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La Víctima, la

reparación digna y
el tercero civilmente
demando
VICTIMA
A decir del victimólogo Julio Matos Quesada, en cuanto a la conceptualización de la víctimas,
podremos decir que existe diferencia entre los términos:

Víctima, persona que sufre directamente la acción delictiva, Sujeto Pasivo, es el titular del bien
jurídico protegido;

Agraviado, es la persona que ha sido perjudicada.


Sobre el Decreto 7-2011 Del Congreso De La Republica de Guatemala

Conforme la exposición de motivos del Decreto 7-2011, que incorporo reformas al


Código Procesal Pernal Guatemalteco:

Las reformas implican el avance a una visión bidimensional del proceso penal, en
donde equilibra los derechos que le asisten a todo imputado de delito, con los
derechos fundamentales que le corresponden a la victima del delito por el simple
hecho de ser la afectada de la acción delictiva; en ese sentido, toda actividad de
persecución penal y jurisdiccional, debe considerar los derechos de ambos sujetos
procesales, en el mismo nivel de correspondencia, facilitando y haciendo efectivo el
de uno sin la afectación o disminución de los del otro.
Victima

Según la Declaración sobre los principios fundamentales de justicia para las


víctimas de delitos y del abuso de poder, adoptada por la Asamblea General de
las Naciones Unidas, en su resolución 40/34, de 29 de noviembre de 1985, se
entiende por víctima:

1. A las personas que, individual o colectivamente, hayan sufrido daños, inclusive


lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional o menoscabo sustancial de los
derechos fundamentales, como consecuencia de acciones u omisiones que
violen la legislación penal vigente en los estados miembros, incluida la que
proscribe el abuso de poder.
2. Podrá considerarse “Víctima” a una persona, con arreglo a la presente
declaración, independientemente de que se identifique, aprehenda, enjuicie o
condene al perpetrador e independientemente de la relaciona familiar entre el
perpetrador y la víctima. En la expresión “Víctima” se incluye además, en su
caso, a los familiares o personas a cargo que tengan relación inmediata con la
víctima.

3. Las disposiciones de la presente declaración serán aplicables a todas las


personas sin distinción alguna, ya sea de raza, color, sexo, edad, idioma, religión,
nacionalidad, opinión política o de otra índole, creencia o practicas culturales,
situación económica, nacimiento o situación familiar, origen étnico o social, o
impedimento físico.
El artículo 117 del Código Procesal Penal establece como víctima:

1. (reformado por el artículo 38 del decreto 21-2016 del Congreso De la República).


A las personas que, individual o colectivamente, hayan sufrido daños, inclusive
lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional, perdidas financieras o
menoscabo sustancial de los derechos fundamentales, como consecuencia de
acciones u omisiones que violen la legislación penal vigente.

2. Se incluye además, en su caso, al cónyuge, a los familiares o dependientes


inmediatos de la víctima directa y/o a la persona que conviva con ella en el
momento de cometerse el delito, y a las personas que hayan sufrido daños al
intervenir para asistir a la victima en el peligro o para prevenir la victimización
2. (Derogado por el artículo 39 del Decreto 21-2016 del Congreso de la república) Al
cónyuge, a los padres y a los hijos de la víctima, y a la persona que conviva con ella
en el momento de cometerse el delito.

3. A los representantes de una sociedad por los delitos cometidos contra la misma y
a los socios respecto a los cometidos por quienes la dirijan , administren o controlen;
y

4. A las asociaciones en los delitos que afecten intereses colectivos o difusos,


siempre que el objeto dela asociación se vincule directamente con dichos intereses.
Derechos que le asisten a la victima

El artículo 117 del Código Procesal Penal en su segunda parte regula:

El agraviado (víctima) aún cuando no se haya constituido como querellante adhesivo


de conformidad con el presente código, tiene derecho a:

a. Ser informado sobre los derechos que le asisten en el procedimiento penal.

b. Recibir asistencia médica psico-social, o cualquier otra que tenga por objeto reducir las
secuelas del hecho delictivo.

c. Que el Ministerio Público escuche su opinión en el procedimiento, fundamentalmente


antes de las decisiones definitivas o de las provisionales que implican clausura o
extinción de la persecución penal.

d. A ser informado; conveniente y oportunamente, de las decisiones fiscales y judiciales, e


invitado a las audiencias en las que su opinión pueda ser vertida
e. A recibir resarcimiento y/o reparación por los daños recibidos.

f. A recibir protección cuando su integridad física corra peligro, como consecuencia de


la persecución penal en contra del sindicado.

g. A que existan mecanismos que disminuyan los riesgos de victimización secundaria


durante el proceso penal.

El Ministerio Público estará obligado a garantizar estos derechos por medio de sus
órganos correspondientes, pudiendo para el efecto realizar convenios con instituciones
públicas o privadas.
De la exposición de motivos del decreto 7-2011, del Congreso de la Republica,
extraemos:

La víctima de delito no está obligada a comparecer con abogado o abogada asistente, ya que
no se requiere estatuto procesal para intervenir en juicio y por ello no se hace necesaria la
asistencia jurídica que establece el artículo 197 de la Ley del Organismo Judicial; derivado de
ello, el Fiscal del Ministerio Público debe asistir jurídicamente a la víctima de delito, velar por
sus derechos en juicio, su protección e incluso para la obtención de la reparación digna, sin
limitante alguna, habida cuenta que el derecho afectado por el cual acusa el Fiscal es el de la
víctima.

Lo indicado con antelación no excluye la asistencia jurídica de la víctima por un abogado o


abogada, cuando tenga las posibilidades económicas paga contratar uno, e incluso le da la
oportunidad de comparecer a las audiencias con abogados sin que previamente se le haya
propuesto la asistencia jurídica, como tradicionalmente es exigido.
Se reserva parcialmente la figura de querellante adhesivo para facilitar la constitución y
comparecencia de aquellas instituciones, que sin ser víctimas de delitos, tienen un interés
legítimo en proseguir, acompañar y sostener la causa en juicio, lo que se valida con la vigencia
de los artículo 116 y 117 del Código Procesal Penal, para quienes aplica la forma, tiempo y
consecuencia de su constitución.

El ejemplo a citar, de lo supra indicado, lo encontramos normado en el 5º. Párrafo del artículo
116 del Código Procesal Penal, que regula la audiencia de discrepacia.
La Declaración sobre los principios fundamentales de justicia para las víctimas de
delitos y del abuso de autoridad, regula en sus artículos 6. y 7.

Se facilitará la adecuación de los procedimientos judiciales y administrativos a las


necesidades de las víctimas:

a) Informando a las víctimas de su papel y del alcance, el desarrollo cronológico y la


marcha de las actuaciones, así como de la decisión de sus causas, especialmente
cuando se trate de delitos graves y cuando hayan solicitado esa información;

b) Permitiendo que las opiniones y preocupaciones de las víctimas sean presentadas y


examinadas en etapas apropiadas de las actuaciones siempre que estén en juego
sus intereses, sin perjuicio del acusado y de acuerdo con el sistema nacional de
justicia penal correspondiente;
c) Prestando asistencia apropiada a las víctimas durante todo el proceso judicial;

d) Adoptando medidas para minimizar las molestias causadas a las víctimas, proteger su
intimidad, en caso necesario, y garantizar su seguridad, así como la de sus familiares y la de
los testigos en su favor, contra todo acto de intimidación y represalia;

e) Evitando demoras innecesarias en la resolución de las causas y en la ejecución de los


mandamientos o decretos que concedan indemnizaciones a las víctimas.

El articulo 7 agrega: Se utilizarán, cuando proceda, mecanismos oficiosos para la solución


de controversias, incluidos la mediación, el arbitraje y las prácticas de justicia consuetudinaria
o autóctonas, a fin de facilitar la conciliación y la reparación en favor de las víctimas.
Oportunidad Procesal para constituirse en Querellante

El artículo 118 del Código Procesal Penal regula: Oportunidad. La solicitud de acusador
adhesivo (entiéndase querellante), deberá efectuarse siempre antes que el Ministerio Público,
requiera la apertura a juicio o el sobreseimiento durante la audiencia programada para el
efecto. Vencida esta oportunidad, el juez la rechazara sin mas trámite.
REPARACION
DIGNA
El Artículo 124 del Código Procesal Penal, (Reformado por el Artículo 7 del Decreto 7-
2011 del Congreso de la República). Regula entre otras cosas:

Derecho a la reparación digna. La reparación a que tiene derecho la víctima comprende la


restauración del derecho afectado por el hecho delictivo, que inicia desde reconocer a la
víctima como persona con todas sus circunstancias como sujeto de derechos contra quien
recayó la acción delictiva, hasta las alternativas disponibles para su reincorporación social a
fin de disfrutar o hacer uso lo más pronto posible del derecho afectado, en la medida que tal
reparación sea humanamente posible y, en su caso, la indemnización de los daños y
perjuicios derivados de la comisión del delito.
La exposición de motivos del Decreto 7-2011 del Congreso de la República, que reformo
el artículo 124 del Código Procesal Penal, explica entre otras cosas:

a) El cambio de sentido, obligación por derecho; efectivamente la reparación digna es un


derecho que le asiste a la víctima por el delito cometido en su contra, antes que una obligación
del condenado por el delito realizado.

b) Conlleva sustituir la naturaleza civil de la responsabilidad indemnizatoria, por la naturaleza


penal de la reparación, lo que implica que las normas aplicables directamente en ello son del
orden penal, sustantivo y procesal, excluyendo cualquier aplicación supletoria en ello del orden
civil, sustantivo y procesal, salvo para las medidas cautelares y la ejecución de la resolución de
reparación; esto se extiende incluso, en no exigir estar legalmente constituidos en
representantes legales de la mortual del causante para exigir y tener derecho a la reparación,
ya que este es un instituto civil que limita el acceso a la reparación digna y consecuentemente a
la justicia de las víctimas de delitos.
c) La incorporación normativa de la “reparación”, que constituye un concepto más amplio y
propio del derecho de las víctimas de delitos, que verifica la lesión provocada por el delito y
sobre esa base proyecta a futuro la manera de “suprimir, reducir o compensar sus
consecuencias lesivas”; es decir, la reparación conlleva la restitución, la indemnización, la
compensación y la rehabilitación, en lo humanamente posible, de la víctima, para que
desarrolle su vida libre de traumas o efectos negativos; incorpora, en consecuencia, reparación
material, inmaterial, e incluso simbólica, yendo más allá de la simple entrega de dinero por el
delito soportado.
e) El calificativo “digna” de la reparación, lo que refiere que esta debe responder, en la mayor
medida posible, al proyecto de vida de la víctima del delito, percibiendo las condiciones
personales, expectativas, oportunidades, habilidades, destrezas y cualidades de la víctima,
que hayan sido menoscabadas por el delito cometido en su contra; por ello, la reparación no
debe ser un simple pronunciamiento abstracto y arbitrario de quienes juzgan, sino por el
contrario, una decisión basada en datos, evidencia y percepciones de restablecer las
condiciones de la víctimas, anteriores a la realización del delito, valorando el impacto que
puede tener el contenido de la reparación en su vida futura.
f) En la indemnización deben establecerse los reglones –atención médica, psiquiátrica, psicológica,
familiar, laboral, estudiantil- a los que va dirigido el dinero pagadero a la víctima, sea
porcentualmente o por cantidad específica, montos que no pueden ser variables o sustituidos por
voluntad propia de la víctima o sus representantes, por lo cual debe pedirse que se informe de su
observancia; asimismo, puede implicar órdenes judiciales a instituciones públicas, a través de sus
representantes legales, como, entre otras, las dirigidas a supervisores departamentales o
municipales, para que, bajo su responsabilidad y sin costo para la víctima del delito, traslade su
matrícula y expediente estudiantil a otro establecimiento donde puede seguir cursando los estudios,
cuando el delito fuere cometido en su establecimiento educativo; o incluso, para dignificar a la
víctima de manera simbólica que se le dé el nombre de la víctima a la biblioteca o un aula del
colegio o escuela, siempre que la naturaleza del delito lo haga aconsejable.
g) La reparación digna inicia con el trato respetuoso, atento y responsable que los funcionarios
del sistema judicial penal le deben proveer desde su primera comparecencia a las instituciones
correspondientes.

h) El derecho a la reparación no debe constituir un enriquecimiento indebido para la víctima, o


una posibilidad para superar su condición económica precaria, sino por el contrario un medio
idóneo de restablecerla y compensarla, asegurando una vida libre de secuelas del delito
soportado.
i) Para facilitar el ejercicio del derecho a la reparación digna, la reforma elimina la obligación de la
víctima intervenir en todas la audiencias del proceso para obtener reparación por el delito, y le
permite comparecer únicamente a una audiencia para lograr tal objetivo; suprime los obstáculos
legales de constitución de actor civil, las obligaciones procesales que conlleva y los límites de su
intervención.

j) establece la discusión de la reparación digna sobre la base de una condena previa, a efecto de
tener un espacio específico para conocer el proyecto de vida, expectativas, necesidades,
afectaciones, traumas y demás efectos sobre la víctima del delito y conforme a ello, ubica el
contenido idóneo de la reparación, con el objeto de eliminar el arbitrio judicial en su fijación;
k) La audiencia de reparación debe ser desarrollada de manera simple, con el alegato de
apertura del fiscal, como asistente jurídico de la víctima, en donde describa el contenido de la
reparación digna solicitada, desagregando en la medida de lo posible los rubros
correspondientes, e inmediatamente se le escuchará al condenado si manifiesta su conformidad
al respecto o no; si se opone al requerimiento, se reproducirá la prueba para acreditar los
parámetros del numeral 2 del artículo 124 del Código Procesal Penal; para acreditar el mayor o
menor daño, la afectación física, patrimonial, psicológica, laboral u otra, se puede recurrir a los
hechos acreditados por los Juzgadores en la sentencia de condena; el proyecto de vida y
expectativas de la víctima se acreditan, en la mayoría de casos, con su testimonio, y su
afectación, con el dictamen de experto cuando sea posible; finalizada la reproducción de prueba,
se escuchará brevemente al fiscal, a la víctima y condenado, directamente o a través de su
defensor, y se pronunciará la resolución, previa deliberación cuando sea tribunal colegiado
l) impone una actitud activa del juzgador en el impulso del proceso para la determinación de la
reparación digna, toda vez que al existir víctima individualizada, debe convocar a los
intervinientes en la audiencia de relato de la sentencia de condena, y ordenar a la unidad de
comunicaciones de la judicatura que ubique, invite y facilite la comparecencia de la víctima a la
audiencia, girando todos los oficios que sean necesarios e imprescindibles para tal efecto,
audiencia que debe llevarse a cabo al tercer día relatada la sentencia de condena.

m) El numeral 4) del artículo 124 del Código Procesal Penal faculta a la víctima o agraviado a
que en cualquier momento del proceso penal pueda solicitar al juez o tribunal competente que
decrete las medidas cautelares que considere necesarias para asegurar bienes suficientes para
cubrir el monto de la reparación digna.
n) Conforme lo resuelto dentro del expediente No. 2038-2011 de duda
de competencia CSJ Sentencia del 14/10/2011, es competencia de los jueces de
ejecución el conocer lo referente a la ejecución de las reparaciones dignas de las
víctimas en los procesos penales en los que se haya ejercitado dicho derecho, con la
salvedad de que si no se hubiere ejercido en esta vía, puedan ejercerla en la vía civil.
En tal sentido, el Juzgado Primero de Ejecución Penal de Guatemala deberá seguir
conociendo con referencia a la duda planteada de la sustanciación de la fase de
ejecución.
El artículo 51 del mismo cuerpo legal que regula: “Los jueces de ejecución tendrán a su
cargo la ejecución de las penas y todo lo que a ellas se relacione, conforme lo establece este
Código”, y el artículo 493 del Código Procesal Penal en su primer párrafo que establece: “las
condenas penales no serán ejecutadas antes de que se encuentren firmes. A tal efecto, el día
en que devienen firmes, se ordenará las comunicaciones e inscripciones correspondientes y se
remitirá los autos al juez de ejecución.”, se puede determinar que es competencia de los jueces
de ejecución el conocer lo referente a la ejecución de las reparaciones dignas de las víctimas
en los procesos penales en los que se haya ejercitado dicho derecho
Tercero Civilmente
Demandado
El Tercero Civilmente demandado es una tercera persona que conforme a la ley tiene la
obligación de responder por los daños causados por el imputado. Así la ley, señala que la
persona quien ejerza la acción reparadora podrá solicitar la citación de la persona que, por
previsión directa de la ley, responda por el daño que el imputado hubiere causado con el hecho
punible, a fin de que intervenga en el procedimiento como demandado. Esa solicitud debe ser
formulada en la forma y en la oportunidad prevista en el Código (Artículos: 130, 131, 132 del
C.P.P.), con indicación del nombre, domicilio o residencia del demandado y de su vínculo
jurídico con el imputado.
Doctrinariamente se le a denominado Responsable Civil; Giovanni Leone, dice que es aquel
que está obligado a la restitución o al resarcimiento del daño por el hecho del imputado" .

Ricardo C. Núñez, dice que civilmente responsable "es la persona que de acuerdo con las
leyes civiles responde por el imputado del daño causado por el delito.

Oderigo expresa que "la posibilidad de realizar el derecho civil material, dentro del proceso
penal, no está circunscrita al procesado, como única parte pasiva; sino que se extiende también
con relación a personas no procesables (insospechadas de ser autoras, cómplices o
encubridoras del delito), a las que la ley instituye con papel de parte accesoria y eventual. En el
proceso, a título de responsable civil o sea, persona que, a la par del procesado, es requerida
para que responda civilmente por las consecuencias del delito".
Oderigo expresa que "la posibilidad de realizar el derecho civil material, dentro del proceso
penal, no está circunscrita al procesado, como única parte pasiva; sino que se extiende también
con relación a personas no procesables (insospechadas de ser autoras, cómplices o encubridoras
del delito), a las que la ley instituye con papel de parte accesoria y eventual. En el proceso, a título
de responsable civil o sea, persona que, a la par del procesado, es requerida para que responda
civilmente por las consecuencias del delito".

De lo anterior podemos indicar que la responsabilidad civil puede ser: contractual o


extracontractual. Es contractual cuando no se ha cumplido con la obligación emanada de un
contrato, o se ha cumplido imperfectamente o se ha retardado su cumplimiento. La
extracontractual proviene de la comisión de un delito o de un cuasi-delito civil o simplemente de la
ley.
En lo que respecta a la responsabilidad civil por hecho ajeno de las personas, que es la que
no interesada para los fines del trabajo, y de acuerdo con el autor nacional Romeo Augusto de
León se comprende:

a) La de los padres por los hechos cometidos por sus hijos menores de edad que se encuentran
bajo su patria potestad; (Art. 1660 del Código Civil).

b) La de los tutores por los pupilos o incapaces que se hallen bajo su tutela o guarda; (Art. 1660
del Código Civil).

c) La de los amos, maestros y demás personas dedicadas a cualquier género de industria, por los
de sus criados, discípulos, oficiales, aprendices o dependientes, en el desempeño de sus
obligaciones o servicios; (Art. 1661 de| Código Civil).
d) La de los dueños de cafés, tabernas y cualquiera otra clase de establecimientos semejantes;
abiertos al público, por los delitos cometidos en ellos, siempre que por su parte o la de los
dependientes haya mediado infracción de los reglamentos generales; (Art. 1663 del Código Civil).

e) La de los posaderos y demás personas que se hallen al frente de establecimientos destinados


al ordinario hospedaje, para restituir los objetos sustraídos de sus casas, a los que en ellas se
hospedaron, siempre que éstas los hubieren dado a conocer; (Art. 1663 de! Código Civil).

f) La de los dueños de empresas de transporte, por cualquier medio que sea, por los de sus
empleados cometidos en el tránsito de vehículos; (Art. 1651 del Código Civil).
g) La de los patronos por los accidentes de trabajo; (Art. 1649 del Código Civil).

h) La de personas o empresas en que se haga uso de mecanismos especiales; (Art. 1650 del
Código Civil).

i) Las personas jurídicas son responsables de los daños y perjuicios que causen sus
representantes legales en el ejercicio de sus funciones; (Art. 1664 del Código Civil).

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