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UNIVERSIDAD FRANCISCO DE PAULA SANTANDER

ESPECIALIZACIÓN EN ORIENTACIÓN VOCACIONAL, PROFESIONAL Y


OCUPACIONAL

MODULO: INTERVENCION II

TRASTORNOS ESCOLARES Y COMPORTAMENTALES 1

Docente
Mg. ALEJANDRA GOMEZ LUGO

SAN JOSÉ DE CÚCUTA


2015

1
Tomado del Libro Trastornos Escolares: Detección – Diagnóstico y Tratamiento. Mariana E.
Narvate.
INTRODUCCIÓN

El interesante proceso de maduración y aprendizaje que vive todo niño, la etapa


de escolaridad es de vital importancia en ese período evolutivo, porque puede
dejar en él marcas no deseadas y para toda la vida. En otras palabras, el fr acaso
prematura en este proceso de adaptación y aprendizaje coloca al niño ante el
riesgo de ser seguro candidato a futuras dificultades en el desarrollo de la
personalidad.

En los primeros niveles, una inadecuada adaptación a la vida escolar puede


estructurar modelos de conducta posteriores que generen fracaso. Por el
contrario, si esa adaptación es guiada en forma inteligente, se superarán las
dificultades en medio de avances significativos.

El objetivo es acercar al docente a la tarea de detección precoz de los trastornos


escolares durante la primera infancia, tiempo en el cual el niño cuenta con mayor
plasticidad neuronal, la que permitirá una recuperación más eficaz de los
trastornos y déficits.

Para aprovechar al máximo el material propuesto, se sugiere:

1) Ubicar la patología.
2) Remitirse a la etiología y detección.
3) Diagnosticar.
4) Aplicar el material de tratamiento entablando con el niño una relación cordial y
armoniosa, de tal manera que éste “desee trabajar para su maestro” a pesar de
sus errores. Señalar los errores en forma positiva, ya que no podemos permitir
que el niño desconozca sus fallas, pero debemos ser cuidadosos al
señalárselas. No hacerlo mediante recriminaciones. Acentuar los éxitos
obtenidos por el alumno, si bien se tendrán en cuenta los errores y fracasos.
El niño es capaz de hacer bien algunas cosas y son éstas las que debemos
remarcar para que comprenda que puede tener éxito y no sólo fallas.
5) Evaluar continuamente el progreso del niño. Por ejemplo: llevar una ficha de
registro con los ejercicios realizado, incidentes más significativos, reacciones
del niño, éxitos con los ejercicios realizados, incidentes más significativos,
reacciones del niño, éxitos obtenidos, material utilizado, etc., que podrá ser
revisada con el fin de analizar los éxitos o fracasos.
6) Mantener contacto constante con la familia del niño para tener mayor
información del caso y contar asimismo con la colaboración familiar.
7) Solicitar de manera consciente las interconsultas necesarias para luego
obtener un informe diagnóstico diferencial o llegar a la comunicación personal
con el profesional que asiste al niño, realizando una tarea conjunta.
8) Si los trastornos exceden el ciclo escolar del año lectivo, informar al futuro
docente, mediante la confección minuciosa del legajo del alumno; comunicar a
los directivos y comprometer a la familia en el seguimiento del caso.
9) Aplicar todas las actividades del apéndice de técnicas que sean necesarias con
el previo conocimiento de las mismas, preparación del material y en el contexto
adecuado.
10) Utilizar la ejercitación de manera ordenada y graduada según las implicaciones
del caso, para luego realizar una evaluación minuciosa de cada ejercicio y la
corrección conjunta con el niño.
11) Realizar una actividad individualizada dentro del aula, ya que este niño es
diferente, adaptarse a sus necesidades individuales, a su capacidad y a sus
limitaciones.
FRACASO ESCOLAR

ETIOLOGÍA

Se usa el término fracaso escolar en los alumnos que, al agotar el período de la


escolarización obligatoria, no han logrado una formación básica que les permita
integrarse en forma autónoma y responsable a la sociedad; se incluyen los
alumnos que abandonan prematuramente el sistema educativo sin lograr la
titulación que les permita continuar estudios post-obligatorios.

La escolarización completa de la infancia es un logro reciente en varios países de


América Latina, que supones un avance social puesto que se extienden las
fronteras del aprendizaje pero a la vez, como medio de sociabilización, tienen
rendimientos mínimos a lograr que si no se cumplen podríamos hablar de fracaso
escolar.

El fracaso escolar aparece entonces como un fracaso social y como un fracaso en


la vida.

Se enmarca dentro de este cuadro también a los niños que ingresan a un mundo
totalmente nuevo: la escuela. Se inicia una etapa de transición entre el hogar y la
escuela: etapa de adaptación o de inadaptación a una nueva estructura. cuando lo
que prevalece es la inadaptación, hablamos entonces del fracaso escolar.

DETECCIÓN

El niño que, luego de reiteradas estrategias y ofertas educativas, presenta un


retardo global o parcial superior a dos años en la adquisición de los aprendizajes
escolares, excluyendo de aquí los casos en donde hubiese una discapacidad
mental, presenta un caso de fracaso escolar.

Este niño aparece como el que no acepta la autoridad del maestro, no logra
compartir, no asume responsabilidades, no responde a los contenidos y presenta
una conducta inadecuada.

La patología del fracaso escolar no posee un diagnóstico ni un tratamiento


específico, sino que responde a la problemática que domina y que lo define como
tal.

Las principales causas del fracaso escolar son:

 Factores sociales y culturales: Falencias arraigadas en el código social y


cultural del sujeto que difieren enormemente con la realidad socio-cultural de la
escuela. En la actualidad están contemplados ante la diversidad en la escuela
justamente con el objetivo de prevenir o ofender el fracaso escolar.

 Factores familiares: Engloba todo tipo de impedimento dentro del ámbito


familiar que no permite al niño integrarse en el ámbito escolar.

 Factores físicos o biológicos: Cualquier alteración física (corporal o sensorial),


no discapacidad, que no esté contemplada en el ámbito escolar o que no
permita al niño responder a los requerimientos pedagógicos.

 Factores cognitivo-madurativos: Se incluyen aquí los trastornos escolares que


por su magnitud o por no ser abordados y solucionados a tiempo detonan un
fracaso escolar.

El principal vehículo de información y aprendizaje escolar es actualmente el


soporte escrito, por ello los niños con problemas en áreas relacionadas con el
lenguaje y la lectoescritura, la psicomotricidad, la lateralidad o el cálculo, así
como los déficits específicos de las funciones cognitivas, conllevan un mayor
riesgo de este fracaso.

 Factores conductuales: Todo sujeto que padece un desequilibrio o desvío


afectivo-emocional que deteriore su conducta y no le permita adaptarse a las
normas escolares.

Es de suma importancia detectar precozmente las alteraciones que pueden llevar


a un niño al fracaso escolar; ya que su evolución incide directamente en
posteriores situaciones de la vida.

Nos concentraremos seguidamente en el ingreso a primer año a grado y en las


implicaciones sumamente importantes que se ponen en juego en este período
ante un fracaso escolar.

Las últimos datos estadísticas de la OEA indican que más de la mitad de los casos
de abandono escolar se producen en el primer año agrado. Por lo tanto, no sólo se
trata de un riesgo en lo formación individual, sino que abarca un riesgo mucho
mayor al definir una sociedad con predominancia de fracaso en esta primera etapa.
Por todo lo expuesto, el docente tiene un rol fundamental como detector de estos
alumnos en riesgo y en algunos casos, como única medio viable de solución, ya
que, tomado a tiempo, deja de ser un fracaso para denominarse alteración
temporal. Todas las patologías descritas pueden ser el inicio o la consolidación de
un fracaso, por ello el docente debe informarse y tomar cartas en el asunto a partir
de sus conocimientos previas. En estos casos, es importante la intervención del
asistente social, a quien será el que, teniendo en cuenta la problemática del niño,
focalizará la raíz del trastorno en vías de solución. Aquí se pueden usar como
técnicas para ampliar la información sobre el niño: lo cuesta social y la anamnesis,
y a lo largo del año, una ficha que registre las episodios significativos.

Indicadores de fracaso escolar:

 El alumno no pasa de año / nivel, no avanza,


 El niño presenta desinterés por la escuela
 El niño presenta un déficit específico (no discapacidad)
 El niño presenta trastornos en su comportamiento

Hoy el ámbito educativo en América Latino atraviesa un período de grandes


turbulencias, en el cual se hace presente el fracaso escolar como un hecho
complejo, entramado con:

 Realidad escolar cotidiana


 Contexto social
 Economía del país
 Política vigente
 Política educativa
 Movimientos culturales
 Diversidad
 Instituciones escolares
 Derechos humanos

Las autoras Silvia Duschataky y Alejandra Birgin en uno de sus libros, “El fracaso
escolar es una de las nuevas formas de violencia actual”, se refieren hábilmente a
los conceptos anteriormente enumerados en forma más directa:

 Repitencia escolar
 Deserción
 Ausentismo
 Explotación laboral infantil
 Hambre
 Falta de recursos mínimos
 Desnutrición
 Futuro sombrío
 Pobreza
 Deterioro de las condiciones de vida
RETRASO ESCOLAR

ETIOLOGÍA

Se encuentran en este grupo niños de coeficiente intelectual balo y de coeficiente


normal que no se adaptan y no responden a los requerimientos pedagógicos de lo
escuela común. Existen causas que lo provocan. Estas pueden provenir de la
familia, de la escuela y del mismo niño (biopsicosocial).

DETECCIÓN

La característica más importante es el notable atraso del niño en cuanto al ritmo y


al nivel del aprendizaje dentro del grupo El niño comienza a trabajar muy
lentamente, deja cosas incompletas, es desordenado; en los contenidos escolares
se observan estancamientos que perturban los aprendizajes posteriores. Su bajo
rendimiento crea dificultades continuas que, por lo general, sólo tienen como
resultado la lentificación general y, en otros casos, producirán un bloqueo de
aprendizaje. Estos niños se desarrollan lentamente y a menudo tienen defectos en
el lenguaje; pueden demorarse para aprender a leer y para comprender el cálculo
y la solución de problemas. La detección puede ser oportuna a través de los
exámenes de rutina o periódicos en el ámbito escolar o de salud; o bien puede
producirse en plena declaración de las dificultades.

Por lo general la segunda es la que predomina, ya que su familia no tiene un


régimen regular de asistencia a la escuela o a los centros de salud.

DIAGNÓSTICO

No existe ninguna prueba sencilla y fiable que identifique los problemas propios
del retraso escolar, ya que al manejarse dentro del área biopsicosocial no hay una
prueba que pueda acreditar estos contenidos, debiendo abordarse mediante
aproximaciones múltiples.

En situaciones ideales de prevención sería posible detectar índices de alteración o


desvío que a futuro podrían declarar un retraso escolar de no ser atendidos a
tiempo; o bien en la consulta médica - pediátrica. En esta consulta mínimamente
deberán evaluarse:

 Pautas evolutivas para la edad cronológica


 Examen de vista
 Examen audiológico
Esta evaluación médico es eficaz en el niño de 3 o 4 años por primera vez como
prevención, al inicio del Nivel Inicial y a los 5 o 6 años por segunda vez, ante el
ingreso al 1° año de la Educación Primaria Básica.

Hasta aquí parece relativamente posible el diagnóstico en una parte de la


población, mientras que sabemos que hay otra porción que no tiene acceso a
estas consultas de control o preventivas.

Pero con esto no se abarca todo, ya que de esta manera sólo se contempla el
área biológica / clínica del niño, quedando pendiente el aspecto psico-social.

La evaluación del área psico-social podrá ser abordada por el pediatra si incluye
en su consulta médica preventiva la puericultura, o bien quedará o cargo
Orientación Escolar en el ingreso al nivel inicial y a la Educación Primaria Básica.
En nivel inicial los docentes suelen hacer una entrevista individual con la familia,
centrándose en algunos de estos temas; en el ingreso a la Educación Primaria
Básica no es usual, son pocas las instituciones que lo llevan a cabo con la única
finalidad justamente de prevención.

En el encuadre psico-social se debe indagar acerca de:

 Juegos y actividades que el niño desarrolla.


 Integración con niños de su edad y con niños más pequeños.
 Inseguridad.
 Inhibición social.
 Apreciación de los padres sobre el nivel de comprensión en la vida cotidiana.
 Observación del entrevistador o pediatra en cuanto al desenvolvimiento el niño
durante la consulta.
 Exploración de la lateralidad predominante en ojo, mano y pie. Esta evaluación
es muy sencilla, en Trastornos de lateralidad están las estrategias de
expIoración.
 Evaluación de la afectividad, se pueden usar tests gráficos proyectivos de
rápida aplicación, siempre que el entrevistador esté capacitado y entrenado
para interpretarlos, tales como el test de figura humana o el test de la familia.

El eje diagnóstico de este trastorno le permite al maestro focalizar el problema,


según las causas que lo provocan:

Causas familiares

 Agotamiento del niño: El niño puede presentar agotamiento, no por el


programa de estudios, que generalmente es adaptado. Ese agotamiento puede
presentarse por no dormir lo suficiente, porque ve mucha televisión o porque
juega en la computadora durante largos períodos diarios. Esto le hace daño,
no solo por las alteraciones en el sueño, sino que las radiaciones de dichas
pantallas perjudican la vista. El problema de la televisión es muy amplio y bien
sabemos que abstrae al niño de la realidad; los programas violentos no sólo
potencian su agresividad, sino que lo alteran y no le permiten dormir bien.

Otra causa del agotamiento puede ser el poco control respecto a las amistades
del niño. Algunos pasan demasiado tiempo con los amigos en juegos y
diversiones que lo agotan excesivamente.

 Condiciones sociales: Cuando la condición social no permite la buena


alimentación del niño, cuando no existe un ambiente favorable en sus
relaciones con otros niños, cuando no tiene un lugar silencioso dentro del
hogar que le posibilite el trabajo intelectual. Por ejemplo, el niño habita en una
casa pequeña, con hermanos menores que no le permiten concentrarse al
preparar sus tareas escolares; esto puede ser causa de retraso escolar.

Se debe añadir aquí algo común en algunas familias con pocos recursos
económicos: el niño sale a trabajar, por lo cual no puede dedicar tiempo a su
formación de estudiante. Puede existir falta de interés en las familias por la
formación intelectual del niño.

En un ambiente social medio o elevado se observan casos de niños cuyos


padres desean que tenga una formación “súper”. Lo cargan dé clases
especiales y no le dejan tiempo para lo primordial, que es su enseñanza
elemental.

El trabajo extraescolar excesivo provoca en el niño fatiga cerebral, es decir, se


encuentra sin fuerzas. Existe también lo contrario, cuando los padres, absortos
en sus intereses profesionales y materiales, descuidan la parte intelectual del
niño. No ‘pierden el tiempo” en hablar con el niño, en orientarlo en su trabajo
escolar. No asisten a reuniones programados para ellos en el colegio. Cuando
el niño está iniciando el aprendizaje del lenguaje necesita, sobre todo de la
madre, que le ayude para la buena pronunciación. Si no la ve, porque la
familia está inmersa en sus compromisos sociales, el niño se retrasará en la
escuela.

Está el niño que nunca realiza un pequeño encargo de la maestra, una tarea
para el hogar u otro deber. Ese niño se siente desatendido, no tiene interés, se
vuelve apático.

 Falta de coordinación entre padres y maestros: El niño no pone interés en su


trabajo escolar y no progresa porque no existe un esfuerzo común entre sus
padres y el maestro. Sobre todo cuando existe una crítica constante del
maestro hacia los padres, que no acuden a las reiteradas citas, o, por el
contrario, la oposición de los padres a lo que hace o dice el docente- El niño
siente tirantez entre dos autoridades en desacuerdo; no progresan las visitas
de los padres a la escuela ni las intervenciones del maestro en la familia son
de gran ayuda para el desarrollo del niño.

 Falta de entendimiento entre padre y madre: La carencia de autoridad del


padre y el excesivo rigor de la madre, o viceversa. La falta de coordinación
entre ambos en el desarrollo del niño, le provocan inseguridad. La preferencia
marcada por un hijo en detrimento de otro, la falta de afecto, la formación
irregular de un nuevo hogar, causan en el niño un trauma profundo que llega al
desequilibrio. El niño que no es feliz dentro de la familia lleva a la escuela un
grave problema. Porta dentro de sí todo lo que le pasa y estará ausente en el
medio escolar, no entenderá ni asimilará. Tendrá retraso escalar.

 El alcoholismo: Muchos maestros encuentran entre sus alumnos algunos que


no pueden ser escolares normales, porque sufren de deficiencia mental debido
al alcoholismo de sus padres a de sus abuelos. Y algunas veces, de ellas
mismos que precozmente abusan de alguna bebida alcohólica, como cerveza,
vino, etc.

Afortunadamente, estos casos no son muchos. Todas las precauciones que


puedan tomar las padres al respecto son pocas.

Causas debidas al medio escolar

La escuela puede ser la causa del retraso escolar por no tener la calidad suficiente
en métodos pedagógicos, puede faltar también una buena organización escolar.

 Métodos pedagógicos: Es evidente que la eficacia de una técnica depende de


la persona que la aplica; pero, independientemente de ella, una escuela debe
tener clara y plena seguridad de que ha elegido los mejores métodos
pedagógicos, adaptados a la realidad escalar

 Buena organización: Cuando en las grupos es excesivo el número de niños no


se permite un clima de aprendizaje adecuado. Esto no beneficia un
conocimiento individual o profundo. El maestro no puede atender en particular
a cada una de ellos. El niño, en estas circunstancias, se abandona a sí mismo.
Habrá pocos a quienes no les afecte esta situación y puedan salir adelante,
pero los más desfavorecidos pierden el gusto por el aprendizaje porque se
sienten incapaces. No se debe sobrecargar al maestro en cuanto al número de
niños; tampoco incluir en su clase más de uno o dos con necesidades
educativas especiales, pues van a necesitar más atención que los demás.
 Insuficiencia del maestro: El problema del maestro es semejante al de los
padres del niño. Si éste encuentra que su maestro es descuidado y poco
preparado, en una palabra, sin vocación de educador, se sentirá desorientado
y no adelantará en sus estudios. El maestro sin autoridad o, en contraposición,
el que es severo e injusto, no cumple plenamente su labor.

También se da el caso del maestro desactualizado que desconoce los nuevos


métodos y la evolución de la mentalidad actual del niño, o bien se niega a
usarlos. Es también frecuente la situación del maestro novato que aún no tiene
experiencia; de ser así debe pedir ayuda al Equipo de Orientación Escolar. El
maestro incompetente que no prepara suficientemente su trabajo, que no se
preocupa por los aprendizajes extraescolares proporcionando materiales,
salidas con los alumnos, etc., contribuye al fracaso.

 Cambios de maestro: Los maestros que por enfermedad u otras causas, se


ven obligados a faltar varios días provocan desorientación en los alumnos. Su
labor, sin culpa alguna, es incompleta para el niño, quien sufre las
consecuencias y manifiesta retraso en los estudios. El maestro suplente, por
muy preparado que esté, desconoce a cada uno de los niños. Será más grave
cuando ignore los métodos usados con ellos. A veces, estos cambios son
constantes, y durante el año tienen tres, cuatro o más maestros. Si bien esto
es perjudicial en todos los niveles, los más afectados suelen ser
preescolar,.primero y segundo grado.

Causas que provienen del niño

Se incluyen aquí todos los trastornos escolares que provocan un defasaje


marcado a cuanto al rendimiento académico y el momento evolutivo y edad
cronológica. No

TRATAMIENTO

El retraso escolar implica la intervención de especialistas, según las causas del


mismo.

Dentro del aula, la tarea docente será la delimitación del problema, la confección
de un informe claro y completo para orientar a la familia y realizar la consulta al
especialista.

Con respecto a la labor pedagógica, es conveniente evaluar el nivel pedagógico y


comenzar una tarea de reeducación para impedir mayor retraso mediante una
adaptación curricular
Posibles modalidades de intervención

Causas que provienen de la familia

 Estrategia es lo siguiente: El maestro debe tratar de profundizar sobre la


realidad sociocultural y económica del niño y su familia.

Es muy válido la intervención del orientador social para delimitar correctamente


problema.

Luego, el equipo y el docente sugieren los seguimientos más adecuados: terapia


familiar, terapia de pareja, terapia del niño, intervención, de alguna entidad de
protección al menor, etc.

Causas debidas al medio escolar

En este plano cabe lo autocrítica docente, capaz de detectar el retraso por errores
propias y subsanarlo.

A veces, son los padres los que comienzan a notar estas causas y solicitan la
intervención de autoridades superiores.

El equipo escolar y la dirección de la escuela, por su lado, deben c onocer su grupo


de docentes y realizar el seguimiento del mismo para evitar estos inconvenientes y
asegurar una buena escolarización.

Causas que provienen del niño

Cuando el conflicto que provoca el retraso implica directamente al niño, es


necesario la intervención médica y psicológica o psicopedagógica.

En todos lo casos, se deberá llevar una carpeta con el seguimiento y la historia


pedagógica del niño; la misma incluirá las informes, las evaluaciones, las fichas de
control y demás documentos sobre el caso.
TRASTORNOS DEL APRENDIZAJE

Los trastornos del aprendizaje son alteraciones que se producen en el proceso de


aprendizaje, detectándose un defasaje de déficit entre las capacidades
intelectuales y e! rendimiento académico en escritura, lectura y cálculo.

Quedan excluidos de los trastornos del aprendizaje otros cuadros patológicos que
tienen las dificultades de aprendizaje dentro de su sintomatología como
consecuencia; por ejemplo en la discapacidad mental o sensorial.

Aquí nos referimos al trastorno del aprendizaje como consecuencia primaria,


donde se sitúa al niño en una instancia o estado académica fuera de la que se
espera paro su edad cronológica, encuadrándose entonces dentro de los
trastornos del desarrollo.

Se trata de una desviación más o menos acentuada del cuadro normal esperable
para cada edad, expresado como déficit, en donde el no aprender no configura un
cuadro permanente sino que se manifiesta con comportamientos peculiares. El
aprendizaje escolar es una de las actividades que ocupa gran parte del tiempo del
niño y es de su exclusiva responsabilidad; como tal, el niño llamará o reclamará la
atención de sus padres.

En otros casos, las perturbaciones de aprendizaje responden a déficit madurativos


o intelectuales y alteraciones socioculturales y educacionales.

Actualmente el niño que padece trastornos de aprendizaje no atendidos funciona


como un discapacitado.

DETECCIÓN

Para encuadrar un trastorno de aprendizaje se deberá focalizar la atención sobre


el de mayor incidencia en el niño.

Para esto es importante esclarecer las factores que intervienen ante un trastorno
de aprendizaje.

 Factores orgánicos: Tienen que ver con la integridad anatómica y el


funcionamiento de los órganos directamente comprometidas con la
manipulación del entorno.

La indagatoria para descartar cualquier alteración abarca el ámbito neurológico


y. estudio de los órganos sensoriales (vista y audición principalmente).
El sistema nervioso sano se caracteriza por su ritmo, su plasticidad, su
equilibrio. Por el contrario, cuando hay lesión o desorden encontramos una
conducta rígida, estereotipada, confusa.

Otro aspecto que interesa al aprendizaje es el funcionamiento glandular


metabólico, no sólo por su relación con el desarrollo general del niño, sino
también porque muchos estados de falta de atención, concentración, lagunas y
somnolencia suelen explicarse por la presencia de deficiencias glandulares.

Por último, es necesario que el sujeto se alimente correctamente, en cantidad y


variedad, pues el déficit alimenticio crónico produce alteraciones en la
capacidad de aprender. También las condiciones de abrigo y comodidad para
el sueño son facto res importantes para el mayor aprovechamiento de las
experiencias.

Tales perturbaciones pueden tener como consecuencia problemas cognitivos


más a menos graves. Si se detectan factores orgánicos específicos, éstos
llevarán a dilucidar el diagnóstico primario, en donde consecuentemente el
trastorno de aprendizaje será secundario a ese cuadro mayor.

El tratamiento también será encuadrado según los factores orgánicos, más allá
de que en cualquier caso requerirá tratamiento psicopedagógico.

 Factores específicos: Abarca las alteraciones que perturban el dominio de una


aptitud en particular como son las casos de Dislexia, Disgrafía, etc.; y las
alteraciones de las funciones cognitivas como es el caso del déficit de atención
o en los déficit de memoria.

 Factores psicógenos: El no aprender constituye un síntoma y una retracción


intelectual.

El factor psicógeno del problema de aprendizaje debe ser analizado teniendo


en cuenta las disposiciones orgánicas y ambientales del sujeto y luego, si se
constituye el no aprender como inhibición o síntoma.

 Factores ambientales: Estos factores implican: las posibilidades reales que le


brinda el medio al niña, la cantidad y calidad de estímulos que constituyen el
aprendizaje, las características de la vivienda, del barrio, de la escuela, las
canales de cultura, etc.

Una vez esclarecidas los factores, si el maestro reconoce alguno en forma


precoz, el tratamiento tendrá muy buen pronóstico, adaptando total o
temporalmente el currículo en base a lo diversidad cultural y la escuela
inclusiva.
El otro camino implica comenzar a enumerar los errores y problemas del niño,
para luego indagar can la familia y tener un panorama claro del trastorno del
aprendizaje, donde seguramente surgirán antecedentes de la historia familiar a
historia vital del niña, que padrón ser bien encuadradas para llegar a un
diagnóstica certera.

DIAGNÓSTICO

Después de haber definido el problema del aprendizaje como algo multifactorial, el


diagnóstico también se hará en forma conjunta.

El diagnóstico inicial será el del maestro, quien focalizará el trastorna del


aprendizaje según sus causas y solicitará a la familia la intervención de:

 Pediatra
 Neurólogo
 Psicopedagogo
 Fonoaudiólogo
 Psicólogo

Las técnicas que facilitarán al maestro la delimitación del problema de aprendizaje


son: prueba pedagógica, evaluación de la escritura, de la lectura, de la ortografía,
de la lateralidad y de la observación.

El diagnóstico diferencial debe ser realizado por un psicopedagogo. Como bien


señalé antes, el docente puede sugerir la consulta con el pediatra, quien evaluará
el informe del maestro y, con el conocimiento de los antecedentes del niño y su
familia, solicitará la interconsulta correcta.

El diagnóstico psicopedagógico suele ser bastante esclarecedor, ya que, al


apreciar las condiciones en que se encuentra el aprendizaje y los déficits que
presenta o no, podrá indicarse la terapéutica adecuada:

 Tratamiento Psicopedagógico.
 Tratamiento Psicológico.
 Tratamiento Fonoaudiológico.
 Tratamiento con terapia ocupacional.

Los tratamientos para/e/os: En algunos casos es necesario realizar varios


tratamientos consecutivamente, por ejemplo psicopedagogía y psicología;
psicología y fonoaudiología; psicopedagogía y fonoaudiología. Si se encontraran
factores emocionales contundentes que obturan el aprendizaje, con un retraso
escolar ya instalado, será necesaria la intervención psicopedagógica a tiempo
para evitar posteriores atrasos e incluso repitencias.

ESPECIFICACIÓN DE LAS EVALUACIONES DIAGNOSTICAS

 Evaluación médica: comprende la historia familiar detallada, la historia clínica,


datos del desarrollo del niño. Hasta aquí será la participación del Pediatra.
Posteriormente el Neurólogo y/o Psiquiatra realizarán los estudios específicos
pertinentes.

 Evaluación psicopedagógica.

 Evaluación intelecto-cognitiva: Valoración del cociente intelectual, aplicación de


las capacidades intelectuales y edades equivalentes de desarrolla intelectual
tanto verbal como ejecutivo.

 Madurativas: Obtención de la edad madurativa y de la madurez para el


aprendizaje.

 Aprendizaje: Modalidad, característica y errores del proceso de aprendizaje.

 Evaluación neuropsicológica de las funciones intelectuales.

 Emocional: Características de la personalidad que inciden sobre la conducta y


el acto de aprender.

 Evaluación educativa: Permite identificar las habilidades y déficit de las


capacidades de lectura, escritura, matemática, ortografía y comprensión lectora.

 En lectura: fluidez y comprensión verbal.


 En escritura: sintaxis y ortografía.
 En matemáticas: habilidades para calcular, conocimiento de las
operaciones y comprensión de los conceptos matemáticas.

 Evaluación fonoaudiológica: La evaluación lingüística aprecia la integridad de


la comprensión y expresión del lenguaje, procesamiento fonológico y la
memoria verbal.
TRATAMIENTO

El tratamiento dentro del aula será limitada, ya que requiere del trabaja
individualizado.

Si las dificultades del niño no permiten que éste siga el ritmo de trabajo del grupo,
el maestro podrá confeccionar una carpeta con actividades especiales y deberá
tener cuidado en la corrección del cuaderno, además de estimular al niño
constantemente, lo que se denomina adaptación curricular.

En cuanto a la terapia, el tratamiento se focalizará en el punto de urgencia del


paciente, devolviéndole al sujeto la dimensión de poder “hacer”, poder ‘saber’,
poder ‘escribir”, etc., para que acredite su yo, sus potencialidades. Este
tratamiento abarca la estimulación intelectual y madurativa, la recuperación
pedagógica y la contención emocional del niño y su problema. Hay trastornas de
aprendizaje que son crónicos, es decir, que si bien van avanzando, perduran en el
tiempo a lo largo de la escolaridad, desde preescolar hasta las últimos añas de la
enseñanza secundaria. En estas casos seguramente ya hay un claro defasaje en
el rendimiento académico y probablemente la adaptación curricular ha de ser una
buena herramienta. En los casos de trastornas de aprendizaje graves, por ejemplo
una Dislexia diseidéctica o en un ADD grave, la integración escolar será una
propuesta de articulación educativa conveniente. Este tipo de trastornos crónicos
agrega a los déficits existentes atraso escolar y contenidos escolares no
aprendidos, generando desestabilizaciones emocionales que no colaboran con el
cuadro de dificultad de aprendizaje. El niño con déficit esc olar no detectado a
tiempo, y por lo tanto no trabajado, será un futuro fracaso escolar.
El niño con trastorno en el aprendizaje se ve perturbado afectivamente, pudiendo
utilizar como mecanismo defensivo distintos tipos de conductas veamos cuáles
pueden ser:

Conductas reactivas:
 Autoestima dañada
 Depresión
 Estrés
 Desatención
 Hiperconversador
 Angustia
 Agresión
 Aislamiento
 Oposición
 Negativismo
 Trasgresión
 Falta de interés
 Hiperkinético
MEDICACIÓN Y TRASTORNOS DE APRENDIZAJE

El uso de medicamentos como propuesta para el tratamiento correctivo de los


trastornos de aprendizaje no tiene base científica, como por ejemplo el uso de
antioxidantes o megadosis de vitaminas. Los fármacos no tienen efecto directa
sobre el rendimiento académico, la inteligencia o la capacidad general de
aprendizaje, aunque algunos, como los psicoestimulantes, pueden mejorar la
atención y la concentración, los cuales a la vez requerirán reeducación
neuropsicológica.

Características conductuales para abordar trastornos de aprendizaje:

 Deterioro del rendimiento escolar.


 Antecedentes de retraso o desviaciones en el desarrollo.
 El CI y el rendimiento académico no son paralelos.
 Hábitos y déficits escolares.
 Nivel de rendimiento inferior a su edad cronológica.
DIFICULTAD PARA EL ACCESO A LA LECTOESCRITURA

ETIOLOGÍA

Se trata de ciertas alteraciones para el acceso a la lectoescritura, que responden


al orden madurativo de las funciones cognitivas necesarios para la lectoescritura:

 Función visoespacial y visomotora


 Memoria auditiva a corto plazo
 Conciencia silábica
 Función atencional
 Conciencia fonológica

La disfunción de alguna de ellas complica o perturba el acceso a la escritura.

DETECCIÓN

Este tipo de trastornos es muy sutil, y suele confundirse con inmadurez, inhibición,
trastornos emocionales, etc., dado que lo que evidencia el niño es falta de
habilidad para la lectoescritura inmediatamente unida a algún mecanismo
defensivo como negativismo, inhibición, vergüenza, desatención, inquietud,
angustia, etc.

El maestro observará que las funciones (vistas como habilidades) del lenguaje o
las funciones prácticas no son utilizadas como corresponde al nivel esperado para
su edad y que el niño requiere de mucho apoyo para enfocar su atención y
concretar tareas de lectoescritura, que a veces son adquiridas en el momento,
ante la repetición de los aprendizajes, pero que al día siguiente hay que
recomenzar.

A veces este tipo de trastornas transcurre durante todo el 1er. año escolar,
esperando el famoso ‘clic” que nunca aparecerá, ya que no depende del deseo del
niño solamente, sino que hay funciones comprometidas que, si no son trabajadas
y rehabilitados, demorarán el inicio de la lectoescritura p aparecerá una posterior
Disgrafía.

DIAGNÓSTICO

El diagnóstico de estas funciones cognitivas debería realizarse a moda preventivo


general durante la primera semana de inicio del 1 er. año de escolaridad.
El diagnóstico preventivo es de suma utilidad para la detección precoz de los
trastornos escolares y como herramienta del docente para conocer el grupo áulic o.

El diagnóstico dentro del ámbito escolar consiste en indagar sobre el estado de


estas funciones cognitivas necesarias para leer y escribir.

Evaluación de la función visoespacial y visomotora

 Ofrecer para que el niño copie figuras geométricas simples.

 Copiar letras.

A L T P S E Debe poder copiarlas


 Identificar su nombre entre otros similares, debe diferenciarlo y reconocerlo.

Evaluación de la memoria auditiva a corto plazo

Repetir una breve secuencia numérica 2-4-7-5, ofrecer tres o cuatro secuencias

Evaluación de la conciencia silábica

Expresar en formo rítmica una palabra, marcando lo cantidad de sílabas, utilizar


palabras de dos y tres sílabas. Puede marcarse el ritmo con palmas o golpeando
con un palillo sobre la mesa o con un tambor.

El niño debe poder separar lo palabra mediante los golpes rítmicos.

Evaluación de la conciencia fonológica

Pedir al niño que exprese el sonido de:


 La primera letra de uno palabra
 La última letra
 Toda la palabra

Usar palabras simples de dos sílabas o pseudo palabras. No debe decir el nombre
de la letra.

Ejemplo:

MISA SOPA FOTO PATO


DOS LIS SEN TIGO
La segunda parte diagnóstica incumbe la evaluación del nivel de alfabetización
mediante pruebas sencillas de escritura tales como:

 Escribe el nombre de cada dibujo:

___________________ ___________________

La evaluación de esta prueba sigue los lineamientos de alfabetización de Emilia


Ferreiro, discriminando los distintos niveles de alfabetización.

 Primitivo
 Presílábico
 Silábico
 Silábico - alfabético
 Alfabético
Y por último, para hacer un diagnóstico completo, si en éste participara el Equipo
de Orientación Escolar se puede administrar alguna técnica para evaluar el
desarrollo madurativo visomotor, como el test de L. Bender.

El conjunto de resultados de todas estas pruebas en cada niño nos dará un primer
perfil para ubicar los déficits para el acceso a la lectoescritura.

TRATAMIENTO

En base a este primer diagnóstico, el docente de apoyo o el maestro recuperador


(dentro de la institución escolar o fuera de ella) deberá abordar el entrenamiento o
recuperación de la función afectada o inmadura; idealmente en forma individual
con el niño. Este entrenamiento podrá ser reforzado con actividad extra, armando
un cuadernillo o carpeta de recuperación que trabaje mediante actividades escritas
o gráficas la consolidación de los conceptos no adquiridos de la lengua escrita.

Si este tipo de dificultad persiste a pesar de esta primera intervención, dará motivo
para realizar un diagnóstico diferencial, ya apuntando a esclarecer otro tipo de
trastorno de aprendizaje, tal como Dislexia, Disgrafía, etc.
TRASTORNO DE LA COMPRENSIÓN LECTORA

ETIOLOGÍA

La comprensión lectora consiste en comprender lo que se lee, reconstruir el


significado del texto. Es el proceso o través del cual el niño elabora un significado
en interacción con el texto leído. Así entonces, el niño o el lector interpreta el
mensaje del texto enriqueciendo sus conocimientos.

En el proceso de comprender el niño relaciona la información nueva del texto con


la que tiene almacenada en su memoria

DETECCIÓN

Saber leer es uno de las metas fundamentales de la enseñanza escolar en la


escuela, ya que es una de las bases primordiales para el aprendizaje. Pero saber
leer implica también comprender.

Esta apreciación debe tenerse en cuento en los niños pequeños, a partir del nivel
inicial y principalmente al finalizar el primer y segundo ciclo, donde el niño ha de
ser capaz de comprender el significado de los oraciones que lee y que escribe y
deberá poder analizar cuentos y textos breves. Si esto no sucede, cuidado, pues
no se ha adquirido por completo la lectura

El mal lector, que luego no comprende lo que lee, es el que sólo se preocupa por
leer bien y rápido

DIAGNÓSTICO

El diagnóstico de lo comprensión lectora requiere del análisis de un texto leído por


el niño, acorde a su edad cronológica, tanto en complejidad, extensión como
interés del contenido.

La evaluación del nivel comprensivo puede hacerse solicitando al niño la


exposición verbal de lo leído o a través de un cuestionario de preguntas.

Tipos de comprensión lectora

1- Comprensión lineal; Se trata de recordar hechos tal como aparecen en el texto,


generalmente es la que manejan las niños pequeños.
2- Comprensión interactiva: Se atribuye un significado en función de los
conocimientos previos.

3- Comprensión crítica: con emisión de juicio.

Estrategias cognitivas de comprensión

Estas estrategias se van instalando a lo largo del aprendizaje de la lectura. El


docente podrá observar si están presentes durante la evaluación.

 Detección de un objeto de lectura


 Detección de conocimientos previos.
 Detección de la idea principal.
 Utilización de los organizadores gráficos.
 Aplicación de las claves contextuales temporales, espaciales
 Relectura
 Detección de la estructura del texto
 Formulación de hipótesis
 Evaluación crítica de los contenidos

TRATAMIENTO

El primer paso dentro de lo escuela es que tanto docentes como alumnos se


concienticen de la necesidad del uso del “libro”, no sólo trabajar con textos o
fragmentos, sino fomentar la lectura a través del libro, con todo lo que implica su
manejo como obra literaria, atravesando las barreras económicas que limitan el
acceso a él y l os avances de internet que también desplazan su uso.

Todo libro que sea trabajado en la escuela debe incluir actividades acordes al nivel
pedagógico de cada grupo para abordar el trabajo de comprensión lectora.

Resulta útil también diversificar los estilos literarios.

Como la comprensión lectora es un elemento básico para el aprendizaje, es


fundamental trabajarla intensamente desde el nivel inicial en la sala de 3 años,
hasta 4° ° año de la Enseñanza Primaria.

La psicopedagogía tiene aquí un amplio campo de trabajo en cuando a la


propuesta de estrategias y metodologías que favorezcan las aptitudes lectoras.

El proceso de comprensión lectora en los niños atraviesa diferentes momentos


con respecto a la lectura.
1° deben aprender el proceso lector,
2° consolidar este proceso,
3° agregar la comprensión lectora

El interés o desinterés, tanto en niños como en adultos, modifica la calidad de la


lectura. Será distinto entonces si se lee por placer, para aprender, para practicar
lectura en voz alta, para buscar información, para seguir instrucciones, para
revisar lo escrito y detectar errores o para rever lo comprendido.

Propuestas para estimular la Comprensión lectora

 Usar los conocimientos previos para integrar con el nuevo contenido de la


lectura.

 Monitorear cómo se va consolidando la comprensión lectora e ir modificando


los errores que se detecten.

 Programación de estrategias cuando el texto es complicado, por ejemplo:


relectura, dedicar más tiempo, etc.

 Detectar las ideas principales, según el propósito del texto.

 Confección de un resumen.

 Interrogatorio sobre el texto.

Todas estas estrategias permiten que el lector desarrolle habilidades para llegar a
una lectura autónoma y eficaz ante cualquier texto, enriqueciendo el aprendizaje.

El aprendizaje de la comprensión lectora es esencialmente práctico y no se


aconseja que se realice en forma conjunta con el aprendizaje de otros contenidos
de Ciencias Sociales a Ciencias Naturales, porque el objetivo es lograr lectores
competentes y expertos; una vez que el niño maneja con habilidad la comprensión
lectora, se pueden incluir contenidos específicos.

El manejo de un amplio vocabulario es una habilidad previa fundamental para la


comprensión lectora.

La implementación de fichas es útil para el seguimiento evolutivo de esta habilidad


en el niño. Es importante adjuntarla al informe o legajo, principalmente se
presenta dificultades de Aprendizaje.
Ficha Control Proceso lector/comprensión
Alumno:
Edad:
Año:
Colegio:

Período
Habilidad 1° Trimestre 2° Trimestre 3° Trimestre Recuperación
Comprensión lectora
Exactitud lectora
Velocidad lectora
Eficacia lectora
Marque con la letra que corresponda para cada trimestre.
MB Muy buena B Buena R Regular M Mala

Actividades para la comprensión lectora

Sobre los ejes que describiré, el docente puede crear actividades en todos los
niveles de complejidad para desarrollar las habilidades de comprensión lectora.

 Anticipar el contenido basándose en los dibujos.


 Anticipar el contenido a partir del título.
 Chequear el vocabulario, uso del diccionario para los vocablos desconocidos.
 Reconstrucción del texto a través de preguntas.
 Relato del texto.
 Identificación de palabras claves paro comprender el texto o consignas de
trabaja.
 Lectura en silencio
 Lectura en voz alta
 audiotexto, leer y escuchar el texto grabado.
 Juegos de escritura Tipo ahorcado, tutti frutti, crucigramas, sopa de letras.
 Identificar en un texto sustantivos, adjetivos y verbos. Subrayar.
 Ordenar oraciones fragmentadas
DÉFICIT DE ATENCIÓN

ETIOLOGÍA

El trastorno por déficit de atención es una dificultad compleja porque define una
alteración específica en la función atencional y a la vez perturba otras funciones
generando la desorganización de ellas.

El trastorno por déficit de atención forma parte de las dificultades de aprendizaje


influye también en la conducta general, comprometiendo el comportamiento.

DETECCIÓN

El déficit de atención es un trastorno neuropsicológico del desarrollo donde la


matriz atencional se encuentra alterada, sus características básicas son:

 Inatención
 Hiperactividad
 Impulsividad

Es muy común que el docente observe dificultad para realizar una actividad
gobernada por reglas, o bien para seguir una performance de trabajo, planificando
y organizando la actividad.

Veamos cómo se presentan estas tres características esenciales del déficit de


atención, que darán lugar a una observación más precisa para solicitar una
interconsulta.

Inatención: Dificultad para enfocar y sostener la atención en un objetivo,


descartando lo demás que no sea necesario en ese momento. Esto genera gran
dificultad para concentrarse.

El niño está en todo, pera en realidad no está en nada, e interrumpe su actividad


constantemente.

Evolución normal de la atención:

 De 2 a 3 añas. La atención es unidireccional, el niño no atiende o


instrucciones verbales mientras juega, pero el adulto o interlocutor puede
conducirla para que atienda mensajes verbales y que luego vuelva al juego; es
decir no podrá atender dos cosas al mismo tiempo.
 De 3 a 4 años. En esta etapa el niño es capaz de alternar por si solo la
atención entre lo que hace o juega y lo que se le dice.

 De 4 a 5 alías La atención es bidireccional, el niño puede atender instrucciones


verbales sin interrumpir lo que está haciendo. Si bien la atención aún se
sostiene períodos cortos, logra resultados satisfactorios.

A los 5 años la atención está establecida y el niño puede sostenerla.

Hiperactividad: Movimiento y desplazamiento constantes. El niño no es capaz de


estor quieto, ni por breves períodos, no puede permanecer sentado, tiende a
correr o saltar en momentos inoportunos, toca todo, sus pies están en constante
movimiento, se mueve de la fila, le cuesta permanecer sentado y quieto. Habla
mucho, verbaliza mientras trabaja o realiza una actividad, ya sea protestando o
simplemente armando monólogo. La hiperactividad es motora y verbal.

Los casos de hiperactividad severa a veces son tratados por el neurólogo con
medicación, acompañando el tratamiento farmacológico con el psicopedagógico.,

Impulsividad: Son reacciones y movimientos constantes y rápidos. El niño es


atropellado para moverse, para responder porque los impulsos fluyen
constantemente sin parar; es impaciente, no espera su turno. La impulsividad
puede causar accidentes debido a acciones precipitados que no miden los riesgos.
El niño actúa sin pensar, sin tener en cuenta las consecuencias.

Sólo en los casos donde hay un compromiso emocional unido al déficit de


atención, la impulsividad puede decantar en agresión.

Los signos fundamentales del déficit de atención con o sin hiperactividad son la
falta de atención y la impulsividad frecuentes e intensas.

Momentos en que aparece

 Presentación temprana: Antes de los 7 años. Aparece en el nivel inicial o en


preescolar, se evidencia hiperactividad e impulsividad.
 Presentación tardía: Después de los 7 años. Aparece con fracaso escolar y/o
pobre integración social con los pares.
DIAGNÓSTICO

El diagnóstico del déficit de atención no debe hacerse antes de los 5 años de edad
no ha de suministrarse medicación alguna, puesto que hasta esa edad algunos de
estas conductas son normales y están a tiempo de organizarse.

Asimismo, para abordar un diagnóstico de déficit de atención, las característic as


conductuales que presenta el niño deben darse en todos los ámbitos donde
participe y no sólo en casa, en la escuela o en alguno clase aislada. Entonces el
diagnóstico debe hacerse cuando se presentan signos repetidos crónicos que
aparecen a edad muy temprana y que afectan, desorganizándolas, distintas áreas.

El niño con un pseudo déficit atencional es hiperactivo en casa, llora, es


insoportable, hace escándalos, etc., pero en lo escuela es un alumno sin
dificultades o modelo.

El diagnóstico del déficit de atención es neurológico y neuropsicopedagógico. El


diagnóstico neuropsicopedagógico incluye:

 Anamnesis con lo familia


 Informes escolares
 Diagnóstico neuropsicológico
 Diagnóstico cognitivo
 Diagnóstico de aprendizaje
 Diagnóstico del comportamiento

A este diagnóstico se une el diagnóstico neurológico con todos sus criterios


diagnósticos.

En el ámbito escolar, tanto el docente como el Equipo de Orientación Escolar se


Iimitarán a detectar el posible caso de Déficit de Atención y a hacer un
seguimiento minucioso que permita establecer una bueno descripción del niño en
general (conductas, actitudes, desempeño académico, etc.).

Hay algunas listas descriptivas de conductas y aprendizaje que pueden ser útiles
en estos casos.

Para abordar el diagnóstico del Déficit de Atención habrá que tener en cuenta:

 Los síntomas deben presentarse en dos o más situaciones de lo vida del niño.
Ejemplo: en el colegio, en casa, en el club, etc.
 Si se observan signos de angustia, alteración significativa o impedimento en el
funcionamiento social.
 No debe ser un síntoma de un cuadro emocional grave o esquizofrenia.
Déficit de atención versus trastorno emocional

Durante muchos años estos trastornos no eran individualizados como lo son


actualmente y a lo largo de mucho tiempo se puso el énfasis sobre la problemátic a
emocional como origen de estos trastornos, en los cuates no sólo se ven
comprometidas la afectividad y las relaciones sociales desde lo vincular. Los
problemas de personalidad, de identidad y vinculares existen, por ello es muy
importante abordar el problema luego de un buen diagnóstico desde la terapéutica
adecuada. Un fuerte avance se ha producido en el campo de investigación de la
neurociencia en todo lo atinente al cerebro y su relación con la conducta, con
investigaciones muy serias hechas en los últimos años por distintos grupos de
científicos de todo el mundo; han puesto luz sobre el Déficit de Atención como un
trastorno neurocognitivo.

TRATAMIENTO

El tratamiento varía según los casos y es posible que incluya varias disciplinas,
algunas pueden hacerse en forma consecutiva.

 Tratamiento farmacológico: El déficit de atención con hiperactividad severa


requiere de tratamiento farmacológico mediante medicación estrictamente
controlada.

 Tratamiento neuropsicopedagógico: Con el objeto de hacer un abordaje


completo, estimulando las funciones atencionales y trabajando sobre las
dificultades. de aprendizaje y el descontrol de conducta.

 Tratamiento psicológico: Cuando el descontrol de conducta es muy importante


y se generan situaciones vinculares cargadas de gran tensión.

En algunos casos se aplica sólo el tratamiento neuropsicopedagógic o,


generalmente en los casos de déficit de atención leve, donde la hiperactividad es
controlable. En otros, se procede con los tratamientos neuropsicopedagógico y
neurológico en forma conjunta, obteniendo excelentes resultados y en los casos
más complejos, se trabaja con los tres tratamientos al mismo tiempo.

El tratamiento en la escuela

El tratamiento en la escuela es complejo, puesto que no es fácil trabajar con un


niño con déficit de atención, tanto por la demanda de atención como por los
problemas de conducta.
Como debe suceder con todo trastorno luego de esclarecer el diagnóstico, el
primer paso será entrevistarse con el terapeuta que atiende al niño y trazar las
pautas de trabajo.

Entre ellas sugerimos:

 Acortar las tareas no en calidad sino en cantidad


 Dar más tiempo.
 Fraccíonar la actividad.
 Ayudar a sostener la atención.
 Corroborar al final del día que tenga todas las tareas o notas importantes
copiadas.
 Comprobar que entienda cada consigna.
 Evaluar y corregir los contenidos, de un poco de lado la prolijidad en la
evaluación o, al menos, como nota numérica.
 Si hubiese maestra recuperadora, puede trabajar con el niño en el aula o en
forma individual temas nuevos o complejos, brindándole una atención
individual.
 Otorgar al niño alguna tarea que implique salir del aula para dar lugar a la
inquietud (regulada por el docente).
 Ayudar a controlar su comportamiento.

El déficit de atención en la escuela puede aparecer en preescolar, a veces en sala


de 4 años con:

 Hiperactividad
 Impulsividad

En el inicio de la Educación Primaria Básica se asocia con:

 Dificultades de aprendizaje
 Trastorno de conducta
 Fracaso escalar

Veamos cómo influyen en el plano escolar y personal del niño la hiperactividad y la


impulsividad en las áreas motora, cognitiva y emocional y qué conductas se
manifiestan en cada caso.

Control motor
 Inquietud
 Hiperactividad
 Torpeza
 Disgrafía
Control mental
 Responde rápido y sin pensar
 Inatención
 Desorganización
 Ineficiencia

Control emocional
 Impulsividad social
 Impaciencia
 Desinhibición
 Egocentrismo

Cómo afecta el déficit de atención en el rendimiento escolar

La primera dificultad que aparece en clase es la falta de entendimiento o sujeción


a la organización y reglas para completar la tarea escolar; por lo tanto, a lo largo
del tiempo la desatención provoca bajo rendimiento académico.

Si bien el niño con déficit de atención posee buena capacidad intelectual y no una
incapacidad de aprendizaje, la falto de concentración reduce su productividad y
rendimiento.

En ocasiones, los maestros comprueban, dialogando con el niño, que éste tiene
asimilados los contenidos para dar una respuesta satisfactoria y aún así no lo
logra, quedando en blanco o incompletas en una evaluación o en clase.

En sus actividades se observan muchos errores por distracción o descuido a por


tomarse el tiempo de pensar y reflexionar.

En las actividades de lectura comprensiva les cuesta determinar las ideas


principales y seguir el hilo de la temática.

Son desprolijos con sus útiles y con el cuaderno, pierden cosas y cuando trabajan
en carpeta, mezclan las hojas y las pierden, por lo que se sugiere que trabajen en
cuadernillos (uno por materia). Sus calificaciones son poco satisfactorias o
insuficientes y, si no hay una terapéutica adecuada a lo largo del tiempo, llegan a
repetir el año. Los niños con déficit de atención son excesivamente distraídos,
nerviosos, espontáneos, desmemoriados; su mal comportamiento no es una
decisión consciente, sino la consecuencia del trastorno.

Características conductuales del niño con déficit atencional

 Baja tolerancia a la frustración.


 Arrebatos emocionales.
 Tartamudez.
 Insistencia en que se satisfagan sus peticiones.
 Labilidad emocional.
 Baja autoestima.
 Rechazo por parte de los compañeros.
 Nerviosismo.
 No sabe esperar su turno
 Agresividad.
 Tiende al aislamiento (sin hiperactividad).
 Introversión (sin hiperactividad).
 Apatía (sin hiperactividad)
 Excesiva cólera o excitación

Conducta escolar

 No permanece en su lugar de trabajo.


 No puede seguir instrucciones.
 No se concentra en la tarea.
 Responde sin escuchar todas las preguntas.
 No organiza la tarea.
 Cambia de una actividad incompleta a otra.
 Comete errores por descuido
 Pierde el material de trabajo.
 No presta atención a los demás, o interrumpe.
 No contempla su tarea
 Trabaja con descuido.
 Los maestros se quejan constantemente de él.
 Defectos en la actividad de la coordinación visomotora.
 Trastorno cognitivo.
 Dificultad para quedarse sentado.
 Se mueve constantemente.
 Pasea por el aula, pide cosas.
 Conversa constantemente.
 Mueve las manos o los pies persistentemente.
 Cambia de postura en el asiente constantemente.
 Agitación física.
 Inquietud.
 Actividad incesante que a veces se torna peligrosa para el niño.
 Destructividad de objetos.
 Energía ilimitada.
Datos estadísticos sobre déficit de atención:

 30% sufre de discapacidades de aprendizaje.


 40% desarrolla conductas depresivas en la adolescencia.
 60% tiene problemas de agresividad, ataques de ira, ansiedad y escasa
tolerancia a la frustración.
 90% tiene problemas académicos o trastornos escolares.

El tratamiento neurológico y la medicación

Cuando un niño con déficit de atención requiere tratamiento farmacológico,


necesariamente deberá complementarla con el tratamiento psicopedagógico,
incluyendo técnicas de modificación de conductas y orientación familiar (padres y
niño) y escolar (a los maestros y/o profesores).

Tratamiento farmacológico

El tratamiento del déficit de atención con medicación es necesario en los casos de


hiperactividad, impulsividad e inatención severa, donde el aprendizaje escolar, las
relaciones sociales y la conducta están muy alterados.

Los psicoestimulantes son los fármacos que se usan en el tratamiento de déficit de


atención, porque reduce el umbral de los sistemas de alerta o excitación. L

Hay tres tipos de psicoestimulantes:

1- Anfetamínicos (anfetamina): Tiene numerosas contraindicaciones.

2- No anfetamínicos (metilfenidato): Es el más usado habitualmente con niños. Se


absorbe rápidamente por vía oral y tiene efecto después de los 20 / 30 minutos de
la toma y se elimina con relativa rapidez, de modo que el efecto se mantiene 3 o 4
horas.

3- Cárficos (cafeína): Sólo condicionan a una leve mejoría de la atención y no en


todos los casos.

El uso de fármacos es hoy tema de intensa discusión, porque tiene sus pro y sus
contras.

Los efectos de algunos fármacos para la atención son buenos pero no deja de
haber gran incertidumbre en cuanto a los efectos colaterales y el rechazo socio-
familiar en cuanto al uso de drogas psicoestimulantes.
TRASTORNOS DE LA CONDUCTA

ETIOLOGÍA

EL trastorno del desarrollo de la personalidad que responde a factores afectivos y


se manifiesta en el hogar y en la escuela, denotando falta de adaptación,
generalmente son de origen familiar.

Experiencias pasadas distorsionan el desarrollo afectivo, se incorporan al núcleo


de la personalidad y condicionan toda la conducta.

DETECCIÓN

Al ingresar a la escuela, el niño cargado de ansiedad y de conflictos difícilmente se


adaptará a las nuevas exigencias, normas y circunstancias.

La problemática afectiva absorberá hasta cierto punto su disponibilidad perceptiva,


disminuirá su capacidad de atención y concentración, y bloqueará su inteligencia y
su predisposición hacia el aprendizaje.

Generalmente, estos niños se destacan como: revoltosos, indisciplinados,


ansiosos y agresivos; o bien como inhibidos, indiferentes o distraídos. Y en
consecuencia, no aprenden o lo hacen con dificultad.

Así implicamos a toda una “familia problema”, porque decimos: “Su hijo no respeta,
no responde, no se integra”.

El no aprender o el no adaptarse a las normas escolares es el modo que tiene el


niño de protestar, de enfrentar a padres y maestros.

Y así como la personalidad se desequilibra, la inteligencia sufre los mismos


efectos: se debilita, queda bloqueada y el niño no aprende.

Cuando un niño padece trastornos emocionales, los padres suelen culparse o


negar o evadir rotundamente la situación; en ninguno de los dos casos se dará
paso a la solución. Lo importante radica en reconocer el problema y dar vía al
tratamiento lo antes posible.

DIAGNÓSTICO

Dentro del aula el maestro se limitará o detectar la alteración conductual


predominante y a evaluar los campos sobre los que ésta perturba el aprendizaje,
para luego consultar al Equipo de Orientación Escolar o a psicología o
psicopedagogía. Será remitido a psicología el niño cuyo dificultad compromete
sólo la conducta, sin alterar la comprensión y adquisición del aprendizaje; y,
paralelamente, concurrirá a psicopedagogía el niño que tiene comprometido el
proceso de aprendizaje y presenta bloqueos o atrasos importantes.

Los Trastornos de personalidad también comprenden la conducta y pueden ser


experimentados de distintas formas. Los más comunes son los trastornos de
ansiedad y las fobias, que deberán ser abordadas desde el ámbito psicológico.

TRATAMIENTO

E tratamiento específico de un niño con trastornos de conducta se debe llevar a


cabo en forma individual, salvo que la problemática coincida en un grupo de niños.
El docente ha de acercarse al “niño problema’ (que ya bastantes rechazos recibe),
contenerlo y demostrarle interés y comprensión. Este será el punto inicial para que
el niño no considere el aula como otro campo de batalla, sino como un lugar
donde perciben sus dificultades y quieren ayudarlo.

Para esto, el maestro deber tener un informe del terapeuta que atiende al niño y
contactos constantes con la familia.

En el caso de los niños que comprometen su aprendizaje y la problemática


afectiva de base es tratada, se puede iniciar la recuperación pedagógica de las
contenidos no adquiridas.
AGRESIVIDAD INFANTIL

ETIOLOGÍA

El comportamiento agresivo en sí mismo no es una patología, sino que forma


parte de un perfil conductual alterado o es parte de la evolución normal de las
emociones y sentimientos; se constituye como un síntoma que denuncia
desajustes del niño con el entorno.

La conducta agresiva es intencionada y provoca un daño en una persona u objeto.


En los niños se expresa de forma directa, física o verbalmente, o indirecta.

 Física: Golpes, patadas, mordidas, empujones.


 Verbales: Insultos, palabras fuera de lugar.
 Indirecta: Agresión contra objetos, romperlos, tirarlos, dañarlos.
 Contención de la agresión: Verbalizaciones por lo baja, gestos inapropiados,
ademanes de agresión, gritos.

DETECCIÓN

Hay cierto quantum de agresividad que es normal y permite al niño afirmarse


frente al mundo; pera la persistencia del comportamiento agresivo más allá de
este período evolutivo denota cierta inestabilidad del niño en el mundo, en su
mundo; pero si cuenta con una familia cariñosa y comprensiva reprimirá la
agresividad gradualmente; por el contrario, si la familia maneja también
componentes agresivos, potenciará la agresión del niño.

En los pequeños, alrededor de los 2 años, cuando recién se está configurando el


lenguaje, donde prima el egocentrismo y la experiencia a través del cuerpo, la
agresividad constituye una forma de comunicación. Estos contactos van
desplegando estímulos que provocan en el otro niño una respuesta también física
que va desde el lenguaje gestual, contactos afectivos (besos, abrazos, etc.) hasta
agresiones y violencia.

Pero pasados los 3 años, si la agresividad persiste como medio de comunicación


deberá prestarse atención, ya que ha dejado de ser un medio para convertirse en
el indicativo de alguna situación especial.

Los primeros episodios agresivos son las palabras maliciosas a malsonantes,


luego aparecen gestos poco educados, actitudes de desafío y agresión física.
La conducta agresiva:

 El niño que muerde, da golpes, pellizca como respuesta a la frustración o para


demostrar su poder y dominancia.
 La agresividad puede ser una respuesta a las conductas del adulto que el niño
no entiende.

El niño de 1 año le pega a su madre cuando está enojado y en desacuerdo con


ella. A los 2 años se puede oponer utilizando el ‘NO”, incluso en forma excesiva. A
los 3 años aparece una verdadera crisis de oposición, el niño quiere ser
independiente y se enoja cuando no se consiente lo que quiere.

Y así sucesivamente aparecerán otras crisis de agresión y oposición que, una vez
superados, podrán resurgir en momentos determinantes para el niño.

Estas crisis son normales y pasajeras y sólo serán consideradas cuando perduran
pasando los 3 / 4 años, formando parte del carácter.

DIAGNÓSTICO

Cuando la agresividad pasa a ser protagonista, la consulta psicológica puede


resultar esclarecedora tanto para que los padres sepan cómo manejar la situación
como para entender qué motiva la agresividad.

Toda agresión tiene un significado y para resolverla habrá que entenderla. La


agresión no se cura con agresión. La agresividad puede surgir a partir de impulsos
internos que serán difíciles de frenar si no se los interpreta y elabora, o bien puede
tratarse de una reacción ante sentimientos del niño al medio que lo rodea. La
violencia también fuera de la edad esperada es un indicio de inmadurez que
deberá motivar una consulta.

El diagnóstico más certero será el que realice el psicólogo infantil, con la


correspondiente orientación a los padres. A veces, de estos diagnósticos se
desprende el tratamiento, que podrá realizarse sólo con el niño, el niño y los
padres o sólo los padres. En el ámbito escolar los pasos a seguir para evaluar
ante un niño que tiene trastornos de agresividad son:

 Primero: Identificar cómo se inició y qué consecuencias tuvo lo agresión, es


decir qué grado de tolerancia tiene el niño hasta antes de agredir y qué
situaciones lo descolocan.
 Segundo: Observar si el niño posee la madurez socio afectiva y las habilidades
cognitivas paro responder a situaciones conflictivas que le permitirían controlar
la agresión.

 Tercero: Observar qué significación o qué interpretación le dio el niño a la


situación que lo llevó a agredir.

 Cuarto: Identificar los momentos o situaciones en que el niño reacciona con


agresividad.

 Quinto: Consultar con el especialista, con quien se integrarán estos cuatro


puntos y se analizarán.

Las técnicas más utilizados de evaluación son:

 Observación
 Registro de datos
 Entrevistas
 Cuestionarios

TRATAMIENTO

El tratamiento de la conducta agresiva se realiza dentro del encuadre del


tratamiento psicológico individual, para lo cual será necesario tomar contacto con
los adultos que están en contacto con el niño y, de ser necesario, trabajar sobre el
ámbito familiar para cambiar la conducta de agresión y suplirla por otra
socialmente aceptada y justificada.

En la escuela la agresividad también deberá ser contenida.

El momento social, económico y cultural que atraviesan hoy las familias denota
ritmo y calidad de vida que afectan a todo el grupo familiar. La escuela recibe a
niños que provienen de estas familias, cada uno con su propia historia. Cuando el
niño va más allá del ámbito familiar, también se enfrenta en esta sociedad de
consumo a la competitividad, a la violencia y al poder. Así llegan nuestros niños a
la escuela y forman un grupo de trabajo con otros niños, configurando propias
características a partir de las vivencias personales de cada familia.

De esta manera el grupo comienza a comunicarse y a armarse. Cuando el canal


que prima es la agresión, todos están comprometidos a encauzarlo, la escuela y la
familia.
A partir de los 2 años los niños intensifican su socialización. Han empezado a ser
dependientes, reavivan sentimientos suscitados en el ámbito familiar descubren la
existencia del otro, deben aprender a compartir y esto a veces les es ingrato,
porque el egocentrismo sigue fluyendo. Entonces surgen los primeros conflictos
escolares por juguetes y materiales, no quieren prestar, les quitan los juguetes al
otro, la rivalidad es constante y la agresividad aparece en la escena escolar: se
tironean, empujan, se pegan, se muerden, gritan y se jalan de los cabellos. Ante
esta situación, el maestro debe intervenir y mediar sobre el conflicto.

Estrategias para usar en el aula:

 Demostrar al niño que su conducta agresiva no lo llevará al éxito, fin último que
perseguía

 Enseñarle otros caminos para obtener lo que desea.

 No actuar nunca con indiferencia ante una conducta agresiva, ya que no


debemos olvidar que hay un agredido, física o emocionalmente herido.

 Apartar al niño no más de 15 cm. de la situación conflictiva para que reflexione


y se tranquilice.

 Revocamiento de algún privilegio otorgado al niño.

 Paciencia y perserverancia.

El castigo

El castigo tiene su faceta efectiva, siempre y cuando sea correctamente utilizado,


y: debe ser usado como venganza o respondiendo o los estados de ánimo de
padres o maestros; y debe ser racional

El castigo es un hecho en sí mismo que no podrá ser modificado, o canjeado por


promesas, debe ser firme y definitivo.

El castigo debe imponerse ante las primeras manifestaciones de agresión y no


cuando el niño causó numerosos episodios agresivos o los adultos se sienten
desbordados.

En los niños mayores el castigo debe ser planteado como un contrato de conducta.
Para los padres:

Ante un hijo con conducta agresiva, lo primero que tienen que hacer los padres es
reconocerlo y aceptarlo y luego tratar de entender qué es la que está haciendo o
quiere expresar, por qué pega, grita o patea.

Posteriormente tendrán que apreciar con qué frecuencia se torna agresivo, por
ejemplo durante una semana, y ante qué situaciones o circunstancias se provoca
la agresión.

Otro punto que deben tener en cuenta los padres es disminuir los contactos
agresivos que puede tener su hijo, por ejemplo: programas de TV, amistades,
juegos violentos, etc.

Enseñarle a resolver problemas o conflictos a través del diálogo, del razonamiento


de la imposición de normas, pero para ello deben hablar con su hijo y comprender
cuáles son las situaciones conflictivas, con la que le darán ejemplos de camin os a
conductas positivas que suplirán la agresión.

También se le debe hablar acerca de cómo mantener la calma ante una


provocación y recompensarlo cuando logra doblegar la agresividad, aunque sólo
sea una vez, monitorear la conducta del niño junto o él, por más que en apariencia
la agresión haya a desaparecido.

Los juegos y la agresión

A partir de los 4 años, gracias al crecimiento del lenguaje, la frustración puede ser
canalizada a través de éste, y el nivel de agresión que antes usaba para
comunicarse disminuye.

La agresividad aparece entonces a través de los juegos, sea con juegos


propiamente o con otros que simulan violencia (juegan a matarse, a la guerra, etc.).
En el primer caso habrá que observar qué ocurre, en el segundo, estos juegos, si
no agraden, son normales y tienden a desahogar energía.
TRASTORNOS EMOCIONALES

ETIOLOGÍA

Trastornos del desarrollo de la personalidad que responde a factores afectivos


familiares. Se manifiestan en el hogar y en la escuela, denotando falta de
adaptación, aislamiento, desinterés, decaimiento, excitación y problemas en el
comportamiento.

Se caracteriza por alguna de estas afecciones:

 Incapacidad para aprender, que no puede explicarse mediante factores


intelectuales, sensoriales o de salud.
 Incapacidad o gran dificultad para formar o mantener relaciones
interpersonales y vinculares en general.
 Comportamiento o sentimientos inapropiados ante situaciones normales.
 Estado general de descontento o depresión.
 Tendencia a somatizar, a desarrollar temores y miedos.

Al igual que otros trastornos, éste, cuanto antes sea aceptado y abordado, evitará
situaciones de tensión que desestabilizarán demasiado las emociones del niño y
perturbarán su vida familiar y escolar.

En algunas oportunidades, la decisión tardía de los padres genera situaciones de


conflicto familiar muy serias, que dejan importantes secuelas; en el colegio ocurre
algo similar. La escuela puede rápidamente rotular a un niño sólo por sus
síntomas conductuales y frustrarlo o herirlo gravemente, muchas veces los
trastornos emocionales en la escuela son motivo de cambio de institución.

DIAGNÓSTICO

Las causas de los trastornos emocionales son variadas y tienen que ver con el
sujeto mismo, por ello el abordaje se realiza desde la psicología.

Algunas de las causas más comunes son:

 Desórdenes mentales
 Dinámica familiar
 Estados de ánimo
 Situaciones de duelo
 Situaciones de carencia afectiva
 Abandono
 Presiones

El diagnóstico de este trastorno comprende al área de psicología infantil y en los


casos de compromisos mayores, como fobias, depresión, etc., actuará el
psiquiatra infantil.

El diagnóstico tiene un encuadre que incluye entrevistas con los padres, juntos o
separados, y entrevistas individuales con el niño. Aproximadamente se requieren
de 6 a 8 sesiones, según la magnitud e implicancia de la problemática de cada
niño.

Es útil llevar a la primera consulta un informe del maestro describiendo la conducta


del niño en clase.

El diagnóstico puede incluir técnicas proyectivas, terapia, etc., según la orientación


del profesional.

El diagnóstico escolar consiste en evaluar y discriminar la conducta perturbada del


niño, ante qué situaciones se presenta y observar si se comprometen el
aprendizaje, los vínculos sociales, etc.

Las desestabilizaciones a desajustes emocionales son normales en determinadas


momentos evaluativos y bajo determinadas características pero no son síntomas
normales siempre y dependen también del entorno; por ella la consulta con el
Psicólogo infantil es importante, dilucidando si se trata realmente de un trastorno o
brindando a las padres y la escuela la orientación necesaria para esperar que se
encauce.

Históricamente se han separado siempre las dificultades de aprendizaje de los


trastornos de conducta; sin embargo, hoy podemos afirmar que están íntimamente
ligados y que es fundamental detectar cuál de las dos síntomas es el primario,
para desde allí organizar el tratamiento adecuado.

Las dificultades de aprendizaje pueden generar problemas de conducta y


viceversa.

TRATAMIENTO

El tratamiento en la escuela estará a cargo del Equipo de Orientación Escolar,


siendo una buena técnica el trabajo de reflexión grupal dentro i fuera del aula.
El Equipo de Orientación también podrá reforzar el tratamiento del niño mediante
el trabajo de contención de los padres, ser el nexo entre el terapeuta y el maestro
y contener individualmente al niño en aquellos momentos en que se encuentra
desbardado a hipersensibilizado.

El docente, por su parte, deberá tratar de interpretar la problemática dentro del


trabajo terapéutico en ‘vías’ de solucianarse.

Es importante en la escuela entender el significado de los síntomas o de la


problemática del niño o luz del abordaje terapéutico y no caer en pensar que es
uno ofensa o negativismo hacia ellas, o que no les presten la debida atención.

Sabemos que los niños transfieren en la escuela y en el docente emociones o


deseos que tiene origen en otra ámbito, como son las reacciones agresivas hacia
los compañeros o el maestro, reflejando un caso típico de desplazamiento que
podrá ser entendido cuando se analice en el ámbito terapéutico correspondiente,
logrando así contener la problemática en el ámbito escolar.

Otra de las tareas que compete al maestro ante los trastornas emocionales es
detectar si el desvío de la conducta es temporal o se está generando un trastorna;
simplemente con una entrevista a padres donde se indaga la situación escolar, ya
sea atendiéndola hasta que la atraviese o solicitando la intervención necesaria. A
veces son los mismos padres quienes alertan al maestro acerca de situaciones
temporales que afectan al niño y que no constituyen en sí un trastorno, por lo que
sólo requerirá ser observado.

Los trastornos emocionales en la infancia y en la adolescencia merecen una


mirada y escucha atentas, no sólo focalizada en el niño y en los padres, la
institución educativa debe ser incluida en la reflexión respecto de los mismos.

La principal meta de la escuela ante éstos es ayudar a que el niño domine el


ámbito escolar y social y que no lo comprometa.

Trastornos emocionales típicos:

 Hiperactividad
 Agresividad
 Oposición
 Caprichos y berrinches
 Miedos – fobias
 Mentiras
 Hurto – robo
 Depresión – angustia
 Tics nerviosos
 Inhibición
 Trastornos de aprendizaje

Mentiras

Entre los 3 y los 5 años los niños conocen y despliegan la fantasía, la identifican
en los cuentos y narraciones que ahora pueden entender, en las películas, en las
historias de otros y en las experiencias cotidianas.

En esta fantasía entran en el terreno de la mentira, deformando los hechos reales


y dándoles un significado conveniente para ellos.

En el segundo paso, a partir de los 6 - 7 años, aparece la mentira ya con un


significado intencional, puesto que recién en ese momento son capaces de valorar
la verdad y la mentira; de la fantasía se desprende lo falso y de lo falso la mentira.
La mentira viene a cumplir un rol utilitario para satisfacer los deseos del niño y
obtener provecho.

Revertir y corregir el hábito de decir mentiras es una tarea que insume mucho
cuidado, dado que no se deben dejar pasar pero tampoco reprimirlas con castigos.
Y como todo mal hábito, si los padres mienten, inducen al niño a mentir,
legalizando esta situación

Pero hay ciertas mentiras que son positivas, ya que ayudan al niño a elaborar
situaciones difíciles que seguramente tendrán que ver con inseguridad, inferioridad,
etc., que son las mentiras compensatorias, en algunas ocasiones, la necesidad de
sentirse poderoso, admirado, lo llevan a mentir.

A partir de los 7 años la mentira pasa a un terreno problemático, porque el niño la


usa con total intencionalidad y puede estar denunciando algún trastorno o
malestar emocional, con lo cual si esto de “mentir” persiste y se usa en todos los
ámbitos que comparte el niño, será necesaria una consulta con psicología.

Hurtos y robos

Estos términos suenan muy fuertes para un niño, pero ambivalentemente son muy
usuales.

Al igual que todas las conductas intencionales maliciosas o fantasiosas, tienen un


tiempo de aparición y un fin. La continuidad de los robos después de los 7 años
tiene una clara significación que implica tomar en forma oculta lo que no es mío. El
todo es ‘mío” en algunos niños parece extenderse demasiado tiempo a la luz del
deseo de querer tener todo. Pueden entender lo que es robar en otras personas,
pero no ven que ellos hacen lo mismo cuando toman las pertenencias de otro; y el
deseo de tener lo del otro, que siempre parece mejor y más aún si el otro no lo
presta o lo mezquina.

Es muy común ver a tos niños pequeños que, luego de una pelea por un juguete
misteriosamente el mismo aparece bajo la propiedad del que no es
verdaderamente su dueño. Este hurto, luego de la gran pelea, no está cargado en
absoluto de culpa; por el contrario, es el trofeo merecido.

Hasta aquí y de esta forma está todo bajo control, bastará con que los adultos
resaltemos quién es el verdadero dueño de ese objeto y lo invitemos a que lo
devuelva. Nunca hay que festejar la habilidad del niño ante estas circunstancias, y
por sobre todo, hay que enseñarle a respetar lo ajeno.

Miedos

Los miedos constituyen un ítem más en el desarrollo de la conducta de un niño.


Veamos la diferencia trascendental que hay entre miedo y fobia, el primero como
una etapa normal, el segundo como un marcador de trastorno emocional

Los miedos surgen naturalmente como parte de la evolución del niño, pero
algunos también se originan en las amenazas o castigos de los adultos o en los
propios miedos de los padres.

Tengamos presente entonces que con nuestros temores crearemos los mismos
miedos en el niño, pero tampoco es adecuado enfrentarlo bruscamente a aquellos
temores que tiene, ya que el miedo aumentará.

El miedo requiere tiempo de elaboración y prueba, paciencia para ser vencido.

Depresión

La depresión en el niño existe, y, con su poca edad, éste da signos de angustia y


ansiedad.

No es fácil reconocer aquella tristeza que lleva a la depresión, pero por lo general
está acompañada por síntomas o malestares que la evidencian: decaimiento,
inapetencia, poca vitalidad, molesto, irritable, retraído, trastornos del sueño,
vómitos, dolores, etc.

Uno de los perfiles más comunes es el de extrema inhibición. El niño muestra gran
sumisión y tranquilidad, todo le da igual, es muy vergonzoso, no disfruta de
compañías de su edad y tiende a aislarse y por la general limita la vida del niño.
Obviamente esto requerirá de la intervención del psicólogo.

Tics

Los tics son movimientos involuntarias, repetitivos, que suelen aparecer entre las 5
y 7 años ante situaciones de gran tensión o conflicto, como forma de canalizar esa
inestabilidad que lo perturba.

Estos deben ser pasajeros e incluso puede cambiar de un tic a otro (con los ojos,
la boca, las manos, el cuello, los brazos, etc.) y luego desaparecen.

Si los tics perduran y forman parte del esquema corporal del niño por un tiempo
prolongado de 6 meses o un año, será eficaz una consulta psicológica que ayude
a canalizar esas tensiones.
TRASTORNOS DE DESARROLLO

ETIOLOGÍA

Los trastornos del desarrollo son dificultades que impiden o alteran la adquisición
de ciertas habilidades cognitivas, motoras, del lenguaje y de la comunicación. Aquí
se incluyen todas las desviaciones que se producen en el desarrollo infantil que se
ubican fuera de los parámetros esperados para la edad cronológica del sujeto, ya
que sucede en un tiempo, en una secuencia o en un grado fuera de lo esperado
evolutivamente.

Se caracterizan por alteraciones en la sociabilización, lo comunicación, la


cognición, el lenguaje, la motricidad y la imaginación, que perturban el desarrollo
armónico niño.

Estas alteraciones se manifiestan en mayor o menor magnitud. Cada niño padece


características de afectación muy variadas con respecto a otro, según la grave la
edad cronológica, la edad mental y el entorno familiar y educativo terapéutico.

Los trastornos del desarrolla pueden ser:

 un retraso
 un desvío en el desarrollo madurativo - conductual
 un déficit o alteración

En los tres casos hablamos de síntoma primario y no como consecuencia de un


retraso mental, lesión cerebral, déficit sensorial o alteración emocional severa.

DETECCIÓN

Como el grado de cada trastorno del desarrollo varía de un sujeto a otro y de edad
a otra, la detección a veces se ve condicionada a mayor o menor cantidad de
conductas o manifestaciones tempranas.

Estas manifestaciones pueden ser reconocidas o negadas por la familia y por el


pediatra. Si son reconocidas, llevarán al diagnóstico; si son negadas, darán lugar
un diagnóstico tardío.

Estudio epidemiológico: Los últimos datos estadísticos arrojados sobre los


trastornos del desarrollo indican que 25 de cada 10.000 niños presentan estos
trastornos y el mayor número de casos es el síndrome de Asperger. Los datos
estadísticos también señalan que es más común el trastorno del desarrollo en
hombres y en menor proporción en la mujer (de 4 casos, 1 es femenino).

Consecuencias de la detección tardío

 La escuela siente y trasmite a la familia desconcierto por no lograr, luego de un


extenso tiempo y en comparación al grupo, los lineamientos pedagógicos tanto
sociales, cognitivos, como del lenguaje.
 Fracaso escolar en algunas instituciones que, por desconocer el origen de las
dificultades del niño y no aplicar las estrategias adecuadas, queda excluido
implícita o explícitamente.
 El niño no recibe asistencia especializada a tiempo y refuerza aún más sus
dificultades.
 Dificultad en la convivencia.
 Dificultad para acceder al aprendizaje
 Se refuerzan conductas o alteraciones por no ser trabajadas a tiempo, que
luego limitan el uso de estrategias como la integración escolar, la cual en su
debido tiempo, hubiera sido una oferta educativa favorable.

DIAGNÓSTICO

El diagnóstico de un trastorno del desarrollo debiera iniciarse en la consulta


pediátrica y de allí hacer la primero derivación al Neurólogo y si hubiere
características conductuales muy importantes (que a veces son dificultades de
reconocer y aceptar por los padres) se puede solicitar una consulta con el
psiquiatra infantil solicitarán los estudios pertinentes y el diagnóstico del desarrollo
madurativo del niño.

El diagnóstico del desarrollo madurativo incluye las siguientes áreas de evolución,


la edad del niño.

Del nacimiento a los 2 años. Diagnóstico madurativo de los áreas del desarrollo:

 Autonomía
 Área social
 Área del lenguaje
 Área de la cognición
 Área de la motricidad gruesa
 Área de la motricidad fina

En cada uno de ellas se obtiene una edad madurativa, indagando al niño


(observación y ejercitación) y a la familia.
A partir de los 3 años se incluye el diagnóstico madurativo anterior si la respuesta
del niño es pobre o cargada de afectividad, y todas los pruebas que pueden arrojar
sobre el desarrollo evolutivo general: motricidad, edad madurativo, capacidad
intelectual, funciones cognitivas y características conductuales y de personalidad.
Este diagnóstico puede estar o cargo del Psicopedagogo o Psicólogo
especializado en técnicas de evaluación psicométricas, cognitivas y madurativas
(Neuropsicólogo).

El informe diagnóstico, con la correspondiente indicación terapéutica, será enviado


al Neurólogo o Psiquiatra para cerrar el diagnóstico final, y al colegio, que
obtendrá datos valiosos.

Los estudios complementarios que podrán ser solicitados, y cuyos informes no son
de interés para la escuela, son:

 Electroencefalograma (EEG)
 Tomografía computado (TAC)
 Resonancia magnética
 Estudios genéticos
 Estudios metabólicos
 Otros.

El diagnóstico diferencial es muy importante, ya que debe descartar por completo


una discapacidad mental, una lesión cerebral, un déficit sensorial o una alteración
emocional severa (psicosis).

En estos casos el trastorno del desarrollo sería secundario a un cuadro de origen.


El diagnóstico certero permitirá también realizar los intervenciones pedagógicos
necesarios.

TRATAMIENTO

El tratamiento de algún trastorno del desarrollo dependerá directamente del


diagnóstico y la alteración que presente el niño. No olvidemos que los trastornos
del desarrollo se manifiestan desde una alteración, disfunción o déficit, hasta un
retraso significativo del desarrollo. Por lo tanto, el abordaje terapéutico escolar
será distinto, ya se trate de un déficit de atención o de un autismo.

Para aclarar aún más esto, veamos la siguiente clasificación según el momento y
magnitud con que se evidencian.
1era. Infancia
 Déficit sensorio motor
 Desestabilización emocional y comunicacional severa
 Retraso en la adquisición de pautas evolutivas

2da. Infancia
 Dislexia
 disgrafía
 Discalculia.
 Déficit de atención
 Dificultades de aprendizaje.

Adolescencia
 Déficits cognitivos
 Dificultades de aprendizaje
 Déficit atencional.
 Incompetencia social

Como se aprecia en este cuadro, algunos trastornos como las dificultades de


aprendizaje o trastornos del lenguaje pueden ser contenidos dentro del ámbito de
la escuela común, con la adaptación curricular correspondiente y el
acompañamiento terapéutico.

En cambio en los casos de trastornos mayores, como el autismo, la intervención o


integración en la escuela común es muy difícil . En cada uno de los trastornos del
desarrollo se especifica cuál es la terapéutica adecuada:

Marcadores conductuales de los trastornos del desarrollo:

 Fallas o desvíos del crecimiento.


 Marcha inestable.
 Torpeza motora.
 Conducta solitaria.
 Tendencia al aislamiento.
 Alteraciones expresivas y/o comprensivas de lenguaje.
 Desorganización motriz
 Pasividad
 Fallas en el control de la conducta
 Fallas del control motor
 Juego atípico
 Ausencia de juego simbólico
 Acceso tardío a la actividad gráfica
 Desatención
 Falta de interés
 Dificultades de adaptación
 Dificultares en el acceso al aprendizaje

Este cuestionario fue extraído de una guía educativa para niños con trastornos.
Será útil en el jardín de infantes o en lo E.P.B. para hacer un primer sondeo de
aquellas conductas que son atípicas en el niño y que hasta el momento no han
sido contempladas.

Si el niño presenta cinco o más de estas conductas dentro de las dificultades


escolares, deberá intervenir el Equipo de Orientación Escalar si lo hubiere,
completar el informe del niño y solicitar un diagnóstico diferencial, con una primera
derivación a neurología o psiquiatría infantil.
HIPERACTIVIDAD

ETIOLOGÍA

El síndrome hiperactivo se ha definido como el exceso de movimientos,


delineando un comportamiento activo muy por encima de lo común. La
hiperactividad puede ser motora o verbal, es decir movimiento constante o hablar
sin parar; todo esto produce a la vez intranquilidad e impulsividad en los niños.
Este es motivo de problemas de inadaptación en la escuela, en la familia y hasta
en la sociedad. Cuando el maestro no toma en cuenta estas dificultades
específicas, los progresos son escasos, su ejecución inadecuada y la conducta
problemática.

Entre los 2 y los 4 años la hiperactividad se puede considerar normal, a partir de


los 5 años la acentuación de este comportamiento requerirá de uno consulta al
especialista.

La hiperactividad es una descarga motora ante situaciones que por lo general le


generan al niño ansiedad, angustia o inseguridad.

DETECCIÓN

El niño hiperactivo tiene las siguientes manifestaciones de conducta:

 Se distrae fácilmente.
 Se muestra inquieto.
 Está en continuo movimiento
 Cambia de actividad sin terminar la anterior.
 Molesta a los demás niños.
 Se hace el gracioso para llamar la atención.

Estos niños son muy sociables, pero al relacionarse con otros niños, pelean
continuamente porque quieren mandar y que se haga lo que ellos quieren. Se
muestran agresivos con alguien que los molesta en cualquier sentido. Pueden ser
crueles, destructores y líderes.

Ante los padres aparecen como flojos en la labor escolar, desobedientes y, a


veces, se los trata con violencia y se les castiga.

Ante el maestro, son los niños problema; no tienen buen aprendizaje y presentan
conducta regular o pésima. A veces, ante estas circunstancias son mal rotulados,
cuando en realidad pueden ser niños que están denunciando un desorden
emocional importante o un déficit de atención.

DIAGNÓSTICO

El diagnóstico diferencial de hiperactividad puede abordarse como un trastorno de


conducta o bien como un trastorno que compromete tanto la conducta como el
aprendizaje.

No debe realizarse antes de los 5 años.

El diagnóstico diferencial se hace en función del cumplimiento de una serie de


conductas atípicas constantes y que han perdurado por lo menos durante 6 meses
sin ceder en ningún momento, en todos los contextos en las que se desenvuelve
el niño, por lo tanto el Psicopedagogo, el Psicólogo o el Neurólogo podrán
esclarecer el diagnóstico.

Hay manuales como el DSM IV que dan pautas para su detección y diagnóstico.
Veamos el DSM 1V

El diagnóstico de la conducta hiperactiva se hace en base a síntomas que el niño


presenta y que se encuadra en este caso como hiperactividad.

EI manual DSM IV dice que 6 o más de los siguientes síntomas deben estar
presentes:

A) Muchas veces es inquieto con sus manos y pies cuando debe permanecer
sentado.
B) Muchas veces no puede permanecer sentado en clase o en situaciones donde
se espera que lo haga.
C) Muchas veces corre o trepa en forma descontrolada, en situaciones
inapropiadas (en adolescentes, esto puede limitarse a una sensación subjetiva
de inquietud).
D) Muchas veces tiene dificultad para jugar de manera callada.
E) Muchas veces está en actividad constante, como si estuviera impulsado por un
motor.
F) Muchas veces habla en forma excesiva.
G) Muchas veces responde sin que haya concluido la pregunta.
H) Muchas veces tiene dificultades para esperar su turno.
I) Muchas veces interrumpe las actividades o el discurso de los otros.
J) Algunos de estos síntomas estaban presentes antes de los 7 años.

Este tipo de diagnóstico puede ser complementado con cuestionarios a padres y/o
maestros que describen detalladamente la conducta.
TRATAMIENTO

El tratamiento dentro del aula escolar se basa principalmente en el conocimiento


total del niño y su problemática.

El maestro deberá presentar un clima de aceptación y ayuda, instrumentos de


trabajo que orienten al niño y, a la vez, lo encaucen al trabajo ordenado y
consciente. Lo que no se debe hacer es forzar al niño o reprenderlo, ni etiquetarlo
como “molesto” y “deficiente”.

Se sugiere realizar una tarea de recuperación pedagógica y actividades escritas


para la estimulación de la atención y la concentración. El tratamiento específico lo
puede llevar o cabo el Psicopedagogo, fuera del horario escolar.

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