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Sacramento de la unción de los enfermos

El sacramento de la unción a los enfermos, como todos, ha tenido una evolución a lo largo

de la historia de la Iglesia. Desde los primeros siglos hasta el VIII la práctica cristiana visita a los

enfermos y lo unge con óleo, como signo de sanación corporal y espiritual. Desde la Tradición se

usa el aceite para pedir la salud de aquellos que lo usan, sin embargo, no hay claridad acerca de

un rito establecido, sino simplemente una oración para bendecir el óleo.

Un poco más adelante, los Padres de la Iglesia insistirán bastante en el acompañamiento y

visita a los enfermos por parte de los obispos, presbíteros y diáconos. Dentro de los documentos

eclesiales importantes, se encuentra una carta del Papa Inocencio a Decencio quien fuese obispo

de Gubbio, en donde presente algunas prescripciones acerca de la praxis de este sacramento de

sanación; esta unción se llevaba a cabo en las iglesias o en las casas.

La oración de bendición del óleo fue inicialmente tomada del Sacramentario 1 Gregoriano

y luego del Gelasiano que es llamada Emmite, que recita lo siguiente:

a. Fórmula gelasiana: Oh Señor, envía del cielo, de lo alto, al Espíritu Santo, el Paráclito,
sobre el aceite de oliva que te has dignado extraer de este árbol vigoroso para aliviar
nuestro espíritu y nuestro cuerpo. Que tu bendición sea, para quien se unja con él, lo
absorba o se lo aplique, un fármaco para el cuerpo, el alma y el espíritu que aleje del
espíritu y del cuerpo todo dolor, toda debilidad y toda enfermedad, de la misma
manera que has ungido a sacerdotes, reyes, profetas y mártires. Es tu buen óleo de

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El sacramentario es un libro antiguo de la Iglesia que contenía las oraciones y ceremonias de la liturgia de
la Misa y de la administración de los sacramentos. Era a un tiempo un pontifical, un ritual y un misal, aunque no traía
los introitos ni las graduales, ni las epístolas, ni los evangelios, ni los ofertorios, ni las comuniones, sino solo las
colectas u oraciones, los prefacios, el canon, las oraciones secretas y las poscomuniones, las oraciones y ceremonias
de la ordenación y muchas bendiciones. l primero que redactó un sacramentario fue el papa Gelasio, que murió en el
año 496. Por lo menos es el más antiguo que llegó a nuestras manos. San Gregorio posterior en un siglo a Gelasio,
renovó este sacramentarlo quitándole muchas cosas, variando algunas y añadiendo pocas palabras. l primero que
redactó un sacramentario fue el papa Gelasio, que murió en el año 496. Por lo menos es el más antiguo que llegó a
nuestras manos. San Gregorio posterior en un siglo a Gelasio, renovó este sacramentarlo quitándole muchas cosas,
variando algunas y añadiendo pocas palabras.
unción que has bendecido, Señor, y que ahora está en nosotros, en el nombre de
nuestro Señor Jesucristo. (Sapiori, 2019, págs. 36-37).
b. Fórmula gregoriana: Oh Señor, envía del cielo, de lo alto, al Espíritu Santo, el
Paráclito, sobre el aceite de oliva que te has dignado extraer de este árbol vigoroso
para aliviar nuestro cuerpo, a fin que, mediante tu bendición, sea, para quien se unja
con él, o se lo aplique, un fármaco para el alma y el cuerpo que aleje del cuerpo todo
dolor, toda debilidad y toda enfermedad, de la misma manera que has ungido
sacerdotes, reyes, profetas y mártires. Es tu buen óleo de unción que has bendecido,
Señor, y que ahora está en nosotros, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo
(Sapiori, 2019, pág. 37)

Así entonces, en el siglo VIII nacen los rituales de unción de los enfermos, gracias a la
reforma litúrgica de Carlomagno, por ellos en los sacramentarios Gelasianos se encuentran gran
variedad de rituales. Inicia entonces, la época de la penitencia ad mortem, donde se ungía a la
persona que se creía que estaba en peligro de muerte para perdonar sus pecados y preparar su
alma a la llegada del Reino. Ya luego en Trento se definen lo siete sacramentos y en 1925 se le
hacen una reformas mínimas.

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