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1. ¿Qué piensan que cambió con la pandemia en el desarrollo de las personas? ¿Qué
etapas del ciclo vital fueron las más afectadas? Ejemplificar los términos de Generación
histórica y cohorte de edad con la situación actual derivada de la pandemia.
Durante la pandemia, diferentes ámbitos del desarrollo humano se vieron afectados. Debido a
las cuarentenas y el aislamiento, muchas interacciones no pudieron realizarse, las salidas a
lugares exteriores se vieron limitadas, y las horas frente a las pantallas aumentaron. Por otro
lado, se reportó un gran número de muertes a causa de la enfermedad por COVID-19 y hubo
una desmejoría en la salud mental de las personas, el número de casos de violencia
intrafamiliar y de género creció, al igual que el desempleo y la baja de estudiantes en las
instituciones académicas en todos los niveles. Asimismo, los niveles de ansiedad y estrés
generados por la cantidad y calidad de las interacciones sociales, tuvo repercusiones en la
salud física y mental. Con esto, se alteró el curso normal de la vida de las personas en
diferentes ámbitos: desde lo psicosocial, lo cognitivo y lo físico.
La población infantil fue afectada en gran medida por la falta de interacciones sociales con
pares comunicativos, lo que probablemente llevó a una adquisición del lenguaje con mayor
dificultad y de menor calidad, de acuerdo a los hitos del desarrollo lingüístico. La falta de
juego grupal pudo ser el factor principal en este proceso psicosocial. Adicionalmente, el
lenguaje no verbal se vio algo alterado ya que el uso del tapabocas limita mucho el
entendimiento de las expresiones no verbales, de reacciones a los gestos y acciones
producidos o del reconocimiento facial de sus familiares, afectando así la relación entre ellos.
El desarrollo del área cognoscitiva pudo verse afectada por una escasa exposición a estímulos
sensoriales, lo cual implica que los y las infantes no hayan sido sometidos a ambientes
enriquecidos que les permitieran generar conexiones neuronales del mismo modo que un
bebé, niño o niña que haya interactuado activamente con su entorno a través del juego, de la
interacción libre con elementos y en espacios de mayor tamaño, puesto que al estar
continuamente en espacios reducidos y sin novedad se desenvuelven en un contexto
sensorialmente empobrecido. Por otro lado, existe la posibilidad dado la prerrogativa de
trabajar en casa, o también por el desempleo de alguno de los cuidadores, que se haya
dedicado mayor tiempo con los infantes, lo cual representa ventajas para su desarrollo
emocional pero también cognitivo, al poder aprovechar espacios para una mejor y mayor
estimulación siempre y cuando las personas a cargo del bebé, niño o niña, sepan cómo
hacerlo y dispongan del tiempo y los recursos económicos y emocionales para hacerlo, ello
teniendo en cuenta que en contextos laborales "normales" la licencia dada para el cuidado de
los infantes en Colombia es reducida en comparación con otros países (12 y 6 semanas tienen
la licencia de maternidad y paternidad respectivamente) y ello tiene implicaciones negativas
para su sano desarrollo.
Respecto al área física, es innegable que la falta de interacción física con su entorno pudo
suponer un cambio en el desarrollo motor, más específicamente es en este rango de edad que
suceden cambios motores de gran importancia, abarcando todo el proceso de bipedestación y
marcha, sin embargo, aunque dichos procesos sí se vieron afectados, probablemente fueron
las habilidades cognitivas complejas las más afectadas, como podría ser la coordinación
óculo-manual, habilidad estimulada por procesos propios de esa edad, como lo es la
exploración manual de objetos.
La población perteneciente a la niñez temprana, que comprende edades desde los 3 a los 6
años, también pudo verse afectada a nivel psicosocial. Esto debido a que en este rango de
edad empieza la escolarización a nivel de pre-jardín, jardín y transición, por lo tanto, la falta
de estar situados en este contexto en el cual un niño habita junto a más niños, aprende a
relacionarse con ellos y adquiere un marco convencional de socialización guiado por un o una
profesional, podría haber influído en la adquisición y desarrollo de estas habilidades para
relacionarse y ubicarse en el territorio que habita.
En este orden de ideas, la educación preescolar en contextos adecuados también permite la
generación de habilidades cognoscitivas; entre los 3 y los 6 años, los niños y niñas hacen
rápidos avances en el vocabulario, la gramática y la sintaxis al interactuar con otros niños de
su edad, de suerte que, se van a enriquecer sus capacidades comunicativas para asimilar el
lenguaje y usarlo, lo cual se ve restringido al aplazar la etapa de integración de la niña o niño
a un contexto preescolar como consecuencia de la pandemia, esto también ocurre en el
proceso de alfabetización donde se requiere que haya capacidades del lenguaje oral como
vocabulario, sintaxis, estructura narrativa, la comprensión de que el lenguaje se utiliza para
comunicarse; y capacidades fonológicas específicas (conectar letras con sonidos) que ayudan
en la decodificación de la palabra impresa. (Papalia, 2012)
Por otro lado, para aquellos niños que pueden acceder a televisión y medios tecnológicos, se
puede facilitar a través de programas especializados la asimilación de letras, colores,
palabras, sonidos, habilidades en contextos sociales, es decir, elementos que ayuden a que el
proceso de desarrollo a nivel cognitivo y social no se vea completamente impedido, para ello
es importante la participación activa del entorno familiar y de cuidado, es decir, no se puede
permitir el acceso sin restricción a este tipo de contenidos y ello no debería reemplazar los
espacios de convivencia entre los niños y niñas y sus cuidadores.
Es en esta población donde es más inferible la afectación física, ya que es en este momento
que se comienza a perfeccionar las destrezas físicas, generalmente esto se ve influenciado por
gustos, como lo pueden ser los deportes o manualidades; de hecho, es muy probable que sean
dichas habilidades practicadas cuando pequeños las que serán más diestras al llegar a la
maduración corporal. Ahora bien, el aislamiento impidió la exploración de dichos gustos, y
en consecuencia, del comienzo de procesos que pudieran generar destrezas específicas.
La población denominada niñez media, la cual comprende edades desde los 6 a los 11 años,
también pudo ser de las más afectadas durante la pandemia. Los niños en esta etapa aún
continúan creciendo y aprendiendo intensivamente sobre su entorno y sobre sí mismos. En
ese sentido, la falta de interacción con otros niños, de jugar, de reconocer al otro y
reconocerse a sí mismo como un sujeto independiente, de enfrentarse a situaciones
incómodas o avergonzantes y de tener iniciativa en distintas situaciones, pudo haber afectado
el desarrollo psicosocial, ya que el aislamiento seguramente no permitió que todos o algunos
de los ejemplos anteriores se llevaran a cabo (Bordignon; 2005).
De igual manera, la permanencia de los niños y niñas en establecimientos educativos, implica
que por ejemplo, al salir cotidianamente a su escuela o colegio, a actividades
extracurriculares, ellos puedan desarrollar su pensamiento espacial, al medir, recorrer
distancias y poder calcular cuánto tiempo demorarán en llegar a su destino final, situación
que se vió limitada en la educación bajo modalidad virtual. También al encontrarse en plena
etapa del pensamiento operacional concreto donde empiezan a desarrollar sus facultades para
pensar "lógicamente" deberían estar expuestos a contextos diversos y seguros donde puedan
aplicar estas facultades, incluyendo contextos escolares y sociales.
En términos de procesos mentales como la atención, para aquellos niños y niñas que pudieron
continuar con sus clases bajo modalidad virtual, ella fue más difícil de sostener, como lo
evidencia el número de estudiantes que presentaron dificultades para aprobar su año escolar o
que incluso no pudieron hacerlo, teniendo en cuenta que, al encontrarse expuestos a un
artefacto tecnológico que presenta numerosas oportunidades para la distracción, aunado a la
falta de supervisor de un(a) adulto(a) que conlleva a un deficiente mantenimiento de la
atención.
En cuanto al área física, quizás fue esta población quien más confundida se vió por el cambio,
ya que a diferencia de la anterior población sus procesos motores tuvieron lugar en un mundo
sin este tipo de restricciones, y es precisamente a partir de esta edad que el sedentarismo
puede dejar secuelas más notorias, y en muchos casos graves, ya que los malos hábitos
alimenticios sumados a la poca actividad física pudieron haber causado obesidad infantil, o el
caso contrario ya que muchas familias se vieron severamente afectadas económicamente.
La población adolescente, que comprende edades desde los 11 a los 20 años, también se vio
afectada considerablemente por el aislamiento, las cuarentenas y todo lo relativo a la
pandemia. A esta edad se busca determinar cuál es la identidad de cada individuo,
comprendiendo todos los aspectos de la vida. Para esto, es importante tener en cuenta el
autoconcepto y el papel que se cumple dentro de una sociedad. Al privar a los adolescentes
del contacto con otras personas, y que por el contrario, su única herramienta de comunicación
sean las tecnologías, puede llevar a que dicha construcción no sea la más adecuada.
Adicionalmente, en algunos casos, la relación con su entorno familiar pudo verse afectada.
Las repercusiones a nivel emocional del periodo de la pubertad como tránsito a la vida adulta,
abarcan un gran nivel de estrés que se vió acrecentado por la situación de confinamiento e
incertidumbre que produjo la pandemia, ello termina afectando el rendimiento académico y
los proceso de aprendizaje de los adolescentes. Los y las adolescentes se encuentran en la
etapa de pensamiento operacional frontal, que se caracteriza por una lógica más sistemática y
la capacidad de pensar acerca de las ideas abstractas, es importante a partir del
relacionamiento con pares y guías el descubrimiento de habilidades y destrezas propias
(Berger, 2016.), de una manera paulatina donde se fortalezcan en un ambiente de confianza y
seguridad frente al conocimiento, aprovechando que en esta etapa se generan nuevas maneras
de razonar, pasando de un razonamiento prevalentemente inductivo, en el que se acumula
gran cantidad de información del mundo, a un razonamiento deductivo. La posibilidad de
generar este tránsito de manera saludable tanto a nivel emocional como cognitivo se ve
limitada al haber escasas oportunidades para la interacción en contextos escolares,
académicos y sociales en general, teniendo en cuenta que la relación entre profesor(a) -
estudiante y sus pares, es crucial para el proceso de aprendizaje y que en la etapa de la
adolescencia adicionalmente suelen manifestarse varios trastornos y sìntomas
psicopatológicos que junto al contexto de la pandemia generan un impacto en el desarrollo
cognitivo de los y las adolescentes.
Finalmente este grupo poblacional (y desde esta edad hacia delante) son los que en
consecuencia al aislamiento tienen una mayor probabilidad de haber sufrido, o en tal caso aún
sufren, de problemas osteomusculares con una afección claramente destacada, la atrofia
muscular fisiológica. El aislamiento vivido fue el escenario perfecto para que se diera dicha
afección (Marco Narici, 2020). Cuando los músculos no son expuestos a cargas mínimas
diariamente el tejido adelgaza, sabiendo esto, no es de extrañar que con cuarentenas totales,
sumadas al miedo al exterior, las personas no salieran de casa. De hecho, muchos pasaron la
mayor parte de la pandemia acostados o sentados, afortunadamente, al ser un proceso
fisiológico, es reversible a base de ejercicio y una buena nutrición.
Por otro lado, un estudio expone que la influencia genética en el coeficiente intelectual es
mayor en familias de nivel socioeconómico alto, mientras que en familias de nivel
socioeconómico bajo se presenta una mayor relación con factores ambientales (Bedregal, et
al; 2010).
A manera de opinión grupal, consideramos que el desarrollo humano tiene una base genética,
la cual se va haciendo más o menos visible según la influencia que el ambiente tenga sobre el
individuo. Incluso, hay factores ambientales que pueden llegar a ser antagonistas, como otros
que pueden acentuar lo establecido por herencia genética. Entendemos el ambiente como los
contextos familiares, sociales, culturales y también procesos como la nutrición y el consumo
de ciertas sustancias y fármacos.
3. Escriban una idea de cada una de los siete principios del enfoque del desarrollo del
ciclo vital.
1. El desarrollo dura toda la vida: El ciclo vital está en constante cambio, es por ello que
inevitablemente lo ocurrido en todas las fases del desarrollo afecta a las próximas. A
modo de ilustración, si a un niño le diagnostican discapacidad grave cognitiva
inevitablemente esto afectará no solo su infancia sino también su adolescencia,
adultez y vejez. Al requerir ayuda de otra persona todo el tiempo no podría valerse
por sí mismo, así su economía se verá afectada al no poder conseguir empleo, su
ámbito social será muy pequeño ya que sus redes sociales serán muy reducidas debido
a su gramática y vocabulario limitados. Cognitivamente, su aprendizaje no le
permitiría tener una amplia comprensión del lenguaje escrito o incluso entender
conceptos como el tiempo o cantidades numéricas así que probablemente en un futuro
no sea alguien que haya leído muchos libros de física. Psicológicamente, su condición
podría generarle retraimiento u emociones negativas a lo largo de su vida.
Otra situación podría ser una persona que practicó natación durante su infancia,
adolescencia y adultez, es probable que en su vejez su salud física tenga una
disposición más positiva que la de alguien que durante toda su vida fue sedentario.
Así es como lo que sucede en etapas anteriores tiene repercusiones en etapas
posteriores.
Por otro lado, un niño que tuvo mucha estimulación en el área del razonamiento
lógico a través de juegos matemáticos, seguramente será alguien con un buen
desarrollo en habilidades numéricas, en su adultez no tendrá problemas con las
cuentas.
4. La influencia relativa de la biología y la cultura cambia durante el ciclo vital: El
impacto de la cultura como de la biología se van modificando aguanta del tiempo.
Probablemente alguien que durante toda su vida haya utilizado auriculares con el
volumen máximo posible, en su vejez tendrá problemas de audición y por más que
biológicamente tuviera una buena genética respecto a la audición, después de tanto
tiempo oyendo a un volumen excesivo, esto repercutirá negativamente su sentido
auditivo. Así la influencia de la biología en su infancia fuese muy positiva, esta en su
vejez no tendría relevancia debido a sus decisiones propias de cuidado auditivo.
Por otra parte, si una persona con un nivel intelectual muy alto crece en un contexto
en el que la base cultural de la educación es precaria, no se vería lo suficientemente
estimulado por su entorno y probablemente nos estaríamos perdiendo de un gran
ingeniero, médico, artista, etc. Ya que seguramente por su cultura no tendría acceso a
educación superior y sus habilidades cognitivas no se verían exploradas al máximo.
Sin embargo, en un futuro podría migrar y asentarse en un lugar en el que la cultura
fuese de una excelente formación y podría alcanzar varios títulos. Así la influencia
cultural cambia en las distintas etapas.
Del mismo modo, un sujeto que haya entrenado su memoria de trabajo con ejercicios
mentales tendrá una mejora considerable en su memoria que probablemente perdure
hasta su vejez.
Igualmente, si un adulto mayor tiene problemas del corazón pero nació en el siglo XX
D.C. y otro adulto mayor posee el mismo problema pero vive en el 2015, el segundo
caso tiene mayor probabilidad de sobrevivir a esta enfermedad debido a que nació en
un momento histórico en que la medicina y ha avanzado lo suficienteb como para
poder tratarlo con medicamentos o cirugías, mientras que en el primer caso, las
posibilidades de sobrevivir son reducidas al no tener una cultura con los avances
científicos suficientes para tratar su afección.
Referencias
Bedregal, P., Shand, B., Santos, M. J., & Ventura-Juncá, P. (2010). Aportes de la epigenética
en la comprensión del desarrollo del ser humano. Revista médica de Chile, 138(3), 366-372.
Recuperado de: http://dx.doi.org/10.4067/S0034-98872010000300018
Marco Narici, M. (2020, 12 mayo). Impact of sedentarism due to the COVID-19 home
https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/17461391.2020.1761076
Hill/Interamericana Editores