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TERCERO.

- Violación a las garantías de legalidad y seguridad


jurídica, fundamentación y motivación, consagradas en los artículos 14 y 16 de
nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en relación con
el diverso 38 fracción IV del Código Fiscal de la Federación; siendo el caso,
que la autoridad en ningún momento demuestra que los hechos en que se
apoya para la imposición de unas multas de fondo en el crédito impugnado con
número de oficio: 500-05-02-2017-5338 de fecha 05 de junio de 2017 en
cantidad de $10,885,275.07 por concepto de Impuesto al Valor Agregado; una
multa en cantidad de $34,852.07 por concepto de Impuesto Empresarial a Tasa
Única y una multa en cantidad de $49, 734,478.45 por concepto de Impuesto
Sobre la Renta y por el crédito determinante simultáneamente impugnado con
número de oficio: 500-05-02-2017-5337 de fecha 05 de junio de 2017 unas
multas de fondo en cantidades de: $18,271,262.61 por concepto de Impuesto
Sobre la Renta, una multa en cantidad de $5,272.09 por concepto de Impuesto
Empresarial a Tasa Única y una multa en cantidad de $4,820.19 por concepto
de Impuesto al Valor Agregado impuesta a mi representada, se adecuan a las
hipótesis previstas en los numerales, 76 primer párrafo vigente en 2012 y 2013
y al artículo 70 penúltimo y último párrafo ambos del Código Fiscal de la
Federación, que cita como fundamento para la imposición de la misma; y en tal
virtud, existe una indebida motivación y por consecuencia una indebida
fundamentación.

Lo anterior es así ya que la autoridad demandada no precisa


adecuadamente 1) cuál es la conducta desplegada por mi representada
susceptible de ser infraccionada, 2) cuáles son los elementos constitutivos de
la supuesta infracción cometida, 3) cómo se comprueba los elementos de dicha
infracción supuestamente violada, 4) mediante qué medios de prueba se
demostraron cada uno de dichos elementos, y 5) qué valoración le da a dichos
medios de convicción; de igual forma la autoridad no precisa adecuadamente
en qué supuesto se encuentra mi representada de los mencionados en el
artículo 76 primer párrafo del Código Fiscal de la Federación para así poder
aplicar directamente una multa, de esta suerte, tenemos que la autoridad
demandada en su resolución deja también de aplicar los artículos 38, fracción
IV y 75 primer párrafo del Código Fiscal de la Federación, por lo que resulta
procedente declarar la nulidad de la resolución impugnada de conformidad con
lo dispuesto por el artículo 51 fracción IV de la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo.

En primera instancia es necesario señalar que el artículo 14


Constitucional establece que:

“A ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna.

Nadie podrá ser privado de la vida, de la libertad o de sus propiedades,


posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales
previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades
esenciales del procedimiento y conforme a las leyes expedidas con
anterioridad al hecho.

En los juicios del orden criminal queda prohibido imponer, por simple
analogía, y aun por mayoría de razón, pena alguna que no esté
decretada por una ley exactamente aplicable al delito que se trata.

En los juicios del orden civil, la sentencia definitiva deberá ser conforme a
la letra o a la interpretación jurídica de la ley, y a falta de ésta se fundará
en los principios generales del derecho.”

Por su parte, el numeral 16 del propio texto constitucional señala


que:

Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles


o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad
competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento.

El Artículo 38 fracción IV, del Código Fiscal de la Federación,


establece en lo conducente que los actos administrativos que se deban
notificar deberán tener por lo menos los siguientes requisitos: IV.- Estar
fundado y motivado y expresar la resolución, objeto o propósito de que se
trate.

El Artículo 75 primer párrafo del Código Fiscal de la Federación


establece en lo conducente que dentro de los límites fijados por este Código las
autoridades fiscales al imponer multas por la comisión de las infracciones
señaladas en las leyes fiscales deberán fundar y motivar su resolución.
Es el caso, en el asunto cuyo estudio nos ocupa, que la autoridad
demandada le impone a mi representada, unas multas de fondo en el crédito
impugnado con número de oficio: 500-05-02-2017-5338 de fecha 05 de junio de
2017 en cantidad de $10,885,275.07 por concepto de Impuesto al Valor
Agregado; una multa en cantidad de $34,852.07 por concepto de Impuesto
Empresarial a Tasa Única y una multa en cantidad de $49, 734,478.45 por
concepto de Impuesto Sobre la Renta y por el crédito determinante
simultáneamente impugnado con número de oficio: 500-05-02-2017-5337 de
fecha 05 de junio de 2017 unas multas de fondo en cantidades de:
$18,271,262.61 por concepto de Impuesto Sobre la Renta, una multa en
cantidad de $5,272.09 por concepto de Impuesto Empresarial a Tasa Única y
una multa en cantidad de $4,820.19 por concepto de Impuesto al Valor
Agregado impuesta a mi representada, con fundamento en los numerales, 76
primer párrafo vigente en 2012 y 2013 y al artículo 70 penúltimo y último
párrafo ambos del Código Fiscal de la Federación, dichas multas las
fundamenta y motiva en la resoluciones impugnadas, de la manera siguiente:

Crédito determinante 500-05-02-2017-5337 de fecha 05 de junio


de 2017 fojas 395 a la 397:
Crédito determinante 500-05-02-2017-5338 de fecha 05 de junio de 2017 fojas
416 a la 418:
Con la imposición de tal sanción, en el presente caso se configura
una:

A.- INDEBIDA FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACION.

La autoridad fiscalizadora, está obligada a fundar y motivar de


manera debida las sanciones que impone, por mandato constitucional
contenido en el primer párrafo del artículo 16 Constitucional, en relación con el
artículo 38 fracción IV y 75 primer párrafo del Código Fiscal de la Federación.

En materia de imposición de sanciones fiscales, la autoridad


administrativa está obligada a aplicarlas con estricto apego a derecho,
procurando que los hechos que pretende castigar se adecuen de manera
precisa y perfecta a los fundamentos en los cuales se apoya, para la imposición
de dichas sanciones.

Al respecto es importante recordar que, se ha sostenido en


diversas tesis emitidas por los Tribunales Colegiados de nuestra Máxima
Juzgadora en la Nación, que las disposiciones del Código Fiscal de la
Federación referentes a multas por infracciones, se encuentran contenidas en
el título IV, "De las infracciones y delitos fiscales".
Además, debe tenerse en consideración que la imposición de las
multas fiscales deriva del poder jurídico del Estado para tipificar el
incumplimiento de obligaciones fiscales como infracciones y castigarlas a
través de penas económicas establecidas en ley, y la facultad de las
autoridades administrativas para imponer y ejecutar tales sanciones, lo que es
similar a las sanciones penales.

Por otro lado, debe también tenerse presente que la finalidad de


las normas que establecen multas fiscales, es la de mantener la observancia
de los preceptos que establecen los impuestos, a través de un sistema de
sanciones que actualice la coercitividad de las normas fiscales.

Diversos autores han sostenido que entre las infracciones de


carácter administrativo, tales como las fiscales, y los delitos no existen
diferencias sustanciales, ya que tienen el mismo origen, que es el
incumplimiento de obligaciones frente al Estado y se sancionan, unas con pena
económica y otras con pena privativa de libertad, pudiendo actualizarse, en los
delitos, la imposición de penas pecuniarias, según se determine en la ley; en
estas condiciones, las diferencias existentes entre ambas figuras, pudieran
establecerse en relación con el órgano encargado de imponerlas, que en las
infracciones corresponde a autoridades administrativas y en los delitos al
órgano jurisdiccional, lo que no hace que la naturaleza de las sanciones en
materia penal, sean distintas a las fiscales.

En efecto, las normas que establecen sanciones fiscales, al igual


que las que establecen penas, tienen como finalidad tipificar infracciones para
aplicar un castigo al sujeto que realice la conducta que se describe en la
norma; además, sólo el Estado, en ambos casos, puede definir las situaciones
que constituyen infracciones o delitos y determinar las penas que deberán
imponerse a quien incurra en ellos, lo que se realiza a través de un sistema en
el que la infracción y la sanción son elementos esenciales.

Otra característica que poseen ambas sanciones, es la privación


de un bien, al sujeto que comete la infracción o delito sancionados, ya sea
económico o jurídico, por lo que los instrumentos de aplicación de las penas en
una y otra materias, no cambia la esencia de su naturaleza.

Es por ello que se estima que la similitud entre las multas fiscales
y las sanciones penales permite sostener que, por tratarse de situaciones
jurídicas de igual naturaleza, debe aplicarse el mismo tratamiento para la
tipificación de ambas figuras jurídicas, o sea que, para que la autoridad tenga
por realizada una infracción fiscal, se deben de cumplir los mismos requisitos
que se dan para realización de un delito penal; y en ambos casos la ley se
debe de aplicar como señala expresamente el tercer párrafo del artículo 14
Constitucional: “En los juicios del orden criminal queda prohibido imponer, por
simple analogía, y aun por mayoría de razón, pena alguna que no esté
decretada por una ley exactamente aplicable al delito que se trata”.

En este orden de ideas, y abordando el tema que nos ocupa, es


el caso, que la autoridad demandada en la resoluciones impugnadas,
determina de manera ilegal, unas multas en el crédito impugnado con número
de oficio: 500-05-02-2017-5338 de fecha 05 de junio de 2017 en cantidad de
$10,885,275.07 por concepto de Impuesto al Valor Agregado; una multa en
cantidad de $34,852.07 por concepto de Impuesto Empresarial a Tasa Única y
una multa en cantidad de $49, 734,478.45 por concepto de Impuesto Sobre la
Renta y por el crédito determinante simultáneamente impugnado con número
de oficio: 500-05-02-2017-5337 de fecha 05 de junio de 2017 unas multas de
fondo en cantidades de: $18,271,262.61 por concepto de Impuesto Sobre la
Renta, una multa en cantidad de $5,272.09 por concepto de Impuesto
Empresarial a Tasa Única y una multa en cantidad de $4,820.19 por concepto
de Impuesto al Valor Agregado con fundamento en los numerales, 76 primer
párrafo vigente en 2012 y 2013 y al artículo 70 penúltimo y último párrafo
ambos del Código Fiscal de la Federación, tales preceptos a la letra rezan:

Artículo 70.- (…)


Cuando la multa aplicable a una misma conducta infraccionada, sea
modificada posteriormente mediante reforma al precepto legal que la
contenga, las autoridades fiscales aplicarán la multa que resulte menor
entre la existente en el momento en que se cometió la infracción y la multa
vigente en el momento de su imposición.
El monto de las multas y cantidades en moneda nacional establecidas en
la ley aduanera se actualizarán conforme a las disposiciones establecidas
en el artículo 17-A de este Código relativas a la actualización de
cantidades en moneda nacional que se establecen en este ordenamiento.

Artículo 76.- Cuando la comisión de una o varias infracciones origine la


comisión total o parcial en el pago de contribuciones incluyendo las
retenidas o recaudadas, excepto tratándose de contribuciones al comercio
exterior, y sea descubierta por las autoridades fiscales mediante el
ejercicio de sus facultades, se aplicará una multa del 55% al 75% de las
contribuciones omitidas.

Es pertinente determinar los elementos de que constan los


artículos señalados, de la siguiente manera:

a).- Que exista comisión de infracciones relacionadas con las


obligaciones de presentar documentación y declaraciones, así como de
transmisión electrónica de información.

b).- Que se origine la OMISIÓN de presentar documentos o


informes requeridos por la autoridad.

c).- Que la omisión ocurra dentro de los plazos señalados en el


requerimiento o en la propia Ley.

Sin embargo, la realidad es que la autoridad demandada no


señala dentro de las resoluciones impugnadas en relación con el artículo 76
primer párrafo del Código Fiscal de la Federación si la infracción fue en relación
a) con la obligación de presentar documentos, b) con la obligación de presentar
declaraciones o c) con la transmisión electrónica de información, o sea no
señala el motivo específico de la infracción tornado la motivación genérica e
indebida.

De igual, forma, en el caso de que la infracciones fuere por la


omisión de presentar documentos o informes no se señala con precisión cuáles
fueron dichos documentos e informes de manera detallada ni tampoco cuál fue
el plazo y si este fue señalado en el propio requerimiento o estaba estipulado
en la Ley.
A su vez, es el caso, que la hoy demandada al imponer las
sanciones en estudio, no señala de manera precisa 1) cuál es la conducta
desplegada por mi representada, 2) cuáles son los elementos constitutivos de
la supuesta infracción cometida, 3) cómo se comprueba los elementos de dicha
infracción supuestamente violada, 4) mediante qué medios de prueba se
demostraron cada uno de dichos elementos, y 5) qué valoración le da a dichos
medios de convicción; como se puede apreciar de la transcripción de la
resoluciones impugnadas, donde supuestamente se realiza el silogismo jurídico
para imponer dichas sanciones, y que a la letra reza:

Crédito determinante 500-05-02-2017-5337 de fecha 05 de junio


de 2017 fojas 395 a la 397:
Crédito determinante 500-05-02-2017-5338 de fecha 05 de junio
de 2017 fojas 416 a la 418:

Del texto antes transcrito, se aprecia que la demandada, no


señala de manera precisa 1) cuál es la conducta desplegada por mi
representada, 2) cuáles son los elementos constitutivos de la supuesta
infracción cometida, 3) cómo se comprueba los elementos de dicha infracción
supuestamente violada, 4) mediante qué medios de prueba se demostraron
cada uno de dichos elementos, y 5) qué valoración le da a dichos medios de
convicción.

Así las cosas, en la especie no se acredita sin lugar a dudas la


comisión de ninguna infracción ante la falta de motivación de la autoridad,
siendo que en ningún momento establece claramente cuál es la infracción
cometida y los elementos constitutivos de la misma, y menos aún señala algún
medio probatorio mediante el cual se demuestre la comisión de la infracción ni
qué valor probatorio otorga a dichos medios de prueba; siendo entonces
evidente la falta adecuada de fundamentación y motivación por parte de la
ahora demandada.

A mayor abundamiento, cabe precisar que para el dictado de una


resolución condenatoria se requiere que se cumplan con esas formalidades, a
fin de que el gobernado esté en posibilidad de conocer con precisión los
motivos y las razones legales que se tuvieron en cuenta para emitir dicho acto
de autoridad y, así, estar en posibilidad de conocer con precisión las probanzas
que se tomaron en cuenta para, en su caso, poder rebatir el origen de dichas
sanciones.

Por tanto, es evidente que la resolución recurrida no cumple con


los requisitos mencionados, porque la hoy demandada solo se concreta a
establecer en forma dogmática la aplicación del artículo 76 primer párrafo del
Código Fiscal de la Federación, sin señalar de manera precisa 1) cuál es la
conducta desplegada por mi representada, 2) cuáles son los elementos
constitutivos de la supuesta infracción cometida, 3) cómo se comprueba los
elementos de dicha infracción supuestamente violada, 4) mediante qué medios
de prueba se demostraron cada uno de dichos elementos, y 5) qué valoración
le da a dichos medios de convicción.
Sin embargo, a pesar de la fundamentación aquí comentada, la
realidad es que la autoridad demandada realiza una nula motivación al
respecto, sin exponer en ninguna parte de las resoluciones impugnadas las
razones por las cuales se aplica dicho artículo: es decir, dentro del texto del
artículo arriba transcrito nos encontramos ante una diversidad de hipótesis en
las cuales los gobernados pueden encontrarse, por lo que ante tal diversidad
es evidente que la autoridad, al determinar la imposición de una multa, se
encuentra obligada a precisar de manera detallada en cuál de dichas hipótesis
se encuentra el contribuyente y con base a qué medios probatorios afirma
dicha situación.

En esos términos, es evidente que la hoy demandada no motivó


su determinación, porque para la prueba de los elementos de la infracción que
se consideró probada, debió señalar con precisión las circunstancias
especiales, razones particulares o causas imputadas en forma pormenorizada,
que se hayan tenido en consideración para su emisión; esto es, se exigía que
existiera adecuación entre los motivos aducidos y las normas aplicables, lo cual
no realizó pues ni siquiera hace una relación de prueba alguna, ya que no es
válido que se concluya en forma general y abstracta que se encuentra probado
la infracción de referencia.

En esos términos se pronunció el Segundo Tribunal Colegiado del


Segundo Circuito, al sustentar la tesis aislada publicada en la página 777 del
Tomo III, Segunda Parte-2, Octava Época, del Semanario Judicial de la
Federación, y que es aplicable por analogía al caso en estudio, y que es del
tenor literal siguiente:

"SENTENCIA PENAL, FALTA DE MOTIVACIÓN Y FUNDAMENTACIÓN.-


Es violatoria de garantías, una sentencia penal cuando el tribunal
responsable afirma que están plenamente demostrados el cuerpo del delito
como la responsabilidad del acusado, y correcta la pena impuesta,
apoyándose sólo en razonamientos abstractos y generales, sin analizar las
pruebas en que sustente sus afirmaciones ni explicar por qué llega a tal
conclusión ni menos citar los preceptos legales conducentes."
Sirve también de apoyo la tesis de Jurisprudencia (Constitucional,
Administrativa) P./J. 100/2006, Novena Época, Pág. 1667, que establece lo
siguiente:

TIPICIDAD. EL PRINCIPIO RELATIVO, NORMALMENTE


REFERIDO A LA MATERIA PENAL, ES APLICABLE A LAS
INFRACCIONES Y SANCIONES ADMINISTRATIVAS. El
principio de tipicidad, que junto con el de reserva de ley integran
el núcleo duro del principio de legalidad en materia de sanciones,
se manifiesta como una exigencia de predeterminación normativa
clara y precisa de las conductas ilícitas y de las sanciones
correspondientes. En otras palabras, dicho principio se cumple
cuando consta en la norma una predeterminación inteligible de la
infracción y de la sanción; supone en todo caso la presencia de
una lex certa que permita predecir con suficiente grado de
seguridad las conductas infractoras y las sanciones. En este
orden de ideas, debe afirmarse que la descripción legislativa de
las conductas ilícitas debe gozar de tal claridad y univocidad que
el juzgador pueda conocer su alcance y significado al realizar el
proceso mental de adecuación típica, sin necesidad de recurrir a
complementaciones legales que superen la interpretación y que
lo llevarían al terreno de la creación legal para suplir las
imprecisiones de la norma. Ahora bien, toda vez que el derecho
administrativo sancionador y el derecho penal son
manifestaciones de la potestad punitiva del Estado y dada la
unidad de ésta, en la interpretación constitucional de los
principios del derecho administrativo sancionador debe acudirse
al aducido principio de tipicidad, normalmente referido a la
materia penal, haciéndolo extensivo a las infracciones y
sanciones administrativas, de modo tal que si cierta disposición
administrativa establece una sanción por alguna infracción, la
conducta realizada por el afectado debe encuadrar exactamente
en la hipótesis normativa previamente establecida, sin que sea
lícito ampliar ésta por analogía o por mayoría de razón.

Así también, sirve la tesis II.2o.P.187 P, Novena Época, Tomo


XXIII, Febrero de 2006, que para lo que nos ocupa establece lo siguiente:

PRINCIPIO DE LEGALIDAD. LA TIPICIDAD CONSTITUYE SU BASE


FUNDAMENTAL Y RIGE, CON LOS PRINCIPIOS DE TAXATIVIDAD Y
DE PLENITUD HERMÉTICA DERIVADOS DE AQUÉL, COMO PILAR DE
UN SISTEMA DE DERECHO PENAL EN UN ESTADO DEMOCRÁTICO
DE DERECHO. El artículo 14 de la Constitución Federal consagra el
conocido apotegma nullum crimen sine poena, nullum poena sine lege
certa traducible como el que no puede haber delito sin pena ni pena sin ley
específica y concreta para el hecho de que se trate; de ello deriva la
importancia que la dogmática jurídico-penal asigna al elemento del delito
llamado tipicidad, entendido como la constatación plena del
encuadramiento exacto entre los componentes de una hipótesis delictiva
descrita en la ley y un hecho concreto acontecido y probado en el mundo
fáctico. La tipicidad es un presupuesto indispensable del acreditamiento
del injusto penal que se entiende como la desvaloración de un hecho sin
ponderar aun el reproche posible a su autor, y constituye la base
fundamental del principio de legalidad que rige, con todas sus
derivaciones, como pilar de un sistema de derecho penal en un estado
democrático de derecho. Así, del propio principio podemos encontrar como
derivaciones los de taxatividad o exigencia de un contenido concreto y
unívoco en la labor de tipificación de la ley, es decir, que la descripción
típica no debe ser vaga ni imprecisa, ni abierta o amplia al grado de
permitir la arbitrariedad; de igual forma, el principio de plenitud hermética
en cuanto a la prohibición de analogía o mayoría de razón en la aplicación
de la ley penal, traduciéndose en la exigencia de exacta aplicación de la
ley que se contiene de manera expresa, en el caso mexicano en el actual
párrafo tercero del artículo 14 constitucional que dice: "En los juicios del
orden criminal queda prohibido imponer, por simple analogía y aun por
mayoría de razón, pena alguna que no esté decretada por una ley
exactamente aplicable al delito de que se trata."

Analógicamente, también es importante citarse, por el sentido que


contiene, el criterio sustentado por el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo
Noveno Circuito, al estudiar los requisitos formales para el libramiento de orden
de captura, que en el caso son los mismos que requiere todo acto de autoridad.
Ese criterio se encuentra contenido en la tesis aislada visible en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo IV, diciembre de
1996, página 425, que dice:

"ORDEN DE APREHENSIÓN. FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN.


ASPECTOS QUE DEBE COMPRENDER.-Tratándose de una orden de
aprehensión, el principio de fundamentación y motivación que debe regir
en todo acto de autoridad establecido en el primer párrafo del artículo 16
de la Constitución General de la República, impone la necesidad de
relacionar los medios de convicción que arrojó la averiguación previa,
ponderando cada uno de ellos, para luego establecer con qué pruebas se
acreditan todos y cada uno de los elementos del tipo y con cuáles se
demuestra la probable responsabilidad del indiciado."

En consecuencia, de todo lo antes expuesto, podemos concluir


que la fundamentación y motivación en la cual la autoridad demandada
sustenta las multas en estudio, resulta del todo indebida, ya que no existe una
demostración plena de la adecuación entre los hechos reales y la
disposiciones normativas aplicadas al Código Fiscal de la Federación; lo
anterior en atención al principio señalado en el tercer párrafo del artículo 14
Constitucional, que si bien se refiere a la materia penal, también aplica en
materia fiscal, y que expresamente señala: “En los juicios del orden criminal
queda prohibido imponer, por simple analogía, y aun por mayoría de
razón, pena alguna que no esté decretada por una ley exactamente
aplicable al delito que se trata”.

Es aplicable en la especie, la siguiente tesis emitida por el


PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL
PRIMER CIRCUITO, publicada en el Semanario Judicial de la Federación,
Séptima Época, Volumen 61 Sexta Parte, pagina 46, IUS 2003 número de
Registro 255,172; y que a la letra reza:

Séptima Epoca
Instancia: PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA
ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: 61 Sexta Parte
Página: 46

MULTAS. PRUEBA DE LA INFRACCION. Sólo puede estimarse


legalmente impuesta una multa a un particular, si los hechos acreditados
en relación con su conducta llevan lógica y necesariamente a la conclusión
de que dolosamente incurrió en la infracción que se le atribuye. Pues si de
esos hechos acreditados puede surgir alguna duda razonable al respecto,
o si admiten como posibles una hipótesis o interpretación lógicas y
aceptables en contrario, que permitan pensar en que no hubo la comisión
dolosa de la infracción, o en que ésta resulta dudosa por lo menos, no
puede decirse que la imposición de la multa esté debidamente fundada y
motivada, en términos de la garantía consagrada por el artículo 16
constitucional, tomada en sentido material (y no sólo formal) como la falta
de prueba de los hechos que hacen que el caso se ajuste a la hipótesis
normativa, o como la falta de adecuación de los hechos probados, a esa
hipótesis.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL
PRIMER CIRCUITO.
Revisión fiscal 21/73. Tesorería del Distrito Federal (Enrique Santillán
Granados). 15 de enero de 1974. Unanimidad de votos. Ponente:
Guillermo Guzmán Orozco.

Finalmente, cabe decir que el lema de derecho criminal «nullum


crimen, nulla poena sine lege» corresponde con exactitud, en su espíritu, al
principio contenido en el artículo 5º del Código Fiscal: « Las disposiciones
fiscales que establezcan cargas a los particulares y las que señalan
excepciones a las mismas, así como las que fijan las infracciones y
sanciones, son de aplicación estricta. Se considera que establecen
cargas a los particulares las normas que se refieren al sujeto, objeto,
base, tasa o tarifa.». Así pues, tratándose de materias que son análogas,
resulta debido aplicar, respecto de infracciones a las leyes tributarias, las
prevenciones del código punitivo.

Es decir, además de que no hay motivo de infracción como se


expresó anteriormente, en este caso nos encontramos ante una falta de
fundamentación y motivación, dado que la autoridad en ningún momento
demuestra la adecuación de los hechos a las normas aplicadas. Al respecto es
aplicable la Tesis de Jurisprudencia que sustentan los Tribunales Colegiados
de Circuito bajo el rubro “FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN, NO EXISTE CUANDO EL
ACTO NO SE ADECUA A LA NORMA EN QUE SE APOYA ”; misma que es localizable
en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Epoca. Tomo
IX, Enero de 1999. Tesis: VI.2o. J/123 Página: 660, la cual se transcribe a
continuación:

FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN, NO EXISTE CUANDO EL ACTO


NO SE ADECUA A LA NORMA EN QUE SE APOYA. Todo acto de
autoridad debe estar suficientemente fundado y motivado, de manera que
si los motivos o causas que tomó en cuenta el juzgador para dictar un
proveído, no se adecuan a la hipótesis de la norma en que pretende
apoyarse, no se cumple con el requisito de fundamentación y motivación
que exige el artículo 16 constitucional, por tanto, el acto reclamado es
violatorio de garantías.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO. VI.2o. J/123
Amparo en revisión 383/88.-Patricia Eugenia Cavazos Morales.-19 de
enero de 1989.-Unanimidad de votos.-Ponente: José Galván Rojas.-
Secretario: Vicente Martínez Sánchez.
Amparo directo 7/96.-Pedro Vicente López Miro.-21 de febrero de 1996.-
Unanimidad de votos.-Ponente: María Eugenia Estela Martínez Cardiel.-
Secretario: Enrique Baigts Muñoz.
Amparo directo 150/96.-María Silvia Elisa Niño de Rivera Jiménez.-91 de
mayo de 1996.-Unanimidad de votos.-Ponente: María Eugenia Estela
Martínez Cardiel.-Secretario: José Carlos Rodríguez Navarro.
Amparo directo 518/96.-Ecluardo Frausto Jiménez.-25 de septiembre de
1996.- Unanimidad de votos.-Ponente: Antonio Meza Alarcón.-Secretario:
Enrique Baigts Muñoz.
Amparo en revisión 578/97.-Calixto Cordero Amaro.-30 de octubre de
1997.- Unanimidad de votos.-Ponente: Gustavo Calvillo Rangel.-
Secretario: José Zapata Huesca.
Véase: Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-1995, Tomo
VI, Materia Común, página 175, tesis 260, de rubro: FUNDAMENTACIÓN
Y MOTIVACIÓN.''
Sirve de apoyo a lo anterior, la Tesis II-TASS-4028 emitida por del
Pleno el otrora Tribunal Fiscal de la Federación, publicada en la Revista del
Tribunal Fiscal de la Federación, Año IV. No. 30 de Junio de 1982, Segunda
Época, visible en la Página 608 y que a continuación se transcribe:

Segunda Época.
Instancia: Pleno
R.T.F.F.: Año IV. No. 30. Junio 1982.
Tesis: II-TASS-4028
Página: 608

INFRACCIONES Y SANCIONES.- EXISTE INDEBIDA


FUNDAMENTACION EN LA TIPIFICACION DE LA INFRACCION
CUANDO LA LEY QUE SE CITA COMO FUNDAMENTO NO PREVE EL
HECHO COMO INFRACCION.- Para que una resolución esté
debidamente fundada en la comisión de la infracción es necesario que se
exprese con precisión el precepto legal que tipifica el hecho como
infracción. Por esta razón, cuando la autoridad en la resolución se funda
para tipificar la infracción en una ley que no establece el hecho en cuestión
como infracción, debe declararse la nulidad de la resolución con respecto a
la multa impuesta por la misma, ya que existe indebida fundamentación en
la tipificación de la infracción. (115)
Revisión No. 910/77.- Resuelta en sesión de 29 de junio de 1982, por
mayoría de 5 votos, 2 parcialmente y 1 en contra.- Magistrado Ponente:
Francisco Xavier Cárdenas Durán.- Secretaria: Lic. Lourdes Ferrer Mac
Gregor Poisot.

Resulta aplicable la JURISPRUDENCIA NUM. 308, en cuanto a


que, a efecto de establecer en primer término, que la resolución que se
impugna en todo caso se encuentra indebidamente fundada y motivada en
virtud de que no se cumplen los extremos exigidos en la presente
jurisprudencia, y en segundo término, lo inconstitucional del dispositivo legal en
virtud de que el mismo no contempla que se tomen en cuenta aspectos tales
cómo la condición económica del contribuyente, la reincidencia, etc.; Dicha
JURISPRUDENCIA se encuentra visible en la Revista del Tribunal Fiscal de la
Federación de Agosto de 1987, página 185, la cual a letra señala:

MULTAS.- REQUISITOS CONSTITUCIONALES QUE DEBEN CUMPLIR.-


para considerar que una multa impuesta a un particular cumple con lo
establecido en los artículos 16 y 22 constitucionales, debe satisfacer
ciertos requisitos, a juicio de esta Sala Superior se debe concluir que son
los siguientes: I.- Que la imposición de la multa esté debidamente
fundada, es decir, que se exprese con precisión el precepto legal
aplicable al caso. II.- Que la misma se encuentre debidamente
motivada, señalando con precisión las circunstancias especiales,
razones particulares o causas inmediatas que se hayan tenido en
consideración para la imposición de la multa, debiendo existir
adecuación entre los motivos aducidos y las normas aplicables, es
decir, que en caso concreto se configure la hipótesis normativa. III.-
Que para evitar que la multa sea excesiva se tome en cuenta la gravedad
de la infracción, esto es, el acto u omisión que haya motivado la imposición
de la multa, así cómo la gravedad de los perjuicio ocasionados a la
colectividad, la reincidencia y la capacidad económica del sujeto
sancionado. IV.- Que tratándose de multas en que la sanción puede variar
entre un mínimo y un máximo, se invoquen las circunstancias por las que
se considere aplicable al caso concreto el mínimo, el máximo o cierto
monto intermedio entre los dos.
REVISIÓN num. 2645/82.- Resuelta en sesión de 6 de Septiembre de 1983
por unanimidad de 6 votos.
REVISIÓN num. 275/80.- Resuelta en sesión de 12 de Febrero de 1985
por mayoría de 6 votos y uno en contra.
REVISIÓN num. 1244/79.- Resuelta en sesión de 19 de Agosto de 1987,
por unanimidad de 8 votos.
Texto aprobado en sesión de 24 de Agosto de 1987.

(Las negrita y subrayado es nuestro)

Continuando en este mismo orden de ideas, la resolución que se


impugna por su patente indebida motivación, considero que es dable concluir
que ésta se emitió dejando de aplicar los referidos artículos 38, fracción IV, y
75 del Código Fiscal de la Federación, a cuya aplicación se encontraba
obligada la autoridad demandada. En consecuencia, se deberá declararse la
nulidad lisa y llana de la resolución combatida, atendiendo a lo dispuesto por el
artículo 51, fracción IV de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso
Administrativo.

Sirve de apoyo a lo anterior la Tesis de Jurisprudencia No. 373


visible en el Apéndice 1917-1985, Tercera Parte, página 636, que a
continuación se transcribe:

FUNDAMENTACION Y MOTIVACION. De acuerdo con el artículo 16 de la


Constitución Federal, todo acto de autoridad debe estar adecuada y
suficientemente fundado y motivado, entendiéndose por lo primero que ha
de expresarse con precisión el precepto legal aplicable al caso y, por lo
segundo, que también deben señalarse, con causas inmediatas que se
hayan tenido en consideración para la emisión del acto; siendo necesario,
además, que exista adecuación entre los motivos aducidos y las normas
aplicables, es decir, que en el caso concreto se configuren las hipótesis
normativas.
Sexta epoca, Tercera Parte:
Vol CXXXII, Pag. 49 A.R. 8280/67. Augusto Vallejo Olivo. 5 votos.
Septima Epoca, Tercera Parte:
Vol. 14, Pag. 37. A.R. 3713/69. Elias Chahín. 5 votos.
Vol 28, Pag. 111. A.R. 4115/68. Emeterio Rodriguez Romero y Coags. 5
votos.
Vols. 97-102, Pag.61. A.R. 2478/75. María del Socorro Castrejón y otros y
acumulado. Unanimidad de 4 votos.
Vols. 97-102, Pag. 61. A.R. 5724/76 . Ramiro Tarango R. y otros. 5
votos.

Aunado a lo expuesto es importante precisar que la obligación de


fundar y motivar la imposición de una sanción además de estar contenida en
los artículos 38, fracción IV y 75 primer párrafo del Código Fiscal de la
Federación, es un mandato constitucional que deviene directa y taxativamente
del artículo 16 constitucional, aplicado en relación con el 22 de nuestra Carta
Magna por lo que la autoridad demandada en cumplimiento al principio de
supremacía constitucional, para imponer una multa, deberá tomar en
consideración la gravedad de la infracción, el monto del negocio y la capacidad
económica del particular a fin de salvaguardar sus garantías individuales,
previstas en los artículos 16 y 22 de nuestra Carta Fundamental, situación que
no aconteció en el presente caso, por lo que la multa impuesta que me fue
impuesta deviene en inconstitucional aún y cuando se trate del mínimo
imponible de acuerdo con la Ley.

Sirven de apoyo a lo expuesto, La tesis de Jurisprudencia


sustentada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación que ha establecido
claramente el concepto de motivación que debe reunir todo acto de autoridad
en la Tesis de Jurisprudencia consultable en el Informe correspondiente a
1981, Segunda Sala, página 9, que a continuación se transcribe:

"MOTIVACION, CONCEPTO DE LA.- La motivación exigida por el artículo


16 constitucional consiste en el razonamiento contenido en el texto mismo
del acto autoritario de molestia, según el cual quien lo emitió llegó a la
conclusión de que el acto concreto al cual se dirige se ajusta exactamente
a las prevenciones de determinados preceptos legales. Es decir, motivar
un acto es externar las consideraciones relativas a las circunstancias de
hecho que se formuló la autoridad para establecer la adecuación del caso
concreto a la hipótesis legal.
Amparo en revisión 4862/50. Pfizer de México, S.A.- 2 de octubre de
1963.- 5 votos.- Ponente: Pedro Guerrero Martínez.
Amparo en revisión 766/79.- Comisariado Ejidal del Poblado Emiliano
Zapata, Municipio de la Huerta, Jalisco.- 9 de agosto de 1979.- Unanimidad
de 4 votos.- Ponente: Eduardo Langle Martínez.
Amparo en revisión 3459/78.- Lorenzo Ponce de León Sotomaría y
otra (acumulados).- 27 de marzo de 1980.- Unanimidad de 4 votos.-
Ponente: Jorge Inárritu.
Revisión fiscal 6/81.- Armando's Beach Club, S.A..- 2 de julio de 1981.-
Unanimidad de 4 votos.- Ponente Carlos del Río Rodríguez.
Amparo directo 1278/80.- Constructora Itza, S.A. 6 de julio de 1981.-
Unanimidad de 4 votos. Ponente: Eduardo Langle Martínez."

Por lo tanto, es evidente que las resoluciones impugnadas son


completamente ilegales e inconstitucionales al adolecer de una adecuada
motivación, ya que la autoridad en ningún momento demuestra una adecuación
precisa entre los hechos y las normas que pretende aplicar y sin ni si quiera
mencionar algún medio de prueba ni su valoración en todo el acto de molestia,
situación que no puede ocurrir dentro de un estado de derecho cuando
estamos ante un acto que emana del derecho administrativo sancionador; en
este sentido, lo procedente es declarar la nulidad lisa y llana de la resolución
impugnada con fundamento en el artículo 51, fracción IV, de la Ley Federal de
Procedimiento Contencioso Administrativo al ser aquélla violatoria de los
derechos humanos a la seguridad jurídica y los principios de legalidad y debida
fundamentación y motivación, en relación con los artículos 14 y 16 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

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