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ENSAYO: Descola y su gran

aporte
a la antropología.

Nombre: Paulette Benabarre

Fecha: 11 de agosto 2021

Ramo: Teoría Antropológica


Contemporánea
En el presente documento se destacará al teórico Descola y sus aportes a la antropología
simétrica. Este autor propone cuatro dicotomías para clasificar, describir y poder
comprender la relación entre humanos y ni humanos para así evitar la dicotomía
Naturaleza/Cultura. El antropocentrismo es lo que provocó esta dualidad y rígida visión
cosmológica que generó grandes problemáticas y discusiones, debido a que bajo esta
mirada no se podía concebir ni aprender la forma que poseen diversas civilizaciones para
percibir la relación entre lo humano y lo no humano.
Las cuatro dicotomías propuestas por Descola son:
● El Totemismo: Destaca la igual interioridad y materialidad y se entiende como un
sistema de organización social y creencia basado en un objeto natural conocido
como tótem. A éste se le concebía como un protector poseedor de habilidades
sobrenaturales.
● El Animismo: Destaca la igual interioridad y diferente materialidad. Se entiende
como un sistema de organización social y creencias donde existen relaciones de
igual a igual entre los seres humanos y no humanos. A lo no humano se le otorgan
cualidades humanas.
● El Analogismo: Destaca una diferencia entre la interioridad y de la materialidad. En
éste, se entiende que diversos elementos conforman al universo como tal, aun
cuando existe una variabilidad en cuanto al origen, estos poseen una relación y /o
conexión entre ellos mismos.
● El Naturalismo: Presente en la sociedad contemporánea, se destaca la igual
materialidad pero diferente interioridad.
Considero que es erróneo poner al ser humano como centro de todo, como el único
individuo capaz de sentir o pensar, excluyendo totalmente a la naturaleza y medio que lo
rodea. Bajo esta mirada no se podría explicar ninguna cosmovisión de grupos indígenas.
Bajo diversos estudios se ha expuesto la marcada influencia de la naturaleza en los seres
humanos, nuestros antepasados veneraban (lo que para algunos puede ser algo no
trascendental) a la tierra, el sol, la luna, las montañas, como dioses o simplemente le tenían
un alto valor de respeto por lo que representaban. Pues siempre ha existido una conexión
entre lo humano y lo no humano.
De esta forma también, la teoría de evolución se torna algo difícil de abordar bajo el
dualismo mencionado porque si se estima que el hombre es el centro de todo y único ser
pensante, ¿cómo se explica el proceso de hominización?
Es muy interesante el pensamiento que tenían nuestros antepasados, porque si bien, podrían
no coincidir en aspectos culturales, a su vez compartían ciertas similitudes; todos tenían un
respeto enorme por el medio ambiente, entregándole a éste ofrendas en agradecimiento o
para pedir algo, es decir, que tanto ellos como individuos y la naturaleza, tenían igual
interioridad y materialidad. Este pensamiento conforme pasaban los años se fue eliminando
con el naturalismo, ya que el ser humano y la naturaleza poseen distinta materialidad,
basándonos en que nosotros poseemos alma y lo no humano carece de ella. Nos vimos
envueltos y caímos en el error de enajenarnos con la naturaleza, no la sentimos como algo
similar a nosotros, a pesar de que vivimos en ella y es el principal motivo del por qué
estamos vivos, dentro de un conjunto de cosas que permiten nuestra existencia.
Cabe recalcar que nosotros como personas hemos tratado de reivindicar la dicotomía
naturaleza/cultura mediante una diversidad de movimientos sociales dedicados al cuidado
del planeta, la flora y fauna presente en él. De tal manera, que se trata de protegerlo aunque
no exista una igual interioridad.
A modo de conclusión, el haber perdido esa conexión con nuestra madre naturaleza y lo
que ésta nos entrega, nos llevó a destruir del ecosistema y nuestro planeta de forma lenta,
provocando su masiva destrucción con los desechos tóxicos que se arrojan al mar y a la
tierra, la tala de árboles, la matanza de animales o también conocida como caza, la
contaminación ambiental que producen las empresas, la privatización de bienes naturales
como el agua y muchas cosas más. No nos damos cuenta de que al destruir nuestra
naturaleza nos destruimos a nosotros mismos, destruimos nuestro hogar, el que nos ha
albergado durante muchos años entregándonos todos los bienes para poder subsistir y
desarrollarnos como personas o individuos. Quizás no tenemos la misma concepción que
tenían nuestros ancestros sobre la naturaleza, no le otorgamos cualidades antropomórficas o
una cierta divinidad y poder sobre nosotros, pero eso no significa que no posea una psiquis,
de igual forma con todos los animales tanto domésticos como los exóticos, poseen una
psiquis que les permite sentir y se ha dado a conocer mediante diversos estudios actuales
que estos seres por muy pequeños que sean si albergan la tristeza y la felicidad.
Referencias bibliográficas:
Descola, P.
2005 Más allá de la Naturaleza y la Cultura, editado por M. Carozzi, A. Grimson, D.
Miguez y P. Semán, pp. 93-111. Ediciones Universidad Nacional de San Martín, Argentina.

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