Está en la página 1de 140

Introducción a la Ciencia

de la Ocupación

Mariel Pellegrini

Índice de contenidos
Introducción
Unidad
Unidad
Unidad
Versión digital de la
Unidad
Carpeta de trabajo
Unidad

Página siguiente
2

Pellegrini, Mariel
Introducción a la ciencia de la ocupación / Mariel Pellegrini. - 1a ed
. - Bernal : Universidad Virtual de Quilmes, 2016.
Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online


ISBN 978-987-3706-67-7

1. Terapia Ocupacional. 2. Atención a la Salud. 3. Ciencias de la


Salud. I. Título.
CDD 615.8515

Procesamiento didáctico: Bruno de Angelis, Adys González de la


Rosa y Stella Maris Cao
Diseño original de maqueta: Hernán Morfese, Marcelo Aceituno y
Juan Ignacio Siwak
Diagramación: Juan Ignacio Siwak

Primera edición: julio de 2016

ISBN: 978-987-3706-67-7

© Universidad Virtual de Quilmes, 2016


Roque Sáenz Peña 352, (B1876BXD) Bernal, Buenos Aires
Teléfono: (5411) 4365 7100 <http://www.virtual.unq.edu.ar>

La Universidad Virtual de Quilmes de la Universidad Nacional de


Quilmes se reserva la facultad de disponer de esta obra, publicarla,
traducirla, adaptarla o autorizar su traducción y reproducción en
cualquier forma, total o parcialmente, por medios electrónicos o
mecánicos, incluyendo fotocopias, grabación magnetofónica y cual-
quier sistema de almacenamiento de información. Por consiguiente,
nadie tiene facultad de ejercitar los derechos precitados sin permiso
escrito del editor.

Queda hecho el depósito que establece la ley 11723


3

Íconos

LL
Leer con atención. Son afirmaciones, conceptos o definiciones destacadas
y sustanciales que aportan claves para la comprensión del tema que se
desarrolla.

PP
Para reflexionar. Propone un diálogo con el material a través de preguntas,
planteamiento de problemas, confrontaciones del tema con la realidad,
ejemplos o cuestionamientos que alienten la autorreflexión.

Texto aparte. Contiene citas de autor, pasajes que contextualicen el desa-


rrollo temático, estudio de casos, notas periodísticas, comentarios para for-
mular aclaraciones o profundizaciones.

Pastilla. Incorpora informaciones breves, complementarias o aclaratorias de


N algún término o frase del texto principal. El subrayado indica los términos a
propósito de los cuales se incluye esa información asociada en el margen.

CC
Cita. Se diferencia de la palabra del autor de la Carpeta a través de la inser-
ción de comillas, para indicar claramente que se trata de otra voz que ingre-
sa al texto.

Ejemplo. Se utiliza para ilustrar una definición o una afirmación del texto
principal, con el objetivo de que se puedan fijar mejor los conceptos.

AA
Para ampliar. Extiende la explicación a distintos casos o textos como podrían
ser los periodísticos o de otras fuentes.

KK
Actividades. Son ejercicios, investigaciones, encuestas, elaboración de cua-
dros, gráficos, resolución de guías de estudio, etcétera.

SS
Audio. Fragmentos de discursos, entrevistas, registro oral del profesor expli-
cando algún tema, etcétera.

EE
Audiovisual. Videos, documentales, conferencias, fragmentos de películas,
entrevistas, grabaciones, etcétera.

II
Imagen. Gráficos, esquemas, cuadros, figuras, dibujos, fotografías, etcétera.

WW
Recurso web. Links a sitios o páginas web que resulten una referencia den-
tro del campo disciplinario.

OO
Lec­tu­ra obli­ga­to­ria. Textos completos, capítulos de libros, artículos y papers
que se encuentran digitalizados en el aula virtual.

RR
Lectura recomendada. Bibliografía que no se considera obligatoria y a la que
se puede recurrir para ampliar o profundizar algún tema.

Código. Incorpora al material un determinado lenguaje de programación.


Línea de tiempo. Se utiliza para comprender visualmente una sucesión cro-
nológica de hechos.
4
5

Índice

La autora................................................................................................ 7
Introducción............................................................................................ 9
Problemática del campo........................................................................ 10
Reflexiones acerca del aprendizaje en un entorno virtual.......................... 10
Objetivos del curso................................................................................ 13

1. Filosofía de la Ciencia de la Ocupación.............................................. 15


Objetivos.............................................................................................. 15
1.1. Introducción a la Ciencia de la Ocupación........................................ 15
1.1.1. Evolución histórica .............................................................. 15
1.1.2. Definición............................................................................ 18
1.1.3. Postulados.......................................................................... 18
1.2. La ocupación de los seres humanos................................................ 20
1.2.1. Los valores que subyacen a la ocupación.............................. 21
1.2.2. El significado personal y social.............................................. 21
1.2.3. El desempeño ocupacional y el significado ............................ 23
1.2.4. ¿Cómo conocer el significado de la ocupación?...................... 24

2. La ocupación desde la Ciencia de la Ocupación................................. 31


Objetivos: ............................................................................................ 31
2.1. El estudio de la ocupación ............................................................. 31
2.1.1. Definición de ocupación........................................................ 31
2.1.2. Dimensiones de la ocupación............................................... 32
2.1.3. Las ocupaciones del ser humano.......................................... 46
2.2. La ocupación y el ambiente............................................................. 65
2.2.1. Aspectos de la ocupación .................................................... 66
2.2.2. Consideraciones ambientales............................................... 73
2.2.3. Obstáculos ambientales....................................................... 78

3. Salud a través de la ocupación.......................................................... 81


Objetivos: ............................................................................................ 81
3.1. Bienestar y ocupación.................................................................... 81
3.1.1. Bienestar en la vida............................................................. 83
3.1.2. La espiritualidad y la ocupación............................................. 85
3.1.3. Fluir, ocupación y significado................................................. 88
3.2. Creatividad y ocupación.................................................................. 89
3.2.1. Los seres humanos como seres creativos............................. 90
3.2.2. Factores de la creatividad..................................................... 94
3.2.3. Creatividad y terapia ocupacional.......................................... 97

4. Identidad ocupacional..................................................................... 101


Objetivos: .......................................................................................... 101
4.1. El desarrollo de la identidad ocupacional ...................................... 101
4.1.1. Competencia ocupacional e identidad.................................. 105
4.1.2. Adaptación ocupacional...................................................... 108
6

4.2. Cultura y ocupación...................................................................... 111


4.2.1. Identidad y cultura.............................................................. 114
4.3. El proceso terapéutico basado en la identidad ocupacional............. 116

5. Justicia ocupacional....................................................................... 119


Objetivos: .......................................................................................... 119
5.1. Desarrollo del concepto de justicia ocupacional.............................. 119
5.1.1. Clarificación de términos ................................................... 120
5.1.2. La participación social........................................................ 123
5.2. Justicia ocupacional y terapia ocupacional..................................... 125
5.2.1. Salud y justicia ocupacional................................................ 127
5.2.2. Resiliencia y justicia ocupacional......................................... 129
5.2.3. Ciencia de la Ocupación y justicia ocupacional..................... 130
5.3. Vinculaciones entre la Ciencia de la Ocupación y la terapia
ocupacional................................................................................. 134
Referencias bibliográficas.................................................................... 137

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


7

La autora

Mariel Pellegrini es Licenciada en Terapia Ocupacional (2003) por la Universidad


Nacional de Quilmes y Terapista Ocupacional (1985) por la Escuela Nacional
de Terapia Ocupacional, Buenos Aires, además de Especialista en Trabajo
Comunitario, Universidad de Montreal, Canadá. Se desempeña como coor-
dinadora de grupos por la Asociación Argentina de Psicología y Psicoterapia
de Grupo. En el ámbito de la docencia, es profesora adjunta ordinaria en
Universidad Nacional de Quilmes. Fue Profesora titular y directora de la carre-
ra de Licenciatura en Terapia Ocupacional, Instituto Universitario del Gran
Rosario, Rosario, Santa Fe y de la Universidad Nacional de San Martín, Buenos
Aires. Miembro Titular del Comité de Pares en la Acreditación de Carreras de
Posgrado, de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria
(CONEAU). Docente investigadora del Programa de Incentivos de la Secretaría
de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación. Docente de Posgrado
en la Especialización de Terapia Ocupacional en Comunidad, de la Universidad
Nacional de Quilmes. Docente del Módulo de Evaluaciones Estandarizadas
en Terapia Ocupacional, Universidad Autónoma de Barcelona, Escola Creu
Roja, Barcelona, España (2007-2009). Funge como Directora del Centro de
rehabilitación y recalificación profesional Alpha Ocupacional. A nivel clínico
asistencial, fue Coordinadora de Hospitales de Día en Salud Mental y ser-
vicios de internación. Actualmente realiza trabajo domiciliario de inclusión y
participación social de personas con problemas de salud mental. También es
Supervisora clínica de Terapistas Ocupacionales en el área de salud mental y
salud comunitaria; Miembro de la Asociación Argentina de Terapia Ocupacional
(AATO); de la Confederación Latinoamericana de Terapia Ocupacional (CLATO);
de la Federación Mundial de Terapia Ocupacional (WFOT) y del Comité Revisor
del Congreso de la Federación Mundial de Terapeutas Ocupacionales (WFOT),
Santiago de Chile, 2010. En reiteradas oportunidades fue miembro titular
de Comités Científicos de Congresos Nacionales e Internacionales y Revistas
Científicas. Presenta publicaciones nacionales e internacionales. Coautora del
capítulo “Introducción al desarrollo del niño” y del capítulo “El juego como ele-
mento organizador, la importancia de la familia en el proceso de socialización”
en el libro Terapia Ocupacional en la Infancia: Teoría y Práctica (Ed. Médica
Panamericana, 2008). Autora del capítulo “Fundamentos del Paradigma de
Ciencia de la Ocupación”, del libro Terapeutas Ocupacionales del Servicio
Andaluz de Salud (Ed. MAD, 2007). Coautora del capítulo “Desarrollo profesio-
nal en personas con trastornos psicóticos” en Desarrollo profesional e inser-
ción laboral en personas con enfermedad mental (Ed. Ciclo Grupo 5, 2011).
Coautora del libro Terapia Ocupacional en Salud Mental, teoría y técnicas para
la autonomía personal (Editorial Medica Panamericana, 2012). Directora de
Tesis de Licenciatura y de Posgrado. Miembro titular de jurados en concursos
docentes en diferentes universidades argentinas.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


8

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


9

Introducción

El propósito de este curso es brindar conocimientos para la fundamenta-


ción del uso y análisis de la ocupación en terapia ocupacional. El terapista
ocupacional ha desarrollado sus conocimientos y habilidades profesionales
sobre el uso y aplicación de las ocupaciones como instrumento terapéutico.
Actualmente, la profesión se encuentra en un nuevo desafío, el fundamentar
el uso de las ocupaciones, no solo como herramienta terapéutica y rehabili-
tadora, sino también como posibilidad de desarrollo personal y espiritual del
paciente. Esto marca un cambio de paradigma en la profesión basado en la
Ciencia de la Ocupación. Se presentan los fundamentos del paradigma de la
Ciencia de la Ocupación y su relación con la disciplina de terapia ocupacional.
Profundiza en algunos conceptos relevantes de la ocupación del hombre, el
significado de las ocupaciones cotidianas, las ocupaciones como fuente de
bienestar y desarrollo de la persona, las ocupaciones como facilitadoras del
desarrollo de la espiritualidad y la creatividad. Se incluyen los postulados
fundamentales de esta ciencia.
En la primera unidad, el estudiante encontrará conceptos y definiciones
que organizan el marco teórico de la Ciencia de la Ocupación. Se presentará
la evolución histórica, su influencia en la terapia ocupacional y definición. Este
marco ofrecerá elementos para justificar la necesidad que tienen las personas
por desempeñar ocupaciones sostenidas por su valores. Además, se integra
el concepto de desempeño ocupación con el significado que se produce en el
hacer ocupacional. Este capítulo finaliza con una serie de reflexiones y estra-
tegias para que el terapista ocupacional pueda descubrir el significado de la
ocupación en las personas asistidas.
La segunda unidad desarrolla la fundamentación de la Ciencia de la
Ocupación, su objeto de estudio, su definición y dimensiones. Se analiza la
forma, la función y el significado del hacer ocupacional y su relación con la tera-
pia. Se presentan también, las diferentes ocupaciones que realizan las perso-
nas y estudia los aspectos y características del ambiente y sus componentes.
La tercera unidad enmarca el concepto de salud a través de la ocupación.
Presenta la noción de bienestar y su relación con las ocupaciones, la terapia
ocupacional y la espiritualidad. Describe los elementos más relevantes sobre
la espiritualidad y su articulación con el desempeño ocupacional. Se anali-
zan los criterios para construir significado en el desempeño ocupacional. Se
desarrolla el rol y las estrategias de intervención del terapista ocupacional
que facilitan el fluir en la ocupación y la realización personal. Se presenta el
concepto y los componentes de la creatividad y se reflexiona sobre su uso en
la terapia ocupacional.
La cuarta unidad presenta la identidad ocupacional, su evolución y desa-
rrollo en la vida de los seres humanos y su uso en la terapia. Se presentan
estrategias para el desarrollo saludable de la identidad ocupacional. Esta uni-
dad analiza también el concepto de cultura y su influencia en el desarrollo de
la identidad.
Por último, la quinta unidad desarrolla el concepto de justicia ocupacional
y clarifica términos relacionados. Describe la salud y la justicia ocupacional
desde la terapia ocupacional. Identifica factores ocupacionales que facilitan

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


10

el desarrollo de la resiliencia y la justicia ocupacional desde el hacer cotidia-


no del terapista ocupacional.
La Ciencia de la Ocupación estudia al ser humano como ser ocupacional.
Desarrolla bases científicas y filosóficas acerca del uso de las ocupaciones
para facilitar el desarrollo de la identidad ocupacional, calidad de vida, partici-
pación y justicia ocupacional. Estos conceptos implican que la terapia ocupa-
cional trabaje para la promoción de un cambio social y político, así todas las
personas puedan acceder a desempeñar ocupaciones significativas, desarrolle
su identidad y participe socialmente, a fin de crear comunidades inclusivas.

Problemática del campo


La Ciencia de la Ocupación ha sido presentada como una ciencia nueva y en
evolución (Wilcock, 2001). Aun cuando esta se encuentra en sus comienzos,
comparada con otras disciplinas más establecidas, algunos desarrollos intere-
santes ilustran la forma y dimensión que está adoptando. Es importante en la
formación del licenciado en terapia ocupacional, fundamentar el uso, estudio,
aplicación e investigación de las ocupaciones en su razonamiento clínico.
La Ciencia de la Ocupación colabora para poder demostrar el conocimien-
to de los temas de interés de la disciplina de terapia ocupacional. A su vez,
brinda herramientas para poder identificar las formas en las cuales el cono-
cimiento generado a través del estudio, análisis e investigación en la Ciencia
de la Ocupación contribuye a la práctica de la terapia ocupacional.
Se requiere de una fundamentación científica en el uso de la ocupación
en la clínica diaria de terapia ocupacional. Existe un potencial para poder
demostrar cómo un conocimiento detallado de las vidas y ocupaciones diarias
de las personas, adquirido a través de una ciencia, puede conducir a abor-
dajes de intervenciones sólidos, sustentados teóricamente y multifacéticos
que superan los métodos tradicionales de enfoques reduccionistas sobre el
uso de la ocupación en terapia ocupacional. De esta forma, la Ciencia de la
Ocupación puede fortalecer a la terapia ocupacional y viceversa. La Ciencia de
la Ocupación necesita de la aplicación clínica de sus conocimientos teóricos
a fin de desarrollarse como ciencia aplicada.

Reflexiones acerca del aprendizaje en un entorno virtual


Una de las características más atractivas de esta modalidad es su flexibilidad
de horarios. El estudiante organiza sus propios tiempos de estudio, lo que
requiere cierto grado de disciplina. Las personas que emplean este método
pueden acceder a este tipo de educación independientemente de su lugar
de residencia y estructurando sus propios horarios para estudiar: una de las
claves para el éxito en el aprendizaje virtual es la autodisciplina. Si no se
comienza desde el principio a leer el material de la clase y la bibliografía, se
hace difícil estar al día; realizar los trabajos prácticos y compartir de manera
sistematizada los diversos espacios virtuales se vuelve una tarea difícil de sos-
tener. No obstante esto, son muchos los beneficios: a la vez que se aprenden
contenidos académicos, se van desplegando habilidades de autonomía perso-
nal, de manejo de la tecnología, de organización del tiempo, de autodisciplina
en el estudio. Y esto no es un elemento menor: estas habilidades serán más
tarde necesarias y sumamente oportunas en el ejercicio del rol profesional.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


11

Por otro lado, que pueda ofrecerse una asignatura como Introducción a
la Ciencia de la Ocupación en modalidad virtual es de gran beneficio para el
desarrollo del razonamiento clínico del terapista ocupacional, pudiendo ofrecer
de esta manera tiempos de reflexión e integración de los conocimientos. A
medida que la disciplina de terapia ocupacional pueda crecer científicamente
y sustentar sus intervenciones basadas en la ocupación, será más reconocida
como práctica científica impulsada y basada en la evidencia.
La evidencia debe ser abordada y profundizada por científicos ocupacio-
nales, que piensan, estudian, investigan y aplican estos conocimientos en
espacios clínicos, comunitarios y académicos, aportando al desarrollo mun-
dial de la disciplina y respetando su cultura regional. Esta modalidad brinda
esta oportunidad, estudiando y compartiendo cada uno desde su lugar, región
y realidad cotidiana, pero a la vez aportando al desarrollo del conocimiento de
la ocupación basado en la evidencia.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


12

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


13

Objetivos del curso

•• Comprender los fundamentos teóricos de la Ciencia de la Ocupación.


•• Conocer las bases del razonamiento clínico del terapista ocupacional.
•• Desarrollar capacidad de análisis crítico de los factores que han influido en
el desarrollo de la disciplina hasta la actualidad.
•• Comprender las bases filosóficas de la identidad profesional.
•• Integrar conocimientos sobre la Ciencia de la Ocupación y la terapia
ocupacional.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


14

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


15

Filosofía de la Ciencia de la Ocupación

Objetivos
•• Comprender el concepto de Ciencia de la Ocupación.
•• Conocer la filosofía y significado de la Ciencia de la Ocupación.
•• Integrar los conceptos fundamentales de la intervención ocupacional.
•• Reflexionar sobre el origen y evolución de la Ciencia de la Ocupación.
•• Entender los conceptos que se utilizarán en esta carpeta de trabajo sobre
la ocupación.

1.1. Introducción a la Ciencia de la Ocupación


Presentaremos en esta unidad los fundamentos del paradigma de la Ciencia
de la Ocupación. En primer lugar, realizaremos un repaso de su evolución
histórica, para profundizar luego algunos conceptos relevantes de la ocupa-
ción del hombre. Indagaremos en las ocupaciones humanas cotidianas y su
significado, su carácter de fuente de bienestar y desarrollo de la persona, su
papel como facilitadoras del desarrollo de la espiritualidad y de la creatividad.
Incluiremos también los postulados fundamentales de esta ciencia.

1.1.1. Evolución histórica


La Ciencia de la Ocupación surge como disciplina fundada en las ciencias
sociales. Es un área de conocimiento que está basada en las mismas bases
filosóficas, humanitarias y científicas que dieron nacimiento a la profesión de
terapia ocupacional. Su misión es la búsqueda de elementos teóricos y filosó-
ficos que validen y sustenten las acciones de la terapia ocupacional, aunque
no queda limitada a esta.
La Ciencia de la Ocupación es una ciencia social que estudia al ser humano
como ser ocupacional: analiza la forma, la función y el significado de las ocu-
paciones. Facilita, de este modo, poder comprender al ser humano y su rela-
ción con las actividades que desempeña, selecciona y elige. Por eso traspasa
las fronteras profesionales, posibilitando ampliar la habitual comprensión del
ser humano como ser biopsicosocial, incluyendo la dimensión ocupacional.
La inquietud por concretar una Ciencia de la Ocupación nace en los inicios
de la profesión. Ya en 1917, la Sociedad para la Promoción de la terapia ocu-
pacional visualizaba la necesidad de contar con una ciencia que introdujera la

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


16

ocupación como medida terapéutica e investigara el efecto que produce en el


ser humano. Esta inquietud ha recorrido distintas etapas, desde la definición
de postulados, dimensiones y axiomas hasta la fundación de la Ciencia de la
Ocupación en 1980. Tal como refiere Elizabeth Yerxa (1967), uno de los pasos
para alcanzar el profesionalismo es poseer un cuerpo de conocimientos basa-
Muy apreciada por sus aportes a do en la evidencia científica. En el caso de la terapia ocupacional, dicho recorri-
los fundamentos filosóficos y los
valores de la terapia ocupacio- do ha tomado la forma de una ciencia básica, la Ciencia de la Ocupación, que
nal, por su investigación sobre la se dedica al estudio del ser humano como ser ocupacional, su relación con el
satisfacción vital de las personas ejercicio profesional y su desarrollo académico (Yerxa, 1993). Este proceso
con discapacidad severa y la ges-
ha facilitado el desarrollo de un cuerpo de conocimientos sobre la ocupación,
tión del tiempo. En 1966 la Dra.
Yerxa fue galardonada con el más que fortalece y sustenta su empleo como base de la profesión.
alto honor académico en terapia La terapia ocupacional, como algunas otras profesiones de la salud, se ha
ocupacional, el Premio Eleanor desarrollado de una manera empírica, es decir, a través de la experiencia y la
Clarke Slagle.
observación. Esta afirmación no niega, sin embargo, el hecho de que el ejerci-
cio de esta profesión descansa en un conjunto de ideas y de valores siempre
presentes en la práctica actual de la disciplina; esto se puede denominar la
filosofía de la profesión.
Durante muchos años, la terapia ocupacional se fue desarrollando entre la
construcción de su filosofía y el hacer “a tientas”, sin una organización siste-
mática de las ideas y de los conocimientos y, por consiguiente, sin el desa-
rrollo de las teorías y los modelos conceptuales necesarios para comprender,
explicar y dirigir el hacer profesional.
En el transcurso de los últimos treinta años encontramos que se han rea-
lizado avances de conceptualización, esto es, que contamos con un conjunto
de conocimientos organizados lógicamente, por lo cual podemos decir que la
terapia ocupacional ha superado el estado de experimentación para acceder
al comienzo de su madurez científica.
La epistemología o filosofía de la ciencia es el estudio crítico del desarro-
llo, de los métodos y de los resultados de las ciencias. La transformación de
Adolf Meyer (1866-1950) fue una profesión en disciplina científica representa un largo camino a recorrer; la
un psiquiatra suizo. Es conocido
credibilidad y la duración de una profesión dependen de la solidez de sus fun-
por introducir el término “higiene
mental”, entendido como la posi- damentos científicos. “Ayudar o curar” es un gesto del corazón, pero para el
bilidad de alcanzar y mantener la desarrollo y el crecimiento profesional, el hacer clínico debe sustentarse cien-
salud mental. tíficamente. Como parte de este recorrido, se incluyen algunos hitos históricos
Por las contribuciones sobre el
pensamiento ocupacional se con-
que constituyeron la base de la actual Ciencia de la Ocupación.
sidera a Adolph Meyer también La terapia ocupacional es una profesión formalmente reconocida a princi-
el padre de la terapia ocupacio- pios del siglo XX; sin embargo, el uso de la “ocupación” como herramienta
nal. Entre sus obras se destacan terapéutica en el tratamiento de trastornos mentales y otras enfermedades
Collected Papers y Psychobiology.
data de hace muchos siglos.
Dunton (1919) y Meyer (1922), psiquiatras estadounidenses y precurso-
res de la profesión, ya reconocían la importancia de la participación en ocu-
paciones para la salud de las personas. Meyer, padre de la terapia ocupacio-
nal, hablaba del ritmo natural en la organización de las actividades diarias.
Integraba este ritmo a la necesidad de cierto equilibrio ocupacional entre el
trabajo, juego, descanso y sueño. También justificaba la importancia de la acti-
vidad humana considerándola central en la salud de las personas, el uso de
las ocupaciones en el tratamiento de las personas enfermas y la importancia
de una vida balanceada y en armonía para el mantenimiento y desarrollo de
la salud. Estas concepciones constituyeron, en sus comienzos, las premisas
iniciales para la terapia ocupacional, lo que llevó a desarrollar paulatinamente
las bases teóricas de la disciplina.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


17

Mary Reilly, terapista ocupacional americana, comenzó a investigar en 1962


sobre conceptos teóricos de terapia ocupacional. En 1969 realizó una revisión
Nacida en Massachusetts, Mary
y modificación del plan de estudios de la carrera de terapia ocupacional en la Reilly se graduó en el Boston
Universidad del Sur de California (University of Southern California) con el pro- School of Occupational Therapy.
pósito de tomar distancia del modelo médico para construir un modelo basado Recomendó cambios en la edu-
cación y el conocimiento de la
en la psicología social y desarrollar teorías específicas de terapia ocupacional
terapia ocupacional, para que
a través del método científico. Así, Reilly crea en el año 1974 el primer modelo se incorporase un enfoque más
teórico de terapia ocupacional: el del comportamiento ocupacional, basado amplio del significado de la pro-
en la noción del juego como antecedente del trabajo y también en la teoría ductividad y del compromiso con
la sociedad y las vidas individua-
general de los sistemas. les. Mary Reilly fue una figura
central en determinar la dirección
contemporánea de la disciplina.
Conceptos básicos de la Teoría General de los Sistemas:

WW <http://www.facso.uchile.cl/publicaciones/moebio/03/frprinci.htm>
Su reclamo por un nuevo enfo-
que en el tema de la ocupación
llegó en el momento en que la
disciplina estaba adormecida en
el paradigma mecanicista y ese
Tras la fundación de la Ciencia de la Ocupación como ciencia formal que aspecto había sido desatendido
durante cierto tiempo. .
reúne los elementos filosóficos y teóricos, se inicia una nueva etapa para la
disciplina de terapia ocupacional. Se incluye en currículos académicos; en
1989 se crea el doctorado (PhD) en Ciencia de la Ocupación en la Southern
University en California, Estados Unidos; se desarrolla el campo de la investi-
gación científica, cuyo eje de análisis es la ocupación de los seres humanos.
En el año 2001, se abre el programa de estudio de doctorado clínico (OTD) en
esa misma universidad. El interés en la Ciencia de la Ocupación se expande
a nivel global, en países como Australia, Canadá, Reino Unido, Suecia, Chile
y Argentina.
De acuerdo con Da Silva Araújo et ál., el carácter científico de la Ciencia
de la Ocupación se fundamenta en sus procesos sistemáticos de recolección
de datos para la generación de conocimientos. A su vez, es una ciencia inter-
disciplinaria, dado que integra diversos saberes; al centrarse en el comporta- <http://www.usc.edu/>
miento humano, se considera afín a otras ciencias sociales, como la antropo-
logía, la psicología y la sociología (Larson, 2003).
Pellegrini (2007) explica que la Ciencia de la Ocupación realiza un estudio
del comportamiento humano, cuya meta es desarrollar una base sistemática
que describa y sustente la participación en ocupaciones, por medio del análi-
sis de la forma, función y significado de la ocupación y enfatizando la función
crítica que juegan las ocupaciones, al influir en la salud y el bienestar.

PARA REFLEXIONAR

Como síntesis de este recorrido histórico, se puede decir que:

PP • el objetivo de estudio de la Ciencia de la Ocupación es “la ocupa-


ción de los seres humanos”.
• originalmente fue una ciencia básica que luego se convirtió en
ciencia aplicada y social.
• se estudia de manera interdisciplinaria.
• utiliza métodos de investigación cuantitativos y cualitativos,
dependiendo del aspecto de su objeto de estudio que se proponga
estudiar.
• surgió en Estados Unidos y de allí se expandió al resto del mundo.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


18

LECTURA OBLIGATORIA

Rueda, L. (2007). “¿Por qué una Ciencia de la Ocupación?”.

OO En Revista de Terapia Ocupacional Gallega (TOG), 6. [en línea]


Disponible en <http://www.revistatog.com/num6/pdfs/original2.
pdf> [Consulta: 21 junio 2016].

1.1.2. Definición
La Ciencia de la Ocupación es “una disciplina académica relacionada con el
estudio del ser humano como ser ocupacional” (Pellegrini, 2007﴿. Es decir: no
es un marco de referencia que guía el tratamiento de pacientes (como lo es,
por ejemplo, el marco de referencia del neurodesarrollo). Puede ser utilizada,
como veremos más adelante en esta unidad, por una profesión como la terapia
ocupacional, pero sus objetivos son diferentes. El propósito de una profesión
La palabra ética proviene del grie-
go ethos (costumbre), es la parte es proveer los servicios necesarios para la sociedad; en cambio, el objetivo
de la filosofía que trata de los actos fundamental de la Ciencia de la Ocupación es el estudio e investigación
que el ser humano realiza de modo académica de las ocupaciones que el hombre desempeña. Los profesionales
consciente y libre, buscando emitir
pueden utilizarla para diseñar modos de desarrollar su razonamiento clínico
un juicio sobre ellos, determinando
así si son “éticamente buenos” o e informar sobre él, pero no brinda estrategias de intervención clínica dado
“éticamente malos”. que no es un marco de referencia; más bien, genera conocimientos que los
Por su parte, el término deontolo- profesionales pueden utilizar para guiar y comunicar su intervención de manera
gía proviene del griego deontos
(deber) y logos (tratado). También
holística. Es decir, la Ciencia de la Ocupación es una ciencia social que
llamada ética profesional, es estudia al ser humano como “ser ocupacional” y analiza la forma, función y
una rama de la ética cuyo propó- significado de las ocupaciones en sus contextos.
sito es establecer los deberes y
obligaciones morales y éticas que
tienen que asumir quienes ejercen
una determinada profesión. 1.1.3. Postulados
La ética y la deontología de una profesión fluyen de sus bases filosóficas. Los
postulados filosóficos forman las bases de los juicios y acciones del ejercicio
profesional. La adopción de principios éticos es una característica utilizada
frecuentemente para distinguir una profesión de otras; estos forman las bases
para juzgar y actuar en la práctica profesional. Los principios éticos tienen
Un postulado es una proposición
significado solo si ellos se reflejan en la experiencia cotidiana de quienes los
cuya verdad se admite sin pruebas
y que es necesaria para servir de suscriben; esta práctica diaria de la ética no solo sirve para guiar el comporta-
base en ulteriores razonamientos. miento profesional, sino también como base para continuar con los ideales de
Una hipótesis científica, en cam- una profesión, al entrar en contacto con sus valores filosóficos. Los valores,
bio, es una conjetura basada en
creencias y principios de una disciplina tienen influencia en su identidad y su
información previa que debe ser
refutada o corroborada, dando desarrollo y son reconocidos colectivamente como su filosofía.
lugar a la creación de las teorías
científicas. ¿Qué son los postulados?
Los postulados son afirmaciones que se aceptan sin necesidad de validación.
Constituyen las ideas o los principios básicos en los cuales se cimienta una
disciplina.
Para la filosofía, los postulados son expresiones que no pueden demostrar-
se a partir de la teoría, pero que deben ser admitidas para comprender algo:
en tal sentido, por ejemplo, la noción de libertad puede entenderse como un
postulado filosófico.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


19

En las ciencias sociales, las diferentes escuelas (o enfoques) suelen dis-


tinguirse por una serie de proposiciones filosóficas: estas también son deno-
minadas postulados. Se trata de definiciones que delimitan una concepción
de cada disciplina (tipo de método que utiliza, objeto de estudio, etcétera).
A nivel general, entonces, puede decirse que la ciencia habla de postula-
dos para referirse a aquellas expresiones que recopilan la experiencia, a las
proposiciones que permiten fundamentar aquello que se ve y que, hasta el
momento, no han sido demostradas como falsas.

El psicoanálisis, por ejemplo, está fundado sobre diversos postulados,

xx entre los cuales se destaca el del papel central de lo inconsciente en la


determinación de la conducta del hombre.
En terapia ocupacional, uno de los postulados básicos es la naturaleza
ocupacional de los seres humanos. Esta naturaleza está desde el naci-
miento y genera una necesidad básica hacia la acción.

Una profesión necesita un conjunto de postulados, entre cuyas funciones


mencionamos: influir en la ética de esa profesión, guiar el comportamiento
profesional, proveer un sentido de identidad a los integrantes de la profesión
y dar sustentabilidad y estabilidad durante los cambios sociales o cambios
profesionales. Además, los postulados pueden facilitar la comunicación con
la sociedad en la cual la profesión ofrece sus servicios.

Postulados fundamentales de la Ciencia de la Ocupación


Algunos de los postulados o axiomas son:

LEER CON ATENCIÓN

LL a. comprometerse en la realización de ocupaciones significativas es


esencial para la salud de la persona;
b. la relación entre la ocupación y la narrativa del paciente da forma
a la identidad ocupacional;
c. la relación entre la narrativa y la ocupación con significado facilita
poder comprender el mundo y a nosotros mismos;
d. los seres humanos construyen su identidad ocupacional según
ellos van comprometiéndose en ocupaciones significativas y
satisfactorias;
e. los individuos tienen derecho a una existencia significativa;
f. los seres humanos están más cercanos a su verdadero ser cuando se
comprometen en ocupaciones significativas y satisfactorias.

De estos postulados se desprende que la identidad de los seres humanos


se construye, en el transcurso de la vida, con la realización de ocupaciones
significativas en diferentes contextos. Ninguna persona nace con una identidad

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


20

completa: esta se va formando según las diferentes experiencias ocupaciona-


les que realice en los contextos o ambientes por los que transite su existencia.
En el espacio terapéutico, el terapeuta ocupacional debe considerar como una
pieza fundamental del tratamiento poder comprender la narrativa del paciente
en tanto ser ocupacional. Es decir: a través del relato de sus experiencias
ocupacionales, el terapeuta ha de reconstruir el “sistema” mediante el cual
el paciente les otorga significado. Cada individuo tiene derecho a una exis-
tencia significativa y puede desarrollar y alcanzar su potencial si es capaz de
interactuar con compromiso y propósito en su ambiente humano y material.

1.

KK Lea atentamente los postulados de la Ciencia de la Ocupación, reflexio-


ne sobre su contenido y luego:
a. Seleccione tres imágenes que ejemplifiquen algunos de los conceptos
expresados en los postulados presentados anteriormente.
b. Realice un cuadro relacionando las imágenes seleccionadas y justifi-
que su elección.

LECTURA OBLIGATORIA

Larson, E., Wood, W., Clark, F. (2003), “Ciencia Ocupacional:

OO Desarrollo de la ciencia y la práctica de la ocupación a través de


una disciplina académica”, en Blesedell Crepeau, E.; Cohn, E.;
Schell, B. (Ed.) Willard & Spackman Terapia Ocupacional, 10ª ed.
Ed. Médica Panamericana, pp. 15-26.

LECTURA RECOMENDADA

RR
Da Silva Araújo, L.; Fierro Jordán, N.; Guitérrez Monclus, P.; Rodríguez, O.
(2011), “Ciencia de la Ocupación y terapia ocupacional: sus relaciones y aplicaciones
a la práctica clínica” [en línea], en Revista chilena de terapia ocupacional, Escuela de
Terapia Ocupacional, Facultad de Medicina, Universidad de Chile. Disponible en:
<http://www.revistaterapiaocupacional.uchile.cl/index.php/RTO/article/view/17084>
[Consulta: 2 diciembre 2014].

1.2. La ocupación de los seres humanos


Los seres humanos tenemos, desde el nacimiento, una necesidad o tenden-
cia innata hacia la acción, la exploración y modificación del ambiente. El niño
juega, explora y modifica los objetos que lo rodean. Esta necesidad se explica,
como se dijo anteriormente, por la naturaleza ocupacional o impulso innato
de estar ocupados y modificar el ambiente, que nos acompaña durante toda
la vida desde el nacimiento, impulsándonos a actuar. El desarrollo y la elec-
ción de las ocupaciones asociadas están basados en valores, habilidades,
significados personales que guían y sustentan nuestras elecciones cotidianas.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


21

1.2.1. Los valores que subyacen a la ocupación


La TO (terapista ocupacional) Elizabeth Yerxa define a los valores como aquello
que es percibido como intrínsecamente bueno o deseable. Habitualmente los
valores se reflejan durante el desempeño de ocupaciones en la vida cotidiana:
la manera como una persona organiza su día, el tiempo que dedica al trabajo,
la familia, el descanso… ¿Qué es un buen día para cada uno de nosotros?
¿Un buen fin de semana, una buena cena, un buen trabajo, un buen amigo?...
Así se podría continuar, infinitamente. Cada ‘hacer’ elegido por la persona,
la manera y el matiz con que lo pinta, reflejan sus valores sobre la ocupación.
La Ciencia de la Ocupación considera algunos de estos valores y cómo
pueden impactar en la intervención y en el razonamiento clínico del terapista
ocupacional. Este no se focaliza exclusivamente en la patología o en las limi-
taciones, sino que considera el potencial, la facilitación y el fortalecimiento de
los aspectos saludables del individuo. De esta manera, se acentúa y favorece
el compromiso en actividades significativas y con propósito.
En este abanico de valores, están incluidos conceptos tales como:

a) considerar a la persona como un ser unificado (no como partes separadas


del cuerpo);
b) valorarlo como un ser único (con una historia y con valores personales)
c) destacar el valor del potencial existente en la persona.

Por ello, el terapista debe tener valores firmes y claros en su intervención,


debe reconocer la fortaleza de su profesión en la utilización de las ocupa-
ciones, desarrollar el conocimiento sobre estas desde una visión integral y
holística, para fortalecer su identidad profesional y así poder diferenciarse de
otras disciplinas.
Los valores y creencias son conceptos intrínsecos que subyacen a la pro-
fesión y a la interacción profesional. Estos valores describen la filosofía de la
profesión y proveen las bases para definir su propósito. La prioridad de estos
valores cambia con la evolución de la profesión. Igualmente, hay valores bási-
cos que no pueden ser violados. El modo y grado en el cual estos valores
pueden ser prioritarios en un momento dado está influido por la situación y
por el ámbito en el cual ocurren.

Por ejemplo, en una situación determinada, el valor de prudencia se

xx prioriza al de libertad. El desafío para el profesional es conocer los valo-


res de la profesión, ser capaz de realizar elecciones razonables en situa-
ciones de conflicto o dilemas y de articular y defender dichas elecciones.
Por ello, es importante que los miembros de una profesión compartan
los valores, creencias y principios que guían la intervención. Compartir
los valores otorga certeza, solidez y confianza en la disciplina.

1.2.2. El significado personal y social


La filosofía de una disciplina está formada en parte por las creencias, los
valores y los principios que han influido en su identidad y su desarrollo. En
1922, el neurobiólogo y psiquiatra Adolph Meyer sostuvo que la terapia ocu-
pacional representa una manifestación importante de la filosofía humana,

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


22

por la valoración del tiempo y el trabajo. Los terapistas ocupacionales deben


considerar, como eje central de su razonamiento clínico, que las ocupaciones
significativas poseen un poder potencial de transformación y que estas ocupa-
ciones han tenido lugar en diferentes ambientes o contextos, con sus propias
dimensiones sociales, materiales, espirituales, etc. Por ello, las historias
ocupacionales de los pacientes deben facilitar al terapista poder considerarlos
como protagonistas en la trama social.
El terapista ocupacional, en su intervención, debe proveer oportunidades
para que los individuos trabajen, planifiquen, creen, aprendan a utilizar mate-
riales y herramientas y obtengan placer en el logro (holismo). Así se facilita-
rá que la persona asistida pueda planificar, organizar, secuenciar y llevar a
El holismo es una posición meto-
dológica y epistemológica que cabo tareas de la vida diaria para mantener o incrementar la calidad de vida
postula que los sistemas y sus y grado de satisfacción.
propiedades deben ser analizados Como se dijo anteriormente, las personas nacen con una naturaleza ocupa-
en conjunto y no solo a través de
cional, que impulsa una necesidad innata de ocuparse y construir así su iden-
las partes que los componen, y
mucho menos si estas son con- tidad ocupacional. La naturaleza ocupacional del ser humano está en el cora-
sideradas por separado. En nues- zón mismo de las creencias filosóficas de la terapia ocupacional (Kielhofner,
tro contexto, consideramos que el 1983). Se identifica en el hombre la necesidad fundamental de explorar, de
individuo no puede ser compren-
dido si no es en su propia historia actuar sobre su medioambiente, de demostrar su eficacia. Esta es una nece-
ocupacional situada en contexto. sidad fundamental dirigida hacia la acción. El ser humano satisface esta nece-
sidad a través del hacer. Así, en la experiencia de involucrarse activamente
en las actividades, el hombre descubre su entorno y se descubre a sí mismo,
aprende a interactuar con el medioambiente, a desarrollar sus actividades y
a expresar sus emociones. Cuando esta necesidad de ocupación no es satis-
fecha, la salud física y mental del hombre puede verse afectada. Pero si se
satisface, el ser humano desarrolla la capacidad de poder influir en su salud
a través de las actividades.
Las vidas de los seres humanos están comprometidas en cientos de acti-
vidades que ocupan sus horas de vigilia. Estas ocupaciones tienen un profun-
do impacto en cómo la persona se siente física, emocional y espiritualmente.
Las ocupaciones pueden proveer sentido de satisfacción y bienestar o pueden
crear niveles de estrés, desequilibrio e insatisfacción.
Desde la Ciencia de la Ocupación, la terapista ocupacional Florence Clark
define a la ocupación como el conjunto de “las actividades individual y cultu-
ralmente significativas en las cuales los seres humanos se comprometen”.
Aquí, como sostienen Zemke y Clark, el énfasis “está en el significado de las
ocupaciones”. Todas las actividades que los individuos realizan (incluyendo las
actividades sexuales, sociales y espirituales) están consideradas en la cate-
goría general de ocupación. El foco central está puesto en “cómo el individuo
elige y orquesta sus ocupaciones en el fluir de la vida y cómo, en el tiempo,
las ocupaciones definen la esencia de la persona y la identidad moral y dan
origen a ciertos modos de pensar”.
En 1990, Elizabeth Yerxa y col., desde la Ciencia de la Ocupación, sostie-
nen que el ser humano es un ser ocupacional y el impulso de estar ocupado
tiene raíces evolutivas, psicológicas, sociales y simbólicas. Por ello, solo una
actividad con propósito iniciada por una persona constituye una ocupación.
Clark (2001) sostiene:

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


23

CC
Las ocupaciones son unidades de acción con principio y fin identificado; son
repetibles, intencionales y ejecutadas conscientemente; tienen significado den-
tro de la vida de la persona, son intermediarias entre las microconductas dia-
rias y la misión de la vida, y los miembros de una cultura dan el nombre a las
ocupaciones.

1.2.3. El desempeño ocupacional y el significado


Desde esta concepción se amplía el significado de la ocupación; este tiene
lugar solo dentro del contexto de la vida diaria de cada persona. La Ciencia
de la Ocupación ubica al individuo como autor de su propia historia. Las per-
sonas hacen elecciones de ocupaciones, las cuales comprometen sus días; al
hacer esto, se desarrolla su identidad ocupacional y se constituyen en seres
ocupacionales. Las personas que se comprometen en su hacer negocian
entre su visión personal de una vida aceptable y las fuerzas de las tradiciones
sociales. La solución de esta tensión, según afirmaba Jackson en 1998, es
expresada en la configuración ocupacional que emerge en la vida diaria y en
el fluir de la vida.
De este recorrido desde la Ciencia de la Ocupación, se puede definir la ocu-
pación como toda actividad con propósito iniciada por la persona que puede
ser nombrada o reconocida en una cultura (Yerxa, 1964). Según Hasselkuss
(2002), el significado de una ocupación emana del realizarse como persona,
crecer y transformarse. Los terapistas ocupacionales facilitan la realización
personal del paciente, pero esta facilitación requiere un análisis minucioso
de las ocupaciones: las exigencias de la tarea, el contexto, los roles de la
persona, el diagnóstico médico, las limitaciones y las fortalezas del paciente
y su familia.
Christiansen, en 1991, alude a la ocupación como un término que “refiere
a la involucración en actividades, tareas y roles con un propósito productivo
(tales como trabajo y educación), de automantenimiento o de relajación, dis-
tracción o creatividad”.

LEER CON ATENCIÓN

Cabe aclarar que en este texto, cuando se habla de desempeño ocu-

LL pacional, se refiere a la realización cotidiana de ocupaciones que


organizan nuestras vidas y satisfacen nuestras necesidades de auto-
mantenimiento, educación, trabajo, participación social y de juego/
esparcimiento.

Las actividades que realiza el ser humano cobran forma en diferentes contex-
tos o entornos. No siempre es posible clasificar las ocupaciones basándose
solo en su conocimiento o análisis de manera aislada. Únicamente conocien-
do el significado que esa ocupación tiene para esa persona e identificando
los contextos en los que la ocupación tiene lugar se puede discernir en qué
área del desempeño se la puede categorizar. Por ejemplo, escribir puede ser
categorizado como una actividad de ocio (al escribir una carta relatando las

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


24

últimas vacaciones), como una actividad educativa o laboral (al hacer una
nota formal al gerente de una empresa) o como una actividad necesaria para
el automantenimiento (como en el caso de llenar un cheque para pagar un
servicio). Solo considerando las ocupaciones en los contextos donde ellas
tienen lugar el terapista ocupacional puede clasificarlas.

LECTURA OBLIGATORIA

American Occupational Therapy Association (2008). “Marco

OO de trabajo de Terapia Ocupacional. Dominio y proceso” (2ª edición).


Versión en español de: “Occupational therapy practice framework.
Domain and process” (2nd ed.), en American Journal of Occupational
Therapy, 62, pp. 625-683.
Esta edición del “Marco de trabajo de Terapia Ocupacional” (2ª) se
encuentra traducida, por eso es la que se utilizará en esta actividad.
Pero ha sido publicada la 3ª edición: American Occupational
Therapy Association (2014). “Occupational therapy practice fra-
mework. Domain and process” (3rd. ed.), en American Journal of
Occupational Therapy, volume 68 (supplement 1).

2.

KK Lea el “Marco de trabajo de Terapia Ocupacional”.


a. Realice un listado de cada una de las áreas del desempeño ocupacio-
nal y de los contextos o entornos presentados.
b. Realice con un compañero de la clase el armado de una presentación
en PowerPoint con fotos o imágenes que ejemplifiquen cada área
del desempeño ocupacional.
c. Identifiquen a qué área del desempeño ocupacional pertenece y des-
criba qué contextos y entornos están representados en cada imagen.
Por ejemplo: en la imagen 1, están presentes elementos del contexto
físico por los objetos que se ven; el social, ya que en la foto se ven
personas conversando, etcétera.

1.2.4. ¿Cómo conocer el significado de la ocupación?


El significado de la ocupación de los seres humanos, como se presentó ante-
riormente, se construye en el hacer cotidiano. Por ello, emana de la narrativa
de la persona sobre sus ocupaciones. Es imprescindible escuchar cuidadosa-
mente el relato del paciente para poder descubrir el significado de las activi-
dades y las ocupaciones cotidianas.
La Ciencia de la Ocupación guía el razonamiento clínico del terapista ocu-
pacional hacia una visión integral y holística del tratamiento. Para ello, el
terapista debe darse tiempo para poder conocer a ese ser humano que debe
atender. Es importante conocer su historia ocupacional para poder reconstruir
el significado de sus experiencias:

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


25

•• si compartió con sus hermanos algunos juegos; cómo era su habitación


y qué recuerdos tiene de este espacio; si tuvo mudanzas y cómo fueron
esas vivencias;
•• qué es para él un buen amigo o un buen día;
•• cómo y cuándo se despierta, qué desayuna, cómo es esta “ceremonia”
diaria de su desayuno, si tiene algo en común con su ideal…
•• a qué colegio fue, qué le gustaba de ese lugar, qué no le gustaba, si rea-
lizaba travesuras y, de ser así, si recuerda alguna anécdota; cuáles eran
sus juegos favoritos...

Las historias narrativas facilitan estas expresiones. Los terapistas ocupaciona-


les no se deben conformar con obtener solo datos concretos o cuantitativos de
la persona, por ejemplo, cuántas horas trabaja, cuántos hijos tiene o qué hizo
el fin de semana. Toda esta información sin el relato cualitativo impregnado de
valores de la persona acerca de esas ocupaciones son datos concretos pero
vacíos. Dos personas diferentes pueden coincidir en la cantidad de horas que
trabajan, en la cantidad de hijos o en las actividades que han realizado el fin
de semana, pero cada uno puede completar y colorear de distintas maneras
estos “datos”.

LEER CON ATENCIÓN

Nos podemos aproximar al significado de las ocupaciones preguntan-

LL do y escuchando activamente preguntas tales como:


• ¿qué tareas realiza?,
• ¿cómo aprendió a realizarlas?,
• ¿cuáles le agradan?,
• ¿qué hace que esas tareas sean agradables?,
• ¿cuáles le disgustan?,
• ¿cómo es el ambiente dónde trabaja?,
• ¿tiene compañeros?,
• ¿qué tareas o actividades comparte con ellos?,
• ¿tiene personas a cargo?,
• ¿cómo es esa experiencia?,
• ¿cómo podría describir la relación con sus hijos?,
• ¿qué actividades comparte con ellos?,
• ¿cuáles disfruta?
...y así se podría seguir abriendo y profundizando.

Así, se logra construir historias terapéuticas en las que los pacientes pueden
nutrirse y sostener la recuperación y adaptación; proveyendo coherencia para
desarrollar una vida significativa.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


26

LEER CON ATENCIÓN

¡Descubrir el significado es lo central del proceso terapéutico!

LL Sin significado es solo aplicación de conocimientos científicos en


vacío, ya que luego de finalizar el tratamiento los pacientes no sostie-
nen lo aprendido, no lo han incorporado a su identidad.

3.

KK a. Elija un día de su vida cotidiana y haga un listado de las actividades


que realizó.
b. Identifique a qué tipo de actividad correspondería (actividad de la
vida diaria, trabajo, descanso, esparcimiento, estudio, etcétera).
c. Describa el grado de importancia que esa actividad tiene para usted.
Justifique.

Hasselkus (1990) sostiene que una de las técnicas más facilitadoras para
descubrir el significado de la ocupación es la entrevista etnográfica. La entre-
vista etnográfica tiene como característica que el entrevistador es el aprendiz
y el entrevistado es el experto: experto de su propia vida. El entrevistador no
debe dar nada por sabido o conocido, se presenta como una “página en blan-
co” frente al relato de los hechos o historias de vida del paciente. Este tipo
de entrevista es semiestructurada; se debe comenzar por preguntas globales y
más tarde basadas en lo que la persona ha comenzado a relatar. El entrevista-
dor debe ir incorporando términos utilizados por el entrevistado y es oportuno
que exprese interés por lo que la persona relata. Siempre considerando que
el entrevistado es el experto, el entrevistador tiene que ser cuidadoso de no
caer en un rol autoritario. Debe expresar “ignorancia” apropiadamente. En
la entrevista etnográfica se deben facilitar oportunidades para que la persona
se explaye y repita el relato de situaciones, con el fin de profundizar y evaluar
la coherencia del relato. El entrevistador puede utilizar como parámetro de
autoevaluación que la entrevista es asimétrica; es decir, el entrevistado debe
hablar la mayor parte del tiempo.
Otra técnica facilitadora para descubrir el significado es la utilización de
historias narrativas. Estas se caracterizan por el relato de eventos históricos;
en ellas el entrevistador utiliza preguntas abiertas y facilitadoras de expresión
de sentimientos. Muchas veces se puede solicitar a las personas asistidas o
a sus familiares que lleven a la terapia objetos personales (fotos, recuerdos,
adornos personales, etc.).Se utilizan para que el entrevistado relate o descri-
ba el evento al cual cada uno de estos objetos está asociado. Estos relatos
facilitan la expresión de la identidad ocupacional de la cual emanan los valores
de la persona asistida. El entrevistador considera el tipo de evento y objeto
escogido, el orden, la secuencia, las descripciones, etc., todo lo cual provee
un puente para comprender al paciente.

A modo de ejemplo de entrevista etnográfica, se incluye la entrevista del perfil de la


identidad ocupacional o EPIO (Pellegrini, 2012). Esta es una entrevista de evaluación
inicial, para ser utilizada en personas adultas con problemas mentales, pero puede servir

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


27

de ejemplo del tipo de preguntas que deberían utilizarse en una entrevista etnográfica.
El EPIO es una entrevista semiestructurada que puede ser utilizada como primera entre-
vista. Consta de una guía organizada en: inicio, desarrollo (con un listado de preguntas
relacionadas con la vida cotidiana, roles, grados de satisfacción), cierre o finalización de
la entrevista. Muchas preguntas ayudan al paciente a expresar emociones acerca de acti-
vidades que ha realizado o realiza en la actualidad. Estas expresiones ayudan a analizar
cómo el paciente percibe sus fortalezas o debilidades. La EPIO fue diseñada para obtener
información acerca del desarrollo de la identidad ocupacional, los roles ocupacionales,
las experiencias ocupacionales que ha realizado hasta llegar a los roles y las actividades del
presente. Además, de conocer la identidad ocupacional de la persona asistida, el tipo de
preguntas se orienta a diagnosticar si existen niveles de riesgo ocupacional: deprivación,
desequilibrio o alienación ocupacional, en la vida cotidiana del entrevistado. Se utilizan
estrategias de entrevista etnográfica y facilitadores de expresión de emociones, valores e
intereses.

Entrevista del perfil de la identidad ocupacional (EPIO)


Pellegrini (2012)

Inicio:
Hola, mi nombre es……..…., soy terapeuta ocupacional y me gustaría hacerle algunas
preguntas sobre sus actividades y ocupaciones habituales, a fin de conocerlo mejor y saber
en qué cosas puede ayudarlo la terapia ocupacional.

Desarrollo:
En primer lugar, me gustaría que me cuente cómo es un día típico de su vida; por
ejemplo, un día de semana; puede ser lunes o cualquier otro.
¿Así fue exactamente su lunes pasado? ¿Varió en algunas cosas? ¿Cuáles?
Si pensamos en los fines de semana ¿cómo son? ¿Qué hace habitualmente los sábados y
domingos?
¿Siente que está satisfecho con esta rutina? ¿Qué siente que falta? ¿Qué cambiaría?
Si pensamos ahora en las actividades que se pueden realizar por la mañana y por la
tarde, muchas veces en los hogares hay cosas que se hacen en un horario o en otro. ¿Qué
diferencia encuentra usted? Describa qué cree que puede hacer por las mañanas y que por
las tardes no realiza, o viceversa.
Algunas de estas actividades de las cuales hablamos hasta el momento, ¿las comparte o
realiza con otras personas? ¿Quiénes?
Cuando realiza actividades en su barrio o comunidad —por ejemplo, si realiza las compras
para su casa— es probable que mantenga una pequeña conversación con quien lo atiende.
¿Conversa de algún tema? Puede ser, por ejemplo, sobre las compras en general, los
productos, los precios, el tiempo, el gobierno, deportes... ¿Cómo le responden? ¿Realiza
algún comentario sobre su situación propia o la de algún miembro de la familia?
Pensando en su casa, ¿con quién vive? ¿Comparte alguna actividad cotidiana (desayuno,
almuerzo, limpieza, compras, salidas, etc.) con alguno de ellos? ¿Cómo le resulta? ¿Hay
alguna de esas actividades cotidianas que le resulten difíciles o desagradables? ¿Qué las
hace desagradables? ¿Cuáles le resultan agradables? ¿Qué las hace agradables o placenteras?
Si tiene alguna situación linda o difícil en su vida, ¿cuenta con alguna persona, familiar,
compañero o amigo, para conversar? ¿Con quién de ellos se siente más cómodo con los
comentarios? ¿Los ve frecuentemente?
Si no viven con usted o no los ve con frecuencia, ¿los llama para hablar o espera que lo
llamen?
¿Tiene alguna conversación con sus compañeros o amigos? ¿Sobre qué conversa? ¿Se
reúne con ellos? ¿En qué lugar? ¿Qué actividades hacen juntos? ¿Hay alguna actividad
que es preferida por usted? ¿Qué la hace preferida?
Sus familiares o amigos, ¿le preguntan qué ha hecho durante el día, qué hizo ayer o qué
hará mañana?

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


28

Eso que usted realiza a diario…… ¿siempre lo ha hecho? Si no era así, ¿quién lo hacía?
¿Mientras tanto, a qué se dedicaba usted? ¿Cuánto tiempo le llevaba? ¿Disfrutaba en
ese momento de eso, o lo sentía como una obligación? Y ahora, ¿es una obligación o lo
disfruta?
Si en este momento disfruta de la rutina, ¿qué disfruta más? ¿Qué cosas no le agrada
realizar? ¿Puede hacerlas igualmente o las deja siempre para otro día? ¿Cree que algún día
hará más actividades de las que hace habitualmente?
Cuando algo sale mal o diferente, ¿abandona lo que hace, lo deja para más tarde, sigue
intentando o pide ayuda? ¿Cuenta con personas que lo ayuden? ¿Quiénes? Cuénteme
algún ejemplo de situaciones en las que pidió ayuda.
Finalizando con el tema de su rutina diaria, ¿ha pensado en cambiar su rutina? ¿Qué
podría cambiar?

En relación con las personas cercanas a usted, si alguien le solicita que realice alguna tarea
extra, ¿lo resuelve rápidamente? ¿Se demora pero finalmente lo hace? ¿Olvida hacerlo?
¿Se niega a hacerlo y luego se arrepiente? ¿Lo hace y luego se arrepiente? ¿Responde
automáticamente que no y seguido a ello resuelve hacerlo?
¿Cree que, cuando alguien solicita alguna tarea extra por parte suya, confía en usted? ¿En
su responsabilidad?
Si tiene que pensar en lo que usted hace bien, ¿qué nombraría? ¿Lo ha hecho últimamente?
Si tiene que pensar ahora en lo que le cuesta o le es difícil, ¿qué nombraría? ¿Ha probado
alguna vez hacerlo? ¿Cómo le fue?
¿Qué concepto cree que los otros tienen de usted? ¿Alguna vez se lo manifestaron o solo
es lo que usted piensa?
¿Podría nombrarme algunas cualidades o defectos de las personas cercanas a usted?
¿Qué tareas lo hacen sentir importante? ¿Alguna vez las practicó o las estudió? ¿Observó
a alguien hacerlas? ¿Cómo las aprendió?
Si tuviera que decirme qué es para usted un buen amigo, o un buen compañero, ¿qué
cualidades nombraría?

En relación con sus roles de vida, usted me dijo que es… (hijo, esposo, trabajador, amo
de casa, amigo, estudiante, etcétera).
¿Cuál de esos roles considera más importantes o cuál le exige más responsabilidades?
¿Puede organizarlos en orden de prioridad? ¿Qué tareas o actividades tiene que realizar
en cada uno de esos roles, es decir, cuáles son responsabilidad suya? ¿Qué actividades
disfruta más? ¿Cuáles disfruta menos o detesta hacer?
¿Qué pasaría si usted no realizara esas actividades? ¿Cómo considera usted que hace esas
tareas o actividades? ¿Cómo las aprendió? ¿Tiene idea de cómo los demás consideran que
usted hace esas tareas? Por ejemplo, usted me dijo que en su hogar usted es el encargado
de hacer las compras... ¿Cómo considera usted que hace esa actividad y qué sabe acerca
de cómo lo consideran los demás? ¿Cuenta con tiempo suficiente para realizar sus roles
ocupacionales?

Despedida:
Por hoy vamos a ir finalizando, pero me gustaría pedirle que para la próxima sesión
pueda traerme o pensar en cuatro o cinco objetos importantes para usted. Puede ser
cualquier cosa que para usted tenga valor (una medalla, una foto, un adorno, una ropa,
un instrumento, etc.). La próxima vez las vemos y me cuenta lo que quiera sobre ellas.
Ahora le quiero agradecer su confianza, lo espero…día. Hasta la próxima.

Como marco teórico, la autora se basa en las Ciencias de la Ocupación, la entrevista de la


historia ocupacional de Linda Moorhead, y la entrevista histórica del desempeño ocupacio-
nal II (OPHI II) de Kielhofner.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


29

Los terapistas ocupacionales deben entender y considerar las ocupaciones


dentro del marco de vida de las personas, como representantes del conjunto
de experiencias humanas. Johnson (1996) considera que utilizar la perspec-
tiva de la Ciencia de la Ocupación es útil a la terapia ocupacional para utilizar
ocupaciones relevantes en las personas asistidas y sus contextos, validando
sus historias pasadas y presentes, para encontrar un propósito en su proyec-
to de vida. La disciplina de la terapia ocupacional se encuentra frente a un
nuevo desafío, que exige revisar la práctica diaria, los marcos utilizados en
la educación y en la investigación, y también reconsiderar qué es relevante
y significativo para los pacientes en los planes de tratamiento y programas
terapéuticos. Solo así, con compromiso e involucración mutua (terapista-
paciente), se podrá lograr que ese espacio terapéutico sea otro paso para la
construcción de una vida significativa y satisfactoria. Desde esta visión, los
terapistas ocupacionales que utilicen esta disciplina académica de la Ciencia
de la Ocupación en sus intervenciones, podrán contribuir a la evolución de la
disciplina y al desarrollo de su identidad profesional.

4.

KK Realizar una entrevista etnográfica.


Elabore, junto con un compañero, una entrevista semiestructurada
que facilite la expresión del significado de la historia ocupacional del
entrevistado.
a. Elabore un listado de preguntas con las características presentadas en
el apartado anterior (semiestructurada, preguntas abiertas globales,
objetos significativos que faciliten la historia narrativa de hechos,
etcétera).
b. Tome la entrevista de manera virtual.
c. Reflexione con su compañero sobre la modalidad y estrategias
utilizadas.

LECTURA OBLIGATORIA

Henry, A.; Kramer, J. (2011). “El proceso de entrevista en terapia

OO ocupacional”, en Blesedell Crepeau, E.; Cohn, E.; Schell, B.


(Ed.) Willard & Spackman Terapia Ocupacional, 11ª ed., Ed. Médica
Panamericana, Madrid, pp. 342 – 358.

5.

KK Luego de leer el capítulo de Henry y Kramer:


a. Elabore un cuadro comparativo de la entrevista como evaluación y
de la entrevista como intervención.
b. Ejemplifique preguntas facilitadoras para descubrir el significado de
las ocupaciones en estos dos tipos de entrevistas.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


30

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


31

La ocupación desde la Ciencia de la


Ocupación

Objetivos:
•• Comprender el concepto de ocupación.
•• Conocer las dimensiones y aspectos de la ocupación.
•• Comprender la ocupación como instrumento de intervención profesional.
•• Desarrollar el razonamiento clínico de terapia ocupacional sobre el uso de
las ocupaciones en la clínica cotidiana.

2.1. El estudio de la ocupación


Presentaremos en esta unidad el concepto de ocupación. Realizaremos un
recorrido por definiciones de autores referentes en la disciplina de terapia
ocupacional. Indagaremos sobre las dimensiones y los tipos de ocupaciones.

2.1.1. Definición de ocupación


Los seres humanos nos desarrollamos de modos diferentes realizando acti-
vidades. De esta manera, podemos decir que mucho de los que somos está
asociado con las ocupaciones que realizamos. El psiquiatra Adolph Meyer
(1922) reconoció que la falta de participación en las actividades y la falta de
rutina diaria contribuyen a la enfermedad mental y recobrar la participación
tiene resultados positivos, incluyendo el sentimiento de logro, de realización
personal, de esperanza y de valorar la vida (Meyer, 1922). Esto subraya la
importancia de vivir una vida plena, comprometerse en actividades y estar
interconectados con las personas de nuestra comunidad. Por ejemplo, en
el caso de personas con problemas de salud mental, involucrarse en ocupa-
ciones puede proveerles momentos de salud, calma y normalidad. Muchas
veces, el desafío para el terapista ocupacional es cómo facilitar a las personas
involucrarse en actividades.
Para poder reflexionar sobre la involucración en las actividades, es impor-
tante definir en primer lugar el concepto de ocupación.
El uso del término “ocupación” se origina en las primeras publicaciones
de la profesión. La literatura de terapia ocupacional lo ha definido de diferen-
tes maneras. Los fundadores de la Ciencia de la Ocupación describieron a la
ocupación como las actividades individual y culturalmente significativas en las
cuales los seres humanos se comprometen (Yerxa et ál., 1990). Esta defini-
ción y otras han sido debatidas en la comunidad de terapia ocupacional. Lo
central a capturar, lo esencial del término, es pensar la ocupación como las

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


32

actividades cotidianas que brindan significado a la persona. Así, el individuo


elige y orquesta sus ocupaciones en el fluir de la vida y cómo, en el tiempo, las
ocupaciones definen la esencia de la persona, la identidad moral y dan origen
a ciertos modos de pensar. Wilcock (1998) incluye en esta definición los pro-
cesos dinámicos en los que interviene la cultura a la que pertenece una per-
sona. Esa cultura asigna significados al hacer cotidiano y también interviene
sus creencias y valores, sus emociones y, por supuesto, el sustrato neurobio-
lógico que es la base de las habilidades. Además, las ocupaciones, tanto en
su proceso como en el producto, tienen un potencial de crecimiento personal
y de transformación en su contexto y en el orden sociocultural. La ocupación
es una síntesis de ser, hacer y llegar a ser.
Más adelante, Christiansen y Baum (1998) la definen como la actividad diri-
gida a un objetivo que se persigue en el tiempo, tiene significado en la acción
e incluye múltiples tareas. La Asociación Americana de Terapia Ocupacional
(2014) la presenta como las actividades cotidianas en las cuales las personas
se comprometen. Las ocupaciones ocurren en un contexto y son influidas por
la interacción entre los factores del cliente, las destrezas de desempeño y los
patrones de ejecución. Tienen un propósito y un significado para la persona y
su ambiente. Incluyen las actividades de la vida diaria, el descanso, el sueño,
la educación, el trabajo, el juego, el esparcimiento y la participación social.
Actualmente, como se destaca en la última definición, la ocupación está
investida con un sentido de propósito, significado, vocación, cultura y poder
político.
Resumiendo, la ocupación se refiere a un grupo de actividades y tareas
cotidianas, organizadas, nombradas y valoradas por el individuo y su cultura.
La ocupación es todo aquello que las personas realizan en su vida diaria con
el fin de satisfacer necesidades de autocuidado, desarrollo personal, esparci-
miento, descanso, diversión, estudio y trabajo.

2.1.2. Dimensiones de la ocupación


Ahora vamos a explorar las dimensiones de la ocupación, para poder compren-
der mejor las bases de la intervención profesional del terapista ocupacional.
Las dimensiones que se incluyen en esta unidad son el espacio y el lugar; el
tiempo, los hábitos y las rutinas socioculturales; el hacer, el ser y el convertir-
se (doing, being, becoming) y lo visible e invisible de las ocupaciones.

Espacio y lugar
De acuerdo con Tuan (1977), el espacio es libertad, movimiento y apertura. El
lugar es seguridad, significado, valor, arraigo e intimidad. Este autor sostiene
que el espacio se transforma en lugar cuando adquiere definición y significado.
Se puede considerar que la terapia ocupacional conforma un espacio que, en
virtud de “hacer” con significado y compromiso, puede llegar a transformarse
en lugar.
Recién cuando una persona pueda experimentar este espacio como lugar,
podrá comprometerse y participar en actividades que tendrán un impacto tera-
péutico. El uso del espacio individual y cultural puede crear o limitar la inte-
racción. Un ambiente ocupacionalmente enriquecido facilita la creación de un
lugar para los pacientes.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


33

Imagine un aviso de venta o alquiler de una casa que describe la canti-

xx dad de ambientes y los espacios que tiene, sean cubiertos como el come-
dor, cocina, baño, habitaciones, o los espacios verdes, como la entrada
y el jardín posterior a la casa. Luego imagine que va a ver esta casa con
el agente de la inmobiliaria. Se la muestra, la recorre, percibe olores,
luces, muebles, pisos, ubicación, flores y árboles del jardín, colores de las
paredes, tipos y tamaños de las ventanas. Finalmente, decide alquilarla.
Al mudarse todos son espacios nuevos y aún no se siente identificado en
ellos. Comienza a realizar sus actividades y tareas cotidianas, tales como
cocinar, limpiar la casa, regar las flores, comprar lámparas, muebles,
plantas nuevas, adornos, invitar amigos, descansar, etc. Gradualmente
siente que este comienza a ser su lugar, con sus olores, luz, orden, ador-
nos, que van generando pertenencia a este, su lugar.

1.

KK Recuerde alguna situación de la vida cotidiana como una mudanza, un


cambio de ambiente, un nuevo trabajo, etc. Describa cinco hechos que
hicieron que ese espacio fuera su lugar.

LECTURA OBLIGATORIA

Rowles, G. “El significado del lugar”, en: Blesedell Crepeau,

OO E.; Cohn, E.; Schell, B. (Ed.) Willard & Spackman Terapia


Ocupacional, 11ª ed. Ed. Médica Panamericana, Madrid, pp. 80–89.

Si se reflexiona sobre el uso y consideración de esta dimensión en terapia


ocupacional, vemos cómo habitualmente las intervenciones profesionales
colocan al individuo fuera de su lugar: por ejemplo, las realizadas en el hospi-
tal, servicios ambulatorios o centros de rehabilitación. Las personas se deben
adecuar a un ambiente poco familiar. En algunos casos, el tratamiento en el
hospital o centro es inevitable, dada la disponibilidad del equipo y personal
especializados. Esto no debe hacer olvidar la necesidad de comprender y con-
siderar esta dimensión y su influencia en el proceso terapéutico.
En dispositivos de internación para pacientes crónicos o de larga estan-
cia es importante facilitar la construcción del lugar. Esta se favorece con la
realización de actividades y tareas relacionadas con acontecimientos vitales
que fomentan el desarrollo de la pertenencia al espacio. Solo desempeñan-
do ocupaciones relevantes para la persona este espacio se transforma en su
lugar, a través del desarrollo gradual de patrones de uso y emociones y viven-
cias relacionadas a él. Algunas de estas ocupaciones pueden ser personales
e individuales; otras, compartidas; ambas categorías fortalecen el sentido de
afinidad y pertenencia.
Por eso, los lugares siempre evocan recuerdos, sentimientos y emociones.
Como expresa Rowles (2005), a medida que se acumulan experiencias signi-
ficativas durante un largo período de tiempo, ciertos espacios se cubren de
emociones y reflejan un lugar biográfico del yo y su contexto.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


34

Otras emociones relacionadas a lugares son compartidas, surgen en un


espacio común, por ejemplo, el salón comedor del colegio, el vecindario o la
plaza del barrio, las cuales a través de la interacción y experiencias compar-
tidas llegan gradualmente a infundir con su propia personalidad, identidad y
significado como un lugar grupal.
Con ello se sugiere que el conocimiento del sentido de lugar de un indivi-
duo está íntimamente ligado a un conocimiento fenomenológico basado en el
transcurso de la vida en una relación persona–lugar.
Es fundamental que el profesional de terapia ocupacional esté íntimamen-
te sensible a la complejidad de esta dimensión. No basta solo con observar
y usar el ambiente terapéutico. Hay que facilitar el desempeño de activida-
des con significado que incrementen la creación de un lugar relevante para la
persona asistida. Si pensamos ahora en la intervención profesional de tera-
pia ocupacional en la evaluación de barreras arquitectónicas en el domicilio
del paciente, vemos que no basta solo observar el ambiente arquitectónico e
identificar las barreras físicas que interfieren el desempeño de las tareas. Hay
que asumir que es importante que los profesionales se conviertan en defenso-
res del diseño ambiental centrado en la persona. Es decir, el terapista ocupa-
cional debe tener un conocimiento del espacio como lugar, con una historia,
experiencias y significado para la persona asistida.

LEER CON ATENCIÓN

Durante el transcurso de la vida, a medida que pasamos de un lugar

LL a otro, estamos constantemente creando y recreando un lugar como


un componente de la identidad personal. Con cada cambio elimina-
mos elementos de nuestro pasado. Con cada mudanza transportamos
elementos seleccionados de este pasado con nosotros y nos fusiona-
mos con nuevas experiencias, además de experimentar la influencia
de nuevos entornos para crear un estilo de vida contemporáneo y
un sentido del ser en el lugar en el presente. El proceso selectivo de
transferencia nos permite mantener una continuidad del yo y de la
identidad que es reforzada por una relación evolutiva con los lugares
de nuestra historia de vida. Rowles (2011) sostiene que existe una
tensión humana fundamental entre la necesidad de familiaridad,
seguridad y un sentido de continuidad, y la urgencia por explorar y
aventurarse en lo desconocido. Esta tensión se expresa en los entor-
nos cotidianos de nuestra vida a través de procesos donde creamos
y recreamos constantemente el lugar como una expresión de identi-
dad. Por ejemplo, cuando una persona se muda, lleva no solo objetos
seleccionados de un lugar a otro, sino que también mantiene muchas
veces vínculos con los lugares o personas del pasado, a través de foto-
grafías y recuerdos, que sirven como indicadores de lugares claves de
nuestra historia. La creación y recreación del lugar es un proceso de
toda la vida.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


35

El rol del lugar en terapia ocupacional


El terapista ocupacional debe reconocer cómo la construcción de objetos, su
uso y experimentar situaciones en los espacios proporciona desarrollo de la
identidad. Existe en la sociedad contemporánea una tendencia a asumir que
el tratamiento exitoso se logra simplemente por el retorno de los individuos
a los niveles habituales de funcionamiento físico y competencia funcional.
Este punto de vista es limitado y denigrante con respecto a la riqueza de la
experiencia humana. Cuando un profesional realiza una recomendación en el
domicilio de un paciente —por ejemplo, eliminar de la habitación una alfom-
bra que puede ser peligrosa— ofrece ayuda para reorganizar el espacio del
paciente, pero también está limitando su sentido de control y autonomía. Esta
intervención podría indicar desprenderse de un objeto valioso para la persona
que fue transportada de casa en casa durante toda la vida y es un símbolo
duradero de la historia familiar. Reed (2011) recomienda que los terapistas
ocupacionales ayuden a buscar nuevas formas de permitir a los individuos
mantener un sentido duradero del ser en el lugar como componente del yo: la
práctica de terapia ocupacional puede ser elevada a un nivel más alto, donde
el holismo y la valoración de la identidad de la persona sean la prioridad de
la intervención.

PARA REFLEXIONAR

Si pensamos en nuestra historia y respondemos a esta serie de pre-

PP guntas podremos facilitar la comprensión de la transformación del


espacio en lugar:
• ¿Cuál es su relación con el lugar donde vive actualmente?
• ¿Cómo se fue construyendo?
• Si usted tuviera que mudarse de urgencia en este momento y solo
pudiera llevar una valija con usted, ¿qué objetos llevaría?
• ¿Qué historia tienen estos objetos?
• ¿Dónde están actualmente ubicados en su casa?
• ¿Por qué los llevaría?

Tiempo
Tuan (1977) sostiene que el lugar y el tiempo están interconectados. El lugar
es la pausa en el tiempo corriente, una marca en el tiempo. Además, sugiere
que los seres humanos tienen una conexión temporal, en la cual la experiencia
pasada, la presente y la futura están en un mismo momento. Esta conexión
significa que las elecciones hechas en el presente son reflexiones de la expe-
riencia del pasado y anticipaciones del futuro.
Flaherty (1993) describe tres experiencias de tiempo: de duración prolon-
gada, tiempo sincronizado y tiempo comprimido. La duración prolongada se
experimenta durante situaciones de nivel de desafío alto de estrés o exigen-
cia alta de habilildades de desempeño. El tiempo pasa muy lento. En estas
experiencias temporales, las personas tienen un alto nivel de preocupación.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


36

Como ejemplo de duración prolongada por estrés: un familiar tiene

xx que realizarse una operación de alta complejidad y riesgo. Los familia-


res cercanos están en la sala de espera mientras dura la operación. Ese
tiempo con un alto nivel de preocupación puede identificarse como de
duración prolongada… “No pasa la hora”.
Otro ejemplo de este tipo de duración prolongada por exigencia de
habilidades: cuando tenemos que realizar una muestra de rendimiento
de actividad física o de demostración de conocimientos durante unos
minutos: rindiendo la ejecución de posturas de acrobacia, de gimna-
sia artística, memorizando y repitiendo palabras, defendiendo una tesis
frente a un jurado muy exigente, etc. La duración de estos acontecimien-
tos, si la persona no se siente muy preparada y los experimenta como
una exigencia muy alta para sus capacidades actuales, puede experimen-
tarse como duración prolongada y sentirse que “no termina nunca”.

El tiempo comprimido ocurre cuando el tiempo pasa volando. De acuerdo con


la teoría de Flaherty, esto ocurre durante la actividad habitual, cuando hay
bajo nivel de emoción o involucración cognitiva y las habilidades percibidas
son acordes a las exigidas por la tarea.

Se puede tomar como un ejemplo de tiempo comprimido una reunión

xx de equipo de profesionales, donde se presentan casos a revisar y plani-


ficar juntos. Esta reunión se inicia con la presentación de los pacientes
ingresados nuevos, la lectura de la historia clínica; luego se continúa
con las novedades de los pacientes en tratamiento, se revisa el plan de
tratamiento de un paciente, las estrategias interdisciplinarias. Todos los
profesionales aportan ideas, se consulta a los alumnos de práctica clínica
su opinión, los profesionales sustentan sus intervenciones en un clima
cordial y fluido, en el cual el tiempo pasa volando.

Por último, el tiempo sincronizado es la relación normal entre la experiencia y


el transcurrir del tiempo. La situación no es problemática, está acompañada
Mihály Csikszentmihalyi es profe-
de compromiso cognitivo y emocional moderado. El resultado es la rutina. Es
sor de psicología en la Universidad
de Claremont (California) y fue jefe importante resaltar que este tiempo sincronizado nos facilita la identificación
del departamento de psicología de la rutina diaria y asiste en la diferenciación entre rutina diaria y hábito. En
en la Universidad de Chicago y terapia ocupacional se utilizan estos dos.
del departamento de sociología
y antropología en la Universidad
Lake Forest. Se ha destacado por
su trabajo acerca de la felicidad, Como ejemplo de tiempo sincronizado se puede pensar al realizar una
la creatividad, el bienestar sub-
jetivo y la diversión, y sobre todo
por su creación de la teoría del
flujo y por el trabajo realizado
xx tarea del hogar, por ejemplo cocinando la cena de la familia o viajando
a la facultad un día cualquiera.

durante mucho tiempo acerca


de este tema.
Otra teoría desarrollada para explicar la experiencia del tiempo es la teoría
psicológica del fluir de Csikszentmihalyi (1990). El fluir se define como una
experiencia donde las destrezas de la persona están al nivel de la exigencia
de la situación. El autor sostiene que vivir significa experimentar a través del
hacer, del sentir y del pensar. La experiencia tiene lugar en el tiempo, así que

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


37

el tiempo es el recurso verdaderamente escaso que tenemos. A lo largo de


los años el contenido de las experiencias determinará la calidad de vida y,
por ello, una de las decisiones más esenciales que podemos tomar tiene que
ver con cómo invertimos o a qué dedicamos el tiempo. Por supuesto, la forma
que tenemos de invertir el tiempo no es una decisión exclusivamente nuestra.
Las limitaciones muy rigurosas dictan lo que hacemos, sea como miembros
de la raza humana o por pertenecer a una determinada cultura y sociedad. No
obstante, existe un espacio para las decisiones personales y, a lo largo del
tiempo, tenemos en nuestras manos cierto control. Es esta plena implicación
en el fluir, más que la felicidad, lo que hace que una vida sea plena. Pero no
se puede ser feliz sin las experiencias de fluir. Podemos ser felices experi-
mentando el placer del cuerpo descansando, en una cálida puesta de sol, una
caminata por la playa en una tarde soleada, etc. Estos también son momentos
que podemos atesorar, pero como sostiene Csikszentmihalyi (2005), esta
clase de felicidad es muy vulnerable y depende de circunstancias externas que
sean favorables. La felicidad que se produce después de un estado de fluidez
sólo nos pertenece a nosotros y conduce a una complejidad y a un crecimiento
crecientes de la conciencia y realización personal.
Las experiencias de fluidez actúan como un imán para aprender, es decir,
para desarrollar nuevos niveles de desafíos y de habilidades. Pero ¿con qué
frecuencia se experimentan estados de fluidez? Csikszentmihalyi (1998) sos-
tiene que generalmente las personas manifiestan tener experiencias de fluidez
cuando están practicando su actividad favorita, como cuidar el jardín, escu-
char música, jugar a los bolos o cocinar un buen plato. También ocurre cuan-
do conducen, están hablando con amigos y, sorprendentemente, a menudo en
el trabajo. Muy rara vez las personas dicen tener este tipo de experiencias en
actividades de ocio pasivas, como ver la televisión o descansar. Pero, como
casi cualquier clase de actividad puede producir un estado de fluidez con tal
de que se den los elementos relevantes, es posible mejorar la calidad de vida
si nos aseguramos de objetivos claros, retroalimentación inmediata, capaci-
dades a la altura de las oportunidades de acción y las restantes condiciones
de los estados de fluidez formen constantemente y lo más posible parte de
la vida cotidiana.
Si pensamos en la intervención profesional del terapista ocupacional que
basa sus intervenciones en el análisis del desafío justo de la actividades tera-
peúticas, vemos como el fluir puede estar presente en la terapia.

LECTURA OBLIGATORIA

Csikszentmihalyi, M. (2007). Aprender a fluir. 5ª ed., Ed. Kairos.

OO Barcelona.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


38

2.

KK Al leer este texto de Cskszentmihalyi seguramente hacemos asociacio-


nes con la importancia del desempeño ocupacional significativo en la
vida cotidiana y en el espacio terapéutico de terapia ocupacional. Ahora
bien, realice un cuadro que compare e integre el fluir y la ocupación en:
a. la vida cotidiana,
b. el desempeño de actividades novedosas,
c. el trabajo,
d. el ocio o esparcimiento.

La teoría del fluir desarrollada por el Dr. Mihaly Csikszentmihalyi sostiene que
mayoritariamente existen dos grupos de personas: las estresadas o preocu-
padas y las aburridas. Esta teoría sostiene que hay que vivir la vida como si
fuese una obra de arte y no una respuesta caótica a eventos externos. En sus
estudios mostró algunos postulados importantes para terapia ocupacional:
•• la gente no es feliz haciendo nada,
•• la gente es feliz haciendo algo,
•• generalmente las personas saben poco acerca de lo que las hace feliz.

Estas afirmaciones pueden relacionarse con la naturaleza ocupacional, la


necesidad innata hacia la acción, la involucración en actividades, etcétera,
que trabaja la terapia ocupacional desde sus bases filosóficas.
El autor sostiene que el estado de flujo es una especie de placentera eufo-
ria, consecuencia de nuestro alto rendimiento. Estamos plenamente inmer-
sos en una tarea y nos parece que la hacemos sin esfuerzo. Este estado es
automotivante, produce satisfacción, mejora el rendimiento e incrementa la
motivación.

El estado de flujo o fluir es automotivante, produce motivación, satis-


facción y rendimiento.

Fuente: elaboración propia.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


39

Pero, ¿cómo se siente el estado de flujo? En él, una persona está completa-
mente inmersa y concentrada en una tarea, con sensación de éxtasis, claridad
mental. La actividad se puede hacer sin grandes dificultades, acompañada de
una sensación de serenidad; se pierde la noción del tiempo y la motivación
fluye desde el interior de la persona, sin necesidad de estímulos externos; es
decir, fluye la motivación intrínseca desde la naturaleza ocupacional.

Cuando todo fluye, la naturaleza ocupacional se expresa sin dificultad y


la realización personal se alcanza, al menos por un momento.

Fuente: Imagen extraída de <http://mejoresfrases.com.es>, disponible en: <http://


mejoresfrases.com.es/demo/pin/640/> Fecha de consulta: 10 de julio de 2016.

Todos las personas, cuando están fluyendo en una ocupación —por ejemplo, un músico
dando un concierto, un profesor dando una clase sobre un tema de su interés y alumnos
interesados, un jardinero regando el jardín y observando feliz las flores que han abierto,
una bailarina realizando una danza con precisión y armonía en una serie de complejos
movimientos que hace parecer sencillos, al tiempo que ella misma se siente como flotan-
do—, todos fluyen en una experiencia óptima y no solo han escapado a la ansiedad y
al aburrimiento, sino que, al hacerlo, han logrado poner orden en el caos reinante de sus
mentes. Todos ellos están experimentando el disfrute y además de que recordarán la expe-
riencia como algo placentero, obtendrán de ella el estímulo adecuado para buscar nuevos
desafíos y hacer que sus personalidades crezcan y se tornen más complejas.
Esa especie de epifanía, ese profundo sentimiento de alegría que han deseado durante
largo tiempo y que representa la imagen de lo que quisieran que fuera la vida, no ha llegado
a ellos por la gracia de su buena fortuna. Son ellos mismos, con el esfuerzo constante de
sus mentes y de sus cuerpos, quienes han traspasado sus limitaciones y han propiciado una
experiencia que va más allá del placer instantáneo de los sentidos, en el que se esconde la
esencia de una vida feliz. A diferencia de la simple experimentación del placer, cuyo disfrute
es instantáneo y puede lograrse sin mayor esfuerzo (como sucede con las drogas o con el sexo

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


40

fácil), la experiencia óptima requiere una atención totalmente concentrada que genera un
movimiento hacia delante, capaz de reconfigurar la conciencia y crear orden en ella. Cuando
alguien ha optado por una meta y se involucra en ella hasta los límites de su concentración,
cualquier cosa que haga le resultará agradable. Por ello, las experiencias que hacen fluir la
mente permiten que la personalidad crezca y se haga más compleja.

Para que el estado de flujo exista debe haber una coincidencia entre las habi-
lidades de la persona y la complejidad que exige la tarea. Si el nivel de habi-
lidad es superior a las exigencias de la tarea, la persona siente aburrimiento
y apatía. Por otro lado, si la complejidad de la tarea está muy por encima de
las habilidades de la persona, esta sufre apatía, preocupación y ansiedad. En
cambio, cuando el desafío o exigencias están acordes a las habilidades de
la persona, el fluir surge, desde un sentimiento de relajación, control interno
y motivación.

Cuadro del estado de flujo.

Fuente: Imagen extraída de <http://www.valera-mariscal.com >, disponible en: <http://


www.valera-mariscal.com/blog/tag/mihaly-csikszentmihalyi/> Fecha de consulta: 10
de julio de 2016.

Otras dos variaciones temporales identificadas por Larson (2004) incluyen la


ruptura temporal —una vida abrumadora, cambios de eventos que distorsio-
nan el tiempo y desorganizan la vida diaria— y el tiempo intersticial. Este últi-
mo es un tiempo incierto y expectante, una experiencia intensa, acompañada
por un sentimiento de tiempo demasiado extenso y prolongado que produce
insatisfacción y disconformidad; por ejemplo, cuando se está esperando una
llamada telefónica importante que dará los resultados de un estudio médico.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


41

Hábitos socioculturales y rutinas


El tercer elemento que sigue al espacio y el tiempo es la dimensión del con-
texto sociocultural (Pierce, 2003). Este es un amplio título que puede abar-
car creencias culturales, poderes institucionales, relaciones interpersonales,
etcétera. Townsend y Wilcock (2004) desarrollaron el concepto de justicia
ocupacional, que marca la importancia del rol de la sociedad y la comunidad Elizabeth Townsend y Ann Wilcock
en facilitar el desempeño ocupacional. introdujeron el concepto de jus-
ticia ocupacional, abogando que
El desempeño ocupacional está inmerso por naturaleza en el entorno
sea promovido como el objetivo
social y físico, situado en un contexto de desempeño. El entorno incluye fundamental de la terapia ocu-
los ambientes físicos y sociales en los cuales la persona desempeña sus pacional. Ellas entienden la jus-
ocupaciones. ticia ocupacional como la pro-
moción de un cambio social y
económico para incrementar la
•• El entorno físico está formado por los objetos y espacios naturales o artifi- conciencia individual, comuni-
ciales donde las actividades tienen lugar. Por ejemplo, el realizar un trabajo taria y política, los recursos y la
grupal en la universidad, puede incluir libros, computadora, mesa, sillas, igualdad de oportunidades para
el desarrollo de ocupaciones que
biromes, hojas, etcétera. permitan a las personas alcan-
•• El entorno social está relacionado a las personas que acompañan la reali- zar su potencial y experimentar
zación de la actividad o que están presentes en el lugar; por ejemplo, los bienestar (Kronenberg, Pollard y
Simó, 2007).
otros integrantes del grupo que realiza el trabajo práctico y las personas
El concepto de justicia ocupacio-
que están circulando por la sala. nal será desarrollado extensamen-
•• En cambio, el contexto incluye lo cultural, que influye fuertemente en los te en la unidad 5.
valores, el modo, la forma, el momento, el espacio donde las ocupaciones
pueden y deben desempeñarse. Por ejemplo, las actividades de higiene
personal, culturalmente en nuestra sociedad se considera que exigen con-
textos de mayor intimidad y privacidad, a diferencia de otras actividades
que no necesariamente se realizan en privacidad, como por ejemplo, hacer
compras, salir a caminar, etcétera.
•• El contexto también abarca los aspectos internos o personales, como la
edad, el sexo y la motivación de la persona (Blesedell Crepeau, Elizabeth
y Boyt Schell, 2011).
•• Además las ocupaciones se localizan en un contexto temporal, es decir,
tienen un tiempo de duración determinado, tienen una secuencia de pasos,
en una época de la historia de la persona y de la sociedad. Es decir, este
contexto temporal es la cantidad específica de tiempo involucrado, como
la historia y el futuro proyectado relacionados a una ocupación.
•• Por último, algunas ocupaciones ocurren en contextos virtuales como los
blogs y espacios de internet.

PARA REFLEXIONAR

Es importante distinguir entre los usos potenciales de los contextos

PP ambientales y las formas en que las personas realmente interactúan


con ellos. Lave (1988) distinguió el uso de los términos ámbito y cir-
cunstancias. Utiliza “ámbito” para describir los lugares en los cua-
les ocurren las actividades, como la sala de espera, la plaza, el aula, la
escuela o el teatro. En cambio, emplea el término “circunstancias”
para describir aquellos aspectos del ámbito al que la persona atien-
de. Esta distinción es útil, ya que muestra el aspecto real o visible y
el aspecto abstracto o invisible de la experiencia.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


42

Por ejemplo, un parque es un ámbito y muchos de nosotros tenemos


una idea de lo que es. De hecho, podemos pensar en un parque parti-
cular. Sin embargo, cada persona utilizará el parque de diferentes for-
mas y constituirá diferentes significados a partir de sus experiencias. Un
señor que va a un parque con su hijo pequeño, muy probablemente
se dirigirá al área de juegos infantiles para jugar en la arena, subir a la
hamaca, tirarse por el tobogán. Es probable que recorran los juegos y
se queden esperando un turno en la hamaca si todas están ocupadas.
Por el contrario, una persona mayor puede dirigirse a las mesas con
tableros de damas o ajedrez, o a los sillones de plaza donde se encuen-
tran otras personas jubiladas para conversar y distraerse un rato miran-
do a las personas que pasan o niños que juegan. Entonces, es importante
recordar que “ámbito” es una idea abstracta, mientras que “circunstan-
cia” son los sitios donde realmente se realizan las actividades.

Finalmente, la rutina está relacionada con la organización de la vida cotidiana,


con las actividades que se realizan generalmente de la misma manera, en el
mismo espacio, tiempo y duración. Dan estructura y sostén a la identidad de
las personas y facilitan la organización cotidiana. Kielhofner (1995) define a
las rutinas como los patrones de conductas que son observables, regulares
y repetitivos y que proveen estructura a la vida diaria; pueden ser conductas
que dan satisfacción, contribuyen al desarrollo o causan daño; requieren un
compromiso temporal momentáneo y son parte del contexto cultural.

PARA REFLEXIONAR

Es importante distinguir las rutinas de los hábitos. Estos últimos

PP son comportamientos adquiridos para responder automáticamente y


para ser desplegados de manera coherente en situaciones o entornos
familiares. Son comportamientos automáticos que están integrados
en patrones más complejos, que permiten a las personas actuar coti-
dianamente; pueden ser útiles, dominantes o deficientes y pueden
ser facilitadores u obstáculos para el desempeño de las ocupaciones
(Kielhofner, 1995).
Por ejemplo, una persona puede tener el hábito de levantarse tem-
prano, tomar un café luego de almorzar, fumar un cigarrillo luego de
cenar, salir a correr antes de ir a trabajar. Tiene la rutina de ir a tra-
bajar de 9 a 16 horas de lunes a viernes, estar con sus hijos los fines
de semana, almorzar con su jefe los primeros viernes del mes. En esa
rutina de ir a almorzar con su jefe, usa el hábito de tomar un café
luego de almorzar.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


43

Hacer, ser, pertenecer y convertirse


La salud y el bienestar son el resultado de un balance dinámico entre hacer,
ser y convertirse (Wilcock, 1998); de esta manera, se pone el acento en el
hecho de que la ocupación es el puente o facilitador para desarrollar bienestar
Ann Allart Wilcock es una recono-
y salud en las personas. El hacer es una acción con propósito, un actuar en cida terapista ocupacional, cientí-
el ambiente e interactuar con otros. El hacer crea el mundo en el cual los fica de la ocupación y profesora
seres humanos viven. Con el hacer, las personas desarrollan e integran los universitaria de terapia ocupa-
cional, nacida en el Reino Unido.
sistemas sensorial, motor, cognitivo y psicológico. El hacer también afirma el Uno de sus principales aportes se
sentido de ser competente y la autovaloración. orienta al desarrollo de la Ciencia
Por ejemplo, una persona al hacer una cena para el aniversario de su casa- de la Ocupación y, dentro de ella,
se especializa en la relación entre
miento, organiza el menú, hace una lista de invitados, arregla su casa y elige
la naturaleza ocupacional de las
música especial para cada momento de la reunión. Este hacer está cargado de personas y la salud.
propósito; por ejemplo, festejar, pasar un momento agradable con sus seres
queridos y compartir su felicidad. Al finalizar la reunión, evaluando los logros
de la reunión y el haber alcanzado sus objetivos, incrementa su sentido de
ser competente y de autovaloración, que seguramente reforzará o validará su
interés en organizar reuniones con sus amigos en fechas importantes.
Sin embargo, si el evento hubiera salido mal, el hacer habría marcado un
sentimiento de ineficacia e insatisfacción sobre su hacer.
De acuerdo con Wilcock (1998), es en el ser que la ocupación obtiene el
significado. El ser permite disfrutar los logros, vivir la experiencia, reflexionar,
contemplar, descubrir y experimentar el sentido de eficacia. Habitualmente se
hace hincapié en el hacer y no en comprender el ser, sin recordar que la auto-
rrealización incluye el ser, la conciencia de vivir la vida y la contemplación de
lo que nos rodea.
Autores como Rebeiro, Day, Semeniuk, O’Brien y Wilson (2001) agregan
el concepto de pertenecer a la tríada de Wilcock (1998). En su investigación
sobre programas de salud mental, ellos sugieren que la necesidad de apoyo
mutuo o de interacción y el sentido de pertenencia son aspectos que demues-
tran la conexión y articulación que la ocupación puede ofrecer.
El concepto de convertirse está relacionado con el sentido de potencial y
futuro, transformación y autorrealización. En otras palabras, a través del crear,
explorar y reflexionar sobre las experiencias de la vida, la persona se convierte
o transforma. La ocupación es la fuente de esa transformación personal; así
se puede visualizar el futuro y explorar nuevas oportunidades.

Fuente: elaboración propia.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


44

En salud mental, las personas habitualmente tienen escasas oportuni-

xx dades de involucrarse o comprometerse en ocupaciones. Los ambien-


tes laborales con apoyo y asistencia pueden proveer oportunidades de
salidas sociales, de cambios saludables y de canalizar las necesidades de
pertenecía y transformación. Así también, los logros en las tareas de la
vida diaria y el cuidado de otros crean el sentimiento de competencia
y significado. Los pacientes incrementan el sentimiento de autoestima
y calidad de vida.

Los profesionales de terapia ocupacional deben basar su intervención en un


conocimiento minucioso de la ocupación y su papel en la vida de las personas
y la salud. Conocer la ocupación es más que dar una definición; es necesario
examinar lo que hacen con su tiempo los seres humanos, cómo se organizan,
qué propósito cumplen las actividades y qué significan para los individuos y
la sociedad. La experiencia de hacer una actividad proporciona consciente
o inconscientemente un conocimiento fundamental sobre el ser humano. El
mirar el interior de la persona para poder conocer la ocupación es un desafío
cotidiano de la clínica. Esto exige examen y reflexión. Es importante ampliar el
razonamiento clínico: no basta con evaluar y comprender lo observable de la
ocupación, debemos incluir como esa ocupación impacta en el ser ocupacional
de la persona asistida.

Lo visible e invisible de las ocupaciones


Las ocupaciones tienen, entre sus dimensiones, una dimensión visible y otra
invisible (Pellegrini 2007). La primera incluye el resultado de la ejecución de la
tarea; es lo observable, el producto o el resultado final. Por ejemplo, realizar
una torta de cumpleaños, escribir una poesía, leer un libro, confeccionar una
férula, hacer una escultura, dar un paseo en bicicleta, etcétera. En general,
esta dimensión visible puede describirse. Se observa y se describen sus
colores, su altura, su peso, su tamaño, su duración, entre otros aspectos. Es
decir: es el resultado observable de lo que se hace.
Pero ¿dónde ubicamos la enseñanza de la lectura del libro, el placer de
compartir la torta de cumpleaños, la emoción que nos transmite la poe-
sía? Esto es lo que se denomina la dimensión invisible de las ocupaciones
(Pellegrini, 2007). La dimensión invisible no se puede observar, ni tocar, no
tiene un resultado medible o concreto. Esta incluye el significado que esa
ocupación tiene para una persona; es el modo en que el individuo caracteriza
esa ocupación en términos personales relevantes. Este significado se cons-
truye con el hacer cotidiano y está relacionado con el pasado y el presente
del individuo y también con su espiritualidad. En general, en terapia ocupa-
cional, para conocer el significativo de la ocupación, debemos favorecer que
el paciente pueda expresar sus sentimientos sobre la actividad. También se
realizan entrevistas históricas y narrativas, que faciliten la expresión de sen-
timientos y valores para descubrir el significado, conectarse con lo espiritual,
lo cualitativo de la historia ocupacional de la persona.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


45

Personas usando celulares. La dimensión visible de esta ocupación puede


ser la misma: dos personas enviando mensajes por celular. Pero según
qué mensaje se envíe, a quién, qué se diga, con qué contenido, etcéte-
ra, se produce la diferencia del significado. Por ejemplo: una de las per-
sonas se envía mensajes con su pareja acordando dónde se encuentran
en un rato para ir a cenar juntos. La otra persona se está comunicando
con el pintor de su casa que le avisa que no puede ir a trabajar mañana,
como le había prometido. La dimensión visible es la misma, dos perso-
nas comunicándose por celular. La dimensión visible es completamente
diferente por el contenido de la información.

Fuente: Imagen extraída de <https://bbc.com>, disponible en: <http://www.bbc.com/


mundo/ciencia_tecnologia/2010/05/100517_celular_cancer_men.shtml>. Fecha de
consulta: 10 de julio de 2016.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


46

Personas caminando por calle céntrica. La dimensión visible puede


coincidir en varias de estas personas: cuántas cuadras caminaron, cuán-
to tiempo, en qué horario, en qué calle, en qué ciudad. La dimensión
invisible, para alguna de ellas, puede ser de cansancio y desorientación
si no conoce la ciudad y busca hace largo rato una dirección; para otra,
esta dimensión es de felicidad, de impacto positivo, ya que camina de
regreso luego de adquirir un viaje a un país de su interés.

Fuente: Imagen extraída de <https://taringa.net>, disponible en: <http://www.taringa.


net/posts/imagenes/17396921/Porque-Caminar-con-Auriculares-es-Divertido.html>.
Fecha de consulta: 10 de julio de 2016.

3.

KK Considere las ocupaciones que ha realizado en la última semana. Elija


alguna de ellas e identifique la dimensión visible y la dimensión invisi-
ble. Justifique.

2.1.3. Las ocupaciones del ser humano


Los terapistas ocupacionales tienen una larga historia de organizar el desem-
peño ocupacional en áreas relacionadas. Por ejemplo: las actividades produc-
tivas, tales como el trabajo y la educación; o las actividades de la vida diaria
y las actividades de la vida diaria instrumentales, el juego y el esparcimiento,
el descanso y la participación social.
Esta clasificación de las ocupaciones es la presentada en el “Marco de
Trabajo para la Práctica de la Terapia Ocupacional: Dominio y Proceso” de la
Asociación Americana de Terapia Ocupacional (2014). En este documento, la
ocupación es valorada con el fin de mantenerse activo para alcanzar la salud,
el bienestar y la participación en la vida, centrales para la identidad y el sen-
timiento de eficacia de las personas. Incluye aquello que la persona quiere
hacer, necesita hacer y hay expectativas ambientales para que realice. Desde
la Ciencia de la Ocupación se incluyen además como ocupaciones la salud y
el bienestar, la espiritualidad y las ocupaciones restauradoras, tales como el
sueño y el descanso.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


47

En esta carpeta de trabajo presentaremos nuevas consideraciones que


completan, desde la Ciencia de la Ocupación, las presentadas en el “Marco
de Trabajo de Terapia Ocupacional”.

LECTURA RECOMENDADA

RR
En esta bibliografía encontrará la organización de las ocupaciones como aspecto del
dominio.
American Occupational Therapy Association (2008). “Marco de trabajo de Tera-
pia Ocupacional. Dominio y proceso” (2ª edición). [en línea]. Versión en español
de: “Occupational therapy practice framework. Domain and process” (2nd ed.), en
American Journal of Occupational Therapy, 62, pp. 625-683. Disponible en <http://
www.terapia-ocupacional.com/aota2010esp.pdf> [Consulta: 5 julio 2016.>

Salud, ocupación y bienestar


Un principio básico sobre el estudio de la ocupación es que la ocupación
tiene un efecto positivo en la salud y el bienestar (CAOT, 2002; Clark, 2001;
Wilcock, 1998; Yerxa, 1989).
Elizabeth Yerxa (1989) sostiene que la salud es un estado dinámico, positi-
vo y abarcativo del ser, que refleja adaptabilidad, calidad de vida y satisfacción
de las propias actividades. La salud y el bienestar frecuentemente están rela-
cionados. La Organización Mundial de la Salud (2006) define a la salud como
un estado de bienestar físico, mental y social y no como la falta de enfermedad
o discapacidad. El énfasis está puesto en vivir en armonía con otros y con el
medioambiente y la valoración de las actividades y la vida cotidiana. Estos prin-
cipios amplían el concepto de ocupación, al incluir que es autodirigida por la
persona, que organiza su rutina diaria y que ofrece posibles logros cotidianos.
Ann Wilcock (1998) afirma que la ocupación es una necesidad básica de los
seres humanos. Sin ocupación, las personas y la sociedad no sobrevivirían.
Townsend (2004) y Wilcock (2006) señalan que la ocupación es transforma-
dora, ordenando la vida a través de la rutina y permitiendo, de este modo, la
contemplación y la toma de decisión para ejercer control en la vida diaria y en
las nuevas experiencias. El resultado de todo esto es el bienestar.
El bienestar puede definirse como un estado psicológico positivo; inclu-
ye dimensiones de aceptación de sí mismo, relaciones positivas con otros,
autonomía, sentimiento de eficacia, tener un propósito en la vida y crecimien-
to personal. Law et ál. (1998) definen el bienestar como la percepción de una
condición, una construcción interna o algo independiente de las condiciones
externas. Estos autores, en su investigación sobre la ocupación, la salud y el
bienestar, encontraron una relación positiva entre las actividades diarias, las
sociales y la satisfacción en la vida.
Algunos autores como Zemke y Clark (1996) realizaron estudios sobre los
efectos de la no participación en ocupaciones. Concluyen que la falta de par-
ticipación ocupacional produce efectos devastadores en los seres humanos.
Ellos afirman que la disminución del compromiso en la ocupación, la falta de
significado y de actividad con propósito pueden estar directamente relaciona-
das con la incapacidad de supervivencia. Wilcock (2006) amplía estos estu-
dios y sostiene que la falta de actividades de autosustento y el aumento de
vinculación y dependencia tecnológica pueden crear un vacío del ser y de la

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


48

percepción de las propias habilidades. Law et ál. (1998) descubrieron que


la ausencia de ocupación de la vida cotidiana en una persona incrementa el
estrés, produce cambios psicológicos y disminuye la salud y el bienestar.
Podemos señalar que gozar de buena salud sostiene la capacidad de
realizar ocupaciones cotidianas. Es decir, se facilita si las personas están bien
adaptadas, fuertes y flexibles, si son capaces de concentrar sus pensamientos
y atención y si pueden cumplir con las tareas exigidas o esperadas de sus
roles ocupacionales de vida.

Este hombre en el trabajo confía en estar sano para completar sus tareas
de construcción. También ayuda si su esfuerzo no está obstaculizado
por el dolor, la disnea, la confusión, la desnutrición o la desesperanza.

Fuente: fotografía de la autora.

Así, podemos sostener que la salud no está únicamente relacionada con el


punto de vista biomédico, que tiende a destacar la ausencia de enfermedad
o discapacidad. Las personas suelen percibirse física y mentalmente sanas
cuando son capaces de hacer cosas importantes para ellas.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


49

Julio y Jorge, dos trabajadores, reparando las ventanas de un edificio.


El acento está puesto en la posibilidad de desempeñar las tareas y acti-
vidades exigidas por sus roles de trabajador; el peso de la falta de visión
de uno de ellos no impide el sentirse saludable.

Fuente: fotografía de la autora.

Entonces se puede afirmar que la salud facilita la participación, y también


podemos sostener que la participación en la ocupación contribuye a una buena
salud.
Ahora bien, si reflexionamos sobre el concepto de bienestar, vemos que
no hay ninguna descripción definitiva. Se sabe que es la percepción subjeti-
va que tiene una persona de su salud física, mental y social. Wilcock (1998)
aporta que muchas comunidades indígenas también incluyen ideas de bien-
estar espiritual, espíritu comunitario y conexión con la tierra.
Si el bienestar se define como la experiencia subjetiva de salud o los sen-
timientos de las personas sobre su salud. Desde una perspectiva ocupacio-
nal, los sentimientos de bienestar surgen de las actividades que las personas
hacen que les proveen sentido de propósito, satisfacción o autorrealización.
El bienestar ocupacional también se relaciona con las cosas que las personas
imaginan hacer en el futuro. Anne Wilcock (1998) sostiene que el bienestar
se expresa en términos de sentirse en la cima del mundo; sentirse vivo, con-
tenido, transformado, en paz, fuerte, interesado y capaz de afrontar el entorno.
Dentro de la literatura de la Ciencia de la Ocupación, se incluyen afirmacio-
nes de que la danza y las actividades expresivas son una ocupación transfor-
madora que puede despertar a las personas su esencia espiritual (Graham,
2002). Podemos sostener que el bienestar asociado con la realización de
ocupaciones está íntimamente relacionado a los valores de la persona. Una
persona puede experimentar un alto nivel de bienestar decorando un torta de
cumpleaños para un ser querido, trabajando en el jardín, decorando su casa,
paseando la tarde con un amigo, realizando un viaje, jugando con su bebé,
etcétera.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


50

Una madre participando de un espacio de juego en un centro de salud,


adonde asiste no por obligación, sino por placer.

Fuente: fotografía de la autora.

Por supuesto, una única ocupación puede influir en el bienestar de múltiples


formas. Por ejemplo, aunque cocinar para la cena de la familia puede ser una
experiencia placentera en sí misma, consumirla juntos alrededor de la mesa
podría proveer el sustento y crear una sensación de conexión con los seres
queridos. Según el menú, podría servir también como recompensa, como una
celebración familiar y como un potente símbolo de afecto (De Vault, 1991).

Cena familiar como fuente de bienestar

Fuente: Imagen extraída de <www.nutricionaldescubierto.com>, disponible en:


<http://www.nutricionaldescubierto.com/2015/12/17/1518/>. Fecha de consulta: 10
de julio de 2016.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


51

Actividades de la vida diaria


Estas están formadas por las cosas simples y no tan simples que las perso-
nas realizan diariamente para cuidarse a sí mismos, a otros y a sus hogares.
Lavarse las manos, cepillarse los dientes, preparar una comida, tomar el
colectivo para ir a trabajar, hacer las compras, cuidar a los niños, hacer trámi-
tes bancarios, ir a la peluquería, limpiar la casa —estas son las ocupaciones
que se realizan cotidianamente de manera rutinaria y sin pensar en ellas,
hasta que un problema aparece.
Las actividades de la vida diaria están divididas habitualmente en dos cate-
gorías: actividades básicas de la vida diaria (AVD) y actividades de la vida dia-
ria instrumentales (AVDI). Las AVD son aquellas vinculadas al cuidado de sí
mismo (bañarse, vestirse, alimentarse). Las AVDI son más complejas, pasi-
bles de ser delegadas a otros y requieren interacción con el ambiente (ir de
compras, utilizar transporte público, manejar el dinero, entre otras).
En ambos tipos de actividades de la vida diaria deben siempre considerarse
los parámetros de seguridad, autonomía, valor y adecuación. Los terapistas
ocupacionales deben establecer líneas de base mediante el uso de evaluacio-
nes de las AVD y las AVDI. Luego elaborar un plan de intervención que consi-
dere el apoyo de terceros, la graduación y adaptación de la actividad cuando
sea necesario. Los enfoques terapéuticos utilizados por los terapistas ocu-
pacionales para aumentar la participación en las AVD y AVDI incluyen por lo
general, la modificación del entorno, la educación a la persona y cuidador. La
graduación de las actividades maximiza efectivamente el progreso del desem-
peño ocupacional en la persona.

4.

KK a. ¿Cómo descubriría el valor que le otorga una persona a la autonomía


en el desempeño de las AVD y AVDI? ¿Qué tipo de preguntas y
actividades le haría para descubrirlo?
b. Realice un listado de las principales características de seguridad de
las AVD.
c. ¿Qué criterios aplicaría para priorizar la intervención en las AVDI?

LECTURA RECOMENDADA

RR
Birge James, A. (2011). “Actividades de la vida diaria y actividades instrumentales de
la vida diaria”, en: Blesedell Crepeau, E.; Cohn, E.; Boyt Shell, B. (2011). Wil-
lard & Spackman, Terapia Ocupacional. 11ª ed. Ed. Médica Panamericana, Madrid,
pp. 538-578.

Trabajo
Retomando los escritos de Adolf Meyer (1922), encontramos el énfasis en el
equilibrio de las actividades cotidianas. Este equilibrio incluye las actividades
productivas, la relajación y el juego y esparcimiento. El trabajo (el remunerado
y el voluntario) frecuentemente contribuyen de manera significativa a construir
la identidad de la persona y a la participación e integración en la sociedad.
Entre las actividades productivas se encuentran: el trabajo remunerado, las

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


52

tareas del hogar, el cuidar a otros, la educación, el voluntariado y la jubilación.


Yerxa (1998) identifica una serie de consecuencias latentes del trabajo:

•• Estructura el tiempo diariamente de las personas.


•• Implica compartir regularmente experiencias.
•• Facilita tener metas y propósitos.
•• Define importantes aspectos de la identidad.
•• Promueve la acción.
•• Facilita la inclusión social.

El trabajo desempeña un rol importante en la vida de las personas: contribu-


ye al desarrollo de la autoestima, la autorrealización, el sentido de eficacia,
la voluntad y el sentido de pertenencia. Puede ofrecer oportunidades de
desarrollo del sentido de dominio sobre el entorno, así como el sentido de
competencia y logro que conduce a mejorar la calidad de vida de las personas.
Proporciona estructura a la vida de las personas y organiza la rutina diaria y
hábitos de desempeño. Para muchas personas, la interrupción en el trabajo
puede alterar el equilibrio ocupacional e impactar en la imagen de sí misma,
es decir en su hacer, ser, convertirse y pertenecer.
Los terapistas ocupacionales pueden desempeñar un papel importante en
el diseño y adaptación del lugar de trabajo, como también en el desarrollo de
habilidades del trabajador. Los programas laborales en terapia ocupacional
son evidentes en distintos ámbitos. Los más tradicionales incluyen centros,
escuelas, talleres. Los menos tradicionales incluyen industrias, gimnasios y
talleres comunitarios. Independientemente del ámbito, el enfoque en el valor
terapéutico del trabajo es un aspecto clave en terapia ocupacional.
En el trabajo la dimensión visible es de gran importancia. Es el contexto
donde el resultado del desempeño es de gran importancia. Allí se valora el
producto final del desempeño. Esto no quita la importancia de la dimensión
invisible. Cuando una persona desempeña eficientemente su labor, el resul-
tado es acorde o superior a lo esperado para el puesto y este desempeño es
importante y significativo para la persona, estamos ante la situación ideal que
desarrolla el sentido de logro y realización personal. Una persona que hace
bien su tarea laboral cuenta con las habilidades necesarias para ese desem-
peño y es feliz realizando esas tareas. Es decir, estas son acordes a su voca-
ción y la realización personal es fácilmente alcanzada. En cambio, cuando
una persona no tiene las habilidades requeridas para ese puesto o este no
coincide con su vocación y esto se sostiene en el tiempo, la persona puede
estar en situaciones de riesgo ocupacional y puede estar más vulnerable a
los accidentes laborales.
Es importante resaltar que en la edad adulta, el trabajo es uno de los fac-
tores más relevantes para la recuperación y el bienestar de las personas con
o sin discapacidad.
Para concluir: el trabajo está dentro de las actividades productivas, inclu-
ye las actividades remuneradas y el voluntariado. Todas ellas se caracterizan
por un esfuerzo destinado a producir o lograr algo.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


53

5.

KK Considere que usted trabaja como terapista ocupacional en una empresa


de diseño y construcción de juegos de mesa. Parte de sus responsabili-
dades como terapista ocupacional es la inclusión de personas con disca-
pacidad en puestos laborales. Usted evalúa y capacita trabajadores con
discapacidad intelectual y adapta puestos de trabajo si hace falta.
Actualmente está organizando un taller motivador para familiares de
jóvenes con discapacidad intelectual, con la finalidad de presentar la
modalidad de trabajo y los beneficios del trabajo para estos jóvenes.
Los familiares tienen temores sobre esto, ya sea de recaídas, pérdidas
de beneficios sociales (pensiones de discapacidad), etcétera. Pero usted
conoce las consecuencias latentes positivas del trabajo que presentó
Elizabeth Yerxa (1998). Recuerde que estas son:
• Estructura el tiempo diariamente de las personas.
• Implica compartir regularmente experiencias.
• Facilita tener metas y propósitos.
• Define importantes aspectos de la identidad.
• Promueve la acción.
• Facilita la inclusión social.

Entonces:
d. ¿Cómo organizaría este taller motivador?
e. ¿Qué actividades haría?
f. ¿Qué estrategias utilizaría a fin de presentar las características pre-
sentadas por Yerxa?

LECTURA RECOMENDADA

RR
King, P.; Olson, D. (2011). “Trabajo”, en: Blesedell Crepeau, E.; Cohn, E.; Boyt
Shell, B. (2011). Willard & Spackman Terapia Ocupacional. 11ª ed., Ed. Médica Pan-
americana, Madrid, pp. 615-632.

Descanso y sueño
El descanso ha recibido menos atención, pero es esencial para la salud y
la restauración de las personas. El sueño es una ocupación que ocupa un
tercio de nuestra vida. Es una actividad cuya carencia puede llevar incluso
a la muerte. La calidad de nuestro sueño y descanso impacta en la calidad
de lo que hacemos cada día. El “Marco de Trabajo de Terapia Ocupacional”
(2008 y 2014) incluye el descanso y el sueño como una ocupación, si bien
algunos terapistas ocupacionales cuestionan si realmente lo son. De acuerdo
con Clark (2001), la ocupación son las actividades individual y culturalmente
significativas en las cuales los seres humanos se comprometen. Estas son
características del descanso y del sueño. Solo uno mismo puede reconocer
el tipo de experiencia que fue el sueño y descanso de la noche pasada; cada
noche es diferente para cada persona. Temporalmente, el sueño incluye un ini-
cio, una duración, fases y final; transcurre en un espacio físico específico con
objetos asociados. Puede ocurrir en una experiencia solitaria o acompañada,

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


54

pero ciertamente tiene un significado social y cultural para cada uno. El sueño
es una ocupación.
Esta actividad ofrece oportunidades de intervención para terapia ocupa-
cional. Las personas afectadas por trastornos del sueño pueden tener o no
discapacidad, estas dificultades abarcan a todas las personas en general.
Algunas de las potenciales intervenciones de terapia ocupacional pueden
incluir la evaluación e intervención sobre el ambiente del sueño, modificacio-
nes de la rutina de sueño, reorganización de actividades, alimentación y esti-
los de vida familiares.

6.

KK a. Realice un registro diario de sueño durante dos semanas. Incluya el


horario, la calidad del sueño e identifique las características. Analice
el patrón de sueño que encuentra en su sueño diario y descríbalo.
Describa su propia rutina de sueño.
b. Analice su propia rutina, ambiente y patrón de sueño. ¿Qué encontró
en su estilo de sueño que no había reconocido anteriormente? ¿Qué
cambios podría incluir para mejorar su sueño?

Juego y esparcimiento
El juego es la actividad por excelencia de los niños y en los adultos es parte
de las actividades de esparcimiento. Estas son rejuvenecedoras, proveen
placer y permiten la conexión con otros. Se puede decir que el esparcimiento
son aquellas actividades que producen recompensa interna y facilitan la parti-
cipación en la vida, incrementan el sentimiento de placer y significado. Lo que
diferencia las actividades de trabajo del esparcimiento es la actitud con la cual
se realizan y la recompensa que se logra con la experiencia. En el trabajo, la
recompensa en general es el reconocimiento económico; en el esparcimiento,
la recompensa suele ser de valor intrínseco.
El esparcimiento es más una actitud o un estado de ánimo que un tipo de
actividad. Esto habla de una dimensión subjetiva y nos recuerda que una acti-
vidad es categorizada y experimentada como trabajo o como esparcimiento,
dependiendo del significado que la persona que la realiza le otorga. Esto se
denomina dilema de diferenciación de actividades.
.

La señora Gladis, madre de dos hijos y esposa, es ama de casa y le gusta

xx tejer. Desde que nació su hijo mayor Diego, que ahora tiene 10 años,
aprendió a tejer. Realizaba tareas simples y actualmente teje modelos
complejos; ya los realiza sin dificultad. Esta actividad, para ella, es un
esparcimiento cotidiano. Se sienta por las tardes en su sillón preferido,
teje para su familia y seres queridos. Una tarde va a visitarla su amiga
Julia. Su amiga le encarga un saco tejido para vender. A partir de ese
día, Gladis sigue tejiendo en el mismo sillón y horario, pero ahora teje
y vende el producto. Esta actividad, ahora ¿es esparcimiento o trabajo?
Solo Gladis puede categorizar la actividad, desde su subjetividad y valo-
ración personal. Los terapistas ocupacionales denominan a esta situación
“dilema de diferenciación de la ocupación”. Para clasificar una ocupa-
ción, no puede considerarse solo su forma; únicamente la persona que

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


55

la realiza, desde sus valores, subjetividad y experiencia, puede definir a


qué área de ocupación pertenece.

Los profesionales de terapia ocupacional tienen una larga tradición en con-


siderar el juego y el esparcimiento en la vida de las personas con las que
trabajan (Parham, 1997). En los orígenes de la profesión, el espíritu del juego
era considerado esencial para vivir una vida valiosa. Con el tiempo, a medida
que los profesionales de terapia ocupacional se interesaron cada vez más en
los aspectos científicos y técnicos de la intervención, se consideró poco cien-
tífico e inapropiado utilizar el juego y el esparcimiento en la clínica. Primeau
(1997) sostiene que, en el siglo XX, los científicos de terapia ocupacional y la
Ciencia de la Ocupación recuperaron el juego y el esparcimiento. Si bien se
han propuesto múltiples definiciones de juego y esparcimiento en la literatura,
ninguna es completa, lo cual no debe impedir a los profesionales utilizar y
valorar estas ocupaciones. Igualmente las distintas definiciones sobre el juego
y esparcimiento tienen, según Primeau (2011), cuatro categorías principales:

1. el juego y el esparcimiento como tiempo discrecional;


2. el juego y el esparcimiento como contexto;
3. el juego y el esparcimiento como actividad observable, y
4. el juego y el esparcimiento como disposición o experiencia.

1) El juego y el esparcimiento como tiempo: esta categoría los considera


como el tiempo restante después de las actividades obligatorias, como el
estudio, el trabajo y las actividades de la vida diaria. Es muy importante que
los terapistas ocupacionales consideren y evalúen estas ocupaciones en los
espacios terapéuticos considerando los contextos en los cuales ocurren, los
intereses de sus pacientes y las experiencias en esas actividades.

2) El juego y esparcimiento como contexto: esta categoría los identifica y


describe en términos de las condiciones bajo las cuales ocurren. Es más
probable que los contextos de seguridad, amistosos y cómodos con variedad
de objetos, materiales, personas y actividades —donde exista una valoración
cultural de estas ocupaciones— sean los más propicios para el desarrollo del
juego y el esparcimiento. Si el contexto está rodeado de estrés, inseguridad y
violencia o si la persona tiene necesidades básicas de alimentación insatisfe-
chas, es difícil que el juego y el esparcimiento surjan y se desarrollen.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


56

La dimensión del juego como contexto puede observarse en la concen-


tración, tranquilidad y alegría de esta niña frente a las condiciones que
sostienen su participación en el juego.

Fuente: fotografía de la autora.

Las creencias que sostienen las personas en una cultura específica deter-
minarán qué se considera y qué no se considera juego y esparcimiento y las
condiciones bajo las cuales ocurren. Los terapistas ocupacionales se basan a
menudo en esta categoría cuando evalúan los grados de apoyo y las barreras
que dificultan o limitan la participación en el juego y esparcimiento. Es impor-
tante, al considerar el juego y esparcimiento como contexto, integrar también
la experiencia y el interés de las personas en él. Producir este contexto no
asegura que el juego y esparcimiento aparezcan, salvo que se considere la
experiencia y el interés.

3) El juego y el esparcimiento como actividad observable: esta categoría


considera las actividades que pueden ser observadas y nombradas. Primeau,
(2011) sostiene que se utilizan taxonomías para identificar y definir este
tiempo de actividades de juego y esparcimiento. Por ejemplo: juego sensitivo
motor, juego objeto, juego social, juego motor, juego imaginativo, etcétera.
Estas taxonomías son útiles porque brindan criterios para la observación y
la evaluación. Por eso es fácil de cuantificar y medir en las evaluaciones.
Algunos ejemplos de estas evaluaciones incluyen los cotejos de intereses,
fortalezas y áreas problema. El riesgo es que no incluyen las experiencias de
estas actividades.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


57

Perfil de intereses de actividades de juego y esparcimiento: el niño debe


marcar una respuesta de las opciones dadas. Estas son importantes para
conocer qué piensa el niño y qué intereses tiene sobre las actividades
presentes en el listado.

Perfil de intereses de actividades de juego y esparcimiento


Nombre:
Fecha:
Actividades fuera de casa
¿Realizas esta actividad? q Sí q No
q Mucho
¿Te gusta esta actividad? q Un poco
q Nada
1. Pasear por el ¿Con quién realizas esta q Solo q Con mascota
barrio actividad? q Con amigos q Con la familia
q Muy bien
¿Cuán bien haces esta
q Bien
actividad?
q No muy bien
q Una vez a la semana
¿Con cuánta frecuencia haces
q Una o dos veces al mes
esta actividad?
q Menos de una vez al mes
q Mucho
¿Cuán interesado estás en
q Algo
esta actividad?
q No tanto
¿Realizas esta actividad? q Sí q No
q Mucho
¿Te gusta esta actividad? q Un poco
q Nada
2. Ir al parque ¿Con quién realizas esta q Solo q Con mascota
actividad? q Con amigos q Con la familia
q Muy bien
¿Cuán bien haces esta
q Bien
actividad?
q No muy bien
q Una vez a la semana
¿Con cuánta frecuencia haces
q Una o dos veces al mes
esta actividad?
q Menos de una vez al mes
q Mucho
¿Cuán interesado estás en
q Algo
esta actividad?
q No tanto
¿Realizas esta actividad? q Sí q No
q Mucho
¿Te gusta esta actividad? q Un poco
q Nada
¿Con quién realizas esta q Solo q Con mascota
3. Andar en bici actividad? q Con amigos q Con la familia
q Muy bien
¿Cuán bien haces esta
q Bien
actividad?
q No muy bien
q Una vez a la semana
¿Con cuánta frecuencia haces
q Una o dos veces al mes
esta actividad?
q Menos de una vez al mes
q Mucho
¿Cuán interesado estás en
q Algo
esta actividad?
q No tanto

Fuente: elaboración propia.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


58

4) El juego y el esparcimiento como disposición o experiencia: esta categoría


considera estas actividades a partir de la experiencia global de participación
de una persona en ellos. La disposición, la actitud o el estado de ánimo
mientras se participa en el juego y esparcimiento tienen importancia prima-
ria. Los significados personales de juego y esparcimiento surgen a partir de
estas experiencias subjetivas (Primeau, 1997). Esta categoría incluye algunas
cualidades tales como la ausencia de obligaciones y restricciones, el goce,
la diversión, la exploración, la motivación intrínseca, la libertad de elección,
el fluir en la ocupación, la autoexpresión, la participación activa, la relajación,
el locus de control interno, la autodirección y la suspensión de la realidad
(Bundy, 1997). De todas ellas, la ausencia de restricciones y la libertad de
elección son las características que más se identifican como características
definitorias de juego y esparcimiento. Todas las personas se benefician con
las actividades de juego y esparcimiento que son seguras. Estas facilitan una
actitud exploratoria y de curiosidad, producen un impacto significativo y están
asociadas al desempeño exitoso.

El juego y ocio como experiencia que fortalece la imagen de sí mismo


como competente y eficaz.

Fuente: Imagen extraída de <http://www.segurosvivir.com.sv>, disponible en: <http://


www.segurosvivir.com.sv/jugando-en-familia>. Fecha de consulta: 10 de julio de 2016.

LECTURA RECOMENDADA

RR
Primeau, L. (2011). “Juego y ocio”, en: Blesedell Crepeau, E.; Cohn, E.; Boyt
Shell, B. (2011). Willard & Spackman, Terapia Ocupacional. 11ª ed. Ed. Médica
Panamericana, Madrid, pp. 633-648.

Espiritualidad y significado
La Ciencia de la Ocupación reconoce que las personas son productoras/cons-
tructoras de significado: actúan, buscan, exploran, experimentan y crean sig-
nificado. Christiansen y Baum (1997) sostienen que la espiritualidad es la
experiencia de tener significado en nuestra vida diaria. Estos autores definen

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


59

el espíritu de las actividades como la involucración en ocupaciones que nutren


el alma y crean significado. Esto se refleja en cada simple actividad cotidiana
y en la conciencia del lugar, ritmo y rutina que estas tienen en nuestras vidas.
Las ocupaciones otorgan significado a la vida y están conectadas con la espi-
ritualidad. Realizando ocupaciones las personas marcan una diferencia en sus
vidas, en la vida de los otros y en la comunidad. La vida de los seres humanos
cobra significado y espiritualidad a través de la realización de ocupaciones.
El compromiso en las ocupaciones comporta necesidades materiales y
espirituales; realizando ocupaciones las personas desarrollan su espiritua-
lidad. El significado se construye conectándonos con nosotros mismos, con
otros seres humanos, con la naturaleza, la vida, el universo. Las personas tie-
nen oportunidades de enriquecer su espíritu y el de otros.
La espiritualidad puede incluir la devoción religiosa, pero no es un sinónimo
de esta. La espiritualidad es la dimensión no visible de la ocupación que acom-
Esta dimensión espiritual de las
paña la experiencia y facilita el desarrollo y satisfacción personal. Comprender
ocupaciones se desarrollará con
nuestra propia espiritualidad es esencial para poder reconocer esa necesidad mayor detenimiento en la unidad 3
en las personas asistidas. de esta carpeta de trabajo.
Koening (2008) afirma que la práctica religiosa es frecuentemente utilizada
por las personas para manejar situaciones de estrés en problemas de salud
física y mental. También se utiliza en situaciones de depresión, angustia y
recuperación de la salud. Las emociones positivas, tales como esperanza,
felicidad, optimismo y el aumento de la calidad de vida, también están asocia-
das con la práctica religiosa. Koening (2008) estimula a los profesionales de
la salud a identificar las prácticas espirituales y religiosas de sus pacientes e
incorporarlas en la planificación del tratamiento. Preguntar qué otorga signifi-
cado, valor y propósito a los pacientes puede dar señales de actividades que
faciliten el desarrollo de esta dimensión.
A medida que la terapia ocupacional sigue evolucionando como profesión
arraigada en la ocupación, la espiritualidad surge como un tema importan-
te e interconectado que merece mayor exploración. Es necesario crear una
base teórica y práctica más profunda para conocer la espiritualidad, en cuan-
to se relaciona con el compromiso ocupacional, la intervención y la práctica
profesional.
El encuadre de la espiritualidad desde la perspectiva de la terapia ocupa-
cional incluye una naturaleza multidimensional y compleja. La espiritualidad no
puede ser observada directamente en el sentido físico. No estamos ni siquiera
seguros de qué conductas podríamos identificar que representen este fenóme-
no. Es difícil definir la espiritualidad, pero todos probablemente reconocemos
la existencia de algún tipo de naturaleza espiritual en nuestra persona y en la
vida de los seres humanos (Hasselkus, 2002). Las personas podrían experi-
mentar la espiritualidad como una sensación de conexión que los relaciona
con una dimensión que los trasciende.
Muchos de los temas que están asociados a la espiritualidad son el estu-
dio de la fortaleza interna, la esperanza, el significado y la satisfacción per-
sonal. Esta puede definirse como una experiencia profunda de significado
(Urbanowsi y Vargo, 1994) que ocurre cuando la persona participa en ocupa-
ciones que involucran sus valores. La terapia ocupacional considera el signi-
ficado como un principio central de la profesión; de esta manera, el facilitar
actividades que produzcan significado en la persona, en su esencia es un pro-
ceso espiritual que busca trascender y expresarse a través de la ocupación
(Peloquin, 1997).

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


60

Los profesionales de terapia ocupacional deben considerar el desafío de


valorar la espiritualidad y encontrarla en las actividades cotidianas. No hace
falta realizar ocupaciones especiales para el desarrollo espiritual, ya que se
encuentra en la involucración en actividades que motivan e inspiran a la perso-
na. La religión suele estar vinculada a la espiritualidad; sin embargo, la expe-
riencia espiritual no depende de la afiliación o la práctica religiosa. Las prác-
ticas espirituales están vinculadas al bienestar y la salud. La salud espiritual
está infundida de realización personal, experiencia de significado, conexión
con uno mismo, con los otros y con un poder superior.
Wilcock, (2004) sostiene que las experiencias de alienación ocupacional,
es decir, la incapacidad para crear significado y expresar el propio espíritu a
través de la ocupación, demuestran la falta de salud o bienestar espiritual de
una persona. Recordemos que los defensores del tratamiento moral, como
Adolf Meyer (1922), valoraban ideales tales como el holismo, el humanismo
y el reconocimiento de que la participación de lamente, el cuerpo y el espíri-
tu a través de las ocupación promovían la salud y otorgaban un significado a
la vida.

Contemplar un amanecer en la playa puede ser para muchos una expe-


riencia espiritual.

Fuente: fotografía de la autora.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


61

Fluir y espiritualidad.

Fuente: Imagen extraída de <http://2y2d.org/es/index.htm>, disponi-


ble en: <http://2y2d.org/es/espiritu_energia.htm>. Fecha de consulta:
10 de julio de 2016.

Los contextos y la práctica de ocupaciones de conexión con uno mismo


facilitan el desarrollo del significado y la espiritualidad.

Fuente: Imagen extraída de <http://www.fluiryoga.com/>, disponible en: <http://www.


fluiryoga.com/>. Fecha de consulta: 10 de julio de 2016.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


62

Los valores reflejados en los actos cotidianos son fuente de bienestar,


salud y espiritualidad. Madre Teresa de Calcuta en su hacer cotidiano.

Fuente: Imagen extraída de <http://lekuva.net>, disponible en: <http://lekuva.


net/100188/supata-na-majka-tereza-vkusna-i-polezna-tochnata-retsepta-samo-tuk.
html>. Fecha de consulta: 10 de julio de 2016.

LECTURA OBLIGATORIA

Peloquin, S. (2004). “El arte de la terapia ocupacional: el espíritu

OO llevado a la práctica” en Kronenberg, F.; Simó, S. & Pollard, N.


(2006). Terapia Ocupacional sin fronteras, aprendiendo del espíritu de
los supervivientes. Ed. Médica Panamericana, Madrid, pp. 98-110.

Participación social
Esta es otra área del desempeño ocupacional. La participación social está
dentro de las ocupaciones del “Marco de Trabajo de Terapia Ocupacional”
2014. Esta es una ocupación que muchas veces no se valora como corres-
ponde. Desde la Ciencia de la Ocupación, se denomina también coocupación,
que significa comprometerse mutuamente en una ocupación. Compartir el
significado y el desempeño de una tarea es lo esencial de la coocupación.
Tenemos que diferenciar la coocupación o participación social de las ocupa-
ciones paralelas. Estas últimas son aquellas en las que las personas compar-
ten el mismo espacio físico; por ejemplo, hacer la fila en la caja del supermer-
cado. Cada uno está en su propia actividad y no sostienen ninguna interacción.
En la coocupación o participación social, las personas comparten física, emo-
cional e intencionalmente la ocupación.

•• Compartir físicamente: dos o más personas se involucran en un comporta-


miento motor recíproco: por ejemplo, una mamá que amamanta a su bebé.
•• Compartir emocionalmente: un individuo responde emocionalmente a la
emoción de otra persona. Por ejemplo, una persona sonríe en respuesta
a la sonrisa de otro. Muchas veces el compartir físico y el emocional van
juntos.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


63

•• Finalmente, el compartir intencional es aquel que ocurre cuando ambas


partes comprenden el rol y el propósito de la acción. Este compartir inten-
cional se crea en el cerebro anticipando qué va a ocurrir con las acciones.
Está caracterizado por tener una meta en común, comprender y conocer las
intenciones de la otra parte y regular las acciones mutuamente. Está moti-
vado por la cooperación, la coordinación de la tarea y la atención mutua.
Se desarrolla con el tiempo y requiere de dos personas que establezcan
objetivos comunes y que se comprendan. Requiere el desarrollo de habili-
dades cognitivas de lectura de expresiones simples, gestos, etcétera; por
ejemplo, un padre y un hijo remontando juntos el barrilete.

La intensidad del compartir (físico, emocional e intencional) puede variar y es


dependiente de la coocupación, de la edad, de la habilidad de cada individuo
involucrado y de las expectativas sociales. Por ejemplo, cuando el padre ense-
ña por primera vez al niño a remontar el barrilete, el compartir físico puede ser
alto. Cuando el niño va aprendiendo a hacerlo solo, el compartir físico disminu-
ye; sin embargo, el compartir emocional y el intencional pueden incrementarse.
Históricamente, el quehacer de la terapia ocupacional ha puesto el acento
en la intervención individual de las personas, más que en el abordaje colecti-
vo de los problemas de salud. Sin embargo, los tiempos han cambiado y cada
vez con mayor fuerza se hace evidente la necesidad de incorporar modelos par-
ticipativos que permitan obtener mayores y más eficientes logros en relación
a los problemas de salud que enfrentan personas, familias y comunidades.
Al respecto, la terapia ocupacional enfrenta un gran desafío: incorporar esta
mirada participativa en su quehacer y hacer de la participación una potente
herramienta al servicio de la salud y calidad de vida de las personas; incluir la
participación social como meta y finalidad de su intervención.
Tomar parte de una ocupación, ya sea individualmente o como parte de un
grupo, sin importar la razón de su realización; involucrarse en situaciones de
la vida, que comprenden todos los aspectos del funcionamiento del ser huma-
no, implica aprender y aplicar conocimientos, completar tareas. La comunica-
ción, la movilidad, el autocuidado, la vida doméstica, las relaciones interper-
sonales, los principales ámbitos de la vida como la educación y el trabajo y la
vida comunitaria, social y cívica están incluidos en el concepto participación.
Lo central desde terapia ocupacional es pensar cómo las ocupaciones son el
puente a la participación social, incluso si la persona está internada o reclui-
da sin salir físicamente de ese espacio.

7.

KK Observe las imágenes abajo presentadas. Identifique qué ocupación


están realizando y cómo estas facilitan la participación social. Justifique.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


64

Grupo de personas participando de una sesión grupal de terapia


ocupacional.

Fuente: Imagen extraída de <http://gruposanyres.es>, disponible en: <http://gruposanyres.es/


terapia-ocupacional-geriatria/>. Fecha de consulta: 10 de julio de 2016.

Una persona participando en la compra de comestibles en un supermercado.

Fuente: Imagen extraída de <http://www.periodismogastronomico.com>, disponible


en: <http://www.periodismogastronomico.com/salud/los-hombres-toman-las-cocinas-
y-hasta-festejado-por-ello/>. Fecha de consulta: 10 de julio de 2016.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


65

Jóvenes participando en juegos paraolímpicos.

Fuente: Imagen extraída de <http://tecnologia21.com>, disponible en: <http://tecnologia21.


com/62871/youtube-transmitira-vivo-juegos-paralimpicos-londres-2012>. Fecha de
consulta: 10 de julio de 2016.

LECTURA OBLIGATORIA

Pellegrini, M. (2007), “Fundamentos del Paradigma de Ciencia de

OO la Ocupación”. En: Terapeutas Ocupacionales, Servicio Andaluz de


Salud. Vol. I y II. Editorial MAD, Sevilla, pp. 402-413.

2.2. La ocupación y el ambiente


Los profesionales de terapia ocupacional deben basar su trabajo en un cono-
cimiento minucioso de la ocupación y su papel en la salud. Conocer una
ocupación no es únicamente saber los pasos y las exigencias de realizarla;
hay que conocer también qué es una ocupación. Para responder a esto, es
necesario poder examinar lo que hacen con su tiempo los seres humanos,
cómo organizan las actividades, qué propósitos cumplen y qué significa para
la persona y la sociedad ese hacer. Dickie (2011) sostiene que la experiencia
personal de realizar una ocupación, sea que se le preste o no atención cons-
cientemente, proporciona un conocimiento fundamental de la ocupación: qué
es, cómo ocurre, qué significa, qué es bueno acerca de ella y qué no. Las
ocupaciones, desde la Ciencia de la Ocupación, deben estudiarse y analizarse
a partir de su aspecto. Este incluye la identificación de la forma que tiene la
ocupación, su función y el significado que deja dentro de la persona al reali-
zarla. Este significado marca las bases de los valores y propósitos en la vida
de la persona; puede estar influido por la motivación de la persona hacia la
ocupación, la actitud que tiene antes de realizarla y el nivel de satisfacción
que obtiene al finalizarla.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


66

2.2.1. Aspectos de la ocupación


La Ciencia de la Ocupación estudia tres aspectos de la ocupación: la forma,
la función y el significado. Se analiza de manera sistemática la ocupación
como una unidad de análisis y se focaliza en el estudio de la forma, la función
y el significado de la ocupación humana, es decir, los aspectos o estratos de
la ocupación.

•• La forma abarca los aspectos observables de la ocupación, su estructura


o el resultado del hacer.
•• La función se refiere a cómo influye esa ocupación en la salud y la calidad
de vida de la persona.
•• El significado implica el resultado de la experiencia subjetiva de participa-
ción dentro de un contexto. Resulta inherente a la experiencia de una per-
sona y, por eso, es absolutamente personal.

Niño en una sesión de terapia ocupacional jugando en la computado-


ra del salón.

Fuente: elaboración propia.

En imagen anterior podemos identificar, en el círculo central, una persona


adulta que podría ser una terapista ocupacional trabajando en sesión con un
niño de tres años con parálisis cerebral. Si centramos el análisis en el niño,
el aspecto de forma está compuesto por la ocupación de juego (qué hace); lo
hace bien, con algo de ayuda del terapista (cómo lo hace); lo realiza durante la
sesión de terapia ocupacional un día martes a las 11 horas (cuándo) y están
en el sector de juegos en computadora (dónde). Si analizamos la función
que esta ocupación tiene para el niño, es jugar (en cambio, si estuviéramos
centrados en la terapista ocupacional. la función sería quizás que el paciente

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


67

desarrolle destrezas de motricidad fina durante la actividad, o que incremente


su tiempo de concentración en las actividades). Finalmente, el significado
se podría identificar al observar las expresiones del niño durante el juego, su
expresión de dominio de la actividad, de felicidad, de fluir, de logro al alcanzar
el nivel siguiente del juego. Este significado se puede evaluar al finalizar la
sesión de juego.
Pero este podría estar inicialmente inhibido si el niño ha tenido experien-
cias anteriores de este tipo de juego frustrantes que marcan una actitud o
predisposición negativa hacia este tipo de actividad; o, por el contrario, si ha
tenido experiencias positivas o tiene ganas de probar y jugar, la actitud hacia
este tipo de actividad sería de muy buena predisposición e interés.
Por otro lado, este significado está formado también por la motivación, es
decir, las ganas de iniciar, sostener y terminar el juego. Cómo último compo-
nente del significado, encontramos la satisfacción, que está compuesta por
la coincidencia o no de las expectativas que el niño tenía de su desempeño
al inicio y su comparación al finalizar la actividad.
Si pusiéramos el análisis centrado en la terapista ocupacional, vemos
cómo estos aspectos cambian.
Ahora bien, dos personas también pueden estar realizando la misma acti-
vidad —por ejemplo estudiar— en las que la forma y la función son las mis-
mas, pero el significado es diferente en cada una. Observemos las dos figu-
ras siguientes.

Joven estudiando y comprendiendo lo aprendido

Fuente: Imagen extraída de <http://mx.depositphotos.com>, disponible en: <http://


mx.depositphotos.com/26408151/stock-photo-portrait-of-young-woman-studying.
html>. Fecha de consulta: 10 de julio de 2016.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


68

Joven con dificultades en el estudio

Fuente: Imagen extraída de <http://es.123rf.com>, disponible en: <http://es.123rf.


com/photo_36900503_joven-destaco-chica-estudiante-estudiando-pila-de-libros-so-
bre-la-mesa-de-la-biblioteca-que-se-prepa.html>. Fecha de consulta: 10 de julio de
2016.

En ambas figuras la forma es la misma, dos jóvenes estudiando; la función


también coincide, aprender un tema para un examen; pero el significado varía.
En la primera imagen vemos a una joven satisfecha y feliz del resultado de su
estudio; en la imagen siguiente, lo contrario: una joven desganada, sin moti-
vación, con una actitud de frustración y poca satisfacción del resultado de su
estudio. Esto es un ejemplo de cómo la forma y la función de una ocupación
puede ser la misma para muchas personas, pero el significado es absoluta-
mente personal y depende de la experiencia.
La Ciencia de la Ocupación tiene como premisa el estudio del ser huma-
no como ser ocupacional; incluye la necesidad y la capacidad de adaptarse,
comprometerse y estructurar sus ocupaciones para dar forma a sus vidas. Por
ello, es importante analizar los estratos (la forma, la función y el significado)
de las ocupaciones dentro y fuera de los contextos clínicos, para que esto
nos permita comprender al hombre como sujeto ocupacional e intervenir en
sus espacios cotidianos (hogar, barrio, comunidad) y así poder pensar y pla-
nificar tratamientos, programas y servicios que puedan favorecer su calidad
de vida y bienestar.
Como dijimos anteriormente, la forma es la estructura. Los terapistas ocu-
pacionales que analizan la forma de una ocupación ponen acento en el análi-
sis de los materiales, los productos, las actividades, las propiedades de los
materiales, la complejidad, la secuencia, la dinámica, la disponibilidad en
el ambiente y las relaciones con el tiempo (duración) entre otros. Es decir,
el qué, cuándo, cómo y dónde esa ocupación tiene lugar. La forma también
puede incluir el cronograma de actividades y la secuencia; por ejemplo, el hora-
rio escolar de un niño. Es la estructura que contiene y organiza la ocupación.
La función analiza la finalidad que tiene una ocupación para esa persona.
Responde al para qué se realiza esa actividad. Por ejemplo: el trabajo tiene
como función el proporcionar los medios de vida, el desarrollarse vocacional
y profesionalmente; a diferencia del esparcimiento, que tiene como función el
entretenimiento, el deleite, la relajación, la libre elección, entre otros.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


69

Pero si a la hora de analizar una ocupación consideramos solo la forma


y la función, podemos entrar en un dilema de diferenciación de las áreas de
desempeño. Es decir, no sabemos si esa actividad es esparcimiento, trabajo
o actividad de la vida diaria. Por ejemplo, si analizamos a un joven tocando un
instrumento musical en un parque, podemos ver la forma: tipo de instrumen-
to, peso, uso de partitura, resultado o producto (música), duración del tema,
lugar donde la toca, entre otros. También podemos analizar la función que esa
actividad tiene para el joven: producir música. Pero no sabemos si para este
joven esa actividad ese día en el parque es trabajo o esparcimiento. Por eso
se debe considerar otro factor para poder afirmar a qué área del desempeño
ocupacional corresponde. La forma, como se presentó anteriormente, respon-
de al qué, cuándo, cómo y dónde se realiza la actividad. La función, al para
qué se realiza la actividad.
En cambio, el significado solo puede definirse desde la persona misma que
realiza la actividad. Incluir el significado de la experiencia es imprescindible
para lograr una comprensión integral de la ocupación. Esta incluye el sentido,
la intención y el propósito que tiene para esa persona realizar esa ocupación:
esto es mucho más que por qué la realiza. El significado se desarrolla en el
desempeño de la ocupación, por eso está relacionado con el pasado hasta el
presente de la persona. Luego de realizar una actividad, esta dimensión no
visible se desarrolla en el interior de la persona, de manera particular e indi-
vidual para cada uno. Es importante reconocer que el significado puede estar
afectado por tres componentes: la actitud, la motivación y la satisfacción.
La actitud es el enfoque general que una persona tiene hacia una actividad
como resultado de sus valores y los de la sociedad. La actitud es un estado
de ánimo previo a la realización de una actividad. Muchas a veces se la iden-
tifica como la predisposición interna que tiene una persona hacia algo. Ella se
construye con base en los valores, la experiencia y la historia de la persona.
La motivación es el conjunto de factores que inclinan a las personas hacia
el logro de ciertas metas. Es el componente que une el significado con la
forma. Se puede considerar como el ensayo mental preparatorio de una acción
para animarse a ejecutarla con interés y diligencia. La motivación es uno de
los elementos nucleares de todo tratamiento y concretamente de la terapia
ocupacional. La motivación surge del interior del ser humano y se desarrolla
en tres niveles:

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


70

Continuum de desarrollo de la motivación.

Fuente: elaboración propia.

Esta imagen representa la transformación de los niveles de la motivación de


las personas. La primera etapa del desarrollo de la motivación se denomina
motivación intrínseca, la cual tiene como responsabilidad iniciar las acciones.
Es la que desde el interior de la persona impulsa y facilita el comenzar una
actividad. Luego de desempeñar la ocupación de manera reiterada, la perso-
na tiene interés, ya no solo en comenzar la acción, sino en desempeñarla de
manera competente, es decir, está motivado para hacerlo bien y de manera
efectiva: la motivación intrínseca se transformó en motivación de eficacia.
Cuando el desempeño exitoso la persona tiene interés en superarse y rendir
más en su desempeño, esta motivación se transforma en motivación de
excelencia; en este nivel la persona modifica formas, crea nuevos modos de
realizar las actividades.

Formación del comportamiento ocupacional

Muchos de los principios y postulados básicos de Terapia Ocupacional consideran que


tanto el equilibrio como la participación en ocupaciones diarias y comunitarias contri-
buyen y son representativos de la salud. Mary Reilly (1969) fue una de las primeras tera-
pistas ocupacionales que propuso el postulado que sostiene que la participación en una
ocupación contribuye a la salud de las personas e influye sobre ella.
Reilly (1969) también describió cómo se forma cualquier comportamiento ocupa-
cional. Este se produce a través de un continuum de desarrollo que abarca tres etapas
jerárquicas: etapa de exploración – de competencia – de logro.
Es decir, todo comportamiento se inicia en una etapa exploratoria donde la persona
tiene la oportunidad de aprender, descubrir y expresarse generándose un sentimiento de
curiosidad y excitación, nutriendo el desarrollo de destrezas. Esta etapa está motivada
intrínsecamente, es decir existe un predominio del placer funcional. La etapa de com-
petencia, se caracteriza por la práctica y repetición del comportamiento, aumentando el
sentido de autoconfianza y de eficacia en las habilidades. La persona se siente más com-
petente y eficaz pude adaptarse a las demandas y habilidades exigidas por una tarea. Esta
etapa se construye siempre sobre una exploración previa e incrementa el sentimiento de
ser reconocido y de ser capaz de relacionarse efectivamente con el ambiente, impulsado

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


71

por la motivación de eficacia. La etapa de logro es el tercer nivel de complejidad, y se


caracteriza por una motivación de excelencia y de tener expectativas de logro o fracaso.
La persona planifica estrategias, corre riesgos, y realiza esfuerzos para mantener y mejorar
su nivel de desempeño ocupacional. Muestra mayor creencia y dominio personal, incre-
mentando su nivel de autoconfianza y seguridad personal. Así, el mayor refuerzo de esta
etapa de logro es el placer obtenido.
Cualquier comportamiento ocupacional puede ser considerado como ejemplo del desa-
rrollo de estas tres etapas, ya que todo comportamiento se construye de este modo. Pode-
mos elegir el aprender a andar en bicicleta, a usar la computadora o el desarrollo del rol
de estudiante universitario. En la etapa exploratoria el niño comienza a usar sus pedales,
freno, rueditas, explorando el tipo de fuerza a aplicar en sus pedales, frenos, etc.; el adulto
comienza a utilizar el mouse explorando la coordinación y movimientos que debe aplicar
en el mismo; o el estudiante explora el ambiente (aulas, biblioteca, secretaría, etc.), las
exigencias y estilos de las cátedras, etc. Al pasar a la etapa de competencia, en todos los
ejemplos las personas comienzan a tener mayor dominio en el ambiente, adquirida a través
de la práctica y repetición, incrementando su nivel de autoconfianza. En niño tiene mayor
dominio sobre la bicicleta, sabe frenar, andar en forma más independiente, etc.; el adulto
domina el mouse, conoce el programa, sabe reparar errores sin temor; el estudiante conoce
el ambiente universitario, los docentes, compañeros, etc. adquiriendo mayor confianza y
seguridad. En la etapa de logro, el niño hace piruetas, corre riesgos, enfrenta desafíos nuevos;
el adulto tiene incorporado el manejo de la computadora, incorporando alternativas nuevas,
etc.; y el estudiante se maneja naturalmente en el ambiente.

Fuente: elaboración propia.

En esta imagen vemos en el centro la ocupación, en la cual podemos analizar


la forma, la función y el significado que tiene para la persona, que realiza una
actividad en un ambiente determinado.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


72

LECTURA OBLIGATORIA

Cohn, E.; Boyt Shell, B & Neistadt, M. “Consideraciones gene-

OO rales acerca de la evaluación”, en Blesedell Crepeau, E.; Cohn, E.;


Boyt Shell, B. Willard & Spackman, Terapia Ocupacional. 10ª ed.
Ed. Médica Panamericana, Madrid, pp. 279-285.

Se presentan algunas preguntas que pueden guiar al terapista ocupacional para descubrir
la forma, la función y el significado.

Significado de la ocupación:
¿Quién es la persona?
¿Cómo se describe?
¿Qué cosas son importantes para ella?
¿Cómo se relacionan las ocupaciones con su identidad?
¿Qué significado tienen las ocupaciones para ella?
¿Cómo se conectan las ocupaciones con su propósito vital?
¿Cuáles son sus preocupaciones actuales?
¿En qué área de ocupación tiene éxito?
¿Qué áreas de ocupación son problemáticas?
¿Qué impacto dejaron las ocupaciones de su historia de vida?
¿Qué roles ocupacionales desempeña? ¿Qué valor o importancia tienen para la persona?

Función de la ocupación
¿Qué es lo que no puede hacer?
¿De qué modo afecta a la situación ocupacional actual?
¿Para qué realiza las ocupaciones?
¿Cuál es el propósito de esa ocupación?

Forma de la ocupación
¿Qué es lo que hace?
¿Qué es lo que no puede hacer?
¿Cuál es la secuencia de pasos?
¿Dónde la realiza?
¿Con quién la realiza?
¿Con qué frecuencia?
¿Cómo es el resultado final?

8.

KK Considere una actividad que realiza de manera cotidiana. Presente el


análisis descriptivo de la forma, función y significado que tiene para
usted.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


73

2.2.2. Consideraciones ambientales


Las ocupaciones siempre tienen lugar en un ambiente que naturalmente pre-
siona y estimula a determinado comportamiento. Por ejemplo, una iglesia pre-
siona y estimula al recogimiento, silencio, meditación, etcétera; a diferencia
de un parque de diversiones, que presiona y estimula a hablar fuerte, gritar
frente a un juego de altura, etcétera. Desde la terapia ocupacional y otras
disciplinas de la salud se valora cada vez más el estudio del ambiente y su
uso en la terapia.
Según el “Marco de Trabajo de Terapia Ocupacional” (2014) el ambiente
se puede está formado por el contexto y el entorno. El contexto se refiere a la
variedad de condiciones interrelacionadas que están dentro y rodeando a la
persona. Incluye el contexto cultural, personal, temporal y virtual. El entorno
se refiere a los ambientes físico y social que rodean a la persona y en los cua-
les tienen lugar las ocupaciones. Estos son el entorno físico y social.

Contexto cultural
La cultura es el todo sobre el que se articula la vida humana en un determina-
do lugar y tiempo. Una función relevante que detenta es la de aportar sentido,
valor y comprensión de las interacciones sociales, económicas, políticas,
institucionales y de cualquier otra índole que allí se producen.
Cada cultura tiene su propia idiosincrasia y su manera de comprender la
ocupación. Podemos poner como ejemplo la infancia: los roles de los cuida-
dores y los aspectos del cuidado infantil; el papel del niño, de los hermanos,
de la familia, del vecindario y de la comunidad; las instituciones creadas o no
para atender a esa población diana; las formas aceptadas de interacción entre
los infantes y entre estos y los diferentes adultos de la sociedad; los juegos
infantiles; las funciones sociales de los niños, etcétera.
Cada cultura ofrece su propio estilo de comprensión de la realidad y las
fantasías que en ella tienen lugar. Una de las principales dificultades a la hora
de trabajar con personas oriundas de otros contextos culturales es que el tera-
pista, que representa el conocimiento científico (y por lo tanto una forma de
dominio y poder en la relación que establece), debe tener la debida formación
y apertura hacia la comprensión de lo que sucede, desde la óptica de la per-
sona y su familia.
En las próximas imágenes podemos observar a algunas mujeres trabajando
en diferentes culturas. El tipo de vestimenta, el arreglo personal, las tareas
desempeñadas son diferentes según los contextos culturales.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


74

La cultura en esta imagen puede observarse en el modo de vestir y tipo


de trabajo desempeñado por estas mujeres.

Fuente: Imagen extraída de <http://www.uax.es>, disponible en: <http://www.uax.es/


blogs/uaxblog/claves-para-presentarte-en-una-entrevista-de-trabajo/>. Fecha de con-
sulta: 10 de julio de 2016.

En esta imagen de otro grupo de mujeres trabajando pueden observarse


las diferencias de tareas y vestimenta.

Fuente: Imagen extraída de <http://waldealvarado.blogspot.com.ar/>, disponible en:


<http://waldealvarado.blogspot.com.ar/>. Fecha de consulta: 10 de julio de 2016.

Contexto personal
Este incluye las características del individuo que no son parte de las condi-
ciones o el estado de salud. Está formado por la edad, el género, el nivel
socioeconómico, los gustos y el nivel educativo. Por ejemplo, en los niños,
está relacionado con la edad y los comportamientos de desarrollo esperados
según esta, el género y las actividades de juego a él asociadas en cada cul-
tura. Si es niña puede jugar a las muñecas, a la mamá, a la maestra, tejer,
etcétera, pero no siempre será bien visto, según el contexto cultural donde
habite, que juegue al fútbol, trepe árboles, etcétera. Todo esto tiene gran
relación con el contexto cultural.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


75

Contexto personal: son las características propias del individuo en el


marco de lo que su sociedad espera de él.
Edad: 5 años.
Género (influye en los juegos, juguetes y roles sociales): niña.
Nivel socioeconómico (delimita las interacciones humanas, los roles y
las ocupaciones): clase media.
Nivel educativo (sucesión de las etapas académicas que cada sociedad
determina hacia el desarrollo de la vida adulta): concurre al preescolar.

Fuente: fotografía de la autora.

Contexto temporal
Este contexto se refiere al ciclo de vida y a la ubicación temporal del desem-
peño ocupacional (hora, día, mes, año, la estación del año y duración). Dentro
de cada cultura hay comportamientos ocupacionales esperados y relacionados
a cada etapa de la vida. Siguiendo el ejemplo de la niñez, el contexto está
asociado a los comportamientos esperados en cada etapa de desarrollo (que
gatee, camine, coma alimentos sólidos, se alimente solo, controle esfínteres,
juegue con determinados juguetes según su edad).
Este contexto temporal también incluye la ubicación temporal y la duración
del desempeño ocupacional; por ejemplo, en qué turno el niño va a la escue-
la, si concurre a doble o simple jornada, cuál es la hora para pasear, comer,
bañarse, irse a dormir; además, cuánto duran estas actividades. En ese con-
texto familiar, ¿cuánto tiempo puede un niño dedicar, por ejemplo, a bañarse?
La ubicación temporal de estas y otras actividades en la niñez están dadas
y organizadas por los adultos. Gradualmente el niño, en otras etapas de la
vida, podrá ir eligiendo y organizando más autónomamente sus horarios, pero
en la niñez deberán estar organizados externamente.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


76

Contexto virtual
Esta es una nueva consideración de contexto. Internet, el chat, whatsapp,
las aulas virtuales, las videoconferencias, los mensajes de texto, los correos
electrónicos y otras maneras de comunicación virtual proveen muchas opor-
tunidades para la conexión social, para compartir información, para realizar
actividades de esparcimiento, entre otras posibilidades.
Este es el contexto donde la ocupación ocurre por medio de celulares, ele-
mentos de comunicación o computadoras y con ausencia del contacto físico.
Los niños los utilizan cada vez con mayor naturalidad; desde hace unos años
los valores atribuidos a este tipo de contextos se diferencian altamente de
generación en generación. Para muchas personas adultas, su utilización está
relacionada solamente a actividades de educación, trabajo o productivas; para
otros grupos se incluyen también actividades de juego y esparcimiento.
Como terapistas ocupacionales. se puede revisar en situaciones clínicas
la gran utilidad de este contexto virtual, a través de programas de evaluación
o de estimulación cognitiva, entre otras posibilidades. Pero también se han
comenzado a observar pacientes adolescentes con diagnóstico de adicción a
alguna de las facetas del universo informático. En Argentina, ya desde el año
2005, se han diagnosticado los primeros casos de internaciones en clínicas
psiquiátricas por adicción a la informática (internet, juegos en red) con los
mismos síntomas diagnósticos y etapas de abstinencia que los adolescentes
adictos a drogas o alcohol. Sin caer en un juicio de valores, se intenta de abrir
la reflexión sobre este contexto.
De todas maneras, como se consideró anteriormente, los niños de ciertas
culturas y de cierto nivel socioeconómico los utilizan cada vez con mayor natu-
ralidad; por ende, pueden atribuir un alto valor y significado a las ocupaciones
que son desarrolladas en este contexto. Los terapistas ocupacionales intere-
sados en trabajar de manera holística con sus pacientes deberían incluir este
contexto, de manera de facilitar el compromiso e involucrar a los pacientes en
el tratamiento. Debemos recordar que estos pueden ser los contextos donde
ocurren las ocupaciones más significativas para el niño y quizás, en ciertas
etapas de tratamiento, las únicas que tienen propósito.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


77

Contexto virtual donde la comunicación se realiza por celular.

Fuente: Imagen extraída de <http://www.fuentesfidedignas.com.mx>, disponible en:


<http://www.fuentesfidedignas.com.mx/review/index.php/static-page/512-conside-
rar-191013>. Fecha de consulta: 10 de julio de 2016.

Entorno físico
Incluye el ambiente natural y el construido por el hombre. Incluye elementos
grandes, como edificios y terrenos, y también pequeños ítems como las plan-
tas y las herramientas. Este entorno es importante para el terapista ocupa-
cional por las características sensoriales. También incluye la accesibilidad de
los espacios, el desempeño dentro de ambientes, analizando, por ejemplo,
los terrenos naturales, plantas, animales, edificios, muebles, objetos, herra-
mientas o ayudas técnicas.

Entorno social
Este apartado está formado por las relaciones con otras personas, grupos y
organizaciones. El respaldo y apoyo social es imprescindible para los seres
humanos. Todo comportamiento ocupacional se aprende socialmente: por
ejemplo, la manera de comportarnos en la mesa, leer, escribir, maquillarse,
etcétera.
Este entorno se inicia con la familia, amigos, grupos e instituciones. Debe
recordarse que este entorno analiza las relaciones con otras personas duran-
te el desempeño de una ocupación.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


78

Contexto social: grupo de personas que participan del encuentro de tra-


bajo de profesionales de terapia ocupacional.

Fuente: fotografía de la autora.

9.

KK Realice un listado con ejemplos de ocupaciones y los contextos presentes


en ella. Puede utilizar imágenes que acompañen el análisis.

2.2.3. Obstáculos ambientales


Para finalizar, es importante identificar que el desempeño de las ocupaciones
muchas veces encuentra barreras físicas y actitudinales.

Barreras físicas
Las barreras físicas están relacionadas con el concepto de accesibilidad.
Según la Ley Nacional N° 24.314, artículo 20, se entiende por accesibilidad
la posibilidad de las personas con movilidad o comunicación reducida de gozar
de las adecuadas condiciones de seguridad y autonomía como elemento pri-
mordial para el desarrollo de las actividades de la vida diaria, sin restricciones
derivadas del ámbito físico urbano, arquitectónico, del transporte o las comu-
nicaciones, para su integración y equiparación de sus oportunidades. Entre los
tipos de accesibilidad encontramos: urbana, arquitectónica, en el transporte,
en la comunicación, accesibilidad en la Web, vehicular, turismo accesible y
viviendas accesibles.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


79

Barreras actitudinales
Estas son uno de los obstáculos más dolorosos y difíciles de superar: el estig-
ma y la discriminación (a personas con problemas de salud mental, pobreza,
diferencias culturales, discapacidad, entre otras). La discriminación muchas
veces se dirige a personas con discapacidades invisibles, tales como esqui-
zofrenia, trastorno bipolar, anorexia nerviosa, adicciones, pobreza, etcétera.
Estas se ven reflejadas en las ocupaciones productivas (trabajo, estudio),
esparcimiento y juego y actividades cotidianas.
Otra barrera actitudinal es el estigma. Este es un atributo que desacredi-
ta profundamente, resultando en marginación de la persona a los ojos de los
otros. Está presente generalmente hacia personas con problemas de salud
mental. La terapia ocupacional es una de las profesiones mejor ubicadas para
trabajar este tipo de barreras. Compartir ocupaciones y realizar experiencias
ocupacionales en contextos sociales facilita ampliamente la disminución de
barreras actitudinales. Muchas veces se realizan campañas por medios de
comunicación: esto facilita la reflexión y análisis. Compartir y desempeñar
ocupaciones con otros es la mejor de las recetas. Las experiencias cotidianas
positivas facilitan la construcción de significado e inclusión.
Este tipo de barreras también se da hacia personas en situaciones de
pobreza y marginalidad: dónde vivimos, qué comemos, con quién interactua-
mos y qué ocupaciones –por ejemplo, de esparcimiento– realizamos son facto-
res ampliamente influidos por los recursos financieros (Brown, 2011). Muchas
veces las personas en situaciones de pobreza (con o sin discapacidad) tienen
comprometidas sus habilidades de inclusión y participación. La terapia ocupa-
cional puede trabajar en este tema.
Se han presentado en esta unidad elementos de análisis de la ocupación
que estudian lo invisible y lo significativo del compartir y realizar ocupacio-
nes. Estas situaciones de pobreza limitan altamente lo visible y la forma de
la ocupación.
Los profesionales debemos ofrecer programas que faciliten la inclusión, la
optimización de los recursos, la creación de redes sociales y comunitarias, la
influencia en políticas públicas y la participación social comunitaria. Se debe
fortalecer el arte de la terapia ocupacional a fin de colaborar en el desarrollo
de comunidades inclusivas.

10.

KK Presente alguna situación donde esté presente este tipo de obstáculos.


Imagine propuestas de actividades que faciliten la disminución de estas
barreras.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


80

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


81

Salud a través de la ocupación

Objetivos:
•• Comprender el concepto de bienestar.
•• Conocer la vinculación entre el bienestar y el desempeño ocupacional.
•• Comprender la ocupación como fuente de espiritualidad.
•• Entender el concepto de fluir en la ocupación.

3.1. Bienestar y ocupación


¿Las ocupaciones pueden producir bienestar? Esta es una de las preguntas
más importantes que los terapistas ocupacionales se han hecho desde el
origen de la disciplina. Sin embargo, Goldberg y Britnell (2002) sostienen
que los investigadores recientemente han comenzado a presentar evidencia
científica sobre esta vinculación. La participación en ocupaciones significativas
está asociada a los conceptos de salud y bienestar centrados en el desarrollo
personal y social.
La ocupación es un fenómeno multifacético (Eklund y Leufstadius, 2007)
lo cual aporta a la discusión de cómo la ocupación está relacionada con el
bienestar. Si consideramos el ejemplo de un señor soltero que vive solo en su
departamento podemos ilustrar la complejidad de esta discusión: él se levanta
a las 7 de la mañana, se asea, se viste y desayuna. Luego toma el colectivo
y llega a las 9 horas a su trabajo en una cafetería, donde se ocupa de tareas
de limpieza en la cocina. Durante su jornada laboral, tiene algunas pausas
para descansar y tomar un café y almorzar. Finaliza su trabajo a las 16 horas,
toma el colectivo para su casa, llega y por el resto de la tarde mira televisión.
Aproximadamente a las 20.30 horas, va a un restaurante cercano y cena. Se
queda un rato, cena y mira a la gente dentro del restaurante. Cuando regresa
a su casa, mira un rato más la televisión antes de irse a acostar.
Podríamos analizar las ocupaciones que realizó y describir su día en térmi-
nos de cómo esta persona utiliza su tiempo. Podríamos evaluar su desempe-
ño ocupacional de acuerdo a cuán bien pudo desempeñar sus tareas, ya sea
en su hogar y en la cafetería. También podríamos evaluar el fluir de sus activi-
dades durante el día y su iniciativa y tener una idea de su compromiso en las
ocupaciones y su nivel general de actividad. Podríamos entrevistarlo y descu-
brir cómo percibe el significado, la satisfacción y el valor de las ocupaciones
que realiza. Considerando todas estas variables, recién podríamos acercarnos
a comprender este complejo fenómeno que es la ocupación.
Ryff (1989) sostiene que el concepto de salud y bienestar tiene dos ejes
centrales: biológico y humanístico. El humanístico reconoce los aspectos sub-
jetivos y socioculturales de la salud. El bienestar en este eje está compues-

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


82

to por seis dimensiones: la autonomía, el crecimiento personal, el dominio


del ambiente, el propósito en la vida, las relaciones positivas y la autoacep-
tación. El eje biológico considera la salud de la persona cuando su cuerpo y
mente trabajan de acuerdo a las normas de la ciencia. Un ejemplo de este
último es cuando un profesional de la salud, médico o enfermero, conduce el
examen físico general y documenta la historia clínica del paciente desde su
perspectiva profesional.

Dimensiones del bienestar humanístico (psicológico) y sus fundamentos teóricos


(traducido y modificado de <http://blogs.plos.org/neuroanthropology/2012/07/19/
psychologist-carol-ryff-on-wellbeing-and-aging-the-fpr-interview/>)

LECTURA OBLIGATORIA

Hocking, C. (2011). “Contribución de la ocupación a la salud y

OO al bienestar”, en: Blesedell Crepeau, E.; Cohn, E.; Boyt Shell,


B. (2011). Willard & Spackman, Terapia Ocupacional. 11ª ed. Ed.
Médica Panamericana, Madrid, pp. 45-55.

1.

KK A partir de la lectura obligatoria de Hocking:


a. identifique los aspectos físicos, mentales y sociales del bienestar;
b. señale cómo estos pueden estar influidos por los entornos físico,
social y actitudinal de una persona;
c. indique cómo la organización de las ocupaciones pueden promover
o socavar la salud y el bienestar.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


83

3.1.1. Bienestar en la vida


Las actividades que las personas realizan en la vida cotidiana dentro de sus
contextos y entornos están relacionadas con la percepción que tienen sobre
la salud y el bienestar. Esto se denomina sensación de bienestar en la vida,
que es absolutamente personal y nos acompaña en el hacer cotidiano en
mayor o menor medida.
Esta sensación de bienestar se experimenta al realizar una actividad con
un desafío justo de desempeño, el que se experimenta cuando contamos con
las habilidades necesarias para poder realizarlas sin dificultad y nos sentimos
competentes. La sensación de bienestar en la vida se experimenta también
al tener metas y proyectos personales, sentirnos contenidos por otras perso-
nas, tener fortaleza interna para enfrentar desafíos cotidianos, tener interés y
placer en las actividades que desempeñamos, estar en paz con uno mismo,
experimentar concentración durante el desempeño y de vez en cuando… Al
menos de vez en cuando, sentir que estamos en la cima del mundo, que la
vida nos sonríe y está de nuestro lado.
Exlund (2011) sostiene que las ocupaciones cotidianas pueden estar
enmarcadas y comprendidas según el uso del tiempo y nivel de actividad. El
uso del tiempo es un aspecto importante de las ocupaciones que realizamos
en el diario vivir. Si pensamos en una persona con esquizofrenia, por su pro-
pia patología, tiene tendencia a utilizar la mayor parte de su tiempo en activi-
dades de alimentación, descanso y sueño, cuidado de sí mismo o bien otras
tareas tranquilas como estar sentado, mirar televisión o personas y objetos.
En cambio, otras personas utilizan la mayor parte del tiempo en trabajar y ser
productivos. Los estudios realizados por Eklund y Leufstadius (2007) confir-
maron que las personas adultas que utilizan la mayor parte de su tiempo en
actividades productivas y laborales tienen mayores niveles de salud, bienes-
tar y función. Afirman que el trabajo relaciona aspectos biológicos y humanísti-
cos. En cambio, las personas que utilizan la mayor parte del tiempo en su vida
adulta en dormir, tienen menor nivel de salud y bienestar. El uso del tiempo
es el aspecto temporal del equilibrio ocupacional.
El modo en que las personas utilizan el tiempo es importante cuando se
El equilibrio ocupacional es per-
evalúa el desempeño y se planifican ocupaciones terapéuticas. Por otro lado,
sonal y subjetivo. Se experimen-
el nivel de actividad está relacionado con la cantidad de ocupaciones que se ta cuando las personas sienten
realizan cotidianamente, es decir, está directamente vinculado con los roles que tienen tiempo suficiente para
ocupacionales que la persona desempeña. Dos personas de la misma edad poder cumplir con las tareas y
actividades exigidas por sus roles
pueden tener roles ocupacionales muy diferentes; por ejemplo, una joven de ocupacionales.
22 años que es estudiante en la universidad y vive en casa de sus padres
tiene actividades relacionadas al estudio y pocas actividades relacionadas al
cuidado y limpieza de la casa, organización de la alimentación, compras, etcé-
tera; esto, a diferencia de otra joven de la misma edad, estudiante universita-
ria, casada y con una hija de 2 años. Sus roles de vida le exigen mayor nivel
de actividad: limpieza del hogar, cuidado de otros, estudiar, etcétera.
Muchas veces, según el diagnóstico de las personas que concurren a tera-
pia ocupacional, estas pueden tener afectado el nivel de actividad. Podemos
especialmente pensar en personas con problemas de salud mental, que tienen
riesgo de desequilibrio ocupacional, nivel alto de inactividad y necesitan espe-
cial atención de terapia ocupacional. Es bien sabido que la ocupación puede
dañar a las personas; por ejemplo, ser un minero de carbón en el pasado
era incluso más peligroso que ahora, provocando riesgos de lesiones físicas
durante los procesos en la mina además del riesgo de muerte.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


84

Trabajadores de las minas de carbón

Fuente: Imagen extraída de <http://ar.selecciones.com>, disponible en: <http://


ar.selecciones.com/contenido/a1771_el-sacrificado-trabajo-en-las-minas-de-carbon>.
Fecha de consulta: 10 de julio de 2016.

Aunque los estándares de seguridad, las horas de trabajo y las penosas


demandas físicas de las décadas previas han mejorado sustancialmente
(Guber, 1995), los riesgos que plantean las ocupaciones laborales para la
salud y el bienestar siguen siendo un enfoque prioritario de los sindicatos y
de los gobiernos por igual. Menos atención se ha prestado a los riesgos que
pueden plantear ocupaciones no laborales y la experiencia de las personas
que participan en las ocupaciones diarias cuando presentan deterioro.
El término deterioro, en el lenguaje cotidiano, sugiere una lesión, un pro-
blema o un inconveniente o que ha ocurrido un daño (Hocking, 2011). Existen
pocos estudios sobre la relación entre ocupación, deterioro y bienestar. Pero
es sabido que cuando una persona evidencia pérdidas de su capacidad funcio-
nal, como puede ocurrir en una enfermedad neurológica, no solo siente esta
pérdida en su desempeño funcional, sino también en aspectos valorados de
su identidad, como la incapacidad para acceder a contextos ocupacionales
que daban variedad a la vida, y un deterioro inevitable hacia la dependencia
y la muerte (Brott, 2006). Las expresiones de coraje, humor, gratitud por las
capacidades remanentes y la apreciación por el apoyo recibido de la familia y
los trabajadores de atención de la salud quedan oscurecidas por la fatiga, la
frustración y la angustia debido a la pérdida del futuro que había imaginado y
el temor de convertirse en una persona dependiente. A medida que la salud
declina, el sentido de bienestar se ve en constante amenaza.
Sorprendentemente, las personas cuentan con recursos para estructurar
las ocupaciones, de modo de apoyar y mejorar su bienestar. Las personas que
realizan un trabajo que no se relaciona con su vocación sostienen regularmen-
te actividades compensatorias de interés y motivación; por ejemplo, una per-
sona que realiza un trabajo en una fábrica realiza semanalmente un encuen-
tro para jugar al fútbol con sus amigos, actividad que le agrada y reconforta.
Esta estructura regular equilibra de alguna manera su sensación de bienestar.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


85

LECTURA OBLIGATORIA

Hocking, C. (2011). “Contribución de la Ocupación a la Salud y

OO al Bienestar”, en: Blesedell Crepeau, E.; Cohn, E.; Boyt Shell,


B. (2011). Willard & Spackman, Terapia Ocupacional. 11ª ed. Ed.
Médica Panamericana, Madrid, pp. 45-55.

2.

KK Realice un cuadro integrador de los conceptos trabajados en la carpeta


de trabajo sobre bienestar y el artículo de Hocking sobre la ocupación
y sus aportes al bienestar de las personas.

3.1.2. La espiritualidad y la ocupación


La espiritualidad es difícil de definir. Pero sí podemos decir que da significado
y motivación, es el centro desde el cual fluye cualquier ocupación humana. La
espiritualidad es parte de la dimensión invisible de las ocupaciones, aquello
que no puede tocarse o definirse con términos puntuales, pero puede descri-
birse como aquello que acompaña al ser humano cuando realiza ocupaciones
significativas. Muchas veces se confunde el término espiritualidad con la
religión; esta última puede formar parte de la espiritualidad, dado que incluye
aspectos de la espiritualidad (dogmas, creencias...). Por lo tanto, alguien
puede ser espiritual sin ser religioso.
Peloquin (1996) sostiene que las ocupaciones significativas animan y
extienden el espíritu humano, por eso las personas son lo que hacen en su
mundo y en su vida. La ocupación facilita profundizar en la espiritualidad, ya
sea desde el desempeñar ocupaciones significativas y con propósito, cumplir
roles y tareas relacionadas a esos roles, adaptarse al medio, ajustarse a la
discapacidad y lograr el dominio y competencia ocupacional.
La espiritualidad es aquello que explica por qué a una persona le gustan los
paisajes montañosos y a otra el mar, la primavera o el otoño; es esa dimen-
sión que nos hace únicos. Al estar conectada con las ocupaciones significa-
tivas, se manifiesta en la expresión de las personas cuando disfrutan mirar
un atardecer, escuchar música, leer un libro, elegir un aroma, por ejemplo. Es
aquello que conecta al ser humano con una dimensión profunda e íntima que
surge mágicamente o que acompaña la vida cotidiana.
Al ser algo tan único de cada ser humano, no se puede identificar qué ocu-
paciones facilitan su desarrollo, ni qué comportamientos la caracterizan; sí
puede reconocerse cómo se va desarrollando en la vida de cada individuo,
y cómo las ocupaciones significativas facilitan su desarrollo. Se puede sos-
tener que la espiritualidad es la fuerza que permite y da significado a la vida
cotidiana.
Pellegrini (2007) introduce el concepto de salud espiritual para representar
el estado que una persona experimenta al realizar ocupaciones que la conec-
tan con descubrir el significado de su vida. Es importante poder considerar
el desarrollo de la espiritualidad en el desempeño de ocupaciones en la vida
cotidiana. Es decir, al realizar ocupaciones significativas y con propósito, se
facilita la realización personal, la posibilidad de encuentro consigo mismo y

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


86

con otros. Puede entonces sostenerse que la ocupación es el medio para la


expresión de la espiritualidad. Ella se encuentra y emerge en cada oportuni-
dad creativa de una ocupación: ya sea creando un color nuevo, disfrutando
un baile, escribiendo una carta, conversando con un amigo, dando una clase,
tejiendo una bufanda, regando el jardín, tomando sol, caminando por el reco-
rrido de todos los días y descubriendo allí algo nuevo o disfrutando lo conoci-
do. Con las ocupaciones, se abre las puertas del exterior, para dar lugar a que
fluya y se extienda la espiritualidad interior de las personas.
¿Existe alguna relación entre la terapia ocupacional y la espiritualidad?
La espiritualidad en la terapia ocupacional emana al desempeñar expe-
riencias terapéuticas relacionadas con la vida cotidiana. En la terapia ocupa-
cional, la meta es involucrar o comprometer a los pacientes en sus ocupacio-
nes: así, la ocupación sirve como un agente que activa y provee expresión de
esta dimensión espiritual. Por ello, el terapeuta ocupacional debe orquestar
actividades y proveer el contexto que facilite el desarrollo de la espiritualidad.
Negar o no considerar la dimensión espiritual en la intervención terapéutica
fragmenta la comprensión del holismo.
El terapista ocupacional puede facilitar el desarrollo de esta dimensión ocu-
pacional, por ejemplo, organizando el cronograma de actividades de un pacien-
te con demencia para que participe en misa (si es su creencia), que mire un
atardecer por la ventana de su habitación, que se incluya en el grupo de canto,
que escuche música, etcétera.
Desde la Ciencia de la Ocupación se considera que los seres humanos tie-
nen necesidades espirituales y estas son fundamentales; por ello, el terapeu-
ta debe escuchar sus historias, comprometerse en el tratamiento y facilitar el
desarrollo holístico de la persona.
Muchas veces los terapistas ocupacionales pueden solicitar a las personas
asistidas o sus familiares que lleven a la terapia objetos personales (fotos,
recuerdos, adornos, etc.), que facilitan la expresión de la identidad ocupacio-
nal que es necesario conocer para poder ofrecer un espacio terapéutico. Este
espacio debe incluir y ofrecer ocupaciones significativas y con propósito, com-
prender y articular la relación entre las ocupaciones y la narrativa de la per-
sona para desarrollar la identidad personal. En esta expresión y construcción
de la identidad ocupacional se desarrolla la espiritualidad, que conduce a la
realización personal.
Se debe entender y considerar las ocupaciones dentro del marco de vida
de las personas, como representantes del conjunto de experiencias humanas.
La perspectiva de la Ciencia de la Ocupación es útil a la terapia ocupacional
para utilizar ocupaciones relevantes en las personas asistidas y sus contex-
tos, validando sus historias pasadas y presentes, para encontrar un propósi-
to en su proyecto de vida.
Esta disciplina se encuentra frente a un nuevo desafío, que exige revisar
la práctica diaria, los marcos utilizados en la educación y en la investigación y
que considere qué es relevante y significativo para nuestros pacientes en los
planes de tratamiento y programas que juntos desarrollemos. Solo así, con
compromiso e involucración mutua, podremos lograr que el espacio terapéu-
tico sea otro paso para la construcción de una vida significativa y satisfacto-
ria. Desde esta visión, los terapeutas ocupacionales que utilicen esta disci-
plina académica de las Ciencias de la Ocupación en su intervención, podrán
contribuir a la evolución de nuestra disciplina y al desarrollo de su identidad
profesional.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


87

Esta visión del espacio terapéutico está vinculada a los valores que sos-
tienen la práctica de la terapia ocupacional. Yerxa (1964) define a los valo-
res como aquello que es percibido como intrínsecamente bueno o deseable.
Desde este marco conceptual, algunos valores que se resaltan son que el
terapeuta no se focaliza exclusivamente en la patología, sino que se relacio-
na con el potencial, con la salud, con la facilitación y fortalecimiento de los
aspectos saludables del individuo; principalmente en sus capacidades, moti-
vando y facilitando el involucrarse en actividades significativas y con propósito.
Atribuir al ser humano una dimensión espiritual es partir del principio según
el cual el individuo se interroga sobre el significado de su vida. Esta reflexión
hace que la experiencia humana esté rodeada de misterio. Existe algo en la
naturaleza humana que tiene necesidad de participar de este misterio (Brown,
2012). La espiritualidad es la orientación fundamental de la vida de una per-
sona, que inspira y motiva al individuo.
Los terapistas ocupacionales exploran la espiritualidad escuchando y
observando lo que los niños cuentan como relevante de sus vidas. Los indivi-
duos pueden sentir una conexión espiritual o un sentido de propósito más alto
mientras escucha música, miran un atardecer, exploran la naturaleza, escriben
un poema, dan a luz, recuerdan momentos con sus abuelos o ayudan a reparar
el edificio de alguna escuela. La espiritualidad es la expresión de la voluntad,
impulso y motivación de cada ser humano; es la fuente de autodeterminación
y control personal y guía las vidas de las personas. Dado que cada persona
es un ser espiritual, cada individuo es considerado como una persona única.
Para Urbanowski y Vargo (1994) la espiritualidad es vista como el significa-
do de la experiencia personal cotidiana. Este significado personal es importan-
te para alcanzar una buena calidad de vida. Los terapistas ocupacionales inte-
resados en integrar activamente la espiritualidad en su práctica diaria deberían
aprender a escuchar, comprometerse con la persona asistida, saber quiénes
son, respetar la esencia de cada uno y adoptar un razonamiento abierto que
comprenda las creencias del paciente y su familia y que respete el derecho a
ser diferente. Por eso, el terapista ocupacional interesado en trabajar holísti-
camente con sus pacientes debe reflexionar sobre este contexto.

LECTURA OBLIGATORIA

Billock, C. (2011). “Espiritualidad, Ocupación y Terapia

OO Ocupacional”, en: Blesedell Crepeau, E.; Cohn, E.; Boyt Shell,


B. (2011). Willard & Spackman, Terapia Ocupacional. 11ª ed. Ed.
Médica Panamericana, Madrid, pp. 90-97.

En conclusión, las cosas que hacemos cubren nuestras necesidades biológi-


cas de subsistencia y refugio. La ocupación nos mantiene vivos. A más largo
plazo, la ocupación puede proporcionar la actividad física, la estimulación
mental y la interacción social que necesitamos para mantener sanos nuestros
cuerpos, mentes y comunidades. Además, a través de la participación en la
ocupación nos expresamos, desarrollamos habilidades, experimentamos pla-
cer y compromiso y logramos cosas que consideramos que son importantes.
Tenemos oportunidades de mejores niveles de bienestar.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


88

Gozar de buena salud favorece la participación en la ocupación y es a menu-


do en el proceso de hacer cosas que reconocemos cuán saludables estamos
y disfrutamos de una sensación mayor de bienestar. Igualmente la ocupación
puede amenazar o destruir la salud. Hacer demasiado, hacer muy poco y hacer
cosas que nos exponen a algún riesgo puede tener efectos importantes en la
salud y el bienestar.
Es importante reconocer que a menudo es a través de los problemas para
realizar tareas que tomamos conciencia de los problemas de salud y del impac-
to pleno de los deterioros o limitaciones en el desempeño. Además, las barre-
ras físicas, sociales o actitudinales del entorno pueden exacerbar el impacto
de un trastorno o una deficiencia de la salud, a veces hasta el punto en que
la participación en la ocupación es insostenible. Sin embargo, Hocking (2011)
sostiene que, si estructuramos con cuidado las cosas que hacemos, revisa-
mos las elecciones del estilo de vida y nos ocupamos de las barreras contra
la participación, podemos mejorar la calidad de vida y el bienestar participan-
do en ocupaciones significativas y relevantes para nosotros.

3.1.3. Fluir, ocupación y significado


El concepto de fluir en la ocupación se experimenta cuando las habilidades y
destrezas de desempeño están al nivel de la exigencia de la actividad; también
se habla de fluir en la ocupación cuando la persona logra concentrarse y
comprometerse durante el desempeño ocupacional, de tal modo que pierde
la noción del tiempo. Cuando las personas experimentan la sensación de fluir
durante la realización de ocupaciones forman significado.
El fluir con significado es parte de la dimensión no visible de la ocupación
que acompaña la experiencia y facilita el desarrollo y satisfacción personal.
Si analizamos de manera más profunda cómo está formado el significado,
descubrimos otras experiencias subjetivas, tales como la satisfacción y el
valor que otorga realizar una ocupación. Una ocupación debe ser valorada por
una persona antes que pueda otorgarle significado a esa ocupación.
La satisfacción en las ocupaciones cotidianas es uno de los indicadores
que Eklund et ál. (2001) utilizan para medir la salud mental y la calidad de
vida. La satisfacción en las ocupaciones está relacionada con la expectativa
que se tiene antes de comenzar la actividad y el resultado al finalizarla. Por
eso, la satisfacción en las actividades cotidianas es un indicador claro de
salud y bienestar y especialmente de calidad de vida.
El significado y el valor están unidos en esencia. El valor de lo bueno y
lo correcto en lo simple de la vida cotidiana es el primer paso para obtener
significado en el desempeño de ocupaciones en la vida; el valor reflejado en
las elecciones simples y complejas.
Por ejemplo, una elección simple puede ser cómo quiero decorar mi casa,
qué cena quiero organizar para el cumpleaños de mi hija, etcétera; en cambio,
una elección compleja puede incluir qué quiero estudiar, en qué ciudad quiero
vivir, etcétera. Igualmente, el nivel de complejidad o simpleza de una elección
es subjetivo, según la experiencia de cada persona. Para algunos puede ser
una elección simple y para otros no.
Las ocupaciones significativas han sido definidas por Aubin, G. et ál. (1999)
según tres elementos: competencia percibida, valores y placer. La competen-
cia percibida está relacionada con la sensación e imagen de sí mismo como

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


89

eficaz al desempeñar alguna ocupación. Los valores, como se expuso ante-


riormente, son lo bueno y lo correcto para cada uno, los que guían las elec-
ciones y el hacer cotidiano. Persson (2001) distingue tres tipos de valores en
las ocupaciones: valor concreto, valor simbólico y valor de autorrecompensa.
El valor concreto está relacionado con las características concretas y visibles
inherentes a la ocupación que, al finalizarla, otorgan satisfacción a la perso-
na; por ejemplo, puede ser la preparación de una cena familiar o el desarrollo
de destrezas adquiridas durante un curso de aprender a manejar. El valor sim-
bólico, en cambio, está caracterizado por lo que la ocupación significa para la
persona; por ejemplo, el reconocimiento del esfuerzo realizado o de pertene-
cer a un grupo social o agrupación política.
El valor de autorrecompensa está focalizado en el autorreconocimiento
que surge inmediatamente que se ha desempeñado una ocupación elegida
simplemente por placer o disfrute, en la cual el fluir acompañó la experiencia.
El placer es el interés en actividades que producen bienestar y satisfacción.
Aubin et ál. (1999) encontraron que las personas que sienten que tienen
habilidades suficientes para las exigencias de sus tareas cotidianas y de trabajo
y, a su vez, experimentan interés y placer al desempeñarlas, identifican altos
niveles de satisfacción que impactan en su calidad de vida. La participación
en ocupaciones significativas y el experimentar fluir en su desempeño facilitan
la realización personal. Por ello, los terapistas ocupacionales deben procurar
que estos elementos y el fluir en las ocupaciones valoradas estén presentes
en los espacios terapéuticos y que estén sustentados en el fluir de la vida
cotidiana de las personas asistidas.

3.

KK Elabore una presentación (Powerpoint), con imágenes propias o no,


donde observe situaciones de bienestar relacionadas a las ocupaciones.
Justifique.

3.2. Creatividad y ocupación


La creatividad debe ser considerada como uno de los conceptos más íntima-
mente conectados con la ocupación. Los métodos de tratamiento creativos,
como las artesanías y el arte, son quizás los más populares y actualmente
los menos utilizados en la práctica diaria de terapia ocupacional. La falta
de creatividad y de ocupaciones productivas en algunos espacios de terapia
ocupacional ha aumentado en los últimos años. La propuesta actual es poder
encontrar espacios y actividades creativas; estas pueden incluir desde el uso
de actividades de la vida cotidiana —a fin de enriquecer las experiencias de
tratamiento— hasta talleres de arte.

LECTURA OBLIGATORIA

Ayres Rosa, S. (2011). “Colaboración Centrada en el Cliente”, en:

OO Blesedell Crepeau, E.; Cohn, E.; Boyt Shell, B. (2011). Willard


& Spackman Terapia Ocupacional. 11ª ed. Ed. Médica Panamericana,
Madrid, pp. 286-291.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


90

3.2.1. Los seres humanos como seres creativos


La creatividad es la capacidad de crear, de innovar, de generar nuevas ideas
o conceptos, o nuevas asociaciones entre ideas y conceptos conocidos, que
normalmente llevan a conclusiones nuevas, resuelven problemas y producen
soluciones originales y valiosas (Brown, 2012). Podemos pensar la creatividad
como la producción de una idea o un concepto, una creación o un descubri-
miento que es nuevo, original, útil y que satisface tanto a su creador como a
otros, al menos durante un tiempo.
Wilcock (1998) demostró que los seres humanos son seres creativos por
naturaleza; retener o negar esta capacidad innata es negar la verdadera esen-
cia. Muchas personas tienen escasas oportunidades de expresar su creativi-
dad y esta situación, sostenida durante largo tiempo, afecta su salud y bienes-
tar. Wilcock (1998) sostiene que la terapia ocupacional debe considerar este
tema con mayor seriedad, a fin de contribuir de manera más efectiva al bien-
estar de las personas asistidas y a la salud de nuestra sociedad.
Por ser una característica personal, la creatividad es difícil de generalizar
a todas las personas. Los psicólogos cognitivos consideran a la creatividad
como la habilidad para solucionar problemas de múltiples formas, que se
desarrolla desde edades muy tempranas. Todos los seres humanos nacemos
con el potencial creativo; la creatividad no es privilegio solo de músicos, pin-
tores, escritores o artistas; podemos ser creativos en todos los ámbitos de
nuestras vidas. Desarrollar la creatividad permitirá a los niños razonar, cues-
tionar, encontrar soluciones novedosas frente a los problemas cotidianos.
¿Cómo son las personas creativas? ¿Cómo ser creativos? Para fomentar la
creatividad debemos ser capaces de producir muchas ideas con respecto a un
tema. Por ejemplo, muchas veces nos preocupamos para que el niño apren-
da cada vez más en la escuela, sin saber que, para que el niño adquiera un
aprendizaje óptimo a nivel académico, debemos despertar en él la curiosidad,
el ingenio para aprender y resolver nuevos problemas.
Lo mismo sucede en la terapia. Pero ¿cómo podemos facilitar el desarrollo
de la creatividad? ¿Cómo puede estar presente en la terapia? ¿Cómo se logra
esto? Incentivando en las personas que asistimos a utilizar la imaginación en
proyectos concretos o en ocupaciones de su interés, animándolas a explorar,
a probar a ser más curiosos, a poder preguntar, cuestionar en todo momento
sobre el sentido y la utilidad de las cosas.
El terapista interesado en desarrollar la creatividad puede utilizar pregun-
tas facilitadoras con el objetivo de que aprovechen su potencial creativo, uti-
licen su imaginación y encuentren múltiples respuestas a una pregunta. Se
debe explicitar que en la etapa exploratoria no existen respuestas buenas o
malas, lo que importa es que se puedan expresar muchas ideas a partir de
un tema; debemos escuchar con atención sus respuestas y dar espacio a que
puedan equivocarse.
Los adultos generalmente tenemos miedo a equivocarnos; es un temor
aprendido, puesto que no sucede lo mismo en los niños: ellos están dispues-
tos a realizar muchas preguntas y hallar respuestas que no necesariamente
son las correctas. Lo importante es ofrecer un ambiente exploratorio que des-
pierte la curiosidad como método preparatorio, si es necesario, de la terapia.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


91

Una estrategia que estimula mucho la creatividad es inventar o crear his-

xx torias a partir de dos palabras que no guardan relación aparente; pode-


mos invitar al paciente a escoger dos palabras para luego relacionarlas
mediante una historia o una frase. El resultado será la creación de his-
torias ingeniosas, que estimularán en todo momento la imaginación.
También se puede hacer que la persona encuentre la semejanza entre
dos objetos o conceptos aparentemente distantes.

Establecer límites puede ayudar a estimular la creatividad. En efecto, para


estimular la creatividad en los pacientes puede ser recomendable establecer
límites: Por ejemplo, si se le pide a un niño que realice un dibuje, probablemen-
te nos pregunte “¿y qué dibujo?”. A través de esta pregunta, el niño nos está
pidiendo ayuda para iniciar el despliegue de su imaginación. Lo recomendable
no es sugerirle cosas concretas, sino darle ideas o estímulos disparadores
que permitan al niño generar sus propias ideas. Esto ayuda a resolver el pro-
blema de quedarnos con la mente en blanco cuando no se nos ocurre nada.
Por ejemplo, puede sugerírsele al niño que invente un animal y lo dibuje, un
personaje nuevo, o simplemente que dibuje aquello que va a realizar el día
siguiente. Es básico conocer los intereses de la persona para estimular la
creatividad haciendo uso de esos intereses.
La creatividad es una de las capacidades más importantes y útiles del ser
humano. Esto es así porque le permite, justamente, crear e inventar nuevos
objetos, elementos, a partir de lo que ya existe en el mundo. El acto de inven-
tar o generar algo nuevo está vinculado siempre en mayor o menor grado con
el uso de la mencionada habilidad. Si tenemos en cuenta que el ser huma-
no se caracteriza por adaptar la naturaleza y lo que lo rodea a sus necesida-
des, comprenderemos por qué entonces en esto es central la creatividad: la
capacidad de pensar en algo nuevo y mejor es lo que hace que la sociedad y
la civilización humana avance, en definitiva, hacia nuevas y mejores formas
de convivencia.
La creatividad surge en el ser humano principalmente como un método de
subsistencia. ¿Por qué? Porque el hombre ha debido entender a lo largo del
tiempo y de la historia que los problemas que se le presentaban podían ser
solucionables y que para todo valía la pena buscar una alternativa, algo nuevo,
una solución que le permitiera seguir adelante. La creatividad es analizada
científicamente para lograr entender mejor el comportamiento humano, enton-
ces ¿por qué no utilizarla en la terapia?
Las personas creativas son las que más soluciones buscan a los proble-
mas de la vida. Es común pensar que solo es creativo quien escribe la letra de
una canción, quien pinta todos los días una nueva obra de arte, quien tiene la
facilidad para generar melodías desde la nada, quien construye piezas arqui-
tectónicas maravillosas. La realidad nos dice que la creatividad puede estar
presente por doquier, porque el creativo busca permanentemente soluciones
a nuevos problemas que surgen día a día.
La creatividad se basa siempre en una idea abstracta y no concreta que
puede estar inspirada por objetos o situaciones ya existentes. Así, supone
trabajar con lo que ya tenemos a nuestra disposición, pero transformarlo para
crear con eso algo nuevo. La creatividad es, a la vez, una proyección abstracta
de algo que se puede llegar a construir, por lo cual siempre implica un ejerci-
cio de mirar hacia el futuro a través de ese elemento que se crea.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


92

Sin embargo, es claro que hay personas que tienen un sentido de la crea-
tividad mucho más desarrollado. Usualmente son las que se fijan en sus sen-
timientos, en su parecer, en lo que los rodea, en la imaginación. También
son creativas las personas que logran buscar alternativas a una acción como
respuesta a un estímulo; por ejemplo, un futbolista que sabe que perderá la
pelota si la patea desde un punto lejano al arco y debe, entonces, buscar otro
camino para realizar el gol. Es por esto que la creatividad es un rasgo esen-
cial de la persona y, si bien hay algunas personalidades que pueden tener un
sentido de la creatividad más desarrollado que otras, todos en algún modo
somos capaces de crear y de inventar.
La Ciencia de la Ocupación reconoce que los seres humanos tenemos una
naturaleza ocupacional que impulsa a la acción. La creatividad es parte natu-
ral de esta naturaleza. Las actividades creativas habitualmente provocan un
sentimiento de placer y confianza en sí mismo, y facilitan conectarse con la
dimensión no visible del hacer y la espiritualidad y crean la posibilidad de cana-
lizar esta dimensión en el hacer.

Creatividad: ¡una cuestión de actitud!

Fuente: Imagen extraída de <http://www.mujeresvisibles.com>, disponible en: <http://


www.mujeresvisibles.com/2014/10/que-es-la-terapia-ocupacional.html>. Fecha de
consulta: 10 de julio de 2016.

Pierce (2000) sostiene que la capacidad de participar en actividades creativas


es una característica de nuestra especie. Involucrarse en ocupaciones creati-
vas nos conecta con el bienestar y la no participación en ellas puede producir
enfermedad y estrés, al no poder utilizar nuestras capacidades innatas. La
terapia ocupacional puede ofrecer, desde su arte, contextos que desarrollen
la creatividad, con mayor o menor apoyo, con adaptaciones, graduación de
actividades en cualquier tipo de ocupación.
El nuevo desafío de la disciplina es integrar la creatividad en la terapia. No
importa qué actividad se realice, lo importante es que esta sea significativa
para la persona asistida, así se conecta con su creatividad de manera natu-
ral. En los últimos veinte años de la disciplina, hemos visto cómo las activida-
des creativas estuvieron alejadas de las agendas de los profesionales y de la
formación universitaria. Actualmente, la Ciencia de la Ocupación nos ofrece
la posibilidad de reflexionar sobre este tema y poder valorar y justificar teóri-

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


93

camente el uso de ocupaciones en la terapia individual y programas de inter-


vención comunitaria.
Deberíamos ver el trabajo clínico como la posibilidad de trabajar con per-
sonas para crear nuevos caminos de hacer las actividades cotidianas, crean-
do nuevas formas de resolver problemas o de crear significado. Los terapis-
tas ocupacionales deben considerar que la creatividad es parte de la esencia
humana y es necesaria para el bienestar y la recuperación.
Es limitada la visión de considerar la creatividad solo en actividades artís-
ticas. Está presente en toda ocupación significativa, de desafío justo, acorde
a las habilidades de la persona; estas pueden ser cualquier hacer cotidiano o
actividad laboral con propósito, o actividades de esparcimiento de interés, en
el juego del niño, etcétera. Esto requiere que los terapistas utilicen no solo
el conocimiento científico, sino también su propia creatividad y el arte de la
profesión.
Sin arte, la terapia es solo aplicación de conocimiento científico en vacío.
Muchas veces la magia que acompaña el hacer con significado es la herra-
mienta terapéutica más poderosa que se puede utilizar. Esto, sin duda, exige
profesionales comprometidos y conectados con su propia creatividad y reali-
zación personal.

Componentes de la creatividad en la ocupación

Fuente: elaboración propia.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


94

4.

KK Presente una situación clínica o de la vida cotidiana en la que se requiera


pensar nuevas alternativas creativas. Considere qué actividades ofrecería.
Analice qué componentes priorizaría para producir un cambio creativo.

3.2.2. Factores de la creatividad


Autores tales como Maslow (1969), Reilly (1972) y Bruner (1966) identifica-
ron algunos factores relacionados a la creatividad. Algunos de ellos son: la
síntesis, la conectividad, la fluidez, la originalidad, la novedad, la sorpresa, la
flexibilidad, el humor y la autorrealización.
La síntesis es el resultado integrador de experiencias y aprendizajes ante-
riores. El momento en el que una persona integra en una sola situación ele-
mentos aprendidos por separado constituye un nuevo descubrimiento y, por
lo tanto, una realidad distinta. Ha creado para sí mismo una nueva construc-
ción intelectual.
La conectividad podemos pensarla como la posibilidad de conectar ele-
mentos que ya existían: no creamos de la nada. Crear es relacionar de distin-
ta forma elementos ya existentes. Todas las formas de creatividad surgen de
una nueva actividad combinatoria, de situar los objetos en una nueva pers-
pectiva (Bruner, 1966).
La fluidez de ideas está relacionada con la solución múltiple de problemas;
la fluidez de asociación se da en referencia al establecimiento de relaciones
entre ideas u objetos que, a su vez, dan lugar al pensamiento analógico y la
fluidez de expresión es la facilidad en construir frases. La fluidez en el hacer
ocupacional fue presentada anteriormente en este capítulo como fluir en la
ocupación.
La originalidad es el proceso que logra que los descubrimientos o las
asociaciones sean singulares, individuales, de uno mismo. La novedad es la
capacidad de encontrar nuevas soluciones o alternativas. La sorpresa hace
referencia al efecto psicológico de impacto creativo. Bruner (1966) sostenía
que la sorpresa agradable es la verdadera esencia de la creatividad misma.
La flexibilidad es la posibilidad de buscar soluciones variadas a un mismo
problema. El humor y la imaginación constituyen la posibilidad de ver de otra
forma, desde otro ángulo, con otra mirada, las situaciones, como si fueran
las caras de un prisma. Dar vuelta a las cosas supone ponerse en el lugar de
otros. Todo tiene su lado bueno, positivo, humorístico. Finalmente desde la
perspectiva de la autorrealización de Maslow (1966), solamente los actos per-
sonales que provocan realización personal son causa de actos creativos: así,
la creatividad es lo mismo que salud psíquica o autorrealización.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


95

Factores de la creatividad

Fuente: elaboración propia.

Los factores que facilitan la creatividad pueden identificarse como afectivos,


cognitivos y motivacionales.
Los factores afectivos son:
a) la autoestima: es un conjunto de percepciones, pensamientos, evaluacio-
nes, sentimientos y tendencias de comportamiento dirigidas hacia noso-
tros mismos, hacia nuestra manera de ser y de comportarnos, y hacia los
rasgos de nuestro cuerpo y nuestro carácter.
b) la autonomía: facultad de la persona o la entidad que puede obrar según
su criterio, con independencia de la opinión o el deseo de otros.
c) la pasión: proceso afectivo que orienta de manera profunda a un sujeto
hacia una determinada acción.

Los factores motivacionales están relacionados con el aspecto volitivo:


a) la tenacidad: constancia en la actividad.
b) la tolerancia a la frustración: capacidad de experimentación y aprendizaje
de eventos frustrantes.

Entre los factores cognitivos encontramos:


a) la curiosidad: sentido de asombro y de interrogación que el sujeto experi-
menta y que impulsa a explorar.
b) la divergencia: la capacidad de producir ideas originales y cualitativamen-
te diferentes.
c) la intuición: habilidad para conocer, comprender o percibir algo de manera
clara e inmediata, sin la intervención de la razón.
d) la imaginación: capacidad o facilidad para concebir ideas, proyectos o crea-
ciones innovadoras.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


96

Seguro que muchas veces nos hemos sentido bloqueados al enfrentarnos


a un problema, frustrados por no encontrar la solución que necesitamos,
impotentes al ver que, por muchas vueltas que le demos, el problema sigue
ahí, nos supera. ¿Y si el problema realmente no es el problema en sí, sino
cómo lo afrontamos, cómo nos lo planteamos, cómo lo enfocamos? Es decir,
¿y si el problema está en nuestros propios bloqueos y barreras mentales que
consciente o inconscientemente tenemos y que hemos ido alimentando con
el paso del tiempo?
Muchos de esos bloqueos y barreras mentales pueden deberse a diferen-
tes motivos: un respeto excesivo por las normas o por la autoridad, conven-
cionalismos, miedo a cometer errores, falta de espíritu crítico y arriesgado,
poco interés por lo novedoso y los cambios, adoptar un enfoque o análisis
superficial de los problemas, escasa autoconfianza, etc. En definitiva, se trata
de barreras que se instalan en nuestra mente y nos impiden que demos el
máximo de nosotros mismos y que podamos desarrollar todo nuestro poten-
cial creativo.

Estos bloqueos podríamos clasificarlos en varios tipos:

a) Barreras perceptuales: cada persona se pone unas gafas con las que per-
cibe e interpreta el mundo y la realidad que lo rodea de una determinada
forma, subjetiva y sesgada por muchos factores como su educación, su
personalidad, las experiencias previas, la influencia de otros, etcétera.
b) Barreras emocionales: ¿quién no ha tenido miedo alguna vez a decir algo
en público por miedo a hacer el ridículo? La falta de confianza es una
barrera muy fuerte, pero también lo es el miedo y la desconfianza hacia lo
desconocido.
c) Barreras socioculturales: La imposición de normas, patrones sociales polí-
ticamente correctos o referencias sociales y culturales son otras barreras
que adquirimos inconscientemente desde que somos pequeños, ya que
forman parte de nuestro proceso de socialización. ¿Quién no ha escucha-
do aquello de “niño, eso no se toca”, “niño, eso no se hace”, “niño, eso
no se pregunta”?
d) Barreras cognitivas: adoptar planteamientos y enfoques excesivamente
racionales, conservadores y lógicos nos aleja del mundo de los sueños,
de la imaginación, y empobrece nuestra forma de pensar, convirtiéndola
en rutinaria y aburrida.
e) Barreras volitivas: También la falta de voluntad o de actitud pueden ser
una potente barrera. Eso se traduce en una falta de curiosidad e interés
por aquello que nos rodea, que nos arrastra a la desmotivación y el paso-
tismo por todo.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


97

Factores que inhiben la creatividad.

Fuente: elaboración propia.

En definitiva, lo importante es que, independientemente de los diferentes tipos


de barreras que puedan existir, seamos conscientes de que todos tenemos
de una u otra forma bloqueos mentales. La clave estará en tratar de autoana-
lizarnos e identificarlos, para poder trabajar sobre ellos y reducir su impacto.
Además los profesionales de terapia ocupacional, deben considerar estos fac-
tores en los espacios terapéuticos, recordando que la creatividad se relaciona
con la posibilidad de autorrealización en la vida cotidiana.

3.2.3. Creatividad y terapia ocupacional


Para su estudio, la Ciencia de la Ocupación realiza un análisis del compor-
tamiento humano, con el objeto de desarrollar una base sistemática que
describa y entienda la participación en ocupaciones, enfatizando el rol crítico
que juegan las ocupaciones al afectar la salud y el bienestar de las personas.
En armonía con las premisas de la terapia ocupacional, la Ciencia de la
Ocupación considera que la participación en las actividades cotidianas afec-
ta significativamente a la salud, la felicidad y la satisfacción. Pese a que la
Ciencia de la Ocupación, como la terapia ocupacional, se focaliza en la ocupa-
ción, difiere de ella, básicamente, por ser una disciplina académica y la otra
es una profesión.
En cuanto a la ciencia, esta comprende al ser humano como un ser ocu-
pacional, donde sus problematizaciones se dan en torno a la forma, función
y significado de la ocupación, de manera que pueda contribuir a la identifica-
ción de cómo los seres humanos generan su propio significado por medio de
la ocupación. Así, el campo que articula los saberes producidos por la Ciencia
de la Ocupación y la práctica de la terapia ocupacional debe considerar que

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


98

las dimensiones que la ocupación abarca el campo existencial de los sujetos,


la construcción simbólica de las ocupaciones en una determinada cultura y
los significados y repercusiones en el campo de la salud y el ámbito social.
Generar un concepto de salud que contemple las singularidades de las
visiones tanto de la terapia ocupacional como de la ciencia ocupacional impli-
ca superar una concepción exclusivamente biomédica, es decir, considera la
adición de tres aspectos íntimamente relacionados: a) el funcionamiento de
las estructuras y funciones corporales (organismo); b) las capacidades para
desempeñar actividades (actividad) y c) la participación social (participación).
Esta perspectiva permite dirigir un delineamiento teórico de las investigaciones
que armonizan el campo de la ocupación y su relación con la salud del sujeto,
pues consideramos que un problema de salud involucra tanto las debilidades
del organismo como las alteraciones del desempeño en las actividades como
las restricciones en la participación social de un sujeto.
Como medio terapéutico, destacamos que, en la medida en que la ocupa-
ción puede constituirse como una forma de dar sentido y significado a la exis-
tencia, se constituye como un elemento simbólico que contribuye al bienestar
psicológico, físico y espiritual del ser humano.
La Ciencia de la Ocupación, como una disciplina que nutre y se retroali-
menta de la terapia ocupacional, representa una gama de posibilidades que
se equilibran a fin de fortalecer la base de conocimientos tanto para la prácti-
ca de la profesión de terapia ocupacional como para otras profesiones. Estas
posibilidades se ajustan al campo de intervención en que el profesional ejerce
su profesión, considerando las demandas personales, culturales temporales
de los sujetos atendidos.
Wilcock (1998) defiende la tesis de que la ocupación tiene tres propósi-
tos básicos: a) satisfacción de las necesidades corporales inmediatas de ali-
mentación, protección, autocuidado y seguridad; b) desarrollo de habilidades,
estructuras sociales y tecnología que garantice la seguridad y la superviven-
cia; y c) ejercer la capacidad y habilidades personales para el mantenimiento
y desarrollo del organismo, siendo este última quizás la función más recono-
cida y fundamental de la ocupación humana.
Desde esta perspectiva, la ocupación nos presenta un gran potencial como
herramienta de la que el terapista ocupacional puede apropiarse con el fin de
estructurar el proceso de intervención en muchos campos de la práctica pro-
fesional. Wilcock (1998) señala la dimensión ecológica de la salud, promocio-
nando las relaciones sanas entre la gente, otros organismos vivos, ambientes,
hábitos y modos de vida, vitales para entender la salud a largo plazo. Destaca
que los seres humanos pueden encontrar sus potenciales creativos, su nece-
sidad de ser, hacer y ocuparse sin necesidad de dañar el ambiente; de hecho,
señala que los gobiernos deberían entender la importancia de la necesidad
humana por la ocupación, de tal modo que mantengan ambientes naturales
que proporcionen suficiente desafío a los potenciales de las personas.
A menudo, cuando utilizamos el concepto de creatividad, lo asociamos con
el arte que poseen los seres humanos para crear, diseñar o producir un pro-
ducto o idea original. Desde que nacemos, vamos almacenando valiosas expe-
riencias y aprendizajes que nos acompañan a lo largo de la vida. Cada sonido
que oímos, cada olor que sentimos, cada imagen que vemos nos proporcio-
nan una gran variedad de información a partir de la cual construimos ideas.
Sin embargo, en situaciones de injusticia ocupacional, desesperación,
supervivencia o escasez de recursos, nos presionan e invitan a reflexionar

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


99

como de la nada se puede crear algo. La suma de rasgos personales tales


como la motivación, la ilusión, la vocación, los valores, etcétera, nos empuja
a considerar soluciones; es decir que la combinación de factores personales,
vitales y sociales nos predispone a diseñar, crear y construir procesos inno-
vadores de ocupaciones.
En los espacios clínicos, muchas veces los usuarios manifiestan que no
tienen interés en realizar actividades que les otorguen placer y como profesio-
nales que usamos las ocupaciones nos preguntamos qué podemos ofrecer.
Conocer la historia de vida, la identidad, las ocupaciones significativas, com-
prender su rutina diaria, saber qué sienten, etcétera, nos facilita la detección
de necesidades y la elaboración del perfil ocupacional del usuario, utilizando
la creatividad como método facilitador del proceso de discriminación de inte-
reses, para que pueda surgir algo.
Mediante la exploración y estimulando la curiosidad se invita a transitar
escenarios como elemento mediador de patrones de interés, para que las per-
sonas asistidas reconstruyan su identidad ocupacional. Esta reconstrucción
creativa, acompañada por un contexto exploratorio de contención y cuidado,
facilita la identificación de intereses personales.
Entonces, al pensar en la creatividad en la terapia, debemos considerar
también la creatividad del terapista ocupacional, no solo en la oferta de acti-
vidades y la resolución de problemas cotidianos, sino también en la creación
de oportunidades de participación creativa.
Puede entenderse la creatividad como la llama interna que impulsa la
acción, que fluye de la naturaleza ocupacional, que no se apaga frente a las
adversidades o situaciones de riesgo ocupacional. El esfuerzo de superación,
la búsqueda de soluciones y recursos, muchas veces acompañados por situa-
ciones complejas de riesgo ocupacional, es el espacio donde el profesional
tiene como fuente de inspiración a las personas que asistimos y a sus fami-
lias. Igualmente, cuando las diferencias entre las necesidades de la población
y las posibilidades de los sistemas son abismales, esto nos impacta hacién-
donos replantear todo lo que hacemos. La reflexión y la necesidad de otra rea-
lidad es el punto de partida para cambiar las cosas.
En conclusión, la creatividad es un elemento indispensable en el ejercicio
cotidiano de la profesión y ofrece alternativas diferentes a las complejas situa-
ciones de la vida. La creatividad que nos brinda la ocupación con propósito
que respeta los valores y diferencias culturales, surge como medio facilitador
y esperanzador de búsqueda de soluciones en la vida de las personas y en la
implementación de creatividad en la vida cotidiana de los usuarios.
No hace falta pensar en la creatividad como obra de arte únicamente: los
terapistas ocupacionales deben poder identificar su potencial creativo en el
desempeño cotidiano, a fin de poder también visualizar la creatividad en las
cosas simples que los usuarios realizan.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


100

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


101

Identidad ocupacional

Objetivos:
•• Comprender el concepto de identidad ocupacional.
•• Conocer y diferenciar la competencia ocupacional y la identidad ocupacional.
•• Comprender las influencias culturales en el desempeño ocupacional.

4.1. El desarrollo de la identidad ocupacional


El concepto de identidad ocupacional se refiere a la imagen que una persona
tiene de sí misma como ser ocupacional. Christiansen (1999) señala que la
identidad se refiere a una definición compuesta del yo, que incluye roles ocupa-
cionales y relaciones, valores, autoconcepto y deseos y objetivos personales.
Este autor argumenta, además, que la participación en las ocupaciones ayuda
a crear nuestra identidad. Kielhofner (2004) define a la identidad ocupacional
como un sentido compuesto de quién es uno y los deseos de convertirse en
un ser ocupacional generado, a partir de la propia historia de participación
ocupacional. La propia motivación, participación y experiencia como cuerpo
vivido se integran en la identidad ocupacional.
Se mencionó anteriormente que el ser humano es un ser ocupacional; por
ello, la ocupación es el principal medio para desarrollar y expresar la identi-
dad. Esta es la expresión unificada de nuestro ser y el propósito en la vida. La
identidad es el marco para que fluya la motivación. Christiansen (1999) afirmó
que los seres humanos expresamos nuestra identidad a través de ocupacio-
nes que dan significado a nuestra vida. La identidad ocupacional forma parte
y a su vez es formada por nuestras relaciones con otras personas; está ligada
a lo que hacemos y a la interpretación de aquellas acciones en el contexto de
nuestra relación con otros; provee y da significado a nuestra historia de vida.
Esta identidad ocupacional incluye un compuesto de:

•• el propio sentido de capacidad y eficacia para hacer,


•• tener metas ocupacionales,
•• poder reconocer un estilo de vida ocupacional deseado,
•• aceptar responsabilidades,
•• reconocer habilidades y limitaciones personales,
•• tener compromisos,
•• identificar las obligaciones de los roles y tener intereses,
•• reconocer cosas que uno encuentra interesante y satisfactorio hacer,
•• un sentido de rutinas familiares de vida.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


102

De la historia de cada persona, la identidad incluye poder identificar el nivel de


efectividad que sintió al desempeñar ocupaciones, el haber podido encontrar
significado y satisfacción con el estilo de vida y haber realizado elecciones
ocupacionales. Estos elementos se acumulan con el tiempo y se convierten
en parte de la propia identidad.

LECTURA RECOMENDADA

RR
Comité de Ciencia de la Ocupación de la Escuela de Terapia Ocupacional
de la Universidad de Chile. “Definición y desarrollo del concepto de Ocupación:
ensayo sobre la experiencia de construcción teórica desde una identidad local” [en
línea]. Disponible en <http://www.revistaestudiosarabes.uchile.cl/index.php/RTO/
article/viewFile/81/62> [Consulta: 5 julio 2016]

Por lo tanto, la identidad se construye con el hacer y refleja experiencias vita-


les acumuladas que están organizadas en un conocimiento de quién ha sido
uno y en un sentido de la dirección deseada y posible para el propio futuro.
Kielhofner (2004) sostiene que la identidad ocupacional sirve tanto como
medio de autodefinición y como un proyecto original para la acción que viene.
Estas evidencias sugieren que la identidad está representada en un con-
tinuo que comienza con la autoevaluación y se extiende hacia los elementos
más desafiantes de aceptar responsabilidades para la vida y conocer lo que
uno desea de ella. Por lo tanto, se puede sostener que la identidad comien-
za con el autoconocimiento de nuestras capacidades, destrezas e intereses
a partir de la experiencia pasada y presente y se extiende para construir una
visión del futuro, basada en los valores de cada persona.
La Terapeuta Ocupacional Elizabeth Yerxa (1998) ofrece una guía de pre-
guntas facilitadoras para poder conocer la identidad ocupacional de una per-
sona. Estas incluyen:

•• ¿quiénes somos como seres ocupacionales?


•• ¿qué ocupaciones realizo diariamente?
•• ¿cuál es mi pasión en la vida?
•• ¿en qué forma lo que hago moldea quién soy?
•• ¿cómo la imagen de mí mismo influye o afecta mis ocupaciones y mi esti-
lo de vida?
•• ¿mis experiencias y ocupaciones son moldeadas por mi cultura?

Podría agregarse:
•• ¿para qué soy bueno?
•• ¿qué cosas me gustan y cuáles me disgustan?
•• ¿qué cosas me cuestan?
•• ¿cuándo necesito ayuda y para qué?, etcétera.

Pueden sumarse todas aquellas preguntas que faciliten construir y expresar


la imagen que uno mismo tiene sobre su desempeño ocupacional.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


103

¿Quién soy?

Fuente: Imagen extraída de <http://www.psicos-salud.es>, disponible en: <http://www.


psicos-salud.es/web/index.php/noticias/38-identidad-y-esencia.html>. Fecha de con-
sulta: 10 de julio de 2016.

La identidad, entonces, nos acompaña desde el nacimiento y se construye


y desarrolla con la experiencia. A través de lo que realizamos construimos
identidad. Por ello, es importante considerarla e integrarla en el razonamiento
clínico del terapista ocupacional.
La identidad es lo que permite que alguien se reconozca a sí mismo. En
consecuencia, la identidad personal es aquello que nos define como indivi-
duos. Tenemos consciencia de la identidad porque tenemos memoria; sin ella
sería imposible nuestro propio reconocimiento. De hecho, cuando alguien pier-
de la memoria los terapistas ocupacionales facilitan el fortalecimiento de la
identidad a través del recuerdo de sus historias de vida y sus ocupaciones.
Es importante saber que para poder tener un criterio de identidad perso-
nal es necesario desarrollar el concepto de intimidad, que se adquiere en la
infancia cuando, poco a poco, el niño aprende a distinguir entre la idea de
yo y los demás. Cuando se consolida la noción del yo, la persona ya puede
empezar a comprender quién es. Pensamos y observamos lo que nos rodea
externamente y, en paralelo, estamos en un cuerpo, con unos sentimientos e
ideas en relación con nuestro interior. Es una especie de diálogo íntimo con
nosotros mismos.
En otro sentido, construimos una identidad realizando ocupaciones y por la
pertenencia a una familia y a un grupo social. Nuestra individualidad se com-
parte con los demás y los factores externos acaban determinando la percep-
ción individual sobre quiénes somos. La nacionalidad, la lengua y las tradicio-
nes son rasgos culturales interiorizados por cada uno de nosotros.
Entonces podemos sostener que la identidad de una persona se refiere a
todas las características que la persona tiene que la hacen ser ella misma. Es
un constructo que la persona tiene en cuanto a quién es, qué le gusta hacer,
qué le agrada comer, qué le disgusta, entre muchas otras ideas. El hacer coti-

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


104

diano facilita la identificación de esas características personales. También


incluye la percepción o imagen de sí misma (por ejemplo, capaz o incapaz) y
los grupos sociales a los que elige pertenecer o a los que rechaza.
El proceso a través del cual se desarrolla la identidad de un individuo forma
una parte importante del proceso general de desarrollo. Desde la infancia, la
persona busca descubrir quién es y qué quiere; sin embargo, el período de
la vida que se asocia más con la búsqueda de identidad es la adolescencia.

Esta imagen recrea la búsqueda de identidad en la adolescencia.

Fuente: Imagen extraída de <https://urbanastribus.wordpress.com>, disponible en:


<https://urbanastribus.wordpress.com/urbanas/>. Fecha de consulta: 10 de julio de
2016.

LECTURA OBLIGATORIA

Gómez Lillo, S. “La ocupación y su significado como factor influ-

OO yente de la identidad personal”. [en línea] Disponible en <http://


www.revistaderechoambiental.uchile.cl/index.php/RTO/article/
viewFile/149/131> [Consulta: 5 julio 2016]

En la clínica de terapia ocupacional, podemos pensar en las personas asisti-


das luego de un accidente o cuando se siente controlados por la propia enfer-
medad experimentan una falta de conocimiento que interfiere en el tratamiento
y recuperación. La ocupación utilizada en los espacios de terapia ocupacio-
nal, graduada y adaptada para el desempeño autónomo de la persona, es la
prioridad para construir identidad, una nueva identidad basada en la historia
ocupacional, pero sabiendo que el hacer cotidiano de hoy es la oportunidad de
la construcción exitosa de una imagen de uno mismo como ser ocupacional.
La construcción de la identidad es lo primordial en el espacio cotidiano de la
terapia.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


105

1.

KK Presente un ejemplo de caso clínico. Identifique y enumere aspectos de


su identidad ocupacional; justifique.

4.1.1. Competencia ocupacional e identidad


La competencia ocupacional es el grado en el cual una persona sostiene un
patrón de participación ocupacional que refleja la identidad ocupacional. Ser
competente es ser eficaz en el desempeño, es reconocer las habilidades y
poder utilizarlas de manera efectiva. Por lo tanto, mientras la identidad tiene
que ver con el significado y la imagen subjetiva de nuestro desempeño en la
vida, la competencia tiene que ver con colocar esa identidad en acción en
forma continua (Kielhofner, 2004).
Este mismo autor sostiene que la competencia ocupacional incluye el poder
cumplir las expectativas de los propios roles y los propios valores y estándares
de desempeño; mantener una rutina que nos permita ejercer responsabilida-
des; participar en una gama de ocupaciones que proporcionen un sentido de
capacidad, control, satisfacción y logro; y poder proseguir los valores propios
y tomar acción para lograr los resultados deseados en la vida.
La competencia comienza con el asumir responsabilidades y organizar
nuestra rutina diaria para cubrir responsabilidades básicas, desempeñar roles
ocupacionales y lograr una vida satisfactoria.
Christiansen (1999) sostiene que el concepto de competencia ocupacio-
nal explica cómo los individuos desarrollan comportamientos de adaptación,
cambiando sus capacidades y asimilando nuevos roles durante las diferentes
etapas de la vida, y cómo este desarrollo influye en el comportamiento.
Este concepto es utilizado también para explicar por qué una persona par-
ticipa en ciertas ocupaciones en un momento determinado de su vida. Las
personas realizan actividades para desarrollar su sentido de eficacia o compe-
tencia ocupacional. La necesidad de ser competente hace que las personas
busquen y acepten desafíos como parte fundamental de sus roles. Cuando
una persona, ya sea por una enfermedad o por falta de desempeño ocupacio-
nal, tiene definiciones pobres de sus roles, se siente incompetente y frustrada.
Robert White (1974) sostiene que la competencia es una necesidad intrín-
seca. La define como ser adecuado o tener habilidades suficientes para res-
ponder a las demandas de una situación o tarea. Describe además que los
impulsos básicos para explorar actividades y manipular objetos son la mani-
festación primaria de la competencia.
Términos que se utilizan como sinónimos de competencia son: causalidad
personal, autorrealización, autodeterminación. La competencia solo se alcan-
za con la experiencia, desarrollando destrezas y estrategias en resolución de
problemas y adaptándose a las limitaciones.
La competencia ocupacional está basada en el desempeño ocupacional
exitoso de la persona. Así, el propósito del comportamiento ocupacional es el
mantener la competencia ocupacional exitosa en respuesta a las demandas
de los roles. El desempeño competente se desarrolla como respuesta a los
estímulos de los desafíos de las tareas propuestas por los roles ocupaciona-
les. La competencia ocupacional está unida a los roles ocupacionales y varía
según varían las demandas de estos últimos, habitualmente en forma gradual
y progresiva. Según el grado en que la persona puede responder a las deman-
das de sus roles, deviene ocupacionalmente competente.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


106

Clarificación de términos:
•• Comportamiento ocupacional: es un conjunto de respuestas que permiten
al individuo mantener un rol competente.
•• Desarrollo ocupacional: la progresión sistemática de cambio que ocurre a
través de la vida, en respuesta a los desafíos de los roles ocupacionales
de los individuos.
•• Rol competente: logro de comportamientos que tienen una función social y
un código de normas aceptado.
•• Competencia: la habilidad para interactuar efectivamente con el ambiente,
desempeñando las tareas esenciales para el desarrollo de sus roles.

¿Cómo surge la competencia ocupacional?


El desarrollo de la competencia ocupacional requiere la finalización exitosa de
una serie de pasos. Surge cuando tienen lugar las circunstancias enumeradas
a continuación:

1. El individuo percibe el desafío en su rol.


2. Conoce qué se debe hacer para encontrar el desafío.
3. Percibe que es eficaz y armonioso con las posibilidades ambientales nece-
sarias para enfrentar el desafío.
4. Tiene deseos de acercarse al desafío.
5. Tiene un fuerte conocimiento de sus habilidades y está convencido de que
puede lograrlo.
6. Pone esfuerzo para pasar el desafío.
7. Los resultados o productos se aproximan o son como los esperados.
8. Los resultados son valorados por el individuo.

La competencia ocupacional está directamente relacionada con los roles


ocupacionales, basada en los valores de la persona dentro de los contextos
ambientales. Según cambian los roles, la persona y los recursos ambientales
cambian. La competencia está basada en el desempeño exitoso de tareas que
sostiene el tipo y nivel de actividad necesarios para encontrar las demandas
socialmente definidas de sus roles y se alcanza con el desempeño ocupacio-
nal. Esta no se desarrolla automáticamente con el pasar de los años, sino que
está unida al desempeño de los roles del individuo y varía según las demandas
de sus roles.
La competencia ocupacional fluye a través del desempeño ocupacional. Se
entiende por desempeño ocupacional el resultado que se asocia con la con-
fluencia de los factores de persona, entorno y ocupación. El grado en el cual
el desempeño es posible y se vuelve competente depende de la posibilidad
de ajuste de estos factores.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


107

Esta imagen representa la confluencia de los factores del desempeño:


persona, ocupación y entorno. El espacio en que se encuentran los tres
círculos es el desempeño ocupacional.

Fuente: elaboración propia. El enfoque de arriba hacia


abajo incluye comenzar a evaluar
por las ocupaciones diarias, el
trabajo, las actividades de la vida
Brown (2011) sostiene que las relaciones entre personas, ambientes y ocu- diaria instrumentales, el juego,
paciones son dinámicas y únicas. Interactúan continuamente y a través del el descanso o esparcimiento. Es
tiempo y el espacio. Por lo tanto, los terapistas ocupacionales deben abordar decir, se inicia la evaluación por
una revisión general del desempe-
cada situación como siempre cambiante y distinta. El ambiente es un factor
ño de la persona desde sus roles
importante de predicción de un desempeño ocupacional exitoso y satisfacto- de vida, su rutina diaria. Luego, si
rio: puede facilitar o inhibir el desempeño ocupacional y el desarrollo de la se evidencian dificultades específi-
identidad ocupacional. Todos los aspectos del ambiente (físico, social, cultu- cas, como cognitivas, motoras, de
comunicación, se siguen evaluan-
ral y temporal) deben ser evaluados para determinar influencias ambientales
do los componentes del desem-
relevantes. peño, las habilidades y destrezas
Para el desarrollo de la competencia ocupacional también es importante (cognitivas, motoras, sensoriales,
considerar intervenciones que cambien el entorno o encontrar una compati- de procesamiento, de comunica-
ción, etcétera). Primero se eva-
bilidad persona-ambiente, en lugar de utilizar exclusivamente intervenciones lúa el desempeño general según
que cambian a la persona. El desempeño ocupacional está determinado por la la rutina y roles de la persona y
confluencia de persona, ambiente y factores de la ocupación. Estos tres com- luego, si se observan déficits rele-
vantes, se evalúan los componen-
ponentes están cambiando constantemente y, a medida que estos factores
tes del desempeño. Este enfoque
cambian, también lo hace el desempeño ocupacional. La práctica de terapia es conocido como top down o
ocupacional comienza identificando las ocupaciones que la persona desea y de arriba hacia abajo.
necesita realizar. Mediante el uso de un enfoque de arriba hacia abajo, el área
diana en el desempeño ocupacional es identificada primero por el paciente o
familia.
Esto es seguido por una evaluación de las barreras o facilitadores en la
persona, el ambiente y la ocupación que afectan el desempeño.
La práctica de terapia ocupacional involucra la promoción de la autodeter-
minación y la inclusión de personas con discapacidad en todos los ambientes.
La persona toma la decisión primaria en el proceso de la terapia ocupacional.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


108

Los terapeutas ocupacionales deben actuar como defensores de las perso-


nas asistidas y apoyar a los pacientes en la autodefensa de sus derechos.

LECTURA OBLIGATORIA

Blesedell Crepeau, E.; Cohn, E. y Boyt Shell, B. (2011). “La

OO narrativa como clave del conocimiento”, en: Willard & Spackman,


Terapia ocupacional. 11ª ed. Ed. Médica Panamericana. Madrid, pp.
98-104.

4.1.2. Adaptación ocupacional


La adaptación ocupacional puede ser definida como la habilidad de una perso-
na para identificar y poder responder a las exigencias de una tarea o actividad.
Kielhofner (2004) la define como la construcción de la identidad ocupacional
positiva y el logro de competencia ocupacional con el tiempo en el contexto del
propio medioambiente. Esta definición reconoce que la adaptación ocupacional
tiene dos elementos distintivos e interrelacionados: la identidad ocupacional
y la competencia ocupacional. También especifica que la adaptación tiene
lugar en un contexto específico con sus oportunidades, limitaciones, apoyos
y demandas.
Kielhofner (2004) sostiene que la competencia y la identidad ocupacional
se desarrollan juntas en el tiempo; no es posible operar un punto de vista del
yo y la vida que no se haya desarrollado. La evidencia también sugiere que, si
bien la discapacidad puede afectar tanto la identidad como la competencia,
sus efectos son más pronunciados en la competencia (Mallinson et ál., 1998).
Por eso podemos afirmar que la adaptación es el producto de la interrela-
ción de la identidad ocupacional y la competencia ocupacional dentro de un
contexto y un entorno que limitan o facilitan la adaptación.

La adaptación ocupacional y sus dos componentes

Fuente: elaboración propia.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


109

Desarrollo y amenazas para la adaptación ocupacional


Como se presentó anteriormente, la adaptación ocupacional es la consecuen-
cia de la propia historia de participación en ocupaciones vitales dentro de un
ambiente, desde el momento en que aprendemos nuestras primeras formas
ocupacionales y comenzamos a participar en el mundo que nos rodea para
hacer cosas. Estas formas de participación ocupacional se van desarrollan-
do con el tiempo y en interdependencia con las oportunidades, amenazas,
limitaciones y posibilidades de los contextos y entornos donde tienen lugar.
Así, podemos decir que las características personales en interacción con el
ambiente influyen en la participación ocupacional.
Las personas van construyendo su identidad ocupacional y su sentimiento
de eficacia a través de la participación ocupacional continua. Identidad ocu-
pacional y competencia, sostiene Kielhofner (2004), se reconocen a medida
que desarrollamos y respondemos a los cambios vitales (que incluyen enfer-
medad y deterioro).
El grado de éxito en la adaptación ocupacional varía con el tiempo. La mayo-
ría de las personas experimentan, en un momento u otro, una amenaza a la
adaptación ocupacional o problemas en ella, que requieren la reconstrucción
de la identidad ocupacional y la competencia.
El uso de este razonamiento clínico requiere un esfuerzo intencional por
parte del terapista ocupacional para considerar el ambiente tan extensamen-
te como considera a la persona. Los modelos ecológicos brindan un marco
de referencia para pensar sobre la práctica de la terapia ocupacional pero no
delimitan evaluaciones o técnicas específicas; su práctica tiene un valor glo-
bal de estar centrada en el cliente-persona.

LEER CON ATENCIÓN

En la década de 1990, tres grupos de terapistas ocupacionales que tra-

LL bajaban en forma independiente crearon tres modelos separados que


destacaban la importancia de considerar el entorno en la práctica de
la terapia ocupacional. Los tres modelos son:
• el modelo de la Ecología del Desempeño Humano (Dunn; Brown,
y McGuillan, 1994),
• el modelo de Persona-Entorno-Desempeño ocupacional (Chris-
tiansen, y Baum,1997) y
• el modelo de Persona-Entorno-Ocupación (Law y cols., 1996).
Comparten numerosas similitudes y diferencias. Los tres modelos
dinámicos consideran el desempeño ocupacional como el resultado
primario de interés para los terapistas ocupacionales. Todos indican
que el desempeño es determinado por la persona, el ambiente (con-
texto y entorno) y la ocupación.

La persona y el terapista ocupacional colaboran en todas las etapas del pro-


ceso terapéutico y este comienza identificando lo que la persona desea o
necesita hacer en su vida.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


110

Brown (2011) ofrece un listado de preguntas que guían la identificación de lo que la per-
sona desea o necesita hacer:

Persona
•• Habilidades (motoras, cognitivas, sociales, psicológicas y sensitivas) ¿Cuáles son las
fortalezas intrínsecas de la persona? ¿Cuáles son las áreas potenciales de los deterioros
cognitivo, social y sensitivomotor?
•• Destrezas para la vida cotidiana: ¿Qué habilidades ha aprendido la persona y qué
habilidades no ha aprendido? ¿Qué habilidades ha dominado la persona y cuáles son
problemáticas?
•• Intereses: ¿Qué le gusta hacer a la persona?
•• Experiencias: ¿Cuáles son las experiencias de la vida que contribuyen o interfieren con
el desempeño ocupacional? ¿Cuáles son los principales acontecimientos en la vida de
la persona?; ¿Cuáles son los temas en la historia de la vida de la persona?

Entorno/contexto
•• Cultura: ¿Con qué grupos culturales se identifica? ¿Qué valores deriva la persona de
estos grupos culturales? ¿Las creencias y las experiencias de estos grupos culturales
aceptan a la persona? ¿Cómo influye la política pública en la capacidad de la persona
para participar en tareas u ocupaciones?
•• Social: ¿Los amigos y la familia están disponibles para brindar apoyo?
•• Físico: ¿El entorno construido o el entorno natural crean barreras contra el desempe-
ño? ¿La persona tiene acceso a objetos que facilitan el desempeño?
•• Temporal: ¿La persona puede participar en las ocupaciones que corresponden con las
etapas de la vida o de desarrollo de la persona? ¿La persona tiene demasiado tiempo o
no tiene tiempo suficiente para realizar tareas u ocupaciones importantes?

Ocupación/tareas
•• ¿Qué desea o necesita hacer la persona? ¿Qué ocupaciones o tareas se unen para crear
roles o la identidad de la persona? ¿Qué ocupaciones o tareas brindan significado a
la vida de la persona?

Desempeño o rango de desempeño


•• ¿Qué tareas u ocupaciones caen dentro del rango de desempeño o fuera de él? ¿Existen
factores relacionados con la persona, el entorno y contexto o la ocupación que inter-
fieren con el desempeño?

Intervención terapéutica
•• ¿Qué enfoque de la intervención sería el más eficiente y tendría los resultados más
convenientes? ¿Existen evidencias para sostener el enfoque de la intervención? ¿Qué
enfoque de intervención desea el receptor del servicio?

En consecuencia, se establece el escenario de modo que la evaluación y la


intervención no son impulsadas por el terapista, sino que están enmarcadas
en términos de lo que es más importante para la persona. Esta no es con-
siderada de forma aislada sino en términos del entorno en el que ocurre el
desempeño ocupacional. Las interrelaciones dinámicas de persona, entorno
y ocupación obligan al terapeuta a apreciar la singularidad de cada situación.
Esto significa que la práctica no es un protocolo inflexible aplicado a todos

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


111

los que tienen el mismo diagnóstico, sino un proceso meditado, razonado y


cooperativo de evaluación y de intervención centrado en la persona y la Ciencia
de la Ocupación.

4.2. Cultura y ocupación


El término “cultura” es notoriamente difícil de definir. Si se hace un recorrido
por este concepto y su uso en terapia ocupacional (Bonder, 2001), desde la
disciplina se lo ha definido como la experiencia aprendida y compartida que
proporciona a la persona y al grupo mecanismos eficaces para interactuar
tanto con los otros como con el entorno circundante.
La Asociación Americana de Terapia Ocupacional (2002) define la cultu-
ra como el conjunto de costumbres, creencias, patrones de actividad, están-
dares conductuales y expectativas aceptados por la sociedad de la cual es
miembro el individuo. Frank y cols. (2001) prefieren una definición que reco-
noce el estatus disputado de las culturas como compuestas por discursos y
prácticas que compiten dentro de los campos sociales caracterizados por la
distribución desigual de poder.
Los profesionales de terapia ocupacional intentan descubrir y sostener la
entidad de los clientes para obtener un significado de las acciones y activida-
des diarias, lo que exige la interacción con los mundos culturales en los cua-
les sus clientes han sido socializados (Bonder, 2001).
Pero la cultura es solo una característica humana distinta y no es posible
basarse en ella para explicar todos los fenómenos. Se deben reconocer tam-
bién las condiciones sociales y laborales cotidianas, los factores socioeconó-
micos y políticos que impactan sobre la salud y la ocupación.

LEER CON ATENCIÓN

A continuación encontrará un listado de las características más signi-

LL ficativas identificadas de la cultura:


• Real: la cultura no es algo concreto ni tangible, pero sin embargo
es observable y real. No la podemos ver como algo singular, ni
tampoco tocar, pero sus efectos nos rodean y convierten a la cul-
tura en una fuerza real.
• Se aprende: la cultura no se hereda. Las creencias y los valo-
res se nos enseñan tanto explícita como tácitamente en nuestras
familias, grupos de pertenencia, comunidades, medios de comu-
nicación, entre otros. Las decisiones acerca de qué usar, cómo
vestirse, dónde vestirse, a qué hora comer, qué comer, en qué o
quién creer, cuáles son las causas de las enfermedades, etcétera,
son aprendidas. De niños se van incorporando y luego, con el
transcurrir de la vida, vamos eligiendo qué de todo esto es lo que
queremos para nosotros y nuestro estilo de vida cotidiano.
• Compartida: la cultura no es idiosincrásica, sino es compartida
en la sociedad. Por ejemplo, los modos de saludar (un beso o más,
dar la mano, abrazar, el contacto visual, etcétera).

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


112

• Lenta: la cultura cambia, pero tiene un increíble poder de perma-


necer, es conservadora y no cambia con facilidad (Dickie, 2004).
Pero la cultura no es estática ni fija. Los valores, las actitudes, la
estética, las formas de vida, las artes, la mortalidad, las costum-
bres, las leyes y muchas otras cosas pueden cambiar en respuesta
a las fuerzas de la política, la historia, la economía, las creencias,
etcétera. La cultura es dinámica.
• Valores: la cultura impulsa valores humanos. Los valores que
hemos internalizado guían elecciones ocupacionales y nuestras
rutinas diarias para hacer que las cosas se hagan.
• Invisible: La cultura es, para aquellos que participan en ella, invi-
sible. Está incorporada y se da por sentad

2.

KK Ejemplifique con situaciones ocupacionales de la vida cotidiana cada


una de las características presentadas anteriormente (real, se aprende,
compartida, lenta, valores e invisible).

Como terapistas ocupacionales, a menudo estamos en contacto con personas


que, debido a una desgracia o a un período de crisis, luchan por decidir lo
que es correcto o bueno. Respetamos sus culturas dándoles un espacio de
sostén psicológico en el cual sea significativo lo que les ha sucedido, para
que puedan aplicar los valores por los que han vivido. En toda intervención
profesional entran en juego la cultura y las diferencias culturales que existen
entre el individuo, el grupo y el profesional. Por eso, es de suma importancia
poder reconocer qué es la cultura y cómo influye en las ocupaciones cotidianas
de manera inconsciente e invisible. Solo haciendo visibles y conscientes los
elementos que la componen se puede intervenir empática y profesionalmente
en esa comunidad. La cultura es lenguaje silencioso que se transmite de
generación en generación con el hacer cotidiano.
Christiansen (1991) define la cultura como un sistema de patrones apren-
didos de comportamiento compartidos por miembros de un grupo, que provee
mecanismos efectivos para la interacción. Kielhofner (1995) sostiene que la
cultura consiste en las creencias y las percepciones, los valores y las normas,
las costumbres y los comportamientos compartidos por un grupo o sociedad,
que se transfieren de generación a generación a través de la educación for-
mal e informal.
A partir de allí, podemos destacar que la cultura es un sistema de aprendi-
zaje de patrones de comportamiento que se desarrolla y transmite en el pro-
ceso de socialización. Esta es compartida por los miembros de un grupo, no
es propiedad de un individuo y provee al individuo y al grupo de mecanismos
efectivos para interactuar con otros y con el medio.
La cultura es el lenguaje silencioso que influye sobre nuestras ocupacio-
nes cotidianas: el cuándo, qué, con quién, cómo, dónde y cuánto tiempo la
ocupación tiene lugar. Está compuesta por diferentes dimensiones o patrones
observables sostenidos por grupos amplios, por eso se dice que es multidi-
mensional. El origen de los valores culturales e influencias es la familia, que

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


113

influye en las ocupaciones. Esta influencia se va modificando y ampliando en


el proceso de socialización con pares, amigos, colegio, trabajo, comunidad.
Podríamos afirmar que cada individuo aprende estilos culturales que constitu-
yen la guía de su comportamiento cotidiano, al pertenecer a una familia, a un
grupo de pares, en una comunidad ubicada en cierta región geográfica.
El terapista ocupacional debe evaluar la identidad cultural de la población,
para proponer actividades o programas sensibles a la comunidad y mejorar
su intervención, conociendo también sus propios filtros culturales. Si esto no
es considerado, al profesional le será difícil crear relaciones terapéuticas de
empatía, comunicarse fluidamente y así planificar objetivos y metas significa-
tivas para esa comunidad.
Algunos factores que pueden influir en el desempeño ocupacional son, por
ejemplo:

•• cómo es la utilización del tiempo dedicado al descanso, el juego, la produc-


tividad y el esparcimiento;
•• el sentido de espacio personal,
•• los roles asumidos en la familia (tareas que realizan los hijos varones, las
hijas mujeres, cuidado de los hijos, las tareas del hogar, el trabajo),
•• los valores relacionados con las finanzas (qué se gasta, en qué, quién lo
hace),
•• las creencias sobre las causas de las enfermedades,
•• las fuentes de apoyo social (a quién pedir ayuda, a quién consultar),
•• la cantidad y el tipo de asistencia que se puede dar o recibir, los estilos
para expresar sus emociones (besos, abrazos, regalos),
•• el nivel socioeconómico, los códigos de comunicación verbal y no verbal,
•• el estilo y la utilización del humor.

Resumiendo, la cultura es real, aprendida, compartida, invisible y dinámica.


Es real porque se observa a través del desempeño ocupacional de las perso-
nas. No surge mágicamente, ella se aprende y se transmite de generación a
generación. Es compartida por los miembros de una familia, grupo o sociedad.
Es invisible por ser el lenguaje silencioso que acompaña el aprendizaje ocupa-
cional. Dinámica ya que cambia de generación a generación, según la persona
participe en diferentes grupos sociales.

LECTURA OBLIGATORIA

McGruder, J. (2001). “Cultura, raza, etnia y otras formas de diver-

OO sidad humana en terapia ocupacional”, en: Blesedell Crepeau, E.;


Cohn, E. & Boyt Shell, B. (2011). Willard & Spackman, Terapia
Ocupacional. 11ª ed. Ed. Médica Panamericana. Madrid, pp. 55-68.

3.

KK Considere algunas actividades rutinarias de su vida cotidiana. Identifique


qué factores culturales la acompañan.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


114

4.2.1. Identidad y cultura


Recordemos que una de las premisas de la terapia ocupacional es que el hom-
bre es un ser activo que, a través de la historia, ha estado y está haciendo.
Así, la profesión de terapia ocupacional fue creada en el convencimiento de
que el compromiso de la persona con las actividades influye en el bienestar
físico y mental.
Los terapeutas ocupacionales consideramos que las actividades son inhe-
rentes al individuo y que a través de su realización se satisfacen necesidades
y deseos. También se pone el énfasis en que, al desempeñarse en estas acti-
vidades, aun en las más básicas como alimentarse y vestirse, y otras que no
lo son, como jugar a las cartas, el ser humano tiene un propósito, es decir,
las realiza de acuerdo a lo que se quiere conseguir, lo que significa que se ha
vislumbrado en este sentido de antemano un posible resultado. Pero, tanto
o más importante que el propósito del hacer, desde el punto de vista de la
terapia ocupacional y la Ciencia de la Ocupación, es que la ejecución de estas
actividades que además tiene un significado convierte a estas actividades en
únicas para el individuo que las realiza porque implican interpretación perso-
nal. Así, los individuos evalúan su hacer de acuerdo con el significado que
cada uno le da y que está influenciado por gustos, historia personal y por la
creencia de que lo que se hace dentro de las circunstancias de ese momento
es lo correcto. De este modo, en la perspectiva de la Ciencia de la Ocupación,
si al realizar cualquier tipo de actividad se tiene un propósito y un significado,
se transforma en ocupación. Es importante no olvidar que mi propósito puede
ser distinto al de otra persona con la que estoy compartiendo mi hacer.
En las sociedades occidentales, el significado de nuestro hacer, especial-
mente el relacionado con la productividad personal, es crítico en la valoración
del individuo. A través de él se adquiere identidad, la que está estrechamen-
te unida e influenciada por el autoconcepto (inferencias que hacemos acerca
de nosotros mismos), la autoestima (evaluación del autoconcepto) y el dis-
tinguirnos de los demás (yo soy, yo hago), lo que nos lleva a diferentes gra-
dos de satisfacción y agrado. Además, se crea una identidad reconocida por
otros: familia, amistades, compañeros de trabajo y la sociedad en general. La
identidad es, por lo tanto, quién soy yo en el engranaje de la sociedad en que
me desempeño; la identidad social es cómo me ven los demás integrantes de
mi grupo social. Así, la identidad del individuo como trabajador incluye tanto
la construcción personal del propósito y significado del trabajo como el nivel
de éxito, personal y colectivo, que le da legitimidad personal y social. Por lo
tanto, las ocupaciones son agentes poderosos que dan significado a la vida y
facilitan la construcción de la identidad.
En la relación ocupación–significado–identidad es importante tomar en
cuenta que las diferentes sociedades han creado sistemas de vida para ser
asumidos por las personas que las integran de acuerdo a valores, creencias
y modos de vida del grupo que las componen. Así, el significado moral, espi-
ritual o práctico que cada persona da a las ocupaciones que desempeña va a
estar influenciado por los criterios y la cultura de esta sociedad. Como Fidler
(1972) sostuvo que el individuo conoce sus potenciales, limitaciones y las
posibilidades del medio, al actuar alcanza un sentido de competencia y valor
intrínseco; pero también al actuar, a través de sus ocupaciones, el individuo
organiza su vida y va conformando, como ya se analizó, su identidad personal.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


115

Experimentamos el significado de nuestro hacer a través del tiempo y así


vamos formando nuestra identidad personal, que se va modificando, reafirman-
do, tomando coherencia y significado a través de las situaciones diarias a lo
largo de nuestra vida. A través del tiempo, nos formamos una imagen positi-
va o negativa de nuestra habilidad para desempeñarnos ocupacionalmente,
interpretamos el grado de aceptación de la sociedad y programamos nuestras
acciones de acuerdo a lo que creemos ser o queremos llegar a ser; así, en
alguna medida, nos estamos auto influenciando como seres ocupacionales,
usando la experiencia. Todos, en algún momento de la vida, hemos cuestiona-
do nuestras habilidades e interpretado el proceso y el resultado principalmen-
te sobre la base de nuestra percepción y de nuestra afectividad. Por lo tanto,
en la identidad personal hay un desarrollo continuo que está influenciado por
las relaciones sociales.
El significado del hacer a través del tiempo forma nuestra identidad. En el
transcurso de la vida esta identidad puede modificarse, reafirmarse, tomar
coherencia y significado. Todos estos factores nos dan una imagen positiva
o negativa de nuestra habilidad de participación social. En resumen, las ocu-
paciones son poderosos agentes que nos ayudan a organizar nuestras vidas,
les dan significado, crean identidad y promueven la participación social dentro
de un contexto cultural.

Diversidad cultural

Fuente: Imagen extraída de <https://www.emaze.com>, disponible en: <https://www.


emaze.com/@AOLCOTLR/EXPOSICION-FINAL-CULTURA-DE-CALIDAD.
pptx>. Fecha de consulta: 10 de julio de 2016.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


116

Actividades y cultura

Fuente: Imagen extraída de <http://www.ojosdecafe.com>, disponible en: <http://


www.ojosdecafe.com/cultura/noticias/nuevo-lanzamiento-de-subsidios-para-la-cultura.
html>. Fecha de consulta: 10 de julio de 2016.

4.3. El proceso terapéutico basado en la identidad


ocupacional
La idea general que existe detrás de toda intervención de terapia ocupacional
es asistir al paciente a desarrollar y utilizar las habilidades que necesita para
poder funcionar de la manera más autónoma posible, dentro de los límites de
sus posibilidades, mejorar su salud y su participación ocupacional.
El “Marco de Trabajo para la Práctica de Terapia Ocupacional: Dominio y
Proceso” (AOTA, 2010/2014) presenta en detalle todo el proceso de terapia
ocupacional, en este apartado se hará referencia a lo trabajado en ese texto
a modo de presentación general, y se profundiza en cómo esos lineamientos
pueden ser aplicados en salud mental. El “Marco de Trabajo” define el proce-
so de terapia ocupacional como el modo en que los profesionales de terapia
ocupacional ponen en práctica sus conocimientos para proporcionar servicios
a los clientes. El proceso incluye el uso de las ocupaciones, la evaluación, la
intervención y los resultados.
El uso de la ocupación incluye el razonamiento clínico que puede estar
basado, en nuestro caso, en la Ciencia de la Ocupación, la autonomía, el aná-
lisis del desempeño, la graduación y adaptación de las ocupaciones.
La evaluación se centra en buscar información sobre lo que el paciente
quiere y necesita hacer, determinar lo que el paciente puede hacer y ha hecho
e identificar los factores que actúan como apoyo o limitación a la salud y la
participación. Esto incluye el perfil ocupacional y el análisis del desempeño
ocupacional.
El perfil es el primer paso en el proceso de evaluación y nos proporciona
un conocimiento del historial y las experiencias ocupacionales del cliente, sus
patrones de vida, intereses, valores y necesidades. Se identifican los proble-
mas y preocupaciones del cliente acerca de llevar a cabo sus ocupaciones y
las actividades de la vida diaria y se determinan las prioridades del cliente.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


117

El análisis del desempeño es el paso del proceso de evaluación en el que


se identifican de manera más específica los problemas actuales y potencia-
les del cliente. A menudo se observa el desempeño en su entorno real para
identificar qué factores facilitan el desempeño y cuáles lo limitan. Se tienen en
cuenta las destrezas y los patrones de ejecución, el entorno y contextos, las
demandas de actividad y las características del cliente, pero solo se seleccio-
nan aquellos aspectos que pueden ser evaluados específicamente. Se identi-
fican los resultados que se deseen (AATO, 2008).
El proceso de intervención consiste, según el “Marco de Trabajo” (AATO,
2008), en facilitar la participación en la ocupación relacionada con la salud, a
través de las medidas adoptadas por los profesionales de terapia ocupacional
en colaboración con el cliente. La información obtenida en el proceso de eva-
luación es utilizada para organizar el plan de intervención, la aplicación de la
intervención y la revisión de lo hecho. El plan guiará las acciones tomadas que
se desarrollarán en colaboración con el cliente. Estará basado en una selec-
ción de teorías, marcos de referencia y evidencia. Se confirman los resulta-
dos que se deseen (AOTA, 2008).
La aplicación de la intervención es el conjunto de acciones en curso que
se toman para influir y apoyar el progreso en el desempeño del cliente. Las
intervenciones se dirigen hacia los resultados identificados. Las respuestas
del cliente se supervisan y se documentan. Se realiza la revisión de la inter-
vención y del proceso, así como del progreso hacia los resultados esperados.
El resultado global del proceso de la intervención de Terapia Ocupacional
es apoyar la salud y la participación en la vida mediante el compromiso con
las ocupaciones. Los resultados se definen como dimensiones importantes
de la salud, que se atribuyen a las intervenciones, e incluye la capacidad para
la función, las percepciones de salud y la satisfacción con el cuidado. Son el
resultado final del proceso de terapia ocupacional y describen lo que puede
lograr la intervención de terapia ocupacional con los clientes (AOTA, 2008).
Si este proceso de intervención de terapia ocupacional está basado en la
Ciencia de la Ocupación y su filosofía, el terapista ocupacional centra la inter-
vención en la persona asisitda. En la etapa de evaluación, por ejemplo, una
vez que la persona identifica las áreas relevantes del desempeño ocupacional,
el proceso se dirige a determinar características de la persona, el ambiente
y la ocupación. Luego sigue el proceso de intervención, que debe estar sus-
tentado en las evaluaciones aplicadas. Estas intervenciones pueden seguir
muchas direcciones y aquellas dirigidas al entorno y contexto deben ser siem-
pre consideradas como una opción.
Más aún, la práctica de terapia ocupacional no está limitada a los proble-
mas existentes sino que incluye un aumento del desempeño ocupacional y la
prevención de los problemas del desempeño. La aplicación de la Ciencia de
la Ocupación, su visión y filosofía, en la clínica de terapia ocupacional implica
la incorporación rigurosa de la defensa de los derechos de las personas con
discapacidad. La justicia ocupacional significa que los terapistas ocupacio-
nales deben participar también a nivel de sistemas, apoyando la política que
promueve la participación plena en todos los aspectos de la vida comunitaria.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


118

LECTURA OBLIGATORIA

Pellegrini Spangenberg, M. (2013). “Proceso de evaluación

OO para el diagnóstico ocupacional”, en: Sánchez, O.; Polonio, B. &


Pellegrini, M. (2013) Terapia Ocupacional en Salud Mental, teo-
ría y técnicas para la autonomía personal. Ed. Médica Panamericana.
Madrid, pp. 185 -196.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


119

Justicia ocupacional

Objetivos:
•• Comprender el concepto de justicia ocupacional.
•• Conocer la participación ocupacional.
•• Comprender la interacción entre justicia ocupacional y terapia ocupacional.

5.1. Desarrollo del concepto de justicia ocupacional


El concepto de justicia ocupacional surgió a mediados de los años 1990, con
las terapistas ocupacionales Dra. TO Elizabeth Townsend, de la Universidad
de Dalhousie, Nova Scotia, Canadá (1993) y la Dra. TO Ann Wilcock: de la
University of South Australia (1998). Ellas propusieron, siendo ciudadanas de
dos de las naciones más ricas del mundo, armar una estructura de participa-
ción en el marco de la justicia ocupacional cuando una población con cierta
limitación por discapacidad, clase social, edad u otras características sea
excluida de una ocupación significativa. Comenzaron compartiendo el interés
sobre la búsqueda de fundamentos ocupacionales de la existencia humana
y los principios de atribución de poder y justicia de la práctica centrada en el
cliente. Una justicia ocupacional en relación a la salud está asociada a reali-
zar actividades con propósito y significativas para la persona, que facilitan el
empoderamiento a través de la ocupación.
El concepto de justicia, entonces, está relacionado con el poder reconocer
y satisfacer las necesidades ocupacionales de los individuos y comunidades,
como parte de los derechos y del empoderamiento de la sociedad.
La justicia ocupacional es tener igualdad de oportunidades y recursos para
permitir a los individuos involucrarse en ocupaciones significativas.
La ocupación significativa permite la expresión de las capacidades y la
espiritualidad personal y conectarse con las comunidades para transformar-
las y transformarnos. La justicia ocupacional es complementaria de la justicia
social. Así, la justicia es pensada en relación con las oportunidades y los recur-
sos necesarios para la participación ocupacional suficiente que logra satisfa-
cer las necesidades personales y el ejercicio de la plena ciudadanía. Townsend
y Christiansen (2004) sostienen que la justicia se experimenta cuando se rea-
lizan ocupaciones con significado y sentimiento de plenitud y enriquecimiento
espiritual. Estos autores sostienen que poder participar en una serie de ocu-
paciones que colaboren a obtener salud e inclusión social, elegir y compartir
la toma de decisiones de la vida cotidiana, recibir iguales privilegios que el
resto de la sociedad para participar en diferentes ocupaciones es el ejercicio
de la justicia ocupacional.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


120

Las injusticias sociales comienzan cuando las sociedades toleran la priva-


ción, la marginación social y el desequilibrio ocupacional. Estas son experi-
mentadas a través de actividades cotidianas, situaciones de estrés no resuel-
tas de los individuos, grupos y sociedades. Algunas de las consecuencias
ocupacionales que Wilcock (1998) identificó frente a la experiencia de situa-
ciones de injusticia ocupacional que amenazan el bienestar y la calidad de vida
de las personas son: el desequilibrio ocupacional, la deprivación ocupacional
y la alienación ocupacional.
El desequilibrio es la falta de balance entre las áreas del desempeño ocupa-
cional, que se manifiesta cuando las tareas y actividades relacionadas a los roles
de la persona exigen tanto tiempo para su desempeño que las horas del día no
alcanzan; esto sucede de manera sostenida durante semanas. El desequilibrio
ocupacional puede experimentarse por tener demasiadas tareas y actividades exi-
gidas por los roles de vida; o también, por la falta de ocupaciones y tareas durante
el día. Por ejemplo, una persona adulta padre de familia que se queda sin trabajo,
está mucho tiempo ocioso sin propósito. Entonces comprende la falta de equi-
librio entre trabajo, descanso, autocuidado y juego-ocio, que no logra satisfacer
las necesidades de salud físicas, sociales o mentales únicas de cada individuo.
La deprivación ocupacional ocurre cuando hay limitaciones o circunstancias
que no permiten que la persona adquiera, utilice o disfrute de la actividad. Las
condiciones que conducen a la deprivación ocupacional pueden ser las situa-
ciones de aislamiento, la falta de acceso a los recursos, la discapacidad, la
falta de transporte, la pobreza, etcétera.
Por último, la alienación ocupacional es un sentido de extrañeza y falta de
satisfacción en las ocupaciones propias. Las tareas o el trabajo que se per-
ciben como estresantes, no significativas o aburridas, pueden causar aliena-
ción ocupacional. Enfrentarse a un cambio rápido o abrupto puede tener un
resultado similar.
El desequilibrio, la deprivación y la alienación ocupacional son factores de
riesgo para problemas de salud. También pueden conducir al desarrollo de
otros factores de riesgo, que puedan dar como resultado mayores problemas
de salud y sociales.

5.1.1. Clarificación de términos


La justicia ocupacional es un aspecto integral pero solo recientemente reco-
nocido por la terapia ocupacional. Desde los comienzos de la profesión, los
terapistas ocupacionales basaron sus intervenciones en la idea que las ocu-
paciones contribuyen a la salud y que las personas tienen tanto la necesidad
como el derecho de participar en ocupaciones significativas (Dunton, 1915;
Meyer, 1922; Wilcock, 1998).
Es importante poder diferenciar algunos términos que se utilizan al hablar
de justicia ocupacional. Los que identificamos como prioritarios son: justicia,
la exclusión social, el apartheid, la marginalidad, la vulnerabilidad, la partici-
pación social y la justicia ocupacional.
La justicia ha sido definida de muchas formas durante la historia. Ha sido
igualada a palabras como “derechos” y “equidad”, entre otros. Este término
se aplica frecuentemente a los sistemas legales, pero también se utiliza para
defender la igual distribución de recursos y la discriminación positiva en tér-
minos de la personas marginadas (Norton, 1994).

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


121

La exclusión social es un concepto que se popularizó en Francia durante


la década de 1980 para referirse a los sectores desfavorecidos y afectados
por nuevos problemas sociales (desempleo, guetos, cambios en la estructu-
ra familiar). La exclusión social es un concepto multidimensional, que afecta
negativamente a los diferentes aspectos del desarrollo humano, no solo los
materiales.
La European Foundation (1995) la define como el proceso mediante el cual
los individuos o grupos son total o parcialmente excluidos de una participación
plena en la sociedad en la que viven. Se identifican algunas dimensiones de
la exclusión social; estas son:
•• La estructural o económica, que se caracteriza por la carencia de recursos
materiales que afecta a la subsistencia.
•• La contextual o social, que incluye la falta de integración en la vida familiar
y en la comunidad a la que se pertenece.
•• Por último, la subjetiva o personal, que identifica la ruptura de la comunica-
ción, la debilidad de la significación y la erosión de los dinamismos vitales
(confianza, identidad, reciprocidad, etcétera).

La exclusión es el resultado de una triple ruptura, la laboral, la de pertenen-


cia social y la de las significaciones. Los excluidos sociales son no solo los
pobres, sino también los sin techo, los imposibilitados para acceder al mer-
cado de trabajo, los que carecen de derechos civiles y políticos (inmigrantes
sin papeles), los ancianos que viven solos, los habitantes de zonas margina-
les, los culturalmente alienados, etcétera. García Roca (1998) subraya que
para combatir la exclusión y avanzar en la integración hacen falta estrategias
orientadas a la participación, la integración laboral, el empoderamiento y otras
actividades que posibiliten el fortalecimiento y la integración de la persona en
su comunidad.
El apartheid ocupacional social está identificado por la fragmentación y
la fractura social y de territorio. Es la existencia de dos mundos separados y
opuestos, cada uno con principios propios de solidaridad y dinámica social
que persiste de generación a generación.
La vulnerabilidad es probablemente el concepto con mayores similitudes
con el de exclusión social. Aunque la vulnerabilidad a veces se identifique de
manera simplista con la pobreza (entendida habitualmente como carencia de
ingresos o de consumo), en realidad incluye también otros elementos, como
la inseguridad, la indefensión y la exposición al riesgo.
La justicia social es otro concepto sobre los derechos, la equidad y la
imparcialidad. Como parte aceptada de las sociedades posmodernas, este
concepto de justicia se centra en las relaciones y condiciones sociales jus-
tas independientemente de las diferencias de etnia, clase, sexo, ingresos o
discapacidad.

CC
La justicia social se aplica a la distribución ética y compartida de recursos, de-
rechos y responsabilidades entre las personas y reconoce su valor de igualdad
como ciudadanos, el mismo derecho a poder satisfacer necesidades básicas,
la necesidad de ampliar las oportunidades y las posibilidades vitales tanto co-
mo sea posible, y finalmente el requerimiento de reducir y, cuando sea posible,
eliminar desigualdades injustificadas (Wilcock y Townsend, 2011).

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


122

Otro término que se debe analizar en el de marginalidad. Para esto es


interesante considerar el término “marginal”, que se utiliza para referirse a
todo aquello que se encuentra al margen, en el extremo u orilla de un objeto,
especialmente cuando se habla de las páginas. La marginalidad es una situa-
ción caracterizada por la participación en actividades no relevantes al funcio-
namiento del sistema. La marginación de cualquier tipo implica un serio caso
de discriminación contra el individuo en cuestión. Las personas en condición
de marginales viven en la miseria, sin posibilidad de acceder a las oportunida-
des, por ejemplo, de estudiar, de tener una cobertura de salud, una vivienda
digna, entre otras problemáticas.
Se pueden identificar muchos factores y causas que lleven a una persona
a la condición de marginal; la falta de trabajo resulta ser uno de los factores
determinantes y más recurrentes a la hora de decretar la marginalidad de una
persona. Puede no ser una cuestión de un solo individuo, sino de un grupo
social, una etnia, un grupo religioso, entre otros (los gitanos, los pobres).
La participación social es la promoción, cooperación y apoyo a la creación
de mecanismos y redes de participación comunitaria, promoviendo la igualdad
de oportunidades entre mujeres y hombres, para poder escuchar y tener en
cuenta la diversidad de necesidades de todas las personas que forman parte
de una comunidad, independientemente de su condición, situación, sexo,
edad, etnia, orientación sexual, etcétera.
En terapia ocupacional, el Marco de Trabajo de Terapia Ocupacional iden-
tifica a la participación social como una de las ocupaciones del desempeño
ocupacional. La define como los patrones de comportamiento organizados
que son característicos y esperados de un individuo o de una posición deter-
minada dentro de un sistema social. Abarca la participación en la comunidad
(barrio, trabajo, escuela, etc.); la participación en la familia (roles familiares)
y la participación con compañeros–amigos (diferentes niveles de intimidad).
La justicia ocupacional se equipara también con palabras como “dere-
chos”, “equidad” e “imparcialidad”. También se aplica al derecho de todo
individuo de poder satisfacer las necesidades básicas, y tener oportunidades
y posibilidades en la vida que sean equitativas para alcanzar su potencial,
pero específicamente con relación a su participación en ocupaciones diver-
sas y significativas. La justicia ocupacional es una justicia de diferencias por-
que las personas tienen diferentes naturalezas, necesidades y capacidades
que se expresan a través de lo que hacen. Por lo tanto, la justicia ocupacional
requiere el desarrollo de la naturaleza ocupacional basada en la persona, sus
valores, intereses, posibilidades y recursos.
Wilcock (2011) realiza un análisis comparativo de la justicia ocupacional y
la justicia social en función de un interés compartido en la justicia.

LECTURA OBLIGATORIA

Townsend, E.; Whiteford, G. (2004). “Una estructura de parti-

OO cipación en el marco de la justicia ocupacional, procesos basados en


la comunidad”. En Kronenberg, F.; Simó, S.; Pollard, N. (2006).
Terapia Ocupacional sin fronteras, aprendiendo del espíritu de los super-
vivientes. Ed. Médica Panamericana. Madrid, pp. 110-126.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


123

1.

KK a. Elabore una carpeta con imágenes que representen para usted situa-
ciones de justicia, exclusión social, apartheid, marginalidad, vulne-
rabilidad, participación social y justicia ocupacional.
b. Describa qué historias ocupacionales pueden estar asociadas a esas
imágenes.

5.1.2. La participación social


La Organización Mundial de la Salud utiliza la expresión participación ocu-
pacional para referirse al compromiso de una persona en situaciones vitales
(OMS, 1999).
Cacciavillani, Cristiani, Prada y Anderson (2012) señalan que la participa-
ción en el trabajo, el juego y las actividades de la vida diaria, que forman parte
del propio entorno sociocultural, implican dos dimensiones: por un lado, el
desempeño ocupacional como producto (dimensión visible); por otro, el des-
empeño como experiencia subjetiva (dimensión invisible) con significado. Las
autoras integran esto con la propuesta de Kielhofner (2004) sobre la impor-
tancia del compromiso con el hacer desde una significación personal y social.

LECTURA OBLIGATORIA

Cacciavillani, M. F.; Cristiani, L. S.; Prada, M. C.; Anderson,

OO M. (2012). “Participación ocupacional, un fenómeno complejo”.


[en línea] IV Congreso Internacional de Investigación y Práctica
Profesional en Psicología XIX Jornadas de Investigación VIII
Encuentro de Investigadores en Psicología del Mercosur. Facultad de
Psicología - Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires. Disponible
en: <http://www.aacademica.com/000-072/954> [Consulta: 23 abril
2016].

2.
KK Del material de lectura obligatoria, realice un cuadro conceptual inte-
grando el recorrido y análisis de la participación ocupacional según las
autoras.

Kielhofner (2004) describe la participación ocupacional del hombre a través


de la historia como una adaptación permanente, dinámica y cambiante a
las necesidades que van surgiendo en los diversos entornos, teniendo que
adaptarse a ellos y siendo a su vez el hombre autor de los cambios que se
producen en la sociedad. Históricamente, se distingue la ocupación y su par-
ticipación desde un enfoque personal que involucra aspectos relacionados a
los comportamientos que dependerán de las destrezas del desempeño y el
significado atribuido a cada ocupación, así como de las características que
implican los entornos físico y social.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


124

Podemos comprender que la participación social tiene muchas dimensio-


nes de análisis. También se puede sostener que está íntimamente relacionada
con la ocupación, como medio para desarrollar destrezas de desempeño que
facilitan la inclusión social. La participación atraviesa el uso de las ocupacio-
nes en diferentes niveles: de intimidad, como las actividades de la vida diaria,
etcétera; otras de nivel social, como el trabajo o el esparcimiento. Todas las
ocupaciones se articulan con el ambiente a través de la participación social.
Wilcock (1998) sostiene que el bienestar psicológico y social, aspectos
esenciales en el concepto actual de salud, está vinculado a la capacidad
del ser humano de desarrollar ocupaciones socialmente valoradas. De esta
forma, el desempeño o realización de actividades de autocuidado y automan-
tenimiento, productivas, educativas, lúdicas y de ocio, permiten a un sujeto
participar como un miembro que contribuye a su entorno personal, social, cul-
tural y económico.
Por un lado, desde esta perspectiva, la ocupación en sí misma constituye
una entidad que promueve y favorece la adaptación al medio, en tanto que
sostiene la integración y participación activa del individuo en el entramado
social y cultural al que pertenece. Por tanto, las ocupaciones que una perso-
na aprende y es capaz de realizar condicionan el grado en que ese individuo
es capaz de adaptarse y participar socialmente.
Por otro lado, la participación del ser humano en ocupaciones contribuye
a la organización temporal de la adaptación al medio. Los patrones ocupacio-
nales determinados culturalmente regulan y organizan el discurrir del tiempo:
estructurando el transcurrir del día, la semana y el año alrededor de esque-
mas regulados por la ocupación; delimitando periodos de actividad y descan-
so, vacaciones, esparcimiento o celebración. Asimismo, estructuran y orga-
nizan el quehacer humano a lo largo de la sucesión de los estadios del ciclo
vital. Así, en general, la infancia se caracteriza por el juego, la madurez por el
trabajo y la vejez por el ocio o la dedicación a la familia.
La ocupación constituye una entidad que favorece y promueve la participa-
ción e integración social a través de la adquisición, mantenimiento, mejora o
recuperación del desempeño de actividades ligadas al automantenimiento y
el autocuidado, la educación, la productividad, el ocio y el juego, incidiendo,
en último término, en la salud y bienestar individual.
Considerando estas características, la ocupación puede ser utilizada como
método terapéutico en la medida en que:

•• Promueve el aprendizaje y la adquisición de habilidades y destrezas ligadas


al desempeño de actividades de automantenimiento y autocuidado, educa-
tivas y productivas y de ocio y lúdicas.
•• Favorece la participación e integración social, a través de la adquisición,
mantenimiento, mejora o recuperación del desempeño de actividades liga-
das al automantenimiento y autocuidado, la educación y la productividad
y el ocio y el juego.
•• Favorecer la participación social, a través de la modificación y adaptación
de las ocupaciones que un individuo desempeña o del entorno físico o
social en que tiene lugar ese desempeño.

Como advierte Reed (1999), la realización o participación en distintas ocu-


paciones a lo largo del ciclo vital de un individuo coopera a la maduración
sensorial, física y psicológica, al desarrollo social y emocional del sujeto y

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


125

al aprendizaje de habilidades y destrezas para su adaptación al entorno. Por


tanto, la ocupación humana está estrechamente vinculada con el proceso de
desarrollo ontogenético individual. Kielhofner (1995) asegura que la implica-
ción de los seres humanos en actividades productivas, juegos y actividades
lúdicas y actividades de la vida diaria, genera y mantiene cambios en las capa-
cidades, creencias y disposiciones del individuo. De esta forma, el comporta-
miento ocupacional contribuye a la organización y desarrollo de las estructuras
físicas y al desarrollo psicológico, afectivo y social.
Desde este enfoque, las ocupaciones también son entendidas como aso-
ciaciones dinámicas: cuando participamos en ellas, tienen el potencial de
transformar a la persona, el contexto, el tiempo y el orden sociocultural, sien-
do producto de múltiples interrelaciones entre el contexto ambiental específi-
co, las experiencias simbólicas de los individuos y la cultura (Zemke y Clark,
1996). Aun en la diversidad de definiciones sobre ocupación, el foco de la
Ciencia de la Ocupación no es solo la actividad en sí, sino también los acto-
res sociales que participan en ocupaciones dentro de contextos sociales, cul-
turales e históricos de su mundo vivido. Se interesa por cómo vive y aprende
la gente en la vida diaria; da importancia a la relación entre actividad, partici-
pación y salud; destaca cómo la participación social y las estructuras sociales
exigen la salud, la participación, la calidad de vida y la experiencia humana.

5.2. Justicia ocupacional y terapia ocupacional


La terapia ocupacional desde su intervención debe poder evaluar la identidad
ocupacional a través de entrevistas etnográficas, historias narrativas, utilizan-
do objetos significativos que faciliten la expresión de emociones e historias
ocupacionales, diagnosticando el grado de locus de control de la persona
sustentado en su desempeño ocupacional histórico en diferentes contextos.
Los seres humanos construyen su identidad ocupacional en diferentes con-
textos de la vida; por ello, el terapeuta ocupacional debe poder comprender la
narrativa de la persona asistida como ser ocupacional y esta es la pieza cen-
tral del tratamiento. Un programa terapéutico será efectivo si, como terapeu-
tas ocupacionales, somos capaces de diseñar experiencias terapéuticas que
“encajen” dentro de los amplios contextos de la vida de la persona. Se debe
incorporar en el proceso terapéutico las dos dimensiones de la ocupación: el
significado o lo invisible, por un lado, y el desempeño valorable o lo visible,
por otro, ya que las ocupaciones significativas poseen un poder potencial de
transformación. ¿Cómo? Escuchando cuidadosamente sus historias... dándo-
nos tiempo para comprender las situaciones desde sus puntos de vista... pre-
guntándoles y creando historias terapéuticas en donde las personas puedan
nutrirse y sostener la recuperación y la adaptación; proveyendo coherencia
para desarrollar una vida significativa. Solo escuchando y valorando la narra-
tiva del paciente, sus relatos y sus experiencias ocupacionales, podremos
construir cómo el paciente le da significado a su vida.
Esta terapia ocupacional no se focaliza exclusivamente en la patología:
facilita y fortalece el potencial y la realización personal sin aplicar recetas,
favorece una intervención centrada en la persona. La intervención debe pro-
piciar una construcción o desarrollo de una imagen realista, por ello es de
suma importancia que lo ofrecido como terapia sea del nivel de desempeño
adecuado, considerando el desafío justo de la actividad, pero en actividades

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


126

cotidianas que puedan incorporarse fácilmente a su identidad ocupacional.


Csikszentmihalyi sostiene que para comprender el significado y los motivos
de realizar actividades se debe dar importancia a la experiencia óptima, que
es aquella que sucede cuando el desafío de una actividad es congruente con
las destrezas y habilidades de la persona.
Inicialmente, dejar actuar la magia de la ocupación: que el hacer cotidiano
construya una imagen con nuevos colores, sin devoluciones o gratificaciones
verbales que la persona no está lista para recibir, con práctica y repetición
que facilite el desarrollo de la competencia y logro del comportamiento ocupa-
cional. Luego, el terapista ocupacional incorporará una devolución descriptiva
del hacer marcando el compromiso, el control y el reto cotidiano. Se sugiere
fortalecer la toma de decisión, la asertividad en las cuestiones cotidianas y
pequeñas, desarrollar destrezas, fortalecer el potencial de la persona, orques-
tando en la terapia ocupaciones para organizar lo cotidiano.
La terapia ocupacional tiene herramientas claras en el uso de la ocupación
para desarrollar programas basados en la justicia ocupacional. Estos deben
identificar ocupaciones significativas, participar en ocupaciones con propósito,
facilitar el acceso a los recursos comunitarios, favorecer la inclusión social,
ejercer la ciudadanía, desarrollar la identidad ocupacional y los roles ocupacio-
nales, incrementar la autorrealización, propiciar la realización de actividades
que el paciente valora y que le agradan.
Además, la práctica actual de terapia ocupacional puede descansar en el
éxito de la profesión al colocar a la injusticia ocupacional explícitamente en
la agenda pública y mostrar lo que puede lograr una profesión centrada en la
ocupación e impulsada por la justicia. Wilcock y col. (2006) sugieren que se
puede utilizar el término “justicia ocupacional” para atraer la atención de los
medios sobre los problemas que de otro modo podrían ser ignorados; es un
concepto que tiene impacto por su significado. La justicia ocupacional une dos
necesidades biológicas: la necesidad de hacer y desarrollar la naturaleza ocu-
pacional y la necesidad de pertenecer a un grupo social.

LEER CON ATENCIÓN

La injusticia ocupacional está relacionada con la falta de satisfacción

LL de necesidades biológicas innatas del ser humano:


1. estar con otras personas y socializar;
2. poder realizar ocupaciones con significado impulsadas por la natu-
raleza ocupacional.
Estas carencias se pueden dar en niños, adolescentes, adultos o adul-
tos mayores; de cualquier edad y grupo social.

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


127

Justicia social y justicia ocupacional como facilitadoras de la satisfacción


de necesidades biológicas.

Fuente: elaboración propia.

Algunos ejemplos de situaciones de injusticia ocupacional pueden ser:

xx • niños que no tienen un espacio de juego;


• adolescentes que no pueden seguir estudiando cuando lo desean;
• ancianos en un geriátrico sin nada que hacer durante horas; perso-
nas con problemas de salud mental internadas en hospitales sin que
nada ni nadie espere algo de ellos, sin poder conversar con otros y
sin nada que hacer;
• personas que no pueden realizar actividades que disfrutan; hombres
trabajando en una empresa haciendo tareas que no les gustan, que
están aislados sin poder conversar o relacionarse con otros;
• personas en servicios penitenciarios aislados de otros sin realizar nin-
guna ocupación;
• personas de la tercera edad llevados a excursiones en las que no tienen
interés.

3.

KK a. Presente tres situaciones de injusticia ocupacional en niños, adoles-


centes, jóvenes, mujeres adultas, hombres adultos y personas de la
tercera edad. Justifique.
b. Presente tres situaciones de injusticia ocupacional en grupos o
comunidades.

5.2.1. Salud y justicia ocupacional


Es importante recordar que la salud en terapia ocupacional se mide por la
capacidad de adaptación y participación en actividades diarias, y por el equi-
librio de las actividades y su relación con los valores, intereses, objetivos del

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


128

individuo y demandas del medioambiente. Así, debemos fortalecer el desarro-


llo de nuevos colores de la identidad ocupacional. Una persona llega a aceptar
niveles de agresión por una variedad de causas, experiencias y situaciones,
pero desde la terapia ocupacional podemos sostener que su nivel de autoes-
tima, locus de control o identidad ocupacional es muy pobre y así su nivel de
indefensión está fortalecido por experiencias repetidas de fracaso. Desde
la intervención debemos apostar al desarrollo del potencial de resiliencia y
fortalecerlo fundamentalmente a través del hacer, que desarrolla una nueva
imagen de sí.
El rol de la terapia ocupacional es determinar las necesidades ocupaciona-
les de las personas asistidas e intervenir; asimismo, debe considerar como
necesidad ética el intervenir en situaciones de injusticia ocupacional. Las ocu-
paciones deben ser vistas de manera holística y ser utilizadas en la terapia, ya
sea en situaciones de discapacidad o en situaciones de riesgo ocupacional.
La terapia ocupacional es, entonces, la intervención terapéutica que pro-
mueve la salud del paciente aumentando sus destrezas, competencia y satis-
facción en la organización y manejo de las actividades diarias que conforman
los roles ocupacionales (Yerxa, 1989). La competencia de rol es un concepto
importante tanto para los pacientes como para los terapeutas ocupacionales.
Para muchos pacientes, especialmente aquellos con trastornos crónicos o
discapacidades prolongadas y aquellos que han tenido más experiencias de
fracaso que de éxito, el concepto tradicional de rehabilitación es insuficiente.
Se considera que la rehabilitación es el proceso mediante el cual se devuel-
ve a la persona al estado o nivel funcional que tenía antes de la enfermedad
o accidente.
Actualmente, sin embargo, puede ser más constructivo para muchos
pacientes recomponer sus vidas en respuesta a nuevas situaciones en lugar
de regresar a sus caminos o estilos de vida pasados. Bateson (1990) descri-
be de manera incisiva el concepto de recomponer la vida, y aunque el contexto
que utiliza para la recomposición de la vida es diferente del que aquí se pre-
senta, las ideas que propone llevan al equilibrio, representan la salud y tienen
significado para las personas con discapacidades. De hecho, si se percibe la
salud como equilibrio y una enfermedad como desequilibrio, permitir que un
paciente regrese a su estilo de vida previo sin explorar otras opciones bien
puede significar el regreso a un estado de desequilibrio que no promueve ni
la salud ni el proceso de curación.
El valor de los roles, específicamente de los roles ocupacionales, como el
contexto para la planificación de las intervenciones de terapia ocupacional, es
que son sistemas centrados en objetivos. Estos sistemas se componen de
reglas, hábitos y destrezas que se centran en la realización personal del indi-
viduo. Recordemos que toda actividad debe corresponderse a una tarea exigi-
da por un rol ocupacional, ya sea en forma directa al rol o a las habilidades o
destrezas exigidas por este.
Según Csikszentmihalyi (1990) el acto de crear objetivos personales está
dirigido por la intención y fomentado por el compromiso. Una vez establecido
un objetivo o conjunto de objetivos, el cerebro se dirige mediante el sistema
reticular activante a centrar la atención sobre las destrezas y recursos existen-
tes y a identificar los hábitos, reglas, destrezas nuevas y otros recursos que
debe adquirir para lograr los objetivos deseados.
A medida que se van desarrollando nuevas destrezas, reglas, hábitos y
otros recursos, va surgiendo el sentido de competencia o eficacia personal (la

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


129

creencia de que uno tiene los recursos para afrontar las situaciones y factores
estresantes que aparezcan), proveyendo retroalimentación sobre el progreso
y motivación para lograr los objetivos deseados. A medida que uno se acerca
al cumplimiento de los objetivos deseados, se formulan nuevos objetivos y el
proceso se repite. Al final, las recompensas se asocian menos con el logro
del objetivo per se que con el desafío de aprender y la adquisición de nuevas
destrezas en la búsqueda del cumplimiento de un objetivo, asociándose esto
con la salud y el bienestar.

4.

KK a. Pensar historias clínicas o sociales que se refieran a injusticias ocu-


pacionales o a los términos de exclusión social, marginalidad y
vulnerabilidad.
b. Proponer estrategias de terapia ocupacional basada en los conceptos
aprendidos en unidades anteriores como: identidad ocupacional,
ocupación significativa, autonomía, fluir, etcétera.

LECTURA OBLIGATORIA

Townsend, E.; Whiteford, G. (2004). “Una estructura de partici-

OO pación en el marco de la justicia ocupacional, procesos basados en la


comunidad”. En Kronenberg, F.; Simó, S.; Pollard, N. (2006).
Terapia Ocupacional sin fronteras, aprendiendo del espíritu de los super-
vivientes. Ed. Médica Panamericana, Madrid, pp. 110-126.

5.

KK De la lectura del material bibliográfico de Townsend y Whiteford,


(2004), presente un gráfico sobre la estructura de participación que
presentan estos autores.

5.2.2. Resiliencia y justicia ocupacional


Si reflexionamos sobre el concepto de resiliencia, podemos recordar que es
un concepto que surge de la física y se refiere a la capacidad de un material
para recobrar su forma después de haber estado sometido a altas presiones
(López, 1996). Este concepto fue introducido en el ámbito psicológico hacia la
década de 1970 por el paidopsiquiatra Michael Rutter, directamente inspirado
en el concepto de la física. En la opinión conductista de Rutter, la resiliencia
se reducía a una suerte de flexibilidad social adaptativa.
El concepto se profundizó al transcender al conductismo, por ejemplo, con
las investigaciones del etólogo Boris Cyrulnik, quien amplió el concepto de res-
iliencia observando a los sobrevivientes de los campos de concentración, los
niños de los orfanatos rumanos y los niños bolivianos en situación de calle.
Actualmente se pueden encontrar algunas definiciones de este concepto
relacionado a las ciencias sociales, tales como “la capacidad de resistencia
se prueba en situaciones de fuerte y prolongado estrés”, como, por ejemplo,

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


130

el debido a la pérdida inesperada de un ser querido, al maltrato o abuso psí-


quico o físico, al abandono afectivo, al fracaso, a las catástrofes naturales y
a la pobreza extrema.

CC
La resiliencia es la capacidad que posee un individuo frente a las adversida-
des, para mantenerse en pie de lucha, con dosis de perseverancia, tenacidad,
actitud positiva y acciones, que permiten avanzar en contra de la corriente y
superarlas (Chávez e Yturralde, 2006).

Vanistendael (1994) distingue dos componentes en la resiliencia: la resisten-


cia frente a la destrucción —es decir, la capacidad de proteger la propia inte-
gridad bajo presión— y, por otra parte, más allá de la resistencia, la capacidad
de forjar un comportamiento vital positivo pese a las circunstancias difíciles.
La resiliencia se ha caracterizado como un conjunto de procesos sociales
e intrapsíquicos que posibilitan tener una vida “sana” en un medio insano.
Estos procesos se realizan a través del tiempo, dando afortunadas combina-
ciones entre los atributos del niño y su ambiente familiar, social y cultural.
Se puede concluir que la resiliencia es la capacidad de una persona o
grupo para seguir proyectándose en el futuro a pesar de acontecimientos des-
estabilizadores, de condiciones de vida difíciles y de traumas a veces graves.
La resiliencia se sitúa en una corriente de psicología positiva y dinámica de
fomento de la salud mental y parece una realidad confirmada por el testimo-
nio de muchísimas personas que, aun habiendo vivido una situación traumá-
tica, han conseguido encajarla y seguir desenvolviéndose y viviendo, incluso,
en un nivel superior, como si el trauma vivido y asumido hubiera desarrollado
en ellos recursos latentes e insospechados.
Aunque durante mucho tiempo las respuestas de resiliencia han sido
consideradas como inusuales e incluso patológicas por los expertos, la
literatura científica actual demuestra de forma contundente que la resiliencia
es una respuesta común y su aparición no indica patología, sino un ajuste
saludable para resurgir de la adversidad, adaptarse, recuperarse y acceder a
una vida significativa y productiva.

LECTURA RECOMENDADA

RR
Arellano, V. M.; Correa, S. (2008). “Talleres de promoción de resiliencia para ado-
lescentes en alto riesgo social”. [en línea] En Revista Chilena de Terapia Ocupacional,
número 8. Disponible en <http://200.89.78.45/index.php/RTO/article/viewArti-
cle/76> [Consulta: 5 julio 2016]

5.2.3. Ciencia de la Ocupación y justicia ocupacional


Esta ciencia ha permitido no solo favorecer y validar las acciones de los tera-
peutas ocupacionales por medio de la evidencia, sino también ha fortalecido
los programas académicos y ha permitido gestar múltiples relaciones entre
los terapeutas ocupacionales alrededor del mundo. Por medio de la Ciencia
de la Ocupación, se nutre el quehacer profesional y se expanden las líneas

Introducción a la Ciencia de la Ocupación Mariel Pellegrini


131

investigativas en el ámbito de la ocupación y la práctica de la terapia ocu-


pacional. A su vez, se encuentra inserta activamente en la producción de
conocimiento en el contexto posmoderno; por lo tanto, está participando con
otras profesiones en un proceso de transformación en el cuidado de la salud
en general.
Sin duda, la Ciencia de la Ocupación no es solo una ciencia para la tera-
pia ocupacional, sino que, paulatinamente, fue aportando sus conocimien-
tos a otros campos disciplinares; como señala Clark (1988), la Ciencia de
la Ocupación nutre otras disciplinas. Nuestro desafío será traducir las nece-
sidades de otros para proponer esta ciencia como punto de paso obligado y
respuesta. Para ello, creemos que es indispensable un desarrollo regional de
la terapia ocupacional pensado y analizado en los contextos socioculturales
donde se desarrollan las ocupaciones y en el mundo científico de publicacio-
nes y congresos.
El concepto de justicia ocupacional implica la promoción de un cambio
social y político para que toda persona pueda acceder a ocupaciones signifi-
cativas, creando comunidades inclusivas. Una comunidad inclusiva es aque-
lla donde toda persona puede participar como ciudadano de pleno derecho, a
pesar de su diagnóstico o nivel de disfunción ocupacional.
La terapia ocupacional tiene un gran potencial para seguir haciendo aportes
a la justicia ocupacional; el desafío es poder aplicar y sustentar intervenciones
basadas en la justicia ocupacional en la vida cotidiana de las personas asis-
tidas en el consultorio, hogar, colegio, centro, comunidad. El término justicia
ocupacional implica un compromiso de la profesión con la ética, la moral y
factores cívicos que sustentan el compromiso de promover la salud con ocu-
paciones y participación. Así, una terapia ocupacional basada en la justicia
ocupacional debe brindar oportunidades para una total participación en las
ocupaciones en las que los sujetos optan por comprometerse cotidianamente.
Si pensamos en la aplicación de la justicia ocupacional en la clínica coti-
diana de terapia ocupacional, podemos poner el acento en la relación tera-
péutica. Un tratamiento requiere de colaboración mutua entre el paciente y
el terapeuta, sostenida por la relación terapéutica. Esta tiene elementos cen-
trales que la sustentan. Sin ellos la terapia ocupacional puede reducirse solo
a la aplicación estéril de conocimientos científicos en vacío. Tener interés en
asistir a otra persona es una de las razones por la cual muchos estudiantes
eligen terapia ocupacional.
Nosotros, como profesionales especialistas en la ocupación, asistimos a
los pacientes primeramente utilizando actividades; la ocupación es lo central
en la terapia; también los ayudamos del modo en que nos relacionamos con
ellos, motivándolos a ser más conscientes de sus habilidades y a aumen-
tar su certeza o locus de control interno y a desarrollar la imagen de sí mis-
mos. El relacionarse con otras personas es una destreza utilizada por todos
los profesionales de la salud, exige la habilidad para escuchar y comunicar-
se con otra persona. Relacionarse con las personas con problemas mentales
requiere de destrezas mucho más altas que el relacionarse con las personas
en general. Los pacientes psiquiátricos muchas veces no han tenido muchas
o buenas experiencias al relacionarse con otras personas, no se han hecho
comprender, no han manifestado sus necesidades de una manera socialmen-
te aceptable, no han podido identificar manifestar claramente sus sentimien-
tos frente a una situación, y así podríamos enumerar muchos otros ejemplos.
Ser consciente de sí mismo y del paciente y ser capaz de saber manejar y
132

controlar lo que comunicamos como terapeutas es lo que se denomina el uso


terapéutico del Yo. El “Marco de Trabajo de Terapia Ocupacional” de la AOTA
(2008) lo define como “el uso planificado de la personalidad, introspección,
percepciones y juicio del profesional de terapia ocupacional como parte del
proceso terapéutico”.
Es importante clarificar que es un modo diferente de relacionarnos, ya que
el propósito de esta relación es distinto a nuestras relaciones con el resto
de las personas. La relación terapeuta-paciente no es igualitaria. El paciente
espera que el profesional, en este caso el terapeuta ocupacional, sea capaz
de ayudarlo con sus problemas, que lo ayude a sentirse mejor; en cambio, las
expectativas del terapeuta se centran en ayudar a la persona asistida. El pro-
pósito de esta relación es ayudar al paciente a identificar los problemas coti-
dianos, planificar metas y objetivos razonables de intervención y llevar a cabo
el tratamiento para trabajar en base a esos objetivos.
Early (1996) sostiene que para comprender la naturaleza de la relación tera-
péutica es útil entender dos importantes diferencias que existen entre esta
relación y la relación que uno puede tener, por ejemplo, con un amigo. La pri-
mera diferencia es que en la relación con un amigo ambos esperan algo del
otro; en cambio, en la relación terapéutica el paciente espera recibir ayuda y
el terapeuta espera poder ayudarlo, pero ninguna expectativa de devolución de
esa ayuda es esperada. La segunda diferencia es que, en una relación de ami-
gos, ambas partes son responsables de sostener la relación. En cambio, sos-
tiene Early, en la relación terapéutica, el terapeuta es responsable del desa-
rrollo y mantenimiento de una buena relación con el paciente. Relacionarse
con los pacientes es una destreza y, como toda destreza, se desarrolla con la
experiencia, solo con esfuerzo y práctica.
El terapista ocupacional debe desarrollar cualidades terapéuticas a fin de
aplicar la justicia ocupacional en la práctica diaria, ya sea en intervenciones
individuales, grupales o comunitarias. Algunas de las cualidades terapéuticas
que se identifican son:
•• La empatía: es la habilidad de comprender cómo la otra persona se sien-
te, ponerse en su lugar sin confundirse. El terapeuta no solo debe tratar
de ver las situaciones desde la perspectiva del paciente sino esforzarse
por ponerse en su lugar. Escuchar lo que el paciente dice y estimularlo a
ampliar los puntos de vista ayuda a comprender sus sentimientos. Cuando
el paciente siente que el terapeuta realmente comprende lo que le pasa,
disfrutará de poder comunicar más sobre sí y el compromiso con el trata-
miento se incrementa.
•• La sensibilidad: en la relación terapéutica, esta cualidad es tener una alerta
hacia las necesidades del paciente, es leer los mensajes que da, principal-
mente los no verbales (lenguaje corporal, mirar hacia abajo, morderse los
labios, cerrar el puño, etcétera).
•• El respeto: el paciente necesita ser reconocido como una persona única,
individual, con intereses y valores propios, los cuales pueden ser muy dife-
rentes a los del terapeuta. Es importante tener en cuenta las diferencias
culturales.
•• La calidez: Early (1996) la define como “el sentido amistoso, interesado
y entusiasta que el terapista contagia” (sonrisa, contacto visual, cercanía
física, posturas del cuerpo, tono de voz y otros comportamientos no verba-
les). Dependen de cada situación y de la posibilidad del paciente de tolerar
el acercamiento del terapeuta.
133

•• La autenticidad: es la habilidad de abrirse a la situación. Para poder lograr


esto el terapeuta debe en primer lugar ser consciente de sí mismo y sentir-
se cómodo consigo mismo (aceptar errores, no tener siempre las respues-
tas, no necesitar ponerse a la defensiva, etcétera).
•• Ser específico: es el arte de plantear cosas de manera simple, directa y
concreta y focalizar solo en lo que es más relevante.
•• Estar en el aquí y ahora: es la práctica de dar una devolución justo des-
pués de que el evento haya sucedido. También este término incluye la idea
El aquí y ahora también se lo
de focalizar la atención del paciente en el aquí y el ahora, los pacientes
conoce como atención plena o
muchas veces están preocupados en asuntos de los que no tienen control mindfulness.
y están menos capacitados para tomar decisiones reales en la vida coti-
diana y relacionarse con los demás.

Si integramos estas cualidades terapéuticas a fin de desarrollar la relación


terapéutica de calidad, se pueden identificar técnicas o características a tener
en cuenta, pero estas no deben considerarse un “listado de recetas”, sino
simplemente estrategias explícitas útiles para desarrollar una relación tera-
péutica con personas con trastornos mentales.
Para comenzar, si nos situamos en el primer encuentro con un nuevo
paciente, se puede sugerir hacerlo simple y breve. Cuando el paciente se
encuentre en algún espacio común, como el comedor, por ejemplo, acérque-
se y preséntese. De manera simple describa qué puede lograr del tratamiento
en terapia ocupacional y acuerde un nuevo encuentro.
El paciente internado, habitualmente, en sus primeros días se siente abru-
mado de encontrar tanta gente que le hace preguntas.
En segundo lugar, si queremos que él exprese sus sentimientos, debemos
utilizar un lenguaje y preguntas apropiadas. Las preguntas abiertas son facili-
tadoras de la expresión de sentimientos y emociones. Considere también que
si la concurrencia al servicio de terapia ocupacional es obligatoria para ese
paciente, no debe preguntar si quiere venir, solo diga que es horario de con-
currir a terapia ocupacional. Como terapeuta debe respetar los silencios, los
propios y los del paciente.
Por otro lado, muchas veces los pacientes encuentran muy difícil expresar-
se o sienten que no es interesante lo que él está diciendo, por ello es impor-
tante dar respuestas mínimas (“ajá”, “uhm”, “qué más”…), es decir, mani-
festaciones de estar escuchando e interesado en lo que el paciente dice. Es
importante, a su vez, observar el lenguaje no verbal o corporal del paciente y
facilitar la expresión verbal de los sentimientos. Ayude al paciente a organizar
los temas; en general, los pacientes con problemas de salud mental tienen
dificultad en la organización de sus pensamientos e ideas. De ser necesario,
pida clarificación del tema al paciente retomando la idea principal y la secuen-
cia de hechos hasta donde usted haya comprendido. Finalmente, movilice lo
que usted pueda contener, es decir, prometa solo lo que pueda cumplir y no
pregunte temas que no puede manejar o que trabajarlos está fuera del alcan-
ce del servicio.
Early (1996) sostiene que es importante tener en cuenta, en toda relación
terapéutica, las asociaciones inconscientes que se hacen en la relación con
otras personas y que corresponden más al pasado que a la relación actual. A
continuación se presentan brevemente los conceptos de transferencia y con-
tratransferencia que surgen en una relación terapéutica. La autora no es una
134

especialista en este tema, pero considera importante presentarlo para que


sea considerado y profundizado por el lector.
La transferencia ocurre cuando una persona (habitualmente el paciente)
inconscientemente se relaciona con el terapeuta como si fuera otra persona.
Frecuentemente esa otra persona es alguien importante en la vida del pacien-
te. Por ejemplo, el paciente comienza a actuar como si el terapeuta fuera su
madre, que siempre lo cuidó y ayudó a enfrentar situaciones difíciles.
La contratransferencia, en cambio, ocurre cuando el terapeuta inconscien-
temente actúa según el rol que el paciente le otorga, en este caso su madre,
y comienza a hacer favores especiales, lo trata distinto, realiza bromas dife-
rentes con este paciente que con el resto. Es crucial poder reconocer que la
transferencia y la contratransferencia ocurren en niveles inconscientes; esto
hace que sea difícil poder manejarlas. Una relación terapéutica con estas
características no beneficiaría al paciente. Sin embargo, si el terapeuta puede
reconocer la transferencia del paciente, podrá moverse del lugar que el pacien-
te le otorga y tendrá la posibilidad de ofrecer un nuevo modelo de relación. Es
importante que el terapeuta ocupacional tenga esto en consideración y reco-
nozca la necesidad del autoconocimiento y reflexión que la supervisión o los
espacios propios de terapia podrán ayudarlo.

6.

KK Presente algunos ejemplos de aplicación clínica de las cualidades tera-


péuticas presentadas.

5.3. Vinculaciones entre la Ciencia de la Ocupación y la


terapia ocupacional
La relación entre la Ciencia de la Ocupación y la terapia ocupacional es simbóli-
ca: cada una de ellas contribuye a la supervivencia y a la fundamentación de la
otra (Clark, 2006). La Ciencia de la Ocupación es el vehículo a través del cual
la profesión se torna más impulsada por la ciencia y basada en la evidencia.
Los fundadores de la ciencia ocupacional sostienen que esta surge como
ciencia básica, pero que en gran parte existe para nutrir a la terapia ocupa-
cional. Yerxa (1993) y Clark (1991, 2006) sostienen que la designación de
la ciencia como básica tuvo sentido debido a dos razones: primero, los fun-
dadores vieron la ventaja de basar la teoría en la ocupación (ciencia básica),
en sentido general, sin preocuparse por su aplicación específica en la terapia
(ciencia aplicada). En ese momento, ninguna disciplina tenía a la ocupación
como ciencia central y estaba claro que una ciencia dedicada al estudio de la
ocuapción podría tener beneficos que llegaban mucho más allá del ejercicio
profesional de la terapia ocupacional. Así, esta disciplina podría contribuir al
desarrollo del conocimiento y el análisis de las ocupaciones del hombre y, de
esta manera, sustentar el hacer profesional de la terapia ocupacional no solo
en la discapacidad, sino también en la prevención y promoción de la salud en
población sin discapacidad.
Clark y Lawlor (2011) presentan la segunda razón, más práctica: las univer-
sidades en la década de 1980 privilegiaban la ciencia básica sobre la ciencia
aplicada. De esta manera, se aprovechó este clima y se utilizó para estudiar
las ocupaciones de las personas y aportar conocimiento que podría ser utiliza-
135

do para informar teóricamente y así desarrollar intervenciones más refinadas


de terapia ocupacional. Más allá que en sus inicios se discutía si la Ciencia
de la Ocupación debía o no ser independiente de la terapia ocupacional, pos-
teriormente las dos se han vinculado de gran manera.
En diferentes países se discute si la Ciencia de la Ocupación fue creada
para elevar el estatus de la terapia ocupacional (Lunt, 1997). En Argentina
podemos sostener que ha servido a ampliar el razonamiento clínico del terapis-
ta ocupacional, brindando conocimientos para el desarrollo de investigaciones,
estrategias clínicas y pedagógicas que colaboran al crecimiento de la discipli-
na y su desarrollo basado en la evidencia. Estos lazos entre la Ciencia de la
Ocupación y la terapia ocupacional se evidencian en el cambio de la definición
de terapia ocupacional, nueve años después de la creación de la ciencia ocu-
pacional. Zemke y Clark (1996) se apartaron de la definición de la terapia ocu-
pacional como ciencia básica y recomendaron que su enfoque no solo fuera
sobre la naturaleza ocupacional de los seres humanos, sino también sobre el
modo que se utiliza en los contextos de terapia ocupacional para facilitar la
participación en actividades cotidianas. Otro beneficio que podemos resaltar
es cómo esta ciencia ha contribuido a la profesión para ocuparse de las nece-
sidades sociales y comunitarias, a la incorporación de materias (como esta) y
cambios en los planes de estudios de terapia ocupacional.
Zemke (1998) sostiene que la investigación básica sobre la naturaleza ocu-
pacional puede mejorar los enfoques terapéuticos existentes y crear otros nue-
vos que alejen a la profesión de intervenciones basadas en recetas. Además,
al ocuparse de una amplia variedad de temas ocupacionales de la población
en general, puede ampliar los campos de intervención e incumbencias de la
terapia ocupacional y sustentar la credibilidad de la disciplina.

En la actualidad muchos profesionales de terapia ocupacional realizan

xx programas de prevención primaria y promoción de la salud en pobla-


ción en riesgo y población general: la prevención primaria vista como
la prevención de la enfermedad, pero pensando en esta desde la falta de
ocupaciones con significado.
Un ejemplo de prevención primaria en población en riesgo, lo podemos
pensar en relación con la falta de desarrollo de habilidades para la esco-
laridad como el juego en poblaciones carenciadas, en las cuales los niños
se caracterizan por tener altas destrezas motoras gruesas (trepar árboles,
jugar al fútbol) pero escasas habilidades de motricidad fina como las
destrezas de preescritura, toma de lápiz, destrezas pretijera, entre otras,
que son requeridas para facilitar el éxito escolar y prevenir la deserción.
También se están desarrollando programas de terapia ocupacional de
promoción de la salud en población en general acompañando las estra-
tegias de la Atención Primaria de la Salud (APS) de la Organización
Mundial de la Salud, por ejemplo, en cuanto a la ergonomía en las
empresas, etcétera.
Estas áreas de trabajo profesional para el terapista ocupacional eran
impensables en los orígenes de la disciplina; actualmente, están incor-
porados en los planes de estudio de grado y posgrado.
136

En conclusión, la ciencia nos facilita los conocimientos detallados de las vidas


y ocupaciones diarias de las personas basados en la evidencia, los cuales
pueden conducir a abordajes de intervención sólidos, informados teóricamen-
te. Estos abordajes amplían el razonamiento clínico del terapista ocupacional,
que va más allá de la aplicación de recetas o protocolos biomecánicos tradi-
cionales. De esta manera, la Ciencia de la Ocupación fortalece a la terapia
ocupacional. A su vez, la terapia ocupacional, fortalecida por la Ciencia de
la Ocupación, podrá ampliar sus campos de intervención e investigación de
manera más sólida y sustentable. Lawlor y Clark (2006) sostienen que a medi-
da que la terapia ocupacional sea reconocida como disciplina científica, basa-
da en la evidencia, sus profesionales seguirán identificando áreas-problema
que deben ser abordadas por científicos ocupacionales.
137

Referencias bibliográficas

American Occupational Therapy Association (2008). “Marco de trabajo de Terapia


Ocupacional. Dominio y proceso” (2ª edición). Versión en español de:
“Occupational therapy practice framework. Domain and process” (2nd
ed.), en American Journal of Occupational Therapy, 62, pp. 625-683.
American Occupational Therapy Association (2014), “Occupational therapy practice
framework. Domain and process”. (3ª ed.), en American Journal of Occu-
pational Therapy, 68, supplement 1, pp. 1-48.
Arellano, V. M.; Correa, S. (2008). “Talleres de promoción de resiliencia para
adolescentes en alto riesgo social”. [en línea] En Revista Chilena de Tera-
pia Ocupacional, número 8. Disponible en <http://200.89.78.45/index.
php/RTO/article/viewArticle/76> [Consulta: 5 julio 2016]
Ayres Rosa, S. (2011). “Colaboración Centrada en el Cliente”, en: Blesedell
Crepeau, E.; Cohn, E.; Boyt Shell, B. (2011). Willard & Spackman Terapia
Ocupacional. 11ª ed. Ed. Médica Panamericana, Madrid, pp. 286-291.
Billock, C. (2011). “Espiritualidad, Ocupación y Terapia Ocupacional”, en: Blese-
dell Crepeau, E.; Cohn, E.; Boyt Shell, B. (2011). Willard & Spackman, Terapia
Ocupacional. 11ª ed. Ed. Médica Panamericana, Madrid, pp. 90-97.
Blanche, E. I.; Henny-Kohler, E. (2000), “Philosophy, science and ideology: A pro-
posed relationship for occupational science and occupational therapy”,
en Occupational Therapy International, 7, pp. 99-110.
Blesedell Crepeau, E.; Cohn, E. y Boyt Shell, B. (2011). “La narrativa como clave
del conocimiento”, en: Willard & Spackman, Terapia ocupacional. 11ª ed.
Ed. Médica Panamericana. Madrid, pp. 98-104.
Cacciavillani, M. F.; Cristiani, L. S.; Prada, M. C.; Anderson, M. (2012). “Participa-
ción ocupacional, un fenómeno complejo”. IV Congreso Internacional de
Investigación y Práctica Profesional en Psicología XIX Jornadas de Investiga-
ción VIII Encuentro de Investigadores en Psicología del Mercosur. Facultad
de Psicología - Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires. Disponible
en: <http://www.aacademica.com/000-072/954>, [Consulta: 23 abril
2016].
Christiansen, C.; Baum, C. (1991), Occupational therapy: overcoming human per-
formance deficits, Slack Inc., Thorofare (NJ).
Clark, F. et ál. (1991), “Occupational science: academic innovation in the
service of occupational therapy’s future”, en American Journal of Occupa-
tional Therapy, 45, pp. 300-310.
Clark, F. (2001), “The concepts of habit and routine: a preliminary theoretical
synthesis”, en Occupational Therapy Journal of Research, 20, pp. 123-
137.
Cohn, E.; Boyt Shell, B & Neistadt, M. “Consideraciones generales acerca de
la evaluación”, en Blesedell Crepeau, E.; Cohn, E.; Boyt Shell, B. Willard &
Spackman, Terapia Ocupacional. 10ª ed. Ed. Médica Panamericana, Ma-
drid, pp. 279-285.
138

Comité de Ciencia de la Ocupación de la Escuela de Terapia Ocupacional de la Universidad


de Chile. “Definición y desarrollo del concepto de Ocupación: ensayo so-
bre la experiencia de construcción teórica desde una identidad local” [en
línea]. Disponible en <http://www.revistaestudiosarabes.uchile.cl/index.
php/RTO/article/viewFile/81/62> [Consulta: 5 julio 2016]
Csikszentmihalyi, M. (2007). Aprender a fluir. 5ª ed., Kairos. Barcelona.
Csikszentmihalyi, M. (1996), Fluir (Flow).Una psicología de la felicidad, Kairós,
Barcelona.
Da Silva Araújo, L.; Fierro Jordán, N.; Guitérrez Monclus, P; Rodríguez, O. (2011),
“Ciencia de la Ocupación y terapia ocupacional: sus relaciones y aplica-
ciones a la práctica clínica” [en línea], en Revista chilena de terapia ocupa-
cional, Escuela de Terapia Ocupacional, Facultad de Medicina, Universidad
de Chile. Disponible en: <http://www.revistaterapiaocupacional.uchile.
cl/index.php/RTO/article/view/17084> [Consulta: 2 diciembre 2014].
Gómez Lillo, S. “La ocupación y su significado como factor influyente de la iden-
tidad personal”. [en línea] Disponible en <http://www.revistaderechoam-
biental.uchile.cl/index.php/RTO/article/viewFile/149/131> [Consulta: 5
julio 2016]
Hasselkus, B. (1990), “Ethnographic interviewing: a tool for practice with family
caregivers for the elderly”, en Occupational Therapy Practice, 2, pp. 9-16.
Hasselkus, B. (2002), The meaning of everyday occupation, Ed. Slack Inc., Tho-
rofare (NJ).
Hemphill, B. (1982), The evaluation process in psychiatric occupational therapy.
Ed. Slack Inc., Thorofare (NJ).
Henry, A. y Kramer, J. (2011). “El proceso de entrevista en terapia ocupacio-
nal”, en Blesedell Crepeau, E.; Cohn, E.; Schell, B. (Ed.) Willard & Spackman
Terapia Ocupacional, 11ª ed., Ed. Médica Panamericana, pp. 342- 358.
Hocking, C. (2011). “Contribución de la ocupación a la salud y al bienestar”,
en: Blesedell Crepeau, E.; Cohn, E.; Boyt Shell, B. (2011). Willard & Spack-
man, Terapia Ocupacional. 11ª ed. Ed. Médica Panamericana, Madrid, pp.
45-55.
Jackson, J. y col. (1998), “Occupation in the lifestyle redesign: the well elderly
study occupational therapy program”, en American Journal of Occupational
Therapy, 52, pp. 326-336.
Johnson, J. (1996), “Occupational Science and Occupational Therapy: an
emphasis on meaning”, en Zemke, R; Clark, F. (1996), Occupational Scien-
ce, the evolving discipline, Davis Company, Filadelfia (PA), pp. 393-397.
Kielhofner, G. (1983), Health Through Occupation, Ed. Davis Company, Filadel-
fia.
Kielhofner, G.; Henry, A.; Whalens, D. (1995), “Occupational Performance His-
tory Interview II (OPHI II)”, en Kielhofner, G. (1995). A model of human oc-
cupation, theory and practice. (2nd Ed.). Ed. Williams & Wilkins. Baltimore.
King, P.; Olson, D. (2011). “Trabajo”, en: Blesedell Crepeau, E.; Cohn, E.; Boyt
Shell, B. (2011). Willard & Spackman Terapia Ocupacional. 11ª ed., Ed.
Médica Panamericana, Madrid, pp. 615-632.
139

Kronenberg, F.; Pollard, N.; Simó, S. (2007). Terapia Ocupacional sin Fronteras:
aprendiendo del espíritu de supervivientes, Editorial Médica Panamerica-
na, Madrid.
Larson, E., Wood, W., Clark, F. (2003),“Occupational science; Building the
science and practice of occupation through an academic discipline”, en:
Blesedell Crepeau, E.; Cohn, E.; Schell, B. (Ed.) Willard & Spackman’s Occu-
pational Therapy, J.B. Lippincott Company, Filadelfia (PA), pp. 15-26.
McGruder, J. (2001). “Cultura, raza, etnia y otras formas de diversidad huma-
na en terapia ocupacional”, en: Blesedell Crepeau, E.; Cohn, E. & Boyt Shell,
B. (2011). Willard & Spackman, Terapia Ocupacional. 11ª ed. Ed. Médica
Panamericana. Madrid, pp 55-68.
Meyer, A. (1922), “The philosophy of occupational therapy”, en Archives of
Occupational Therapy, 1, Bethesda (MD), pp. 1-10.
Moorhead, L. (1969), The occupational history, AJOT, 23, pp. 329-334.
Pellegrini Spangenberg, M. (2012). “Proceso de evaluación para el diagnóstico
ocupacional”, en Sánchez, O.; Polonio., B.; Pellegrini, M., Terapia Ocupa-
cional en Salud Mental, Ed. Médica Panamericana, Madrid, pp. 185-196.
Pellegrini, M. (2005), “Instrumentos de Evaluación de Terapia Ocupacional en
Psiquiatría” [en línea], en Portal en español de Terapia Ocupacional. Dispo-
nible en: <www.terapia-ocupacional.com> [Consulta: 2 diciembre 2014].
Pellegrini, M. (2007), “Fundamentos del Paradigma de Ciencia de la Ocupa-
ción”, en Terapeutas Ocupacionales, Servicio Andaluz de Salud. Vol. I y II.
Editorial MAD, Sevilla, pp. 402-413.
Peloquin, S. (2004). “El arte de la terapia ocupacional: el espíritu llevado a
la práctica” en Kronenberg, F.; Simó, S. & Pollard, N. (2006). Terapia Ocu-
pacional sin fronteras, aprendiendo del espíritu de los supervivientes. Ed.
Médica Panamericana, Madrid, pp. 98-110.
Primeau, L. (2011). “Juego y ocio”, en: Blesedell Crepeau, E.; Cohn, E.; Boyt Shell,
B. (2011). Willard & Spackman, Terapia Ocupacional. 11ª ed. Ed. Médica
Panamericana, Madrid, pp. 633-648.
Reilly, M. (1962), ‘’Occupational therapy can be one of the great ideas of 20th
century medicine”, en American Journal of Occupational Therapy, 16, Nue-
va York, pp. 300-308.
Reilly, M. (1969), “Occupational Behavior Model”, en Reed, K. (1984), Models
of Practice in Occupational Therapy, Williams and Wilkins, Baltimore.
Reilly, M. (1974), Play as exploratory learning, Sage Publications, Thousand
Oaks (CA).
Rowles, G. “El significado del lugar”, en: Blesedell Crepeau, E.; Cohn, E.; Schell,
B. (Ed.) Willard & Spackman Terapia Ocupacional, 11ª ed. Ed. Médica
Panamericana, pp. 80–89.
Rueda, L. (2007). “¿Por qué una Ciencia de la Ocupación?”. En Revista de Te-
rapia Ocupacional Gallega (TOG), 6. [en línea] Disponible en <http://www.
revistatog.com/num6/pdfs/original2.pdf> [Consulta: 21 junio 2016].
Townsend, E.; Whiteford, G. (2004). “Una estructura de participación en el mar-
co de la justicia ocupacional, procesos basados en la comunidad”.
140

En Kronenberg, F.; Simó, S.; Pollard, N. (2006). Terapia Ocupacional sin


fronteras, aprendiendo del espíritu de los supervivientes. Ed. Médica Pana-
mericana, Madrid, pp. 110-126.
Wilcock, A. (1998), An occupational perspective of health, Ed. Slack Inc., Tho-
rofare (NJ).
Yerxa, E. & Locker, S. (1990), “Quality of time use by adults with spinal cord
injuries”, en American Journal of Occupational Therapy, 44, pp. 318-326.
Yerxa, E. (1964), “Observe, theorize, relate: our professional responsibility”,
en American Occupational Therapy Association, proceedings of the 1964
Annual conference. Rockville (MD), pp. 15-22.
Yerxa, E. (1967), “The 1966 Eleanor Clarke Slagle Lecture: Authentic occupa-
tional therapy”, en American Journal of Occupational Therapy, 21 (1), pp.
1-9.
Yerxa, E. (1989), “An introduction to occupational science: A foundation for
occupational therapy in the 21st century”, en Occupational science: The
foundation for new models of practice. The Haworth Press, Binghamton,
NY.
Yerxa, E. (1989), “An introduction to occupational science: A foundation for
occupational therapy in the 21st century”, en: Occupational science: The
foundation for new models of practice. The Haworth Press, Binghamton
(NY).
Yerxa, E. (1993), “Occupational science: a new source of power for participants
in occupational therapy”, en American Journal of Occupational Science, 1
(1), pp. 3-10.
Yerxa, E. (2007), “Health and human spirit for occupation”, en American Jour-
nal of Occupational Therapy, 52, pp. 412-418.
Zemke, R.; Clark, F. (1996), Occupational Science, the evolving discipline. Davis
Company, Filadelfia.

También podría gustarte