Está en la página 1de 6

Facultad de Psicología

Universidad de Buenos Aires

Segundo parcial
Psicopatología
Jefe de Catedra: Naparstek Fabian

Comisión: 25

Profesor de Trabajos Prácticos: Di Orio Sebastian

Cuatrimestre y año: Primer cuatrimestre del 2021


Recorte clínico:

Una mujer refiere en la consulta, la presencia continua de un hombre en todos los


aspectos de su vida y en sus pensamientos. Le impone un sometimiento absoluto a su
voluntad con el objetivo de hacerla su esposa cuando llegue el momento. Hace doce
años que tiene la certeza de que él la ama y espiritualmente ya están casados. Para
probarlo, él le envía toda clase de mensajes mediante ruidos en el techo y las paredes,
cambiando el color del semáforo cuando va a cruzar la calle o enviando a su encuentro
el camión de reparto del butano. En ocasiones, esos mensajes son órdenes que la obligan
a renunciar a sus planes para volver a casa y estar disponible para él. Allí, sola, está a su
merced. Dice que él la espía siguiéndola con un coche a todas partes y tiene intervenido
su teléfono.
A pesar de que él casi nunca contesta a sus llamadas, diez o doce veces al día, ella no se
desanima. Tampoco cuando él le dice que tiene una familia. Ella sabe que no es cierto:
Son pruebas que él le pone para verificar el alcance de su amor.
Había tenido con este hombre una corta relación doce años atrás que se interrumpe en el
momento en que él intentó un acercamiento sexual. Lo que da lugar a que empiece a
llamarle compulsivamente por teléfono y lograr una cita para tener relaciones sexuales,
tras la cual no vuelven a verse. A partir de ahí, tiene la certeza del amor de este hombre,
aunque él intenta desengañarla diciéndole que no la quiere, ella no lo cree.
Son las pruebas que él le pone porque no la considera lo suficientemente preparada para
ser su mujer. Así la prepara para cuando se casen.
La paciente es diseñadora de modas, competente y valorada en las empresas donde ha
trabajado, pero no logra sostenerse en un mismo lugar mucho tiempo. Durante algunos
períodos puede mantener su actividad, pero, finalmente, la despiden. Nunca está sola
cuando lo que predomina es la exaltación y entusiasmo que le produce ser la destinataria
de tan apasionado amor. Sí lo está, cuando se empieza a sentir perseguida por él y
acosada hasta lo insoportable.

Preguntas:

1) Arribe a un diagnostico presuntivo, señalando los índices clínicos que permiten


justificarlo. Para su respuesta tome en consideración la noción lacaniana de trastorno del
lenguaje.

2) Efectúe una hipótesis sobre el desencadenamiento de la paciente y compare con el


caso Schreber, tanto desde la perspectiva freudiana (ocasionamiento) como lacaniana.

3) A partir de lo trabajado en la cursada y según su opinión: ¿Qué aportes hace Lacan a


la clínica de la psicosis?
1) El diagnostico presuntivo al cual se arriba es que se trata de una psicosis paranoica.

Para ejemplificarlo tomamos el abordaje clínico que realiza Jaqcues Lacan, psiquiatra y

psicoanalista francés, quien ubica como eje principal para el abordaje de las estructuras

clínicas, la relación del sujeto con la palabra y considera a los fenómenos que se dan en

la psicosis como trastornos del lenguaje, a partir de los cuales es posible apreciar el

funcionamiento psicótico del lenguaje, donde localizamos un modo de decir particular

del sujeto, nos encontramos con un significante suelto, desencadenado, sin articulación,

“exiliado” de lo simbólico. Es un significante aislado que irrumpe en lo real. Para Lacan

“el núcleo de la psicosis es la relación del sujeto con el significante”, es una relación de

exterioridad donde “el sujeto es poseído por el lenguaje”. (Lacan, J. 1955-56, Seminario

3, p.359). El fenómeno elemental es un trastorno del lenguaje y para Lacan tiene la

misma fuerza estructurante que el delirio.

La mujer de la viñeta tiene la certeza delirante de que “el hombre la ama” a partir de

esta premisa todo le concierne, los ruidos y las luces del semáforo son señales, que le

están dirigidas a ella y se le imponen. Le otorga una significación autorreferencial, lo

que lacan llama “creencia delirante”, si bien es una significación que no remite a nada

es una significación especial para ella. Se presenta un delirio persecutorio donde es

perseguida y espiada por este hombre. Aquí pasa a ser el Otro quien de forma intrusiva

toma la iniciativa y quiere algo de ella, someterla y hacerla su esposa. Es un significante

que aparece aislado de la cadena y se impone, lo que hace surgir la certeza de que la

espía. Hay dialéctica estancada, por más que el hombre tenga una familia ella no lo cree,

sabe que no es verdad y cuando él le dice que no la quiere, para ella son “pruebas” que

él le pone para prepararla para ser su esposa. Tiene la certeza inamovible de que “él la

ama”, no permite otro desplazamiento. Se trata de una convicción delirante, la

significación no se desliza, no remite a nada, lo que hace notar la estructura


indialectizable del delirio. “…a nivel del significante, el delirio se distingue por esa

forma especial de discordancia con el lenguaje común…” (Lacan, J. 1955-56, Seminario

3, p. 52)

2) En “De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis”, Lacan

ubica el desencadenamiento en el encuentro de “un padre en lo real” a partir del cual se

da una ruptura en la vida del sujeto, hay un antes y un después. Se produce en una

coyuntura específica, lo que Lacan llama “coyuntura dramática”, ciertas situaciones

donde el sujeto se enfrenta con ese agujero forclusivo.

En el caso presentado se podría ubicar las coordenadas de una coyuntura dramática en el

intento de acercamiento sexual por parte del hombre. Es el hombre quien toma la

iniciativa y se posiciona como un padre en lo real, frente a esto la mujer no sabe cómo

responder. Se le presenta una pregunta sobre la sexualidad para lo que intenta recurrir a

un significante que le falta, el significante Nombre del padre, que esta forcluido ya que

nunca fue admitido y en su lugar fue rechazado de lo simbólico. Se le exige responder

con eso que no tiene a nivel estructural, en su lugar hay un agujero. Si hay forclusión

del Nombre del Padre no opera la metáfora paterna que instaura la ley, ordena al sujeto

en lo simbólico y regula el goce. No hay significación fálica, no hay Edipo, lo que

produce una irrupción de goce sin límite, que en la paranoia retorna desde el campo del

otro, “el Otro se le viene encima” (Naparstek, F. 2020, Los objetos a y la locura, p.16).

“Los mensajes que recibe son órdenes que la obligan a renunciar a sus planes para

volver a casa y estar disponible para él”, se siente acosada por el Otro. Podemos

compararlo con el caso Schreber donde las voces lo atormentaban, no podía ir al baño

tranquilo, lo perseguían y no tenía momentos de intimidad, estaba sometido. El

desencadenamiento en Schreber se da cuando es nominado como presidente de la Corte,

para la cual debe asumir un nuevo lugar jerárquico a la vez que tiene por debajo de si a
hombres que son “hasta veinte años mayores”. Tiene que desempeñar una función para

la cual no cuenta con el significante primordial para responder y hacerse cargo de ese

puesto, hay una perturbación en el orden generacional, donde se le presenta la pregunta

sobre “que es ser padre”, pero frente a la falta del Significante Nombre del padre, que

introduce un orden en el linaje, no sabe cómo responder. No hay carretera principal que

de un ordenamiento y funcione de guía.

Freud se basa para definir la paranoia en relación al tipo de mecanismo de Defensa que

opera. En un principio ubica al abuso de Proyección, hasta postular que “lo cancelado

desde adentro retorna desde afuera”. En Schreber, ubica al ocasionamiento de la

enfermedad por el avance de libido homosexual, a partir de los sueños sobre la vuelta de

su enfermedad y especialmente la fantasía de duermevela “que hermoso seria ser la

mujer en el momento del acoplamiento”. Se produce el conflicto y lucha defensiva. Este

aluvión de libido, que tenía como objeto a Flechsig, pasa a depositarse al Yo. En un

segundo momento, se produce un recatectización de los objetos y del mundo exterior,

pero de una forma delirante.

3) A través de su clínica, Lacan se propone hacer un retorno a los conceptos de Freud.

Hace hincapié en abordar la psicosis y no retroceder, a diferencia de Freud quien

postula que el psicótico no es abordable desde el psicoanálisis.

Lacan parte de una ética y orienta su clínica de una forma particular. Desde la psiquiatra

clásica, los fenómenos que se presentan en la psicosis, como alucinaciones y delirios,

eran tomados como trastornos de la percepción o del juicio. Lacan los va a tratar como

trastornos del lenguaje, poniendo el acento en la relación del sujeto con la palabra.

Lacan critica la idea de comprensión como herramienta en la clínica para el abordaje de

la psicosis: un solo signo, una significación, una conducta, no dice nada ya que se puede

interpretar de varias maneras. Hay que “alojar” la palabra del psicótico sin imponer un
exceso de sentido y así poder atisbar esa relación particular que tiene el sujeto psicótico

con la pablara del Otro.

Bibliografía

- Bousoño, N. La Carretera Principal. Curso de Elucidación de Textos, 2020.

- Freud S. (1911), Puntualizaciones psicoanalíticas sobre un caso de paranoia

(Dementia paranoides) descripto autobiográficamente (Caso Schreber), en Obras

Completas, op. cit., t. XII

- Freud S. (1924), La pérdida de la realidad en la neurosis y la psicosis, en Obras

Completas, op. cit., T. XIX

- Lacan J. (1955-56), El Seminario 3, Paidos, 1984, Buenos Aires, Argentina.

- Lacan, J. (1957-58), “De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de

la psicosis” en Escritos II, México, Siglo XXI, 1984.

- Mazzoni Y. (2014), Forclusión del Nombre del Padre y fenómenos elementales.

Teórico 12 (pp 184-192)

- Mazzoni Y. (2014), Función Paterna en Lacan. Teórico 11 (pp 165-183). En

Teóricos 2014.

- Naparstek, F. Los objetos a y la locura. Conferencia en Madrid, 2020. Ficha de

la cátedra.

- Racki, G. Presentación del Seminario 3. Curso de Elucidación de Textos, 2020.

- Schreber D., Introducción, Carta abierta, en Memorias de un enfermo nervioso,

Lohlé, 1979, Buenos Aires.

También podría gustarte