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AMPARO EN REVISIÓN 168/2019.

QUEJOSA: **********.

PONENTE:
MINISTRO ALBERTO PÉREZ DAYÁN.

SECRETARIA:
MONTSERRAT TORRES CONTRERAS.

Vo. Bo
Sr. Ministro.

Ciudad de México. Acuerdo de la Segunda Sala de la Suprema Corte


de Justicia de la Nación, correspondiente al __________ de _____ de dos
mil diecinueve.

Cotejó.

VISTOS para resolver el recurso de revisión identificado al rubro y;

R E S U L T A N D O:

PRIMERO. Trámite y resolución del juicio de amparo. Por escrito


remitido vía electrónica el veintisiete de agosto de dos mil dieciocho ante la
Oficina de Correspondencia Común de los Juzgados de Distrito en Materia
de Trabajo en la Ciudad de México, **********, por conducto de su
representante legal, solicitó el amparo y protección de la Justicia Federal, en
contra de las siguientes autoridades y actos:

“[…] III. AUTORIDADES RESPONSABLES: Cámara de 1) Diputados y; 2)


Senadores, ambas del Congreso General de los Estados Unidos
Mexicanos; 3) Presidente de la República y; 4) La Junta Especial Número
Once de la Local de Conciliación y Arbitraje de la Ciudad de México.
ACTOS RECLAMADOS:
1) Los artículos 861, fracciones I y II, así como 862, de la Ley Federal del
Trabajo. Actos que atribuyo su expedición y aprobación a las Cámaras
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de Diputados y Senadores, ambas del Congreso de la Unión y su


promulgación al Presidente de la República. Sin que sea necesario
señalar a las autoridades que intervinieron en el refrendo y publicación
de dicha norma general, en virtud de que no se impugnan tales actos por
vicios propios.
2) La resolución de fecha dos de julio de dos mil dieciocho, dictada en el
juicio laboral con número de expediente **********, del índice de la Junta
Especial Número Once de la Local de Conciliación y Arbitraje de la
Ciudad de México. Siendo este el primer acto de aplicación de las normas
generales
reclamadas. […]”.

La quejosa señaló como derechos violados los contenidos en los


artículos 1, 14, 16 y 17, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos. Asimismo, relató los antecedentes del caso y expresó los
conceptos de violación que estimó pertinentes.

Correspondió conocer de la demanda de amparo, al Juzgado Séptimo


de Distrito en Materia de Trabajo en la Ciudad de México, el que lo registró
con el expediente **********; y previo requerimiento, mediante acuerdo de
cuatro de septiembre de dos mil dieciocho, la admitió a trámite, solicitó el
informe justificado a las autoridades responsables, señaló fecha para la
audiencia constitucional, y dictó sentencia el treinta y uno de octubre del
citado año, con el siguiente punto resolutivo:

“[…] ÚNICO. La Justicia de la Unión NO AMPARA NI PROTEGE a **********,


contra las autoridades y actos precisados en el considerando TERCERO
de este fallo, por los motivos expuestos en los considerandos SÉPTIMO
y OCTAVO de esta sentencia.
Notifíquese personalmente […]”.

SEGUNDO. Trámite del recurso de revisión. Inconforme con el fallo


anterior, la quejosa interpuso recurso de revisión, del cual correspondió
conocer al Décimo Tercer Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del
Primer Circuito, el que en sesión de trece de febrero de dos mil diecinueve,
dictó resolución en la que determinó reservar jurisdicción a esta Suprema
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Corte de Justicia de la Nación, respecto de los artículos 861,


fracciones I y II y 862, de la Ley Federal del Trabajo.

TERCERO. Trámite ante esta Suprema Corte de Justicia de la


Nación. Mediante proveído de catorce de marzo de dos mil diecinueve, el
Presidente de este Alto Tribunal, asumió la competencia originaria para
conocer del asunto y ordenó su registro con el toca 168/2019; asimismo, turnó
el expediente al Ministro Alberto Pérez Dayán; determinó su envío a la Sala
de su adscripción; igualmente ordenó notificar al Agente del Ministerio Público
de la Federación.

Por acuerdo de veinticinco de abril de dos mil diecinueve, se determinó


que ésta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación se
avoca al conocimiento del asunto y se ordenó remitir el expediente relativo al
Ministro ponente para la elaboración del proyecto de resolución.

CUARTO. Publicación del proyecto de resolución. En el amparo, la


quejosa combatió la constitucionalidad de diversos preceptos; por tanto, con
fundamento en los artículos 73, párrafo segundo y 184, de la Ley de Amparo,
se hizo público el proyecto de resolución.

C O N S I D E R A N D O:

PRIMERO. Competencia. Esta Segunda Sala de la Suprema Corte de


Justicia de la Nación es competente para conocer y resolver este recurso de
revisión, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 107, fracción VIII,
inciso a), de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 81,
fracción I, inciso e), de la Ley de Amparo; y, 21, fracción XI, de la Ley
Orgánica del Poder Judicial de la Federación, en relación con lo previsto en
los puntos Primero, in fine, Segundo, fracción III, Tercero y Cuarto fracción I,
inciso c), del Acuerdo General 5/2013, del Pleno de este Alto Tribunal,
publicado en el Diario Oficial de la Federación el veintiuno de mayo de dos
mil trece, ya que se promueve contra la sentencia dictada por un Juez de
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Distrito en un juicio de amparo indirecto, en el que se reclamó la


inconstitucionalidad de diversos preceptos de la Ley Federal del Trabajo; y
no resulta necesaria la intervención del Pleno de este Alto Tribunal.

SEGUNDO. Legitimación y oportunidad. Es innecesario el estudio


de dichos aspectos, dado que el Tribunal Colegiado del conocimiento se
ocupó de éstos en los resultandos tercero y cuarto de la resolución.

TERCERO. Antecedentes. A fin de resolver el asunto que nos ocupa,


resulta conveniente formular una breve referencia de los antecedentes del
caso, los cuales se advierten de los actos reclamados, así como de las
pruebas ofrecidas en el juicio de amparo, y son del tenor siguiente:

1. ********** presentó demanda laboral contra ********** y **********, a


las que les reclamó la indemnización constitucional con motivo del despido
injustificado, así como el pago de diversas prestaciones; además, solicitó:

“[…] PROVIDENCIAS PRECAUTORIAS.


Con fundamento en los artículos 857, fracción II, 858 y 861 de la
legislación laboral solicito el embargo precautorio de bienes a nombre de
las demandadas. […] Hago del conocimiento de esta autoridad que la
demandada ********** […] actualmente tiene problemas
financieros y legales pues tiene pendientes diversos juicios y
reclamaciones, inclusive tiene iniciadas carpetas de
investigación por hechos posiblemente constitutivos de
delito […]”.

2. El juicio se registró con el expediente ********** del índice de la Junta


Especial Número Once de la Local de Conciliación y Arbitraje de la Ciudad
de México, la que por auto de veintisiete de junio de dos mil diecisiete, admitió
la demanda, señaló fecha y hora para la audiencia de conciliación, demanda
y excepciones; además se ordenó emplazar a las demandadas.

3. En proveído de dos de julio de dos mil dieciocho, la Junta


responsable, determinó:
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“[…] Ciudad de México, a dos de julio de dos mil dieciocho.


Vista la comparecencia hecha por el Lic. **********, en su
calidad de apoderado legal de la parte actora, téngase por
hechas sus manifestaciones y en atención a las mismas […].
En el mismo orden de ideas y toda vez que esta Junta no se manifestó a
la solicitud que hizo la parte actora respecto a la providencia cautelar, en
este acto es de acordarse respecto a la misma NO HA LUGAR A
ACORDAR DE CONFORMIDAD toda vez que la promovente no ofrece
pruebas con las cuales acredite que resulte necesaria dictar dicha
medida, lo anterior con fundamento en los artículos 861, facción II y 862
de la Ley Federal del Trabajo; debiendo de estar las partes a lo ordenado
en el acuerdo de fecha treinta de mayo de dos mil dieciocho.
Notifíquese […]”.

El anterior proveído se señala como acto concreto de aplicación de los


preceptos reclamados.

4. Al respecto, ********** promovió demanda de amparo indirecto,


contra los artículos 861, fracciones I y II, así como 862, de la Ley Federal del
Trabajo; además, impugnó el acuerdo de dos de julio de dos mil dieciocho,
como acto concreto de aplicación.

En los conceptos de violación, esencialmente, planteó:

 Primero. Inconstitucionalidad de leyes. Que el artículo 861, fracciones I y II, de la


Ley Federal del Trabajo, infringe los derechos a la tutela judicial efectiva y debido
proceso tutelados por los numerales 14 y 17, constitucionales, en virtud de que la
obligan a realizar una conducta imposible, pese a que en la demanda laboral manifestó
que no podía acreditar que la empresa patronal contaba con diversos juicios,
reclamaciones y carpetas de investigación en su contra, dado que a la presentación
del juicio laboral ya no laboraba en ésta; por lo que no podía acreditar la necesidad de
la medida.
Agrega que el precepto cuestionado prevé que para decretar el embargo precautorio,
el solicitante determinará el monto de lo demandado y rendirá las pruebas para
acreditar la necesidad de la medida y con base en ello, el presidente de la Junta
resolverá lo conducente; asimismo, indica que en el caso, desde el inicio del juicio
laboral manifestó que una de las empresas demandadas tenía diversos juicios
pendientes, así como carpetas de investigación, pero al haber sido despedida estaba
imposibilitada para presentar las pruebas que lo acreditaran y así demostrar la
necesidad del embargo.
Que con el propósito de evitar trasgredir los derechos de los trabajadores se creó la
figura de la carga dinámica de la prueba, conforme a la cual debe aportar las
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probanzas quien esté en mejor posición o condición de hacerlo, por lo que, si el patrón
tiene diversos juicios en su contra, se debe requerir a terceros (Procuradurías,
Tribunales, etcétera) para corroborar esa circunstancia o incluso al propio empleador.
 Segundo. Inconstitucionalidad de leyes. Que el artículo 862, de la Ley Federal
del Trabajo, infringe la Carta Magna porque al emplear el término “necesaria la
providencia” limita la procedencia del embargo precautorio sólo al supuesto relativo a
cuando el demandado tiene diferentes juicios o reclamaciones ante autoridades
judiciales o administrativas; sin que abarque el referente a cuando se trate de ocultar
bienes o disminuir el patrimonio en perjuicio de los acreedores.
Agrega que una medida precautoria se considera necesaria no sólo cuando contra
quien se endereza está inmerso en diversos juicios y reclamaciones, sino también
cuando pretenda ocultar sus bienes o disminuir su patrimonio en perjuicio de los
acreedores; motivo por el cual el precepto reclamado no debería limitar la procedencia
a una sola hipótesis, sino que debe quedar abierta a otras: riesgo de sustraerse a la
acción de la justicia, que se pretenda quedar insolvente o cambiar de domicilio, entre
otras.
 Tercero y cuarto. Argumentos sobre legalidad. Que se le dejó en estado de
indefensión puesto que transcurrió más de un año sin que la Junta acordara la solicitud
de aplicar el embargo precautorio al patrón, aunado que una vez que se pronunció no
se hizo del conocimiento de las partes hasta el diecisiete de agosto de dos mil
dieciocho.
Que la Junta determinó que no era procedente decretar el embargo porque la
trabajadora no demostró la necesidad de la medida, soslayando que ésta había
manifestado que al haber sido despedida estaba imposibilitada para acreditar los
problemas financieros y legales en los que se encontraba la empresa que la empleó.

5. Mediante sentencia engrosada el treinta y uno de octubre de dos mil


dieciocho, se negó el amparo, con base en las siguientes consideraciones:

En el primer considerando se justificó la competencia para resolver el juicio; en el


segundo y tercero, se analizó la oportunidad de la demanda y se precisaron los actos
reclamados atribuidos a las autoridades responsables.
En el cuarto, se estableció que eran ciertos los actos atribuidos al Congreso de la Unión
y al Presidente de la República, consistentes en los artículos reclamados; asimismo se
determinó la certeza del acto concreto de aplicación atribuido a la Junta responsable,
consistente en el acuerdo de dos de julio de dos mil diecisiete, mediante el cual se
declaró improcedente la solicitud de embargo precautorio.
En el quinto y sexto considerandos, se estableció que no se advertían causas de
improcedencia, ni era necesario transcribir los conceptos de violación.
En el considerando séptimo se realizó el estudio de los aspectos de
constitucionalidad de leyes y al efecto se desestimaron los argumentos de la quejosa
en los que adujo que el artículo 862, de la Ley Federal de Trabajo, transgreden los
derechos a la tutela judicial efectiva y debido proceso, porque la obligan a realizar una
conducta imposible, pese a que en la demanda laboral manifestó la imposibilidad para
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acreditar que la empresa patronal contaba con diversos juicios,


reclamaciones y carpetas de investigación en su contra, dado que a la
presentación del juicio laboral ya no trabajaba en la empresa; por lo que
no podía acreditar la necesidad de la medida.
Lo anterior, al considerar el Juez Federal que la quejosa hizo derivar la
inconstitucionalidad de las normas impugnadas de su situación particular, soslayando
que ésta debe depender de circunstancias generales; es decir, la demandante de
amparo manifestó que se infringe el derecho a la tutela judicial efectiva porque se le
impide acceder a la medida cautelar, ya que la norma no prevé la hipótesis en la que
se encuentra para otorgarla.
En otras palabras, que la quejosa hizo depender la inconstitucionalidad de los
preceptos cuestionados de circunstancia propias, esto es del hecho de que no estaba
en posibilidad de rendir las pruebas para acreditar la necesidad del embargo
precautorio, al haber sido despedida, por lo cual, el patrón debe aportarlas al estar en
mejor posición de hacerlo, atendiendo a la carga dinámica de la prueba.
Agregó que el derecho a la tutela judicial efectiva está garantizado mediante la
existencia de diversas leyes que regulan la convivencia social, así como de los
tribunales federales y locales, en la medida que puede acudir para resolver la
problemática jurídica que llega a presentarse; por lo que, la posibilidad de acceder a la
justicia para conseguir un embargo precautorio, está prevista en el artículo 862, de la
Ley Federal del Trabajo, de modo que la quejosa sólo tiene que cumplir con los
requisitos previstos en la norma.
Indicó que en el caso se trata de una providencia precautoria que no constituye un acto
privativo, por lo que para su imposición no rige el derecho de audiencia previa, ni se
puede conminar a que se ofrezcan pruebas, siendo que es obligación del solicitante
aportar las necesarias para acreditar la medida.
Desestimó el argumento en el que se adujo que el artículo 862, de la Ley Federal del
Trabajo, al emplear el término “necesaria la providencia” limita la procedencia del
embargo precautorio sólo al supuesto relativo a cuando el demandado tiene diferentes
juicios o reclamaciones ante autoridades judiciales o administrativas; sin que abarque
el referente a cuando se trate de ocultar bienes o disminuir el patrimonio en perjuicio
de los acreedores.
Lo anterior, al considerar que si bien el citado precepto sólo prevé una hipótesis para
solicitar dicho embargo; lo cierto es que ello obedece a la naturaleza de la providencia
que es de carácter preventivo, de ahí que sea razonable que el legislador sólo haya
previsto el supuesto relativo a la demostración de la existencia de otros juicios y no así
cuando se pretendan ocultar bienes o disminuir el patrimonio; agrega que de
considerar lo contrario, el embargo procedería sin que se acredite la necesidad de la
medida, bastando la sola aseveración del solicitante, lo que va en contra de la intención
del legislador.
En el octavo considerando se analizaron los aspectos de legalidad y al efecto
estimó que la Junta se pronunció en relación con la petición de aplicar el embargo
precautorio transcurrido más de un año, pese a que lo debió hacer desde la radicación
de la demanda; empero, consideró que ningún fin práctico tendría una eventual
concesión del amparo, dado que las demandadas al haber sido emplazadas son
sabedoras de la medida cautelar intentada en su contra; aunado a que no obstante que
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la quejosa manifestó que al haber sido despedida estaba imposibilitada para acreditar
que la patronal contaba con diversos juicios, no toma en cuenta que podía ofrecer
testigos o solicitar que se giraran oficios para acreditar la existencia de esos
procedimientos; sin embargo, al no haberlo hecho así, pretende que la responsable
arroje el débito procesal a su contraparte, aduciendo la carga dinámica de la prueba,
lo que no es factible; consecuentemente, la quejosa no ofreció pruebas para acreditar
la necesidad de la providencia precautoria.

6. En contra de la sentencia aludida en el numeral que antecede, la


quejosa interpuso el recurso de revisión, en el que hizo valer los siguientes
agravios:

Primero. Que no es certera la consideración relativa a que la ley tiene un carácter


general, abstracto e impersonal y no se puede impugnar su inconstitucionalidad “en
situaciones particulares”, ya que razonar en ese sentido haría ineficaz el juicio de
amparo, puesto que no se podría cuestionar ninguna norma general.
Agrega que el Alto Tribunal del país ha determinado que para el establecimiento de
multas se debe atender al principio de proporcionalidad, así como a factores de
individualización para imponerla dentro de los parámetros mínimos y máximos
(naturaleza de la acción, peligro, circunstancias de modo, tiempo y lugar); por lo que,
sí se puede controvertir la constitucionalidad de una norma sustentándose en la
situación particular del quejoso, así como en su imposibilidad para cumplir los
requisitos rigurosos que ella impone.
Segundo. Que el Juzgador Federal interpretó en forma indebida la jurisprudencia
2a./J. 88/2003, de rubro: “CONCEPTOS DE VIOLACIÓN Y AGRAVIOS. SON
INOPERANTES CUANDO TIENDEN A DEMOSTRAR LA INCONSTITUCIONALIDAD DE
ALGÚN PRECEPTO, SUSTENTÁNDOSE EN UNA SITUACIÓN PARTICULAR O
HIPOTÉTICA.”, ya que ésta se refiere sólo a hechos futuros de realización incierta,
motivo por el cual no es aplicable.
Tercero. Que contrario a lo considerado por el Juez Federal, la carga dinámica de la
prueba sí era aplicable tratándose de medidas precautorias, puesto que la obligaba a
probar pese a estar impedida para hacerlo, soslayando que la patronal estaba en
mejor posición para demostrar.
Cuarto. Que la sentencia recurrida es incongruente, ya que por una parte, al analizar
la constitucionalidad de las normas impugnadas, el Juez de Amparo estableció que no
debe aplicarse la carga dinámica de la prueba respecto de embargos precautorios al
no ser un acto privativo que se rige por el derecho de previa audiencia; y por otra parte,
al estudiar la legalidad del acto de aplicación, estimó que se debían haber ofrecido
testigos o solicitar a la Junta que girara oficios a los tribunales para acreditar que la
demandada contaba con juicios en su contra, lo que es sinónimo de trasferir el débito
probatorio a un tercero.
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7. El recurso de revisión fue turnado al Tribunal


Colegiado del conocimiento, emitió resolución el trece de
febrero de dos mil diecinueve, en la que justificó su
competencia, analizó la legitimación de la recurrente, la oportunidad y la
procedencia; realizó la transcripción de la sentencia recurrida y de los
agravios; además en el considerando cuarto, determinó reservar jurisdicción
a este Alto Tribunal y remitió los autos para conocer de la inconstitucionalidad
de los artículos 861, fracciones I y II, así como el 862, de la Ley Federal el
Trabajo.

En consecuencia, se procede al examen de los agravios en contra de


la negativa de amparo dictada por el Juzgado de Distrito en relación con los
aspectos de constitucionalidad.

CUARTO. Estudio de los agravios relacionados con aspectos de


constitucionalidad.

En el primer agravio señala la recurrente que no es certera la


consideración relativa a que la ley tiene un carácter general, abstracto e
impersonal y no se puede impugnar su inconstitucionalidad “en situaciones
particulares”, ya que razonar en ese sentido haría ineficaz el juicio de amparo,
puesto que no se podría cuestionar ninguna norma general; agrega que el
Alto Tribunal del país ha determinado que para el establecimiento de multas
se debe atender a factores de individualización para imponerla dentro de los
parámetros mínimos y máximos (naturaleza de la acción, peligro,
circunstancias de modo, tiempo y lugar); por lo que, sí se puede controvertir
la constitucionalidad de una norma sustentándose en la situación particular
del quejoso, así como en su imposibilidad para cumplir los requisitos
rigurosos que ella impone.

El agravio resumido es infundado, en virtud de que tal y como lo


considero el Juez de Distrito, la inconstitucional de una ley depende de las
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características propias de la norma y de circunstancias generales, en razón


de todos sus destinatarios, y no así de la situación particular de un solo sujeto,
ni de que pueda tener o no determinados atributos.

Sirve de apoyo a lo anterior la jurisprudencia 2a./J. 182/2007, emitida


por esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de
rubro: “LEYES. SU INCONSTITUCIONALIDAD DEPENDE DE CIRCUNSTANCIAS
GENERALES Y NO DE LA SITUACIÓN PARTICULAR DEL SUJETO AL QUE SE LE
APLICAN.”1

Por tanto, fue certera la consideración del a quo en el sentido de que si


la demandante de amparo manifestó que el artículo (861, fracciones I y II, de
la Ley Federal del Trabajo) cuestionado infringe el derecho a la tutela judicial
efectiva porque impide acceder a la medida cautelar –embargo precautorio–,
ya que no prevé la hipótesis en la que se encuentra para otorgarla, es
indudable que la inconstitucionalidad de la norma la hizo depender de su
situación particular y no de las características propias de la norma, ni de
circunstancias generales, en razón de todos sus destinatarios;
consecuentemente, fue correcto que se desestimara el concepto de violación
de la quejosa, al ser jurídicamente ineficaz.

En el segundo agravio indica la recurrente que el Juzgador Federal


interpretó en forma indebida la jurisprudencia 2a./J. 88/2003, de rubro:
“CONCEPTOS DE VIOLACIÓN Y AGRAVIOS. SON INOPERANTES CUANDO TIENDEN A
DEMOSTRAR LA INCONSTITUCIONALIDAD DE ALGÚN PRECEPTO, SUSTENTÁNDOSE
EN UNA SITUACIÓN PARTICULAR O HIPOTÉTICA.”, ya que ésta se refiere sólo a
hechos futuros de realización incierta, motivo por el cual no es aplicable.

1 Texto: “Los argumentos planteados por quien estima inconstitucional una ley, en el sentido de que él no tiene las
características que tomó en consideración el legislador para establecer que una conducta debía ser sancionada, no pueden
conducir a considerar a la ley como inconstitucional, en virtud de que tal determinación depende de las características
propias de la norma y de circunstancias generales, en razón de todos sus destinatarios, y no así de la situación particular
de un solo sujeto, ni de que pueda tener o no determinados atributos.” (Visible en la página doscientos cuarenta y seis,
Tomo XXVI, de octubre de dos mil siete, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, registro
171136).
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El agravio en estudio es infundado, atento a las


siguientes consideraciones:

Con el propósito de dilucidar la cuestión debatida es menester traer a


la vista el contenido de la jurisprudencia 2a./J. 88/2003, de rubro y texto
siguientes:

“CONCEPTOS DE VIOLACIÓN Y AGRAVIOS. SON INOPERANTES


CUANDO TIENDEN A DEMOSTRAR LA INCONSTITUCIONALIDAD DE
ALGÚN PRECEPTO, SUSTENTÁNDOSE EN UNA SITUACIÓN
PARTICULAR O HIPOTÉTICA. Los argumentos que se hagan valer como
conceptos de violación o agravios en contra de algún precepto, cuya
inconstitucionalidad se haga depender de situaciones o circunstancias
individuales o hipotéticas, deben ser declarados inoperantes, en atención
a que no sería posible cumplir la finalidad de dichos argumentos
consistente en demostrar la violación constitucional, dado el carácter
general, abstracto e impersonal de la ley.”2

Como se advierte, el criterio reproducido prevé dos supuestos para


declarar inoperantes los argumentos que tiendan a demostrar la
inconstitucionalidad de una norma: el primero alude a cuando la trasgresión
a la Carta Magna se haga depender de las circunstancias individuales y el
segundo de circunstancias hipotéticas.

Lo anterior es así, porque la conjunción disyuntiva "o" (que se menciona


en el criterio al indicar “depender de circunstancias individuales o hipotéticas) indica
alternancia exclusiva o excluyente (a diferencia de las conjunciones
copulativas que sirven para reunir en una sola unidad funcional dos o más
elementos e indican su adición); por lo que, si en la jurisprudencia se alude a
los dos supuestos, es incorrecta la interpretación que realiza la recurrente en
el sentido de que el referido criterio sólo se refiere a circunstancias
hipotéticas, traducidas en actos futuros de realización incierta.

2(Emitida por esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible en la página cuarenta y tres, Tomo
XVIII, de octubre de dos mil tres, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Novena Época, registro 183118).
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De modo que, contrario a lo indicado por la recurrente, la jurisprudencia


2a./J. 88/2003, sí resultaba aplicable tal y como lo estableció el a quo, siendo
que el supuesto que hizo patente fue el relativo a que la trasgresión a la Carta
Magna se hizo depender de las circunstancias individuales; de ahí lo
infundado del agravio en el que se aduce lo contrario.

Por otra parte, la recurrente aduce que el artículo 862, de la Ley Federal
del Trabajo, es contario a la Carta Magna, puesto que al emplear el término
“necesaria la providencia” limita la procedencia del embargo precautorio sólo
al supuesto relativo a cuando la parte patronal demandada tiene diferentes
juicios o reclamaciones ante autoridades judiciales o administrativas; sin que
abarque el referente a cuando se trate de ocultar bienes o disminuir el
patrimonio en perjuicio de los acreedores.

Para resolver lo anterior resulta pertinente reproducir el artículo 8623,


de la Ley Federal del Trabajo, impugnado, así como diversos preceptos que
están inmersos en el Capítulo relativo a las Providencias Precautorias, en el
cual se encuentra el numeral reclamado, a saber:

Ley Federal del Trabajo

“[…] CAPÍTULO XV
De las Providencias Cautelares

Artículo 857. Los Presidentes de las Juntas de Conciliación y Arbitraje, o


los de las Especiales de las mismas, a petición de parte, podrán decretar
las siguientes providencias cautelares:
I. Arraigo, cuando haya temor de que se ausente u oculte la persona
contra quien se entable o se haya entablado una demanda; y
II. Embargo precautorio, cuando sea necesario asegurar los bienes de
una persona, empresa o establecimiento.

Artículo 858. Las providencias cautelares podrán ser solicitadas al


presentar la demanda, o posteriormente, ya sea que se formulen por
escrito o en comparecencia. En el primer caso, se tramitarán previamente
al emplazamiento y en el segundo, por cuerda separada. En ningún caso,
3 (Vigente en la fecha en que se emitió el acuerdo señalado como acto de aplicación, que fue controvertido).
AMPARO EN REVISIÓN 168/2019 [13]

se pondrá la solicitud en conocimiento de la persona contra


quien se pida la providencia.

Artículo 859. El arraigo se decretará de plano y su efecto


consistirá en prevenir al demandado que no se ausente del
lugar de su residencia, sin dejar representante legítimo, suficientemente
instruido y expensado.

[…] Artículo 861. Para decretar un embargo precautorio, se observarán


las normas siguientes:
I. El solicitante determinará el monto de lo demandado y rendirá las
pruebas que juzgue conveniente para acreditar la necesidad de la
medida;
II. El Presidente de la Junta, tomando en consideración las circunstancias
del caso y las pruebas rendidas, dentro de las veinticuatro horas
siguientes a aquella en que se le solicite, podrá decretar el embargo
precautorio si, a su juicio, es necesaria la providencia;
III. El auto que ordene el embargo determinará el monto por el cual deba
practicarse; y
IV. El Presidente de la Junta dictará las medidas a que se sujetará el
embargo, a efecto de que no se suspenda o dificulte el desarrollo de las
actividades de la empresa o establecimiento.

Artículo 862. En el caso de la fracción II del artículo anterior, se


considerará necesaria la providencia, cuando el solicitante compruebe
que el demandado tiene diferentes juicios o reclamaciones ante
autoridades judiciales o administrativas promovidos por terceros en su
contra, y que por su cuantía, a criterio del Presidente, exista el riesgo de
insolvencia.

[…] Artículo 864. Si el demandado constituye depósito u otorga fianza


bastante, no se llevará a cabo la providencia cautelar o se levantará la
que se haya decretado.”

De las disposiciones transcritas se advierte, esencialmente, lo que


sigue:

 El primero de los numerales copiados, prevé como providencia


cautelar, entre otro, el embargo precautorio, el cual se decretará
cuando sea necesario asegurar los bienes de una persona, empresa o
establecimiento.

 También se establece que las providencias cautelares podrán


ser solicitadas al presentar la demanda o posteriormente, y que en
ningún caso se pondrá la solicitud en conocimiento de la persona
contra quien se pida.
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 Para decretar el secuestro provisional el solicitante deberá


determinar el monto de lo demandado y rendir las pruebas para
acreditar la necesidad de la medida; además el Presidente de la Junta
dentro de las veinticuatro horas siguiente en que sea solicitada, podrá
decretar la medida si la estima necesaria, precisando en el auto el
monto por el cual se debe practicar (numeral 861).

 Se considerará necesaria la providencia cuando el solicitante


compruebe que el demandado tiene diferentes juicios o reclamaciones
ante autoridades judiciales o administrativas promovidos por terceros
en su contra, y que por su cuantía, a criterio del Presidente, exista el
riesgo de insolvencia (artículo 862).

 En otras palabras, se considerará necesario el secuestro


provisional cuando:

a) El solicitante compruebe que el demandado tiene diferentes juicios


o reclamaciones ante autoridades judiciales o administrativas.

b) Que esos juicios o reclamaciones sean promovidos por terceros en


contra del demandado.

c) Que por la cuantía de esos juicios, a criterio del Presidente, exista


el riesgo de insolvencia.

En relación con el embargo precautorio, esta Segunda Sala de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación, emitió la jurisprudencia
2a./J. 16/2009, de rubro: “SECUESTRO PROVISIONAL EN EL PROCEDIMIENTO
LABORAL. PARA DECRETARLO NO SE REQUIERE DEMOSTRAR QUE EN UN DIVERSO
JUICIO O RECLAMACIÓN, SEGUIDO POR TERCEROS CONTRA EL MISMO
DEMANDADO, SE DICTÓ LAUDO O SENTENCIA CONDENATORIA.”4

4 Texto: “El artículo 862 de la Ley Federal del Trabajo establece que el secuestro provisional es necesario cuando se
compruebe que contra el demandado existen diferentes juicios o reclamaciones, promovidas por terceros, ante autoridades
judiciales o administrativas y que, por su cuantía, exista riesgo de insolvencia. Por tanto, no es posible exigir a quien solicite
esa medida la demostración de que en esos juicios o reclamaciones se dictó laudo o sentencia condenatoria, pues se le
impondría una carga probatoria no prevista en ese precepto. Además, si el secuestro provisional, comúnmente conocido
como embargo precautorio, tiene como finalidad asegurar ciertos bienes del demandado, para garantizar el cumplimiento
del laudo que, en su caso, le imponga una condena de pago, entonces para decretar la medida basta demostrar la
existencia de otros juicios o reclamaciones y el riesgo de insolvencia, cuya ponderación corresponde al Presidente de la
Junta, con vista a las circunstancias del caso y al contenido de las demandas en las cuales se establecen las prestaciones
reclamadas, determinables, por regla general, mediante operaciones aritméticas.” (Visible en la página cuatrocientos
sesenta y tres, Tomo XXIX, de febrero de dos mil nueve, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, registro 167834).
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En el criterio de marras, entre otras cuestiones, se establece


que el embargo precautorio tiene como finalidad asegurar
ciertos bienes del demandado para garantizar el cumplimiento del laudo que,
en su caso, le imponga una condena de pago y que para decretar la medida
basta demostrar la existencia de otros juicios o reclamaciones y el riesgo de
insolvencia, cuya ponderación corresponde al Presidente de la Junta, con
vista a las circunstancias del caso y al contenido de las demandas en las
cuales se establecen las prestaciones reclamadas.

En ese contexto, lo que procede es desestimar el planteamiento en el


que se aduce que el artículo 862, de la Ley Federal del Trabajo, es contrario
a la Carta Magna, puesto que al emplear el término “necesaria la providencia”
limita la procedencia del embargo precautorio sólo al supuesto relativo a
cuando el demandado tiene diferentes juicios o reclamaciones ante
autoridades judiciales o administrativas; sin que abarque el referente a
cuando se trate de ocultar bienes o disminuir el patrimonio en perjuicio de los
acreedores.

Esto es así, en razón de que suponiendo sin conceder que se estimara


inconstitucional la omisión que se le atribuye al precepto cuestionado, el
efecto de la concesión del amparo no podría tener el fin que pretende la
quejosa, esto es que se le autorice el embargo precautorio sobre la base de
que el patrón pudiera ocultar bienes o disminuir su patrimonio.

Lo anterior en razón de que cuando la demandante de amparo pidió el


otorgamiento de la medida precautoria la sustentó única y exclusivamente en
la circunstancia de que el patrón tenía varios juicios entablados en su contra,
siendo que expresamente indicó: “[…] PROVIDENCIAS PRECAUTORIAS. […]
solicito el embargo precautorio de bienes a nombre de las demandadas. […] Hago del
conocimiento de esta autoridad que la demandada ********** […] actualmente tiene
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problemas financieros y legales pues tiene pendientes diversos juicios y reclamaciones,


inclusive tiene iniciadas carpetas de investigación por hechos posiblemente
constitutivos de delito […]”.

Además, el argumento toral manifestado fue que no tenía la posibilidad


de acreditar que la empresa patronal contaba con diversos juicios,
reclamaciones y carpetas de investigación en su contra, porque fue
despedida y no podía acceder a los documentos con los cuales demostrara
la existencia de tales juicios.

Por tanto, si el embargo precautorio se solicitó únicamente sobre la


premisa de la existencia de varios juicios promovidos en contra del patrón,
consecuentemente, la eventual declaratoria de inconstitucionalidad de la
norma impugnada –por no prever como supuesto de embargo que el patrón
oculte bienes o disminuya su patrimonio–, no podría tener por efecto ordenar
a la Junta responsable que decrete el embargo solicitado por la quejosa, al
ser una premisa distinta a la originalmente planteada.

QUINTO. Decisión. Al resultar jurídicamente ineficaces los


planteamientos de la recurrente quejosa, lo procedente es, en la materia de
la revisión, confirmar la sentencia recurrida y negar el amparo respecto de los
preceptos analizados.

Remisión al Tribunal Colegiado. Ante lo infundado de los


planteamientos analizados y en razón de que la materia de constitucionalidad
por la que reasumió competencia este Alto Tribunal ha quedado resuelta, se
reserva jurisdicción al Tribunal Colegiado que previno para que se avoque a
resolver los diversos argumentos (agravios tercero y cuarto) hechos valer
respecto de los cuales no reservó jurisdicción a este Alto Tribunal, en
términos de lo previsto en los artículos 83 y 84 de la Ley de Amparo; así como
lo dispuesto en los puntos Tercero, Cuarto, fracción I, inciso a), Noveno y
Décimo Primero, del Acuerdo General Plenario 5/2013.
AMPARO EN REVISIÓN 168/2019 [17]

Por lo expuesto y fundado, se resuelve:

PRIMERO. En la materia de revisión, se confirma la sentencia


recurrida.

SEGUNDO. La Justicia de la Unión no ampara ni protege a **********,


en contra de los actos precisados en el resultado primero de esta resolución.

TERCERO. Se reserva la jurisdicción al Tribunal Colegiado del


conocimiento, en términos del último considerando de esta resolución.

Notifíquese; con testimonio de la presente resolución, devuélvanse los


autos al lugar de su origen y, en su oportunidad, archívese el toca como
asunto concluido.

En términos de lo dispuesto por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación en su sesión del veinticuatro de abril de dos mil siete, y conforme a lo previsto en
los artículos 3, fracción II, 13, 14 y 18 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la
Información Pública Gubernamental, así como en el segundo párrafo del artículo 9° del
Reglamento de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura
Federal, en esta versión pública se suprime la información considerada legalmente como
reservada o confidencial que encuadra en esos supuestos normativos.

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