FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA Y DE ZOOTECNIA
Los efectos de la altitud sobre la salud
de los animales
Por R. MORA G.
Per los veterinarios y por m uchos
g an ad ero s es conocid a u na enferm e­
dad que a fe cta a ¿os bovinos en la S a ­
b a n a de Bogotá, y que in teresa con
esp ecialid ad a los an im ales importados
de ra z as finas, esp ecialm en te a los de
raza Holstein, aun cu an do no son r a ­
ros los ca s o s en an im ales nacidos en
el país, pero en este caso , ca si siem ­
pre pertenecen a razas seleccio n ad as.
La sufren tanto los m ach o s com o la s
hem bras (quizá m ás esta s últimas), y
esp ecialm ente los sujetos adultos. El
curso e s crónico, durando en gen eral
varios m eses. L a m ortalidad e s e le ­
vad a.
Externam ente e sta enferm edad está
cara cterizad a por la p resentación de
ed em as en el esp acio interm andibular
y en el pecho, por la llenu ra de las
ven as yu gu lares y por cierto d e c a i­
miento d sl estad o g eneral, cu n q u s el
apetito sigue siendo m ás o m enos b u e­
no por algú n tiempo. A la vez, h ay
posición ortopneica, es decir, que el
an im al ad op ta u n a actitud que le per­
m ita respirar m ejor p a ra lo cu al s e ­
p ara su s escá p u la s y su s hom bros de
la pared del tronco lo m ás que le sea
posible. Al p racticar un exam en clíni­
co se encu entra fuera de lo an clad o ,
palidez de la s m u cosas, v e n a s yugu ­
lares llen as, ten sas a la p a lp ac'ó n , se
com p rueba qu e el ed em a de la g a r­
g an ta y pecho es un ed em a de e sta ­
sis, h a y d isn ea m ás o m enos a c e n ­
tuada qu e se m anifiesta por d ilatación
389
de los ollares, aum ento del núm sro de
respiraciones, y en o casio n es por re s ­
piración "so b re sa lta n te” (o "latig azo
espiratorio") lo que g en eralm en te in­
d ica que h a y colección líquida en la
cav id a d pleural (hidrotórax), en cuyo
c a s o el murmullo v esicu lar en cu é n tra ­
se dism inuido en la s partes inferiores
del tórax y talvez aum entado en la s
superiores (respiración vicariante), h a ­
biendo m acicez horizontal a la per­
cusión; es frecuente que esta m acicez
a lc a n c e por en cim a a u na lín ea que
p a s e por la articulación del hombro,
au nqu e a vecos es m ucho m ás a lta y
pu ed e ocupar prácticam en te todo un
hem itórax. El hidrotórax puede ser uni
o bilateral. L a s p u nciones dan un lí­
quido claro com o a g u a o lig eram en ­
te am barino. En el corazón es fre­
cu ente encontrar desd oblam ientos de
los tonos, trastornos de conducción y
soplo sistólico en la v á lv u la tricúspi­
de; en cam bio, la frecu en cia es g e n e ­
ralm ente norm al o ligeram en te a u ­
m entada. Del lad o digestivo h a y pocos
cam bios, y sin m ayor im portancia.
Los resultados d e la s n ecro p sias
son: palidez de los tejidos en g en eral,
ed em a s su bcu tán eos en g a rg a n ta v
p ech o esp ecialm en te, co leccio n es lí­
qu id as en Ja cav id ad pleu ral y a v e ­
c e s en la p eriton sal (hidrotórax v a s -
citis), corazón de p ared es m uy ílá ci-
d as, "flo jo " y, con m u ch a frecuencia,
cirrosis h ep ática. No es raro, ad em ás,
encontrar, a so cia d o a todo lo a n te­
 390 FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA Y DE ZOOTECNIA
rior, parasitism o bronquial y gastro in ­
testinal.
Por lo q u e anteced e, podam os ver
qu e se trata de u na enferm edad del
a p a ra to circulatorio: en efecto, h ay
ed e m a s y co leccio n e s líqu id as en la s
ca v id a d es, llen u ra de la s v en a s y u ­
g u la res y signos objetivos de d ila ta ­
ción c a rd ía ca . S e d escarta u na enfer­
m edad in feccio sa por la co n stan cia
en la sintom atología y lesio n es que no
correspond en a ninguna entidad in -
fecto -co n ta g io sa definida y porque no
se h a observ ad o transm isión d e la
en ferm ed ad de unos a otros an im ales
ni natu ral ni experim entalm ente, ni
tam poco se h an encontrado g érm enes
a los cu ale s atribuir la ca u sa .
S e trata evidentem ente de u n a in­
su ficien cia c a r d ía c a cró n ica con e d e ­
m as y cirrosis h ep ática; la p re sen cia
d e e s ta últim a p ru eba q u e h a y u n a
e s ta s is circu latoria cró n ica en la s v e ­
n a s c a v a s com o co n se cu en cia de la
in su ficien cia ca rd ía ca , lo q u e conduce
a cirrosis.
Teniendo en cu en ta q u e e sta enfer­
m ed ad es prop ia d e la S a b a n a de Bo­
g otá y no de tierras b a ja s , y que a fe c ­
ta a n im a les d e ciertas razas selectas,
se orienta úno, com o c a u s a d e este
trastorno, a la acció n s.obre el o rg a ­
nism o de los efectos d e la e x cesiv a
altitud sobre individuos p o co resisten ­
tes y p oco a d a p ta b les a la s circu n s­
ta n cia s a d v ersa s del m edio en que le s
toque vivir.
D. H. Udall, en su obra “P ráctica de
la C lín ica V eterin aria", trata de u n a
enferm edad d e los bovinos q u e s e p re­
sen ta e n la s g ran d es altu ras y la
a c h a c a a dicho ex c e so d e altitud; le
d a la den om in ación de "Enferm edad
del p ech o en lo s bo v in o s", y d ice a sí:
"E s u n a hipertrofia del corazón (el au ­
tor no h a b la d e d ilatación sino de hi­
pertrofia; e s d e suponer q u e él con ­
sid era que se traía de u na hipertro­
fia seg u id a de dilatación), d eb id a a la
influ en cia de la s g ran d es alturas. Al
p a recer h a sido o b serv a d a y descrita
por G lov er y Nefson en el Colorado.
En un estudio realizad o entre 45 a n i­
m ales pudieron com probar q u e el co­
razón del g a n a d o vacuno, criad o en
g ran d es altitudes (2.750 metros), p e sa ­
b a com o término m edio 0.879 libras
(por 1.000 de p eso vivo) m ás q u e el co ­
razón d e los bóvid.os criad os en terre­
nos llan o s a nivel del mor. Los tras­
tornos visibles en el exam en post-m or-
tem consisten en ca q u e x ia , infiltración
s e r c s a d e la s h inchazones su b cu tá­
n ea s, exudado seroso en las cav id ad es
o rg án icas, ed em a extenso subperito-
n e a l de los intestinos, y p a red es a b ­
d om inales. En o ca sio n es h a y hipertro­
fia e sc le ro sa del h íg ad o y ed em a pul­
m onar. El corazón está aum entado,
d ilatad o y lacio.
S í’ilomcr?: E1 proceso s? ;n ic ia con
tristeza, in ap eten cia, d ia 'rs a , pulso v
respiración a celerad o s. Algunos terne­
ros m ueren m uv pronto, sin el ed em a
característico del pecho. En período
m ás avan zad o, a p a re c e inflam ación
e d em a to sa d esd e la región su bm axi-
la r h a s ta el p echo; a v e c e s se extien ­
d e tam bién a los costillares y vientre.
A m ed id a que la afecció n evoluciona
el p a cien te sufre p alp itacion es a n é ­
m icas, pulso yu g u lar tos y epistaxis
en el ejercicio. L a sa n g re contiene un
aum ento d e h em og lob in a y hem atíes.
En los a ta q u e s le ta les el curso e s de
d o s s e m a n a s a tres m eses. C om o trata­
m iento eficaz sólo c a b e b a ja r el g a ­
n ad o a tierras d e m enor altitud". H as­
ta: a q u í Udall. En la o b ra "Pato-
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logia y terapéutica e sp e c ía le s de
los a n im a les dom ésticos" de Hu-
tyra y M arek, encontram os: "L a
enferm edad o m al d e la s m onta­
ñ a s a de la s alturas, trastorno p are­
cido a la fatiga ag u d a -del corazón, se
h a observ ad o m u ch as v e ce s en c a b a ­
llos, asn o s, mulos y cam ellos, después
de subir a regiones a ltas (de m ás de
3.000 m etros sobre el nivel d el mar),
efectuando servicios de tiro y d e c a r ­
g a, y en perros, gatos y a v e s trans­
portados a d ich as regiones. Facilitan
la enferm edad el frío, el calo r intenso,
el hábito previo a regiones b a ja s y la
falta de entrenam iento. En o casio n es
los ca b a llo s enferm an y a en alturas
de 500 a 1.100 metros, cu and o h an su ­
bido en p oco tiempo 600 o 700 metros,
efectuando un servicio p esad o. S e co n ­
sideran com o c a u sa s la m enor tensión
del oxígeno en el aire alv eo lar, con la
consiguiente falta de saturación por
aqu el d e la hem oglobina, la acu m u ­
lación d e productos de fatiga en los
tejidos y la dificultad en la circu la­
ción m enor, o ca sio n a d a por la s in­
flexiones an g u lares y aco m o d am ien ­
tos de los cap ilares de Los pulm ones,
a l d esin flarse y arru garse los últimos
en atm ósferas en rarecid as. En terneros
de co m a rca s altas, Lempsn halló h i­
pertrofia del ventrículo d erecho c a u ­
sa d a por el aum ento de la resisten cia
en la circu lació n menor. L as m an ifes­
tacio n es recu erd an la s de la debilidad
a g u d a del corazón; sólo qu e su ele h a ­
ber ligero crumento de la tem peratu­
ra (en el ca b a llo h a sta 39,6), m uchas
vpoes h em o rragias por la s n arices y
bo ca y, contra lo a u e se o b serv a en
el hom bre, a m enudo fallecim iento en
co-na. En la s m ontañas del C olorad a
se denom ina enferm edad p ectoral de
39 1
los bóvidos a u na card icp atía, princi­
palm ente de la s reses procedentes de
regiones b a ja s , que se m an ifiesta por
dilatación c a rd ía ca y ed em as y, cu a n ­
do dura m ucho; tam bién por endure­
cim iento del hígado. M ejora en los p a ­
ra je s b a jo s".
S e h a m encionado la sarcosporidio-
sís m íocárd ica como c a u s a del p a d e ­
cim iento; a lo sumo podría co n sid e­
rá rse la com o factor ag rav an te, porque
de ser la c a u s a d eterm in arte, d eb ería
p resen tarse la enferm edad en c u a l­
quier altitud y clim a, lo que no ccurre
así, lim itándose su ap arición a las
regiones de m ayor ele v a c ?n; ac’em ás
es un proceso de la s razas m ás d eli­
ca d a s lo qu e h a b la en favor de u n a
d eficien cia o rg á n ica propia d e indivi­
duos poro vigorosos y rústicos.
Con la id ea de que es la e s c a s a
tens'ón del oxígeno en el aire lo que
origina la enferm edad, se nos ocurrió
em plear la cxigen oterap ia en un toro
Holstein que p resen tab a el cuadro c lá ­
sico. Se d'o el oxígeno por inyección
su bcu tán ea, que es u n a de la s v ía s
m ás p rácticas y operantes en v e te ri­
n aria; se "d m in'stró ad em ás, por v ía
.oral u na m ezcla de hierro, cobre y co ­
balto. Los resultados fueron sorpren­
dentes. Los ed em as em pezaron a d is ­
minuir con la o xig en o tercp ia cuand o
aún no se e sta b a sum inistrando la
m ezcla de m inerales an o tad a; los e d e ­
m as de g a rg a n ta y pecho d ism inuye­
ron y d esap arecieron , y el hidrotórax
qu e a lc a n z a b a la altu ra de la articu ­
lació n del hom bro d esa p a reció por
com pleto en el curso de unos 15 días.
Durante el tratam iento se hizo el en ­
say o de a p lica r el oxígeno d irectam en ­
te en el sitio de los ed em as y los re ­
sultados fueron aún m á s so rp ren d en ­
 392 FACUT TAD DE MEDICINA VETERINARIA Y DE ZOOTECNIA
tes, púas la dism inución e ra patenta
en el curso de horas. El astado g e n e ­
ral m ejoró de m an era n o table, el a p e ­
tito se hizo excelen te y hubo u na m a r­
c a d a m ejo ría del estad o d e carn es. El
tratam iento se efectuó por unos 15 d ías
y se suspendió luego, durando la o b ­
serv ació n por dos m eses m ás, d uran­
te los cu a le s no se presentó recidiva.
En u n a v a c a d e raza Holstein de la
Facu ltad de V eterinaria, q u e p resen ­
tó el m ism o cuadro, se hizo igual tra­
tam iento y aun cu and o los efectos no
fueren tan rápidos como en el ca so
anterior, sí se obtuvo el re sta b le ci­
m iento con d esap arición de los e d e ­
m as e hidrotórax. En cam bio, en otros
dos c a s o s la o x ig en cterap ia fracasó y
los a n im a le s m urieren; paro la necrop­
sia hizo luz porque permitió com pro­
b a r q u e se tratab a de c a u s a diferen­
te au n cuando la síntom a e le g ía era
igu al. Y es el momento, por co n si­
guiente, de a cla ra r este punto: y a en
o ca sio n es anteriores h a b ía m o s tenido
oportunidad de o b serv ar q u e en alg u ­
n os c a s o s el tratam iento de estos e n ­
ferm es con sulfonam idas s r a a v eces
eficaz; per ejem plo, en un ternero se
Logró la d esap arició n co m p leta de los
ed e m a s y la reposición d el estad a
g en eral, pero la enferm edad Tecidivó
y el an im al murió. En cam bio, en otros
enferm os la s su lfas resu ltab an inefi­
c a c e s . L a o bserv ació n de m ejo rías con
tratam ientos tan d ispares n o podía
m enos d e producir p erplejid ad ; pero
afortunadam ente, la s n ecro p sias p ra c­
tica d a s perm itieron a cla ra r el punto,
por lo m enos en g ra n parte.
S e trata en realid ad de dos enfer­
m ed ad es diferentes, que pueden co n ­
fundirse, porque sus sín 'o m as co in ci­
den: la una, la qu e constituye nuestro
trab ajo presente, se d eb ería a altitud
y ¿3s lesion es consisten p rin cip alm en ­
te en d ilatación c a rd ía ca s n lesion es
in flam atorias propiam ente d ich as del
mió o endocardio; es la que puede ce­
der a l oxígeno,• la otra, que puede
confundirse clín icam en te con la an te­
rior, se debe tam bién a d ilatación c a r­
d íaca , pero originad a por m iocarditis
y endocarditis (es frecuente encontrar
g ran congestión del endocardio), re­
sultantes de la acció n de g érm en es y
sus toxinas (especialm ente el bacilo
de la necrosis, cu y a s toxinas son su­
m am ente a ctiv a s; se le en cu en tra pro­
duciendo focos purulentos en pulm o­
n es e h ígad o principalm ente, a esto se
a g re g a m uy frecuentem ente g astro en ­
teritis m ás o m enos in ten sa en la que
intervienen gérm en es v ariad os, lo que
constituye otro foco que puede inte­
resar a l corazón); esta seg u n d a es la
que pu ed e b en eficia rse en cierto g ra ­
do con la s m ed icacio n es an tisép ticas
g e n era les com o la s sulfam idas, etc.
Tenem os, por consiguiente, dos e n ­
tidades: la una. no in fecciosa; la otra,
tó xico -in feccio sa; la prim era puede
experim entar m ejo ría con oxígeno y
m ed icación qu e estim ule la h em ato ­
p o y esis; la segu nd a, podría b en e ficia r­
se d e la a n tisep sia gen eral, aun c u a n ­
do e s m uy p ro b lem ática la elim in a­
ción d e focos caseo so -p u ru len to s de
a lg u n a s v iscera s en los que intervie­
ne m uy frecuentem ente el b a cilo de.
la n ecrosis. E sta es. la exp licación de
la m ejo ría o b serv a d a a v e c e s con a n ­
tisépticos g en era les en ca so s qu e p a ­
recían a sim ple vista enferm ed ad de
altura.
El diacm óríico diferencial es difícil:
a c a s o la fiebre qu e a co m p a ñ a a los
pro ceso s in fecciosos p u ed a ay u d ar,
pero a v eces falta; la com probación
de leucocitosis o de hem ocultivos p o ­
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sitivos h a b la ría n de infección. H ay un
d ato que e s de interés en el d iagnósti­
co diferencial: en la enferm edad pro­
d ucid a por altitud, es frecuente la co n ­
servación del apetito, por lo m enos al
com ienzo, y de cierto b u sn estad o de
ánim o; en la de c a u s a in feccio sa son
frecuentes la in ap eten cia y el d e c a i­
miento acen tu ad o d esd e el principio.
En resum en: fUbre, in ap eten cia y d e ­
caim iento m arcad os, caracterizarían al
proceso infeccioso.
H ay otra entidad frecuente en los
bóvidos que puede prestarse a confu­
sión, y e s la pericarditis traum ática.
En esta tensm os com o d iferencia: g ra ­
v ed ad d esd e el com ienzo, m arch a un
poco rígida, signos en la red ecilla, rui­
dos de chapoteo en la au scu ltación
d el corazón, m ayor taq u icard ia (100 o
más), la m acicez de la parte 'inferior
del ͧKn: no ss d esp laza a l co lo car al
an im al en decúbito supino (pues la
m acicez se debe en este ca so a co ­
lección líquida dentro d el-p ericard io
y a engrasam iento del m ism o; en ca m ­
bio, la m acicez por hidrotórax se d es­
p laza con el decúbito), el curso es m ás
rápido; finalm ente, la punción es d e­
finitiva, pu es obtiene en la pericard i­
tis traum ática un líquido séptico, turbio
y fétido, siendo claro e inodoro el del
hidrotórax por d ilatación ca rd ía ca .
Teniendo en cu en ta los bu en os efec­
tos del oxígeno y de la m ed icación esti­
m ulante d e la hem atopoyesis, podem os
h a cer alg u n a s consid eraciones sobre
la p ato g en ia de este proceso. N orm al­
mente el organism o en la altitud r e a ­
liza un aum ento del núm ero de sus
glóbulos rojos (poliglobulia) a efecto
de cap tar a l m áxim o el e sca so oxígeno
del aire. Si e sta poliglobulia no se r e a ­
liza norm alm ente, el organism o e sta ­
rá en déficit y el suministro de o xíg e­
393
no a los tejidos se rá insuficiente. Esta
a n o x ia pu ed e a fecta r gravem ente los
ó ig an o s y tejidos. Sab em o s que la c a ­
re n cia de oxígeno puede originar d e-
a sn e ra cio n e s en diversos órganos: en
los cerdos se produce u na d eg e n e ra ­
ción g ra so sa del hígad o en ca s o s de
an em ia g rav e por ca re n c ia de hierro
en la alim entación. El m iocardio tam ­
bién puede lesio n arse gravem ente.
Aún es p osible que la s pared es c a p ila ­
res m ism as se resientan por la an o xia
y qu e se h a g a n p erm eab les pudiendo
form arse los ed em as ind epend iente­
m ente de lesión ca rd ía ca ; sin e m b a r­
go, la estasis en la s v en as, los signos
de la au scu ltación y la cirrosis h e p á ­
tica rev elan afecció n ca rd ía c a ad em ás.
L a fa lta de esta poliglobulia supone
qu e el an im al en cuestión está en e s ­
tado de a n em ia con relación a los su­
jetos que sí reaccio n an norm alm ente.
El organism o re a ccio n a en te los o g en -
Tos que lo ¡m eresan según sus c a p a ­
cid ad es, siendo b u en a esta reacció n
si es vigoroso, y e s c a s a o nu la si es
endeble. Es sabido que la s rozas muy
esp ecia liz a d a s p a ra la gran produc­
ción le ch e ra son m uy d elica d a s por­
que en parte se h an formado su stra­
y én d o las a la acció n de los ag en tes
n atu rales que fortifican el organism o
y ’e perm iier. rea ccio n a r en un m o­
mento dado contra circu n stan cias a d ­
v ersas; así, esios organism os su cu m ­
ben an tes qu e ¡os rústicos en la lu ch a
por su supervivencia. A ca so la m e­
dula ó se a d e estos a n im ales no r e a c ­
cione convenientem ente; pero aún su­
poniendo qu e tal reacció n se verifique
y a lc a n c e a m antener relativo grado
de norm alidad o rg án ica, su ced e que
cu alquier desequilibrio que so b rev en ­
g a trastorna las co sas, y es a sí com o
¿un parasitism o bronquial o g astro en -
 394 FACULTAD Di,; MEDICINA VETERINARIA Y DE ZOOTECNIA
térico, o algú n foco sép tico o tóxico,
o la preñez o la la c ta n c ia , o la a li­
m en tació n d eficiente, etc., q u e pueden
a n em ia r en m ay or o m enor grado al
sujeto, pueden d e se n ca d e n a r un e sta ­
do d e co sa s laten te y dar a l traste Cor­
e l esfuerzo del organism o por m an te­
n erse a flote. T am bién h a y q u e tener
en cu en ta la posibilidad d e que la s
su b sta n cias tó xicas ela b o ra d a s por los
p a rá sito s o en focos sépticos com o el
gastrointestino, etc., pueden deprimir
aún m ás u n a m edu la ó s e a y a de por
sí deficiente.
E sta p ato g en ia tiene la s siguientes
b a s e s : prim era, en la enferm ed ad c i­
ta d a se en cuentra clín icam en te a n e ­
m ia; a l h a ce r ex ám e n es de laboratorio
se en cuentran con frecu en cia v alores
n orm ales o aú n superiores, pero c o ­
mo se trata d e enferm os con derram es
líquidos en ca v id a d es y tejido su b cu ­
táneo, h a y hem oconcentración , lo que
en torp ece los resultad os; pera a p esar
d e e s ta hem oconcentración e s frecuen­
te en contrar v a lo res que están en los
n iv eles m ás inferiores; segu nd a, la fre­
cu ente aso cia ció n d e los parasitism os
en estos ca s o s h a c e suponer q u e la
a n e m ia producida por ellos, a g ra v a
a lg u n a y a existente; tercera, la e n fe r­
m edad a fecta con esp ecia l frecu en cia
a la ra z a Holstein, y e s p recisam en te
esta ra z a la qu e cu en ta con cifras m ás
b a ja s (m ás b a ja s que la s otras razas
b ov in as) en su hem oglobina, número
d e glóbulos rajo s por milím etro cúbico
y volum en g lo bu lar lo qu e llam a la
aten ción h a c ia u n a ten d en cia a ser
deficiente esta raza en su hem atopo­
y esis con dificultades p a ra la a d a p ta ­
ción; cu arta, en los ca s o s tratad os con
hierro, co bre y co b alto se notó a u ­
m ento co n sid erab le de los valores
m encion ad os, lo qu e in d ica u n a d efi­
cie n c ia anterior.
L a profilaxis, qu e es lo m ás im por­
tante de e sta enferm edad, pod ría re a ­
lizarse: primero, cuidando la s impor­
tacio n es p a ra evitar com prar an im a les
p arien tes de los qu e y a h an en ferm a­
do en nuestro p aís. Podría h a ce rse una
revisión de los reproductores m achos
existentes, en el país, d e la ra z a Hols­
tein principalm ente (que es la más
afectad a) y qu e h an vivido en la a l ­
tura sin afecta rse por el m ayor tiem­
po p csib le p a ra utilizarlos am p liam en ­
te en la insem inación artificial, y a que
es d ig n a de h e red a rle su resisten cia;
segundo, los an im ales im portados re­
cibirán a ie n cicn m éd ica esp ecia l e in ­
m ediata: a) p a ra elim inar de raíz los
p arasitism os de cu alq u ier localización;
b) p a ra sum inistrarles hierro, cobre,
cobalto y oirás su b stan cias fa v o rece­
d oras do la hem atopoyesis com o V i­
tam in a B -12, ácid o fólico, extractos de
h ígad o y de m edu la ó se a y quizá, en
cierto grado, a rssn ica le s; c) p a ra que
su alim en tación s e a perfectam ente
equilibrad a, su stan cio sa, rica en v ita­
m inas, proteínas y m inerales; d) p ara
prevenir y com batir cu alq u ier in fec­
ción d e cu alq u ier lo calización ; e) p ara
evitar qu e sufran d esg aste o rgánica
por cu alq u ier motivo y por un plazo
qu e es difícil d e calcu lar, pero que
qu izá no d eb iera ser inferior a un añ a
durante el cu al los an im a les tienen
tiempo d e re a ccio n a r y a d a p ta rse a su-
nuevo m edio. Este punto com prende:
evitar preñez y la c ta n c ia durante este
tiempo, lo que supone que la s h em ­
b ra s no d eb erán im portarse en e s ta ­
do d e g estació n ; los m acho s tendrán
m o d erad a activid ad sexu al. S e evitará
tod a c la s e d e fatiga.
Si se p resen ta la enferm edad, se
a g re g a rá a lo anterior el tratam iento
con oxígeno.