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UNA ALUMNA MUSULMANA ACUDE A CLASES CON EL CHADOR

CUMPLIENDO LAS REGLAS DE SU RELIGION DEBE QUITARSELOS PARA


ACUDIR A CLASES Y NO DIFERENCIARSE DE LOS DEMAS COMPAÑEROS Y
COMPAÑERAS???

La Educació n Religiosa en Venezuela es un derecho que se había venido


sustentando por añ os con una efectiva organizació n para un gran alcance
en toda la iglesia a nivel nacional, hasta la aparició n en 2009 en la
legislació n de la “Educació n Laica” interpretada como educació n sin Dios.
Desde el Departamento de Educació n de la Conferencia Episcopal
Venezolana se trabaja en la actualidad

Para mantener la presencia en la escuela desde los diagnó sticos y las


directrices del Concilio Plenario de Venezuela, amparados por la misma
legislació n y el ideario del Libertador Simó n Bolívar en un país que
aclama su pensamiento y obra, siempre en el marco del proceso educativo
escolar en donde la Enseñ anza Religiosa es instrumento capaz de
fortalecer los valores de los estudiantes mediante la iluminació n del
Evangelio.

El nuevo gobierno en Venezuela ha removido muchas bases de la vida


nacional, entre las que destaca la formulació n de una nueva Constitució n
nacional en 1999 que reemplaza a la de 1961. Y aunque algunos quieren
ubicar el derecho a la educació n religiosa en una supuesta “religió n
cató lica oficia l” que ahora habría perdido prebendas, lo cierto es que en
Venezuela el Estado y la Educació n siempre han sido laicos, ha habido
libertad de religió n y de culto, só lo que en ese marco se ha mantenido
una cultura cató lica que rige el quehacer cotidiano del venezolano
incluida su actividad educativa.

Así, la reforma constitucional vino más bien a favorecer este


derecho de los estudiantes cuando ahora se reafirma en el artículo
103 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
(1999), que Toda persona tiene derecho a una educación integral,
de calidad lo que hace necesario incluir el componente espiritual
en la educación. Y, por otra parte, aparece como novedad en el
artículo 59 que El Padre y la Madre tienen derecho a que sus hijos o
hijas reciban la educación religiosa que esté de acuerdo con sus
convicciones .Artículo este que garantiza la libertad religiosa e
impide cualquier pretensión de imponer otra educación en
principios religiosos distintos a los de cada familia venezolana
posea.

Sin embargo, la Ley Orgá nica de Educació n, aparecida tardíamente en


2009, alborotó con malas interpretaciones la vida educativa en lo que a
religió n respecta, al transformar el derecho familiar establecido en el
artículo 59 en un deber, y al dar una torcida interpretació n al término
“laico”. Si la educació n está definida en sus principios y objetivos por el
Estado y no por la Iglesia, entonces es “laica” en cuanto que es
independiente de cualquier organizació n o confesió n religiosa, como
ocurre en la inmensa mayoría de las naciones (só lo en países á rabes como
Emiratos Á rabes Unidos, Kuwait, Libia Siria, Marruecos, Argelia, Egipto,
Sudá n, Somalia, Palestina, Djibuti, Mauritania y el Sultanado de Omá n está
decretado el Islam como religió n oficial).

Declaración Universal de Derechos Humanos

El artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos


proclama como derecho de todas las personas la libertad de pensamiento,
conciencia y religió n. Este derecho protege por igual a quienes practican
cualquier religió n o superstició n como a quienes son ateos y no profesan
estas prá cticas.

Podemos encontrar una referencia a la libertad de creencias en el


segundo considerando del Preá mbulo de la Declaració n Universal, donde
se afirma que una de las aspiraciones má s elevadas de la persona es
poder disfrutar de «la libertad de palabra y de la libertad de creencias».

La libertad religiosa o de conciencia va unida a la libertad de culto. Se


pueden señ alar los siguientes contenidos de este derecho fundamenta

Según el pacto de san José en la convención americana de los


derechos humanos

Derecho a la libertad de conciencia y de religión


Articulo 12
La libertad de conciencia y de religió n es otro aspecto que se encuentra
consagrado en ambos instrumentos jurídicos. Por una parte el Pacto de
San José consagra en su artículo 12 lo siguiente: “Libertad de Conciencia y
de Religió n

1. Toda persona tiene derecho a la libertad de conciencia y de religió n.


Este derecho implica la libertad de conservar su religió n o sus creencias,
o de cambiar de religió n o de creencias, así como la libertad de profesar y
divulgar su religió n o sus creencias, individual o colectivamente, tanto en
pú blico como en privado.

2. Nadie puede ser objeto de medidas restrictivas que puedan


menoscabar la libertad de conservar su religió n o sus creencias o de
cambiar de religió n o de creencias.

3. La libertad de manifestar la propia religió n y las propias creencias está


Sujeta ú nicamente a las limitaciones prescritas por la ley y que sean
necesarias para proteger la seguridad, el orden, la salud o la moral
pú blicos o los derechos o libertades de los demá s.

4. Los padres, y en su caso los tutores, tienen derecho a que sus hijos o
pupilos reciban la educació n religiosa y moral que esté de acuerdo con
sus propias convicciones.” En tanto que la Constitució n venezolana
también se refiere de maneara muy clara y específica a la libertad de
conciencia y religió n en el artículo 59: “El Estado garantizará la libertad
de religió n y de culto. Toda persona tiene derecho a profesar su fe
religiosa y cultos y a manifestar sus creencias en privado o en pú blico,
mediante la enseñ anza u otras prá cticas, siempre que no se opongan a la
moral, a las buenas costumbres y al orden pú blico. Se garantiza, así
mismo, la independencia y la autonomía de las iglesias y confesiones
religiosas, sin má s limitaciones que las derivadas de esta Constitució n y
de la ley. El padre y la madre tienen derecho a que sus hijos o hijas
reciban la educació n religiosa que esté de acuerdo con sus convicciones.

EN RESPUESTA A LA PREGUNTA LA NIÑA


MUSULMANA DEBE QUITARSE SU CHADO LA
RESPUESTA ES NO ELLA TIENE DERECHO A
LLEVARLO Y A MANTENER SU FE EN PUBLICO Y
PRIVADO SIN QUE SE OPONGA A LA MORAL Y A LAS
BUENAS COSTUMBRES.

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