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PLAN LECTOR: ENSAYO SOBRE EL TEMA

“COLOMBIA IMPACTO ECONÓMICO, SOCIAL Y


POLÍTICO DE LA COVID-19”

Presentado por:
Jostyn José Vergara Correa

Asignatura: Gerencia Financiera


Docente: Ing. Jackeline Murra Lara

Fundación Universitaria Tecnológico Comfenalco


Programa de Ingeniería Industrial
Semestre IX
Cartagena de indias D. T. y C.
Fecha
21/03/2022
INTRODUCCIÓN
El siguiente ensayo trataremos sobre un tema importante en el cual se tomarán
varias perspectivas de la problemática que estamos afrontando a día de hoy el cual
es el impacto económico, social y político del Covid-19.
Esta crisis fue de escala global, pero dentro de este ensayo nos concentraremos
más en el área territorial de Colombia, veremos como fue el impacto del Covid-19
en las diferentes áreas del régimen público, como afecto la economía nacional y
demás temas a destacar dentro de este.
Pero antes de empezar, cabe resaltar que, en Colombia, al igual que en el resto de
América Latina, la mayor parte de los casos iniciales de coronavirus procedieron de
España y Estados Unidos, según fuentes del ministerio de salud y protección social
Minsalud, pero esto no es mera casualidad, ya que estos 2 países albergan una
gran cantidad de ciudadanos migrantes de Colombia. Pero la extensión de la
pandemia del Covid-19 se dio gracias a la movilidad internacional de las personas
infectadas, generando una expansión masiva y acelerada de esta enfermedad.
La pandemia fue y sigue siendo un problema globalizado, pero cada región, país,
distrito lo está enfrentado de manera diferente y localizada, desde que en la primera
semana de marzo se detectara el primer caso en Colombia, se abrió entonces —
como en todos los demás países— un debate sobre las medidas que debían
tomarse y su radicalidad. En él subyace un dilema entre la paralización de la
economía y la preservación de la salud pública, que supone un enorme reto para
los sistemas democráticos.

COLOMBIA, IMPACTO ECONÓMICO, SOCIAL Y


POLÍTICO DE LA COVID-19
Colombia ha pasado y esta pasando en una situación sociopolítica inestable tras
las protestas contra el gobierno del presidente Iván Duque en los meses de
noviembre y diciembre del año 2019, a esto se le agrega la alerta masiva sobre el
coronavirus SarsCov-19 o Covid-19 y además de lo anteriormente dicho, se le
suma la mala perspectiva económica para 2020 debido a la depreciación del
petróleo y la desaceleración económico del país regional.
La gestión de la crisis en Colombia se inició con el debate sobre las diferencias de
criterio entre el gobierno central y los gobiernos locales, este tuvo un choque de
niveles no muy usual en un país centralizado y presidencialista, ya que algunos de
los alcaldes decretaron tempranamente el toque de queda en sus municipios pero,
sin embargo, quedaron suspendidos cuando el gobierno adoptó, el 18 de marzo,
un decreto que establecía que “las disposiciones de orden público de las
autoridades regionales y locales debían estar previamente coordinadas con
las instrucciones del presidente de la República”, así mismo, el gobierno
central dispuso que las instrucciones, actos y órdenes del presidente en materia
de orden público se aplicaran de manera inmediata y preferente sobre las de
gobernadores y alcaldes. Estas medidas reflejaban el pulso entre un presidente en
horas bajas y unos mandatarios locales, en especial en Bogotá y Medellín, que
ejercen liderazgos exitosos y populares.
Tras el primer mes de la pandemia en Colombia, las tasas de infectados se
duplicaban cada 2-3 días, y en términos generales, Colombia se encuentra por
debajo de la media en los indicadores sanitarios que están conformados por
países pertenecientes a la organización para la cooperación y el desarrollo
económico o en sus siglas OCDE, aunque mejor que sus vecinos
latinoamericanos. Territorialmente, hay mucha desigualdad en las infraestructuras
sanitarias y por consiguiente, las capacidades médicas, haciendo de estas,
debilidades ante la emergencia sanitaria que se presenta, muchos de los
departamentos no cuentan con una buena estructura, y los que si cuentan con una
buena estructura, no cuentan con las camas disponible para atender a
demasiadas personas, y agregado a esto, antes de llegar la emergencia sanitaria
de la pandemia, muchos empleados en el área de la salud y la sanidad no le
habían liquidado sus pagos o nominas, haciendo de la situación del personal
sanitario muy poco óptima, y a su vez el país estaba enfrentado una epidemia de
dengue.
La única forma de garantizar la efectividad de las medidas de distanciamiento
social y asegurar la efectividad de la cuarentena, consiste en garantizar algún
ingreso a quienes viven de la búsqueda diaria de recursos y en evitar la
destrucción acelerada de los pequeños negocios, ya que un 47% de los
trabajadores laboran de forma informal, o sea, en micronegocios, y teniendo en
cuenta la pobreza que albergan en los departamentos de Guainía, la Guajira y el
Chocó, era inminente crear la un sistema de transferencia para poder sobrellevar
la crisis de la pandemia y la cuarentena, aunque ya hace varios años atrás se
vienen manejando programas para solventar la pobreza, tales programas como
Jóvenes en Acción, Colombia Mayor y Colombia Joven, cuyos programas
benefician a aproximadamente 12 millones de colombianos, pero por otro lado, la
clase media se esta viendo afectada por la baja protección garantizada, ya que se
estas consecuencias de la pandemia y el confinamiento esta haciendo que
muchos pierdan sus trabajos, ya sean formales o informales, o por la falta de
mecanismos específicos de protección, lo cual conlleva a una damnificación de la
clase media, y también cabe resaltar que, en Colombia, por cada 10 colombianos
solo 2 tienen ahorros de emergencia o ahorros para cubrir imprevisto, lo cual
quiere decir que el sistema laboral esta precarizado, lo que conlleva a una
afectación a trabajadores, incluso a profesionales altamente formados y a
profesionales pertenecientes a personal sanitario.
Indudablemente, ahora mismo ningún país tiene por prioridad contener la deuda
pública, que en el caso de Colombia ronda el 59% del PIB. La prioridad es
incentivar la economía por medio del gasto público e inyectar liquidez en el
sistema, sin embargo, el endeudamiento y las medidas de reconstrucción
económica que se necesitarán posteriormente, implicaría posesionarse en que
habrá que cargar una parte del peso sobre las próximas generaciones.
Y, por último, uno de los mayores retos para Colombia va a ser la gestión de la
migración venezolana. Su dimensión, que alcanzaba a un millón y medio de
personas, ya implicaba una enorme presión sobre la política de atención social,
tanto en las regiones de frontera, como en los grandes núcleos urbanos. En
Bogotá, por ejemplo, se concentran más de 300.000 migrantes. Por ello, la
alcaldesa solicitó al gobierno central que se encargara de su protección durante la
emergencia, toda vez que el distrito capital no podía asumir más costes. Sin
embargo, el gobierno nacional no puede atender tantos frentes, por lo que siguen
siendo indispensables fondos internacionales de emergencia humanitaria y para
asimilar a largo plazo a los migrantes.

CONCLUSIÓN
En conclusión, nuestro país Colombia ha estado pasando por una situación
sociopolítica inestable tras las protestas contra el gobierno del presidente Iván
Duque en los meses de noviembre y diciembre del año 2019, y además, se le
agrega la alerta masiva sobre el coronavirus dando lugar a un descontrol
sociopolítico, y posterior a esto, se le suma la mala perspectiva económica para
2020 debido a la depreciación del petróleo y la desaceleración económico del país
regional. También influyo el choque entre el presidente y los mandatarios
municipales, ya que en el momento de que la pandemia llego al país varios
alcaldes tomaron medidas preventivas de urgencia para evitar la propagación,
acto que no fue propuesto en el momento por el presidente, haciendo que se
incrementaran las cifras de contagiados y muertos, por otra parte, la crisis del
covid puso en jaque al gobierno, ya que hubo una perdida masiva de empleos y la
tasa laboral disminuyo drásticamente, algunos eran de trabajadores
independientes que no pudieron sacar a flote su negocio, y otros por motivos de
recorte de personal u otras causas, teniendo como consecuencia un gran impacto
a la productividad y la economía del país, además de esto, se le suman los
conflictos internos con los diferentes grupos armados y la migración masiva de
venezolanos al país.
La crisis que sufrió Colombia durante el confinamiento, nos da a entender que hay
que mejorar los sistemas de control, las normas de prevención para una futura
epidemia o pandemia, tener un mayor control y medidas de seguridad y
saneamiento alineadas a las necesidades del pueblo, y una sostenibilidad
económica apropiada para futuros casos como estos.

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