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DERECHO DEL TRABAJO I

UNDÉCIMA SESIÓN, 13 Y 14-05-2022.

JORNADAS DE TRABAJO

Recordemos que, el Derecho del Trabajo surge precisamente para reglamentar las
condiciones en que el trabajo debía prestarse, pues en los albores de esta ciencia,
no se contaba con presupuestos legales que regularan condiciones mínimas, si
bien se estaba, se tenía derecho a percibir una paga a cambio de la prestación del
servicio, pero los períodos en que el trabajo se ejecutaba eran extremadamente
largos, cuando mucho, el trabajador disponía de no más de seis horas de
descanso y luego de ello, nuevamente regresaba al trabajo.

En este sentido, uno de los primeros objetivos del Derecho del Trabajo, fue el
establecimiento de un número máximo de horas que el trabajador debía estar al
servicio y órdenes del patrono, a lo que se llamó JORNADA DE TRABAJO.

En consecuencia, hoy día diremos que, Jornada de Trabajo, es tiempo que el


trabajador emplea para la prestación del servicio a un patrono, y por lo tanto,
permanece a disposición de éste.

CLASES DE JORNADAS

Inicialmente diremos que existe JORNADA ORDINARIA y JORNADA


EXTRAORDINARIA.

Jornada Ordinaria: A partir de que se fija un tiempo para la prestación del


servicio estableciendo como máximo un número de horas durante el cual el
trabajador diariamente deba ejecutar el trabajo, es a este período que la ley le
denomina Jornada Ordinaria. Así, por ejemplo, el Artículo 116 del Código de
Trabajo establece que, la jornada ordinaria de trabajo efectivo diurno no puede ser
mayor de ocho horas diarias; es decir que, de cada día, el trabajador, como
jornada ordinaria, no debería laborar más de ocho horas diarias.

Jornada Extraordinaria: Como ya la misma ley ha fijado un determinado número


de horas para que el trabajador ejecute el trabajo; habrá que tomar en cuenta que
por la naturaleza del trabajo que se presta, puede ser que se necesite que el
trabajador deba laborar más allá de las ocho horas que establece el ya citado
Artículo 116 del Código de Trabajo; es entonces, que a ese tiempo laborado más
allá de las ocho horas, es a lo que se denomina Jornada Extraordinaria, la cual
deberá ser remunerada conforme a lo que establece la ley.
JORNADA DIARIA Y JORNADA SEMANAL:

Ya vimos que, con el ánimo de que el trabajador recupere energías gastadas en la


prestación del servicio, se ha establecido como máximo en ocho horas diarias
para que este ejecute su trabajo y se mantenga a disposición del empleador, y el
resto del día, el trabajador los emplee en la realización de otras actividades, pero
fundamentalmente para descansar; en consecuencia, es a este período que la ley
denomina Jornada Ordinaria Diurna.

Sin embargo, como existe diversidad de centros de trabajo, en los que por
costumbre la semana laboral es de lunes a viernes; pero habrá otros en que se
deba laborar el día sábado, inclusive en algunas, se labora el día domingo, por lo
que también se hace necesario que se establezca un número de horas como
máximo a laborar en la semana; y es así como el precitado Artículo 116 del
Código de Trabajo, no sólo establece el número de horas diarias que el trabajador
deba laborar cada día, sino que también establece el un máximo de horas a
laborar durante la semana, al prescribir que la Jornada Ordinaria diurna no puede
exceder de cuarenta y ocho horas laboradas semanalmente. Por lo tanto, es a ese
número de horas que se le denomina Jornada Ordinaria Semanal.

A este respecto es preciso aclarar que, en virtud de que el Código de Trabajo


actual, fue promulgado con anterioridad a la actual Constitución Política de la
República, la cual, en la literal g), del Artículo 102, establece que, la jornada
ordinaria de trabajo efectivo diurno no puede exceder de ocho horas diarias de
trabajo, ni de cuarenta y cuatro horas a la semana, equivalente a cuarenta y ocho
horas para los efectos exclusivos del pago del salario.

ADECUACIÓN DE LA JORNADA:

Es indudable que el establecimiento de las jornadas de trabajo está consideradas


a las horas en que las mismas se ejecutan y a las condiciones bajo las cuales el
servicio se deba prestar; y como consecuencia de que existen centros de trabajo
en los que se hace necesario laborar las veinticuatro horas del día, se ha hecho
también necesario fijar el número de horas para las jornadas denominadas mixta y
nocturna, por lo que resulta necesario adecuar la jornada para cada una de ellas.

También en el caso de los trabajadores menores de edad, o mujeres en estado de


gestación, la jornada de trabajo se debe adecuar a la capacidad física que este
grupo de trabajadores ostenta, en cuyo caso, el patrono se ve compelido a reducir
en na hora y hasta en dos la jornada ordinaria diurna, así como a la no
designación de éstos, para la prestación de servicios en jornadas nocturnas o en
lugares confinado e insalubres.

Jornada Continua:

Con el objeto de obtener el mayor provecho de la jornada de trabajo, sin llegar a


considerarse una explotación del trabajador, y según la naturaleza del centro de
trabajo, la jornada puede ser continua, disponiendo de un período de treinta
minutas para tomar los alimentos (almuerzo); y es a esta jornada a la que se le
denomina Jornada Continua.

Sin embargo, también habrá centros de trabajo que la naturaleza del mismo
permita flexibilizar la jornada de trabajo, tal y como lo establece el Artículo 119 del
Código de Trabajo al establecer que, la jornada ordinaria diurna puede ser
continua o dividirse en dos o más períodos con intervalos de descanso que se
adopten racionalmente a la naturaleza del trabajo de que se trate y a las
necesidades del trabajador, y es a esta jornada a la que se le denomina Jornada
Discontinua.

TRABAJADORES NO SUJETOS A LA JORNADA DE TRABAJO:

No obstante que ya se ha visto que es la misma ley la que establece el número


máximo de horas que el trabajador debe laborar al día o a la semana, también se
ha determinado que en un centro de trabajo pueden haber empleados que no se
sujetan a la jornada de trabajo, tales como los que ejercen labores de
representación del patrono en la ejecución del trabajo o quienes ejerzan labores
de vigilancia.

A este respecto, el Artículo 124 del Código de Trabajo establece: No están sujetos
a la limitaciones de la jornada de trabajo: Los representantes del patrono, los que
laboren sin fiscalización superior inmediata, los que ocupen puestos de vigilancia o
que requiera su sola presencia, los que cumplan su cometido fuera del local donde
esté establecida la empresa, como agentes comisionistas que tengan carácter de
trabajadores, y los demás trabajadores que desempeñen labores que por su
indudable naturaleza no estén sometidos a las jornadas de trabajo.

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