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09-06-2021

Carrera: Educación inicial


Materia: Psicología
Integrantes: Talía Andagana, Joselyn Jiménez

“El mortiño”
El mortiño, o el arándano azul, es una baya naturalmente orgánica. La planta
del mortiño puede medir desde 1,50 hasta 7 metros de altura. Crece de manera
silvestre en los páramos andinos de Chimborazo y Tungurahua del Ecuador, entre los
2.200 y 3.400 metros sobre el nivel del mar. Se cultiva entre septiembre y noviembre, y
la vida productiva de las plantas puede prolongarse hasta por ocho décadas.
El mortiño es sometido a un proceso de domesticación, es decir, que se traslada la
planta a un terreno preparado con mejores condiciones de iluminación solar, buenas
pendientes y tierras ácidas. Después de trasplantada, puede tardar hasta tres o cuatro
años para alcanzar un óptimo nivel de producción. Los frutos del mortiño son
redondos, de 1,2 cm de diámetro aproximadamente, de color verde en la etapa de
crecimiento y rojo oscuro, dando la apariencia de negro o violeta, cuando alcanza su
madurez. Este fruto es saludable y ecológico, ya que contiene altas cantidades de
vitaminas,  antioxidantes y radicales libres que protegen al ser humano de los
componentes tóxicos que adquiere cuando consume alimentos industrializados o
cultivados con agroquímicos.
Adicionalmente, el mortiño tiene un sabor único, entre dulce y ácido, que se acopla
con la mayoría de proteínas como el cerdo, el pescado y el pollo; y son el acompañante
ideal para los dulces, el chocolate, el plátano maduro, el maracuyá y diversas recetas
de repostería ecuatoriana.
Existen unas 800 especies de mortiños latinoamericanos. Sin embargo, hay dos
especies en particular, nativas de Centro y Sudamérica, que se han ganado el título de
“súper frutas” por el extraordinario nivel de compuestos antioxidantes y su potencial
beneficio para la salud. Estas dos especies de arándano azul contienen una cantidad
de dos a cuatro veces más grande de antioxidantes que
los arándanos norteamericanos.
El mortiño tiene un alto contenido de fósforo, fibra, calcio y vitaminas B1 y C. El
fósforo es un mineral que ayuda a mejorar la memoria y sirve para la formación y la
fijación de calcio de los huesos. Por ello se recomienda su consumo en especial a las
mujeres embarazadas y niños. También es una rica fuente de vitamina C, lo cual
previene infecciones. Los pigmentos del mortiño contienen flavonoides (sustancias
vegetales) que proveen los beneficios antioxidantes. La vitamina B es buena para el
sistema nervioso, su deficiencia provoca alteraciones como depresión. La fibra
estimula la digestión y previene el estreñimiento. Por estas ventajas nutricionales se
recomienda aprovechar esta fruta. La dosis indicada es media taza diaria, durante la
época de cosecha. Según los expertos, es preferible comerlo crudo y fresco, porque en
la cocción se pierden las vitaminas. Las personas que tienen problemas de gastritis o
úlceras deben moderar la ingesta del mortiño a media taza a la semana, porque la
acidez activa la enfermedad. Adicionalmente, estudios recientes han indicado que
el mortiño contiene propiedades antiinflamatorias que podrían tratar afecciones
pulmonares. Sin embargo, todavía es necesario llevar a cabo más estudios.

Bibliografía
Recetas de Ecuador. (14 de 03 de 2017). Obtenido de Recetas de Ecuador: https://www.cocina-
ecuatoriana.com/articulos/el-mortino-un-tesoro-andino

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