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Fabián Ricardo Miranda Chávez

09 de mayo de 2022

La Víctima en el Código
Orgánico Integral Penal.

A lo largo del tiempo se ha identificado como identificado como víctima a la persona

física que ha sufrido un perjuicio, en especial lesiones físicas o mentales, daños
emocionales o un perjuicio económico, directamente causado por un acto u omisión que
infrinja la legislación penal de un Estado miembro, esto ha llevado a dos conclusiones,
la primera es que las víctimas son personas físicas, por lo que estarían excluidas las
personas jurídicas, las empresas y el Estado; y la segunda es que además son directas e
indirectas, siendo las primeras las que han sufrido de modo inmediato el delito; y las
otras las que no han sufrido directamente pero si han padecido personalmente sus
consecuencias.

Cabe resaltar que las normas internacionales de los derechos de las víctimas tienen su
origen en los tratados de derechos humanos.

I. La Víctima En La Legislación Ecuatoriana.

En la legislación vigente no se da un concepto de la víctima, pero según el COIP la

víctima es un sujeto procesal cuya justicia se puede aplicar únicamente con la presencia
de esta junto con la persona procesada, la fiscalía y la defensa. El art. 441 del COIP
señala las personas que se consideran víctimas, y se incluye además a las personas
jurídicas, públicas y al Estado, como sujetos del derecho que de forma individual o
colectiva han sufrido daño a un bien jurídico como consecuencia de la infracción.

II. Derechos De Las Víctimas.

Para hacer referencia de los derechos, el COIP se remite a las garantías judiciales
comunes a la víctima, basadas en el principio de bilateralidad, de ahí nace los conceptos
de garantizar el derecho a la justicia de las víctimas (el derecho a la tutela judicial
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efectiva) y el concepto que menciona que las obligaciones estatales son las de respetar
los derechos humanos y asegurar su plena vigencia se proyectan bilateralmente. Si el
Estado se encarga de probar el delito y la participación del responsable, la víctima solo
tendrá que probar la existencia y extensión del daño que sufrió.

Igualdad ante los tribunales

Este derecho es aplicado tanto a la víctima que reclama investigación y juicio, como al
imputado durante el proceso penal, el derecho indica que se dará trato igual sin
privilegios, ni discriminación de ninguna naturaleza, ni por ninguna razón, ni durante el
proceso, ni durante las etapas procesales, ni en la decisión final, deberá ser equitativa e
imparcial, debiendo fundarse solamente en la prueba y en la ley.

Por su parte, en lo que respecta a la víctima, uno de sus derechos es el tratamiento

igualitario y la aplicación de acciones afirmativas en relación con su dignidad humana.

Acceso a la justicia y defensa en juicio

El derecho de acceso a la justicia deriva del concepto de igualdad entre el procesado y la

víctima, que implica una defensa idónea, orientación y asesoramiento inclusive en
forma gratuita para aquellas personas que carecen de recursos económicos, con lo que
se justifica la defensoría pública. Sin embargo, este derecho tiene una “limitación” la
victima debe presentar una acusación particular debido a que es necesaria una
participación activa en el proceso.

La imparcialidad de los jueces

Este derecho aplica de igual manera tanto para la víctima como para el procesado,
puesto que el derecho está íntimamente ligado al principio de independencia, que
promueve una justicia eficaz, y respetuosa de las garantías del debido proceso. Es
necesario recalcar que la garantía de imparcialidad de los jueces sustenta el sistema de
enjuiciamiento y es un principio rector del proceso penal y está reconocido en el artículo
4, número 19 del COIP.
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III. Los Derechos De La Víctima En El Proceso Penal.

Entre los derechos de la víctima en el debido proceso, se menciona que se reconoce el

derecho a ser tratada en condiciones de igualdad que garantice una investigación,
proceso y reparación acorde con la dignidad humana, aplicando inclusive medidas de
acción Afirmativa, además de adoptar los mecanismos para la reparación integral.

En el proceso penal, el derecho ubica a la víctima como la figura central del delito al ser
la verdadera afectada por la infracción penal en espera de protección, reparación del
daño y de la aplicación de la justicia por la lesión del bien jurídico tutelado.

El Derecho De Acceso A La Justicia

Este derecho se puede ver en la Convención Americana sobre Derechos Humanos

concretamente en el artículo 25 como la obligación del Estado de proveer a los
ciudadanos sometidos a su jurisdicción una debida protección judicial, cuando alguno
de sus derechos hayan sido violados.

El Derecho A La Verdad

Este derecho se ha constitucionalizado en el Ecuador desde el año 2008, en la

Constitución actual, el artículo 78 reconoce el derecho de la víctima a una reparación
integral que obviamente incluye el derecho a la verdad.

El Derecho A La Reparación e Indemnización

Referente a este derecho, el COIP tiene varias disposiciones que regulan ese derecho ya
sea luego de la sentencia condenatoria, que se concretan en lo siguiente: si se ha
declarado la culpabilidad y la pena, el juzgador dispondrá la reparación integral de la
víctima siempre que esta sea identificable.

Las Medidas Cautelares Y De Protección

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Las medidas cautelares, son como su nombre lo dice, medidas que puede ser ordenadas
a fin de proteger los derechos de las víctimas y de los otros participantes en el proceso
penal, esto con el fin de garantizar la reparación integral de las víctimas.

Medidas de protección

Este derecho es aplicado justamente para las victimas, las medidas de protección
previstas en el artículo 558 (exclusivamente a favor de la víctima) permiten cumplir con
el mandato constitucional contenido en el artículo 78, tendientes a protegerla de
cualquier amenaza u otra forma de intimidación..

IV. Procedimientos Especiales.

Procedimiento abreviado, Procedimiento expedito

Estos procedimientos se dan, tomando en cuenta que el pedido de pasar al

procedimiento abreviado no puede vulnerar el derecho de la víctima, de esta manera la
víctima puede concurrir a la audiencia y podrá ser escuchada por el juzgador. Por su
parte, para el procedimiento expedito, por su naturaleza el trámite se desarrolla en una
audiencia, en la cual la víctima y el denunciado pueden llegar a una conciliación, salvo
que se trate de violencia en contra de la mujer o miembros del núcleo familiar, pero la
inasistencia de la
víctima no impide la realización de la audiencia.

El ejercicio privado de la acción pública

Este ejercicio corresponde únicamente a la víctima y los procesos se inician solo con
acusación particular que presenta esta, quien además puede desistir o abandonarla.

Mecanismos alternativos de solución de conflictos

Estos mecanismos se aplican con el consentimiento libre y voluntario de la víctima,

quien además puede retirar ese consentimiento en cualquier momento.
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Recursos

El COIP menciona que la víctima puede interponer recursos siempre y cuando haya
presentado acusación particular; sin embargo, tiene derecho a ser notificada inclusive en
el trámite del recurso de revisión.

V. Conclusión.

La víctima en el COIP parte desde la concepción de que el delito es un conflicto social,

ante el cual la respuesta del Estado ha sido tradicionalmente la persecución y el castigo
de los responsables, a través del proceso penal.

Por su parte el proceso penal ha sido configurado para establecer la existencia del delito
y la responsabilidad de los partícipes en ese hecho; además, en lo referente a la
reparación de daños producidos por efecto del delito, se tenía como una materia ajena al
debate procesal, sin embargo, en la actualidad y con la normatividad vigente en el país,
la reparación es consecuencia directa de la sentencia condenatoria.

Finalmente, como se ha visto en este tema, el derecho de acceso a la justicia no se agota

en el trámite del proceso, sino en garantizar el derecho de la víctima o de sus familiares
a saber la verdad de lo sucedido, a obtener la sanción a los responsables y a la
reparación integral, hay que recalcar que esto debe hacerse respetando el debido proceso
y la bilateralidad de los derechos de quien busca justicia y de aquel que es objeto del
proceso penal.