Influencia del pH en la dosis de coagulante y la eficiencia de remoción en la coagulación

ALEJANDRO MIRANDA, ELIANE VIRGINIO, KAROL MUÑOZ y WALTER SANABRIA

Laboratorio de agua potable y aguas residuales, Escuela de Química, Carrera Licenciatura en ingeniería ambiental, Instituto
Tecnológico de Costa Rica

RESUMEN: En el presente informe se presenta un análisis utilizando la prueba de jarras para determinar la influencia del
pH con la cantidad de coagulante y su eficiencia de remoción, para el tratamiento de una fuente de agua destinada para el
consumo humano, ya que si se realiza la coagulación dentro del rango del pH óptimo se producen mayores eficiencias de
remoción y se utiliza menor cantidad coagulante . Se determinó que la dosis óptima del coagulante sulfato de aluminio al
1% es de 10 mg/L con eficiencias de remoción superiores a 90% en un rango de pH desde 6 a 7%, el mecanismo que
predominó fue el de coagulación por adsorción-neutralización.

Palabras Claves: Eficiencia de remoción, adsorción-neutralización e hidrólisis.

INTRODUCCIÓN los mantienen separados al añadir unas sustancias

Dentro de los sistemas de tratamiento se pueden
encontrar distintos tipo de tratamientos primarios y
secundarios. Uno de los más importantes es la
coagulación, el cual es un pretratamiento de aguas
potables dentro de un sistema. Gracias a este se
pueden llevar a cabo otros tratamientos, como la
sedimentación, de manera más eficiente y eficaz;
además también ayuda a reducir parámetros como la
turbiedad dentro de una fuente de agua. Sin embargo,
para conocer la dosis óptima de cierto coagulante se
debe conocer algunas características de matriz a tratar,
entre estas características se encuentra el pH.
En el presente informe se aplicarán diferentes pruebas
de jarras para identificar los factores que afectan la
selección de la dosis óptima del coagulante utilizando
diagramas de coagulación.
Durante la práctica se cambiaron los pH de las
diferentes pruebas de jarras así como la adición de
coagulante para así observar los cambios en las
eficiencias en los diagramas según los porcentajes de
turbiedad residual e identificar los mecanismos de
coagulación presentes. Una vez analizados estas
eficiencias y mecanismos sería posible la selección de la
dosis óptima según los parámetros de pH que posee el
agua superficial.
MARCO TEÓRICO
La coagulación es un tratamiento utilizando muy
frecuentemente en la potabilización de agua. Este
consiste en desestabilizar químicamente las partículas
coloidales que se producen al neutralizar las fuerzas que
químicas conocidas como coagulante y aplicar un
mezclado rápido.
Estas fuerzas que mantienen separadas las partículas
se conocen como potencial zeta que se define como una
medida de la estabilidad de una partícula e indica el
potencial que se requiere para penetrar la capa de iones
circundante en la partícula para desestabilizarla. Por lo
tanto, la potencial zeta es la potencia electrostática que
existe entre la separación de las capas que rodean a la
partícula (Aguilar, 2002). Esta fuerza es la que se
neutraliza mediante los coagulantes como el sulfato de
aluminio mediante barrido o adsorción de los químicos
en las partículas coloidales, una vez neutralizada esta
fuerza es posible la aglomeración de partículas y
posterior sedimentación.
Existen varios factores que influyen en este proceso y se
deben tomar en cuenta para lograr la optimización del
mismo. Entre ellos podemos mencionar la turbiedad, el
tipo de coagulante y el pH.
El pH inicial tiene un impacto en los resultados de la
coagulación debido a que para cada agua existe un
rango de pH óptimo en el que se alcanzan los resultados
esperados con el método, este depende de la naturaleza
de los iones y de la alcalinidad del agua. Este rango
óptimo depende también del tipo de coagulante utilizado.
Si la coagulación se realiza fuera del rango de pH
óptimo entonces se debe aumentar la cantidad de
coagulante. En este caso al utilizar el sulfato de aluminio
como coagulante el rango de pH óptimo reportado por la
teoría es de 6.5 a 8. (Andía, 2000).
Luego de adicionar coagulante al agua, de acuerdo con
el pH se forman diferentes especies de productos de
hidrólisis, las cuales pueden definir el mecanismo de
coagulación que se lleva a cabo.(Andía, 2000).
Específicamente en el caso de la adición de sulfato de
aluminio al agua se lleva primero una hidratación de los
iones aluminio predominando entonces la especie
[Al(H2O)6]+3 de aquí en adelante es donde se evidencia la
influencia del pH del medio en las reacciones que se
llevan a cabo debido a que estos iones hidratados de
aluminio actúan con propiedades acidas en el sentido
Bronsted, reaccionando con las bases que se
encuentran el medio, las cuales a su vez se pueden ser
tres dependiendo del pH del agua, OH - para medios
básicos con pH mayores a 6.5 o 7, el CO 3- que
predomina en pH neutros y a pH menores a 5 el HCO 3-.
Estas reacciones se llevan a cabo como se muestra en
la figura 1.
Figura 1. Reacciones del Sulfato de aluminio con diferentes
bases. Obtenido de Arboleda, 2000.
Debido a que la especie [Al(H2O)5(OH)]+2 es de transición
está reemplaza rápidamente un H2O por un OH, dando
como producto final un hidróxido de aluminio que es
insoluble y dependiendo del pH sedimenta con facilidad
arrastrando las partículas de turbiedad y produciendo un
floc de barrido. Sin embargo, se pueden producir
especies poliméricas como, Al8(OH)20 que tienen un
efecto de adsorción en la superficie de los coloides
reduciendo su potencial z y produciendo el floc
(Arboleda, 2000).
Para la determinación de las interacciones de
coagulantes inorgánicos como sulfato de aluminio o
cloruro férrico en diferentes condiciones de alcalinidad y
diferentes fuentes de agua, es común recurrir a un
diagrama de coagulación, este se construye de manera
experimental variando las condiciones de pH y
alcalinidad para la obtención de un % de remoción de
turbiedad para cada condición, con este es posible la
determinación de zonas de remoción optimas, que
permiten la interpretación de las condiciones de pH y
dosis sobre las que se debe operar el sistema de aguas
crudas de manera eficiente y con la menor inversión
posible (Torres et al,2005).
MATERIALES Y MÉTODOS
La prueba de Jarras es un método que permite
seleccionar el coagulante adecuado, la dosis correcta de
coagulante y seleccionar su dosificación, así mismo
permite la construcción de un diagrama de coagulación
que ayuda a determinar las dosis óptimas, para los
diferentes pH de las aguas a tratar.
Las pruebas desarrolladas para construir este diagrama
se efectuaron en el Laboratorio de Aguas del Instituto
Tecnológico de Costa Rica (ITCR), para las pruebas se
utilizaron muestras de agua previamente preparadas en
el laboratorio del ITCR por el técnico del mismo.
Para determinar el diagrama de coagulación y construir
las gráficas de eficiencia del sulfato de aluminio al 1% se
realizaron dieciocho pruebas de jarras, en el estado
inicial de dicha prueba se determinó la turbidez inicial
mediante un turbidímetro, además se realizaron ajustes
de pH con HCL y NaOH para obtener valores de
2,3,4,5,6,7,8,9, y 10, corroborando los valores con el pH
metro brindado por el laboratorio.
Con cada uno de los valores de pH se trabajaron 12
beakers en dos pruebas de 6 debido al tamaño del
equipo de jarras, para cada prueba se llenaron seis
beakers con ochocientos mililitros del agua preparada,
se inició el proceso de agitación rápida a cien rpm y se
agregaron de manera simultánea mediante jeringas las
dosis de coagulante que variaba de 5 mg/L a 110 mg/L
por cada rango de pH, posteriormente se agitó
manteniendo esta velocidad durante un minuto, luego se
disminuyó la velocidad a cuarenta rpm y se mantuvo la
misma durante veinte minutos. Pasado ese tiempo se
detuvo el equipo y se permitió la sedimentación durante
veinte minutos, terminado este proceso se midió la
turbidez final de las muestras.
Obtenidos los datos se realizó la construcción de un
diagrama de coagulación así como comparaciones
mediante gráficos de eficiencia de remoción versus
dosis de coagulante para cada uno de los valores de pH,
para obtener la turbiedad residual necesaria en estos
gráficos se emplearon las siguientes ecuaciones:
 TF
%Turbiedad residual= ∗100 El pH es una variable importante que se debe de tener
TI
en cuenta para realizar la coagulación, ya que para
(1)
cada tipo de agua existe un rango óptimo de pH donde
la coagulación sucede con una alta eficiencia de
Donde:
remoción y con una dosis de sulfato de aluminio bajas.

TF = Turbiedad final (UNT)

Para el tipo de agua analizada se obtiene que el rango
TI = Turbiedad inicial (UNT)
del pH óptimo es de 6 a 7.8, esto concuerda con la
literatura donde al utilizar sales de aluminio el pH
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
ronda desde 6.5 a 8.0 (Andía, 2000). En la figura 2 se
observa que para el rango de pH de 6 a 7.8 posee una
Al realizar la prueba de jarras variando las dosis de
eficiencia alta, del 92% aproximadamente, además la
coagulante y el pH, se obtiene un diagrama donde se
dosis de coagulante es de 10 mg/L lo que es una dosis
presentan distintas eficiencias de remoción, esto se
baja. Por lo tanto, para este tipo de agua el mecanismo
puede observar en la figura 2.
que se presenta es el de coagulación adsorción-
neutralización.

Al añadir mayor cantidad de coagulante , siempre en el

rango de pH de 6 a 7.8, se obtiene que luego de la
zona de adsorción-neutralización se va a presentar la
desestabilización de las cargas por lo que el porcentaje
de turbiedad residual sube como se muestra en la
figura 3. Después de esto al añadir altas cantidades de
coagulante, 100 a 110 mg/L, se obtiene una
coagulación por barrido como se muestra en la figura 2
la eficiencia de remoción alcanza alrededor de 80%.

Por otro lado, con un pH de 10 el sulfato de aluminio

Figura 2. Diagrama de coagulación con sulfato de aluminio 1%
a distintos valores de pH.
Esto también se puede representar mediante una gráfica
tomando en cuenta la dosis del coagulante y el
porcentaje de turbiedad residual, como se muestra en la
figura 3.
tiende a reaccionar primero con la alcalinidad del agua,
−¿¿
en este caso sería con OH y luego de esto
empieza a reaccionar con los sólidos (Arboleda, 2000).
Sin embargo, para lograr la coagulación se necesita
altas dosis de coagulante como se muestra en la figura
2, la dosis de coagulante para obtener eficiencias de
remoción del 90% es de 70 mg/L y a partir de ésta
cantidad el porcentaje de turbiedad residual es cercano
a cero, como se muestra en la figura 3, dando lugar a
una coagulación por barrido.

Para la prueba con un pH de 2 se presentan

porcentajes de eficiencias superiores a 86, desde la
dosis de coagulante más pequeña, como se muestra
en la figura 2. Esto se debe a que el medio ácido
permite que el coagulante neutralice los sólidos de
manera más efectiva (Arboleda, 2000).

Antes de que el sulfato de aluminio reaccione con la

alcalinidad característica del agua éste reacciona con
el agua, a esto se le denomina hidrólisis (Arboleda,
Figura 3. Identificación de dosis de coagulante sulfato de 2000), al reaccionar se tiene como resultado los
aluminio al 1% a distintos pH. compuestos que se presentan en la reacción 1.

Al2 ¿ (1)
Figura 4. Dosis de coagulante en mg/L versus pH final con
pH iniciales desde 2 a 10.
Con respecto a los cambios de pH obtenidos
experimentalmente cabe mencionar que al agregar el
coagulante este reacciona primero con la alcalinidad
presente en el agua. En este caso los cambios de pH
en la prueba vienen dados debido a las reacciones que
se presentan al utilizar sulfato de aluminio como
coagulante, los iones aluminio hidratados van a
reaccionar con las bases que se encuentren en el
agua, actuando como ácidos. Al ser más frecuentes las
bases que constituyen la alcalinidad que el H 2O, el Al
(H2O)6 reacciona con ellas antes de hacerlo con la
molécula de agua, esto ocasiona un descenso de pH.
Cuando reacciona con toda la alcalinidad presente el
ión de aluminio hidratado reacciona con el agua (base
débil) para producir hidróxidos de aluminio y
combinarse para producir compuestos poliméricos.
Podemos observar en la figura 4 que con un pH inicial
de 2 al aumentar la dosis de coagulante el pH final no
tiene un cambio significativo, lo mismo ocurre en los
pH cercanos a este. Lo contrario ocurre en los pH de 6
en adelante si es posible distinguir la disminución de
pH antes mencionada conforme se aumenta la dosis
de coagulante. Esto sucede gracias a la reacción de
hidrólisis que produce iones H+. (Arboleda, 2000)
Para realizar el proceso de coagulación de una manera
más eficiente a nivel de una planta de tratamiento, se
recomienda utilizar el mecanismo de adsorción-
neutralización, utilizando un rango de pH de 6 a 8 con
el fin de evitar el uso de grandes cantidades de
productos químicos lo que implicaría un aumento en
los costos de la planta y un descenso en el rendimiento
de la misma. Con estas condiciones se obtiene una
remoción adecuada y una buena dosificación de
coagulante. (Gómez, 2005)
Con respecto a la dosis de coagulante utilizada en el
proceso, en este caso sulfato de aluminio se
recomienda como óptima una de 10 mg/L, resultado
que, de acuerdo al análisis realizado, se coloca como
una de las dosis que generan mayor porcentaje de
remoción; sin realizar uso excesivo de coagulante. Es
de suma importancia llevar a cabo la coagulación con
la dosis óptima debido a que si la cantidad de
coagulante es menor a lo que se requiere se podrían
presentar problemas como, la baja neutralización de la
carga de las partículas de manera que la formación de
los microflóculos sería escasa y se tendría como
consecuencia un alto valor de turbiedad residual; y si,
por el contrario, la dosis de coagulante que se
incorpora al proceso es más alta de lo que debería se
tendrían inconvenientes debido a la posible producción
de inversión de carga de la partícula, conduciendo a la
formación de gran cantidad de microflóculos con
tamaños muy pequeños cuyas velocidades de
sedimentación serían muy bajas, por lo tanto se
presentaría de igual manera un valor de turbiedad
residual elevado (Darío et al, 2007).
El uso de la coagulación en los sistemas de
tratamiento de agua es de suma importancia, ya que
gracias a esta se pueden mejorar las eficiencias de
otros procesos siguientes. Entre estos procesos están
la sedimentación y la filtración los cuales se benefician
en gran medida gracias a la aglomeración previa de
partículas durante los procesos de coagulación. Es
importante que los procesos de coagulación y
floculación sean utilizados correctamente, ya que la
producción de un floc muy pequeño o muy ligero
produce una decantación insuficiente; mientras que el
agua que llega a los filtros contiene una gran cantidad
de partículas de floc que rápidamente ensucian los
filtros (Andía, 2000). Por otra parte, el uso de la dosis
óptima de coagulante asegura la permanencia mínima
de restos del compuesto de aluminio en el agua lo cual
es de relevancia porque éste compuesto puede
producir daños en la salud de los seres humanos
(Castrillón & Giraldo, 2012).
Además la coagulación ayuda en la desinfección del
agua, esto porque la eficiencia de eliminación de los
microorganismos puede disminuir si la fuente de agua
a tratar contiene gran cantidad de partículas sólidas.
CONCLUSIONES

● La buena práctica al realizar la coagulación
tomando en cuenta el pH, la dosis óptima de
coagulante y la eficiencia de remoción asegura
que los procesos posteriores, como
sedimentación y filtración, se efectúen de
manera eficiente.
● Es esencial el estudio del pH del agua que se
va a tratar, ya que cada tipo de agua presenta
características distintas y esto influye en la
dosis de coagulante y en la eficiencia de
remoción. Para el tipo de agua que se estudió
el pH óptimo se encuentra entre 6 a 7.8 con
una dosis de 10 mg/L de sulfato de aluminio al
1% como coagulante y con eficiencias de
remoción del 92%.
● En las plantas de tratamiento se debe
investigar las características del tipo de agua a
tratar para lograr que el mecanismo de
adsorción-neutralización se lleve a cabo, ya
que logra una remoción adecuada y disminuye
el costo de operación por medio de una buena
dosificación de coagulante.
RECOMENDACIONES
● Cuando se realicen análisis de dosis óptima se
recomienda verificar primero el pH de la
fuente, ya que este puede influir en gran
medida en la cantidad de coagulante
requerida.
Arboleda, J. (2000) Teoría y práctica de la purificación
del agua. Bogotá, Colombia: EDITORIAL NOMOS S.A.
Castrillón, D., Giraldo, M. (2012). Determinación de las
dosis óptimas del coagulante sulfato de aluminio
granulado tipo B en función de la turbiedad y el color
para la potabilización del agua en la planta de
tratamiento de Villa Santana. (Tesis de Tecnólogo
Químico). Universidad Tecnológica de Pereira,
Colombia.
Darío, L.; Galvis, A.; Restrepo, I.; Rojas, J.; Sánchez, D.
& Sanabria, I. (2007). Avances en investigación y
desarrollo en agua y saneamiento. Recuperado desde:
https://books.google.co.cr/books?
id=vpFqgpfHBmYC&pg=PA279&dq=coagulacion+planta
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Gómez, N. (2005). Remoción de materia orgánica por
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Colombia, Colombia. Recuperado desde:
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Torres, P., Pérez, A., Escobar, J., Barrios, L., & Acosta,
C. (2005). Optimización del tratamiento químico de las
aguas residuales de la ciudad de Cali con diagramas de
coagulación-floculación. Revista Epiciclos, 4(1), 113-
125.

● Es importante que en las plantas de

tratamiento realicen pruebas en diferentes
épocas del año para determinar las
características del tipo de agua a tratar y
posteriormente la dosis óptima de coagulante
para efectuar adecuadamente la coagulación y
que no afecte los procesos posteriores.

BIBLIOGRAFÍA

Andía, Y. (2000). Tratamiento de agua. Coagulación y

Floculación. Lima, Perú. Recuperado de:
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Aguilar, M. I. (2002). Tratamiento físico-químico de
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