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SEMINARIO MAYOR SAN JOSÉ DE ZIPAQUIRÁ

PATRÍSTICA
JOHN NOVA PAMPLONA, PBRO FECHA: 28 AGOSTO DE 2020
HELMER FABIÁN DE LA RUE LEÓN

Primera carta de San Clemente Romano a los Corintios

La carta está dirigida claramente a los habitantes del puerto de Corinto, pero procede
desde Roma; concretamente tiene como receptores a todos aquellos que son llamados por Dios.
El autor aclara que debido a las diferentes dificultades y obstáculos que han venido viviendo no
han podido responder prontamente a las inquietudes de la comunidad. Les deja claro que han
venido obrando bien, siendo valientes y firmes en la fe, sin tener acepciones de personas
procurando la hospitalidad con quienes los visitan y sobretodo instruyendo a los jóvenes y
mujeres para que obraran con conciencia inculpable. Posteriormente, menciona las diferentes
virtudes que han tenido, pero se logra deducir que esto ha desaparecido y que hay ciertas
discordias entre los miembros de dicha comunidad eclesial:
Por esta razón la justicia y la paz están muy lejos, cuando cada cual se aparta del
temor de Dios y anda a ciegas en su fe, abandonado las enseñanzas de sus preceptos y no
viviendo una vida digna de Cristo, sino que camina según sus desarregladas
concupiscencias, oyendo la voz de la inicua e impía envidia, por la cual entró la muerte en
el mundo. (1, Capítulo III).
Para el autor es laudable la vida de aquellos hombres y mujeres que vivieron su vida en
santidad y de manera intachable, como ejemplo como Danaides y Dirseas, que sufrieron
suplicios, pero fueron perseverantes en su fe. En el capítulo VII se ve la intención y la finalidad
de la carta: recordar los deberes, pero, sobre todo, una exhortación a volver sobre ellos mismos y
pide que se desprendan de los inútiles cuidados:
Pensemos en lo que es bueno, en lo que es grato y aceptable ante Aquel que nos ha
creado. Fijémonos en la sangre de Cristo y conozcamos cuán preciosa es para Dios esta
sangre, que, derramada para nuestra salud, ofreció a todo el mundo la gracia de la
penitencia. Recorramos todas las generaciones y aprendamos que en todas ellas el Señor
ha concedido lugar a la penitencia para todos los que han querido convertirse a Él. Noé
predicó la penitencia y los que obedecieron se salvaron. Jonás predicó a los ninivitas;
éstos, habiendo hecho penitencia de sus pecados, aplacaron a Dios con sus oraciones y
consiguieron la salvación, a pesar de haber estado separados de Dios. (Ibíd).
Es importante resaltar las menciones que se hacen a las figuras Veterotestamentarias,
como David, Eliseo, Ezequiel, Job, Moisés; esto con la finalidad de motivar a la comunidad para
que puedan cumplir su misión de llevar el Evangelio. Por otro lado, los invita a abandonarse en
las manos de Aquel que es Justo, los exhorta a volver sus corazones hacia Dios.
Así pues, invita a hacer un estudio de las Escrituras, teniendo en cuenta que allí se
encuentran contenidos los verdaderos oráculos, puesto que allí no hay nada escrito que sea malo
o injusto. Por ende, los hombres santos y justos son perseguidos por los impíos, han sufrido toda
clase de suplicios de la época, como apedreadas. Por último, invita a elevar una plegaria por
aquellos que ha caído en algún pecado y pide que sean devueltos Claudio Efebo, Valerio Viton y
Fortunato que fueron enviados para ser garantes de la paz y la concordia en la comunidad:
Devolvednos, pues, prontamente con paz y con alegría a Claudio Efebo, Valerio
Viton y Fortunato, que os hemos enviado, para que inmediatamente nos den cuenta de
vuestra deseable y para nosotros deseadísima paz y concordia, y para que nosotros nos
alegremos de vuestra tranquilidad, la gracia de Nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros
y con todos los que han sido llamados por Dios de todas partes por Él, por el cual se le
den la gloria, el honor y el poder, la majestad y el solio eterno, por los siglos de los siglos.
Amén.

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