción 3. Aspectos 3. La intervención
casos y períodos de mayor gravedad a la atención a la atención psicológicos del TS con grupos
a la familia a la familia de los cuidados específicos
esa atención integral pueda (y deba) desde la APS desde la APS de enfermería de pacientes.
ser compartida por los equipos de
4. Programas 4. Abordaje 4. La intervención 4. Técnicas
SM y de APS. preventivos del duelo psicosocial de la grupales para TS
3. Perspectiva clínica biopsicosocial. para pediatría y las pérdidas enfermera (nivel II) de APS
La colaboración entre ambas redes de APS
ha de ser a nivel biopsicosocial, y no 5. Grupos de 5. Detección 5. Grupos 5. Grupos
sólo biológico. A este nivel, los nuevos reflexión (tipo Balint) y tratamiento precoz de reflexión de reflexión
equipos de APS y pediatría de APS o seminarios de la depresión (tipo Balint) (tipo Balint)
de antropología o grupos de reflexión
han ido aumentado su formación y básica (tipo Balint)
capacidades, incluso en neurobiolo-
gía del desarrollo, psicofarmacología, Tomada de24,50.
etc. Por ello, lo realmente importante
para los EAP es que el ESM les ayu-
de en los aspectos psicológicos y psi- TABLA 7. Factores de riesgo, factores de contención y psicopatología
cosociales de su trabajo, es decir, en Disposiciones innatas
la orientación «psicológicamente in-
+
fluida» de la praxis sanitaria5,46.
4. Recursos psicodiagnósticos adapta- Relaciones y contingencias iniciales
dos a la clínica de APS y APSM. Otro +
de los principios generales de la cola- Factores de riesgo Contingencias biológicas,
boración entre los equipos de APS y (internos/externos) psicológicas y sociales posteriores
los de salud mental consiste en que +
estos últimos deben intentar propor-
cionar recursos psicodiagnósticos di- Vulnerabilidad de los sistemas: Factores de contención
rectamente utilizables por el EAP, y o de resiliencia
proporcionarlos en las interconsultas Social
formalizadas, en los grupos de refle-
Familiar
xión o «tipo Balint», en actividades
clínicas conjuntas, en sesiones clíni- Individual
cas conjuntas, etc. En otros luga- Mental Señales de alerta
res47,48 hemos expuesto situaciones y En un contexto:
viñetas que ilustran el tipo de colabo- Biológico
ración y de recursos «psicodiagnósti-
cos» que, a nuestro entender, precisan Psicológico
los equipos de APS. En ese sentido, Social
las clasificaciones y escalas de eva-
luación psiquiátricas habituales de-
sempeñan un papel, pero sólo un pa- Marginación y/o psicopatología
pel parcial en el conjunto de necesi- En la primera infancia
dades «psicodiagnósticas» reales de Posterior
tales equipos de APS y APSM36,44,45.
Por otro lado, para los equipos de sa-
lud mental, la actitud propia de la
APSM supone intentar desarrollar nes familiares y microsociales que fa- saber cuándo y cómo «saltar a lo psi-
nuevas perspectivas diagnósticas vorecen y desarrollan esas patolo- cológico»5,6, con qué técnicas, con qué
tanto en su propio trabajo como para gías... Cómo captar, por ejemplo, la re- cuidados específicos de entrevista,
los equipos de APS: por ejemplo, a un lación fóbica o simbiótica de muchas etc. Esos son los recursos psicodiag-
médico de familia de poco le vale sa- de estas madres para con muchos de nósticos directamente utilizables por
ber que un adolescente está desarro- estos hijos, cómo poder valorar las ca- el EAP. Por otra parte, al EAP le inte-
llado un cuadro fóbico y que hay pacidades del padre para «introducir- resa que alguien contenga su angus-
quien (aventureramente) piensa que se» en la situación, cómo entender, en tia ante los casos y familias difíciles o
los «nuevos antidepresivos» le resol- definitiva, lo que pasa ante sus ojos ante la plétora de situaciones en las
verán el cuadro. Lo que al equipo de en cada consulta y poder intervenir cuales el pediatra o la enfermera se
APS le interesa es cómo diagnosticar (prudentemente) en ello. Lo que inte- ven desbordados por las familias. En
precozmente situaciones similares y resa a los equipos de APS es que los tercer lugar, los EAP actuales necesi-
cómo poder intervenir en las relacio- equipos de salud mental les ayuden a tarían que alguien (los ESM) les pro-

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TABLA 8. Protocolos asistenciales y grupos propuestos en una unidad de salud mental vinculada a la APS
Código: 1. PROTOCOLOS ASISTENCIALES PARA ADULTOS 163 UFAD (derivación a las unidades hospitalarias de
desintoxicación)
164 UFAD (educación sanitaria)
097 Agorafobia
165 UFAD (atención en casos de sobredosis en APS)
107 Alcohol (dependencia alcohólica)
166 UFAD (mantenimiento con antagonistas)
095 Ancianos
167 UFAD (pruebas biológicas a solicitar ante un paciente
100 Anticonvulsivantes drogodependiente)
103 Cefaleas 168 UFAD (mantenimiento con agonistas)
104 Conocimiento (pérdida breve del conocimiento)
108 Contención en APSM Código 3. GRUPOS
113 Demencia (atención a personas con signos o síntomas de
demencia) 304 Grupo paralelo: familiares de adolescentes con problemas
011 Deporte de mantenimiento 320 Adolescentes (grupo de...)
101 Depresión en APSM 383 Adolescentes: grupo de adolescentes (expresión de la
109 Deshabituación de psicofármacos fantasía)
105 Devolución de pacientes a atención primaria de salud 300 Alcohólicos: grupo de alcohólicos
114 Diagnóstico en la atención primaria a la salud mental 322 Alcohólicos: grupo de alcohólicos y familiares
090 Domicilio: visita domiciliaria 305 Asmáticos: grupo de niños asmáticos
110 Drogodependientes en atención primaria de salud y en los 305 Asmáticos: grupo de familiares de niños asmáticos
equipos de salud mental 303 Ayuda mutua y socialización
111 Drogodependientes en recepción (recepción del
309 Crónicos (familiares de pacientes crónicos)
drogodependiente en APS o APSM)
312 Cumplimentación terapéutica
112 Duelo (ayuda psicológica en la elaboración del duelo)
340 Mujeres distímicas
118 Familia (entrevista familiar en APS y APSM)
314 Familiares de drogodependientes
140 Higienización (solución de problemas)
315 Embarazadas
125 Incapacidad transitoria e invalideces
301 Familias: entrevistas familiares
127 Ingreso psiquiátrico urgente e ingreso psiquiátrico
310 Familiares de enfermos graves y/o crónicos
130 Litio (sales de litio)
126 Organización mínima de un servicio de salud mental vinculado 311 Interconsulta de primera infancia
a la atención primaria 321 Expresión y juego en niños (mayores de 6 años)
093 Pacientes acompañados (pacientes que requieren ser 333 Expresión y juego en niños (menores de 6 años)
acompañados a causa de su autonomía personal limitada)
324 Logopedia relacional
139 Pareja (problemas cotidianos graves de pareja)
318 Masaje terapéutico
141 Psicodiagnóstico (exploración psicodiagnóstica de los adultos
en un equipo de salud mental vinculado a la atención primaria 319 Masaje terapéutico para bebés
de salud) 336 Migraciones y salud mental (MIGRASAME)
142 Psicofármacos (indicación de psicofármacos según el tipo de 339 Mujeres en la edad media de la vida
ansiedad predominante)
345 Neurolépticos retard
145 Psicoterapia breve
348 Familiares de pacientes neurológicos graves
148 Recursos sociales (niveles de intervención en salud mental
comunitaria) 353 Observación terapéutica del niño junto con su madre (OTNM)
131 Relación de apoyo y colaboración ESM-EAP 354 Grupo (paralelo): padres de niños que acuden a grupos
(o a terapias periódicas)
151 Relajación
318 Progenitores de niños enuréticos (grupo PENUR)
133 Retard (neurolépticos retard)
363 Psicomotricidad relacional
134 Somatomorfos
364 Psicoterapia psicoanalítica
157 Sueño (problemas del sueño)
355 Familiares de pacientes psicóticos
159 Tabaquismo (colaboración con los EAP en la prevención del
tabaquismo) 365 Púberes
094 Teléfono: entrevista clínica telefónica 366 Puérperas
121 Terapia de «flash» psicoterapéutico (procesos de 369 Reeducación y psicopedagogía relacional
sensibilización a lo psicológico) 372 Relajación
160 Traumatismo craneoencefálico 380 Pacientes somatizadores y grandes consumidores
161 Unidad funcional de atención al drogodependiente (UFAD) asistenciales (grupo amplio)
(si un paciente de la UFD precisa de otra atención psicosocial) 342 Grupo de tratamientos somatomorfos epidémicos
162 UFAD (desintoxicaciones domiciliarias) 316 Trastorno conversivo epidémico

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Vol. 26. Núm. 2. 30 de junio 2000 centrada en el consultante

TABLA 8. Protocolos asistenciales y grupos propuestos en una unidad de salud mental vinculada a la APS
(continuación)
GRUPOS PREVENTIVOS 415 Inspección y dirección (discusión problemas asistenciales con
351 Obesidad-control de peso personal de inspección y dirección)
Grupos de ayuda psicológica a la maternidad 416 Interinos (información a médicos interinos)
315 Embarazadas 361 Reflexión sobre los problemas psicológicos de la práctica
sanitaria para el personal no médico
357 Madres y padres
366 Puérperas 307 Reflexión sobre las relaciones padres-hijos con el personal de
pediatría
Grupos dirigidos al personal asistencial
308 Seminarios «teóricos» en tanto que «grupos de trabajo»
306 Balint, «tipo Balint» o grupos de reflexión sobre los problemas
relacionales de la práctica sanitaria 401 Grupo y programa preventivo-docente «guarderías-
observación de bebés»
317 Reflexión con el personal de enfermería del centro de salud
327 Interconsulta 313 Seminario de observación terapéutica en la infancia

302 Reflexión sobre problemas asistenciales y administrativos con 400 Unidad funcional de atención a la salud mental de la primera
el personal de inspección y dirección infancia (UFAPI)

porcionasen indicaciones sobre cómo 6. Formación para la capacidad de lud mental, sino también de los fac-
relacionarse con ese consultante y esa observar (sin actuar). Como ya hemos tores contenedores o de resiliencia,
familia, qué decirles, cómo orientar- explicitado en otros lugares5,24,53-56, modelo tal vez similar al presentado
les, cómo derivarles cuando es nece- una necesidad básica para poder de- en la tabla 7.
sario... Se trata de aportaciones de los sarrollar la línea de trabajo de la 2. Reforzar los esfuerzos y grupos ya
ESM que difícilmente podrán darse atención primaria a la salud mental existentes (guarderías «reformadas» o
fuera de interrelaciones «formaliza- consiste en mejorar nuestras capaci- asistidas, escuelas, programas preven-
das» con los EAP: en el «grupo de in- dades de observación y nuestras téc- tivos de APS y, entre ellos, el Progra-
terconsulta»49,50, en grupos de refle- nicas observacionales, un aspecto in- ma Preventivo del «Niño sano», etc.).
xión o «tipo Balint»51,52, en activida- dudablemente descuidado en la for- 3. Apoyo a los «sistemas y redes pro-
des clínicas conjuntas, en sesiones mación médica. Durante los últimos fanas».
clínicas conjuntas, en la aplicación decenios, tal vez ésta se halla en ex- 4. Apoyo y colaboración con el resto
conjunta de programas preventivos, ceso orientada hacia la intervención de los sistemas «profesionalizados»:
etc. En resumen, con lo que en Cata- y el empirismo como para poder de- servicios sociales de base, equipos
lunya hemos llamado el Programa sarrollar los hábitos de observación psicopedagógicos, centros de acogida
Mínimo de Colaboración ESM-APS en la entrevista, observación de la fa- de madres de riesgo, centros de
(tabla 549). O con sistemas de puesta milia, observación en salas de espera, orientación familiar y planificación
al día de sus posibilidades de interre- autoobservación, etc. Pero existen ví- familiar, servicios de atención a la
lación y formación mutua, tales como as, técnicas y medios actualizados pa- mujer y al inmigrante...
el Programa Priorizado de Formación ra mejorar ese aspecto fundamental De acuerdo con las características
en Salud Mental para la Atención de la asistencia y las entrevistas clí- psicosociales de la APS y la APSM,
Primaria (tabla 624,28,50). nicas: supervisión y tutorización de que resumíamos en la tabla 2, esos
5. Adaptación de los recursos psico- entrevistas, grupos «tipo Balint», téc- trabajos deberían realizarse profe-
diagnósticos y psicoterapéuticos de los nicas de «observación del niño junto sionalizando lo menos posible en lo
ESM para el trabajo en APSM y para con su madre»55, técnicas de «obser- que atañe a lo preventivo y partien-
la prevención secundaria y terciaria. vación asistencial en la infan- do de un cierto «diagnóstico de la sa-
Ello implica, desde luego, la necesidad cia»24,55,56, supervisión de las entre- lud (mental) de la zona o territorio»,
de mejorar los recursos psicodiagnós- vistas a domicilio, tutorización de las realizado conjuntamente entre los
ticos y terapéuticos de los ESM para actividad psicosociales del EAP, etc. equipos de APS y los equipos de sa-
la prevención secundaria y terciaria. Respecto a la promoción y preven- lud mental.
Generalmente, los ESM se encuen- ción en salud mental, que recordaba En cuanto al marco de referencia
tran poco preparados o dispuestos como primer principio general, más teórico-psicológico en el que encua-
para este trabajo de «proporcionar que grandiosos y desmedidos inten- drar este tipo de trabajo, hoy puede
diagnósticos accesibles, eficaces y tos de prevención primaria y secun- ya decirse que los dos que dominan
oportunos a los equipos de APS». Co- daria propios y específicos, hoy por la psicología clínica contemporánea
mo para otros tipos de modificacio- hoy de dudosa viabilidad y funda- (el marco de referencia cognitivo-
nes de su trabajo habitual que he mento científico, creemos que la lí- conductual y el psicoanalítico) están
descrito en otros lugares5,24,48: para nea de APSM debería dar prioridad a convergiendo progresivamente. Y mu-
la realización del diagnóstico pentaa- un trabajo preventivo también con- cho más en el caso de la aproxima-
xial, para la atención integrada de junto con las características que enu- ción y el trabajo conjunto con la
niños y adultos, para el trabajo par- meraremos muy rápidamente: APS31,32. De manera que, para la for-
cialmente protocolizado, para la mación en salud mental de los equi-
puesta en marcha de técnicas grupa- 1. Poseer un esquema o modelo gene- pos de APS y de pediatría de APS, lo
les, para la comunicación con los ral que incluya no tan sólo la acción importante no es tanto el marco de
equipos de APS, etc. de los «factores de riesgo» para la sa- referencia con el que enfoque los te-

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TABLA 9. Algunos programas preventivos y de promoción de la salud mental desde la atención primaria a la salud
mental (APSM)
Para la infancia y la adolescencia
Embarazo: atención a la mujer y al niño durante el embarazo y el puerperio
Embarazo en la adolescencia
Factores de riesgo y señales de alarma en las diversas edades de la infancia
Familias monoparentales: hijos de familias monoparentales
Guarderías y observación de bebés
Grupos preventivos
Lenguaje (trastornos en el desarrollo del lenguaje)
Maternidad (paternidad): ayuda psicológica a la maternidad (paternidad)
Masaje terapéutico y relación madre-bebé
Niños «enfermizos»
Niños hospitalizados y posthospitalizados
Observación terapéutica en la infancia
Patología psiquiátrica en los padres, antecedentes de
Reeducación y psicopedagogía relacional
Retraso escolar
Suicidio: prevención del suicidio desde la APSM
Unidad funcional de atención primaria a la salud mental de la primera infancia
Para adultos
Ancianos: cambios frecuentes de domicilio en los ancianos
Ansiedad: diagnóstico y tratamiento precoces de los trastornos por ansiedad excesiva desde la APSM
Demencia: diagnóstico precoz y actividades paliativas
Depresión: diagnóstico precoz de la depresión en APSM
Embarazo y puerperio: ayuda psicológica en el embarazo y el puerperio
Jubilación: preparación de la «red social» tras la jubilación
Obesidad: prevención de la obesidad
Pérdida de funciones psicofísicas importantes: atención al paciente y sus familiares
Pérdida de un familiar o allegado
Suicidio: prevención del suicidio desde la APSM
Técnicas grupales con fines preventivos
Terminal: cuidado del paciente terminal y de su familia

mas el ESM, sino su capacidad de co- grupos de técnicas de trabajo en 2. Balint E, Norell IS, compiladores. Seis
laborar con el EAP y de proporcio- APSM han sido explicitados en las minutos para el paciente. Buenos Aires:
narle tutorización y supervisión de obras colectivas de ese dispositi- Paidós, 1973.
sus entrevistas, actividades de coun- vo24,48 y no son contradictorios sino 3. Tizón JL. Nueve tesis sobre la organiza-
selling en ese ámbito y en el de las derivadas y aplicaciones de las técni- ción de unos dispositivos comunitarios de
la salud mental. Revista Mensual/Monthly
técnicas grupales, así como la capaci- cas tradicionales de trabajo en salud Review 1981; 4 (6-7): 39-55.
dad y la accesibilidad para trabajar mental comunitaria, tales como las 4. Tizón JL. La atención primaria en salud
conjuntamente ambos equipos en la reseñadas en la bibliografía57-61. (mental). Una perspectiva. Rev Asoc Esp
mejora de sus capacidades de obser- Pero ese es sólo el principio: a partir de Neuropsiquiatría 1986; 17 (6): 229-252.
vación y en las técnicas observacio- ahí se abre un amplio camino de tra- 5. Tizón JL. Componentes psicológicos de
nales49-52. Eso ha de llevar a entram- bajo conjunto y colaboración26,27,49,50 la práctica médica: una perspectiva des-
bos equipos a desarrollar «carteras de cuyas metas, hitos y logros poco de la atención primaria. Barcelona: Doy-
de servicios asistenciales» diferentes más podría decir hoy día, por lo que es ma, 1988.
de las tradicionales: tal vez, simila- un buen momento para terminar esta 6. Borrell F. Manual de entrevista clínica.
Barcelona: Doyma, 1986.
res y ampliadas respecto a la que se breve presentación del submodelo de 7. Borrell F, Prados IA. Comunicar malas no-
muestra en la tabla 8, desarrollada la APSM. ticias. Estrategias sencillas para situacio-
en la Unidad de Salud Mental de nes complejas. Barcelona: Doyma, 1995.
Sant Martí (Nord) del Institut Ca- 8. Stewart M, Brown JB, Weston WW,
talà de la Salut de Barcelona. Tam- McWhinney IR, McWilliam CL, Free-
bién «servicios o programas preven- Bibliografía man TR. Patient-centered medicine.
tivos» similares o más amplios que 1. Balint M. El médico, el paciente y la en- Londres: SAGE, 1995.
los que figuran en la tabla 9, proce- fermedad. Buenos Aires: Libros Básicos, 9. Epstein RM, Campbel TL, Cohen-Co-
dente de la misma unidad. Ambos 1968. le S, McWhinney IR, Smilkstein G.

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Vol. 26. Núm. 2. 30 de junio 2000 centrada en el consultante

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